Bible Commentaries
1 Corintios 11

Comentario de Godet sobre Libros SeleccionadosGodet sobre Libros Seleccionados

Versículo 1

Vv. 10:33-11:1. �even as I please all men in all things, not seeking mine own profit, but the profit of the many, that they may be saved. 1 Corintios 11:1. Become imitators of me, as I am of Christ.�

In chap. 9 the apostle had developed at length the example of self-denial, which he was constantly giving to the Church by submitting to the necessity of earning a livelihood for himself, and in general, by becoming subject, when it was necessary, to the legal observances, from which he felt himself set free by faith in Christ. In concluding this whole passage, in which he has asked the Corinthians to make many sacrifices which are painful to them, he once more refers to his example, because he knows that we are not at liberty to ask sacrifices from others except in proportion to those which we make ourselves.

The phrase to please others may denote a vice or a virtue. That depends on the object proposed, whether to gain our neighbour's good graces selfishly, or to gain the attachment of our neighbour so as to win him for God. These are the two cases Paul contrasts with one another in this verse, in order to exclude the first, in so far as his own conduct is concerned; comp. G�latas 1:10.

The: in all things, comprehends of course only the things which belong to the province of Christian liberty. The many is opposed to Paul as an individual, and their salvation to his individual interest (???????, of myself).

Vv. 1 Corintios 11:1. Christ alone is the perfect model; each believer is a model to his brethren only in so far as he is a copy in relation to Christ.

Paul has in mind especially the absolute self-denial which was the basis of our Lord's earthly life, Romanos 15:1-3.

It is only the fact expressed in the second part of the verse which gives the apostle the right and liberty to write the first. To be quite exact, we must understand in the second proposition not the verb be, but the verb become, used in the first.

The imitation in question is not a slavish one. As Paul was not in circumstances identical with those of Christ, so the Corinthians were not in circumstances altogether analogous to those of Paul. What he asks of the Church is, that it allow itself to be guided by the spirit of self-denial which animates himself, as he is guided by the spirit of self-sacrifice which was the soul of Christ's life.

We have already cast a glance over the course followed by the apostle in treating this delicate subject. It was needful to limit the use made of their liberty by many of the Corinthian Christians, and among them no doubt, by those who directed the opinion of the Church, without placing them again under the yoke of an external law, and while bringing them to understand themselves the necessity of the sacrifice.

This sacrifice wounded their vanity as much as their love of pleasure. It is easy to see the extreme prudence with which the apostle required to conduct this discussion. He begins by stating the point about which all are agreed, the monotheism which excludes the reality of idols. He leaves aside for the moment the frequenting of idolatrous feasts, appealing only to charity for weak brethren. He encourages the strong by his example, deters them by that of the Israelites.

After this preparation, he strikes the great blow. Then he concludes calmly with some simple and practical rules in regard to the eating of meats, rules which admirably establish harmony between the rights of liberty and the obligations of charity.

Justamente exclama R�ckert, al cerrar el an�lisis del pasaje: �Verdaderamente no podr�a concebir un curso m�s prudente o mejor calculado; tenemos aqu� una obra maestra de verdadera elocuencia.� L�stima, solamente, que este eminente ex�geta no se detenga all�, sino que crea que debe atribuir a la elocuencia del ap�stol, en este caso, cierto car�cter de astucia. Evidentemente en el curso seguido por el ap�stol estamos obligados a reconocer la sabidur�a de la serpiente; pero no excluye ni por un momento la sencillez de la paloma. Porque la prudencia est� siempre al servicio del amor a la verdad y del celo por el bien de las personas y de la Iglesia.

Versículo 2

�Ahora os alabo porque os acord�is de m� en todas las cosas, y guard�is las ordenanzas, tal como os las entregu�.

El ahora es progresivo; es la transici�n al nuevo sujeto. Edwards lo toma adversativamente (en contraste con la expresi�n imitadores de m� ): � Pero , si no me imit�is en todo, reconozco que en estas cosas observ�is mis instrucciones�. Esta conexi�n no me parece natural.

La palabra ?????????? aqu� ciertamente denota las tradiciones relacionadas con las costumbres eclesi�sticas, y no las instrucciones doctrinales; estos vendr�n a ser tratados 1 Corintios 15:3 .

El ???, me , me parece el complemento del ????????, recordad; el ????? es en ese caso una calificaci�n adverbial: en todas las cosas , en todos los puntos. R�ckert cree que puede hacer ????? el objeto directo del verbo, y ??? el complemento de ?????: �Recuerdas todo lo que procede de m�. Pero, por no hablar de la construcci�n habitual del verbo (con el genitivo), habr�a algo de duro en la expresi�n ????? ??? ( todas las cosas de m� ). Finalmente, la otra construcci�n expresa con m�s delicadeza el recuerdo personal del que Paul se siente objeto por parte de ellos.

Pero hab�a un punto sobre el cual el ap�stol no se hab�a pronunciado expresamente en su ense�anza oral, probablemente porque no se hab�a dado la ocasi�n, no habiendo hecho ninguna mujer prueba en su presencia del derecho de hablar, y eso con la cabeza descubierta. Las cosas hab�an cambiado desde su partida.

Versículos 2-16

VIII. La conducta de la mujer en el culto p�blico. Cap. 11:2-16.

El ap�stol acaba de tratar una serie de temas pertenecientes al dominio de la vida moral de la Iglesia, especialmente en relaci�n con la libertad cristiana (caps. 6-10). Ahora pasa a varios temas relacionados con el culto p�blico , comenzando con el que est� m�s cerca del dominio de la libertad: la conducta externa de las mujeres en el culto p�blico. Luego seguir�n los des�rdenes que se han infiltrado en la celebraci�n de la Santa Cena y en la administraci�n de los dones espirituales. Tales son los tres temas que Pablo une en los cap�tulos estrechamente relacionados. 11-14.

Los antiguos en general establec�an una diferencia entre el porte de los hombres y el de las mujeres en sus apariciones en p�blico. Plutarco ( Quest. Rom. xiv.) relata que en la ceremonia f�nebre de los padres, los hijos aparec�an con la cabeza cubierta, las hijas con la cabeza descubierta y el cabello suelto. Este autor a�ade a modo de explicaci�n: �Al duelo pertenece lo extraordinario�, es decir, lo que se hace en esta ocasi�n, es lo contrario de lo que se hace en general.

Lo que ser�a impropio en un tiempo ordinario se convierte en propio entonces. Plutarco tambi�n relata que entre los griegos era costumbre que las mujeres en circunstancias de angustia se cortaran el cabello, mientras que los hombres se lo dejaban crecer; �porque? Porque es costumbre del segundo cortarlo, y del primero dejarlo crecer (ver Heinrici, pp. 300, 301). Seg�n varios pasajes de autores antiguos, mientras que el cabello largo de la mujer era considerado como su mejor adorno, el hombre que, por el cuidado que le daba a su cabello, borraba la diferencia de los sexos, era despreciado como un voluptuoso.

A la esclava griega se le afeit� la cabeza en se�al de su servidumbre; lo mismo se hac�a entre los hebreos a la ad�ltera ( N�meros 5:18 ; comp. Isa�as 3:17 ). En cuanto a los actos de culto p�blico exist�a una notable diferencia entre los griegos y los romanos.

El griego rezaba con la cabeza descubierta, mientras que el romano velaba su cabeza. Los antiguos explican estos usos opuestos de varias maneras. Probablemente en el rito romano se expresaba la idea de la reverencia escrupulosa que deb�a ponerse al servicio de la deidad, mientras que el rito griego expresaba el sentimiento de libertad con el que el hombre deb�a presentarse ante los dioses del Olimpo. El sumo sacerdote jud�o oficiaba con la mitra sobre la cabeza, y el jud�o de hoy ora con la cabeza cubierta, sin duda en se�al de reverencia y sumisi�n.

De todos estos hechos se desprende qu� �ntima relaci�n establec�a el sentimiento de los antiguos entre la conducta del adorador, en cuanto a la parte m�s noble de su ser, la cabeza, y su posici�n moral y social. �El punto aqu� no era solo�, como bien dice Heinrici, �una cuesti�n de decoro�. Su conducta en este sentido correspond�a a un profundo sentimiento religioso.

Este es el punto de vista en el que debemos situarnos para comprender la siguiente discusi�n. San Pablo sol�a decir: �En Cristo todas las cosas son renovadas; no hay var�n ni mujer, ni esclavo ni libre, ni griego ni jud�o�. Cu�n f�cil fue a partir de esto saltar a la conclusi�n: Entonces ya no hay ninguna diferencia, especialmente en la adoraci�n, donde todos estamos ante Dios, entre el comportamiento del hombre y el de la mujer.

Si el var�n habla a sus hermanos oa Dios con la cabeza descubierta, �por qu� no ha de hacerlo tambi�n la mujer? Y con el esp�ritu de libertad que animaba a la Iglesia de Corinto, no es probable que se hubieran quedado cortos en la teor�a. Ya hab�an llegado al l�mite de la pr�ctica; esto parece estar impl�cito en 1 Corintios 11:15-16 .

El ap�stol lo hab�a aprendido, no de la carta de los Corintios, a la que aqu� no hace ninguna alusi�n (como en 1 Corintios 8:1 ), sino probablemente de los diputados de la Iglesia.

Comienza con una recomendaci�n general con respecto a la manera en que la Iglesia permanece fiel a las instituciones eclesi�sticas que �l hab�a establecido entre ellos.

Versículo 3

�Pero quiero que sep�is que la cabeza de todo var�n es Cristo; y el var�n es [la] cabeza de la mujer; y Dios [la] cabeza de Cristo.�

El ?? es adversativo: pero; Pablo llega a un punto en el que no se aplica el elogio que acaba de pronunciar.

Uno est� tentado a preguntarse, al leer las siguientes frases, por qu� el ap�stol cree necesario tomar las cosas en un nivel tan alto, y relacionar lo que aparentemente es un asunto tan secundario con relaciones tan exaltadas como las del hombre con Cristo, y de Cristo con Dios. Para explicar su m�todo, debemos tener en cuenta el orgullo de los corintios, que cre�an saberlo todo, ya quienes el ap�stol quiere, sin duda, ense�ar que a�n tienen algo que aprender: � Quiero que lo sep�is.

Es bastante probable, a partir de 1 Corintios 11:16 , que los ultraliberales de Corinto hablaran con cierto desd�n de las prescripciones eclesi�sticas dejadas por el ap�stol, y que en nombre del Esp�ritu algunos pretendieran tirar sus reglas por la borda. Pablo les dar�a a entender que todo est� unido en uno, tanto en el bien como en el mal; que la infidelidad al orden divino, incluso en las cosas m�s externas, puede implicar un ataque a las relaciones m�s sublimes, y que el mantenimiento piadoso de las decoros, incluso en estas cosas, es un elemento de la santidad cristiana.

Comienza, pues, por situar este punto especial de la vida de la Iglesia a la luz de las dos analog�as m�s sagradas que se pueden concebir, y en las que muestra la revelaci�n de un orden divino. Quienes lo critican con presunci�n podr�n as� comprender de d�nde deriva las reglas que establece en la Iglesia.

Existen tres relaciones, que juntas forman una especie de jerarqu�a: la m�s baja en la escala, la relaci�n puramente humana entre hombre y mujer; m�s arriba, la relaci�n Divino-humana entre Cristo y el hombre; m�s alto en la escala, la relaci�n puramente divina entre Dios y Cristo. El t�rmino com�n con el que Pablo caracteriza estas tres relaciones es ?????? (de ah� nuestra palabra jefe ), cabeza. Este t�rmino figurativo incluye dos ideas: comunidad de vida y desigualdad dentro de esta comunidad.

As� entre el hombre y la mujer: por el v�nculo del matrimonio se forma entre ellos el v�nculo de una vida com�n, pero de tal manera que uno es el elemento fuerte y director, el otro el elemento receptivo y dependiente. Lo mismo sucede en la relaci�n entre Cristo y el hombre. Formada por el v�nculo de la fe, establece tambi�n una comunidad de vida, en la que se distinguen un principio activo y director, y un factor receptivo y dirigido.

Una relaci�n an�loga aparece a�n m�s arriba en el misterio de la esencia divina. Por el v�nculo de filiaci�n, hay entre Cristo y Dios comuni�n de vida divina, pero tal que el impulso procede del Padre, y que �el Hijo no hace nada sino lo que ve hacer al Padre� ( Juan 5:19 ).

Se pone en primer lugar la relaci�n entre Cristo y el hombre. Es, por as� decirlo, el v�nculo de uni�n entre los otros dos, reflejando la sublimidad de uno y marcando al otro con un car�cter sagrado, que debe protegerlo de la violencia con la que se ve amenazado. La �nica cuesti�n es si, como han pensado Hofmann, Holsten, etc., el punto en cuesti�n es la relaci�n natural entre Cristo y el hombre, debido a la dignidad del Cristo preexistente como creador (Hofmann), o como el Hombre celestial, el prototipo de la humanidad terrenal (Holsten), o si, como sostienen Meyer, Heinrici, etc.

, Pablo quiere describir la relaci�n entre Cristo y los hombres por la redenci�n. La expresi�n: todo hombre , parece hablar a favor del primer sentido; y los pasajes 1 Corintios 8:6 y 1 Corintios 10:4 podr�an servir para confirmar este significado.

Cristo, por haber sido el �rgano de la creaci�n, es la cabeza de todo hombre creado a su imagen, creyente o incr�dulo. Pero 1 Corintios 11:4-5 me parece que prueba que Pablo no est� pensando en el hombre en general, sino en el esposo cristiano. �Todo var�n..., toda mujer que ora, que profetiza...�, esto s�lo puede aplicarse a los creyentes.

Es a partir de 1 Corintios 11:7 que Pablo pasa del orden espiritual al dominio de la creaci�n en general. Lo que es cierto en el primer sentido, es que todo hombre est� ordenado a creer en Cristo ya tomarlo por cabeza, es decir, a convertirse en esposo cristiano .

El art�culo ? debe ser remarcado con ?????? en la primera proposici�n (falta en las otras dos). Esto surge, sin duda, del hecho de que el hombre puede tener muchas otras cabezas adem�s de Cristo; el art�culo sirve para se�alar a Cristo como la �nica cabeza normal. En las otras dos relaciones, esto se entend�a por s� mismo.

Esta relaci�n perteneciente al reino de Dios tiene por contrapartida en la familia la relaci�n entre marido y mujer. Pablo est� pensando aqu� principalmente en la relaci�n natural y social, en virtud de la cual el esposo dirige y la esposa est� en una posici�n de subordinaci�n. Pero esta relaci�n natural no es abolida por la vida de fe; al contrario, se apodera de ella y la santifica. �Debemos concluir, del t�rmino usado por Pablo, que la esposa cristiana no tiene tambi�n a Cristo por cabeza, con respecto a su personalidad eterna? De ninguna manera; la salvaci�n en Cristo es la misma para la mujer que para el marido, y el v�nculo por el que ella se une a Cristo no difiere del que une al hombre con el Se�or.

El dicho: �Vosotros sois sarmientos, yo soy la vid�, se aplica tanto a un sexo como al otro. Pero desde el punto de vista de la manifestaci�n terrenal y de la posici�n social, la mujer, incluso bajo la econom�a evang�lica, conserva su posici�n subordinada. Llegar� un d�a en que cesar� la distinci�n entre los sexos ( Lucas 20:34-36 ).

Pero ese d�a no pertenece a la forma terrestre del reino de Dios. Mientras dure la actual constituci�n f�sica de la humanidad, permanecer� la posici�n subordinada de la mujer, incluso en la mujer cristiana. As� como el hijo realiza su comuni�n con el Se�or en forma de obediencia filial a sus padres, la madre cristiana realiza su comuni�n con el Se�or en forma de subordinaci�n al marido, sin que su comuni�n sea por ello menos directa y cercana que la de �l.

El marido no est� entre ella y el Se�or; ella est� sujeta a �l en el Se�or; es en �l que ella lo ama, y ??es ayud�ndolo que ella vive para el Se�or. Si desde el punto de vista social es su esposa, desde el punto de vista de la redenci�n es su hermana. As� se armonizan estos dos dichos que proceden de la misma pluma: "En Cristo no hay var�n ni mujer", y: "El marido es la cabeza de la mujer".

Estas dos relaciones, la de Cristo con el hombre y la del hombre con su esposa, se basan en una ley que brota de la naturaleza de Dios mismo. En la unidad de la esencia divina se encuentran estos dos polos, uno directivo, el otro dependiente: Dios y Cristo. Pablo evidentemente desea elevarse al punto m�s alto, por encima del cual no podemos concebir nada. Algunos, como Heinrici, Edwards, etc., piensan que esta expresi�n: la cabeza de Cristo , s�lo puede aplicarse al Cristo encarnado.

Pero si la relaci�n se entendiera as�, faltar�a uno de los dos rasgos esenciales, indicados por el t�rmino cabeza, y que caracterizan a las dos relaciones precedentes: comunidad de vida y naturaleza. No podemos, por lo tanto, limitar este dicho a la naturaleza humana del Se�or, y pensamos que no hay base para rehuir la noci�n de subordinaci�n aplicada al ser Divino de Cristo; ver com. 1 Corintios 3:23 .

Esta idea de la subordinaci�n de Cristo, concebida como un ser preexistente ( 1 Corintios 8:6 , 1 Corintios 10:4 ), brota de los t�rminos Hijo y Verbo , con los que se le designa, as� como del propio pasajes donde se afirma m�s claramente la divinidad de Cristo ( Colosenses 1:15 ; Hebreos 1:2-3 ; Juan 1:1 ; Juan 1:18 ; Apoc 1:1).

Holsten piensa que escapa a toda dificultad al traer aqu� la idea de Cristo como el Hombre celestial , seg�n el descubrimiento hecho por Baur por medio del pasaje 1 Corintios 15:45 seq. Es muy seguro que si no se hubiera encontrado en ese pasaje, nadie lo habr�a extra�do del que estamos explicando. Para el examen de esta concepci�n atribuida a Pablo, nos referiremos al pasaje citado.

As�, pues, a juicio del ap�stol, la relaci�n entre marido y mujer en el matrimonio es un reflejo de lo que une a Cristo y al creyente, ya que esto vuelve a reproducir la relaci�n a�n m�s sublime que existe entre Dios y su manifestaci�n en la persona de Cristo. . Pablo ciertamente no podr�a decir m�s en la Ep�stola a los Efesios para expresar una noci�n m�s elevada del matrimonio que estas palabras. METRO.

Sabatier, al exponer la idea del matrimonio en la Ep�stola a los Efesios, dice: �El marido y la mujer forman una unidad org�nica indisoluble�. Exactamente; pero �puede expresarse esta �unidad indisoluble� con m�s fuerza que compar�ndola, como lo hace Pablo en nuestro pasaje, con la unidad de Cristo con el creyente y de Dios con Cristo? A�ade M. Sabatier, todav�a exponiendo el contenido de Efesios: �El uno no alcanza la plenitud de la existencia sin el otro.

" Seguramente; pero no es esto exactamente lo que Pablo ense�a aqu� en 1 Corintios 11:11-12 : �En el Se�or no es el var�n sin la mujer, ni la mujer sin el var�n�. �Y sobre tales bases se alega que tuvo lugar un progreso en las ideas de Pablo sobre el matrimonio, en el intervalo entre la Ep�stola a los Corintios y la de los Efesios!

Despu�s de reconocer, como principio que rige toda comunidad de vida, divina y humana, esa dualidad de factores, uno activo, el otro receptivo, que constituye la base del matrimonio, el ap�stol pasa por un as�ndeton a la aplicaci�n que quiere hacer de �l al caso en cuesti�n en Corinto.

Versículos 4-6

�Todo var�n que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. 5. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque es toda una como si estuviera rapada. 6. Porque si la mujer no se cubre, c�brase tambi�n; pero si le es vergonzoso a la mujer raparse o raparse, c�brase. Cris�stomo ha concluido de 1 Corintios 11:4 , como tambi�n lo hace Edwards, que los hombres tambi�n, en Corinto, violaron su propia dignidad al estar cubiertos.

Pero no es probable que surgieran abusos en esa direcci�n, especialmente en Grecia (ver arriba, p. 104). El comportamiento que se convierte en el hombre s�lo se menciona para poner de manifiesto, por contraste, lo �nico que se est� convirtiendo en la mujer.

Los dos actos de profetizar y orar se reunir�n de nuevo en el cap. 14, donde hablaremos de ellos m�s especialmente Digamos aqu� solamente, que en el cap. 14 (comp. especialmente 1 Corintios 11:14-17 ) la oraci�n se identifica m�s o menos con hablar en lenguas , un don que se trata conjuntamente con la profec�a.

Esta observaci�n nos lleva a suponer, como ya lo ha hecho Baur, que por la oraci�n de la que habla Pablo, en nuestro 1 Corintios 11:4-5 , quiere decir principalmente una oraci�n en lengua , es decir, en lenguaje ext�tico. La frase ???? ???. ????? es el�ptico: �que tiene abajo de la cabeza�, es decir, lleva un pa�uelo en forma de velo que baja de la cabeza sobre los hombros.

En las �ltimas palabras: deshonra su cabeza , la palabra cabeza ha sido a menudo entendida literalmente (Erasmus, Beza, Bengel, Neander, Meyer, etc.): al velar la cabeza que parece descubierta, la cubre de verg�enza. Pero �por qu� en este caso anteponer a 1 Corintios 11:4 la reflexi�n de 1 Corintios 11:3 : �La cabeza de todo var�n es Cristo�? Si esta observaci�n tuviera un prop�sito, deber�a ser preparar la idea de 1 Corintios 11:4 y, en consecuencia, justificar la aplicaci�n del t�rmino cabeza .a Cristo mismo; lo cual no nos impide sostener, con muchos cr�ticos, que aqu� hay un juego de palabras delicadamente intencionado: �Al deshonrar su propia cabeza, el creyente, que se cubre a s� mismo, deshonra tambi�n a Cristo, cuya gloria debe ser �l.

De hecho, como dice Holsten, todo hombre que, al realizar un acto religioso, se cubre la cabeza, se reconoce a s� mismo dependiente de alguna cabeza terrenal que no sea su cabeza celestial, y por lo tanto toma de esta �ltima el honor que le corresponde como la cabeza. de hombre. La cabeza descubierta, la frente abierta y radiante, la mirada levantada y confiada, la noble cubierta de cabello, como, como dijo alguien, �a una corona de rayos extinguidos�, tales son las insignias del rey de la naturaleza, que no tiene otra cabeza en el universo que el invisible Se�or de todo. Si, pues, no ha de menoscabar el honor de su Se�or, debe respetarse a s� mismo no cubri�ndose la cabeza.

Versículo 5

Pero precisamente porque la mujer se encuentra en una posici�n contrastada con la del hombre, en la medida en que tiene aqu� debajo una cabeza visible, deshonrar�a esta cabeza aparentando un traje que ser�a s�mbolo de independencia. Y como la mujer no pertenece naturalmente a la vida p�blica, si en el dominio espiritual tiene que ejercer una funci�n que la haga destacar, debe esforzarse m�s por ocultarse cubri�ndose con el velo. , que declara la dependencia en que ella permanece con respecto a su marido.

Como dice Heinrici, solo puede ser para verg�enza de su esposo si una esposa se presenta con un vestido que pertenece al hombre. Al descubrir su cabeza (en sentido literal) deshonra su cabeza (en sentido figurado).

Aqu� surge una dificultad. El ap�stol, al imponer a la mujer la condici�n de llevar el velo, parece autorizar decididamente el acto al que se aplica esta condici�n, es decir, permite a la mujer orar y profetizar en p�blico. Ahora en el cap. 1 Corintios 14:34 dice, absolutamente y sin restricci�n: �Vuestras mujeres guarden silencio en las iglesias.

Esta aparente contradicci�n ha llevado a Hofmann, Meyer, Beet y otros a la idea de que, en nuestro cap�tulo, Paul ten�a en mente solo reuniones para el culto familiar (Hofmann) o reuniones privadas (Meyer), compuestas exclusivamente por mujeres (Beet). . Pero es imposible sostener que el ap�stol hubiera impuesto la obligaci�n del velo a una madre que oraba rodeada de su esposo e hijos. Tampoco es posible ver c�mo la idea de Meyer y de Beet podr�a reconciliarse con 1 Corintios 11:10 de nuestro cap�tulo ( a causa de los �ngeles ).

Adem�s, 1 Corintios 11:16 implica naturalmente que Pablo est� pensando en la adoraci�n p�blica ( las Iglesias de Dios ). Finalmente, en 1 Corintios 14:34-35 no est� distinguiendo entre diferentes tipos de asambleas; pero contrasta las asambleas en general con el tiempo en que marido y mujer se encuentran solos en casa: �Que las mujeres guarden silencio en las iglesias.

..� ( 1 Corintios 14:34 ), �que pregunten a sus maridos en casa� ( 1 Corintios 14:35 ).

Heinrici propone restringir la prohibici�n impuesta a las mujeres, en el cap. 14, a las muestras de admiraci�n que les gustaba dar a los que hablaban en lenguas, o tambi�n a las preguntas curiosas que hac�an a los profetas, perturbando as�, por supuesto, el decoro de las asambleas. Algunos escritores en Inglaterra incluso han supuesto que en el cap. 14. Pablo simplemente quiere prohibir a las mujeres que se entreguen a los susurros y conversaciones privadas que romper�an la quietud de la adoraci�n.

Pero es imposible restringir as� el significado de la palabra ??????, por as� decirlo , en el cap. 14, aplicado como est� en ese cap�tulo a todas las formas de hablar en p�blico. Adem�s, la prohibici�n, si tuviera uno de estos significados, deber�a haberse dirigido tanto a los hombres como a las mujeres. Lo que el pasaje en el cap. 14 prohibe a las mujeres, no es hablar mal ni hablar a destiempo, es hablar; y lo que Pablo contrasta con el t�rmino hablar, es callar o preguntar en casa.

Podr�a suponerse que el ap�stol pretend�a dejar pasar s�lo por el momento el hablar de las mujeres en forma de profec�a o de oraci�n, contemplando volver a �l m�s tarde para prohibirlo por completo, cuando deber�a haber establecido los principios necesarios para justificar este completo prohibici�n. As� fue como procedi� en el cap. 6, en cuanto a los pleitos entre cristianos, comenzando por establecer una simple restricci�n en 1 Corintios 11:4 , para despu�s condenarlos por completo en 1 Corintios 11:7 .

Tambi�n hemos observado el uso de un m�todo similar en la discusi�n sobre la participaci�n de los corintios en las fiestas id�latras; el pasaje, 1 Corintios 8:10 , pareci� autorizarlo primero; luego, llegado el momento, lo prohibe absolutamente ( 1 Corintios 10:21-22 ), porque entonces juzga que la mente de sus lectores est� mejor preparada para aceptar tal decisi�n. Pero esta soluci�n es insatisfactoria, porque sigue siendo cierto que uno no pone una condici�n para hacer algo que luego tiene la intenci�n de prohibir absolutamente.

Tambi�n se ha pensado que el t�rmino ??????, hablando , deber�a tomarse en el cap. 14 �nicamente en el sentido de la ense�anza. As� la mujer podr�a profetizar u orar en una lengua desconocida; pero nunca debe entregarse a la ense�anza. Pero es imposible aceptar un significado tan limitado de la palabra ?????? en un cap�tulo donde se usa para denotar tanto el hablar prof�tico como el hablar en lenguas.

Esta soluci�n no es, quiz�s, radicalmente falsa, pero es imposible deducirla de la palabra hablando en el cap. 14 en contraste con los t�rminos profetizar y orar en el cap. 11

M�s bien pienso, por lo tanto, que mientras Pablo rechazaba, como regla, que se hablara de las mujeres en las Iglesias, Pablo pretend�a dejarles un cierto grado de libertad para el caso excepcional en el que, a consecuencia de una revelaci�n repentina ( profetizando ), o bajo la influencia de una fuerte inspiraci�n de oraci�n y acci�n de gracias ( hablar en lenguas ), la mujer debe sentirse constre�ida a dar expresi�n a este extraordinario impulso del Esp�ritu.

S�lo en el momento en que ella sali� as� de su posici�n natural de reserva y dependencia, �l insisti� tanto m�s en que ella no deb�a olvidar, ni la Iglesia con ella, el car�cter anormal de la acci�n; y este era el fin al que el velo estaba destinado a servir. Adem�s, Paul no parece pensar que tales casos puedan ser frecuentes. Porque en el cap. 14 Las profetisas no se mencionan ni una sola vez junto con los profetas, y sin embargo el nombre ???????? era familiar en el Antiguo Testamento, y no falta en el Nuevo ( Lucas 2:36 ; Apocalipsis 2:20).

Probablemente al hacer la concesi�n que encontramos en este pasaje, el ap�stol estaba pensando s�lo en mujeres casadas. Dif�cilmente podr�a haberse planteado la cuesti�n en cuanto a las mujeres j�venes. Reuss dice: �En Grecia, una mujer de car�cter no aparec�a en p�blico sin velo�. �Cu�nto m�s debe haber sido as� con las personas solteras! Y si Pablo hubiera extendido a estos �ltimos el permiso impl�cito en sus palabras, menos a�n habr�a suprimido en su caso la condici�n del velo impuesto a los primeros.

En las �ltimas palabras de 1 Corintios 11:5 , Pablo compara a la mujer que aparece en p�blico con la cabeza descubierta con la que tiene la cabeza rapada. Esto nunca se encontr� entre los griegos, excepto en el caso de las mujeres que eran esclavas; entre los jud�os, s�lo en el caso de la mujer acusada de adulterio por su marido (N�m 5,18).

Un uso similar parece haber prevalecido entre otras naciones adem�s. El sujeto de la proposici�n, seg�n la mayor�a, se entiende: toda mujer que habla con la cabeza descubierta (ver Meyer). Pero, �no es m�s sencillo hacer de ?? ??? ?? ????, una y la misma cosa , el sujeto de ????: �Una y la misma [condici�n] es la de la mujer que se afeita [como la de ella que no lleva velo]�. El verbo ?????, o ?????, o ????, significa afeitarse hasta la piel.

Versículo 6

Para impresionar el car�cter repugnante de tal proceder, el ap�stol supone que lo llev� al extremo. Hay algo de indignaci�n en sus palabras: �Si esta mujer tiene bastante descaro para hacer el primero de estos actos, �bien, mejor que tambi�n haga el segundo!�. El car�cter repulsivo del uno debe hacer sentir el del otro. La palabra ???????? suele ir acentuada, como si fuera el presente infinitivo pasivo de ????? (????????).

Pero, �por qu� no deber�a considerarse como el aoristo infinitivo medio, como ?????????, de la forma ???? (????????)? V�ase Passow. Hay una gradaci�n de uno de estos verbos al otro: Cortar el cabello o incluso rapar la cabeza.

La palabra ???????, vergonzoso , incluye las dos nociones de fealdad f�sica e indecencia moral.

Versículos 7-9

�A la verdad, el var�n, siendo imagen y gloria de Dios, no debe cubrir su cabeza; mas la mujer es gloria del Var�n 1:8. Porque el hombre no es tomado de la mujer; pero la mujer del Hombre 1:9. Y el hombre en verdad no fue creado para la mujer; pero la mujer para el hombre.�

El ???, por , nos lleva a esperar una confirmaci�n extra�da de un dominio distinto al anterior. La omisi�n del art�culo antes de las palabras ?????, imagen , y ????, gloria , otorga a estos dos sustantivos un significado cualitativo.

El significado de la primera es que el hombre, por su soberan�a sobre la creaci�n terrestre, refleja visiblemente la soberan�a del Creador invisible sobre todas las cosas. Encontramos aqu� la idea de la posici�n se�orial del hombre en la naturaleza, tal como se expresa en G�nesis 1:26-28 , y se celebra en Salmo 8

La segunda, gloria de Dios , expresa el honor que se derrama sobre Dios mismo desde esta imagen visible que �l ha formado aqu� abajo, especialmente cuando el hombre, cumpliendo su destino, voluntariamente le rinde homenaje por su alta posici�n, y con adoraci�n arroja a Su pies la corona que Dios ha puesto sobre su cabeza. An�logo a esto es el significado en 2 Corintios 8:23 , donde los diputados de las Iglesias son llamados la gloria de Cristo , porque hacen resplandecer la obra del Se�or, en las Iglesias que representan, ante los ojos de aquellos en quienes son delegadas. .

El hombre que existe en este doble car�cter (???????), como imagen y gloria de Dios, no debe velar esta dignidad cubri�ndose cuando act�a p�blicamente. Esto ser�a en cierto modo empa�ar el reflejo del resplandor divino con que Dios lo ha adornado, y que en tal tiempo debe resplandecer en su persona. Pero en virtud de la misma ley, la mujer debe obrar en sentido contrario.

Si, en el desempe�o de tal oficio, el velo se opone a la soberan�a del hombre, es por eso mismo conforme a la condici�n de la mujer. Ella, en efecto, fue creada para la gloria del hombre , porque, como se dice en los vers�culos siguientes, fue tomada de �l y formada para �l ( 1 Corintios 11:8-9 ).

Es un honor, sin duda el m�s alto de todos, para un ser convertirse en objeto del amor y la devoci�n de otro; y cuanto m�s se exalta en talento y hermosura el ser que ama y se entrega a s� mismo, m�s aumenta este honor. �Puede haber, pues, mayor gloria para el hombre que poseer, como ayuda id�nea amorosa y devota, un ser tan admirablemente dotado como la mujer? Toda la perfecci�n que le pertenece es un homenaje rendido al hombre, de quien y para quien fue hecha, especialmente cuando se consagra libremente a �l en la devoci�n del amor.

Se han ejercido cr�ticas, y con raz�n, sobre la raz�n por la cual el ap�stol no ha repetido en el segundo caso el t�rmino imagen. De Wette ha pensado que si hubiera hecho de la mujer la imagen del hombre, el ap�stol le habr�a negado la posesi�n de la imagen de Dios. Meyer piensa que esta expresi�n implicar�a err�neamente, por parte de la mujer, una cierta participaci�n en la soberan�a del hombre. El segundo motivo me parece m�s cierto y m�s acorde con el contexto. La imagen del esposo en la familia no es la esposa, sino el hijo. Es �l quien es heredero de la soberan�a paterna.

La inferencia de esta relaci�n con respecto a la conducta de la mujer se extraer� de 1 Corintios 11:10 .

verso 8, 9 sirven para probar la expresi�n: gloria del hombre. En 1 Corintios 11:8 se hace referencia a la narraci�n del G�nesis (G�n 2:22-23), seg�n la cual el hombre no apareci� como procedente de la mujer; pero a la inversa. �Y por qu� as�? Por una raz�n (???) que es a la vez una nueva prueba (???) de la expresi�n: gloria del hombre , en 1 Corintios 11:7 . La mujer proced�a del hombre porque estaba destinada a servir como su ayudante y completar su existencia.

El ???, a prop�sito de , alude al dicho del G�nesis (Gn 2,18): �No es bueno que el hombre est� solo: hag�mosle ayuda id�nea�.

La conclusi�n pr�ctica, 1 Corintios 11:10 :

Versículos 7-12

Hasta aqu� el ap�stol ha estado argumentando a partir del paralelo entre la posici�n subordinada que el principio cristiano atribuye a la mujer ( 1 Corintios 11:3 ), y la posici�n receptiva del hombre en relaci�n con Cristo, y de Cristo mismo en relaci�n con Dios. Ahora muestra que la conclusi�n que ha sacado de esta doble analog�a es confirmada por el modo de creaci�n de la mujer.

Pues a los ojos del ap�stol el reino de la naturaleza no procede de otro Dios que el de la gracia. Por el contrario, es en la esfera de la redenci�n donde los pensamientos divinos, que s�lo se esbozan en el reino de la naturaleza, alcanzan la perfecci�n.

Versículo 10

�Por eso la mujer debe tener una se�al de poder sobre su cabeza a causa de los �ngeles.�

Por esta causa: porque ella fue formada de �l y para �l.

Literalmente es: �la mujer debe tener sobre su cabeza un poder. Este t�rmino poder ha sido entendido de muchas formas; pero no vale la pena enumerarlos, el significado es tan claro y simple. El poder se pone aqu� como un signo de poder , y de poder no ejercido, sino sometido. La mujer debe llevar en la cabeza el signo del poder bajo el cual ha sido puesta.

Es una manera frecuente de hablar en todos los idiomas, usar el signo de una cosa para denotar la cosa misma, por ejemplo la espada para la guerra, la corona para la soberan�a. Pero es m�s raro encontrar, como aqu�, la cosa misma puesta por el signo; pero tambi�n se encuentran ejemplos de esta otra forma de metonimia; as� cuando Diodoro, describiendo la estatua de la madre del rey egipcio Osimandias, dice que ella tiene tres reinos sobre su cabeza, quiere decir, evidentemente: tres diademas, s�mbolos de tres reinos; o cuando el mismo historiador da el nombre de ???????, verdad , al ornamento que vest�an los sacerdotes egipcios para simbolizar su posesi�n de este bien supremo.

La dificultad del verso radica en las �ltimas palabras: a causa de los �ngeles. �Tenemos aqu� una segunda raz�n? En ese caso, requerir�a estar conectado con el anterior (como lo indica la palabra para esta causa ) por alguna part�cula como: y, y tambi�n , o y adem�s. �Es, por el contrario, la misma raz�n presentada de otra forma? Pero en ese caso es dif�cil entender la relaci�n entre modos de expresi�n tan diferentes para transmitir una misma idea.

Heinrici, que ha sentido profundamente esta dificultad, trata de resolverla sosteniendo que los �ngeles se mencionan aqu� porque fueron los agentes de Dios en la obra de la creaci�n, de los cuales se hizo menci�n en 1 Corintios 11:8-9 , y por lo tanto seguramente ser�n particularmente ofendido por un modo de actuar opuesto a la relaci�n normal establecida en un principio entre el hombre y la mujer.

Esta soluci�n ciertamente no est� lejos de la verdad. S�lo nos parece que debemos dejar de lado la idea de la intervenci�n de los �ngeles en la obra de la creaci�n. Sin duda vieron esa obra, seg�n Job 38:7 , con c�nticos de alegr�a, pero sin que se indicara ninguna cooperaci�n de su parte. M�s bien estamos llamados a tener en cuenta que, seg�n Lucas 15:7 ; Lucas 15:10 , los �ngeles del cielo saludan la conversi�n de todo pecador; que, seg�n Efesios 3:10 , contemplan con adoraci�n las maravillas infinitamente diversas que obra el Esp�ritu Divino dentro de la Iglesia; que, seg�n 1 Timoteo 5:21, son, al igual que Dios y Jesucristo, testigos del ministerio de los siervos de Cristo; finalmente, que, en esta misma Ep�stola ( 1 Corintios 4:9 ), forman junto con los hombres ese universo inteligente que es espectador de las luchas y sufrimientos apost�licos.

�Por qu�, entonces, no habr�an de estar invisiblemente presentes en el culto de la Iglesia en el que se realiza un n�mero tan grande de esas obras de gracia? �C�mo podr�a dejar de entristecerles una acci�n contraria al orden divino y que ofende ese supremo decoro del que los �ngeles son los perfectos representantes? �Y c�mo, finalmente, el dolor y la verg�enza que sintieron estos testigos invisibles no iba a derramar una sombra sombr�a sobre la serenidad del culto? En Cristo se juntan el cielo y la tierra ( Juan 1:52).

As� como hay en adelante comunidad de alegr�a, tambi�n hay comunidad de dolor entre los habitantes de estas dos esferas. Los jud�os ya ten�an un sentimiento similar en su culto. Esto es lo que ha llevado a los traductores griegos a decir (Sal 138:1): �Te alabar� delante de los �ngeles�, en lugar de: �Te alabar� delante de Elohim�. Esta explicaci�n es m�s o menos la de Cris�stomo y Agust�n; es la de Grotius y la de la mayor�a de los modernos (R�ckert, de Wette, Meyer, Osiander, etc.

). Edwards piensa que es como modelos de humildad en la vida en general, y no s�lo en la adoraci�n, que los �ngeles se proponen aqu� como ejemplo para las mujeres cristianas; pero la preposici�n ???, a causa de , expresa una relaci�n diferente de la de ejemplo. Es m�s bien a la presencia de los �ngeles que llama nuestra atenci�n. A menudo se ha reproducido, en tiempos recientes, una idea que aparece tan pronto como en Tertuliano: se sostiene que Pablo habla aqu� de los �ngeles malos cuyas pasiones podr�an excitarse ante la vista de mujeres sin velo.

O, pensando en los �ngeles en general, se ha encontrado en nuestro pasaje una alusi�n a G�nesis 6:1-4 (Kurtz, Hofmann, Hilgenfeld). Pero si se trata de �ngeles buenos, tienen muchas otras oportunidades de ver a la mujer descubierta que en el culto cristiano; y si los �ngeles malos, esta tentaci�n no hace cambio en su estado. Adem�s, no hay ninguna indicaci�n especial que nos lleve a encontrar aqu� una alusi�n a G�nesis 6

Storr, Flatt, etc., han tomado a los ??????? como esp�as enviados por los paganos para vigilar el culto cristiano ( Santiago 2:25); Clemente de Alejandr�a: los miembros m�s piadosos ; Beza: los profetas de la Iglesia; Ambrosio: los pastores (Ap 1,20). Tales significados ahora solo se mencionan como asuntos de la historia.

Baur y Neander, al ver imposible conectar con la raz�n indicada por las palabras: por esta causa , la raz�n contenida en estas: por los �ngeles , han propuesto suprimir las �ltimas palabras como una interpolaci�n posterior. Holsten va m�s all�; extiende esta suposici�n a todo 1 Corintios 11:10 , pero por una raz�n diferente.

Dando a este verso un sentido casi igual al de Hofmann (alusi�n al G�nesis 6 ), de �l concluye, muy l�gicamente, seg�n me parece, que tal dicho no se le puede atribuir al ap�stol. S�lo la premisa (el significado que �l atribuye al verso) es falsa, por lo tanto tambi�n la conclusi�n que saca de �l. Como los documentos no presentan variantes, la autenticidad del vers�culo puede considerarse segura.

Despu�s de haber declarado as� la dependencia natural de la mujer en relaci�n con el hombre, el ap�stol todav�a siente la necesidad de completar la exposici�n de esta relaci�n mostrando el otro lado de la verdad; esto lo hace en 1 Corintios 11:11-12 .

Versículos 11-12

�Pero si la mujer no es sin el hombre, ni el hombre sin la mujer, en el Se�or; 12. porque como la mujer es del hombre, as� tambi�n el hombre es por la mujer; y todas las cosas de Dios.�

La subordinaci�n de la mujer al marido est� templada en Cristo por la unidad de la vida espiritual que ambos reciben del Se�or. El uno no es sin el otro, y eso evidentemente como creyentes; hay comunidad de oraci�n entre ellos, intercambio constante de ayuda espiritual y cooperaci�n activa. Las palabras en el Se�or no se refieren a Dios, sino, como es habitual en el Nuevo Testamento, a Cristo; la menci�n de Dios solo viene despu�s, en 1 Corintios 11:12 .

No me parece que haya raz�n suficiente para encontrar aqu�, con Holsten, una alusi�n al ablandamiento que el evangelio ha introducido en la subordinaci�n de la esposa, tal como se establece en el G�nesis; la raz�n alegada en 1 Corintios 11:10 m�s bien nos retrotrae al orden de la naturaleza que es reconocido y sancionado por el evangelio.

El orden de las proposiciones seguido por el TR, contrario a la gran mayor�a de los Mjj., es evidentemente err�neo.

Versículo 12

El for indica que la relativa igualdad de los dos sexos en Cristo ya estaba prefigurada, por as� decirlo, por un hecho perteneciente al orden de la vida natural. As� fue que el for de 1 Corintios 11:7 sirvi� para dar raz�n de la subordinaci�n moral de la esposa por un hecho sacado del dominio inferior.

Si, en cuanto a la creaci�n, la mujer es del hombre, esta es la prueba de su dependencia ( 1 Corintios 11:8 ), en cambio, en cuanto a la conservaci�n de la raza, el hombre es de la mujer, y este hecho decisivo en la vida de la humanidad, restablece en cierta medida la igualdad entre los dos sexos. El orden natural hace de la mujer no s�lo la esposa del hombre, sino tambi�n su madre; con eso todo est� dicho.

Vemos aqu� con qu� sabidur�a pod�a aplicar el ap�stol al dominio de la vida espiritual, no s�lo los tipos escriturales, sino tambi�n los jerogl�ficos de la naturaleza. Y as� se nos explican las �ltimas palabras del vers�culo: � Y todas las cosas son de Dios. �l es el Autor tanto de la naturaleza como de la gracia, y ha puesto en la primera los contornos, por as� decirlo, de los pensamientos divinos, que realiza perfectamente en la segunda.

Versículos 12-19

1 Corintios 11:12-19 .

La idea de todo el pasaje es esta: La negaci�n de la resurrecci�n de los muertos trae consigo la de la resurrecci�n de Cristo, y por lo tanto desmiente el testimonio apost�lico y todo el cristianismo.

Versículos 13-15

�Juzgad vosotros mismos: �Es decoroso que la mujer ore a Dios descubierta? 14. �No os ense�a la misma naturaleza que si un hombre tiene el pelo largo, le es verg�enza? 15. pero si una mujer tiene cabello largo, es una gloria para ella: porque su cabello le es dado por velo.�

Despu�s de apelar a las sagradas analog�as mencionadas en 1 Corintios 11:3-6 , y a la relaci�n establecida por la creaci�n entre los sexos ( 1 Corintios 11:7-12 ), Pablo finalmente toma como testigo un hecho m�s cercano a nosotros, inherente a la persona humana misma.

Llegamos aqu� a una f�rmula similar a aquella con la que hab�a cerrado la discusi�n anterior 1 Corintios 10:15 : ��Juzgad por vosotros mismos!� Estas palabras apelan al instinto de verdad que deber�a existir en sus propios lectores.

La siguiente pregunta encuentra su soluci�n en 1 Corintios 11:14-15 , donde se declara el hecho que debe servir como base de su juicio.

La adici�n de las palabras ?? ???, a Dios , es dif�cil de explicar; porque parece como si fuera precisamente al hablar con Dios que la mujer pudiera hablar sin la incorrecci�n desvelada. Pero recordemos que estamos aqu� en pleno culto p�blico, y que es en el momento en que la voz de la mujer est� expresando las m�s profundas impresiones y las m�s santas emociones de adoraci�n y de amor, que un sentimiento de santa modestia debe constre�irla a asegurarse ella misma de cada mirada indiscreta y profana.

Por la misma raz�n de que ella est� hablando con Dios , debe en este acto sagrado velar su figura de los ojos de los hombres. Estas palabras: to God , est�n por lo tanto, diga lo que diga Holsten, perfectamente en su lugar.

Versículos 13-16

1 Corintios 11:13-16 .

El ap�stol concluye apelando a la impresi�n natural que debe seguirse de un rasgo particular en la conformaci�n f�sica del hombre y de la mujer. Este �ltimo argumento est� estrictamente relacionado con las �ltimas palabras de 1 Corintios 11:12 .

Versículo 14

La ?, o , del TR podr�a ser adecuada en la medida en que el sentido va: � O de hecho , si respondes negativamente a mi pregunta, �no te ense�a la naturaleza...?� Este uso de la ? es frecuente en Pablo. Pero por esta misma raz�n la part�cula podr�a haberse introducido f�cilmente; las autoridades a su favor son d�biles.

vv. 14 , por lo tanto, debe considerarse como una respuesta directa a la pregunta formulada en 1 Corintios 11:13 : �Despu�s de todo lo que he dicho para resolver la cuesti�n, �no hay otro maestro cuya voz deb�is o�r de vosotros mismos, y que os lo ense�e? ..?� Este amo es la naturaleza , ? ?????, palabra que aqu� no puede significar instinto moral ni uso establecido.

De hecho, se sigue de 1 Corintios 11:15 que Pablo est� pensando en la organizaci�n f�sica de la mujer. Si recibimos la lectura del TR, ???? ? ?????, incluso naturaleza , la idea es: �Aquello que parec�a incapaz de ense�arnos nada en tal dominio�. Pero si seguimos la otra lectura, ? ????? ????, la naturaleza misma , el significado es m�s bien: �ella misma, sin m�, sin mi ense�anza�.

Hofmann y Heinrici entienden el siguiente ??? en el sentido de porque , y hacen del ???????? un verbo intransitivo: ��No te instruye la naturaleza misma?� Pero el ??? despu�s de un verbo como ????????? significa naturalmente que , y tanto m�s porque el ??? al final de 1 Corintios 11:15 realmente significa porque , y sirve para explicar el significado de los dos ??? precedentes: ��Acaso la naturaleza misma no mostrarte eso .

..y eso..., viendo eso ...? Al no dar al hombre cabello largo, como el de la mujer, la misma naturaleza ha demostrado que la cabeza descubierta, y la frente abierta, convienen a su dignidad de rey de la creaci�n. El cabello del hombre es una corona, mientras que, como a�ade el vers�culo siguiente, el de la mujer es un velo.

Versículo 15

Dando a la mujer un manto de cabello que la envuelve, en cierto modo, de la cabeza a los pies, la misma naturaleza le ha mostrado que le conviene retirarse lo m�s posible de la vista y permanecer oculta. Este cabello largo y rico se le da a su ???? ???????????, en lugar de un velo. Este sustantivo no denota simplemente, como lo har�a ???????, un adorno para la cabeza; es una vestidura que envuelve todo el cuerpo, una especie de p�plum. Es un s�mbolo natural de reserva y modestia, el adorno m�s hermoso de la mujer.

Se ha objetado, no sin un toque de iron�a, que por la misma raz�n de que la naturaleza ha dotado a la mujer de tal cubierta, no necesita a�adir una segunda y artificial (Holsten). Pero esto es confundir el alcance real del argumento del ap�stol. Todo es espiritual en su opini�n. Quiere decir que la naturaleza, al constituir como lo ha hecho cada uno de los dos sexos, ha dado a entender a ambos la manera en que cumplir�n su destino; para el hombre, ser� acci�n p�blica e independiente; para la mujer, la vida en el retiro dom�stico y el silencio. Quien tenga el menor aprecio por las cosas de la naturaleza, reconocer� la profunda verdad de este simbolismo.

El Greco-Lat. y Byz. la lectura omite el ???? al final del verso. El significado no se ve afectado por la omisi�n (al contrario de Holsten).

Sin perjuicio de la unanimidad del Mjj. y vs. a favor del texto de este pasaje, Holsten ha cre�do correcto proponer toda una lista de rechazos; eso, por ejemplo, de 1 Corintios 11:5 5b y 6, de 1 Corintios 11:10 , e incluso de 1 Corintios 11:13-15 .

Hemos refutado las objeciones de este cr�tico cuando nos ha parecido necesario. Surgen de ciertas ideas generales sobre el pasaje, que pensamos que son falsas; la primera: que Pablo tiene en vista s�lo a los esposos y esposas que son cristianos; la segunda: que si la mujer est� obligada a hablar veladamente es s�lo en presencia de su propio marido, a quien debe mostrar, que cumpliendo esta funci�n, no olvida su dependencia de �l; la tercera: que al llegar a la �ltima secci�n ( 1 Corintios 11:13-15 ), el texto pasa, de manera poco l�gica, del dominio de la obligaci�n moral, que es el verdadero punto de vista de Pablo, al de la propiedad social, que, seg�n para Holsten, es el punto de vista del interpolador.

Pero (1) desde el principio, e incluso en 1 Corintios 11:3 , es de la diferencia de los sexos como tal que el ap�stol est� pensando. Est� hablando del hombre y la mujer en general, considerando a los j�venes y las j�venes como destinados naturalmente al matrimonio. Todo el sexo femenino est� a sus ojos creado con vistas a su subordinaci�n al sexo masculino, como bien dice Tertuliano (ver Heinrici): � Si caput mulieris vir est, utique et virginis, de qu� fit mulier quoe nupsit.

� (2) No es s�lo por su marido que la mujer que habla en p�blico debe continuar velada; es como mujer, y para mantener en su propia conciencia y en la de la Iglesia su car�cter permanente de dependencia. (3) El pasaje 1 Corintios 11:13-15 no da una raz�n que est� fuera de la obligaci�n moral.

La constituci�n f�sica de la mujer es una revelaci�n de la voluntad del Creador respecto a ella. No ajustarse a esta indicaci�n no es meramente ofender el decoro social, es transgredir la voluntad del Creador. As� caen todas las objeciones de Holsten contra la autenticidad del texto de nuestro pasaje.

El ap�stol cierra con una frase que parece decir: Ahora, basta de discusi�n; terminemos con eso.

Versículo 16

�Pero si alguno parece ser contencioso... nosotros no tenemos tal costumbre, ni las Iglesias de Dios.�

Holsten y otros consideran este dicho como una especie de confesi�n de que el ap�stol siente la insuficiencia de las pruebas que acaba de alegar. Pero tal suposici�n violentar�a su car�cter moral, y las palabras de Pablo en realidad no significan nada por el estilo. Simplemente prueban que hay en Corinto esp�ritus controvertidos que, sobre tal tema, nunca se cansar�n de discutir y objetar indefinidamente.

Eso no quiere decir que, en cuanto a �l mismo, no considere la cuesti�n resuelta y bien resuelta. La palabra ?????? se usa aqu� en el mismo sentido que 1 Corintios 3:18 ; 1 Corintios 10:12 ; G�latas 6:3 , para denotar una vana pretensi�n.

Indudablemente nadie se gloria de una falta, como el amor a la disputa (??????????); pero Pablo quiere decir: �Si alguno quiere hacer el papel de un hombre a quien es imposible reducir al silencio, que siempre tiene algo que responder...� Esta era una de las caracter�sticas naturales del car�cter griego.

La proposici�n principal no se corresponde l�gicamente con la subordinada que empieza por si; debemos entender una cl�usula como esta: �H�gale saber que...� o: �Solo tengo una cosa que decirle, a saber, que...� No puedo entender c�mo cr�ticos eminentes, como el griego antiguo expositores, entonces Calvin, de Wette, Meyer, Kling, Reuss, Edwards, podr�an imaginar que la costumbre de la que habla el ap�stol es la de disputar! El amor a la disputa es una falta, un mal h�bito, pero no una costumbre.

�Llamar al h�bito de la discusi�n un uso eclesi�stico! No. La �nica costumbre de la que puede haber alguna duda aqu� es aquella sobre la que ha girado todo el pasaje: mujeres hablando sin velo. Pablo quiere decir que ni �l, ni los cristianos formados por �l, ni en general ninguna de las Iglesias de Dios, ni las que �l no ha fundado, ni las propiamente suyas, permiten tal proceder en sus usos eclesi�sticos; borrador 1 Corintios 14:36-37 , donde se desarrolla la idea aqu� simplemente indicada.

La prueba material de esta afirmaci�n de Pablo se encuentra en las representaciones cristianas que se han descubierto en las Catacumbas, donde los hombres llevan siempre el pelo corto y las mujeres la palla, un pa�uelo que cae sobre los hombros y que se puede levantar. para ocultar el rostro (Heinrici, p. 324).

El complemento de Dios est� destinado a resaltar la dignidad y la santidad de todas estas Iglesias y, en consecuencia, el respeto debido a su sentimiento religioso, que contrasta con la presuntuosa levedad de los corintios.

Esperamos haber justificado el pensamiento expresado por el ap�stol acerca de la posici�n social de la mujer, as� como la aplicaci�n particular que de �l se deduce. Holsten piensa que, diga lo que diga, el ap�stol se pone en contradicci�n con el principio tan a menudo enunciado por �l: �En Cristo no hay var�n ni mujer�, y por eso, cuando lleg� al final del pasaje, sinti�, por as� decirlo, que el suelo se le escapaba.

Pero la convicci�n personal del ap�stol, como la expresa aqu�, fue ciertamente muy deliberada; la lealtad de su car�cter nos proh�be dudarlo. �Era esta convicci�n �nicamente una cuesti�n de tiempo y lugar, de modo que es posible suponer que si viviera ahora, y en Occidente, el ap�stol se expresar�a de otra manera? Este supuesto no es admisible; porque las razones que �l alega est�n tomadas, no de usos contempor�neos, sino de hechos permanentes, que durar�n tanto como la presente econom�a terrenal.

La constituci�n f�sica de la mujer ( 1 Corintios 11:13-15 ) sigue siendo la misma que cuando Pablo escribi�, y continuar� as� hasta la renovaci�n de todas las cosas. La historia de la creaci�n, a la que apela ( 1 Corintios 11:8-12 ), sigue siendo el principio del estado social ahora como en tiempos del ap�stol; y las analog�as sublimes entre las relaciones de Dios con Cristo, Cristo con el hombre y el hombre con la mujer, no han cambiado hasta este momento, de modo que debe decirse que el ap�stol estaba completamente equivocado en su razonamiento, o que sus razones, si lo fueron para su tiempo, lo son todav�a para el nuestro, y lo ser�n hasta el fin.

En cuanto a la paridad del hombre y la mujer en Cristo, est� claro, y eso de este mismo pasaje, que Pablo quiere hablar de su relaci�n con Cristo en la redenci�n, y no de la parte social que est�n llamados a desempe�ar.

Versículo 17

�Ahora bien, en esto que os mando, no os alabo, que os junt�is, no para bien, sino para mal.�

Evidentemente, hay un contraste entre este prefacio y el pre�mbulo del pasaje anterior ( 1 Corintios 11:2 ). All� el ap�stol elogi� a los corintios por su fidelidad general a las instituciones eclesi�sticas que les hab�a transmitido; sin embargo, hab�a que hacer una excepci�n con el tema especial que estaba a punto de tratar, 1 Corintios 11:4-16 .

Aqu� el tono se convierte en el de la culpa positiva. Esta culpa no est� en contradicci�n con el elogio precedente; porque no se refiere a su negligencia o corrupci�n de una instituci�n, sino al esp�ritu profano llevado a la celebraci�n de uno de los actos de adoraci�n m�s importantes. De las cuatro lecturas dadas en la nota, se pueden dejar sin vacilaci�n dos, la de B, que pone los dos verbos en participio, y la de D, que los pone a ambos en indicativo; estas lecturas no tienen significado.

El de cuatro Mjj.: �Esto te mando sin alabarte por eso��, s�lo puede sostenerse remitiendo ?????, esto , a lo que sigue, y en particular, como piensa Heinrici, a la prueba hist�rica que es a punto de darse de la importancia de la Santa Cena ( 1 Corintios 11:23-24 ).

Pero la idea principal es el contraste entre la censura ahora expresada y el elogio de 1 Corintios 11:2 , y este contraste nos lleva m�s naturalmente a hacer que el verbo alabar al verbo principal (??? ??????, no alabo ), y el verbo ordenar el verbo secundario (participio ???????????, orden�ndote ); por lo tanto, el significado es: �Si bien simplemente les recomiendo que tengan en cuenta la direcci�n que acabo de dar ( 1 Corintios 11:1-16 ), no puedo elogiarlos en el asunto del que estoy a punto de hablar.

Holsten objeta que en este caso deber�amos exigir el aor. ???????????, despu�s de hab�roslo ordenado; y est� dispuesto a hacer de la palabra ??????????? una interpolaci�n, que es totalmente arbitraria, para todos los manuscritos. Lee los dos verbos. �Y por qu� Pablo no podr�a usar el presente cuando habla del mandato que acaba de dar en ese mismo momento? �No permanece en su carta para el momento en que se lea en Corinto? Por lo tanto, tambi�n debemos referirnos a ?????, esto , no a 1 Corintios 11:16 , como Edwards lo tendr�, sino al importante mandato contenido en el pasaje anterior, con respecto a las mujeres, y traducir casi como lo hace Reuss: �Mientras da esta advertencia, no puedo elogiaros en el asunto del que ahora procedo a hablar.�

El ap�stol caracteriza as� el paso de una simple recomendaci�n a una acusaci�n positiva: No te alabo. Esta es una litotes evidente, como en 1 Corintios 11:22 .

Luego viene una reprensi�n que se relaciona con todas las reuniones de adoraci�n celebradas por la Iglesia de Corinto: �Por lo general, vuestras asambleas no son bendecidas; por la forma en que los sostienes, te empujan hacia atr�s en lugar de ayudarte a avanzar; son lo contrario de lo que deber�an ser�.

Versículos 17-34

VIII. Des�rdenes en la Celebraci�n de la Cena del Se�or. 11:17-34.

El desorden que Pablo acaba de describir y combatir era un asunto menor en comparaci�n con el que ahora pasa. El estilo de su lenguaje tambi�n se vuelve m�s severo. El ap�stol comienza aplicando a las asambleas de adoraci�n lo que dijo acerca de las discusiones predominantes en Corinto, en los primeros cuatro Cap�tulos ( 1 Corintios 11:17-19 ); luego pasa al motivo principal de la reprensi�n, el que se refiere a la celebraci�n de la Santa Cena ( 1 Corintios 11:20-34 ).

Versículos 18-19

�Porque ante todo, cuando os reun�s en la Iglesia, oigo que hay divisiones entre vosotros; y en parte lo creo. 19. Porque es necesario que haya sectas entre vosotros, para que las que son aprobadas se manifiesten entre vosotros.�

The apostle now gives the reason for the severe words: �I do not praise you.� The: for first of all, announces a first rebuke in regard to the divisions in their assemblies ( 1 Corintios 11:18-19), and leads us to expect a second to be indicated by a: then again; but this formula, corresponding to the first of all, is found nowhere in the sequel.

Where does this second rebuke begin? Meyer, Osiander, heinrici think that it points to the abuses in the exercise of spiritual gifts treated in chaps. 12-14; that if there is not found at the beginning of chap. 12 the ?????? ??, then again, which should correspond to our ?????? ??? of 1 Corintios 11:18, this may arise from the fact that the long development of chap.

11 had made the apostle forget the form used at the beginning of the passage ( 1 Corintios 11:18). Edwards prefers to place the expected secondly in 1 Corintios 11:34, where, according to him, it is logically implied in the ?? ?? ?????, the rest.

Hofmann thinks that there is no secondly to be sought in the sequel, since ?????? signifies here, as often, not firstly, but principally; comp. Romanos 3:2. This last assertion might be established if ?????? stood alone; with the ??? it is less easily admissible. And how should the divisions be represented as the essential point in what follows? The meaning of Edwards can as little be admitted.

The words: �The rest will I set in order when I come,� do not contain any threatening, any announcement of rebukes to be addressed to them. Meyer's meaning falls to the ground for this reason: that the divisions, ????????, mentioned 1 Corintios 11:18-19, are not put by the apostle in any connection with the disorders in the Holy Supper, which are explained by a wholly different cause.

Consequently the two subjects cannot have been combined in one by Paul, and both embraced in the ?????? ??? of 1 Corintios 11:18. We have therefore simply, with Olshausen, de Wette, R�ckert, to place the understood then again at 1 Corintios 11:20, where the rebukes begin relating to the celebration of the Supper.

And such is the meaning to which we are led by the close study of the relation between the three terms ??????????, ye come together ( 1 Corintios 11:17), ???????????? ????, when ye come together ( 1 Corintios 11:18), and ???????????? ??? ????, when therefore ye come together ( 1 Corintios 11:20).

Meyer thinks that the second ???????????? ( 1 Corintios 11:20) is the repetition of the ???????????? ( 1 Corintios 11:18). Hence it is he combines in one and the same rebuke the blame bearing on the divisions and that which applies to the profanation of the Supper.

This is his error. The second ???????????? is not the repetition of the first, but of the ??????????, ye come together, of 1 Corintios 11:17: �You come together for the worse, and that chiefly because of your divisions ( 1 Corintios 11:18-19), then again because of the way you celebrate the Supper.

� Here is the second rebuke, developed from 1 Corintios 11:20 to 1 Corintios 11:34. Meyer asks why, if it is so, the first rebuke is found so briefly treated? Quite simply, because this matter of divisions had already formed the subject of the whole first part, chaps.

1-4, y Pablo s�lo necesita referirse aqu� a ello, mientras aplica a sus reuniones de adoraci�n lo que hab�a dicho acerca de la influencia maligna ejercida por tales divisiones sobre la vida de la Iglesia en general.

Los dos ???????????? son, por lo tanto, paralelos entre s�, y ambos descansan sobre el ?????????? de 1 Corintios 11:17 . Solo el primero de estos participios apunta a sus asambleas meramente de manera pasajera, mientras que el segundo, refiri�ndose como lo hace al tema sobre el cual el ap�stol ahora est� m�s seriamente preocupado, la profanaci�n de la mesa sagrada, es enfatizado por el ???, por lo tanto; esta part�cula muestra que est� volviendo al pensamiento que le hab�a sugerido principalmente el ??? ?? ????? ??????????, os junt�is para mal ( 1 Corintios 11:17 ).

Lo primero que Pablo tiene que culpar en sus asambleas de adoraci�n son las divisiones que estallan entre ellos.

El ?? antes de ???????? en el TR debe rechazarse. El significado no es: en la iglesia , sino: en la iglesia: �cuando os reun�s en una asamblea general de la Iglesia�. El punto en cuesti�n es la manera, no el lugar; borrador 1 Corintios 14:23 . La forma de la frase parece incorrecta; porque no es en el momento en que estallan sus divisiones que el ap�stol oye hablar de ellos. Esto encuentra su explicaci�n en el instante en que referimos el participio presente ????????????, no al tiempo, sino a la manera de reunirse.

La noticia pudo haberle llegado por la casa de Cloe ( 1 Corintios 1:11 ), o por los diputados de la Iglesia ( 1 Corintios 16:15 ).

El: y en parte lo creo , es muy delicado. Pablo admitir�a que el estado de las cosas le ha sido descrito en ciertos aspectos peor de lo que es. Pero cuando una Iglesia est� en el estado moral en que se encuentra la de Corinto, inevitablemente debe convertirse en un teatro de discordia. Esta necesidad es del mismo tipo que la indicada por Jes�s cuando dijo: �Es necesario que vengan tropiezos� ( Mateo 18:7 ), es decir: dado un mundo como el nuestro.

En el vers�culo siguiente se explica la raz�n moral que hace providencialmente necesarias estas discusiones.

Versículo 19

Cuando una Iglesia se est� formando, o cuando en una Iglesia ya establecida se produce un renacimiento, se ejerce una especie de fascinaci�n sobre un gran n�mero de individuos que adoptan la predicaci�n del evangelio, o las nuevas ideas, menos por una necesidad moral seria y personal. que de un esp�ritu de oposici�n o de innovaci�n, o de una propensi�n a la imitaci�n. De ah�, al cabo de cierto tiempo, la necesidad de un proceso de purificaci�n; esto se lleva a cabo por una separaci�n debida a la fermentaci�n que sigue al contacto de los elementos heterog�neos dentro de la misma masa.

El efecto de esta acci�n es mostrar claramente a aquellos miembros de la Iglesia que son serios y genuinos, y separarlos definitivamente de aquellos que han cre�do s�lo superficialmente y temporalmente. Esta experiencia, repetida desde entonces por la Iglesia, es la que el ap�stol previ� como una fase inevitable en el desarrollo del reba�o de Corinto. El ???, debe , es un realce del ????????, la existencia de hecho ( 1 Corintios 11:18 ); ver com. 1 Corintios 7:26 .

El ap�stol piensa que el hecho es porque sabe que debe ser. Sabe incluso que cabe esperar algo m�s grave. Para el ???, incluso , que sigue al ???, debe ser que , insin�a una segunda gradaci�n fortaleciendo la primera. Esta nueva gradaci�n recae, como lo prueba la posici�n de ???, sobre el sustantivo ????????, en su relaci�n con las ????????, divisiones , de 1 Corintios 11:18 .

De hecho, es completamente en vano que Meyer busque identificar estos dos t�rminos. Sin duda la palabra ??????? puede tener un sentido muy suavizado, respecto a su significado etimol�gico: elecci�n, preferencia (de ?????????). Pero en el Nuevo Testamento siempre tiene un significado muy fuerte; as� G�latas 5:20 , donde se coloca despu�s de ???????????, disensiones , y eso evidentemente como una gradaci�n por encima de este t�rmino ya bastante fuerte; as� tambi�n Hechos 5:17 ; Hechos 15:5 , donde denota los partidos opuestos de los saduceos y fariseos entre el pueblo jud�o; finalmente, Hechos 24:5 y Hechos 27:28, donde la comunidad cristiana es designada por este t�rmino como una fiesta especial en medio de este mismo pueblo.

En todos estos casos la divisi�n externa descansa evidentemente en oposici�n interna, en profundas y mordaces diferencias doctrinales. Y es tambi�n en este sentido que debe tomarse aqu� la palabra ???????, como han reconocido Calvin, Beza, R�ckert, Edwards. El contexto tambi�n exige imperiosamente este significado forzoso. A las simples divisiones que surgen de preferencias o aversiones personales, Pablo prev� que suceder�n divisiones de naturaleza mucho m�s profunda, fundadas en concepciones opuestas de la verdad cristiana.

Cree lo que se le dice del primero, porque espera incluso el segundo. Surgir�n entre ellos falsas doctrinas, herej�as , seg�n el significado que el t�rmino griego ha tomado en el lenguaje eclesi�stico posterior, y de all� seguir�n perturbaciones mucho m�s graves que las divisiones actuales. Los ???????? se asemejan a simples rasgaduras en un trozo de tela; pero los ???????? son desgarros que quitan el fragmento y rompen la unidad de la pieza. La Segunda Ep�stola a los Corintios muestra cu�n breve fue la realizaci�n de esta anticipaci�n del ap�stol.

El ???, que se lee en BD despu�s de ???, que , y que solo podr�a traducirse por tambi�n , no da un significado preciso y debe rechazarse.

De los dos ?? ????, entre ustedes , el primero es omitido por DFG, el segundo por C. Deben conservarse, ambos. El primero aplica a los Corintios la consecuencia de la necesidad moral afirmada en esta primera proposici�n; el segundo les hace, por as� decirlo, una pregunta: ��Cu�ntos de estos ??????? se encontrar�n en vuestra Iglesia?�

Los ??????? son aquellos que en tales crisis prueban su car�cter cristiano con una sabidur�a y madurez de juicio que los marca a los ojos de todos con el sello de la aprobaci�n divina; borrador 1 Corintios 9:27 . Es con miras a la manifestaci�n de tales cristianos genuinos que se ha permitido toda la crisis (???, eso ). El ap�stol pasa al segundo tema de la reprensi�n:

Versículos 20-21

�Cuando os reun�s, pues, en un solo lugar, esto no es para comer la Cena del Se�or. 21. Porque al comer, cada uno toma antes que el otro su propia cena: y uno tiene hambre, mientras que el otro est� satisfecho.�

Sobre la conexi�n con lo que precede, ver com. 1 Corintios 11:18 . Aqu� estar�a el ?????? ??, pero al lado , si Paul lo hubiera expresado. Este pre�mbulo, 1 Corintios 11:20 , no carece de solemnidad. Las primeras palabras nos hacen sentir que estamos llegando a un asunto grave.

El t�rmino ??? ?? ????, en el mismo lugar , denota, como las palabras ?? ????????, en la Iglesia ( 1 Corintios 11:18 ), una reuni�n de toda la Iglesia reunida en el mismo lugar; borrador 1 Corintios 14:23 .

As� se reuni� para celebrar la Cena. Este rito estaba precedido por una fiesta en com�n, llamada ???????, cena , t�rmino del que se sigue que la celebraci�n ten�a lugar por la tarde. Se ha querido as� reproducir, con la mayor fidelidad posible, aquella fiesta del Se�or en la que instituy� la Cena, y que tuvo lugar en la �ltima tarde de su vida. Esas fiestas, de las cuales la Santa Cena formaba el cierre, se llamaban agapoe , es decir, fiestas de amor (Judas, 1 Corintios 11:12 ).

Cada uno trajo su cuota. Y ciertamente, seg�n la idea de esta instituci�n, todas las provisiones deber�an haber sido reunidas y consumidas en com�n por toda la Iglesia. Pero el ego�smo, la vanidad, la sensualidad hab�an prevalecido en este uso y lo hab�an corrompido profundamente. Estos agapae hab�an degenerado en Corinto en algo as� como esas fiestas de amigos en uso entre los griegos, donde los hombres se entregaban a beber en exceso, tal como lo encontramos esbozado en el Banquete de Plat�n.

Y lo que era a�n m�s grave, y que ciertamente no se hab�a presenciado ni siquiera en los banquetes paganos, cada uno tuvo cuidado de reservar para s� y para sus amigos las carnes que hab�a provisto; por lo que era inevitable que apareciera entre los invitados una desigualdad ofensiva, que se convert�a para muchos de ellos en motivo de humillaci�n, y que contrastaba absolutamente con el esp�ritu de amor del que tal fiesta deb�a ser s�mbolo, as� como con el rito de la la Cena que formaba su cierre.

Cris�stomo supone que el �gape tuvo lugar despu�s de la Santa Cena; evidentemente un error. No fue hasta m�s tarde que se introdujo este orden diferente, hasta que finalmente la comida misma fue abolida por completo.

Esto no es comer la Cena del Se�or , dice Pablo. No necesitamos tomar aqu� ????, como muchos han hecho, en el sentido de ??????, est� permitido, es posible , como si Pablo quisiera decir que en estas circunstancias ya no es moralmente posible celebrar la comuni�n correctamente. Es m�s sencillo entender las palabras en este sentido: �Obrar como lo hac�is ( 1 Corintios 11:21 ), ya no puede ser llamado celebrar la Cena; ciertamente es participar de una fiesta, pero no la del Se�or.� el adj. ????????, del Se�or , nos recuerda que es �l quien instituy� la fiesta, quien la da, quien invita a ella, quien la preside.

El siguiente vers�culo explica el severo juicio que se acaba de expresar sobre esta forma de celebrar el �gape.

Versículo 21

Por la forma en que act�an, transforman la fiesta sagrada en una cena ordinaria, que ya no tiene nada en com�n con la fiesta sagrada que deber�a recordar. Es en el ???, antes de , en el verbo ????????????, donde reside el �nfasis: �Te apresuras a tomar las provisiones que has tra�do antes de que sea posible hacer una distribuci�n general de ellas, y sin compartirlas con tus vecinos. � El ep�teto ?????, propio , expresa el derecho en virtud del cual el propietario cree poder obrar as�.

Las palabras ?? ?? ?????? indican el momento en que comienza la fiesta, siguiendo el acto de adoraci�n que ciertamente hab�a precedido: cuando se llega a la fiesta, incluida la cena, y luego el santo sacramento.

Las palabras: uno tiene hambre , se refieren a los pobres que est�n presentes.

El verbo ??????? generalmente significa estar intoxicado; pero tambi�n puede aplicarse a comer, en el sentido en que decimos comer hasta saciarse, y as� formar un contraste, como es el caso en este pasaje, con ??????, tener hambre. La palabra ??????? ciertamente muestra que el placer del buen humor y la bebida llegaba hasta la intemperancia, tal como en aquellas fiestas amistosas en las que la alegr�a y la frivolidad griegas se desarrollaban libremente. Ahora sigan las reprensiones que tal conducta merece.

Versículo 22

��No ten�is, pues, casas para comer y beber? �O menospreci�is la Iglesia de Dios, y avergonz�is a los que no la tienen? �Qu� te dir�? �Te alabo? En este punto, no te alabo�.

Uno siente en la sucesi�n viva de estas preguntas acumuladas la emoci�n indignada que embarga al ap�stol cuando evoca la escena que tiene ante s�. El ???, por , se refiere a una idea que se entiende: �No debe ser as�, pues �no hab�is...?� Pablo se�ala tres pecados principales en esta conducta. Primero, la fiesta misma as� celebrada; el �gape, con la Santa Cena finaliz�ndolo, no es una comida que se toma como alimento; es un rito religioso expresamente instituido, y eso con un fin religioso.

Si alguien desea saciar su hambre, tiene los medios para hacerlo de otra manera. Aprendemos de esta primera reprensi�n cu�n completamente distinta a los ojos del ap�stol era la fiesta de la Cena de una fiesta com�n, incluso cuando se tomaba con el esp�ritu m�s cristiano y se santificaba con acci�n de gracias. Sostener, como lo ha hecho Vinet en alguna parte, que cada comida cristiana debe convertirse en una Santa Cena, es un error ultraespiritualista, cuya aplicaci�n completa comprometer�a inevitablemente la existencia, primero, del ministerio, luego de la Iglesia misma. La segunda reprensi�n se refiere a la falta de respeto a una asamblea como la Iglesia; el tercero a la ofensa en particular dada a una parte de sus miembros, los pobres que son humillados.

La f�rmula ??... ??? significa: ��No es as�, sin embargo, que no tienes?� Las otras dos cuestiones, por �ntimamente relacionadas que est�n, podr�an contener una sola reprensi�n, en el sentido de que la deshonra a que fue sometida la Iglesia consist�a precisamente en la humillaci�n de sus pobres miembros; porque todo el cuerpo siente el desprecio con que se trata a uno de sus miembros. Pero es mejor considerar las dos ideas como distintas.

Hay primero un desprecio infligido a la Iglesia, como tal, en esta transformaci�n de uno de los actos m�s solemnes de su culto en un medio de disfrute grosero y sensual; el complemento de Dios pone de manifiesto con m�s fuerza la gravedad de esta profanaci�n. Luego viene la humillaci�n infligida a los pobres; aparece en toda su fuerza si tomamos la expresi�n ?? ?????, no s�lo en el sentido de pobreza en general, sino como de aplicaci�n directa al presente caso: Los que no tienen nada, es decir, no tienen comida con ellos.

La pregunta: �Qu� debo decir? indica la verg�enza que siente el ap�stol cuando caracteriza tal conducta sin usar t�rminos demasiado severos. Hay un litotes lleno de iron�a en las �ltimas palabras: �Te alabo? Luego vuelve el tono de la m�s dolorosa seriedad: � En esto no te alabo. �Pensamos, con Meyer y Holsten, que las palabras ?? ?????, en este , deben estar conectadas con el siguiente verbo No te alabo , en lugar del anterior, �deber�a alabarte? como lo hacen Heinrici y muchos otros. �En otros puntos puedo alabarte ( 1 Corintios 11:2 ), pero en este, �no!�

Para avergonzar a los corintios de su esp�ritu profano, el ap�stol los confronta con la escena de la instituci�n del sacramento. Pero su objeto, al relatar este evento solemne, no es meramente contrastar con su disposici�n ego�sta y fr�vola el espect�culo de los sufrimientos y la devoci�n de Cristo. Pablo, al volver sobre la solemne instituci�n de la Cena por el Se�or, desea sobre todo hacerles ver la diferencia entre esta fiesta y una fiesta destinada a satisfacer necesidades corporales. He aqu� un rito religioso, una verdadera ceremonia, porque fue positivamente instituida.

Versículos 23-25

�Porque yo he recibido del Se�or lo que tambi�n os he ense�ado, que el Se�or Jes�s, la noche en que fue entregado, tom� pan: 24. y habiendo dado gracias, lo parti�, y dijo: Esto es mi cuerpo [que es] para ti; haced esto en memoria de M�. 25. De la misma manera tom� tambi�n la copa, despu�s de haber cenado, diciendo: Esta copa es el Nuevo Testamento en mi sangre; haced esto cada vez que la beb�is, en memoria m�a.

El for muestra que el relato de la instituci�n, que sigue, pretende justificar las diversas reprensiones expresadas en 1 Corintios 11:22 . En primer lugar, Pablo establece sobre un fundamento inamovible la autoridad de su narraci�n. Viene del Se�or , y sin m�s intermediario que el mismo ap�stol.

El ???, I , se pone a la cabeza para dar a los lectores una seguridad de la verdad de la narraci�n: Esto es lo que tengo, yo de una buena fuente, del Se�or mismo.

Pero se pregunta de qu� manera este relato pudo haber sido entregado por el Se�or al Ap�stol Pablo, quien no era del n�mero de los Doce presentes en la instituci�n de la Cena. La respuesta usual es esta: El ap�stol ten�a conocimiento del hecho por la tradici�n apost�lica; y para probar este modo de transmisi�n, se conf�a en el uso de la preposici�n ???, que no denota, como lo har�a ????, transmisi�n directa, sino que simplemente apunta a la primera fuente de la que procede el relato.

As�, seg�n Reuss, �Pablo aqu� habla de una comunicaci�n que le hicieron los disc�pulos mayores, pero no de una revelaci�n inmediata�. Pero surge la pregunta en este caso, �qu� significa el yo colocado primero en la oraci�n: � Yo , yo tambi�n he recibido del Se�or�? Si no est� hablando de otra comunicaci�n del Se�or que la que dio como autor del rito en cuesti�n, o la que, a trav�s de los ap�stoles como sus canales, transmiti� este relato a Pablo, miles de cristianos y cientos de evangelistas , podr�a haber dicho tanto como St.

Pablo; y en lugar de decir: " He recibido", Pablo, si no fuera culpable de charlataner�a, deber�a haber dicho simplemente: "Hemos recibido del Se�or". En el pasaje 1 Corintios 15:3 , donde realmente est� resumiendo la tradici�n apost�lica, evita usar el pronombre ??? que caracteriza nuestro pasaje.

Si el relato de la instituci�n de la Cena realmente vino a Pablo del Se�or, solo podr�a ser en forma de revelaci�n directa. La preposici�n ???, que denota estrictamente el primer origen, no se opone, como se repite constantemente, a esta interpretaci�n; borrador Colosenses 1:7 ; Colosenses 3:24 ; 1 Juan 1:5 , donde la comunicaci�n impl�cita en el ??? es lo m�s directa y personal posible.

Y si se objeta que para expresar esta �ltima idea hubiera sido necesario ????, que denota especialmente transmisi�n directa, se olvida que esta preposici�n se encuentra virtualmente en el verbo ?????????, de quien recib�. Al usar las dos preposiciones ??? y ????, el ap�stol resalta a la vez la pureza del origen y la pureza de la transmisi�n de su relato.

Heinrici cita varios pasajes en los que el t�rmino ????????????? se aplica a la iniciaci�n en los misterios, por ejemplo en Porfirio: ????????????? ?? ????????, ser iniciado en los misterios de Mitra. Este significado ciertamente encajar�a aqu�. El ap�stol dir�a entonces que el Se�or mismo lo inici� en el conocimiento de este importante acto de su vida. Pero no tenemos necesidad de tal comparaci�n para dar cuenta de la elecci�n del t�rmino usado por el ap�stol.

Bengel, Olshausen, R�ckert, Meyer, de Wette, Osiander, han reconocido que el �nico significado posible del pasaje era el de instrucci�n directa dada al ap�stol por el Se�or; borrador G�latas 1:12 . Se objeta que la revelaci�n se refiere a doctrinas, no a hechos hist�ricos, y se pregunta a qu� prop�sito habr�a servido tal milagro, ya que Pablo pod�a saber por la tradici�n eclesi�stica el hecho que relata aqu�.

Pero encontramos en los Hechos una revelaci�n, que contiene al menos el esbozo de un hecho hist�rico ( Hechos 9:12 ), y varias visiones en las que el Se�or conversa con Pablo, como amigo con amigo ( Hechos 22:17 seq., Hechos 23:11 ).

Si estos relatos no son meros cuentos, deber�amos concluir de ellos que la revelaci�n tambi�n puede referirse a hechos hist�ricos particulares. Ahora bien, en el presente caso tal comunicaci�n era una condici�n necesaria de la independencia y dignidad del ap�stol. Porque no fue un simple evangelista, delegado por los hombres ( G�latas 1:1 ), sino un fundador de Iglesias, el ap�stol escogido para el mundo pagano, como los Doce lo fueron para el pueblo jud�o, y por consiguiente dependiente s�lo del Se�or; y cuando instituy� en sus Iglesias un rito de tan decisiva importancia como era la Cena, exigi� poder hacerlo sin apelar a ninguna autoridad humana, sino apoyado, como los Doce, por el mismo Se�or.

A medida que estudiemos el relato que sigue inmediatamente, probaremos la verdad de esta observaci�n. No sabemos la manera en que el Se�or le comunic� este hecho, y solo podemos referirnos a G�latas 1:11-12 .

Las palabras: lo que tambi�n os entregu� , garantizan la pureza de la transmisi�n. El ???, tambi�n , expresa la identidad entre los relatos de Jes�s a Pablo, y de Pablo a los corintios.

Al entrar en la narraci�n, Pablo a�ade al t�tulo Se�or el nombre de Jes�s , para trasladar el pensamiento de sus lectores a su persona terrenal, y evocar as� el escenario de la instituci�n.

Si Pablo menciona el detalle de que era de noche cuando Jes�s instituy� la Cena, sin duda era para comparar con ese tiempo la hora en que la Iglesia celebraba el rito. Cada noche similar que seguir� debe reproducir las emociones de esa noche original, y tomar prestado de ella algo de su profunda solemnidad. El car�cter triste de esa noche se pone de manifiesto por las palabras: en la que fue traicionado.

Nueve Mjj., pertenecientes a las tres familias, leen el verbo en forma de ??????????, que es adoptado por Tischendorf. De hecho, los escritores griegos posteriores tendieron cada vez m�s a asimilar la conjugaci�n de las otras clases de verbos en ?? a la conjugaci�n de verbos en ???; �O deber�amos ver en esta forma extra�a el imperfecto de un compuesto de ?????? (formado de ???, b�nd ), una palabra que aparece una vez en la An�basis? El sentido ser�a: �en la noche en que lo ataron�. Pero ni el imperfecto ni la preposici�n ???? concuerdan con tal significado.

El art�culo introducido por el Greco-Lat. la lectura antes de ????? debe rechazarse. La palabra significa literalmente un pan; una de las tortas de pan sin levadura colocadas sobre la mesa.

Versículo 24

La acci�n de gracias del padre de familia en la fiesta pascual, se refer�a a las bendiciones de la creaci�n ya las de la liberaci�n de Egipto. La de Jes�s sin duda se refer�a a las bendiciones de la salvaci�n, ya la fundaci�n de la Nueva Alianza.

Aunque la fracci�n del pan era necesaria para su distribuci�n, Jes�s, sin embargo, realiz� este acto como s�mbolo de lo que le esperaba.

Las palabras del TR: ??????, ??????, tomar, comer , son una interpolaci�n tomada de los relatos de Mateo y Marcos. Este orden est� impl�cito aqu� en el acto de partir el pan y extender el trozo.

El ?????, esto , denota la pieza que �l tiene en Su mano. �Cu�l es la relaci�n entre este pan y el cuerpo de Jes�s? �La palabra es denota homogeneidad de sustancia, de modo que el material del pan dio lugar en ese momento al del cuerpo de Jes�s, como lo entienden los cat�licos? Pero si se trata del cuerpo terrenal de Jes�s, es dif�cil concebir c�mo el pan pudo convertirse en la sustancia misma de la mano que lo ofreci�.

�O podr�a ser Su cuerpo glorificado? Pero este cuerpo a�n no exist�a. Por lo tanto, debe decirse, desde este punto de vista, que la primera Santa Cena era todav�a solo la instituci�n del rito, no el rito real, y que ahora es el cuerpo invisible y glorificado del Se�or que toma el lugar del pan. , o, seg�n la idea luterana, acompa�a al pan. Pero, �c�mo es posible aplicar cualquiera de estas dos nociones a la sangre del Se�or? Sabemos por 1 Corintios 15:50 que la sangre no es un elemento que pueda pertenecer a un cuerpo espiritual y glorificado, ya sea del Se�or o nuestro ( 1 Corintios 15:49 ).

En todo caso, el Se�or habr�a requerido decir, no: Esto es, sino: � Esto ser� Mi cuerpo, cuando llegue el tiempo�. Y aun as� la concepci�n luterana no estar�a justificada, pues ser , en presente o futuro, no significa acompa�ar. La explicaci�n m�s sencilla es esta: Jes�s toma el pan que est� delante de �l y, present�ndolo a sus disc�pulos, se lo da como s�mbolo de su cuerpo que est� a punto de ser entregado por ellos en la cruz, y convertirse en el medios de su salvaci�n; el verbo ser se toma en el mismo sentido en que decimos, cuando miramos un retrato: � es tal y tal!

La lectura del TR ????????, rota , que se encuentra en los Greco-Lats. y el Byzs., parece a primera vista probable; es defendida por Hofmann. En la otra lectura: Mi cuerpo que es para ti , ?? ???? ????, hay algo extremadamente desnudo. Pero �no es probable que esta misma desnudez, que es m�s tolerable en arameo que en griego, sea la que ocasion� la interpolaci�n del participio? Era tan natural tomarlo prestado del verbo anterior ??????.

Esta opini�n se ve confirmada por las lecturas ?????????, dado , y ???????????, magullado , que se encuentran en algunos documentos. Evidentemente, ha habido un deseo de suplir, ya sea de Lucas (?????????), o libremente (???????????), el participio que parec�a faltar.

Si el Alex. se adopta la lectura, el sentido es este: �Mi cuerpo, que est� ah� para vosotros�, para vuestra salvaci�n, como este pan puesto en la mesa para vuestro alimento.

Las siguientes palabras: Haced esto en memoria m�a , s�lo se encuentran en el relato de Lucas sobre la instituci�n; faltan en Mateo y Marcos. Pero estas palabras son de gran importancia, porque realmente s�lo en ellas se basa la idea de la Santa Cena, como rito permanente. Sin ellos, este acto podr�a considerarse como realizado por Jes�s de una vez por todas. Evidentemente los ap�stoles no lo entendieron as�, pues desde el principio introdujeron la celebraci�n regular del sacramento ( Hechos 2:42 ).

No por eso menos mantenemos la importancia de la independencia de Pablo y de la originalidad de su narraci�n. El ?????, este , no puede referirse, como el anterior, al trozo de pan; �Qu� se entender�a por ???????, do? Abarca toda la acci�n anterior: la fracci�n del pan por parte de Jes�s y el comer por parte de los disc�pulos. Este acto en su totalidad debe repetirse constantemente en las reuniones de los creyentes.

La palabra hacer se aplica a los ap�stoles, no meramente como ap�stoles, sino tambi�n como creyentes; est�n presentes como fundadores de la Iglesia, encargados de entregarle esta ceremonia, y como sus representantes, que pronto ser�n llamados a celebrar la fiesta con ella.

Las palabras: en memoria de m� , contienen ciertamente una alusi�n al cordero inmolado en Egipto, cuya sangre hab�a salvado al pueblo, y en memoria del cual se celebraba la Pascua. En �xodo 12:14 , se dijo: �Este d�a te ser� en memoria (lezikkaron). Por eso Jes�s quiere decir: �Cuando en adelante celebr�is esta fiesta sagrada, no lo hag�is m�s en memoria del cordero cuya sangre salv� a vuestros padres, sino en memoria m�a y del sacrificio que estoy a punto de hacer por vuestra salvaci�n.

Hay una ternura inefable en la expresi�n de Jes�s: en memoria de M�. Como observa finamente Darby (en su peque�o trabajo sobre el culto p�blico ), la expresi�n: memoria de m� , repetida dos veces, hace que la Santa Cena sea a�n m�s un memorial de nuestro Salvador que de nuestra salvaci�n. Cada vez que se celebra esta fiesta, la asamblea de los disc�pulos de Jes�s se agolpa de nuevo en torno a su persona amada.

Est� claro que la Santa Cena es, como pensaba Zwingle, una fiesta conmemorativa, y que fue muy injusto por parte de Lutero pronunciar sobre �l un juicio moral de condenaci�n por este punto de vista, que podr�a ser perfectamente sincero. El recuerdo creyente y agradecido de Jes�s es ciertamente la parte del hombre en esta fiesta. Su ??????, Su hacer , en esta acci�n sagrada, es la disposici�n interna del recuerdo agradecido.

Esto es lo que faltaba en las manifestaciones religiosas fr�volas y vac�as de los corintios. Pero mientras reconocemos este lado de la verdad en la idea de Zwingle, al mismo tiempo se�alamos su error. Junto al hacer humano , en la Santa Cena est� el hacer divino. En la religi�n del esp�ritu y de la vida no puede existir una ceremonia de pura conmemoraci�n. Todo rito celebrado seg�n su esp�ritu debe contener una gracia, un don divino.

�Y cu�l podr�a ser el don otorgado al creyente en la Santa Cena, sino el que el rito simboliza de manera tan llamativa, la uni�n m�s �ntima con el Se�or mismo? �C�mo Aquel que dijo: "Donde est�n dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy en medio de ellos", no podr�a comunicarse espiritualmente con los suyos en una fiesta que representa tan sensiblemente la uni�n indisoluble formada por la redenci�n entre �l �y ellos? digo: espiritualmente; pero la palabra implica toda la plenitud de Su persona; porque Su persona es indivisible.

Si la plenitud de la Deidad habita corporalmente en Cristo , ????????? (Col 2:9), Su cuerpo espiritual no puede separarse de Su Esp�ritu; borrador 1 Corintios 15:49 .

As�, a la parte del hombre en el sacramento, como se expresa en las palabras: en memoria de M� , corresponde necesariamente la parte de Dios, que no se menciona aqu�, pero que se se�ala en otros pasajes, como 1 Corintios 10:16 ; Juan 6:53-58 , y Efesios 5:30-32 ; no que estos dos �ltimos se refieran especialmente a la Santa Cena, conciernen al mismo tiempo a toda la vida del creyente.

Versículo 25

Las primeras palabras reaparecen literalmente en el relato de Lucas. Los dos relatos prueban que cierto intervalo separaba los dos actos de instituci�n. El pan se repart�a mientras com�an; ????????? ?????, dicen Mateo y Marcos, expresando as� positivamente lo que implican los relatos de Lucas y Pablo. Las palabras: despu�s de haber cenado , en Pablo y Lucas, completan la visi�n de lo hecho.

Por lo tanto, la fiesta se cerr� cuando el Se�or tom� la copa. El intervalo que separaba los dos actos sin duda explica el t�rmino: del mismo modo tambi�n , ??????? ???, en Pablo y Lucas. Despu�s de la distribuci�n del pan, Jes�s hab�a renunciado por unos momentos a la actitud solemne que correspond�a a la instituci�n de un rito, y la conversaci�n familiar hab�a reanudado su curso. Terminada la cena, en el momento de repartir la copa, reanud� la misma actitud que en la acci�n anterior.

Esta copa que ahora hace circular Jes�s, corresponde ciertamente a la que en el rito pascual llevaba el nombre de Cos Haberakia ( 1 Corintios 10:16 10,16 ), la copa de bendici�n, que el padre de familia hac�a circular para cerrar la fiesta.

El art�culo ??, el , designa la copa como la que estaba all� delante de �l, pero al mismo tiempo convirti�ndose desde ese momento en tipo de las que figurar�n despu�s en todas las celebraciones de la Cena.

Las primeras palabras de la f�rmula de instituci�n son las mismas que en Lucas; s�lo a�ade despu�s de la expresi�n ?? ?? ?????? ???, en Mi sangre , la cl�usula determinante ?? ???? ???? ???????????, que es derramada por vosotros , haciendo as� su f�rmula paralela a la de los otros dos sin�pticos: �Esta es Mi sangre, la de el pacto derramado por muchos.� La f�rmula de Pablo y Lucas: Esta copa es el Nuevo Testamento , tiene algo m�s espiritual que la de los otros dos sin�pticos.

En efecto, lo que, seg�n esta f�rmula, corresponde a la copa, o al vino contenido en la copa, no es la sangre misma, sino la alianza hecha sobre la sangre. Por lo tanto, es f�cil ver qu� elasticidad se exige en la interpretaci�n de la palabra est ( es ), y cu�n completamente equivocado estaba Lutero cuando trat� de aplastar a Zwingle en Marburgo con esta sola palabra.

El t�rmino nuevo pacto alude al pacto hecho en Sina� sobre la sangre de la v�ctima que Mois�s ofreci� por todo el pueblo. Efectivamente est� relacionado, �xodo 24:8, que Mois�s tom� la sangre y dijo: "He aqu� la sangre del pacto que el Se�or ha hecho con vosotros". Esta antigua alianza era recordada cada a�o por la fiesta pascual; pero Jerem�as ya la hab�a contrastado con otra, futura y m�s excelente, cuando pronunci� la promesa: �He aqu� que vienen d�as en que har� con vosotros un nuevo pacto, no como el pacto que hice con vuestros padres en el d�a que los tom� de la mano para sacarlos de Egipto, el cual violaron mi pacto; pero este es el pacto que har� despu�s de aquellos d�as: Pondr� mi ley en sus entra�as... porque perdonar� su iniquidad, y no me acordar� m�s de sus pecados� ( Jerem�as 31:31-34).

Mateo y Marcos, al menos seg�n la lectura m�s probable, omiten la palabra nuevo. Seg�n ellos, Jes�s dijo: �Esta es mi sangre, la sangre del pacto derramada...� Extra�o decirlo, Holsten alega que Pablo ha preservado aqu� la verdadera f�rmula adoptada en la Iglesia apost�lica primitiva; porque, dice, en vista de los adversarios judaizantes que Pablo ten�a ante �l en Corinto, no se habr�a atrevido a modificar la f�rmula original.

Fue Mateo, seg�n �l, quien, buscando borrar todo rastro de oposici�n entre el antiguo y el nuevo pacto en favor de un cristianismo jud�o estricto hostil a Pablo, rechaz� deliberadamente el t�rmino nuevo. �Pero Marcos? �Qu� hay de �l, independiente como ciertamente es de Mateo en todo su relato, y no traicionando la m�s m�nima tendencia hostil a Pablo? Lo que es m�s curioso a�n, si cabe, es la opini�n totalmente opuesta de Meyer, quien piensa que la designaci�n de la alianza como nueva , s�lo puede ser de origen paulino .

Hay aqu� una descripci�n a�adida en un tiempo posterior a las aut�nticas palabras de Jes�s. �Pero que! Jerem�as, seis siglos antes, ya hab�a caracterizado la alianza mesi�nica con este ep�teto; �y Jes�s no podr�a haber usado la misma expresi�n, ni por su propia mano, ni imitando al profeta! La ausencia de la palabra en los Evangelios de Marcos y Mateo no prueba nada. Ambos reproducen la f�rmula en uso en las Iglesias judeocristianas, donde se fueron identificando las expresiones relativas al pan y al vino: �Esto es mi cuerpo.

.., esta es Mi sangre. En cuanto a Lucas, depende de Pablo, y el mismo Pablo nos da la f�rmula como �la recibi� del Se�or�. Es obvio por qu� desde el principio hab�a basado su argumento en esa revelaci�n personal que le hab�a sido concedida; de lo contrario, en verdad, y esta es la verdad en la observaci�n de Holsten, no podr�a haber enunciado en oposici�n a sus adversarios una f�rmula diferente de la que prevalec�a en las Iglesias apost�licas.

Las palabras: en mi sangre , dependen, seg�n Meyer y Hofmann, del verbo es: �Esta copa es, en virtud de la sangre que contiene, el nuevo pacto�. Pero estar�a lejos de ser natural decir que la sangre es el medio en virtud del cual la copa establece el pacto. Es m�s simple, como lo admiten Heinrici y Holsten, referir el r�gimen en Mi sangre a la noci�n del pacto sustantivo mismo: el pacto en Mi sangre , porque: el pacto concluido en Mi sangre.

Se objeta la ausencia del art�culo ?, que ser�a necesario, se alega, para conectar el sustantivo con el r�gimen; pero la omisi�n del art�culo se explica f�cilmente por el significado verbal de la palabra ???????, contrato; de este sustantivo se toma f�cilmente el participio entendido ???????????, contra�do. As� como la sangre del cordero pascual, y despu�s la de la v�ctima ofrecida ( �xodo 24 ), fueron el fundamento del pacto de pacto hecho en Egipto y en el Sina� entre el Se�or y su pueblo, as� la sangre de Cristo, representada por el vino contenido en el c�liz, es el fundamento sobre el que reposa la nueva alianza, que se concluye en Cristo entre Dios y los hombres.

Al antiguo contrato, que ten�a por objeto, por un lado, la promesa de la protecci�n divina, por el otro, el compromiso de obedecer la ley del Sina�, se sustituye por el nuevo pacto, que tiene por contenido, por por un lado, el perd�n de los pecados, por otro, la libre obediencia a la voluntad divina por medio del Esp�ritu Santo.

Las �ltimas palabras: Haced esto en memoria m�a , expresan una vez m�s la idea de la instituci�n de un rito que ha de continuar celebr�ndose en la Iglesia. Aqu� no ocurren ni siquiera en Lucas. Pero en Marcos y Mateo se encuentran palabras que tienen alguna analog�a con este mandato: �Bebed todos de �l�.

En el mandato: Haz esto , la palabra esto denota lo que Cristo est� haciendo ahora cuando les ofrece la copa, y lo que ellos mismos hacen cuando participan de ella; tal es el acto que siempre ha de repetirse de nuevo en la asamblea de los creyentes. cuando asi? Jes�s dice: todas las veces que beb�is. Evidentemente esto no se puede entender: como cada vez que beb�is, en general, o cuando com�is cualquier cosa.

El siguiente vers�culo se opone a esto; porque all� Pablo dice: �Todas las veces que beb�is de esta copa; comp. tambi�n 1 Corintios 11:22 , donde la Cena del Se�or se ha distinguido positivamente de las comidas comunes. Meyer entiende: Cada vez que en una fiesta de amor vienes a esta copa final. Hofmann y Osiander casi lo mismo: cada vez que se re�nen para una fiesta de amor.

Pero estas elipses son muy arbitrarias. El pensamiento del Se�or se explica mejor, seg�n me parece, si se matiza relacion�ndolo con las palabras: en memoria m�a , y por la evidente alusi�n a la memoria del cordero pascual: �Cada vez que celebr�is, como miembros de la nueva alianza, fiesta religiosa correspondiente a la fiesta pascual de la antigua, distribuid la copa y bebed de ella en memoria m�a�. El recuerdo de Jes�s ha de sustituirse en su coraz�n por el del cordero, cada vez que celebran la nueva fiesta pascual.

Esta expresi�n muy indefinida ?????? ??, cada vez que suceda que , muestra que en adelante esta ceremonia ya no estar� sujeta a un d�a fijo del a�o, como la fiesta pascual, sino que se deja a la discreci�n de la Iglesia. Nuevamente vemos en esto cu�n importante fue para el apostolado de San Pablo que �l poseyera un conocimiento independiente y original del modo en que esta ceremonia fue instituida.

Langen, en su monograf�a sobre el relato de la Pasi�n, ha tratado de combinar en una frase las f�rmulas de Pablo y Lucas por un lado, y de Marcos y Mateo por el otro; pero la proposici�n as� alcanzada es muy complicada y torpe, lejos de adaptarse a la forma agudamente cortada que deber�a caracterizar la instituci�n de un rito. Meyer da preferencia a la f�rmula presentada en los dos primeros sin�pticos por ser m�s concisa y llamativa.

Me parece, por el contrario, que la forma de Pablo, independientemente incluso de su testimonio, merece la preferencia. La tradici�n y el uso eclesi�stico naturalmente deben haberse inclinado a asimilar cada vez m�s las dos f�rmulas relativas al pan y al vino, y en consecuencia a simplificar lo m�s posible la segunda, acerc�ndola a la primera, originalmente la m�s simple. Pablo fue puesto en posici�n de restaurar la diferencia original; y es de �l de quien Luke ha tomado su f�rmula, tan parecida a la del propio Paul.

Es singular que Pablo, que, conforme al orden hist�rico, pone aqu� el pan delante de la copa, haya hecho lo contrario en el cap. 10. Sin duda es porque en el �ltimo pasaje, donde no se trataba de la narraci�n del hecho como tal, se ha seguido el orden que corresponde a la asimilaci�n de la fe. El creyente primero se apropia del perd�n que est� relacionado con el derramamiento de la sangre, luego recibe la vida y la fuerza que est�n representadas por el comer del cuerpo. Aqu� simplemente reproduce el hecho. Su �nico objetivo es contrastar la gravedad de la acci�n con la manera en que es tratada por los corintios.

Ahora extrae las consecuencias pr�cticas de la descripci�n que acaba de dar ( 1 Corintios 11:26-32 ).

Versículo 26

�Porque cada vez que com�is este pan y beb�is esta copa, la muerte del Se�or anunci�is hasta que �l venga�.

Parece que para conectar este vers�culo con el anterior, por lo tanto , m�s o menos eso ser�a necesario, y no para o de hecho. Para explicar la dificultad, Ewald ha tomado 1 Corintios 11:26 como la continuaci�n del discurso de Jes�s, lo cual es, por supuesto, inadmisible. Hofmann aplica el for a las palabras de 1 Corintios 11:22 : �No te alabo�, lo cual es igualmente inadmisible.

Meyer, por lo general tan riguroso, sufre aqu� una especie de desmayo filol�gico; como la palabra alemana denn tiene a veces el significado de por lo tanto , �l traduce: �a consecuencia de esta instituci�n del Se�or, mira, pues , lo que haces cuando celebras la comuni�n�. Pero, �qu� dificultad tan grande hay en conservar el sentido literal de ???? Basta conectarlo con las palabras: en memoria de m�: �Si Jes�s se expres� as�, es porque en realidad la acci�n que realiz�is cada vez que celebr�is la Cena es un memorial de su persona. Porque el significado de la acci�n es mostrar Su muerte. La ideade la acci�n as� enunciada es realmente la raz�n de la manera en que Jes�s la instituy�.

A pesar de todo lo que Holsten pueda decir, el verbo ???????????? es indicativo: Ye show , no imperativo: Show! Porque es la esencia de la acci�n lo que as� se expresa. Si ???????????? fuera el imperativo, el ??? ser�a inexplicable; Se habr�a requerido ??? o ????, por lo tanto , m�s o menos. Con la costumbre que se estaba imponiendo en Corinto de hacer de esta fiesta un acto social, una cena sazonada con una agradable conversaci�n, Pablo contrasta el recuerdo conmovedor, la celebraci�n de la muerte.

El t�rmino espect�culo , ????????????, recuerda v�vidamente la palabra Hagad� , que denotaba en la Pascua jud�a la explicaci�n hist�rica del significado de todos los ritos de la fiesta pascual que el padre, en respuesta a la pregunta ritual del hijo mayor, daba a su familia. Quiz�s la narraci�n de la muerte del Se�or fue ensayada de manera similar en la Santa Cena. En todo caso, cada creyente celebraba en su coraz�n su eficacia, y su grito de agradecimiento se mezclaba en los himnos de la asamblea con el de sus hermanos en la fe.

La Doctrina de los Doce Ap�stoles implica que en esta coyuntura se deja libre curso a las palabras de los profetas presentes en la asamblea. Pablo, pues, entiende por ????????????, anunciar , el anuncio individual y colectivo del amor de Cristo en su sacrificio, y de la gloriosa eficacia de este acto. Cada uno confiesa que debe su salvaci�n a esta muerte cruenta.

El ?????, this , del texto griego despu�s de ????????, debe ser rechazado seg�n Alex. y Greco-Lats. Las palabras: hasta que �l venga , est�n conectadas con la idea del ?????????, recuerdo. El recuerdo cesa cuando el Se�or reaparece. Holsten encuentra aqu� la idea: que entonces la muerte del Se�or habr� puesto fin al ejercicio de su eficacia saludable.

No veo en el texto rastro alguno de este pensamiento. Pablo quiere decir que la Santa Cena es la compensaci�n de la Iglesia por la presencia visible de Cristo. Es, por as� decirlo, el nexo entre sus dos venidas: el monumento de una, la prenda de la otra. As�, Pablo simplemente reproduce el significado de las palabras de Jes�s preservadas por Lucas ( Lucas 22:18 ): �Os digo que no beber� m�s del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios�. Si leemos ??, indica la incertidumbre del tiempo en que vendr� Jes�s.

Versículo 27

�Por tanto, cualquiera que comiere este pan o bebiere la copa del Se�or indignamente, ser� reo del cuerpo y de la sangre del Se�or.� Del car�cter esencial de la Cena, expuesto en 1 Corintios 11:26 , se sigue la gravedad de su profanaci�n. Debe se�alarse la ?, o , en lugar de lo cual deber�amos esperar ???, y , como en 1 Corintios 11:26 .

Pero aqu�, sin duda, est� la raz�n de este ?, o. Aunque uno no puede comer el pan indignamente, todav�a existe la posibilidad de profanar el uso de la copa, lo que no viene hasta m�s tarde, al final de la fiesta. Y el peligro era mayor, no s�lo porque aumentaba a medida que se prolongaba la fiesta, sino sobre todo porque se trataba de la bebida. Los cat�licos, por lo tanto, han buscado en vano justificar la comuni�n en una especie por este o.

El argumento habr�a tenido cierta muestra de raz�n si la ? se encontrara en 1 Corintios 11:26 en lugar de ???.

La palabra ???????, indignamente , se ha explicado de muchas maneras: con mala conciencia y sin arrepentimiento (Theodoret, Olshausen); con desprecio por los pobres (Cris�stomo, Billroth); sin fe en las palabras: dado por vosotros (Lutero); sin autoexamen (Bengel), etc. etc.; ver Meyer. La explicaci�n a la que naturalmente conduce el contexto es �sta: sin el recuerdo agradecido de los sufrimientos de Cristo, recuerdo que implica necesariamente el quebrantamiento de la voluntad con el pecado.

El ap�stol est� pensando en la manera ligera y fr�vola de comunicar con que los corintios hac�an de esta fiesta sagrada un banquete gozoso, como los que a los griegos les gustaba celebrar, ya sea en la familia, o en una sociedad selecta, o en una reuni�n de club. La indignidad del comulgante, por lo tanto, no surge de la del comulgante, porque por el arrepentimiento siempre puede hacerse apto para recibir a Jes�s; surge de su modo de conducirse interior y exteriormente. Como bien dice Bengel: Alia est indignitas edentis, alia es�s.

El t�rmino ??????, de ?????????, ser retenido en o por , denota el estado de un hombre atado por una falta que ha cometido. El r�gimen puede ser, o la ley que ha sido violada ( Santiago 2:10), o el juez encargado de aplicar la ley ( Mateo 5:21-22 ), o la pena incurrida ( Mateo 26:66 ; Marco 3:29 ). ), o la persona u objeto respecto del cual se ha producido la infracci�n; es en este �ltimo sentido que el t�rmino se usa en nuestro pasaje.

El objeto al que se ha dado ofensa es el cuerpo y la sangre del Se�or. La expresi�n del ap�stol encuentra una explicaci�n muy natural en el supuesto de la presencia real del cuerpo y la sangre (las opiniones cat�lica y luterana). Pero puede justificarse tambi�n sobre la interpretaci�n simb�lica de la Santa Cena; porque pecar contra el objeto solemnemente consagrado y reconocido como signo de una cosa, es pecar contra la cosa misma. El que pisotea el crucifijo, pisotea moralmente al mismo crucificado.

Si tal es la gravedad de la ofensa que implica una comuni�n profana, el creyente, antes de comunicar, debe hacer todo lo posible para prevenir tal peligro. Esto es lo que el ap�stol impresiona en 1 Corintios 11:28-29 .

Versículos 28-29

�Pero pru�bese cada uno a s� mismo, y coma as� de ese pan, y beba de esa copa. 29. Porque el que come y bebe, juicio come y bebe para s� mismo, si no discierne el cuerpo.�

El ??, pero es progresivo: �Pero si es as�, esto es lo que se debe hacer�. El t�rmino ??????????, examinar , denota un ejercicio moral por el cual un hombre pone su coraz�n a prueba, para juzgar sus sentimientos en cuanto a la persona de Jes�s; debe examinar si al comunicar traer� a la acci�n ese recuerdo reverencial de Jes�s, que, como una barrera impenetrable, se interpondr� en lo sucesivo entre su coraz�n y el pecado.

Usualmente la palabra ????????, hombre , se explica como sin�nimo de ???????, cada uno ( 1 Corintios 6:1 ); pero el t�rmino parece incluir aqu� al mismo tiempo las ideas de debilidad y responsabilidad. Las palabras: y as� , significan: �Y una vez cumplido este examen, que coma��

vv. 29 vuelve una vez m�s a la idea de 1 Corintios 11:27 para inculcar con m�s fuerza la necesidad de este examen previo, mostrando en toda su gravedad el peligro se�alado por la palabra ??????, responsable. El peligro es comer y beber condenaci�n, mientras el hombre cree apropiarse de las prendas de la salvaci�n.

Parece a primera vista imposible con Alex. suprimir la palabra ???????, indignamente , que en el TR califica los dos verbos de la proposici�n condicional. Pero esta dif�cil lectura puede defenderse de dos maneras: o tomando desde el principio la idea de comer y beber en un sentido desfavorable, seg�n 1 Corintios 11:27 , lo cual es antinatural cuando ha intervenido 1 Corintios 11:28o buscando la limitaci�n indispensable en las �ltimas palabras del verso, ?? ?????????, y traduci�ndolas as�: � Si o cuando no discierne.

..� Sin duda este giro de expresi�n es algo duro; pero es m�s probable que se haya a�adido al texto la palabra ???????, como aclaraci�n, que que hubiera sido rechazada si hubiera sido aut�ntica. Cuando dice ?????, un juicio , el ap�stol ciertamente no quiere decir condenaci�n eterna; pues en tal caso habr�a puesto el art�culo ??, y los siguientes vers�culos prueban positivamente lo contrario.

Est� hablando de alg�n castigo u otro infligido por Dios. Pero, sin embargo, nos da a entender que este primer juicio, a menos que sea seguido por el arrepentimiento y la conversi�n, es el preludio de la perdici�n eterna ( 1 Corintios 11:32 ). Hay algo tr�gico en el ?????, para s� mismo ( su propio ): ��l incorpora consigo su propia condenaci�n por ese comer y beber que deber�a haber ayudado en su salvaci�n!

Los cr�ticos est�n divididos en cuanto al significado de la palabra ??????????. Puede significar distinguir o apreciar; en el primer sentido: distinguir una cosa de todas las dem�s; en el segundo: comprender su naturaleza y medir toda su grandeza. Desde el punto de vista luterano, la inclinaci�n natural es preferir el primer significado: �No discernir con los ojos de la fe el cuerpo y la sangre de Cristo, que acompa�an invisiblemente a los signos visibles del pan y el vino�, o, como explica Hofmann: �No distinguir del simple pan material el cuerpo del que se apropia el que come el pan.

Desde el punto de vista reformado, el segundo significado parece el m�s natural: �No rodear con el respeto debido al cuerpo de Cristo el pan y el vino consagrados para representarlo�. Heinrici cita varios pasajes del Talmud en los que la palabra discernir , distinguir lo santo de lo profano, incluye evidentemente esta idea: respetar lo santo, apreciarlo en todo su valor. Es f�cil comprender, sin embargo, c�mo esta palabra de S.

Pablo seguir� siendo siempre aquel al que la concepci�n luterana apelar� con mayor confianza. Pero, por otro lado, es imposible dejar de lado como inadmisible esta explicaci�n: �no distinguir, por el sentimiento de reverencia con que se celebra el sacramento, el cuerpo de Cristo, representado por el pan, de la comida ordinaria�. V�ase sobre la cuesti�n de la Santa Cena, en 1 Corintios 11:25 .

Las palabras ??? ??????, del Se�or , en el TR, son probablemente una glosa.

Versículos 30-32

�Por eso hay muchos d�biles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen. 31. Ahora bien, si nos juzg�ramos a nosotros mismos, no deber�amos ser juzgados. 32. Pero cuando somos juzgados, somos castigados por el Se�or, para que no seamos condenados con el mundo.�

El ap�stol acababa de hablar de manera general de los juicios que puede acarrear la comuni�n profana. Ahora apela a la experiencia de los mismos corintios, que en este momento est�n afectados por una enfermedad de la que muchos incluso han muerto.

??? ?????, por esta causa: �No digo cosas vanas cuando os hablo as� ( 1 Corintios 11:29 ).

La palabra ???????, d�bil , denota m�s bien la enfermedad, y ????????, enfermizo , el debilitamiento que se produce en la descomposici�n, como si un golpe invisible hubiera arruinado repentinamente las fuerzas de la vida.

Algunos, como Eichhorn, han tomado los tres t�rminos enfermizo, enfermo y muerto , en el sentido espiritual. Pero el uso simult�neo de las dos palabras enfermizo y d�bil no pod�a explicarse moralmente f�cilmente; y en lugar del verbo ?????????, que nunca se usa en el Nuevo Testamento, excepto en el sentido de sue�o f�sico o muerte, el ap�stol hubiera preferido decir ?????? ????? (Ap 3:1).

Adem�s, un hecho puramente espiritual no habr�a sido de una naturaleza que impresionara suficientemente a sus lectores, y m�s porque el debilitamiento espiritual hab�a precedido a la profanaci�n de la Cena, y fue tanto la causa como el efecto. Finalmente, como bien dice Stockmayer ( La maladie et l'Evangile , p. 29): �No es por decadencia espiritual que el Se�or nos arrebata de una falsa posici�n y nos preserva de la condenaci�n; es por juicios sufridos en la carne.

Comp. 1 Corintios 5:5 ; 1 Timoteo 1:20 . Sin duda debemos cuidarnos aqu� contra la m�s ligera noci�n materialista, como si el hecho de comer la Cena misma, f�sicamente hablando, hubiera producido la enfermedad, y como si la comida consagrada se hubiera convertido en veneno. Era un juicio de advertencia, especialmente infligido por Dios, como el que env�a para despertar al hombre a la salvaci�n.

vv. 31 . �Y cu�ndo tal juicio alcanza al cristiano? Cuando no se ha juzgado voluntariamente a s� mismo. Dios entonces viene en su ayuda, despertando su vigilia dormida con un golpe de su vara. Esto se aplica tanto a las iglesias como a los individuos.

La verdadera lectura es sin duda ?? y no ???. La ?? puede indicar el progreso l�gico del argumento ( ahora entonces ), o un contraste entre el hecho del castigo ( 1 Corintios 11:30 ) y lo que hubiera sucedido si los corintios se hubieran comportado de manera diferente ( pero ). La primera conexi�n es la m�s natural.

El verbo ?????????? aqu� significa discernir, analizar , y as� apreciar; con el pronombre ??????, �l mismo; discernir el propio estado moral apreciando lo que en �l agrada o desagrada al Se�or. Por tal juicio, el del Se�or ser�a anticipado.

vv. 32 . Este verso devuelve a los lectores de la suposici�n favorable a la triste realidad (??, pero ). Sin embargo, el juicio presente, por severo que sea, es tambi�n un acto de misericordia de parte del Se�or. Todav�a no es la condenaci�n eterna; es, por el contrario, un medio para prevenirlo. Aqu� debemos distinguir con el ap�stol tres grados que �l denota por los t�rminos an�logos ????????????, juzgarse a s� mismo ( 1 Corintios 11:31 ), ?????????, ser juzgado ( 1 Corintios 11:32 ), y ?????????????, ser condenado verso).

El creyente debe juzgarse constantemente a s� mismo; tal es el estado normal. Si falla en esta tarea, Dios se lo recuerda juzg�ndolo con alg�n castigo que le env�a, es juzgado; y si no aprovecha por este medio, no le queda otra cosa que sufrir en com�n con el mundo el juicio final del que Dios quiso preservarlo, para ser condenado.

El mundo denota una humanidad no convertida y perdida. Estos mismos tres grados se pueden encontrar en Marco 9:47-50 .

Despu�s de este completo desarrollo del tema, el ap�stol concluye, como suele hacerlo, con unas palabras muy sencillas, en las que expone el resultado pr�ctico de todo su argumento anterior.

Versículos 33-34

�Por tanto, hermanos m�os, cuando os reun�is a comer, esperaos unos a otros. 34. Si alguno tiene hambre, coma en su casa, para que no os reun�is para incurrir en juicio. El resto lo pondr� en orden cuando llegue�.

Esta conclusi�n nos recuerda el pasaje 1 Corintios 10:23-33 . Aqu�, como all�, Pablo, despu�s de partir de un hecho exterior (los des�rdenes en la fiesta del amor), entra en un desarrollo completo, destinado a iluminar por completo la conciencia de la Iglesia; luego termina con unas reglas de conducta, aparentemente externas, pero en las que se concentra toda la quintaesencia moral de la exposici�n precedente.

El afectuoso discurso, hermanos m�os , siguiendo advertencias tan serias, tiene algo familiar y genial, adecuado para abrir los corazones de sus lectores al consejo con el que est� a punto de terminar. El r�gimen ??? ?? ??????, comer , podr�a estar relacionado con el siguiente verbo, demorarse: �Quedarse unos a otros para comenzar la fiesta�. Pero es m�s sencillo hacerlo depender del verbo reunirse: �Cuando os reun�s, no para el culto ordinario simplemente, sino para una fiesta de amor y la celebraci�n de la Cena, esperaos unos a otros para participar de la fiesta.

El verbo ?????????? significa esperar y acoger. El primer significado es el �nico que se encuentra en el Nuevo Testamento. Es tambi�n lo que aqu� conviene m�s; porque la palabra forma una ant�tesis de ????????????, preceder al comer, 1 Corintios 11:21 . El ap�stol desea que sent�ndose todos juntos a comer, la cena de cada uno se convierta en la de sus vecinos; por eso es que la fiesta se convierte en un verdadero �gape.

vv. 34 . Las primeras palabras corresponden exactamente a la pregunta de 1 Corintios 11:22 : ��No ten�is casas para comer y beber?� En esta fiesta el objeto no es en realidad nutrirse, sino comer juntos.

Un juicio, como el que cita el ap�stol en 1 Corintios 11:29 .

El t�rmino: los otros puntos, el resto , ?? ?????, sin duda abarca una serie de cuestiones de detalle relativas a la celebraci�n de la Cena, como la frecuencia, los d�as, la hora del d�a, el modo de la fiesta, etc. Los cat�licos han supuesto que el asunto en cuesti�n aqu� era la instituci�n de la Misa, la cual, dicen, se convirti� desde entonces en el tema de una tradici�n episcopal. Pero ese no habr�a sido un detalle de importancia secundaria, como los que evidentemente est�n en la mente del ap�stol.

En las representaciones de los agapae que se encuentran en las Catacumbas, se ve una compa��a de siete u ocho personas agrupadas alrededor de una misma mesa (Heinrici, p. 342). Si as� fue en Corinto, se comprende muy f�cilmente la posibilidad del abuso se�alado por el ap�stol; cada compa��a de amigos podr�a haberse reunido en un grupo separado del resto de la Iglesia. Pero, �prevaleci� tal pr�ctica en Corinto? De esto no tenemos la menor prueba.

Las �gapas de las que habla Pablo han sido comparadas con las fiestas que de vez en cuando celebraban en Grecia las corporaciones que entonces exist�an en gran n�mero, con miras a ciertos intereses comunes. Pero sea como sea, el origen de los agapae es jud�o y no griego. Esta fiesta represent� en efecto la �ltima cena de Jes�s con sus ap�stoles, en el curso de la cual instituy� la Sagrada Comuni�n.

Adem�s, en las fiestas de aquellos colegios griegos, era el fondo com�n de la sociedad el que pagaba el banquete, mientras que nuestro cap�tulo mismo prueba que en el agapae cada familia proporcionaba sus propias provisiones.

De ciertos avisos, por los que estamos en deuda con el historiador Sozomenes (siglo V), parece que en algunas Iglesias (la de Alejandr�a, por ejemplo) el �gape precedi� a la Santa Cena; seg�n Agust�n, y sin duda en todas las Iglesias de Occidente, fue al contrario: la Cena introdujo el �gape. El uso pod�a variar seg�n el lugar, y ciertamente variaba seg�n el tiempo, hasta la fecha en que el �gape fue completamente suprimido por los abusos a que daba lugar.

Información bibliográfica
Godet, Frédéric Louis. "Comentario sobre 1 Corinthians 11". "Comentario de Godet sobre Libros Seleccionados". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gsc/1-corinthians-11.html.