Bible Commentaries
1 Corintios 13

Comentario de Godet sobre Libros SeleccionadosGodet sobre Libros Seleccionados

Versículo 1

�Aunque yo hablara lenguas humanas y ang�licas, y no tengo caridad, no soy m�s que metal que resuena o c�mbalo que reti�e�.

Hasta ahora el ap�stol hab�a puesto el don de lenguas al final de cada una de sus listas ( 1 Corintios 12:10 ; 1 Corintios 12:28 ; 1 Corintios 12:30 ).

Aqu� lo pone en primer lugar, porque ahora se eleva del regalo menos valioso al m�s �til. Para dar seguridad de su perfecta imparcialidad en la valoraci�n que procede a hacer, se supone ejerciendo este don, como ciertamente lo pose�a en grado raro ( 1 Corintios 14:18 ). Y para expresar su insuficiencia con m�s fuerza, �l no lo considera solo como apareci� en la Iglesia de Corinto, y fue un objeto de ambici�n para sus miembros; lo eleva hipot�ticamente a la m�s magn�fica realizaci�n posible.

Pablo se supone en posesi�n de las lenguas de todos los seres pensantes y hablantes, terrestres y celestiales. Algunos, Thiersch por ejemplo, refieren el t�rmino lenguas de hombres a las diversas lenguas habladas por los ap�stoles en el d�a de Pentecost�s, y lenguas de �ngeles al don de lenguas que floreci� en Corinto. El primero de estos t�rminos designar�a as� las lenguas reales habladas por diferentes naciones: �rabe, lat�n, etc.

Pero independientemente de la cuesti�n relativa a la naturaleza del don de lenguas en el d�a de Pentecost�s, cuesti�n que trataremos m�s adelante (cap. 14 final), identificando as� el don de lenguas en Corinto con las lenguas de los �ngeles, el el ap�stol lo habr�a elevado incluso por encima de ese don en la forma en que apareci� en Pentecost�s, lo cual es imposible. Porque el don en su forma original sigue siendo, por supuesto, el tipo perfecto de ese tipo de manifestaci�n espiritual.

Por lo tanto, Pablo simplemente quiere decir: �Imagine un hombre dotado de todos los poderes del lenguaje terrestre y celestial...�. Es inconcebible c�mo Meyer, con este pasaje ante �l, puede persistir en aplicar el t�rmino lengua al �rgano f�sico del habla, lo que llevar�a al significado: �Aunque yo, Pablo, tuviera en mi boca las lenguas de millones de hombres y de �ngeles�.

Al traducir he traducido la palabra ????? por el t�rmino caridad , en lugar de amor. Y por eso: nuestra palabra amor combina dos nociones que en griego se expresan con dos palabras diferentes: ????? y ????. El segundo denota el amor del deseo, que busca su propia satisfacci�n en el ser amado, amor tal como se nos aparece en el hermoso mito de Plat�n (en el Banquete ), donde se le representa como hijo de la pobreza y la riqueza; es este matiz de significado particularmente el que se asocia en franc�s a la palabra amor (amour).

Pero la lengua griega conoce otro amor, el amor de la complacencia, que es mucho m�s desinteresado, que contempla, aprueba y se entrega: este es ?????, palabra que ciertamente est� relacionada con el verbo ??????, admirar. A este t�rmino me parece que corresponde mejor la palabra caridad . En nuestro pasaje el sentimiento expresado por ????? es principalmente el amor al pr�jimo ( 1 Corintios 13:4-7 ); ahora bien, este amor, siendo seg�n Pablo una emanaci�n del amor de Dios, toma el car�cter de desinter�s, pureza y gratuidad que distingue al amor divino.

Pero �c�mo hemos de suponer el hablar en lenguas aparte de la fe, y la fe divorciada de la caridad que es su fruto? �No es la suposici�n del ap�stol simplemente una amenaza adecuada para alarmar a sus lectores? La experiencia prueba que un hombre, despu�s de abrir su coraz�n con fe al gozo de la salvaci�n, puede muy pronto dejar de caminar por el camino de la santificaci�n, retraerse de la entrega total de s� mismo y, mientras progresa en el sentimiento m�stico, volverse m�s lleno de propio y desprovisto de amor de lo que nunca fue.

Tal es el problema del sibaritismo religioso del cual los avivamientos proporcionan tantos ejemplos. El cristianismo, en lugar de actuar como un principio de devoci�n, se convierte en poes�a, sentimentalismo y buen hablar. Incluso puede suceder que, despu�s de una conversi�n real y seria, el amor se desarrolle primero en el coraz�n y en la vida, pero despu�s, a consecuencia de alguna infidelidad pr�ctica, y por falta de vigilancia, que lleva al orgullo espiritual, se desarrolle la caridad. enfriado gradualmente.

Los dones recibidos originalmente permanecen en alguna medida, pero la vida interior ha desaparecido. En este segundo caso, el ?????? perfecto, � he llegado a ser y soy para el futuro�, se explica a�n m�s f�cilmente que en el primero. Por lo tanto, el pensamiento del ap�stol podr�a traducirse as�: "Si, despu�s de entregarme a Cristo, me convert� en el poeta cristiano m�s eminente que tuvo la Iglesia, y mi coraz�n estaba vac�o de caridad..."

Los dos t�rminos lat�n y c�mbalo , que denotan, uno una pieza de metal en bruto, golpeada para producir sonido, el otro la placa c�ncava, utilizada con tanta frecuencia en Oriente como instrumento musical, describen perfectamente la inflaci�n de una imaginaci�n exaltada, y una sensibilidad sobreexcitada. El lenguaje religioso ya no es m�s el desbordamiento natural de un coraz�n lleno de amor; se asemeja al sonido resonante de un instrumento muerto y hueco.

Podr�amos aplicar la palabra ??????, bronce , como hacemos a veces en franc�s, a la trompeta; pero, como dice Meyer, Paul comienza con una expresi�n vaga para pasar a una m�s espec�fica. Suidas dice que la expresi�n ????????? ???????? era un nombre proverbial para aquellos que hablan mucho y no hacen nada (Heinrici). La palabra ???????? denota en general lo que hace un gran ruido, como un grito de guerra.

Versículos 1-3

1 Corintios 13:1-3 .

Sin amor, los dones m�s eminentes no confieren ning�n valor real a su poseedor.

Versículos 1-13

II. El Camino por excelencia. Cap. 13

Este cap�tulo ha sido llamado un himno. En tono es verdaderamente l�rico, especialmente en los primeros versos. La caridad se personifica po�ticamente. En este sentido, el pasaje se asemeja a algunos otros escritos de San Pablo, como el final del cap. 15 de nuestra Ep�stola, la del cap. 8 de los Romanos, o la del cap. 3 de la Primera Ep�stola a Timoteo. Estos son, por as� decirlo, ejemplares de un sublime hablar en lenguas , interpretado por el mismo glosolalete .

�Hay aqu�, como bien dice Heinrici, �un calor tal que s�lo puede proceder de la m�s pura experiencia de la caridad. Es como si el amor mismo estuviera ante nosotros, lleno de su santa paz y profunda simpat�a�. El ap�stol desarrolla tres pensamientos: (1) la inutilidad de los dones, aun los m�s altos, sin caridad, 1 Corintios 13:1-3 ; (2) la excelencia intr�nseca de la caridad, 1 Corintios 13:4-7 ; (3) la duraci�n eterna de la caridad, y s�lo de la caridad, 1 Corintios 13:8-13 .

As� se prueba la afirmaci�n de 1 Corintios 12:31 , de que andar en amor es el camino por excelencia; pues s�lo ella nos gu�a hasta el fin absoluto.

Versículo 2

�Y aunque tenga el don de profec�a, y entienda todos los misterios, y [aunque tenga] todo conocimiento; y aunque tuviera toda la fe, de modo que pudiera mover monta�as, pero no tengo caridad, nada soy.

El ap�stol se eleva a los dones superiores. El don del profeta y el del maestro ( conocimiento ) est�n aqu� unidos por la expresi�n: saber todos los misterios , que, desde su posici�n, parece estar relacionada con ambos. Y de hecho ambos se relacionan con la comprensi�n del plan de salvaci�n de Dios. Ahora bien, este plan es el misterio supremo y contiene en �l todos los misterios particulares (comp.

1 Corintios 2:7 ). Es a esto �ltimo, a ciertos detalles en cuanto al cumplimiento final de la salvaci�n, por ejemplo, a los que se refieren especialmente las revelaciones concedidas a los profetas; mientras que el conocimiento denota la comprensi�n de la salvaci�n misma en su totalidad, y como ya cumplida y revelada en Cristo.

La expresi�n ??????? ??????, conocer conocimiento , es una forma familiar en griego. Cabe destacar el art�culo anterior a ??????, el conocimiento, forma con la que Pablo quiere decir: todo lo que se puede tener; y el adjetivo ???, todo , repetido tres veces, con las palabras misterio, ciencia y fe , supone cada uno de esos dones pose�dos en su perfecci�n ideal, como el de lenguas en 1 Corintios 13:1 .

Los comentaristas explican de otra manera que yo lo he hecho la relaci�n entre las tres proposiciones relativas a la profec�a, la comprensi�n de los misterios y el conocimiento. Heinrici encuentra aqu� dos dones: (1) la profec�a, con la que relaciona la comprensi�n de los misterios, y (2) el conocimiento propiamente dicho. Pero, �c�mo se puede separar el conocimiento (??????) del (????) saber? Edwards m�s bien conecta la segunda proposici�n con la tercera.

Meyer aplica las tres proposiciones a un mismo don, la profec�a; pero 1 Corintios 12:8 distingue expresamente la profec�a del conocimiento.

La fe se toma aqu� en el mismo sentido que en 1 Corintios 12:9 ; la seguridad, fundada en el sentimiento de reconciliaci�n, de que nada se nos resiste cuando estamos haciendo realmente la obra de Dios. Los posibles obst�culos est�n representados bajo la figura de una monta�a a ser removida, como en Mateo 17:20 .

La brusca brevedad de la frase que cierra este p�rrafo: No soy nada , contrasta con los largos desarrollos dados a las proposiciones precedentes. �Contempla el fruto de todos esos magn�ficos dones: todo discurso, todo conocimiento, todo poder y, sin embargo, nada! Lo que tal hombre ha hecho puede ser de valor para la Iglesia; para s� mismo no es nada, porque no hab�a amor en ello. El amor solo es algo a los ojos del amor.

Pero, �c�mo es cre�ble que un hombre pueda alcanzar esta altura de conocimiento y poder en Dios sin amor? Aqu�, de nuevo, �no nos encontramos ante una suposici�n imposible? No; la fe de los primeros d�as puede desarrollarse m�s o menos exclusivamente en la direcci�n del conocimiento ( 1 Corintios 13:2 a) o de la fuerza de voluntad ( 1 Corintios 13:2 b), as� como en la direcci�n de la sensibilidad ( 1 Corintios 13:1 ); borrador

Lucas 9:54 , donde Santiago y Juan le piden al Se�or que haga descender fuego del cielo sobre la aldea samaritana. La fe est� ah�, pero �d�nde est� la caridad? Esto es lo que Jes�s les se�ala. O hay creyentes que pueden haber conservado el don de profetizar, de expulsar demonios, de hacer milagros, mientras que a los ojos de Aquel que prueba el coraz�n y las riendas no son m�s que obradores de iniquidad; borrador

Mateo 7:22 . En nuestros d�as, tambi�n, uno puede ser un c�lebre te�logo, el instrumento de poderosos avivamientos, el autor de hermosas obras en el reino de Dios, un misionero con un nombre que llena el mundo; si en todas estas cosas el hombre se busca a s� mismo, y si no es el soplo divino de la caridad lo que lo anima, a los ojos de Dios esto es s�lo apariencia , no ser. El ap�stol va m�s all� a�n.

Versículo 3

�Y si repartiese todos mis bienes, y si diera mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo caridad, de nada me sirve�.

El ap�stol aqu� llega a los actos que parecen tener el mayor valor, porque parecen id�nticos a la caridad misma. En el primero, es el oficio de ?????????, ayuda ( 1 Corintios 12:28 ), elevando al sacrificio m�s magn�nimo, la entrega completa de todos los pose�dos en favor de los pobres.

Debemos leer, no el presente ??????, sino el aoristo: ??????. El segundo denota un regalo sumario otorgado de una vez por todas; el primero se aplicar�a m�s bien a un dar continuo d�a a d�a; ????????, romper en pedazos para regalar. Edwards observa correctamente que el t�rmino implica dos cosas: (1) el regalo otorgado por la propia mano del donante; (2) sobre una multitud.

Finalmente, al sacrificio de los medios hecho por los hombres, Pablo a�ade el sacrificio m�s alto, el de la vida, ofrecido a Dios. �C�mo debemos concebir este sacrificio? �Puede ser la de un hombre que se precipita a una casa en llamas para salvar a alguien enfermo? Pero la ???, para eso , parece implicar la intenci�n de perecer. Es m�s bien la aceptaci�n del martirio lo que est� en cuesti�n. Si hay un caso en el que la lectura alejandrina debe dejarse de lado sin dudarlo, es el de la variante ??????????, de que me glor�e.

O bien los copistas han le�do ? por ?, o m�s probablemente han estado demasiado ansiosos por introducir la raz�n que anular�a el valor del martirio, y han anticipado las siguientes palabras: pero no tienen caridad , que se vuelven superfluas. En cualquiera de los casos antes se�alados, la causa expresa de la nada no es otra que la ausencia de amor; tambi�n es el �nico que se adapta al contexto.

He aqu�, de nuevo, uno de los casos en los que Westcott y Hort, al mantener esta lectura, abandonada incluso por Lachmann y Tischendorf, s�lo han demostrado la inconveniente consecuencia del partidismo. Es probable que de las lecturas ?????????? de CK (futuro de subjuntivo) y ?????????? del Greco-Lats. (futuro de indicativo), debemos preferir el segundo. La forma del futuro de subjuntivo es una barbarie que solo se encuentra en escritores posteriores.

El indicativo con ??? aparece a menudo en el Nuevo Testamento ( 1 Corintios 9:15 ; G�latas 2:4 ; 1 Pedro 3:1 , etc.).

Pero, �c�mo se pueden hacer tales actos sino por amor? El sacrificio de los bienes puede realizarse con esp�ritu de ostentaci�n, o puede proceder de un deseo de autojustificaci�n y, en consecuencia, estar dictado por un sentimiento totalmente diferente del amor. Puede ser lo mismo con el sacrificio de la vida. Sea testigo de la pira funeraria de Peregrino, en Luciano, o la del hind� que se hizo quemar en Atenas, bajo Augusto, y cuya tumba fue se�alada, seg�n Estrab�n, con una pomposa inscripci�n, relatando c�mo �se hab�a inmortalizado.

El mismo pagano Luciano llama a tales hombres ????????? ????????. Ciertamente no es tal lo que el ap�stol tiene en mente, sino un cristiano que lleva hasta este grado la apariencia de amor a Cristo, mientras busca en el fondo s�lo su propia fama o m�rito propio a los ojos de Dios. Es conocido el caso del presb�tero que, al entregarse a la muerte como confesor de la fe, iba acompa�ado de un cristiano, con el que discrepaba, y que le pidi� perd�n antes de morir.

Le neg� rotundamente la reconciliaci�n pedida con tanta importunidad. Llegado al lugar de la ejecuci�n, vacil�, neg�, mientras que el otro confes� audazmente y pereci� en su lugar. Pudo haber persistido por la verg�enza de negar a Su Se�or, y para evitar ser acusado de cobard�a. Su martirio no habr�a sido por eso m�s aceptable a Dios. Los enga�os del amor propio son insondables y enga�an al mismo hombre que es su instrumento.

El ????? ?????????, de nada me sirve, se sustituye aqu� por el ????? ????, nada soy , de 1 Corintios 12:2 , porque ahora no es el valor de la persona sino el de los actos de lo que se trata. Lo que estaba destinado a asegurarme la salvaci�n, no tiene valor a los ojos de Dios, siempre que su objeto se convierta en uno mismo, en forma de m�rito propio o de gloria humana. El amor acepta s�lo lo que est� inspirado por el amor.

Tal es la primera raz�n adecuada para justificar la ???? ????????? de 1 Corintios 12:31 , la suprema excelencia del camino que se llama caridad. Los dones m�s eminentes, los actos m�s heroicos de nada sirven en el instante en que no est�n inspirados por �l. El valor absoluto de la caridad surge tambi�n de la consideraci�n opuesta: mientras que sin ella todo es nada, ella se produce todo a s� misma.

Es la madre de todas las virtudes, �el v�nculo de la perfecci�n�, como dice el mismo San Pablo, Colosenses 3:14 .

Versículos 4-7

El siguiente cuadro no est� dibujado al azar y, por as� decirlo, por el buen gusto del autor. Est� tan estrechamente relacionado con el estado de sus lectores como el pasaje anterior. Es un espejo en el que la Iglesia est� llamada a contemplar la imagen humillante en la que se ha convertido, mientras contempla el estado que est� llamada a esforzarse por alcanzar. Mientras la traza, el ap�stol tiene constantemente ante sus ojos dos cosas: por un lado, la figura de Aquel que realiz� en la tierra el ideal de una vida de caridad; por otro, los recordados pecados contra la caridad a los que los corintios hab�an cedido en el ejercicio de los buenos dones concedidos a su Iglesia, por no haber subordinado el uso de ellos a esta virtud cardinal.

El ap�stol comienza con los dos rasgos esenciales que caracterizan esta disposici�n, uno negativo, el otro positivo.

�La caridad sufre mucho, es amable.�

Sufre mucho con respecto a los agravios, incluso repetidos, de nuestro pr�jimo; he aqu� la victoria sobre un justo resentimiento. El t�rmino ??????????? denota el largo tiempo de espera durante el cual el hombre se niega a ceder el paso a su ?????.

Amable, lleno de bondad , animado por la constante necesidad de hacerse �til; es la victoria sobre el ego�smo ocioso y la complacencia propia. El verbo ????????????, de ??????? (???????), denota estrictamente la disposici�n a ponerse al servicio de los dem�s.

In tolerandis malis , dice Calvino, con respecto al primero de estos t�rminos; in conferendis bonis , en relaci�n con este �ltimo.

Siguen ocho cualidades negativas, que despliegan el contenido del primero de estos dos t�rminos, el ??????????.

verso 4b-6a. �La caridad no tiene envidia; la caridad no se jacta de s� misma, la caridad no se envanece, 5. no se comporta indecorosamente, no busca lo suyo, no se irrita f�cilmente, no tiene en cuenta el mal; 6a. no se regocija en la injusticia.� La conexi�n entre las primeras cuatro disposiciones es obvia. Con la envidia , que se basa en las ventajas de los dem�s, se relaciona naturalmente la jactancia con respecto a la propia.

La palabra ????????????? es de origen desconocido. Tal vez sea una onomatopeya, la reduplicaci�n de la primera s�laba expresando vana jactancia, o tal vez est� conectado con ????, m�s all� , y denote el acto de transgredir la justa medida. Tambi�n se ha derivado del lat�n perperam (praeter operam). Los comentaristas antiguos lo toman a veces por el vicio de la precipitaci�n, a veces por el de la jactancia.

Otros, afectaci�n, petulancia o frivolidad (ver Edwards). El significado m�s probable es el de ostentaci�n. Es f�cil de entender de los pasajes 1 Corintios 12:14-17 ; 1 Corintios 12:21-26 , la aplicaci�n de estos dos primeros t�rminos al estado de la Iglesia de Corinto.

El uso desconsiderado del dicho: �Todo me es l�cito� ( 1 Corintios 6:12 , 1 Corintios 10:23 ), sirve tambi�n para explicar el segundo. De ah� la transici�n a la inflaci�n , como fuente interna de los dos males precedentes.

La palabra ?????????? se us�, 1 Corintios 4:6 , para denotar la presuntuosa autosatisfacci�n con la que estaban llenos ciertos corintios; borrador en general caps. 1-4.

verso 5, 6a . Finalmente la falta de decoro, ??????????; olvido de decoro, respeto, cortes�a; este t�rmino remite a las reprensiones 1 Corintios 11:5 (la conducta de las mujeres) y 21, 22 (la conducta en la Santa Cena). Veremos en el cap. 14, de los l�mites que el ap�stol se ve obligado a poner al uso de ciertos dones, c�mo quienes los poseen se sit�an por encima del respeto debido a la Iglesia y a los que poseen dones diferentes y a�n m�s �tiles.

Estos cuatro t�rminos se relacionan m�s bien con el abuso de los regalos; los cuatro siguientes tienen que ver con la vida cristiana en general.

Es imposible al leer la frase: no busca lo suyo , dejar de recordar lo dicho, caps. 8-10, del uso que muchos miembros de la Iglesia sin caridad hac�an de su libertad espiritual, sin mostrar la menor preocupaci�n por la salvaci�n de los d�biles, con tal de disfrutar de los placeres a los que cre�an tener derecho a disfrutar. El t�rmino de ser provocado sin duda alude a las disensiones y pleitos (cap. 6).

La frase ?????????? ?? ?????, calcular el mal , se ha explicado en el sentido de sospechar el mal o meditarlo con miras a da�ar a otros; pero el art�culo antes de ????? parece indicar que el mal en cuesti�n est� all�, realizado, en lugar de un mal que se debe hacer; y en cuanto al primer significado, se ha se�alado, no sin raz�n (ver Edwards), que m�s bien requerir�a ??????????? ( Mateo 9:4 ).

Es mejor, por tanto, entender: �no toma rigurosamente en cuenta los agravios que tiene que soportar de su pr�jimo�; borrador 2 Corintios 5:19 ; Romanos 4:6 . La caridad, en lugar de anotar el mal como una deuda en su libro de cuentas, pasa voluntariamente la esponja sobre lo que soporta.

Finalmente, no siente alegr�a criminal al ver las faltas que pueden cometer los hombres de una parte opuesta. En lugar de volverse ansiosamente para dar cuenta del mal que un adversario se hace a s� mismo, se lamenta por ello. Esta �ltima proposici�n es la transici�n a la primera de las cinco cualidades positivas que se mencionan a continuaci�n.

verso 6b, 7. �Pero se regocija con la verdad; 7. todo lo cubre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta�.

Es imposible dejar de lado el ???, con , que entra en la composici�n del verbo ?????????? ( alegrarse con ), y traducir simplemente: se regocija en la verdad. La verdad se personifica aqu� como lo es la caridad misma. Son dos hermanas; cuando la verdad triunfa, la caridad se regocija con ella. Podr�amos entender por verdad la predicaci�n de salvaci�n; pero parece m�s natural darle aqu� un significado general, correspondiente a la palabra injusticia , en la proposici�n precedente; el sujeto en cuesti�n es la verdad en oposici�n a la falsedad.

El amor prefiere ver salir a la luz y triunfar la verdad, aunque sea contraria a la opini�n que abriga, antes que ver el error que le ser�a m�s �til para mantenerse firme.

vv. 7 contin�a desarrollando el bien positivo hecho por la caridad. Aqu� comienza propiamente el desarrollo del segundo rasgo fundamental de la caridad, la ???????????, es bondadosa. En cuatro pinceladas maestras el ap�stol dibuja de manera completa e indeleble el retrato de este �ngel de bondad bajado del cielo. El verbo ????? ( tego ), cubrir , podr�a significar aqu�, como usualmente en el estilo de Pablo ( 1 Corintios 9:12 ), llevar; pero ser�a dif�cil evitar una tautolog�a con el cuarto t�rmino, ?????????, soportar.

Es mejor, pues, entender la palabra en el sentido de excusar. La caridad busca excusar a los dem�s, arrojar un manto sobre sus faltas, carg�ndose, si es necesario, de todos los resultados dolorosos que puedan seguir. Esta conducta se explica por el siguiente t�rmino: cree todas las cosas. El t�rmino creer generalmente se refiere a Dios; aqu� denota aparentemente confianza en el hombre; pero en realidad esta confianza tiene por objeto lo Divino en el hombre, todo lo que queda en �l de la imagen de Dios. Porque es esto lo que lleva a la caridad a interpretar la conducta de los semejantes m�s bien en un buen sentido.

Por supuesto, esta fe s�lo llega hasta el punto en que la vista la detiene al descubrir claramente lo contrario del bien que amaba suponer. Pero, aun as�, la tarea de la caridad no ha terminado: donde debe dejar de creer, todav�a espera. Mientras reconoce con dolor el triunfo presente del pecado, abriga la esperanza de la victoria futura del bien.

Y en esta generosa esperanza no se cansa; aguanta, ????????. Tomando parte con la longanimidad divina, soporta con perseverancia; ?????????, literalmente: aguantar (una carga). Aqu� el asunto en cuesti�n no es el mal en general, como en el ??????, sino los males personales. Con esta �ltima palabra, el ap�stol vuelve a aquello de donde hab�a partido: el amor es longanimidad, y as� encuentra el tr�nsito a la tercera idea del cap�tulo: la permanencia objetiva de la caridad.

Versículos 8-10

�La caridad nunca falla. En cuanto a las profec�as, ser�n abolidas; en cuanto a las lenguas, cesar�n; en cuanto a los conocimientos, ser�n abolidos. 9. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos. 10. Pero cuando venga lo perfecto, lo que es en parte se acabar�.�

Las primeras palabras: nunca falla , son, por as� decirlo, el tema del siguiente pasaje. Por eso se repite el tema: la caridad. La mejor prueba del valor absoluto de la caridad es su eterna permanencia frente a todo lo dem�s, incluso lo m�s excelente; y la persistencia subjetiva de la caridad en el creyente ( 1 Corintios 13:7 ) es el preludio, por as� decirlo, de esta permanencia objetiva.

Parece como si el verbo debiera estar en futuro; pero el presente es aqu�, como tantas veces, el de la idea.

Las dos lecturas: ?????? y ????????, tienen casi el mismo significado: la primera, sin embargo, es la m�s simple y probable. Una alusi�n al lugar desde donde se produce la ca�da (??) es innecesaria. El verbo ???????, caer , no puede, como dir�a Holsten, referirse �nicamente al valor de la caridad en este sentido: nunca pierde su valor. Las siguientes ant�tesis: se suprimir�n, cesar�n , probar�n claramente que su duraci�n es el punto de que se trata. Cesar� el profetizar y el hablar en lenguas, pero no el amar.

El car�cter transitorio de los dones, incluso los m�s eminentes, como la profec�a y el conocimiento (entre los que Pablo introduce, como don inferior, el hablar en lenguas), prueba su valor relativo y secundario. El Vaticano. lee el singular ?????????; todos los dem�s documentos tienen el plural.

�A qu� �poca pertenece la abolici�n de la profec�a? Si se consulta la historia, parece responder: hacia finales del siglo II y durante el III. Pues la Doctrina de los Doce Ap�stoles nos muestra a los profetas todav�a en plena actividad en la primera mitad del siglo II. Pero la respuesta del ap�stol, en 1 Corintios 13:10 , ciertamente hace coincidir la abolici�n de la profec�a, as� como la de las lenguas y el conocimiento, con el advenimiento del estado perfecto; por consiguiente con la venida gloriosa de Cristo, que introducir� este estado.

Es vano intentar fijar un intervalo entre la abolici�n anunciada en 1 Corintios 13:8 y el ?? ??????? ??????, el advenimiento de la perfecci�n, de 1 Corintios 13:10 . Pero si, seg�n este texto, la abolici�n total de los dones no puede tener lugar antes del final de la econom�a actual, puede producirse una modificaci�n en su manifestaci�n fenom�nica.

La misma figura que usa el ap�stol en 1 Corintios 13:11 conduce f�cilmente a la idea de una metamorfosis gradual, que pasar� por alto su modo de manifestaci�n. Pues el hablar del ni�o, su modo de sentir y de pensar , no dan lugar de repente a las facultades an�logas del hombre maduro; el cambio en estos tres aspectos se produce de manera insensible y progresiva.

Por tanto, los dones espirituales concedidos a la Iglesia primitiva, si bien acompa�an y sostienen a la Iglesia hasta el umbral mismo del estado perfecto, no tienen por qu� hacerlo necesariamente en la misma forma que al principio. La profec�a puede transformarse en predicaci�n animada; el hablar en lenguas puede aparecer en forma de poes�a y m�sica religiosa; conocimiento contin�e cumpliendo su tarea mediante la ense�anza catequ�tica y teol�gica de la verdad cristiana (ver com. cap. 14 conclusi�n).

Al hablar en lenguas, Pablo sustituye la palabra ????????????, ser abolido, por el t�rmino ????????, cesar , enmudecer. Esta febril agitaci�n de los discursos en lenguas, que enalteci� a la Iglesia de Corinto, se calmar�.

La lectura ???????, saberes , del Sina�t. y los grecolatinos. , es considerado por la mayor�a, incluso por Tischendorf, como una asimilaci�n de los sustantivos anteriores. Pero no se han tenido suficientemente en cuenta las observaciones de R�ckert. No es el verdadero conocimiento el que cesar�; son solo los diversos fragmentos de conocimiento, recibidos aqu� abajo (???????), los que pasar�n para dar lugar al conocimiento perfecto ( 1 Corintios 13:12 ).

Versículos 8-13

1 Corintios 13:8-13 .

La duraci�n absoluta de la caridad se desarrolla en estos �ltimos vers�culos: primero, en oposici�n a los dones, luego incluso en contraste con las otras dos virtudes fundamentales, la fe y la esperanza. As� completa el ap�stol la demostraci�n de su pensamiento: la caridad es el camino supremamente excelente.

Versículo 9

La lectura ???, por , es evidentemente preferible a la ??, entonces , del Byz. El ap�stol desea explicar por qu� se llevar� a cabo esta eliminaci�n. La profec�a levanta en cada ocasi�n s�lo una esquina del velo que cubre el plan de Dios y su cumplimiento final. Del mismo modo, los actos aislados del conocimiento espiritual captan la verdad de la salvaci�n s�lo en fragmentos y, en consecuencia, cada punto particular del gran hecho.

Incluso para poseer el conocimiento completo de un punto, el todo requerir�a ser conocido claramente. Ahora bien, este pleno y �nico conocimiento verdadero no nos es concedido en la econom�a actual. En cuanto a las lenguas, el ap�stol no cree necesario justificar su desaparici�n. La raz�n de ello es demasiado evidente: es su car�cter ext�tico. La �nica base para el transporte ext�tico es que todav�a no estamos viviendo plenamente en la realidad de lo Divino. Cuando vivimos en Dios, estamos en �l sin salir de nosotros mismos. Por eso no hay �xtasis en la vida de Jes�s, al menos despu�s de su bautismo.

Versículo 10

Pero lejos de ser un empobrecimiento de la Iglesia, esta p�rdida de dones, por el contrario, coincidir� con su ascenso a la posesi�n de la plenitud perfecta; ser� lo imperfecto fundi�ndose en lo perfecto. En contraste con el t�rmino ?? ??????, en parte , uno esperar�a ?? ???, el todo , el todo. Pero no en vano el ap�stol dice ?? ???????, lo perfecto , sustituyendo la idea de perfecci�n en cualidad por la de plenitud en cantidad.

Porque el conocimiento futuro diferir� del que tenemos aqu� en modo , a�n m�s que en extensi�n. Nuestra visi�n no s�lo abarcar� la totalidad de las cosas divinas; pero los contemplar� desde el centro, y por consiguiente en su verdadera esencia. En la actualidad no s�lo conocemos s�lo fragmentos, sino que incluso estos los discernimos pero indistintamente.

El aor. ????, habr� venido , alude a un momento fijo y positivamente esperado, que no puede ser otro que el del Adviento.

El ap�stol usa una comparaci�n para ilustrar la necesidad de esta sustituci�n de lo perfecto por lo imperfecto.

Versículo 11

�Cuando yo era ni�o, hablaba como ni�o, sent�a como ni�o, pensaba como ni�o; cuando llegu� a ser hombre, dej� las cosas de ni�o.�

El crecimiento natural del hombre es figura del de la Iglesia; ambos siguen la misma ley, la del desarrollo y la transformaci�n. A medida que las facultades, en el curso de su desarrollo, adquieren un modo superior de actividad, el modo anterior cesa por s� mismo.

Me parece evidente, como a la mayor�a de los comentaristas, que por los tres t�rminos, ??????, hablar , ???????, sentir, aspirar (este t�rmino expresa la unidad de sentimiento, pensamiento y voluntad), y ??????????, pensar , el ap�stol alude a los tres dones mencionados, 1 Corintios 13:9-11 ; el hablar corresponde a las lenguas, la aspiraci�n a la profec�a y el pensamiento al conocimiento.

El don de lenguas corresponde en el dominio divino al balbuceo del ni�o en su primera experiencia gozosa de vida. La profec�a, cuya mirada penetra hasta la perfecci�n por venir, corresponde a la aspiraci�n ardiente del coraz�n infantil, que se lanza ansiosamente hacia el futuro, esperando de �l la alegr�a y la felicidad; y el conocimiento, que busca penetrar la verdad divina, corresponde a los pensamientos simples por los cuales la mente infantil busca encontrar una explicaci�n de las cosas.

Por lo tanto, es una objeci�n infundada la que hace Holsten a esta triple y obvia correlaci�n cuando alega la ausencia de toda relaci�n entre el ???????, aspirar despu�s y la profec�a.

El verbo activo ?????????, apart�, puse fin , denota la espontaneidad de esta entrega. As� como el joven se sacude con orgullo las puerilidades de la infancia, as� el hombre maduro sustituye con profunda satisfacci�n los apasionados sue�os de la ni�ez y la juventud por la actividad varonil de la profesi�n que ha abrazado. Tal es la imagen de lo que experimentar�n los fieles cuando se les descubra el estado perfecto para el que se preparan, a la venida de Cristo.

Entonces de buena gana dejar�n caer todos esos rudimentos de la vida espiritual con los que estaban encantados, inflados tal vez, como fue el caso en Corinto. Es desde este punto que podemos entender perfectamente la delicada alusi�n, 1 Corintios 1:7 .

El se�or Sabatier ( l'Ap�tre Paul , p. 7), no comprendiendo la comparaci�n que hace el ap�stol, piensa que aqu� habla de s� mismo, que quiere describir su estado espiritual inmediatamente despu�s de su conversi�n, y que en el mismo sentido en que aplic� la imagen del ni�o al estado espiritual de los corintios, 1 Corintios 3:1 seq.

As� encuentra en nuestro 1 Corintios 13:11 una prueba de los considerables cambios que se produjeron en las convicciones del ap�stol desde el tiempo de su conversi�n hasta la fecha en que escribi� esta carta.

Tal malentendido no tiene paralelo.

El siguiente vers�culo contiene la explicaci�n de esta comparaci�n.

Versículo 12

�Porque ahora vemos por espejo oscuramente; pero entonces cara a cara: ahora s� en parte; pero entonces conocer� como tambi�n he sido conocido.�

La aplicaci�n ordinaria de las dos partes de este vers�culo al don de conocimiento me parece err�nea. �Por qu� el ap�stol en esta aplicaci�n deber�a omitir el don de profec�a? Encontraremos que los t�rminos de la primera mitad del vers�culo se aplican tan naturalmente al �ltimo don como los de la segunda mitad al conocimiento. En cuanto a las lenguas las omite, como ya en 1 Corintios 13:9 . No cree necesario volver expresamente a su futura desaparici�n.

El objeto de ???????, ver , es aqu� Dios mismo, con Su plan de gracia y gloria hacia nosotros. Los espejos de los antiguos eran de metal; los hechos en Corinto eran famosos. La imagen que presentaban nunca pod�a ser perfectamente distinta. No hay base para la idea de R�ckert de que lo que se quiere decir es una ventana formada por un vidrio semitransparente o por un cuadrado de cuerno. Tertuliano ya lo entendi� as�: Velut per corneum specular (ver Edwards).

El ???, a trav�s de , sobre el que descansaba esta vista, puede significar: por medio de. O el t�rmino a trav�s puede sugerirse por el hecho de que la imagen parece estar colocada detr�s de la superficie del espejo.

Percibimos las cosas divinas, dice el ap�stol, s�lo por medio de su imagen en un espejo. Plat�n ya hab�a expresado una idea similar en su famosa comparaci�n de la caverna. Esta figura significa dos cosas: un conocimiento de car�cter mediato , y por eso mismo siempre m�s o menos confuso. ??? ?????????, literalmente: en forma de enigma. La palabra ??????? denota una oraci�n que, sin decirla expresamente, deja que se adivine.

Sirve as� para sacar a relucir la relativa oscuridad en la manifestaci�n de las cosas divinas, que ahora poseemos. Si aplicamos la expresi�n exclusivamente al don de saber, veremos en el espejo , con algo, espacio y tiempo, aquellas formas necesarias de todas nuestras ideas, o las categor�as de la raz�n que determinan todos sus procesos; En ese caso, Pablo se habr�a anticipado aqu� a Kant. O, seg�n otros, Pablo est� pensando en los hechos de la historia sagrada como una manifestaci�n del car�cter y la esencia de Dios, o de las revelaciones de la Escritura en general.

Holsten combina estas dos �ltimas interpretaciones. Pero �no llegamos a una explicaci�n m�s natural de las palabras del ap�stol, si las aplicamos al don de profec�a? La imagen en el espejo corresponde en este caso a la imagen interior que el Esp�ritu de Dios produce en el alma del profeta en el momento de su visi�n, y en la que se le revela el pensamiento divino. Y la expresi�n: en forma de enigma , que hemos traducido oscuramente , expresa exactamente el car�cter de tal cuadro.

El profeta requer�a en todos los casos aplicar toda su atenci�n a la visi�n para extraer de ella la idea del hecho que le fue revelado; borrador 1 Pedro 1:10-11 . Lo que me parece que confirma este significado es la analog�a de los t�rminos usados ??por Pablo con los del Pentateuco, particularmente en el pasaje N�meros 12:6-8 , donde el Se�or dice: �Si hubiere entre vosotros profeta, yo Me dar� a conocer a �l, ?? ???????, en una visi�n , y le hablar�, ?? ????, en un sue�o; pero mi siervo Mois�s no es as�.

...Con �l hablo boca a boca , ????? ???? ?????, y �l Me ve, ?? ?????, manifiestamente , y no ?? ??????????, en enigmas (representaciones confusas).� A esta visi�n mediata de lo Divino, por medio del cuadro prof�tico, el ap�stol opone la intuici�n inmediata que ser� el car�cter de la contemplaci�n futura; y aqu� usa expresiones que nos recuerdan lo dicho en el Antiguo Testamento sobre el modo incomparable de comunicaci�n entre Dios y Mois�s ( Deuteronomio 34:10 : boca a boca , y �xodo 33:11 : ??????? ??????, cara a cara ).

La comunicaci�n que Dios concedi� a Mois�s, y s�lo a Mois�s, fue una especie de anticipaci�n del �ltimo modo de intuici�n aqu� descrito; borrador N�meros 12:8 (LXX.): ??? ??? ????? ??? ?????? ????, y vio la gloria del Se�or.

La segunda parte del vers�culo se relaciona con el don de conocimiento. Con el modo fragmentario, sucesivo, anal�tico, discursivo de nuestro conocimiento presente, se contrapone el car�cter intuitivo, central, completo y perfectamente distinto de nuestro conocimiento futuro. El verbo ???????, estrictamente: aprendo a conocer , denota esfuerzo y progreso. Entonces Pablo sustituye el verbo activo simple ??????? por el compuesto ?????????? en la forma media para denotar la asimilaci�n completa del conocimiento por venir: poner el dedo sobre el objeto, para poseerlo por completo.

Y, para dar la idea m�s completa de este tipo de conocimiento, usa el paralelo m�s audaz concebible, identificando el conocimiento que tendremos de Dios con el que �l ahora tiene de nosotros. El ?????, seg�n como, como , indica el car�cter inmediato y perfectamente distinto, y el ??? sirve a�n m�s para enfatizar la noci�n de identidad.

La primera persona singular se sustituye en esta segunda parte del verso por la primera plural, vemos , para enfatizar m�s fuertemente la interioridad absoluta de esta relaci�n totalmente personal. Meyer, Kling, Hofmann, Holsten piensan que el aoristo he sido conocido se refiere a la fecha de la conversi�n; borrador G�latas 4:9 ; pero este sentido restringido no es natural en nuestro pasaje.

Pablo est� hablando del conocimiento que Dios tiene del hombre durante todo el curso de su vida. Desde el punto de vista de la vida venidera, en la que nos sit�a el contexto, este conocimiento le parece una cosa del pasado.

Con toda esta perspectiva abierta, �qu� pas� con la superioridad del conocimiento y el habla de la que los corintios se enorgullec�an tanto (comp. 1 Corintios 1:5 ; 1 Corintios 1:7 )? As� como el tenue resplandor de la aurora da lugar al resplandor del sol naciente, as� aquellas concepciones confusas y esos conocimientos fragmentarios de los que se vanaglorian se desvanecer�n en el resplandor de la visi�n inmediata concedida en la hora del Adviento (el ??????????, 1 Corintios 1:7 ).

�Qu� quedar� entonces del estado actual? �Nada? No; eso significar�a que todo el trabajo presente del creyente es en vano. Algo quedar�, sin duda: pero no ser�n los dones, ser�n las virtudes que constituyen los elementos esenciales del car�cter cristiano, sin las cuales, como dice Heinrici, la personalidad cristiana misma se extingue:

Versículo 13

�Pero ahora permanecen la fe, la esperanza y la caridad, estas tres; pero la mayor de ellas es la caridad.�

Como tantas veces hace Pablo (1Tes 1,3; 2 Tesalonicenses 1:3-4 1,3-4 ; Col 1,4-5), resume aqu� la vida cristiana en las tres disposiciones: la fe , que da por cumplida la salvaci�n, Cristo venido ; la esperanza , que sale a la parte de la salvaci�n que a�n est� por cumplirse, la venida de Cristo otra vez; finalmente, la caridad , que abraza a Cristo siempre presente, y en �l a todos los seres, y que es ya la salvaci�n misma realizada en el individuo.

Tales son los tres elementos de la vida cristiana que no desaparecer�n con la llegada del estado perfecto. Holsten ha preguntado, con toda raz�n, por qu� Pablo introduce aqu� la comparaci�n de la caridad con esas otras dos virtudes, mientras que, considerando el pasaje como un todo, no estaba llamado a compararlo con nada m�s que con los dones; y se entrega a una elucubraci�n bastante sutil para mostrar que la fe ha de sustituir, a lo largo de la �poca presente, a la ciencia de los primeros tiempos, y la esperanza a las profec�as de la �poca apost�lica.

No hay en el texto el menor rastro de esta idea, que adem�s est� excluida por el verdadero significado de la palabra permanecer. La respuesta me parece sencilla. Para exaltar la caridad por encima de todo, Pablo la opone no s�lo a los dones que pasan, sino tambi�n a las virtudes que permanecen junto a ella, y declara su superioridad incluso sobre ellas.

La part�cula ???? ??, pero ahora , podr�a tomarse en el sentido temporal, como lo es a veces, quiz�s, en los escritos de Pablo (ver R�ckert en 1 Corintios 5:11 ). En ese caso debemos explicar as�: �Pero en el tiempo presente permanecen la fe, la esperanza, la caridad�. Este significado es inadmisible por la siguiente raz�n: las tres virtudes se contraponen a los tres dones precedentes, que han de cesar con la era futura y no entrar en el estado perfecto.

Ahora bien, si estas tres virtudes tambi�n pertenecieran solamente a la �poca presente, no habr�a contraste que establecer respecto a la duraci�n entre ellas y los dones. Por lo tanto, debemos darle a la part�cula un sentido l�gico; la comparaci�n de la caridad con las otras dos virtudes contiene la indicaci�n de un elemento nuevo, del verdadero estado de cosas. �En realidad, esto es lo que permanece, y de ninguna manera lo que crees�. El contraste entre virtudes y dones es igualmente subrayado por la aposici�n ?? ???? ?????, es decir: � estos tres , y no los tres dones de que venimos hablando�. Lo que tiene s�lo un car�cter intelectual, oratorio o l�rico es transitorio; lo que edifica, lo que produce la renuncia a s� mismo, el darse a Dios ya los hombres, eso es lo que permanece.

�C�mo debemos entender la expresi�n permanecer? A primera vista se est� dispuesto a darle, frente a la abolici�n de los dones, el sentido m�s absoluto: permanecer eternamente. Los dones desaparecer�n cuando llegue el estado perfecto; pero estas tres virtudes permanecer�n en el mismo estado perfecto. Pero contra esta idea se levanta una objeci�n que desde los primeros tiempos ha sorprendido a todos los comentaristas.

Es que, seg�n San Pablo, la fe, en estado perfecto, debe dar lugar a la vista ( 2 Corintios 5:7 ), y la esperanza a la posesi�n ( Romanos 8:24 ). Seg�n esto, la fe y la esperanza pasar�an al igual que los dones. Se han buscado varias formas de resolver esta dificultad.

Osiander imagina que puede distinguir dos �pocas en perfecto estado, una que abarca el reinado de los mil a�os, la otra que comienza al final de este reinado y pertenece a la eternidad. Los dones cesan, seg�n �l, en el umbral de la primera de estas �pocas; fe y esperanza s�lo al comienzo del segundo. Pero el texto no presenta la menor indicaci�n de esta distinci�n; el estado perfecto se representa en �l como una sola �poca de la que s�lo quedan excluidos los dones.

Algunos, como Beza, Bengel, R�ckert, refieren el t�rmino ??????, permanecer , a toda la duraci�n de la econom�a actual. Pero, �qu� ocurre en ese caso con el contraste entre las tres virtudes que permanecen hasta el final del per�odo presente y los tres dones que cesar�n con la llegada del estado perfecto?

Varios comentaristas, como Calvino, Holsten, Heinrici, se ven as� inducidos a tomar la palabra permanecer en un sentido l�gico. Estas tres cosas, dice Holsten, permanecen en pleno valor , mientras que los dones pierden el suyo, el conocimiento es reemplazado por la fe y la profec�a por la esperanza. Pero si esta explicaci�n ha de dar un sentido claro, siempre equivale a hacer decir a Pablo que los dones cesar�an en las primeras edades, mientras que la fe y la esperanza conservar�an su valor hasta el d�a presente y hasta el fin de esta econom�a.

�C�mo puede alguien dejar de ver que, por este contraste, la noci�n de tiempo a�n permanece unida a la palabra permanecer , de la cual es inseparable en el contexto? Porque brota de la ant�tesis evidente entre la palabra permanecer y los verbos precedentes: cesar�, ser� abolido, quitar�. Esto ha sido sentido por la mayor�a de los comentaristas, aunque reconocen plenamente la dificultad de armonizar la permanencia de la fe y la esperanza con los otros dichos de Pablo en los que se ense�a su transformaci�n y, en consecuencia, su cesaci�n futura.

Grotius observa que la fe y la esperanza, aunque transformadas formalmente, permanecer�n en sus frutos. Seg�n Hofmann, igualmente, la expresi�n de Paul se justifica por el hecho de que creer permanece en ver, como esperar en poseer; porque la vista es por la fe, y la posesi�n por la esperanza. Pero, �no es esto violentar el significado de la palabra permanecer? �Y no podr�a decirse lo mismo de los regalos?

Meyer, casi en el mismo sentido: Estas virtudes permanecer�n en la salvaci�n que hemos obtenido por medio de ellas, y adem�s en este sentido: que la fe sigue siendo eternamente el medio de nuestra comuni�n con Cristo, y que la esperanza nunca dejar� de captar nuevas perspectivas de gloria, aun en perfecto estado. Kling (en la Biblia de Lange) dice mejor a�n, seg�n me parece: Mientras que el amor es la posesi�n real de lo Divino, la fe y la esperanza pertenecen a su adquisici�n; Ahora bien, �es esta adquisici�n un hecho que nunca puede cesar? De hecho, las bendiciones eternas no son como una bolsa de piezas de oro, que se reciben de una vez por todas.

La esencia permanente de la criatura es no tener nada propio, ser eternamente desvalida y pobre; cada instante debe tomar posesi�n de Dios por la fe, que se aferra a las manifestaciones que �l ya ha dado, y por la esperanza, que se prepara para asir sus nuevas manifestaciones. No es de una vez por todas, es continuamente que en la eternidad la fe se transforma en visi�n y la esperanza en posesi�n. Estas dos virtudes, pues, permanecen para vivir de nuevo sin cesar.

Pero no obstante esta permanencia de la fe y de la esperanza, la palma pertenece a la caridad, como la mayor de las tres. El ap�stol no dice el m�s duradero, pues la duraci�n de los tres es absoluta. El ?????? podr�a referirse �nicamente a las otras dos virtudes; ?????? tendr�a entonces su sentido comparativo regular: � mayor que ellos dos�. Pero como ?????? necesariamente se refiere a ???? ?????, debemos dar a ?????? el significado superlativo: � el mayor de los tres�; borrador

Mateo 18:4 . Esta superioridad de la caridad ha sido explicada de diversas formas. Algunos, como Calvino, dicen: Mayor en virtud de su duraci�n eterna; pero esta duraci�n pertenece tambi�n, como acabamos de ver, a las otras dos. Otros: Porque la fe y la esperanza pertenecen s�lo a la vida interior del individuo, mientras que la caridad ejerce una influencia saludable m�s all� de �l (Meyer, Heinrici, Holsten).

Pero, �no es la fe tambi�n una fuerza activa exteriormente? De Wette: Porque el amor es, seg�n 1 Corintios 13:7 , el verdadero principio de la fe y la esperanza. Pero en 1 Corintios 13:7 la fe y la esperanza se refer�an �nicamente a la conducta hacia nuestro pr�jimo, y no a la apropiaci�n de la salvaci�n y nuestra relaci�n con Dios.

Seg�n Pablo, es, por el contrario, la fe que es principio tanto de la esperanza como del verdadero amor ( G�latas 5:6 ).

Acabamos de ver que la fe y la esperanza permanecen continuamente, pero experimentando una transformaci�n incesante, la una a la vista, la otra a la posesi�n. No es as� con la caridad. El amor no ve, no adquiere, es lo Divino. Dios no cree ni espera, pero ama. El amor pertenece a Su esencia. Como Dios mismo, no pod�a cambiar su naturaleza excepto para peor. El amor es el fin en relaci�n con el cual las otras dos virtudes son s�lo medios, y esta relaci�n permanece incluso en el estado de perfecci�n.

Por eso es la m�s grande, y por eso tambi�n el ap�stol llam� a la caridad ya la obra de la caridad: �El camino por excelencia. As� que contin�a, 1 Corintios 14:1 , diciendo: �Sigue tras la caridad�. En este vers�culo el ap�stol vuelve, como hemos dicho, de la digresi�n sobre la caridad a su tema propiamente dicho: el ejercicio de los dones espirituales. Ahora los ha colocado bajo la �gida del �nico principio que puede hacer que su ejercicio sea realmente beneficioso y compensarlos, si alguna vez llegaran a su fin.

Información bibliográfica
Godet, Frédéric Louis. "Comentario sobre 1 Corinthians 13". "Comentario de Godet sobre Libros Seleccionados". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gsc/1-corinthians-13.html.