Bible Commentaries
Romanos 7

Comentario de Godet sobre Libros SeleccionadosGodet sobre Libros Seleccionados

Versículos 1-2

O ignor�is, hermanos (porque hablo a los que conocen la ley), que la ley se ense�orea del hombre durante todo el tiempo que �ste vive? Porque la mujer casada est� ligada por la ley a su marido vivo; pero si el marido ha muerto, ella queda libre de la ley del marido.

Estamos familiarizados con el significado de la pregunta de Pablo: � O sois ignorantes; hace estallar la negaci�n de la verdad expuesta por una verdad indiscutible. El significado aqu� es, por tanto: O, si ten�is miedo, en la obra de vuestra santificaci�n, de entregaros �nicamente a este nuevo maestro, la gracia, y pens�is que no pod�is prescindir de una regla externa como la de la ley, no lo sab�is. que...? La forma de tratamiento: hermanos , no hab�a ocurrido, como observa Hofmann, desde Romanos 1:13 .

El ap�stol est� a punto de recurrir a un modo de ense�anza m�s familiar que el que hab�a usado hasta ahora en su Ep�stola; de ah� que se acerque a sus lectores dirigi�ndose a ellos con este t�tulo, que da a lo que sigue el car�cter de una conversaci�n.

En el par�ntesis: porque hablo a los que ..., el for se refiere a la respuesta negativa que se debe dar despu�s de la pregunta: sois ignorantes: �No, no pod�is ignorar la prescripci�n legal que estoy a punto de dar�. cotizar"...

Debemos evitar traducir como si el art�culo ???? estuviera delante del participio ??????????: � a aquellos de entre vosotros que conocen la ley. La forma gramatical prueba que el ap�stol aqu�, as� como por la palabra hermanos , se dirige a toda la iglesia de Roma. Este es uno de los pasajes de los que muchos concluyen que esta iglesia estaba compuesta casi exclusivamente por jud�os (Baur, Holtzmann), o al menos por pros�litos (De Wette, Beyschl.

). Sin embargo, incluso Mangold permite (p. 73) que �esta expresi�n puede aplicarse tambi�n a los cristianos de origen gentil, ya que el AT fue recibido y le�do en toda la iglesia como un documento de revelaci�n�. Incluso se podr�a ir m�s lejos y sostener que ser�a superfluo recordar a los que hab�an sido jud�os que son los que conocen la ley. Muy pronto la lectura del AT pas� del culto de la sinagoga al de la iglesia.

Las ep�stolas dirigidas a las iglesias de los gentiles prueban hasta qu� punto los ap�stoles asumieron que sus lectores estaban familiarizados con la historia y los or�culos del AT. San Pablo interroga as� a los g�latas, que ciertamente no eran de origen jud�o ( Romanos 4:21 ). ): �Dime, t� que deseas estar bajo la ley, �no entiendes la ley?�

Ahora, aqu� est� uno de los art�culos de esa ley, que, aplicado espiritualmente, resolvi� la cuesti�n de la relaci�n entre el cristiano y la ley. El c�digo, en caso de muerte, permit�a que el c�nyuge sobreviviente se volviera a casar. Si, en consecuencia, es un hecho que hubo una muerte en el caso del creyente, se sigue, seg�n la ley misma, que est� libre de la ley, su ex c�nyuge. Tal es el resumen de los siguientes vers�culos.

Tan cierto es que Romanos 7:1 todav�a est� conectado con Romanos 7:14 , y da el desarrollo de las palabras de ese vers�culo: no bajo la ley , que se toma prestado el t�rmino ?????????, ser se�or , tener poder sobre de ese verso.

El t�rmino hombre , ????????, puede designar cualquier sexo. En Romanos 7:2 , donde se cuestiona especialmente el caso de la mujer, Pablo usa otra palabra (????) para denotar al esposo.

El sujeto del verbo ??, vive , seg�n nuestra traducci�n, es, el hombre. La ley se ense�orea del hombre individual, en lo que concierne a sus relaciones civiles, mientras est� en vida. Algunos comentaristas (Or., Er., Beng.) entienden como sujeto del verbo vive , ?????, la ley. Esto dar�a la idea de la abolici�n de la ley por la venida de Cristo, en el sentido de Romanos 10:4 .

Pero este sentido es incompatible con el siguiente vers�culo, donde la palabra ????? (al marido vivo ) reproduce la idea de ??, vive , de Romanos 7:1 , as� como con la ant�tesis: �mas si el marido estuviere muerto. Adem�s, la idea de todo el pasaje no es la de la abolici�n objetiva de la ley por la venida de Cristo; el punto en cuesti�n es la emancipaci�n subjetiva del creyente de esta norma externa a trav�s de la fe en la muerte de Cristo.

Philippi est� de acuerdo con nosotros en hacer ? ????????, hombre , el sujeto del verbo ??, vive; pero aplica la noci�n de vivir a la vida en pecado ( Romanos 6:2 ), a la cual la fe en Cristo ha puesto fin ( Romanos 6:2-11 ).

El significado de estas �ltimas palabras del vers�culo ser�a as�: �La ley s�lo tiene poder sobre el hombre mientras �ste contin�a en su propia vida, en su estado natural de pecado; desde el momento en que renuncia a ella para entrar en uni�n con Cristo, queda libre de la ley.� De ah� se seguir�a que Romanos 7:1 , en lugar de citar un ejemplo tomado de la ley, con el fin de ilustrar el pensamiento del pasaje, expresar�a �l mismo este pensamiento.

Pero es imposible por lo tanto separar Romanos 7:1 de la secuela. El for de Romanos 7:2 muestra que este �ltimo es solo la explicaci�n del art�culo de la ley citado en Romanos 7:1 .

Adem�s, �c�mo pod�a sospechar el lector este significado extraordinario de la palabra vivir , que aqu� no designar�a ni vida com�n ni vida en Dios? Finalmente, las palabras: �Os hablo como a los que conocen la ley�, nos proh�ben tomar la siguiente m�xima como algo m�s que un extracto de la ley. Los tres primeros versos forman un todo: el ejemplo, es decir, tomado del c�digo relativo a la vida conyugal. Romanos 7:4 aplicar� la m�xima general contenida en este ejemplo al dominio de la religi�n.

vv. 2 . La m�xima citada en Romanos 7:1 se desarrolla en Romanos 7:2 . La misma ley que hace a la mujer inseparable del hombre mientras �ste vive, la libera de esta sujeci�n tan pronto como �ste muere. En la primera proposici�n el �nfasis est� en la palabra ?????, viviente; en el segundo, sobre las palabras: si estuviese muerto.

El precepto Deu 24:2 autoriz� expresamente el matrimonio de una mujer repudiada por su primer marido con un segundo; ya fortiori , un nuevo matrimonio despu�s de la muerte del primer marido. Si en la primera proposici�n el ap�stol no habla del caso de divorcio, es porque se refiere a la mujer como parte actora, y porque en todo caso no le correspond�a a la mujer repudiar a su marido.

Solo el marido ten�a derecho a dar carta de divorcio, Deuteronomio 24:1 . La expresi�n ??????????, literalmente: se anula, ha dejado de ser , y por lo tanto, naturalmente, se libera de , se elige para extender en cierto sentido a la mujer misma la noci�n de muerte , que se aplica estrictamente s�lo al marido.

Roto el v�nculo conyugal por la muerte del marido, la mujer muere tambi�n como mujer. As�, la f�rmula de Romanos 7:1 , que parec�a aplicarse solo al difunto, se aplica igualmente a la viuda. Ella est� muerta (al v�nculo conyugal) en su marido muerto. Algunos toman la expresi�n: la ley del marido , en el sentido del art�culo del c�digo relativo al matrimonio, lex ad maritum pertinens. Pero es m�s natural entender por esta ley la potestad jur�dica de que est� investido el marido con relaci�n a su mujer.

La pregunta dif�cil en este vers�culo es por qu� Pablo toma como ejemplo una esposa que pierde a su esposo y es libre para volver a casarse, en lugar de un esposo que pierde a su esposa y disfruta del mismo derecho. Porque los dos casos demuestran igualmente la verdad de la m�xima de Romanos 7:1 . El hecho de que la ley obligara m�s estrictamente a la mujer que al marido, no basta para explicar esta preferencia. Es la aplicaci�n que Pablo se propone hacer de su ejemplo a la vida espiritual lo que nos dar� la soluci�n de la cuesti�n.

Muestra, de hecho, que Pablo ten�a en vista no s�lo el quebrantamiento del alma del creyente con la ley (el primer marido), sino tambi�n su nueva uni�n con Cristo resucitado (el segundo marido). Ahora bien, en esta figura del segundo matrimonio, Cristo s�lo pod�a representar al marido, y el creyente, por tanto, a la mujer. Y esto es lo que lleva al ap�stol a dar un paso m�s y atribuir la muerte a la propia esposa. Pues habiendo muerto Cristo, el alma creyente no puede desposarlo sino como muerto.

Versículos 1-6

Decimoquinto Pasaje (7:1-6). El Creyente es liberado de la Ley al mismo tiempo que es liberado del Pecado.

DE ACUERDO con la proposici�n declarada en Romanos 6:14 : �El pecado no se ense�orear� m�s de vosotros, porque est�is bajo la gracia�, el ap�stol acababa de exponer la emancipaci�n del pecado por la sujeci�n a la gracia. Pero �l hab�a dicho: �Porque no est�is bajo la ley , sino bajo la gracia�. Y las palabras subrayadas requer�an una explicaci�n especial.

Es esta demostraci�n la que proporciona el siguiente pasaje. En su opini�n, las dos emancipaciones, la del pecado y la de la ley, son dos hechos estrechamente relacionados, de modo que uno es el complemento del otro. Tambi�n entre las descripciones de las dos liberaciones hay que se�alar un paralelismo de figuras que se extiende hasta los m�s m�nimos detalles de las dos descripciones. Es f�cil ver c�mo Romanos 7:1-4 corresponde exactamente a Romanos 6:16-19 , y Romanos 7:5-6 , a Romanos 6:21-23 .

S�lo la figura general en los dos casos se toma prestada de diferentes dominios de la vida social. Siendo la ley un maestro m�s noble que el pecado, el ap�stol al hablar de ella sustituye la relaci�n degradante de la servidumbre por la m�s exaltada del matrimonio; y por eso tambi�n en Romanos 7:5-6 por la figura de los frutos (del trabajo) pone la de los hijos (la cuesti�n del matrimonio).

Para probar la emancipaci�n del creyente de la esclavitud legal, Pablo apoya su argumento con un art�culo de la ley misma, que aplica espiritualmente, Romanos 7:1-4 ; luego muestra que el creyente hace uso de este derecho, no para entregarse m�s libremente al pecado, sino para servir a Dios mejor de lo que lo habr�a hecho bajo la ley ( Romanos 7:5-6 ). Su emancipaci�n en relaci�n con la ley es, por tanto, leg�tima m�s que eso, es moralmente beneficiosa y necesaria.

Los primeros tres vers�culos aducen el ejemplo citado de la ley, y el cuarto lo aplica.

Versículo 3

As� que, si en vida del marido se casare con otro hombre, ser� llamada ad�ltera; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley, para que no sea ad�ltera, aunque est� casada con otro hombre.

Este vers�culo no es una repetici�n innecesaria de Romanos 7:2 . Sirve para sacar de la prescripci�n legal explicada en Romanos 7:2 la conclusi�n que tiene el ap�stol para demostrar la legitimidad de una segunda uni�n en el caso supuesto. Lo que ser�a un delito en vida del marido, se legitima cuando �ste muere.

El t�rmino ??????????? significa estrictamente hacer negocios , y por tanto: llevar el nombre de la profesi�n a la que se dedica. A d�a de hoy gran parte de nuestros apellidos son nombres de alg�n oficio. compensaci�n tambi�n Hechos 11:26 .

La expresi�n: libres de la ley , se define por el contexto: se refiere especialmente a la ley sobre la regla del matrimonio. Pero la expresi�n se mantiene deliberadamente en toda su generalidad para preparar la aplicaci�n absoluta de la misma a los creyentes, que el ap�stol est� a punto de hacer.

Para que no sea ad�ltera (si se vuelve a casar): la ley realmente ten�a la intenci�n de reservarle tal libertad.

Agust�n, Beza y Olshausen han intentado otra explicaci�n, seg�n la cual Romanos 7:2-3 no es el desarrollo, sino la aplicaci�n aleg�rica de la m�xima de Romanos 7:1 . En su forma m�s clara es as�, seg�n me parece: La mujer ligada por la ley al marido vivo es el alma humana sujeta por la ley al dominio del pecado (el primer marido).

Este �ltimo, pecado, muriendo (por la fe en Cristo crucificado), el alma queda libre de su poder, y goza de la libertad de entrar en uni�n con Cristo resucitado (el nuevo esposo). Pero esta explicaci�n nos llevar�a de vuelta a la idea del pasaje anterior (emancipaci�n del pecado ), mientras que Romanos 7:6 muestra claramente que Pablo quiere hablar aqu� de emancipaci�n de la ley.

Entonces la relaci�n entre Romanos 7:1-2 requerir�a ser expresada, no por para , sino por tal (????), o tal que (????). Finalmente, el ????, de modo que , de Romanos 7:4 muestra que no es hasta entonces que comienza la aplicaci�n moral.

Versículo 4

As� que, hermanos m�os, tambi�n vosotros sois muertos a la ley por el cuerpo de Cristo; para que se�is de otro, s�, de Aquel que resucit� de los muertos, para que llevemos fruto a Dios.

Llegando a la aplicaci�n, el ap�stol se acerca de nuevo a sus lectores, y m�s de cerca, dirigi�ndose a ellos como: mis hermanos. Es como si les dijera familiarmente: �Veamos! Ahora bien, �no est� claro para todos ustedes?

La conjunci�n ????, de modo que , no puede tomarse, como algunos han tratado de hacer, en el sentido de igualmente , o as� entonces. El sentido natural: de modo que , es perfectamente adecuado, con tal de que la fuerza de esta conjunci�n se haga recaer no exclusivamente sobre el siguiente verbo: Vosotros est�is muertos para la ley , sino sobre el verbo con toda su conexi�n: Vosotros est�is muertos para la ley. ley; que deb�is pertenecer a otro.

No es la muerte de los creyentes en Cristo crucificado cuya legitimidad quiso mostrar el ap�stol con el ejemplo anterior tomado de la ley, sino la uni�n nueva de la que esta muerte es condici�n.

La misma necesidad de acercamiento a sus lectores que sugiere la forma de dirigirse: hermanos m�os , le lleva tambi�n a utilizar la segunda persona, m�s acorde con la aplicaci�n directa a la que ahora se dirige.

Vosotros tambi�n: como esta esposa que est� muerta (como esposa) por la muerte de su marido, y que por lo tanto tiene derecho a casarse de nuevo. ????????????, est�is muertos , o m�s literalmente: hab�is sido condenados a muerte en relaci�n con la ley. El primer aoristo pasivo expresa aqu�, como de costumbre, el m�s alto grado de pasividad. Jes�s atrae a los creyentes, por as� decirlo, violentamente a la comuni�n con �l en Sus sufrimientos.

Esta participaci�n en Su muerte violenta no es exactamente la misma en este pasaje que la que se menciona en Romanos 7:6 del cap�tulo anterior. Este �ltimo se refer�a a la muerte del creyente al pecado , mientras que Pablo dice aqu�: �Vosotros est�is muertos a la ley. Cristo en la cruz muri� a la ley, por cuanto este castigo lo liber� de la jurisdicci�n de la ley, bajo la cual hab�a pasado su vida, y de la nacionalidad jud�a que hab�a determinado la forma de su existencia terrenal ( G�latas 4:4 ).

El creyente que se apropia de esta muerte se apropia tambi�n de la libertad gloriosa que en el caso de Cristo fue su consecuencia. Librado en �l de la ley de las ordenanzas ( Efesios 2:15 ), entra con �l en la vida superior de comuni�n con Dios. Cuando Pablo dice: por el cuerpo de Cristo , nos recuerda que fue este cuerpo el que form� el v�nculo entre Cristo y la naci�n teocr�tica ( Romanos 1:3 ); y que este lazo una vez roto en su caso por la muerte, se rompe tambi�n en el de los creyentes, que de �l sacan la vida. No hay referencia en este contexto al don de Su cuerpo como el precio de nuestra redenci�n (Gess).

La aplicaci�n de la idea de muerte a los creyentes, en las palabras: Vosotros est�is muertos a la ley , concuerda con la observaci�n que hemos hecho sobre la expresi�n ??????????, ella (la esposa) est� anulada, ha dejado de ser (como esposa) , al final de Romanos 7:2 . Siendo el nuevo marido un Cristo muerto y resucitado, la mujer debe ser necesariamente representada como muerta (por la muerte del primer marido, la ley), para estar en condiciones de unirse a Cristo como resucitado.

Es un matrimonio, por as� decirlo, m�s all� de la tumba. Y por eso es que el ap�stol no se contenta con decir: �Hab�is sido condenados a muerte en relaci�n con la ley; para que se�is de otro �, pero a�ade inmediatamente: � a Aquel que ha resucitado de entre los muertos.

Ahora podemos comprender perfectamente c�mo Pablo, con esta aplicaci�n en mente desde el principio, ampli� la noci�n de muerte , que, en rigor, se aplicaba s�lo al marido, a la mujer, por el t�rmino ??????????, ella queda abolida, ha dejado de ser ser , Romanos 7:2 .

Es f�cil ver que esta figura de un matrimonio entre el alma muerta en Cristo crucificado y Cristo resucitado expresa exactamente la misma idea que ya hemos encontrado en Romanos 6:5 , y como fue desarrollada en todo el pasaje Romanos 6:6-10 ; s�lo se retoma aqu� esta idea para deducir de ella la emancipaci�n del creyente respecto de la ley.

Por lo tanto, podemos resumir as� el contenido de estos cuatro vers�culos: As� como por Su muerte Cristo entr� en una existencia liberada de todo estatuto legal y determinada �nicamente por la vida de Dios, as� nosotros, cuando hemos muerto al pecado, entramos con �l. a esta misma vida en la que, como una viuda que se ha vuelto a casar, no tenemos otro maestro que este nuevo Esposo y su Esp�ritu.

El objeto de esta nueva uni�n, dice Pablo, concluyendo este desarrollo, Romanos 7:4 , es que llevemos fruto para Dios. Con esta expresi�n contin�a y completa inequ�vocamente la figura que comenz�, a saber, la del matrimonio. El nuevo fruto que ha de brotar de esta uni�n entre el Resucitado y su Iglesia es una actividad rica en obras santas realizadas al servicio de Dios (???????????? ?? ???, dar fruto para Dios ).

Rechazar esta visi�n de la figura es mostrar una mojigater�a que no est� en armon�a con el esp�ritu de la antig�edad, ni con el del evangelio mismo. Es, en fin, ponerse en contradicci�n con los dos vers�culos siguientes, que no pueden dejar dudas sobre el verdadero sentido del ap�stol.

�De qu� depende eso ? Hofmann y Schott sostienen que debe relacionarse �nicamente con las �ltimas palabras: al que ha resucitado de entre los muertos, que ...; Cristo resucit� a una vida celestial para comunic�rnosla y hacernos activos en el servicio de Dios. Pero el fin de la resurrecci�n no puede restringirse as�, y lo que sigue prueba que eso depende, como es natural, de la idea principal: que os cas�is con otro.

No es la resurrecci�n, es la uni�n del creyente con el Resucitado, que tiene por fin dar a luz una vida de buenas obras. Esto se desprende de los siguientes vers�culos, en los que el ap�stol contrasta la uni�n con la ley, que produce frutos de pecado, con la uni�n con Cristo, que resulta en los mejores frutos. Lo que ha llevado a Hofmann a esta falsa explicaci�n es el deseo de dar cuenta del paso de la segunda persona del plural: hab�is sido condenados a muerte.

..os casasteis ..., con el primero: deber�amos dar fruto:�l ha resucitado por nosotros, creyentes , para que demos a luz�...Algunos comentaristas, de hecho (Meyer, hasta cierto punto), supongamos que el verbo en segunda persona y el pronombre ???? ( t� ) fueron escritos desde el punto de vista de los judeocristianos; porque, se dice, s�lo las personas anteriormente sujetas a la ley podr�an morir en relaci�n con ella.

El �ltimo verbo en primera persona est�, por el contrario, se dice, escrito desde el punto de vista de todos los cristianos. Pero el autor de estas l�neas, siendo �l mismo de origen jud�o, requerir�a decir, y especialmente al hablar de los judeocristianos, nosotros , en lugar de vosotros. compensaci�n G�latas 3:13 , donde, hablando en nombre de los creyentes de origen jud�o, dice nosotros , para contrastarlos despu�s, en Romanos 7:14 , los gentiles , y al final juntar a ambos en un nosotros final.

La verdadera explicaci�n del contraste entre vosotros y nosotros en nuestro pasaje es m�s sencilla. Al comienzo de este pasaje, Pablo, para acercarse a sus lectores, hab�a pasado del tono did�ctico al discurso directo: �hermanos! Era una manera de decirles: �Comprended bien, hermanos; es vuestra propia historia la que estaba contenida de antemano en esta prescripci�n legal.� Un ap�strofe nuevo y a�n m�s urgente hab�a seguido en Romanos 7:4 ( hermanos m�os ), en el punto donde Pablo pasaba de la explicaci�n a la aplicaci�n.

Y ahora la aplicaci�n hecha por el: Vosotros hab�is muerto, para que pertenec�is , el tono did�ctico del tratado recomenz� con el: para que demos fruto , lo cual es verdad no s�lo de los lectores romanos, sino de toda la Iglesia. ; y la primera persona contin�a ( Romanos 7:5-6 ); borrador Romanos 8:12-13 (el cambio inverso).

En Romanos 7:6 tambi�n afirma, al igual que en Romanos 7:4 , cosas que a primera vista s�lo pueden convenir a los creyentes de origen jud�o: � aquella (la ley) bajo cuyo poder est�bamos sujetos. Esto se debe a que el ap�stol no olvida que el experimento de los efectos de la ley hecho por los jud�os es en beneficio de toda la humanidad.

Porque si la ley hubiera continuado para los jud�os, su mantenimiento debe haber resultado en la extensi�n del reino de la ley al resto del mundo; y as� en verdad lo entendieron los adversarios de Pablo ( los falsos hermanos judaizantes ), de modo que es dirigi�ndose a todos los creyentes que puede decir: �Hab�is muerto a la ley por el cuerpo de Cristo, para que os desposarais con el Resucitado.� Calvino tambi�n dice, hablando de cada cristiano: �De mano en mano, pasando del poder de la ley , fuimos entregados a Cristo�. Aparte de Cristo, los gentiles no tendr�an otro futuro religioso que la sujeci�n a la ley jud�a.

El ap�stol acababa de probar por la ley misma que los creyentes, a consecuencia de la muerte que han sufrido, pueden, sin infidelidad , romper el yugo de la ley y contraer una nueva uni�n con Cristo. Se�ala ahora la grave raz�n que tienen para hacer uso de este derecho y preferir esta nueva uni�n a la anterior. Los frutos que saldr�n de �l ser�n tan excelentes como los que procedieron del primero fueron detestables.

Esta expresi�n: frutos , recuerda la conclusi�n del pasaje precedente, Romanos 6:20-23 , donde se describe el resultado moral de las dos servidumbres . Aqu� el tema son dos matrimonios. El contenido de los dos Romanos 7:5-6 fue anunciado en las �ltimas palabras de Romanos 7:4 . Y primero, Romanos 7:5 : el primer matrimonio y sus frutos.

Versículo 5

Porque cuando est�bamos en la carne, las pasiones de los pecados, excitadas por la ley, obraban en nuestros miembros para dar fruto de muerte;

El for evidentemente no se refiere solo a Romanos 7:5 , sino a Romanos 7:5-6 juntos.

La expresi�n: estar en la carne , est� muy lejos de ser sin�nimo de vivir en el cuerpo; borrador G�latas 2:20 . El t�rmino carne , que denota literalmente las partes blandas del cuerpo, que son el asiento habitual de las sensaciones agradables o dolorosas, se aplica en el lenguaje b�blico a todo el hombre natural, en la medida en que todav�a est� bajo el dominio del amor al placer. y el miedo al dolor, es decir, a la tendencia a la autosatisfacci�n.

La complacencia natural del ego consigo mismo tal es la idea de la palabra carne en el sentido moral en el que se usa tan a menudo en las Escrituras. Ahora bien, �qu� papel juega la ley en el desarrollo moral del hombre en este estado? Los afectos de los pecados , ???????? ????????, son, dice Pablo, excitados por ella. El t�rmino griego, que puede traducirse por afecto o pasi�n , denota un estado esencialmente pasivo.

Y, en verdad, las afecciones de los sentidos, que corresponden a ciertos objetos externos adecuados para satisfacerlas, tienen menos la naturaleza de las determinaciones espont�neas de la voluntad que el efecto de las impresiones recibidas. En cuanto al complemento: de los pecados , puede tomarse como genitivo de causa (producido por los pecados), o de cualidad (que tienen el car�cter de pecados). Pero en ambos sentidos el singular: del pecado , hubiera sido m�s natural.

Este complemento tambi�n podr�a explicarse como el genitivo de aposici�n: los afectos en los que consisten las variadas formas internas del pecado , tales como emociones intemperantes o impuras, interesadas u orgullosas, ego�stas o violentas. Pero, �no es m�s natural ver en este complemento: de los pecados , el genitivo de efecto? los afectos que no dejan de producir toda clase de pecados, en cuanto, estando fuertemente excitados, buscan su satisfacci�n.

El r�gimen: por la ley que les ha sido proclamada, un Esp�ritu y un evangelio diferentes de los que ya han recibido. Tales expresiones nos impiden suponer que la doctrina de aquellos emisarios no fuera muy diferente de la suya y de la de los Doce, especialmente desde el punto de vista cristol�gico ( otro Jes�s ). Ciertamente hay aqu� algo m�s que la simple ense�anza legal previamente importada a Galacia.

Se busc� seducir a los corintios con especulaciones poco s�lidas, y la ense�anza de Pablo fue menospreciada como pobre y elemental. De ah� su justificaci�n de s� mismo, incluso en la Primera Ep�stola, por haberles dado s�lo �leche y no carne� ( 1 Corintios 3:1-2 ). De ah� tambi�n su viva pol�mica contra la mezcla de la sabidur�a humana con el evangelio ( 1 Corintios 3:17-20 ).

Todo esto aplicado a la predicaci�n de la ll, trabajada interiormente , denota esa especie de fermentaci�n interior que se produce cuando las pasiones, excitadas por la resistencia del mandamiento, buscan dominar el cuerpo para su gratificaci�n. El verbo ???????????, actuar, operar , siempre es tomado por Pablo en el sentido medio, que le damos aqu�, nunca en el sentido pasivo.

ser puesto en acci�n; borrador 1 Tesalonicenses 2:13 ; 2 Tesalonicenses 2:7 ; G�latas 5:6 ; 2 Corintios 1:6 ; 2 Corintios 4:12 , etc.

etc. La palabra: los miembros , corresponde a la expresi�n: de los pecados. Cada mala pulsi�n tiene, por as� decirlo, un agente que le corresponde en uno de los miembros del cuerpo. El resultado de esta obra impura, causada por el choque de la santa ley contra el coraz�n carnal del hombre natural, es una abundancia de malos frutos que producen la muerte en el hombre; borrador Santiago 1:14-15 .

El ???, to, con el fin de , contiene, como siempre, la noci�n de fin , y no s�lo de efecto. En los afectos de la carne, se dice, Romanos 8:6 , hay una aspiraci�n secreta despu�s de la muerte. El hombre que act�a sin Dios tiende a separarse cada vez m�s profundamente de Dios.

Versículo 6

Pero ahora estamos libres de la ley, estando muertos para aquel bajo el cual est�bamos sujetos; para que sirvamos en novedad de esp�ritu, y no en vejez de letra.

El contraste entre este pero ahora y el cuando �ramos de Romanos 7:5 , corresponde exactamente, tanto en forma como en sustancia, con el contraste entre el cuando erais y el pero ahora , Romanos 6:20 ; Romanos 6:22 ; s�lo con una aplicaci�n a otro dominio (el de la ley).

En el ????????????, literalmente, fuimos anulados , encontramos nuevamente la forma ya explicada en Romanos 7:2 , donde se dice de la mujer privada de su condici�n de esposa casada por la muerte de su marido: ??????????, ella es abolida , ella ha dejado de ser (como esposa).

Aqu�, como en el caso anterior, este verbo, construido con la preposici�n ???, de , contiene la idea de la m�s completa liberaci�n. Hemos visto en Romanos 7:4 que esta liberaci�n result� de la muerte sufrida en Cristo ( vosotros fuisteis muertos ). Es esta �ltima idea la que recuerda el ser muerto , ???????????.

La lectura de la TR: ???????????, aquella bajo la cual se nos ten�a (la ley) muerta , surge, seg�n Tischendorf, de un error de Beza, que sigui� a Erasmo en una falsa interpretaci�n que da de un pasaje de Cris�stomo. De hecho, como hemos visto, la idea de la abolici�n de la ley es ajena a este pasaje. En cuanto a la lectura ??? ??????? de los greco-latinos: �Somos librados de la ley de muerte bajo la cual est�bamos sujetos�, probablemente ha sido ocasionada por la expresi�n: dar fruto para muerte , Romanos 7:5 ; pero esta calificaci�n de la ley es igualmente ajena al pasaje que tenemos ante nosotros.

�Podr�a el maestro, bajo el cual est�bamos retenidos, posiblemente ser, como dir�a Hofmann, la carne , tomando el ?? ? como pronombre neutro ? Pero todo el contexto, as� como el pasaje paralelo, Romanos 7:4 , muestra claramente que el tema en cuesti�n es la ley. El antecedente de ?? ? es el pronombre demostrativo ????? ( �l , es decir, el maestro ) entendido.

Las �ltimas palabras: bajo quienes est�bamos ..., parecen superfluas a primera vista; pero tienen la intenci�n de recordarnos el ejemplo tomado de la ley, que fue el punto de partida de esta demostraci�n ( Romanos 7:1-3 ).

Pero esta liberaci�n no tiende a licenciarse. Por el contrario, es dar lugar a un ?????????, una nueva servidumbre de la naturaleza m�s noble y gloriosa, que es la �nica que merece el nombre de libertad. Este t�rmino ?????????, servir , se elige como el �nico aplicable a los dos estados que se van a caracterizar.

En novedad de esp�ritu , dice el ap�stol; designa as� el nuevo estado en que el Esp�ritu Santo introduce al creyente, cuando establece una plena armon�a entre la inclinaci�n del coraz�n y la obligaci�n moral; cuando hacer el bien y renunciar a s� mismo por Dios se ha convertido en un gozo. Con este estado, del que nos da un vistazo, y que reserva para la descripci�n (cap. 8), el ap�stol al concluir contrasta el estado anterior.

Esto lo pone en segundo lugar, porque es el estado que se propone describir inmediatamente, Romanos 7:7-25 . Lo llama vejez de la letra: puede haber en esta expresi�n una alusi�n al anciano , ??????? ????????, Romanos 6:6 ; pero de todos modos Pablo desea designar este estado como ya pasado para el creyente; es desde el punto de vista de su nuevo estado que puede caracterizarlo as�.

La letra es la obligaci�n moral escrita en el c�digo, que se impone al hombre como ley ajena y opuesta a sus disposiciones interiores. �No es leg�timo ( Romanos 7:1-4 ) y ventajoso ( Romanos 7:5-6 ) romper con tal estado y entrar en el otro, tan pronto como Dios mismo presenta esta posibilidad?

El ap�stol ha mostrado en la primera secci�n que el evangelio tiene el poder de santificar, y as� poner fin de una vez al reino del pecado y la ley, que son uno y el mismo estado. Procede a explicar que la ley no tiene por qu� ser objeto de arrepentimiento, ya que es impotente para santificar. No tiene, pues, protesta fundada que oponer contra la sentencia que le corresponde. Tal es el tema de la siguiente secci�n.

Versículo 7

�Qu� diremos entonces? �Es la ley pecado? �Que no sea! No, no aprend� a conocer el pecado, sino por la ley; porque no hubiera conocido la lujuria, si la ley no hubiera dicho: No codiciar�s.

Algunos comentaristas piensan que en la segunda pregunta la palabra pecado debe tomarse en el sentido de causa del pecado. Pero Pablo habr�a encontrado f�cilmente una manera de expresar este pensamiento con mayor precisi�n. El significado simple de los t�rminos que usa es este: �Es la ley algo malo en s� mismo, contrario a la esencia y voluntad de Dios, y por lo tanto maligno? Y este significado se adapta al contexto a�n mejor que el anterior, lo que, sin embargo, no implica que debamos parafrasear ???????, pecado , por ?????????, pecador (Mey., Philip.), t�rmino que solo puede aplicarse a una persona agente.

Mientras rechaza con indignaci�n la conclusi�n que se le atribuye, el ap�stol, no obstante, se�ala la medida de verdad que contiene. La ley no produce el pecado, pero es la ley la que lo revela. Podr�a darse a la palabra ????, pero , que sigue al: �Que no sea! el significado de un fuerte contraste: No, sino al contrario. Develar el pecado es en realidad, en algunos aspectos, lo contrario de producirlo.

Pero el ap�stol ya tiene en vista lo que procede a exponer en Romanos 7:8 , el hecho del crecimiento del pecado como efecto de su detecci�n por medio de la ley. Y por eso pensamos que es mejor dar a la palabra ????, pero , un sentido restrictivo , en relaci�n a la negaci�n fuerte que precede. �Claro que s�! Pero al menos esto no se puede negar.

Es innecesario dar a ??? ?????, literalmente: no aprend� a saber , el significado del condicional (entendiendo ??): no deber�a haberlo sabido. El indicativo es perfectamente adecuado. Es un hecho: �No aprend� a juzgar el pecado sino a la luz de la ley�.

La noci�n de conocimiento , contenida en ?????, se ha explicado aqu� de muchas maneras. Fritzsche lo aplica a la existencia del pecado, como cuando se dice: no conoc� el dolor; porque a�n no hab�a sufrido. Pero este significado arrojar�a la responsabilidad del pecado sobre la ley, precisamente lo que Pablo desea evitar. Meyer piensa que la ley dio a conocer el pecado invocando su violencia y haci�ndolo as� m�s f�cilmente perceptible.

Pero en este sentido la idea de Romanos 7:7 no diferir�a de la de Romanos 7:8 ; ahora esto est� excluido por el ??, progresivo o adversativo, al comienzo del verso (ver el estrecho al que se reduce Meyer para explicar esta transici�n).

Tholuck y Philippi le dan un sentido completamente diferente a la palabra saber. El punto en cuesti�n no es la prueba del hecho del pecado, sino la comprensi�n de su culpabilidad: �Fue por la ley que conoc� el pecado como un acto contrario a la voluntad de Dios�. Pero �por qu� forzar de este modo la aplicaci�n de la palabra conocer , cuando su simple significado es perfectamente suficiente: �No percib� en m� la presencia del mal instinto del pecado, sino por medio de la ley�; borrador

el ?????, Lucas 8:46 : me di cuenta de, me hice consciente. Esta oraci�n es absolutamente paralela, diga lo que diga Meyer, a la de Romanos 3:20 : �Por la ley es el conocimiento del pecado�.

�Y c�mo se efectu� este descubrimiento, hecho por medio de la ley? Esto es lo que explica el ap�stol en la proposici�n siguiente: � Porque tampoco hubiera conocido la lujuria si �... Explica con un hecho concreto lo que acaba de afirmar m�s abstractamente en la proposici�n precedente. Si descubri� el pecado por la ley, fue porque uno de los mandamientos le hizo palpable la presencia de la lujuria, de cuya anormal existencia en su hombre interior habr�a permanecido ignorante para siempre.

Este ?? ???, por tambi�n, y de hecho , denota dos cosas: 1�, un segundo hecho del mismo g�nero que el anterior (??, tambi�n ); y 2d, sirviendo el segundo hecho como prueba o explicaci�n al primero (???, por ). Pablo podr�a haber permanecido ignorante para siempre del estado de pecado en el que estaba hundido su coraz�n, si la lujuria no se lo hubiera hecho palpable. Y la presencia de la lujuria se le habr�a escapado para siempre, si el d�cimo mandamiento no se lo hubiera hecho saber.

?????????, lujuria , denota ese movimiento involuntario del alma (?????) hacia (???) el objeto externo que se presenta como correspondiente a su deseo. Este movimiento del alma hacia los objetos que pueden satisfacerla es tan natural al coraz�n humano, que se perder�a absolutamente en la corriente general de la vida, y no caer�a especialmente bajo el ojo de la conciencia, a menos que la ley dijera: T� no codiciar�s. Esta prohibici�n es necesaria para que el hombre fije su atenci�n en este movimiento espont�neo del alma y descubra en este hecho el s�ntoma de una rebeli�n interior contra la voluntad divina.

El pluscuamperfecto ????? tiene, estrictamente hablando, el significado de un imperfecto: hab�a aprendido a saber, y por lo tanto: sab�a. Pero como consecuencia del si (si no = excepto) que sigue, este verbo s�lo puede ser tomado l�gicamente en el sentido de un condicional (entendiendo, como se hace frecuentemente, el ?? que indica este modo): yo deber�a saber (presente) , o: Deber�a haberlo sabido (pasado).

Por lo tanto, puede traducirse de dos maneras: �No deber�a conocer la lujuria (presente), excepto que la ley me dijera (??????, imperfecto)�. O: �No deber�a haber conocido (no deber�a haber sido consciente de) la lujuria, a menos que la ley lo hubiera dicho� (extendiendo los puntos suspensivos de la ?? al segundo verbo). En el segundo caso, Pablo retrocede en su pensamiento al tiempo anterior denotado por ?????: �No sab�a sino por.

..; y de hecho no deber�a haberme dado cuenta de... excepto�... Lo que me parece decidir a favor de este �ltimo sentido, que sit�a la acci�n en el pasado, es la relaci�n indicada entre las dos proposiciones, y expresado por el ?? ???, para tambi�n , o y de hecho. A los t�rminos abstractos: pecado y ley (en la primera proposici�n), se sustituyen en la segunda los dos t�rminos concretos: lujuria y mandamiento.

El pecado aparece en la lujuria, como ley en el mandamiento. Esto es lo que significa en realidad el ?? ???, el ?? que denota el paso de lo general a lo particular, y el ??? que caracteriza el hecho particular como prueba o explicaci�n en relaci�n con lo general: �No aprend� a conocer el pecado excepto por la ley; porque de hecho no deber�a haber sido consciente de la lujuria (en la que se revela el pecado), si no hubiera habido un mandamiento positivo que me dijera: No codiciar�s.

Con este sentido tambi�n concuerda la diferencia entre los dos verbos: ?????, de ??????????, aprender a conocer , y ?????, de ?????, percibir (un hecho). Fue a trav�s del d�cimo mandamiento que Pablo descubri� la lujuria, y fue al descubrir este hecho interior de la lujuria que se hizo consciente de su estado de pecado.

En este cuadro de su vida interior Pablo nos da, sin propon�rselo, una idea muy elevada de la pureza de su vida de ni�o y de joven. �l podr�a, cuando confrontado con los nueve mandamientos, haber reclamado al pie de la letra para s� mismo el veredicto, No culpable, como el joven que le dijo a Jes�s: �Todo esto lo he guardado desde mi juventud�. Pero el d�cimo mandamiento cort� toda esta justicia propia, y bajo este rayo de la santidad divina, se vio obligado a dictar sentencia de condenaci�n.

As� se forj� en �l, aunque fariseo sin que �l lo sospechara, una profunda separaci�n del farise�smo ordinario, y una preparaci�n moral que hab�a de conducirle a los brazos de Cristo y de su justicia. A este descubrimiento tan l�gubre se a�adi� (??, Romanos 7:8 ) poco a poco una segunda experiencia a�n m�s dolorosa.

Versículos 7-13

Toda esta exposici�n es introducida por la objeci�n que consiste en identificar la ley con el pecado. Pero no se debe pensar que el prop�sito del ap�stol es realmente exonerar a la ley de tal sospecha. �Qui�n, en el c�rculo en el que ense�aba, podr�a haber pronunciado tal blasfemia contra una instituci�n reconocida como divina? Lo que el ap�stol quiere justificar no es la ley; es su propia ense�anza, de la que parece seguirse que las dos cosas, la ley y el pecado, est�n inseparablemente unidas, o incluso id�nticas.

�No acababa de probar que ser liberado del pecado es tambi�n serlo de la ley? �No parece seguirse que la ley y el pecado son una y la misma cosa? Es esta consecuencia imp�a de la que procede a aclarar su evangelio. Muestra que si la ley juega un papel tan activo en la historia del pecado, no es de ninguna manera por su propia naturaleza, que ser�a mala, sino por la naturaleza excesivamente pecaminosa del pecado.

Versículos 7-25

Segunda Secci�n (7:7-25). Impotencia de la ley para santificar al hombre.

Decimosexto Pasaje (Vers. 7-25.)

Las ideas esenciales de este pasaje son las siguientes: Despu�s de haber envuelto al hombre en la muerte ( Romanos 7:7-13 ), la ley lo deja luchar en este estado que se adhiere a su naturaleza, y del cual no tiene poder para sacarlo. ( Romanos 7:14-23 ). No puede llevarlo m�s lejos que suspirar por liberaci�n ( Romanos 7:24-25 ).

Pero al desarrollar este tema de la impotencia de la ley, �no est� el ap�stol retrocediendo? �No se trat� ya este tema en el cap. 3? As� parece, y esta es una de las razones por las que Reuss piensa que nuestra Ep�stola es deficiente en orden sistem�tico. Pero lo que Pablo prob� en el cap. 3 fue la insuficiencia de la ley para justificar; la demostraci�n que ha de darse en la parte relativa a la justificaci�n por la fe.

Lo que prueba aqu� es su impotencia para santificar , que es completamente diferente, al menos a los ojos del ap�stol, y de todos aquellos que no confunden justificaci�n y santificaci�n.

Es perfectamente comprensible c�mo, despu�s de exhibir el poder santificador del evangelio ( Romanos 6:1 a Romanos 7:6 ), el ap�stol debe mirar hacia atr�s para considerar la obra de la ley, y describirla desde este punto de vista. Esta mirada retrospectiva al papel jugado por una instituci�n que �l considera divina, y que hab�a regido una parte tan importante de su vida, no supone en modo alguno, como se ha pensado, lectores judaizantes, o incluso tales como lo fueron de jud�os-. origen cristiano.

La cuesti�n de la influencia de la ley era de inter�s general; porque la nueva revelaci�n evang�lica aparec�a por todas partes como competidora de la antigua revelaci�n de la ley, y preocupaba a todos por conocer su respectivo valor en la obra de santificaci�n del hombre; algunos, por un lado, queriendo saber si deb�an permanecer bajo la ley; otros, si se pusieran bajo su disciplina.

La siguiente secci�n consta de un solo pasaje, dividido en dos partes. En el primero ( Romanos 7:7-13 ), el ap�stol prueba por experiencia que la ley s�lo puede matar moralmente al hombre, es decir, separarlo de Dios; en el segundo, a partir de Romanos 7:14 , muestra su impotencia para sacarlo del triste estado en que se encuentra sumido.

El pasaje tiene esta peculiaridad, que las tesis demostradas no est�n expuestas en forma general, sino en forma puramente personal; Romanos 7:7 : � Yo no sab�a�...; Romanos 7:8 : �El pecado obr� en m� �...; Romanos 7:9 : � Yo estaba vivo.

.. mor� �...; Romanos 7:11 : �El pecado me enga��; Romanos 7:14 : � Yo soy carnal;� Romanos 7:15 : �Lo que quiero , eso no lo hago;� Romanos 7:22 : � Me deleito en la ley de Dios;� Romanos 7:24 : ��Qui�n me librar� ? Romanos 7:25 : � Doy gracias a Dios.

Este estilo contin�a hasta el comienzo del siguiente cap�tulo, Romanos 8:2 : �La ley del esp�ritu de vida me ha hecho libre �. La pregunta es, �qui�n es el personaje denotado a lo largo de toda esta pieza por el ???, yo? Los comentaristas se han entregado a las m�s variadas suposiciones sobre este punto.

1. Algunos comentaristas griegos (Theoph., Theod. of Mops.) han pensado que Pablo estaba hablando aqu� de s� mismo como representante de toda la raza de la humanidad desde el comienzo de su existencia, y estaba relatando as� las grandes experiencias morales de la raza humana . hasta el momento de su redenci�n.

2. Otros (Chrys., Grot., Turret., Wetst., Fritzs.) aplican esta descripci�n a la naci�n jud�a. Apostolus hic sub prim� person� describe el g�nero hebraeum , dice Grotius. Las experiencias aqu� descritas (ver m�s abajo) se refieren a las diferentes fases de su historia.

3. Un gran n�mero de comentaristas (la mayor�a de los Padres, Er., la escuela pietista, los cr�ticos racionalistas, Beng., Thol., Neand., Olsh., Baur, Mey., Th. Schott, Holst., Bonnet, etc.), consultando m�s estrictamente el contexto, pensad que el ap�stol, en virtud de su historia pasada, se presenta aqu� como la personificaci�n del jud�o legal , el hombre que, no estando endurecido en la justicia propia, ni entregado a la un esp�ritu profano y carnal, busca sinceramente cumplir la ley sin lograr nunca satisfacer su conciencia.

4. Despu�s de su disputa con Pelagio, Agust�n, que antes se hab�a adherido a la opini�n anterior, dio curso a otra explicaci�n. Expuso el pasaje, especialmente de Romanos 7:14 , refiri�ndose al cristiano convertido; porque s�lo �l puede estar tan profundamente en simpat�a con la ley divina como Pablo se describe a s� mismo en el pasaje, y por otro lado cada creyente en el curso de su vida tiene esas profundas experiencias de su miseria que son aqu� descritas por el ap�stol. Esta opini�n fue seguida por Jerome, luego adoptada por los reformadores y defendida en nuestro tiempo por Philippi, Delitzsch, Hodge, etc.

5. Solo dos comentaristas, hasta donde sabemos, restringen la aplicaci�n del pasaje a la propia persona del ap�stol. Hofmann, quien, si entendemos bien, se refiere a Pablo como cristiano, pero tal como se encuentra cuando se abstrae por un momento de su fe, y Pearsall Smith, quien piensa que Pablo est� relatando aqu� una experiencia dolorosa de su vida cristiana. la vida, a consecuencia de una reca�da bajo el yugo de la ley; despu�s de lo cual cap. 8, piensa, anuncia su regreso a la plena luz de la gracia.

No nos pronunciaremos sobre lo que creemos que es el verdadero sentido del ap�stol hasta que hayamos estudiado este controvertido pasaje en todos sus detalles. La primera parte se extiende hasta el final de Romanos 7:13 . Explica los efectos del primer contacto vivo entre la ley divina y el coraz�n carnal del hombre. El pecado es develado, Romanos 7:7 , y como consecuencia de este descubrimiento se fortalece y crece ( Romanos 7:8-9 ), de modo que el hombre, en lugar de encontrar la vida en su relaci�n con la ley, encuentra la muerte ( Romanos 7:10-11 ). Pero este resultado tr�gico debe atribuirse no a la ley misma, sino al pecado, que usa la ley para este fin.

Versículo 8

Entonces el pecado, tomando ocasi�n, obr� en m� por el mandamiento toda clase de concupiscencia; porque sin la ley el pecado est� muerto.

Despu�s de revelarle la presencia del pecado, la ley misma intensific� en �l la fuerza de este principio maligno. Esta idea de progreso est� indicada por el ??, ahora, entonces , que hace que el hecho descrito en Romanos 7:8 sea una continuaci�n de lo que se nos recuerda en Romanos 7:7 .

La palabra ??????, que traducimos por ocasi�n , significa estrictamente el punto de apoyo de donde procede el resorte o vuelo (???, ?????). Algunos cr�ticos hacen que las palabras ??? ??? ???????, por el mandamiento , dependan del participio ???????, habiendo tomado. En este caso no deber�amos tener que traducir: �Tomando ocasi�n del mandamiento�, lo que requerir�a una de las preposiciones ??? o ?? habituales en tal caso.

El significado ser�a: �Aprovechando la ocasi�n por medio del mandamiento�. Pero es m�s natural hacer que esta cl�usula dependa del verbo principal forjado. Porque, en el otro sentido, no habr�a raz�n para insertar el sujeto entre esta cl�usula y el participio que depend�a de ella. La construcci�n an�loga de Romanos 7:11 tambi�n nos lleva a hacer que la cl�usula: por el mandamiento , dependa del verbo principal forjado.

�A qu� se refiere el ap�stol con motivo de la ocasi�n? La respuesta habitual es el mandamiento mismo: � In lege est occasio�, dice Calvino. Este significado no es inadmisible. El pecado, encontrando una serie de prohibiciones enumeradas en el mandamiento, se vali� de este medio para encender el deseo por los objetos prohibidos. Pero, �no es m�s probable que Pablo encuentre la ocasi�n de la que se sirve el pecado, en esos mismos objetos prohibidos, cuando aparecen a la vista oa la imaginaci�n? �Pecado encontrando ocasi�n, en vista de uno de esos objetos respecto de los cuales Dios me dice: No codiciar�s, aprovech� la circunstancia para encender en mi coraz�n, por esta misma prohibici�n, las m�ltiples concupiscencias que se relacionan a esos diferentes objetos.

El punto en cuesti�n aqu� es la conocida experiencia ya comentada por los antiguos, de que el hombre siempre se inclina por el fruto prohibido. compensaci�n Proverbios 9:17 . La prohibici�n tiene por efecto fijar fuertemente el objeto en la imaginaci�n y, por lo tanto, prestarle un nuevo encanto. El coraz�n est� como fascinado por �l, y el deseo latente se transforma en intensa aspiraci�n.

As�, cada palabra del mandamiento tiene, por as� decirlo, la propiedad de despertar en el coraz�n una nueva lujuria. Pero hay que tener presente constantemente que esto es as� s�lo porque el pecado, el instinto ego�sta, ya existe en el coraz�n. El mandamiento por s� mismo no produce este resultado; es el pecado el que, por as� decirlo, comercia con el mandamiento para su propio beneficio. En una sana naturaleza, el mandamiento no habr�a obrado as�; sea ??testigo de la primera tentaci�n en la que un agente extranjero requiri� desempe�ar el papel aqu� atribuido al pecado.

Calvino, en su af�n por exculpar completamente al ap�stol de la acusaci�n de atribuir a la ley la agravaci�n del pecado, le da a este vers�culo un significado puramente l�gico. Pablo quiere decir, seg�n �l, que la ley manifest� los diversos deseos ya presentes. Detexit in me omnem concupiscentiam. Evidentemente, esto es distorsionar el significado de las palabras del ap�stol.

�Y en qu� estado, entonces, estaba el pecado antes de que la ley lo hiciera as� abundar en toda clase de concupiscencias particulares? Estaba muerto , dice Pablo. Esta expresi�n, lejos de significar que no existi� , prueba, por el contrario, su presencia, pero, virtualmente, como el germen de una enfermedad todav�a dormida, que la menor circunstancia puede hacer estallar para llevar la enfermedad a su fin. el estado agudo.

Y es este principio maligno, ya existente, el que carga con toda la responsabilidad de los efectos desagradables de la ley. La traducci�n literal ser�a: Sin ley el pecado est� muerto. No es como ley mosaica, sino como ley , es decir, como letra exterior, que el c�digo produce este efecto pernicioso sobre el alma pecadora. Y esto es lo que nos autoriza a aplicar esta descripci�n a la ley de la naturaleza, y lo que explica c�mo el nitimur in vetitum puede ser tambi�n una confesi�n de la conciencia pagana.

Debemos cuidarnos de entender con Beza que el verbo ??, era: �Sin ley el pecado estaba muerto�. La elipsis misma del verbo prueba que tenemos aqu� una proposici�n general.

Los vers�culos que siguen nos inician a�n m�s profundamente en las experiencias morales del ap�stol, cuando estaba bajo la ley.

Versículos 9-11

una. � Y yo viv�a cuando antes estaba sin ley; pero venido el mandamiento, revivi� el pecado, y mor�;

Calvino expresa bien el ritmo de estos versos: �La muerte del pecado es la vida del hombre; y, por el contrario, la vida del pecado es la muerte del hombre.�

El Vaticano. se lee ???? en lugar de ????: ambas formas son cl�sicas. �Qu� es esta vida que disfrut� el ap�stol cuando a�n estaba sin ley? Agust�n, los reformadores y algunos comentaristas modernos (Bengel, Bonnet) piensan que el tiempo en cuesti�n es cuando, hundido en sus delirios farisaicos, lleno de farise�smo, Pablo se cre�a en posesi�n de la vida de Dios, de la verdadera justicia.

Entienden el: yo estaba vivo , en el sentido de: me cre�a vivo. Esta interpretaci�n es en s� misma forzada; pero hay m�s en contra. �Podr�a Pablo realmente decir de s� mismo que, como fariseo, estaba sin ley? Era, por el contrario, el tiempo en que estaba absolutamente bajo la ley , ??? ?????, seg�n 1 Corintios 9:20 , guardado a cargo del maestro de escuela, que hab�a de llevarlo a Cristo, seg�n G�latas 3:24 .

Entonces, si era su vida de fariseo lo que quer�a caracterizar con las palabras: cuando antes estaba sin ley , �cu�l ser�a el tiempo denotado por las siguientes palabras: cuando vino el mandamiento? �Se dir�: el tiempo de su conversi�n, cuando la ley tom� para �l su sentido m�s �ntimo, en Cristo , su pleno alcance espiritual? �Aunque ante sus ojos�, dice Calvino, al hablar de su vida como fariseo, �la ley no afect� seriamente su coraz�n con la convicci�n del juicio de Dios.

� Fue s�lo por el Esp�ritu de Cristo que sus ojos fueron abiertos, y que el mandamiento verdaderamente lo humill� y conden�. Pero, �d�nde, entonces, est� esta idea de la interposici�n de Cristo y de la profunda crisis de la que habla en otra parte como una nueva creaci�n? �Y fue entonces la comprensi�n del mandamiento el �nico o incluso el car�cter principal de esta transformaci�n? Ciertamente, si estas palabras se refieren a su conversi�n, no faltar�a alg�n indicio para designar este tr�nsito a una nueva fe.

Para descubrir un per�odo en la vida de Pablo al que se aplican realmente las palabras: en otro tiempo cuando estaba bajo la ley , debemos remontarnos a los d�as que precedieron al despertar de su conciencia moral bajo la operaci�n de la ley. De este modo, somos llevados al per�odo de su ni�ez, antes de que fuera sujeto a las ordenanzas farisaicas ya la disciplina exacta de la ley. Desde la edad de doce a�os, los j�venes israelitas estaban sujetos a los institutos legales y se convert�an, como se dijo, en hijos de la ley, ben� hattorah.

Esta etapa de su vida exterior fue sin duda para el joven Saulo la se�al de la crisis interior descrita desde Romanos 7:7 en adelante. Desde el momento en que se vio llamado a aplicar seriamente a su conducta las prescripciones de la ley, no tard� en descubrir el pecado en s� mismo; porque en el fondo de su coraz�n hall� la lujuria; y la ley no s�lo le revel� este mal principio, sino que intensific� su poder.

El torrente burbujeaba y herv�a al encontrarse con el obst�culo que se interpon�a en su camino. Hasta entonces Sa�l estaba vivo , moral y religiosamente, lo que no significa simplemente que se creyera vivo; ni denota meramente la vivacidad inocente y pura de la infancia, pero sin remordimiento alguno. La palabra vivir , cuando la usa Pablo, siempre incluye algo m�s profundo. Se refiere aqu� al estado de un joven y piadoso ni�o israelita, educado en el conocimiento y amor de Jehov�, saboreando por la fe en las promesas de su palabra las bendiciones del pacto, despertando y durmiendo en los brazos del Dios de sus padres, y procurando no desagradarle en su conducta.

Hubo aqu� un verdadero comienzo de la vida en Dios , una llama pura, que sin duda fue extinguida despu�s por la justicia propia y por la lucha interior inseparable de ella, pero que finalmente estall� magn�ficamente con el soplo de la fe en Jesucristo.

Las palabras: cuando vino el mandamiento , despu�s de lo que precede, se refieren simplemente a la aparici�n del mandamiento, con su santa majestad, en la conciencia del joven Sa�l. Entonces comenz� en �l el serio intento de ponerlo plenamente en pr�ctica. El t�rmino mandamiento se usa en lugar de ley , porque, como muestra Romanos 7:7 , es especialmente el d�cimo mandamiento el que est� en cuesti�n.

Es por ella sobre todo que se efect�a en �l la obra aqu� descrita. Esta obra fue, como nos dice Pablo, para hacer vivir o revivir el pecado. El t�rmino vivo forma una ant�tesis del otro: el pecado est� muerto ( Romanos 7:8 ). Es una cuesti�n un tanto dif�cil cu�l de sus dos significados se ha de atribuir a la preposici�n ??? en la composici�n del verbo ??????, el de anew ( como nuestro re in revive): vida recuperada; o si, de acuerdo con su significado estricto, arriba , simplemente denota aqu� la transici�n del estado pasivo al activo: tom� la vida.

Meyer, a favor del primer sentido, insiste en el hecho de que es imposible citar, ni en el NT ni en los cl�sicos, un solo caso en el que este verbo o sus an�logos (???????, ????????????) signifique otra cosa que revivir ( Lucas 15:24 , por ejemplo). Esto no se puede negar.

Sin embargo, es cierto que muchos verbos compuestos con ??? no incluyen en absoluto la idea de un retorno a un estado anterior; as� ????????, brotar (hablando de plantas), y levantarse (hablando de las estrellas); ???????, alzar la voz, llorar; ??????, burbujear. El verbo ???????? se toma en ambos sentidos: mirar hacia arriba ( Mateo 14:19 ; Marco 7:34 ; Lucas 19:5 ), y ver de nuevo ( Hechos 9:12 ; Hechos 9:17-18 ).

En Juan 9:11 , el significado es dudoso. Si traducimos: � vida recuperada �, �cu�l es la vida anterior de pecado presente en la mente del ap�stol? Or�genes descubre aqu� su sistema de la preexistencia de las almas y de una ca�da anterior a esta vida presente. Hilgenfeld tambi�n atribuye esta idea al ap�stol. Pero, �cu�n oscuramente se expresar�a y c�mo suceder�a que no se encuentra ning�n otro rastro de �l en sus escritos? Romanos 5:12 es cualquier cosa menos favorable a esta teor�a.

Agust�n y Bengel piensan en la primera aparici�n del pecado en el para�so; pero este hecho es demasiado remoto para proporcionarnos la explicaci�n de la palabra revivir aqu�. Ser�a mejor sostener que Pablo estaba pensando en el pecado tal como hab�a vivido en sus padres antes de revivir en �l. Pero lo que es a�n m�s sencillo es abandonar esta idea de la renovaci�n de la vida de pecado, y explicar ?????? en el sentido de: despertar a la vida activa.

Los comentaristas que han aplicado las palabras precedentes a la �poca farisaica de la vida del ap�stol, se averg�enzan de la declaraci�n: El pecado revivi�, y yo mor� (10a). �Ser�an tales los t�rminos en los que caracterizar�a su nuevo nacimiento? �Imposible! Pero se aplican, se dir�, a la etapa m�s avanzada de su farise�smo. M. Bonnet dice en este sentido: �El pecado, perseguido hasta sus �ltimos atrincheramientos, manifest� su poder con una resistencia desesperada.

..; y, por otro lado, el hombre vio la nada de su vida moral, y sucumbi� a la sentencia de muerte ejecutada por la ley en el fondo de su conciencia.� Pero, �d�nde en las ep�stolas de Pablo encontramos las evidencias de tal crisis? Me parece m�s natural retrotraerlo a la �poca en que se desarroll� por primera vez su conciencia moral, y sostener que este estado fue aumentando gradualmente durante todo el tiempo de su farise�smo.

Romanos 7:10 a La transici�n del pecado de su estado latente al de una fuerza activa fue para Saulo un golpe mortal. El divorcio interior entre Dios y �l se consum�: a la libertad infantil sucedi� el miedo, al sentimiento filial la rebeli�n del coraz�n y la obediencia servil, dos s�ntomas igualmente seguros de muerte. Un peso en adelante reprimi� el impulso de su alma hacia Dios.

Las palabras que siguen sirven para resaltar el car�cter imprevisto de este efecto ( Romanos 7:10 b), y dan la verdadera explicaci�n ( Romanos 7:11 ).

vv. 10 b, 11. � Y se hall� que el mandamiento que deb�a guiarme a la vida me convert�a en muerte; porque el pecado, aprovech�ndose, me enga�� por el mandamiento, y por �l me mat�.

Esta entrada en actividad por parte del pecado, que Pablo sinti� como si fuera el objeto de un asesinato espiritual, fue ocasionada por un don de Dios, el mandamiento; porque este era el instrumento de ella, el mandamiento que Dios hab�a dado al fiel israelita con las palabras: ��Haz esto y vivir�s � (Lv 18, 5)! En lugar de guiarlo a la santidad y la paz, o de darle vida , hizo lo contrario, al revelarle el pecado y aumentar su poder, levant� un muro grueso entre Dios y �l, �y lo involucr� en la muerte! El sentimiento de sorpresa que produjo un resultado tan inesperado se expresa con la palabra ??????, se encontr�.

Meyer entiende el t�rmino muerte (final del verso) de muerte eterna , en el sentido de que el hombre que pasa por tales experiencias est� condenado a la perdici�n final (aparte, por supuesto, de la redenci�n). Pero Pablo est� hablando de un resultado m�s inmediato, una separaci�n de Dios, esa muerte espiritual que �l mismo describe, Efesios 2:1 y siguientes.

Sin duda, esta descripci�n de los efectos de la ley exhibe s�lo un aspecto de la verdad, el que hab�a sido particularmente experimentado por Saulo el fariseo. Porque entonces consider� la ley como el medio para establecer su propia justicia ( Romanos 10:3 ), y no como el camino abierto a la gracia divina. Los salmistas frecuentemente describen los efectos de la ley bajo una luz completamente diferente (Salmos 19, 119, etc.

), y no podemos dudar que Jes�s mismo, durante el per�odo de su desarrollo hasta su bautismo, encontr� en �l la plenitud de lo que Dios hab�a prometido: Haciendo estas cosas, vivir�s por ellas , o lo que expresan las palabras de Pablo: �El mandamiento que me fue dado para guiarme a la vida. �Solamente, para que muestre este efecto ben�fico, la ley debe ser recibida por un coraz�n libre de pecado, o por un coraz�n que no separe el mandamiento de la gracia que acompa�a a la ley, un coraz�n que busque en ella no el medio de adquirir el m�rito propio y gratificar su orgullo, sino el camino de uni�n al Dios del pacto por el sacrificio y la oraci�n: como ilustraci�n, �sirva la par�bola del fariseo y el publicano!

vv. 11 tiene la intenci�n de explicar lo que realmente sucedi�. Echa la culpa de la triste experiencia relatada, sobre su verdadero autor, el pecado , como ya se hizo en Romanos 7:8 , mientras reproduce esta explicaci�n con m�s fuerza despu�s del desarrollo m�s completo de la experiencia misma en Romanos 7:9-10 .

La palabra ? ???????, pecado , se coloca en primer lugar; porque es el verdadero culpable, no la ley; es este instinto depravado el que encontr� el mandamiento, y lo que hizo que �ste produjera un resultado diametralmente opuesto a aqu�l para el cual fue dado.

Las palabras aprovechar la ocasi�n se refieren, como en Romanos 7:8 , a los objetos externos correspondientes a nuestros diversos deseos. El mandamiento, al levantar una barrera entre estos objetos y nosotros, los hace parecer mucho m�s deseables; no podemos deshacernos de la impresi�n de que un Dios celoso se complace en neg�rnoslas, precisamente porque promover�an nuestra felicidad.

Tal es el espejismo que el pecado produce en nosotros por el mismo mandamiento . Las palabras: me enga�� con el mandamiento , contienen ciertamente una alusi�n al papel desempe�ado por la serpiente en G�nesis 3 , donde, como hemos dicho, cumple el oficio que aqu� se atribuye al pecado en relaci�n con el hombre en la inocencia. Enga�a y seduce a Eva atribuyendo odio a Dios, amor a s� misma; y de ah� el asesinato, la separaci�n de Dios, ya sea por rebeli�n interna o por desobediencia externa.

La repetici�n de la cl�usula: por el mandamiento... por �l , con cada uno de los dos verbos, expresa con fuerza cu�n contrario a la naturaleza del mandamiento es el papel que el pecado le hace jugar.

El verbo ???????? incluye las dos ideas de enga�ar y, por lo tanto, hacer que se desv�e del camino correcto (??, fuera de ). El enga�o hace desviarse, y la desviaci�n lleva a la muerte: por ella me mat�. Es incomprensible c�mo Calvino pudo tomarse la libertad de dar un sentido puramente l�gico a los t�rminos enga�ado y matado: �El pecado fue revelado por la ley como seductor y asesino ( Ergo verbum ?????????? non de re ips� , sed de notiti� exponi debet). �

Quedaba por concluir formulando finalmente el resultado de este profundo an�lisis psicol�gico contenido en el pasaje Romanos 7:7-11 . Esto es lo que se hace en Romanos 7:12-13 . El ????, de modo que , Romanos 7:12 , anuncia una conclusi�n.

Versículos 12-13

De modo que ciertamente la ley es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. �Entonces lo que es bueno se convirti� en muerte para m�? �Que no sea as�! Pero el pecado, para que pareciera pecado, hizo en m� la muerte por medio del bien; para que el pecado por el mandamiento llegue a ser sumamente pecaminoso.

El resultado formulado en estos dos vers�culos es este: cuanto m�s santa es la ley, m�s aparece el pecado, que la ha usado para producir el mal, en la negrura de su naturaleza.

El ap�stol comienza, en vista del resultado indicado, quitando de la ley toda sospecha de culpa. El ???, sin duda , no tiene ?? correspondiente, pero. En lo que respecta al sentido, el ?? se encuentra en Romanos 7:13 b. Este ??? tiene por objeto proteger de antemano el car�cter inexpugnable de la ley.

Cualquier cosa que se diga despu�s, nada invalidar� el car�cter de santidad que pertenece a la ley. La ley , ? ?????, denota aqu� el sistema mosaico en su totalidad, y el mandamiento ? ??????, cada art�culo del c�digo en particular. El t�rmino ?????, santo , es la palabra que en la Escritura denota el perfecto amor al bien; cuando se aplica a Dios, es la identidad de su voluntad con el bien; cuando se aplica a la criatura, es su consagraci�n voluntaria a Dios, siendo el �nico esencialmente bueno.

La ley es santa precisamente porque exige esta consagraci�n, y el mandamiento tambi�n, porque cada mandamiento s�lo exige esta consagraci�n en una relaci�n particular. Las dos caracter�sticas de justo y bueno fluyen y est�n incluidas en la de santidad. El mandamiento es justo (??????), porque regula de manera normal las relaciones entre los diferentes seres.

Es bueno (?????), en el sentido de ben�fico; este ep�teto se explica por las palabras precedentes: apto para dar vida ( Romanos 7:10 ).

Versículo 13

Aqu� estaba el lugar estrictamente hablando para el pero (??), respondiendo al ???, seguramente , de Romanos 7:12 . Pero Paul se interrumpe; siente la necesidad de volver a plantear el problema en toda su dificultad. Esto es lo que hace en la pregunta que comienza en Romanos 7:13 .

La diferencia entre la lectura de la mayor parte del Mjj., ??????? (aoristo), y la del TR, ?????? (perfecto), es �sta: la primera expresa el acto por el cual se produjo toda esta historia interna; el segundo, el estado permanente que result� de ese acto. El primero, por lo tanto, est� m�s bien relacionado con lo que precede, el segundo con lo que sigue. En consecuencia, desde el punto de vista interno, ambos pueden ser defendidos; pero las autoridades est�n m�s bien a favor de lo primero.

Sentado as� el problema nuevamente en todo su rigor, la segunda parte de Romanos 7:13 da su soluci�n precisamente como la ??? de Romanos 7:12 nos lleva a esperar, y como lo hemos dicho al comienzo de ese vers�culo.

La segunda parte del vers�culo se ha interpretado de muchas maneras. Y primero, �cu�l es el verbo del sujeto ? ???????, sin , que comienza la oraci�n? O se deriva de la oraci�n anterior, al entender ??????? ???????: "Pero el pecado (no la ley) se convirti� en mi muerte ", o "me convirti� en muerte". Pero, �no es algo grave esta elipsis? O el verbo se encuentra en el siguiente participio ?????????????, haci�ndolo un verbo finito: �Pero el pecado, para que parezca pecado, obra mi muerte (Calvino: operatur mihi mortem) por el bien.

A este significado se ha objetado la forma del participio. Pero si el ap�stol quiere denotar m�s bien una cualidad que un acto del sujeto, el participio puede ser adecuado: �Pecado ( est� ) obrando la muerte�, es decir, es capaz de obrar , o lo suficientemente malo para obrarla. Pero este regreso al tiempo presente ser�a singular despu�s del pasado ???????; entonces requerir�a m�s bien el presente ?????, puede aparecer , que el aoristo ????, podr�a aparecer.

Pablo no est� hablando de lo que es , est� reflexionando sobre lo que ha sucedido. Por lo tanto, ser�a preferible la primera de las dos construcciones; pero todav�a hay lugar para la vacilaci�n entre dos alternativas: ( a ) O bien se toma el participio ????????????? como en aposici�n explicativa al sujeto principal ? ???????, pecado , haciendo de las tres palabras ??? ???? ??????? una breve proposici�n entre par�ntesis: �Pero pecado, para que apareciera el pecado, me volvi� a la muerte, obrando mi muerte por lo que era bueno.

El participio ????????????? tendr�a la fuerza del gerundio latino. S�lo el sentido general adolece de una tautolog�a inc�moda: �volverse a la muerte obrando la muerte! ( b ) O el participio ????????????? se une a la proposici�n ??? ???? ???????: �Pero el pecado (me hizo morir), para que apareciera pecado al producir mi muerte por el bien.

Este segundo sentido es evidentemente preferible. En cuanto a hacer del segundo ??????? el sujeto de esta proposici�n dependiente: �Pero el pecado me hizo morir para que el pecado apareciera (a todos los ojos) obrando mi muerte por el bien�, no se puede pensar en ello; esta construcci�n requerir�a el art�culo ? antes del segundo ???????. Por lo tanto, debemos colocarnos sin dudarlo del lado de la construcci�n No.

1 b , si no fuera por dos graves dificultades, una que surge del pensamiento mismo, la otra de la conexi�n entre los dos ???, para que , que se suceden en este verso. �Podr�a Pablo decir: El pecado me hizo morir, para que pareciera que el pecado me mata por algo bueno? La idea es m�s bien esta: el pecado me caus� la muerte por una cosa buena , para que pareciera tanto m�s pecado.

Entonces, �qu� relaci�n hemos de establecer en este sentido entre los dos eso? �Son paralelos como dos fines distintos y simult�neos: el pecado me hizo morir, primero, para que pareciera pecado; 2d, para que llegue a ser excesivamente pecaminoso? Pero el hecho de devenir no es paralelo al de aparecer; el segundo es m�s bien el resultado del primero. �O deber�amos dar a ???????, convertido en , un sentido puramente l�gico , como hacen muchos comentaristas: para que parezca excesivamente pecaminoso a la vista de mi conciencia? Pero este verbo s�lo servir�a en este sentido para repetir la idea del verbo ????, podr�a aparecer;y entonces �por qu� cambiar el t�rmino? �O deber�amos ver en el segundo que un fin m�s remoto en relaci�n al primero que ser�a s�lo el medio? Pero aparecer no es el medio para llegar a ser; por el contrario, el aparecer es el resultado del devenir. Est� claro que ninguna de esas construcciones es totalmente satisfactoria.

Me parece que para obtener un resultado en armon�a tanto con los requisitos del lenguaje como de la l�gica, es suficiente modificar la construcci�n No. 1 y combinarla as� modificada con la No. 2. Necesitamos entender no ??????? -???? > , ???? 2 U 9, - v???? >??????, sino simplemente el verbo ???????, entonces hacer de este verbo finito el punto de apoyo para el participio ????????????? : �Pero el pecado, para que pareciera pecado, se convirti� en [se convirti�] en obra ( ??????? ?????????????) mi muerte por lo que era bueno.

�Tenemos as� una simple elipsis, un significado exacto, claro y acorde con el contexto; mantenemos el tiempo pasado (???????), que conviene al aoristo ????; obtenemos una forma anal�tica (??????? ?????????????) que, dejando el hecho en el pasado, sirve para resaltar (mediante el participio presente ) el atributo permanente , y no meramente el acto inicial , como el aoristo ???????????? ( Romanos 7:8 ) habr�a hecho.

Finalmente, de esta manera llegamos sin dificultad a la explicaci�n de los dos eso. El verbo ??????? ?????????????, convertido en trabajar , se convierte en el punto de apoyo del segundo that , que da un significado claro: el pecado forj� la muerte por el bien, para que pudiera volverse lo m�s pecaminoso posible. Dios quiso que el pecado, al matar por medio de lo que estaba destinado a dar vida , cometiera una verdadera obra maestra de perversidad.

De ah� el segundo que: se aplica al hecho en s� mismo (???????, podr�a llegar a ser ). �Y por qu� Dios quiso que as� fuera? Esto es lo que nos dice al principio el primero que: que el pecado aparezca plenamente como es, pecado (??? ???? ???????). Estas tres palabras forman una proposici�n entre par�ntesis puesta al principio para indicar desde el principio el fin �ltimo de toda esta dispensaci�n inesperada.

Era necesario que para manifestar completamente su mala naturaleza (la primera que ), el pecado me infligiera la muerte, no por algo malo (lo que arrojar�a parte del odio de este asesinato sobre los medios empleados), sino por algo bueno (el mandamiento), para que el crimen sea completamente obra del pecado (el segundo que ).

As� tenemos tres ideas (1) el pecado mata por lo que es bueno; (2) que con ello pueda realizar un acto digno de su naturaleza; (3) y que as� (fin �ltimo) esta naturaleza se manifieste claramente. Es obvio a partir de esta progresi�n que debemos cuidarnos de tomar ???????, podr�a convertirse en , en el sentido l�gico, y de identificar en lo que respecta al sentido los dos eso , como lo hace Meyer.

Sobre Romanos 7:7-13 .

Los comentaristas que aplican las experiencias morales descritas por el ap�stol en este pasaje (p. 270) a la humanidad en general, aplican las palabras Yo estaba vivo ( Romanos 7:9 ) al per�odo del para�so; las que siguen: cuando vino el mandamiento , a la prohibici�n de comer del �rbol de la ciencia del bien y del mal, y el resto del pasaje, extendi�ndose hasta el final del cap�tulo, hasta la ca�da y sus consecuencias.

Por la pregunta: �Qu� diremos entonces ( Romanos 7:7 )? Pablo invitar�a as� a sus lectores a una contemplaci�n general de la historia de nuestra raza desde el principio, para justificar lo que ha venido exponiendo en cuanto a la emancipaci�n de la ley ( Romanos 7:1-6 ).

Pero esta interpretaci�n es excluida primero por las palabras ??????? ?????, el pecado est� muerto ( Romanos 7:8 ). En el para�so, seg�n San Pablo, el pecado no estaba muerto; no existi� (cap. Romanos 5:12 ). Entonces tampoco ser�a adecuado el t�rmino ????????, tal como se entiende, para designar la primera aparici�n del pecado.

Finalmente, el mandamiento expresamente citado ( Romanos 7:7 ) pertenece al c�digo del Sina�, y por lo tanto nos pone frente a frente con la ley jud�a .

Quienes, desde Cris�stomo hasta nuestros d�as (p. 271), aplican este pasaje al pueblo jud�o , encuentran en las palabras Yo viv�a un indicio del per�odo patriarcal cuando la promesa era el v�nculo entre Dios y el hombre, y en la venida del mandamiento , la �poca de Mois�s, cuando la ley rompi� esta relaci�n, y produjo las grandes revueltas nacionales. Esta interpretaci�n se conecta m�s f�cilmente con el contexto que la anterior.

Pero tampoco es sostenible. Cuando pensamos en los pecados vergonzosos del per�odo patriarcal, �podemos aplicar a ese tiempo las descripciones de que el pecado estaba muerto y yo estaba vivo? Entonces, �es hist�ricamente demostrable que mediante la promulgaci�n de la ley, el estado de la naci�n empeor� sensiblemente, y que su relaci�n con Jehov� se rompi�? �No se aplican las palabras de Pablo a un evento interior ( codicia , revelaci�n del pecado), m�s que a una gran experiencia nacional? Finalmente, �a qu� sutilezas nos lleva esta explicaci�n, cuando intentamos aplicarla de manera consecuente al final de la secci�n! Cuando lleguemos al pasaje 14-25, debemos entonces, con Reiche, aplicar la primera de las dos Ique est�n en conflicto, al jud�o ideal, al jud�o tal como debe ser, y al otro, al jud�o real, �tal como se muestra en la pr�ctica! No negamos que la conciencia humana en general, y la conciencia jud�a en particular, puedan reconocer sus experiencias en las que aqu� se describen.

Pero eso es natural; �No es Pablo un hombre y un jud�o? La verdad es que se narra todo sobre s� mismo , pero con la convicci�n de que su experiencia ser� infaliblemente la de todo israelita, y de todo hombre que se sirva seriamente de la ley moral o mosaica como medio de santificaci�n.

El punto en cuesti�n ahora es rastrear esta experiencia hasta su causa profunda. Tal es el estudio al que se dedica la siguiente secci�n ( Romanos 7:14-25para , Romanos 7:14 ).

Versículo 14

Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal , vendido al poder del pecado.

Tenemos en este ciclo, Romanos 7:14 , una afirmaci�n: �Yo reconozco que la ley... pero estoy cautivo;� luego la demostraci�n de este hecho ( Romanos 7:15-16 ); finalmente, Romanos 7:17 , la conclusi�n, que es meramente la reafirmaci�n de la tesis ahora demostrada.

La lectura de algunos MSS. ??????? ??, entonces , o pero sabemos , no tiene significado. Debemos leer ???, por , con la mayor�a de los Mjj. y versiones. Esto podr�a significar : El caso era realmente as�; para ser testigo de mi estado como resultado de esta crisis fatal. La ley me mat�, y lo que lo prueba es el estado de muerte en que me vi envuelto desde entonces.

Pero es m�s natural entender la transici�n del pasaje anterior a este de manera un tanto diferente. Me parece que Holstein lo expresa bien cuando dice: Del fen�meno hist�rico, descrito Romanos 7:7-13 , Pablo asciende ahora a su verdadera naturaleza moral, que lo explica: �La ley produjo en m� el efecto que acabo de descrito, porque hay una oposici�n entre su naturaleza que es santa, y la m�a que es corrupta.

Esta transici�n incluye lo que hemos presentado en primer lugar, pues el estado en que la ley nos envuelve es s�lo la continuaci�n de aqu�l en que nos hab�a encontrado. Nos encuentra enfermos y nos deja as�. Si esta es la explicaci�n del for , no debe sorprendernos el uso del presente en los verbos que siguen. Ciertamente no decimos con Hodge: Pablo habla del hombre regenerado de manera abstracta desde su fe para el tiempo; pero nosotros decimos: Pablo habla del hombre no regenerado sin preocuparse por la cuesti�n de hasta qu� punto el coraz�n no regenerado a�n permanece en el creyente regenerado.

Describe al hombre tal como es por naturaleza, al hombre tal como lo conoci�, y a�n lo encuentra en s� mismo, cada vez que se manifiesta su car�cter natural. He aqu� la esencia permanente de la naturaleza humana desde la ca�da fuera de la acci�n de la fe. As� se explica el uso del presente , sin que digamos que Pablo describe su estado actual.

Algunos comentaristas, como Jerome, Hofm., Schott, escriben ???? ???: Lo s� sin duda. Pero despu�s de eso, �no deber�amos haber tenido simplemente ???? ??, pero yo soy , en lugar de ??? ??... ????: �pero en cuanto a m� , yo soy�...? De hecho, esta forma implica un contraste muy marcado entre el yo as� enfatizado y alg�n otro sujeto en el contexto anterior.

Y este sujeto al que el yo , ???, forma una ant�tesis, s�lo puede ser el sujeto del verbo precedente nosotros. Por lo tanto, nos vemos llevados a considerar necesaria la lectura ordinaria: ???????, sabemos. En este nosotros , Pablo sin duda incluye consigo a todos los creyentes que han pasado por las mismas experiencias, e incluso a los jud�os que est�n de acuerdo con los cristianos en cuanto a la verdad afirmada por �l.

El saber , del que aqu� habla, es m�s que una cuesti�n de comprensi�n; la continuaci�n muestra que implica una adhesi�n cordial a esa verdad (comp. los verbos ???????, ?????????, Romanos 7:16 ; Romanos 7:22 ): �Sabemos y reconocemos de todo coraz�n que la ley es excelente�.

El ep�teto espiritual , aplicado a la ley, ha sido entendido por muchos, Beza por ejemplo, en este sentido, que la ley se adecua a la naturaleza espiritual del hombre (la ??????, el esp�ritu , en el hombre); de donde se sigue que exige no s�lo la observancia externa, sino tambi�n la obediencia del coraz�n. Pero el t�rmino ???????????, espiritual , suele estar relacionado con la idea del Esp�ritu Divino; y como en el cap.

Romanos 8:4 , el mismo Pablo dice que lo que exige la ley se obra en los que andan conforme al Esp�ritu (evidentemente el Esp�ritu de Dios), es m�s exacto entender aqu� por espiritual: conforme al impulso o tendencia del Esp�ritu Divino . Lo que manda la ley no es otra cosa que lo que obra el Esp�ritu Santo en el coraz�n donde mora.

Hay una completa identidad entre el precepto externo de la ley y la obra interna del Esp�ritu. La idea encontrada aqu� por Calvino, de que la ley no puede cumplirse sino a trav�s del Esp�ritu, se sigue ciertamente de la expresi�n usada por Pablo, pero no expresa su significado.

Pero, dice Pablo volviendo sobre s� mismo, �de qu� sirve pr�cticamente este conocimiento que todos tenemos de la santa espiritualidad de la ley? Mediante el uso del pronombre yo , aqu� contrasta con este reconocimiento colectivo ( sabemos ) la experiencia totalmente individual de su estado carnal; y en esto �ltimo encuentra el obst�culo invencible para el cumplimiento de la ley, por mucho que se la reconozca, como perfecta en teor�a.

La lectura del TR y del Byzs., ????????, y la del Mjj. de las otras dos familias, ????????, tienen casi el mismo significado: carnal. Pero el primer adjetivo denota actividad carnal , el segundo la sustancia carnal , y por metonimia la naturaleza carnal. Como el ap�stol en este pasaje est� contrastando con la ley esencialmente buena no s�lo su propia acci�n pecaminosa , sino tambi�n su naturaleza corrupta , la forma ???????? es ciertamente preferible.

La noci�n de carne se toma aqu� en su sentido moral y abarca, como en todos los casos en que la carne se opone a Dios , oa lo divino, a toda la persona humana. Pablo siente su ser natural controlado por la carne, es decir, por la autocomplacencia, la inclinaci�n a buscar en todo la autosatisfacci�n. Esta tendencia es lo que determina su voluntad natural. Y de ah� la incompatibilidad entre su naturaleza y la de la ley, que exige la absoluta autoconsagraci�n.

A�ade en explicaci�n del t�rmino carnal , las palabras: vendido al pecado , literalmente, � bajo el pecado�. De este modo se compara a s� mismo con un esclavo comprado por dinero. El vendedor es la carne, y el comprador, que se ha convertido en su amo, el pecado. De hecho, se ha producido en nosotros un contrato fatal, por as� decirlo, por el cual la violencia de la carne ha entregado nuestra voluntad al poder del pecado. La expresi�n vendido bajo es m�s fuerte que la forma habitual vendido a; incluye la idea del vergonzoso estado de servidumbre que ha seguido al acto de venta.

Versículos 14-25

Es de este Romanos 7:14 especialmente que surge la diferencia entre las dos explicaciones del pasaje: la que lo aplica al estado del hombre regenerado, y la que lo considera como describiendo las luchas impotentes de un hombre sincero y serio, pero uno todav�a bajo el yugo de la ley, e ignorante de la liberaci�n por el Esp�ritu Santo.

Las principales razones presentadas a favor de la primera opini�n son las siguientes (tal vez mejor desarrolladas por Hodge): 1. La transici�n del tiempo pasado en el pasaje anterior al presente en este; 2. La imposibilidad de atribuir al hombre no regenerado sentimientos tan elevados en su naturaleza como los que aqu� se profesan: asentimiento cordial a la ley, Romanos 7:16 ; Romanos 7:22 , y profundo odio al mal, Romanos 7:15 ; Romanos 7:19 , etc.

; 3. Romanos 7:25 , donde el ap�stol parece apropiarse expresamente para s� mismo en el momento presente de toda la descripci�n que acaba de trazar: hasta aqu� las objeciones cuya validez o falta de fundamento le corresponde determinar �nicamente a la ex�gesis. El �nico aspecto de la cuesti�n que podemos agotar aqu� es el de la conexi�n de este pasaje con el anterior y con la secci�n a la que pertenece tomado como un todo.

1. Pablo acaba de delinear, Romanos 7:7-13 , la acci�n mortal de la ley sobre �l, desde el momento en que estableci� su supremac�a en lo m�s �ntimo de su alma, y ??desde ese per�odo durante todo el tiempo de su farise�smo. �C�mo deber�a pasar ahora de golpe de esta descripci�n a la de sus luchas internas como hombre regenerado ? Hodge y Philippi explican esta transici�n a fortiori.

La ley es impotente para regenerar al hombre natural, solo sirve para aumentar el poder del pecado, Romanos 7:7-13 . Y la prueba es que no obra de otro modo, ni siquiera sobre el coraz�n del creyente, cuando, olvidando por el momento su fe, se encuentra como hombre naturalmente carnal frente a la ley. Incluso con la profunda simpat�a que su coraz�n renovado siente por la ley, no puede encontrar en ella los medios de santificaci�n que necesita; �cu�nto menos puede librar del pecado un coraz�n a�n no regenerado? Este intento de interpretar el pasaje de acuerdo con lo que precede es ingenioso, pero inadmisible.

Exactamente lo que era m�s esencial decir en este caso, para hacer inteligible el argumento, se entender�a: �Aunque soy nueva criatura en Cristo, no puedo hallar ayuda en la ley; al contrario, cuando me pongo bajo su yugo, me hace peor.� Esto debe haber sido dicho para que quede claro. Pablo no dice nada de eso entre Romanos 7:13-14 .

2. Otra omisi�n, no menos inexplicable, ser�a su paso por alto el profundo cambio que en �l efectu� la regeneraci�n. Pasar�a de la �poca de su farise�smo ( Romanos 7:7-13 ) a su estado cristiano, como si estuviera al mismo nivel, y sin hacer la menor alusi�n a la profunda crisis que hizo que todas las cosas, y la ley en particular. , nuevo para �l ( 2 Corintios 5:17 ).

Y no ser�a hasta el cap. 8, y por una ocurrencia tard�a, que llegar�a a sus experiencias como cristiano. El autor de la Ep�stola a los Romanos no nos ha acostumbrado hasta ahora a un estilo de escritura tan poco claro. Hodge dice sin duda que el ap�stol est� hablando aqu� del creyente desde el punto de vista de sus relaciones con la ley, haciendo abstracci�n de su fe. Pero un creyente, aparte de su fe.

.., que seguramente se asemeja a un no creyente. As� entendida la descripci�n del estado miserable, Romanos 7:14-25 , ser�a la demostraci�n no de la impotencia de la ley, sino de la del evangelio.

3. �C�mo explicar el contraste entre la delineaci�n del cap. 7 y la del cap. 8, un contraste infinitamente m�s agudo que el que encontramos entre la secci�n Romanos 7:7-13 (descripci�n de Saulo como fariseo) y Romanos 7:14-25 , pasaje que �referir�an a Pablo el cristiano? �Hay, pues, mayor diferencia entre cristiano y cristiano, que entre fariseo y cristiano? Philippi alega que el ap�stol describe sucesivamente en los dos pasajes, Romanos 7:14-25 y Romanos 8:1 et seq.

, los dos aspectos opuestos de la vida cristiana , el creyente sin y el creyente con el soplo del Esp�ritu. Pero una vez m�s la gran crisis requerir�a ser puesta en este caso, no en Romanos 7:24-25 , entre los dos aspectos del mismo estado , sino entre Romanos 7:13-14 , donde el nuevo estado es contrastado con el viejo, novedad de esp�ritu con vejez de letra , para usar las propias palabras de Pablo.

La direcci�n del pensamiento del ap�stol est� claramente marcada por la secci�n como un todo; puede servir como hilo conductor en todo lo que sigue. Despu�s de mostrar que hay en la fe un nuevo principio de santificaci�n ( Romanos 6:1-14 ), que es un est�ndar suficientemente firme para la vida moral ( Romanos 7:15-23 ), y que hace posible y deseable la emancipaci�n de la ley ( Romanos 6:1-14). Romanos 7:1-6 ), explica lo que produjo la intervenci�n de la ley en su propia vida ( Romanos 7:7-13 ), y el estado en que, a pesar de sus esfuerzos sinceros y perseverantes, lo dej� ( Romanos 7:14-23 ), para emitir ese grito desesperado de angustia en el que finalmente se expresa este estado de continuas derrotas:�Qui�n me librar�? De este libertador no sabe el nombre en el momento en que lanza el grito (hecho que prueba que todav�a no est� en la fe); pero lo anticipa, lo espera, lo apela sin conocerlo.

Y el cielo le da la respuesta. Cap. 8 contiene esta respuesta: El Esp�ritu de Cristo me ha hecho libre , Romanos 7:2 ; El es quien obra en m� todo lo que la ley manda, sin darme potestad para hacerlo ( Romanos 7:4 ).

Esta serie de ideas es intachable; s�lo queda por ver si de esta manera daremos cuenta de todos los detalles del siguiente pasaje y lograremos superar las objeciones mencionadas anteriormente, que se han planteado en oposici�n a este punto de vista.

Me parece que este pasaje se divide en tres ciclos, cada uno de los cuales se cierra con una especie de estribillo. Es como un canto f�nebre; la eleg�a m�s dolorosa que jam�s haya salido de un coraz�n humano.

El primer ciclo abarca Romanos 7:14-17 . El segundo, que comienza y termina casi de la misma manera que el primero, est� contenido en Romanos 7:18-20 . El tercero difiere de los dos primeros en forma, pero es id�ntico a ellos en sustancia; est� contenido en Romanos 7:21-23 , y su conclusi�n, Romanos 7:24-25 , es al mismo tiempo la de todo el pasaje.

Se ha buscado encontrar una gradaci�n entre estos tres ciclos. Lange piensa que el primero se refiere m�s bien al entendimiento , el segundo a los sentimientos , el tercero a la conciencia. Pero esta distinci�n es artificial e in�til tambi�n. Porque el poder de este pasaje reside en su misma monoton�a. La repetici�n de los mismos pensamientos y expresiones es, por as� decirlo, el eco de la repetici�n desesperada de las mismas experiencias, en ese estado de derecho en que el hombre s�lo puede sacudir sus cadenas sin llegar a romperlas.

Impotente, se retuerce de un lado a otro en la prisi�n en que el pecado y la ley lo han encerrado, y al final del d�a s�lo puede lanzar ese grito de angustia con el que, habiendo agotado sus fuerzas para la lucha, apela, sin conocerlo, al libertador.

Conclusi�n sobre el pasaje Romanos 7:14-25 .

Antes de entrar en el estudio de este pasaje, hab�amos concluido del contexto, y de la secci�n tomada en su conjunto, que esta parte solo pod�a referirse al estado de Pablo como fariseo. Fue la consecuencia natural de la identidad del tema del pasaje Romanos 7:7-13 (en el que todos, o casi todos, est�n de acuerdo) con el de la secci�n Romanos 7:14-25 .

Este punto de vista nos parece haber sido confirmado por el estudio detallado de todo el pasaje. Pablo ha evitado, con evidente designio, toda expresi�n especialmente perteneciente al �mbito cristiano, y el t�rmino ??????, el Esp�ritu , en particular, para hacer uso �nicamente de t�rminos que denotan las facultades naturales del alma humana, como el de ????, la mente . El contraste a este respecto con Romanos 8:1-11 es llamativo.

As� podemos entender por qu� este es el pasaje en todas las Ep�stolas de Pablo que presenta la mayor�a de los puntos de contacto con la literatura profana. El estado del jud�o piadoso bajo la ley no difiere esencialmente del estado del pagano sincero que busca practicar el bien tal como le es revelado por la conciencia ( Romanos 2:14-15 ).

Tampoco nos ha parecido que los verbos en presente ofrezcan un obst�culo insalvable a esta explicaci�n. Romanos 7:24 no solo demostr� con qu� vivacidad Pablo al escribir este pasaje record� sus impresiones de d�as anteriores. Pero tambi�n hay que recordar, y Pablo no puede olvidarlo, que lo que para �l es un pasado, es un presente para todos sus sinceros compatriotas de los que �l mismo es el representante normal.

Finalmente, �no siente profundamente que tan pronto como se abstrae de Cristo y de su uni�n con �l, �l mismo se convierte en el hombre natural y, por consiguiente, tambi�n en el jud�o legal, que lucha contra el pecado con sus propias fuerzas, sin otra ayuda que la ley? , y en consecuencia vencido por el instinto del mal, la carne? Lo que describe entonces es la ley luchando contra la naturaleza maligna, donde estos dos adversarios se encuentran sin que la gracia del evangelio se interponga entre ellos.

Sin duda esto es lo que explica la analog�a entre este cuadro y tantas experiencias cristianas, y que ha desorientado a tantos excelentes comentaristas. �Cu�ntas veces sucede que el creyente no encuentra en el evangelio nada m�s que una ley, y una ley m�s gravosa a�n que la del Sina�! Porque las exigencias de la cruz son infinitamente m�s profundas que las de la ley israelita. Penetran, como dice un escritor sagrado, �hasta dividir el alma y el esp�ritu, las coyunturas y los tu�tanos, y discernir hasta los pensamientos y las intenciones del coraz�n� ( Hebreos 4:12 ).

Ahora bien, tan pronto como el cristiano ha permitido que el v�nculo entre Cristo y su coraz�n se afloje, por poco que sea, se encuentra cara a cara con el evangelio, exactamente como el jud�o cara a cara con la ley. Obligado a cumplir con sus propias fuerzas los mandatos de Jes�s y de los ap�stoles, puesto que Cristo ya no vive en �l, �es sorprendente que haga las mismas experiencias, y a�n m�s amargas, que el jud�o bajo el yugo del Dec�logo? ? Se suele suponer que la fe en Cristo es un hecho realizado de una vez por todas, y que necesariamente y naturalmente debe mostrar sus consecuencias, como un �rbol produce sus frutos.

Se olvida que en el dominio espiritual no se hace nada que no requiera ser hecho de nuevo continuamente , y que lo que no se vuelve a hacer hoy, ma�ana se empezar� a deshacer. As� es que el v�nculo del alma con Cristo, por el cual nos hemos convertido en sus ramas , se relaja en el instante en que no lo volvemos a formar con nueva fuerza activa y comienza a romperse con cada acto de infidelidad no perdonado.

La rama se vuelve est�ril, y sin embargo permanece la ley de Cristo exigiendo su fecundidad ( Juan 15 ). As� pues, recomienza la experiencia del jud�o. Y este estado es tanto m�s frecuente y natural cuanto que nosotros, los cristianos de hoy, no hemos pasado, como Pablo, de la ley a la fe por aquella crisis profunda y radical que hab�a hecho suceder en �l una dispensaci�n a la otra.

Por el hecho de nuestra educaci�n cristiana, sucede m�s bien que aprendemos a conocer el evangelio a la vez como ley y gracia, y que hacemos, por as� decirlo, las experiencias de jud�o y cristiano simult�neamente, y que muy a menudo (cuando ha no ha habido conversi�n marcada) hasta el final de nuestra vida. Pero debemos cuidarnos de concluir de all� que este estado de mitad jud�o mitad cristiano es normal, y puede estar justificado por el pasaje, Romanos 7 .

Es contra esta visi�n enervante, que se basa en una interpretaci�n falsa de nuestro cap�tulo, que el movimiento religioso m�s reciente acaba de intentar protestar. Ha puesto de manifiesto con fuerza la diferencia entre el estado espiritual descrito en el cap. 7 y lo que el cap. 8 describe y reclama para este �ltimo s�lo el nombre de cristiano. �No es lo uno, en efecto, lo que Pablo llama vejez de la letra , y lo otro, novedad de Esp�ritu ( Romanos 7:6 )? Estos no pueden ser, como dir�a Filipos, los dos aspectos de un mismo estado; son dos estados opuestos.

Debemos humillarnos por los �ltimos vestigios de los primeros, cuando los encontremos en nosotros mismos, como algo anormal, y aspirar a la posesi�n completa de los gloriosos privilegios que constituyen los segundos.

De las diversas explicaciones mencionadas anteriormente (p�gs. 15, 16), por lo tanto, dejamos de lado la aplicaci�n de este pasaje: 1. A la humanidad en general; 2. Al pueblo jud�o , considerado en su historia exterior y nacional; 3. A Pablo, como representante de los cristianos regenerados ; 4 Tampoco podemos compartir la opini�n de Hofmann, quien encuentra aqu� s�lo las experiencias totalmente personales de Paul.

�C�mo podr�an esas experiencias interesar a la Iglesia y merecer un lugar en la descripci�n del m�todo de salvaci�n , dada en la Ep�stola a los Romanos, si no tuvieran algo de car�cter protot�pico? El mismo Pablo les atribuye este car�cter, Efesios 3:8-10 , y 1 Timoteo 1:12-16 .

Se considera a s� mismo como el ejemplo normal de lo que debe sucederle a todo hombre que, ignorando a Cristo, o pensando en prescindir de �l, todav�a tomar� la ley en serio. S�lo como tal puede pensar en presentarse prominentemente en el pronombre I , en una obra de suprema importancia como nuestra Ep�stola.

Como poco podemos aceptar la explicaci�n propuesta en el tratado de Pearsall Smith: Bondage and Liberty. Seg�n este escritor, como hemos dicho, el ap�stol est� dando cuenta aqu� de una triste experiencia por la que pas�, alg�n tiempo despu�s de su conversi�n, al ceder al intento de �perfeccionarse por su propio esfuerzo�, de modo que en consecuencia de esta aberraci�n el pecado recobr� la vida en �l; se vio privado de su �ntima comuni�n con Cristo y, por consiguiente, tambi�n de la victoria sobre el pecado (cf. p.

14). Esta idea seguramente no merece refutaci�n, especialmente cuando se contrasta este ejemplo de la supuesta aberraci�n del ap�stol con el de un predicador estadounidense, quien durante cuarenta a�os s�lo hab�a conocido la experiencia de los caps. 6 y 8 de los Romanos, las del triunfo, y nunca la experiencia del cap. 7, el de la derrota (p. 28)! No podemos expresar mejor nuestra conclusi�n que en estas palabras de M. Bonnet ( Comentario.

pags. 85): �El ap�stol no habla aqu� ni del hombre natural en su estado de voluntaria ignorancia y pecado, ni del hijo de Dios , nacido de nuevo, liberado por la gracia y animado por el Esp�ritu de Cristo; sino del hombre cuya conciencia, despertada por la ley, ha entrado sinceramente, con temor y temblor, pero a�n con sus propias fuerzas , en la lucha desesperada contra el mal;� a�adiendo simplemente que en nuestras circunstancias actuales la ley que as� despierta la conciencia y la convoca a la lucha contra el pecado, es la ley en forma de Evangelio, y del ejemplo de Jesucristo, separada de la justificaci�n en �l y de la santificaci�n por A �l.

Versículo 15

Ciertamente lo que hago, no lo s�; porque lo que quiero, eso no lo hago; pero lo que aborrezco, eso aborrezco yo.

Este vers�culo contiene la prueba de hecho del estado de esclavitud que Pablo acaba de afirmar. El esclavo no sabe lo que hace, porque hace la voluntad de otro. As� que Pablo se queja de que su trabajo no es el resultado de una visi�n clara en la que, por as� decirlo, se ha pose�do intelectualmente de antemano de lo que iba a hacer; es el resultado de un instinto ciego, que lo arrastra como sin saberlo, de modo que cuando lo ve realizado, no es lo que deseaba; es, por el contrario, lo que detesta. La expresi�n: no s� , no debe tomarse en el sentido: �no poseo tan bien �, sentido forzado, y que no es necesario.

La ??????, voluntad , que Pablo no ejecuta, es por supuesto la voluntad del bien, y lo que odia y sin embargo ejecuta es ciertamente el mal. La tendencia moral de su voluntad a proponerse el bien y odiar el mal, est� conectada con el reconocimiento de la perfecci�n de la ley de la que habla en Romanos 7:14 .

Pero esta voluntad que se pone del lado de la ley no es m�s que un deseo, un anhelo, un simple yo quisiera , que cede en la pr�ctica. Tal, de hecho, es el significado frecuente de ??????, querer , en Pablo ( 1 Corintios 7:7 ; 2 Corintios 5:4 ; 2 Corintios 12:20 ; Col 2:18).

El t�rmino ????????, hacer , tiene el significado de trabajar en , y expresa la idea de que su actividad pr�ctica no sigue la direcci�n de su voluntad. ??????, odiar , aqu� denota reprobaci�n moral; y ??????, hacer , que tiene el sentido de realizar , realizar, no se refiere a la actividad en ejercicio (????????), sino al producto de la actividad, de modo que la par�frasis exacta de las dos �ltimas proposiciones ser�a �sta: �Al final tiempo cuando act�o, no estoy obrando en la direcci�n de mi deseo de cumplir la ley; y cuando he actuado, me encuentro frente a frente con un resultado que mi instinto moral condena.�

Se pregunta c�mo Pablo pod�a atribuirse a s� mismo este deseo del bien y odio del mal, mientras hablaba del tiempo en que a�n estaba bajo la ley. pero preguntamos a su vez a los que refieren este vers�culo a Pablo en su estado regenerado, c�mo podr�a �l en este estado atribuirse a s� mismo la impotencia con la que se acusa, especialmente si comparamos el contraste que presenta entre el estado descrito aqu� y la delineaci�n del cristiano la traza en el cap.

8? De hecho, lo que expresa este vers�culo no es otra cosa que lo que est� contenido en las palabras de Jes�s, Juan 3:24 : �El que practica la verdad, viene a la luz�. Hacer la verdad ciertamente denota el deseo leal del bien; y esta disposici�n precede a la fe en el caso de los hombres de los que habla Jes�s, ya que �sta es su consecuencia: viene a la luz.

El mismo pensamiento nos encontramos en la par�bola del sembrador, Lucas 8:15 , cuando Jes�s habla del coraz�n recto y bueno en el que la semilla del evangelio produce su fruto; borrador tambi�n Romanos 2:7 y Hechos 10:34-35 .

Se entiende, por supuesto, que tal disposici�n existe s�lo como obra de Aquel que es el �nico bueno. Pero hay una forma de considerar la corrupci�n de la naturaleza humana contraria al evangelio, y que cuando se la sopesa a fondo es autodestructiva.

Versículo 16

vv. 16 reproduce igualmente la segunda parte de Romanos 7:14 ; es, por as� decirlo, la par�frasis de las palabras: vendido al pecado. No se debe pensar que Pablo quiera exculparse en lo m�s m�nimo cuando dice: �No soy yo quien lo hace, sino el pecado�. Al contrario, quiere hacer m�s palpable el miserable estado de servidumbre a que est� reducido; no es due�o ni de su propia casa; all� encuentra a un tirano que lo obliga a actuar en contra de sus mejores deseos. �Qu� humillaci�n! �Qu� miseria! Es el estado de pecado considerado desde su punto de vista doloroso m�s que desde su punto de vista culpable.

Los adverbios ahora , ????, y no m�s , ??????, no pueden tener aqu� un significado temporal; Pablo establece la conclusi�n moral extra�da de los hechos que acaba de registrar. Su significado es por lo tanto l�gico. Ahora significa: �Estando las cosas as�;� no m�s: �no como si el estado normal, el de la plena libertad moral, a�n existiera en m�.

Versículos 16-17

Si, pues, hago lo que no quiero, consiento con la ley en que es bueno. Y ahora ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que mora en m�.

Estos dos vers�culos sacan la conclusi�n del hecho mencionado en Romanos 7:15 , conclusi�n que es la reafirmaci�n de la tesis establecida en Romanos 7:14 .

La reprobaci�n con que la conciencia de Pablo visita su propia obra, es un homenaje solemne que �l rinde a la ley, porque as� toma parte con la ley contra s� mismo. La preposici�n ???, con , en el verbo ???????, doy testimonio , aplaudo con , s�lo puede referirse al r�gimen ?? ????, la ley: �Declaro, en concierto con la ley , que el contenido de la ley es bueno. � Es la reproducci�n de la afirmaci�n: �Sabemos que la ley es espiritual�.

Versículos 18-19

vv. 18 b, 19. � Porque el querer est� presente en m�; pero no encuentro c�mo realizar lo que es bueno. Por el bien que quisiera no hago; mas el mal que no quiero, eso hago.

En lo que precede, Pablo ya hab�a afirmado cierta voluntad en relaci�n al bien; aqu� afirma lo mismo m�s expresamente. Esta voluntad est� presente; ???????????, estar al lado , y como si estuviera al alcance. El verbo ??????, desear , denota, como en Romanos 7:15-16 , un simple deseo, una intenci�n m�s que una decisi�n fija y deliberada; borrador

los pasajes citados. Pablo quiere decir: en cuanto a las buenas intenciones, est�n presentes y en abundancia; pero la ejecuci�n... eso es lo que no encuentro. No encontrar es lo contrario de estar al alcance. En lugar de ??? ???????, no encuentro , le�do por los Byzs. y el Greco-Lats., se encuentra en los cuatro Alex. un simple ??, no: ��Pero hacer el bien, no!� (?? ??????????).

Esta lectura tiene algo de �spero y abrupto que la vuelve sospechosa. �De d�nde podr�a haber entrado en el texto esta palabra ???????, que se corresponde tan bien con el t�rmino ???????????, para estar presente? �No tiene Meyer motivos para sospechar que un copista pas� descuidadamente del ???, Romanos 7:18 , al siguiente ??, Romanos 7:19 ?

Versículos 18-20

Segundo Ciclo: Romanos 7:18-20 .

El primer vers�culo nuevamente contiene una tesis paralela a la de Romanos 7:14 . Esta tesis est� demostrada por la experiencia en la segunda parte del vers�culo y en Romanos 7:19 , que corresponden as� a Romanos 7:15-16 del primer ciclo.

Finalmente, en Romanos 7:20 encontramos como conclusi�n la reafirmaci�n de la tesis; es el paralelo de Romanos 7:17 .

Romanos 7:18 a � Porque yo s� que en m�, es decir, en mi carne, no mora el bien.

Esta tesis, reproduciendo la de Romanos 7:14 : Soy carnal , se conecta, por los t�rminos usados, con las �ltimas palabras de Romanos 7:17 ; borrador las dos expresiones: "El pecado mora en m�" y "en m� no mora el bien". El ???, para , es explicativo m�s que demostrativo.

Es la misma experiencia la que se expone de nuevo con m�s precisi�n; borrador lo similar para , Romanos 7:10 . Podr�a parecer, cuando Pablo dijo, Romanos 7:14 : Yo soy carnal , que no dej� nada subsistente en el ego que no fuera carne.

Lo contrario apareci�, sin embargo, de lo que sabemos anterior; porque el que reconoce que la ley es espiritual, debe poseer en s� mismo algo espiritual. Esta distinci�n entre el ego , el yo y la carne se enfatiza a�n m�s plenamente en Romanos 7:18 . Porque es obvio que la frase que es tiene un sentido restrictivo, y que Pablo quiere decir: en m�, al menos en cuanto mi persona es carnal.

Por tanto, da a entender que hay algo m�s en �l adem�s de la carne. Este algo es precisamente aquello en �l que reconoce la espiritualidad de la ley y la rinde homenaje. Entendemos as� lo que es la carne en sus ojos, el cuidado complaciente de su persona, en forma de orgullo o sensualidad. Ahora bien, este es precisamente el poder activo que en la pr�ctica determina la actividad del hombre no regenerado.

La carne as� entendida no excluye el conocimiento, e incluso la admiraci�n de la bondad; pero hace infructuosa esta noble facultad en la vida ordinaria, esclavizando a s� misma el principio activo, la voluntad. Hay, pues, realmente, como Pablo da a entender, el bien en el ego , pero s�lo en el entendimiento, la facultad contemplativa, no en la carne que da el impulso activo. Vea este contraste exactamente declarado en Romanos 7:25 .

La prueba de hecho sigue.

Versículo 19

El no encuentro era la prueba de que ning�n bien moraba en la carne; se demuestra a su vez por los dos hechos declarados en Romanos 7:19 . La �nica diferencia entre este vers�culo y Romanos 7:15 b, es que aqu� el verbo ??????, hacer , lograr, se aplica al bien, mientras que el verbo ????????, trabajar en , se aplica al mal; lo que conduce a este sentido: �No logro realizar el bien que quiero, mientras me encuentro trabajando en el mal que no quiero�.

Por supuesto, las dos nociones del bien y del mal deben tomarse en su sentido m�s profundo, abarcando tanto la disposici�n interna como el acto externo. Incluso al hacer la tarea externa, uno mismo puede, ya los ojos de Dios, descubrir que est� haciendo el mal.

La conclusi�n se expresa en Romanos 7:20 .

Versículo 20

Ahora bien, si hago eso, no lo har�a, yo mismo , ya no soy yo el que lo hago, sino el pecado que mora en m�.

Una conclusi�n uniforme con la antes enunciada, Romanos 7:16-17 : �No soy due�o de m� mismo; un extra�o ha entrado a la fuerza en mi casa y me tiene cautivo�.

Esta es realmente la prueba de los vendidos al pecado , Romanos 7:14 . Pablo no lo dice a modo de excusa, sino para describir un estado de la m�s profunda miseria. Y cada vez que repite esta confesi�n, es como si se sintiera embargado por una convicci�n m�s fuerte de su verdad. El ???, yo (despu�s de eso no lo har�a ), es rechazado por importantes autoridades y condenado por Meyer.

Pero me parece que Tischendorf tiene raz�n en conservarlo. Est� en una relaci�n moral con el ???, yo , que sigue: �Lo que no quiero, yo mismo , no soy realmente yo quien lo hago�.

Versículo 21

Encuentro entonces, esta ley, que, cuando quiero hacer el bien, el mal se me pega.

Siempre las mismas dos caracter�sticas de su estado moral: voluntad de bien, pero impotente; el mal llev�ndolo lejos en la pr�ctica.

Hemos visto frecuentemente el t�rmino ?????, ley , tomando el sentido general de un principio rector de la vida; cualquier regla que se imponga con autoridad sobre la voluntad (????? ???????, la ley de la fe; ????? ?????, la ley de las obras, Romanos 3:27 ; ????? ?????????, ??? ????, de la ley, del esp�ritu Romanos2, Romanos 8:2 ) , etc.

). Tal, sin duda, es el significado de la palabra aqu�. Pablo est� resumiendo el modo de su existencia desde el momento en que la ley entr� para afectar su vida interior, y de la cual la ley no le da ning�n medio de escape. Esto es lo que �l llama ??? ?????, esta ley. Este significado general y abstracto del t�rmino ley se sigue primero de la expresi�n: la ley de Dios , Romanos 7:22 , donde por este complemento de Dios la ley de la que habla aqu� se contrasta con la ley moral y mosaica; y luego de Romanos 7:23 , donde Pablo nuevamente aplica la idea general de ley , hablando, en contraste con la ley de Dios, de otra ley.

Este modo de existencia aparece con dos caracter�sticas opuestas; la voluntad de bien: a m� que quiero hacer el bien , y la de hacer el mal: el mal se me pega. El dativo ?? ???????, para m� que quisiera , es el objeto de ??? ?????, la ley; porque esta palabra tiene aqu� un sentido muy activo: �La ley que se me impone a m� que har�a�... Nos hemos tomado la libertad de traducir las palabras as�: conmigo, cuando yo har�a. El ???, eso , depende tambi�n de ??? ?????, la ley: esta ley que encuentro en m� consiste en el hecho de que ...

El verbo ???????????, estar presente con , se toma aqu� en el mismo sentido que en Romanos 7:18 : estar al alcance, presentarse de inmediato: �En cuanto a m�, cuando quiero hacer el bien, el mal se presenta primero. .�

Los dos ????, para m� , sirven para resaltar con fuerza la unidad del sujeto que tiene la desgracia de desear una cosa y hacer la contraria.

Los numerosos cr�ticos que han comenzado tomando el t�rmino ley en este vers�culo en el sentido de la ley mosaica , se han envuelto en dificultades inextricables. Obs�rvese lo siguiente: 1. Knapp y Olshausen toman ?? ?????, bueno , como en oposici�n a ??? ?????, la ley; luego ???, que , como el objeto de encuentro: �En cuanto a m�, que cumplir�a la ley, es decir, el bien, encuentro que el mal est� presente en m�.

Pero esta aposici�n es muy extra�a, y el participio ?? ??????? requerir�a ser colocado antes de ??? ?????. 2. El Cris�stomo y el Peshitto toman las palabras ?? ???????, a m� deseando , como dativo de favor, y la conjunci�n ??? en el sentido de porque: �Encuentro la ley viniendo en mi ayuda, a los m�os que quieren hacer el bien, y que porque el mal est� presente conmigo.

�La ley acude en ayuda de Pablo en la lucha contra el mal! La idea son las ant�podas de lo que ense�a Pablo a lo largo de todo este cap�tulo. 3. Ewald obtiene un sentido directamente opuesto, al tomar ?? ?????, el mal , como la aposici�n de ??? ?????, la ley: �Encuentro la ley, es decir, el mal, presente conmigo cuando quiero hacer el bien�.

Esta construcci�n no solo es forzada gramaticalmente, sino que sobre todo esta identificaci�n de la ley y del mal ser�a una exageraci�n evidente (comp. Romanos 7:7 ). S�lo Marci�n podr�a haberse expresado as�. 4. Meyer da como objeto del participio ???????, deseando , la ley sustantiva , y toma ??????, hacer , como el infinitivo de objetivo: �Encuentro que conmigo cuando deseo la ley con el fin de hacer el bien, el mal est� presente.

Pero el objeto ??? ????? requerir�a ser colocado entre ?? y ???????; y el t�rmino desear la ley no est� respaldado por el ejemplo. Finalmente, est� lejos de ser natural tomar el infinitivo ??????, hacer , como el infinitivo de aim; es evidentemente el objeto de ???????, desear. 5. La obra maestra de todas estas explicaciones es la de Hofmann; seg�n �l el verbo ??????, hacer , no tiene objeto; debe tomarse en el sentido de actuar; ?? ?????, bueno , es un atributo de ??? ?????, la ley , y ??? significa porque:�Descubro que la ley es bondad para m� cuando quiero actuar, porque el mal est� presente conmigo;� es decir: que el mal, al detenerme en mi af�n de obrar cuando el bien est� ante m�, sirve para probarme por esta resistencia que es realmente la ley la que pretendo realizar.

�Es posible imaginar un pensamiento m�s tortuoso y una construcci�n m�s artificial? El verbo activo ??????, hacer , sin objeto; el atributo separado de su sustantivo, etc.!

El verdadero significado de la palabra ?????, ley , que hemos establecido, libra a este pobre verso de todas aquellas torturas a las que ha sido sometido. Nuestro significado se encuentra en un buen n�mero de comentaristas (Calvin, Tholuck, Philippi, etc.). Si despu�s de esa confirmaci�n se necesitara, se encontrar�a en los dos vers�culos siguientes, uno de los cuales demuestra el: en m� cuando quiero hacer el bien ( Romanos 7:21 a), el otro el: el mal est� presente en m� ( Romanos 7:21 ).

Versículos 21-25

Tercer Ciclo: Romanos 7:21-25 .

Este ciclo, al repetir las mismas experiencias, las estampa como el resultado permanente y definitivo del estado de cosas descrito a lo largo de todo el pasaje (???, en consecuencia ). El siguiente ciclo realmente contiene el cuadro completo del estado del hombre bajo la ley. Como los dem�s, primero expresa la tesis general, Romanos 7:21 , paralelo a Romanos 7:18 ; Romanos 7:14 ; luego la prueba de los hechos, Romanos 7:22-23 como arriba; y, finalmente, la conclusi�n, Romanos 7:24-25 , que, reproduciendo la de los otros ciclos, la supera y forma la transici�n a la descripci�n del nuevo estado que ha reemplazado al anterior en el regenerado (cap. 8) .

Versículos 22-23

Porque aplaudo la ley de Dios seg�n el hombre interior; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y me lleva cautivo a la ley del pecado que est� en mis miembros.

El verbo ????????? significa estrictamente: me regocijo con. �Significa, como piensa van Hengel: con otras personas , que como yo se complacen en la ley? � O como lo entiende Meyer, con la ley misma , que al igual que yo se complace en el bien que prescribe? La primera idea no est� respaldada por el contexto, y la segunda no es natural; porque la ley no es el sujeto, sino el objeto de ??????????, del sentimiento de gozo del que habla el ap�stol.

Debemos, pues, aplicar el ???, con , a la interioridad del sentimiento experimentado: me gozo en y conmigo mismo , es decir, en lo m�s rec�ndito de mi ser. Este t�rmino es a�n m�s fuerte que el ???????, para estar de acuerdo con , de Romanos 7:16 . Este �ltimo simplemente significaba: �Lo que la ley declara bueno, yo lo declaro bueno con ella�, mientras que aqu� tenemos una adhesi�n ansiosa e incluso encantada.

El complemento de Dios , a�adido a la ley , pone de manifiesto la elevaci�n moral de la regla, y as� justifica el asentimiento indicado por el verbo ?????????, aplaudo.

Las �ltimas palabras: despu�s del hombre interior , recu�rdanos expresamente que s�lo a una parte de su ser debemos aplicar lo que Pablo aqu� dice de s� mismo. Debemos cuidarnos de confundir el hombre interior con el hombre nuevo (?????? ????????). Pablo quiere hablar s�lo de lo que �l llama, Romanos 7:23 ; Romanos 7:25 , el entendimiento , el ????, el �rgano con el que est� dotada el alma humana para percibir lo verdadero y lo bueno, y distinguirlos de lo malo y lo falso.

Aqu� est� especialmente la acci�n de la conciencia moral, esa facultad que tiene poco m�s que un car�cter te�rico, y que en la pr�ctica no ejerce control suficiente sobre la voluntad para obligarla a hacer lo que aprueba. El hombre exterior , la personalidad fenomenal actuante, permanece bajo el dominio de otro poder que lo atrae del otro lado ( Romanos 7:23 ).

De nuevo, en 2 Corintios 4:16 encontramos el contraste entre el hombre interior y el exterior , pero modificado por el contexto. El primero en este pasaje denota al hombre completo moralmente considerado, tanto la voluntad como el entendimiento, y el segundo, el hombre f�sico solamente.

Ya hemos mostrado, con motivo de las expresiones usadas, Romanos 7:16 , que nada de lo que aqu� afirma Pablo pasa en lo m�s m�nimo de lo que el mismo Jesucristo atribuye al hombre inconverso, pero deseoso del bien y puesto bajo el influjo de la ley divina. y de la gracia preveniente que siempre la acompa�a; borrador

Juan 3:21 . San Pablo en el cap. 2 ya hab�a reconocido no s�lo la existencia de la conciencia moral en los gentiles, sino tambi�n la relativa rectitud con que a menudo aplican esta regla divina en la pr�ctica de la vida.

Versículo 23

Este verso es el desarrollo del 21b: El mal est� presente en m�. Todas las expresiones de este vers�culo se refieren a la misma figura y forman un cuadro. En el momento en que el hablante comienza a seguir la ley de Dios que lo atrae, contempla (?????, veo ) un adversario armado que avanza contra �l para impedirle el paso; tal es el significado literal del t�rmino ????????????????, ponerse en batalla contra.

Este enemigo es una ley opuesta a la de Dios que mora en sus propios miembros. Pablo denota as� los instintos ego�stas ligados a los miembros del cuerpo, y que buscan su gratificaci�n a trav�s de ellos, a pesar del asentimiento que el entendimiento da a la ley que trabaja para reprimirlos. As� dos adversarios se encuentran como frente a frente, la ley de la mente y la que habita en los miembros. El premio de la contienda es el yo , el ego que ambos buscan; y su resultado ordinario, la toma del ego por el segundo.

Las palabras: llev�ndome cautivo a la ley del pecado , representan el ego en el momento en que es arrastrado cautivo (?? ???????????, hacer prisionero ) por la ley de los miembros, y as� entregado al poder del pecado. San Pablo llama a este maestro la ley del pecado que est� en mis miembros. Estas �ltimas palabras aparecen a primera vista como una repetici�n. Pero se a�aden para mostrar en estos miembros, que luchan tan fielmente contra la ley de la mente para arrebatarle el ego , el ej�rcito equipado por as� decirlo por el pecado para luchar a su servicio y pagar.

En los dos vers�culos, 22 y 23, encontramos as� mencionadas cuatro leyes particulares, en las cuales se resume la ley general, o todo el modo de vivir perteneciente al hombre natural. Dos de estas leyes son objetivas y se imponen a la voluntad como si fuera desde fuera. Uno es la ley de Dios , la ley moral escrita o no escrita; la otra es la ley del pecado , ese instinto ego�sta que hereditariamente reina sobre la humanidad desde la ca�da.

A estas dos leyes objetivas corresponden dos subjetivas , que son, por as� decirlo, los representantes de las dos anteriores en el individuo: la ley de la mente , que no es otra cosa que el sentido moral en el hombre, apropi�ndose de la ley de Dios. , y convirti�ndolo en la regla del individuo; y la ley de los miembros , que es, por otra parte, el �rgano subjetivo por el cual el individuo cae bajo la ley del pecado.

Y las cuatro leyes juntas, a�adi�ndose el hecho habitual de la victoria que las dos �ltimas obtuvieron sobre las dos primeras, constituyen la ley general de nuestra existencia antes de la regeneraci�n, ese orden de vida que Pablo reconoce en �l cuando se examina a s� mismo, el ????? de Romanos 7:21 . Si el ap�stol fuera simplemente un moralista fr�o, diseccionando nuestro estado de miseria moral con el bistur� del an�lisis psicol�gico, habr�a pasado directamente de Romanos 7:23 a la segunda parte de Romanos 7:25 , donde en una ant�tesis precisa resume una vez m�s el resultado de toda esta investigaci�n.

Pero escribe como ap�stol, no como fil�sofo. Al dibujar la imagen de este estado, la pregunta que siente pesando en su coraz�n es la de la salvaci�n. La angustia se apodera de �l como si todav�a estuviera en el fragor de esta lucha. Lanza el grito de angustia ( Romanos 7:24 ), luego inmediatamente el de acci�n de gracias, porque ahora cuando escribe sabe de liberaci�n ( Romanos 7:25 ); despu�s de lo cual reanuda el curso de la exposici�n en la segunda parte de Romanos 7:25 .

Versículos 24-25

�Miserable de m�! �Qui�n me librar� de este cuerpo de muerte? �Doy gracias a Dios por Jesucristo nuestro Se�or! As� pues, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios; pero con la carne la ley del pecado.

La figura del verso anterior contin�a en este; estas dos exclamaciones son las del hombre interior, que, sinti�ndose llevado cautivo a la ley del pecado, lanza un gemido y luego clama por ayuda. El t�rmino ????????, hombre , es adecuado para recordar a cada lector que el estado descrito es realmente el suyo propio , mientras el libertador no se le haya aparecido.

�Por qu� Pablo aqu� se llama a s� mismo miserable , en lugar de culpable? Porque el punto en cuesti�n no es la condena resultante de la culpa; este tema fue tratado en la primera parte, caps. 1-5. El poder innato del mal, contra el cual se hace a�icos el de la ley, es una enfermedad hereditaria, una desgracia que s�lo se convierte en falta en la medida en que la consentimos personalmente al no luchar contra ella con las ayudas propias de la econom�a en que vivimos. En Vivo. As� sin duda se explica el grito del ap�stol: ??????????, �miserable!

El t�rmino ???????, liberar , se usa para denotar el acto del soldado que corre al grito de su compa�ero para rescatarlo de las manos del enemigo. Tambi�n pertenece al mismo orden de figuras que los dos verbos ???????????????? y ????????????? en el verso anterior.

El enemigo que mantiene atado al prisionero es llamado aqu� el cuerpo de esta muerte. El t�rmino cuerpo se ha tomado a veces como una expresi�n figurativa, que significa meramente masa, carga. As� dice Calvino: Corpus mortis vocat massam peccati vel congeriem, ex qu� totus homo conflatus est. Pero all� se produce la menci�n en Romanos 7:23 de los ????, miembros , del cuerpo en sentido estricto; y tal figura est� lejos de ser natural.

Cris�stomo, seguido de varios, toma el cuerpo en sentido estricto; pero en el grito encuentra un llamado a la muerte, tambi�n en sentido estricto: �Hasta cu�ndo estar� obligado a vivir en este miserable cuerpo? La explicaci�n de Calvino al grito del ap�stol equivale a lo mismo: ��l nos ense�a a pedir la muerte como �nico remedio del mal; y tal es en verdad el �nico fin que puede hacer l�cito el deseo de muerte.

Es imposible confundir m�s completamente el significado de este dicho. �No da gracias el ap�stol en la siguiente frase por la liberaci�n obtenida? �Y es esta liberaci�n entonces muerte? Seguramente no; es la emancipaci�n espiritual descrita en el cap. 8. Es entonces el cuerpo propiamente dicho lo que est� en cuesti�n, pero el cuerpo en un sentido an�logo a aquel en el que fue llamado, Romanos 6:6 , el cuerpo del pecado.

Es el cuerpo considerado como el principal instrumento del que se sirve el pecado para esclavizar el alma y envolverla en la muerte espiritual, el alejamiento de Dios, la vida de pecado ( Romanos 7:5 : llevar fruto para muerte ). El cuerpo contin�a con el cristiano, pero para ser para su alma un instrumento de justicia, para llevar fruto a Dios ( Romanos 7:4 ); borrador

Romanos 6:12-13 . Aquellos que aplicaron todo el pasaje, Romanos 7:14-23 , al creyente regenerado, por supuesto fueron llevados a la explicaci�n de Cris�stomo o de Calvino.

�Debe relacionarse el adjetivo ?????? con ???????, el cuerpo ( este cuerpo de muerte), o con ???????, muerte (el cuerpo de esta muerte)? La frase griega dar�a lugar a un malentendido casi inevitable, si la primera construcci�n fuera la verdadera; y Meyer observa acertadamente que el suspiro de liberaci�n no surge del hecho de que el cuerpo sea este cuerpo terrenal, sino del hecho de que el cuerpo es el instrumento de este estado de muerte en el que est� hundida el alma ( Romanos 7:11 ) . Esta observaci�n nos parece decidir la cuesti�n.

Hay dos cosas en la forma de la segunda pregunta de Romanos 7:24 que no armonizan bien con la suposici�n de que Pablo est� hablando aqu� como representante de la humanidad regenerada . Existe el pronombre indefinido ???, quien. Un cristiano puede encontrarse en apuros; pero sabe al menos el nombre de su libertador.

Luego est� el futuro: me librar�. Hablando como cristiano, Pablo dice, Romanos 8:2 : me ha hecho libre; porque para el creyente hay una liberaci�n cumplida de una vez por todas, como base de todas las liberaciones particulares que a�n puede pedir. No ora, por tanto, como el hombre que lanza el grito de nuestro verso, y que evidentemente a�n no conoce este gran hecho fundamental.

Finalmente, reflexionemos sobre la exclamaci�n contraria en las siguientes palabras: Doy gracias a Dios por medio de Jesucristo. Si, como es manifiesto, tenemos aqu� el clamor de liberaci�n del creyente regenerado, correspondiente al clamor de angustia pronunciado en Romanos 7:24 , se sigue naturalmente que este �ltimo no puede ser el del ap�stol, excepto en la medida en que �l se retrotrae en el pensamiento a un estado anterior al tiempo presente.

Versículo 25

De las tres lecturas que presentan los documentos en la primera parte de este vers�culo, primero debemos dejar de lado la grecolatina: ? ????? ??? ????, la gracia de Dios. Esta ser�a la respuesta al ??? de la pregunta anterior: ��Qui�n me librar�?� Respuesta: �La gracia de Dios�. Esta lectura surge evidentemente del deseo de encontrar una respuesta inmediata a la pregunta en las palabras que la siguieron.

Seg�n la lectura del Vatic. y Origen: ????? ?? ???, � gracias a Dios! la exclamaci�n ser�a de triunfo, correspondiente al grito de dolor anterior. Los copistas podr�an ceder f�cilmente a la tentaci�n de contrastar grito con grito; pero �no ser�a un tanto brusco este cambio de humor? �No es probable que el pasaje an�logo, 1 Corintios 15:57 , haya ejercido alguna influencia en la forma as� dada a nuestro texto? Por lo tanto, mantenemos la lectura recibida, a pesar de la autoridad de Tischendorf: ????????? ?? ???, doy gracias a Dios, no s�lo porque tiene representantes en las tres familias de documentos, sino tambi�n porque, al tener un car�cter m�s pac�fico, contrasta mejor tanto en la forma como en la materia con la agitaci�n ag�nica que caracteriza a las dos cuestiones precedentes.

�Se debe aplicar la mediaci�n de Jesucristo, a la que se refieren las siguientes palabras, a la misma acci�n de gracias , de la cual �l es el mediador e instrumento en la presencia de Dios, o a la liberaci�n , que es el fundamento entendido de la acci�n de gracias, y de la cual Jesucristo fue instrumento? El primer significado es defendido por Hofmann; pero no se sustenta en la idea general, mientras que la segunda lo exige el contexto; borrador 1 Corintios 15:57 .

La caracter�stica especial de la liberaci�n, en la que el ap�stol est� pensando aqu�, no es el perd�n de los pecados por la sangre de Cristo, sino la victoria sobre el pecado por Cristo crucificado y resucitado, comunicado a la fe por el Esp�ritu Santo; borrador el contraste establecido por el mismo Pablo entre estos dos medios de gracia contenidos en Cristo, cap. Romanos 5:1-2 .

Si Pablo no desarrolla el modo de liberaci�n, es porque cada lector puede y debe suministrarlo en el instante del pasaje anterior, Romanos 6:1 a Romanos 7:6 . El ap�stol en verdad puede contentarse en este punto con pocas palabras, porque, como bien dice Schott, no hace m�s que recordar lo que ha estado exponiendo largamente; a�adiremos: y anunciando lo que va a desarrollar plenamente, Romanos 8:1 et seq.

Despu�s de esta interrupci�n en la descripci�n de su estado de miseria previo a la fe, Pablo vuelve a su tema en la segunda parte de Romanos 7:25 , que es una especie de resumen de todo el pasaje, Romanos 7:14-23 . Me parece que el ??? ???, entonces , tiene el doble oficio de retomar el hilo roto (???) y de se�alar que aqu� hay una conclusi�n (???).

Esta conclusi�n podr�a ser considerada como la consecuencia del: Doy gracias por Jesucristo , en este sentido, que sin Cristo el estado de Pablo ser�a todav�a el que est� por expresarse en las dos proposiciones siguientes; eso piensa Meyer. Pero esta conexi�n tiene la torpeza de hacer que una idea, que s�lo ha sido expresada de pasada, controle el pensamiento general de toda la pieza. Por lo tanto, me inclino m�s a estar de acuerdo con R�ckert, al relacionar el entonces con la pieza completa, que est� a punto de ser recapitulada en dos frases llamativas.

Ya hemos encontrado m�s de una vez, al final de un desarrollo, una ant�tesis aguda destinada a resumirlo recordando los dos lados de la cuesti�n; borrador cap. Romanos 5:21 y Romanos 6:23 .

Las dos part�culas ??? y ??, la primera de las cuales no se usa con frecuencia en el NT, resaltan forzosamente el contraste. El rechazo de la ??? en el Sina�t. y dos greco-latinos es pura negligencia. Esta forma (??? y ??) muestra que el primero de los dos pensamientos se menciona solo de pasada y con el fin de reservar un lado de la verdad que no debe olvidarse, pero que la mente debe detenerse especialmente en el segundo.

El pronombre ????? ???, yo mismo , se ha entendido de diversas formas. Algunos (Beza, Er.) lo han tomado en el sentido de yo, el mismo hombre, ego idem: �Yo, uno y el mismo hombre, estoy pues partido en dos�. Este significado, diga lo que diga Meyer, encajar�a perfectamente en el contexto; pero m�s bien requerir�a la forma ??? ? ?????. Los ejemplos citados para justificarlo est�n tomados �ntegramente del lenguaje de la poes�a.

Otros (Grot., Thol., Philip.) lo entienden: yo, yo mismo, ipse ego; �Yo, ese mismo hombre que as� ha estado deplorando mi miseria.� Pero este significado s�lo ser�a adecuado si lo que Pablo procede a decir de s� mismo formara un contraste (o al menos una gradaci�n) con la descripci�n precedente. Ahora bien, como enseguida veremos, lejos de decir nada nuevo o diferente, simplemente resume para concluir.

Tambi�n se ha explicado este pronombre en el sentido de yo solo, ego solus , es decir, aislando mi persona de todas las dem�s. Este sentido ser�a el verdadero si no tuviera la torpeza de sustituir una noci�n num�rica ( una sola) por la idea puramente cualitativa del pronombre. Como dice Hofmann, �el ?????, el yo , sirve para restringir el yo a s� mismo�; es decir, a lo que Pablo es en s� mismo y por s� mismo.

La ant�tesis indudable es: yo en lo que soy por Cristo ( Romanos 7:24 ) o en Cristo ( Romanos 8:1 ). Por esta declaraci�n de su caso, se reemplaza a s� mismo en la posici�n descrita en Romanos 7:14 .

En el instante en que se abstrae de la interposici�n de Cristo libertador en su vida moral, s�lo ve en s� mismo dos cosas, las mencionadas en la continuaci�n inmediata. Por un lado, un hombre que con la mente sirve a la ley de Dios. El t�rmino ????, la mente , es extra�amente torturado por Hodge, quien lo parafrasea as�: �el coraz�n en cuanto regenerado�; y por Calvino y Olshausen, quien lo toma como: �el elemento racional del alma iluminada por el Esp�ritu de Dios�; el otro: �el entendimiento puesto en libertad [por la regeneraci�n] para cumplir la ley.

Pero, �d�nde hay una palabra del Esp�ritu de Dios en el pasaje? �No nos volvemos a encontrar aqu� con la misma expresi�n que en Romanos 7:23 : la ley de mi mente , equivalente al t�rmino: el hombre interior , Romanos 7:22 ? Es cierto que Calvino se atreve a decir que ��es el Esp�ritu el que all� se llama el hombre interior!� El lenguaje de Pablo es m�s estricto, y basta probar que este sentido especialmente cristiano, que se pretende dar al t�rmino mente , es falso; que, como observa Meyer, si fuera el hombre regenerado el que est� aqu� en cuesti�n, el orden de las dos proposiciones requerir�a necesariamente ser invertido.

Pablo habr�a requerido decir: �Sin duda, con la carne sirvo a la ley del pecado, pero con la mente a la ley de Dios�; porque es del �ltimo lado donde permanece la victoria en la vida cristiana. La mente aqu�, por lo tanto, simplemente denota, como en Romanos 7:22 , ese �rgano natural del alma humana por el cual contempla y discierne el bien y le da su asentimiento. Si este �rgano no existiera en el hombre natural, ya no ser�a moralmente responsable, y su misma condena caer�a as� por tierra.

La expresi�n parece extraordinariamente fuerte: �� servid la ley de Dios!� Pero comp. Romanos 7:6 : � sirvan en la antig�edad de la letra�, y Filipenses 3:6 : �en cuanto a la justicia de la ley irreprensible�. Es imposible pasar por alto una gradaci�n desde lo que conocemos , o reconocemos , Romanos 7:14 , hasta lo que estoy de acuerdo (???????), Romanos 7:16 ; de este t�rmino al gozo en (?????????), Romanos 7:22 ; y finalmente de este �ltimo al sirvo , Romanos 7:25; Pablo pasa as� del conocimiento al asentimiento, de �ste a la gozosa aprobaci�n, y de �ste, finalmente, al esfuerzo sincero de ponerlo en pr�ctica. Por lo tanto, enfatiza cada vez m�s la relaci�n de simpat�a entre su ser m�s �ntimo y la ley divina.

As� como la primera de las dos proposiciones antit�ticas resume un aspecto de su relaci�n con la ley, Romanos 7:14-23 (la buena voluntad de la mente), la segunda resume el aspecto opuesto, la victoria ganada por la carne en el pr�ctica de vida. Y este es el punto en el que la vida humana permanecer�a indefinidamente, si el hombre no recibiera respuesta al grito de angustia pronunciado, Romanos 7:24 .

Olshausen y Schott han considerado correcto comenzar la nueva secci�n (la descripci�n del estado del hombre regenerado) en Romanos 7:25 . Pero esto nos obliga a admitir una interrupci�n inmediata a partir de la segunda parte de este verso, oa dar al t�rmino ????, la mente , el significado forzado que le da Olshausen.

Hofmann no tiene mejor �xito en su intento de comenzar la nueva secci�n con el ??? ???, as� que (25b). �C�mo podr�a un segundo ???, entonces , Romanos 8:1 , seguir inmediatamente al primero? Y, adem�s, el contraste que debe admitirse entre 25b y Romanos 8:1 requerir�a una part�cula adversativa (??, pero ), mucho m�s que un entonces.

Información bibliográfica
Godet, Frédéric Louis. "Comentario sobre Romans 7". "Comentario de Godet sobre Libros Seleccionados". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gsc/romans-7.html.