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1 Corintios 7

Comentario Bíblico Católico de HaydockComentario Católico de Haydock

Versículo 1

Ahora concerniente. Los jefes de la Iglesia de Corinto le hab�an escrito a San Pablo, deseando saber si pensaba que era m�s conveniente casarse o no. �sta era una cuesti�n que los sabios de la antig�edad hab�an tenido con frecuencia en consideraci�n. A esta pregunta, San Pablo da aqu� su opini�n. (Calmet) &mdash- Otros, con mayor probabilidad, suponen que la pregunta principal que se le propuso a San Pablo fue si no estaban obligados, despu�s de su conversi�n, a abstenerse de sus esposas infieles.

(San Jer�nimo, cont. Jovin. Cap. Iv.; San Juan Cris�stomo, en este lugar, hom. Xix. &mdash Es bueno. es, de acuerdo con el estilo de las Escrituras, es mejor, si consideramos la ventaja de cada particular, etc. (Witham)

Versículo 2

Pero a causa de la fornicaci�n, cada uno tenga y viva con su propia mujer, [1] y no la deje ni la despida. Tenga en cuenta que San Pablo habla estas palabras a los que ya est�n casados, y no habla de los solteros hasta el vers�culo 8. Entonces, aqu� no exhorta a todos a casarse, sino que amonesta a las personas casadas a vivir juntas y a no rechazar el deber matrimonial, que ni el esposo ni la esposa pueden hacer sin consentimiento mutuo, debido al compromiso matrimonial.

Sin embargo, les aconseja que se abstengan algunas veces de lo que puedan hacer leg�timamente, para que puedan dedicarse a la oraci�n, [2] y, como se agrega en las copias griegas comunes, al ayuno. San Juan Cris�stomo observa que las palabras de San Pablo no son s�lo para que recen (que no debe omitirse ning�n d�a) sino para que se entreguen a la oraci�n, es decir, que est�n mejor dispuestos y preparados para la oraci�n. oraci�n, contemplaci�n y para recibir el santo sacramento, como encontramos el sacerdote incluso de la ley antigua, deb�an abstenerse de sus esposas, cuando estaban empleadas en las funciones de su ministerio.

Pero este tipo de consejo no es del agrado de todos los que se hacen pasar por reformadores. Y volver juntos de nuevo ... pero hablo de esto a modo de indulgencia, de lo que se permite a las personas casadas y no se les ordena, a menos que uno de los esposos no est� dispuesto a abstenerse. (Witham)

[BIBLIOGRAF�A]

Suam uxorem, suam virum. Griego: eautou gunaika, ton idion andra.

Versículo 5

[BIBLIOGRAF�A]

Ut vacetis orationi, griego: ina scholazete te proseuche. San Juan Cris�stomo, griego: ouk eipen aplos proseuchesthe.

Versículo 6

Por indulgencia. Es decir, con condescendencia ante tu debilidad. (Challoner)

Versículos 7-8

Yo quisiera, o podr�a desear que todos fueran como yo, y como se dice en el siguiente verso, continuar solteros como yo. Por lo tanto, es evidente que San Pablo no estaba casado entonces, quien seg�n la opini�n de los padres antiguos, nunca se cas�. Pero cuando el ap�stol dice, quisiera esto para todos ustedes, s�lo significa lo que se podr�a desear, el bien particular de cada uno considerado como una persona particular, pero lo que no se puede esperar, considerando el estado de la humanidad en general, y las tentaciones y la fragilidad de los hombres.

&mdash- Pero cada uno tiene su propio don de Dios, de modo que algunos abrazan prudentemente una sola vida, y tambi�n hacen un voto religioso de vivir siempre as�, como lo han practicado un gran n�mero tanto de hombres como de mujeres en todas las edades. , desde los tiempos de Cristo. Otros no tienen este don m�s perfecto: no se encuentran dispuestos a llevar, ni a hacer voto de una sola vida, se casan legalmente: es mejor casarse que quemarse, o ser quemados por violentas tentaciones de concupiscencia, por las cuales no contienen ellos mismos de trastornos de ese tipo.

Est� en contra de traducir tanto el texto en lat�n como en el griego, no pueden contenerse, como en la traducci�n protestante y del Sr. N .... El Dr. Wells, en su par�frasis, da el sentido de este lugar con estas palabras: Los inconvenientes del matrimonio deben ser experimentados, en lugar de esas imaginaciones o pr�cticas pecaminosas, que surgen de las llamas de una lujuria ingobernable. Por tanto, los que no est�n casados ??o son viudas (a quienes S.

Pablo habla en estos dos vers�culos) puede recurrir al matrimonio como remedio. Pero tenga en cuenta que cuando San Pablo permite el matrimonio, no habla de aquellos que ya han hecho voto de vivir siempre una vida de soltero. Los votos hechos a Dios deben cumplirse. (Salmo lxxv. 12; Eclesiast�s v. 3.) Y San Pablo dice expresamente de tales personas, que han hecho un voto de continencia perpetua, y luego se casan, que incurren en condenaci�n, porque violan su primera fe o voto. hecho a Dios.

Ver 1 Timoteo v. 12. Este dicho, por lo tanto, es mejor casarse que quemarse, no puede justificar los matrimonios sacr�legos de sacerdotes, o de cualquier otro que estuviera bajo tales votos. Hay otros remedios de los que est�n obligados a hacer uso y mediante los cuales pueden obtener el don de la continencia y la castidad. Deben pedir este don con fervientes oraciones a Dios, quien les da buen esp�ritu a quienes lo piden.

(Lucas xi. 15.) Deben unir el ayuno, la limosna y la pr�ctica de la abnegaci�n, tan a menudo recomendada en el evangelio. Vea las anotaciones en Mateo xix. Los mismos remedios, y no otros, deben utilizar quienes, estando ya casados, se encuentran bajo tentaciones tan violentas, que continuamente est�n en peligro de violar o violar la castidad del lecho matrimonial. Por ejemplo, cuando las personas casadas est�n divorciadas de la cama y la comida, cuando est�n ausentes durante mucho tiempo, cuando est�n enfermas y discapacitadas, cuando una tiene una aversi�n inveterada hacia la otra: no pueden casarse con otra, pero pueden y deben utilizar otros remedios. (Witham)

Versículo 9

Si no contienen. De esto se habla de los que son libres; y no de aquellos que por voto hayan dado su primera fe a Dios; a quienes, si usan los medios adecuados para obtenerlo, Dios nunca rechazar� el don de la continencia. Algunos traductores han corrompido este texto, interpret�ndolo, si no pueden contener. (Challoner)

Versículo 10

Pero a los que est�n casados, etc. Les dice a estas personas que no deben separarse, o que si se puede permitir una separaci�n por razones importantes, ninguna de las partes puede casarse con otra. (Witham) &mdash- Que la esposa. Jesucristo ha declarado expresamente que en un caso solo se puede permitir el divorcio, y ese es el caso del adulterio. (Estius)

Versículos 12-17

Para el resto, & c. Este era un caso completamente nuevo, que la sabidur�a del ap�stol regula seg�n las leyes de la caridad. Tertuliano piensa que algunos de los fieles, que se hab�an convertido del paganismo, no consideraban l�cito vivir m�s con sus esposas, que a�n estaban enterradas en las supersticiones de la idolatr�a, que escr�pulos responde San Pablo, guiado como estaba: por las luces particulares del Esp�ritu Santo.

(Calmet) &mdash Si alg�n hermano tiene una esposa infiel, etc. San Pablo habla de dos que se unieron por contrato matrimonial, cuando ambos eran infieles, y que uno de ellos se convirti� a la fe cristiana: no leemos de ning�n precepto que Cristo dio, en cuanto a esos matrimonios, pero el ap�stol parece ordenar, por su autoridad apost�lica, que contin�en como marido y mujer, a menos que la parte que sigue siendo todav�a infiel deba partir; entonces, dice el ap�stol, que talsalir.

Tambi�n hay otro caso, a saber, cuando el hombre o la mujer que sigue siendo infiel, no vivir� sin continuas injurias y blasfemias contra Dios y la religi�n cat�lica, de modo que no pueda haber paz por ese motivo entre ellos. En estos dos casos, seg�n los c�nones de la Iglesia, se considera que no hay matrimonio, por lo que la parte convertida puede casarse con otro. Y esto parece estar basado en la raz�n, que el ap�stol dio aqu�, de que Dios nos ha llamado a la paz. (Witham)

Versículos 14-16

Est� santificado. El significado no es que la fe del esposo o de la esposa sea por s� misma suficiente para poner a la parte incr�dula, oa sus hijos, en el estado de gracia y salvaci�n, sino que muy a menudo es una ocasi�n de su santificaci�n, al traer ellos a la verdadera fe. (Challoner) &mdash- La santificaci�n, que tiene diferentes significados, no puede significar aqu� que un infiel sea verdadera y propiamente santificado, o justificado, por estar casado con un fiel creyente; por tanto, s�lo podemos entender una santificaci�n inapropiada, de modo que tal infiel, aunque todav�a no convertido, no necesita ser considerado impuro, sino en la disposici�n de convertirse, especialmente viviendo en paz juntos, y consintiendo que sus hijos sean bautizados, por que son verdaderamente santificados.

&mdash- �C�mo lo conoces, oh esposa? &C. Estas palabras parecen dar la raz�n, por qu� pueden separarse, cuando no pueden vivir en paz y cuando hay pocas perspectivas de que la parte que es infiel se convierta. (Witham)

Versículo 17

Pero [3] como el Se�or distribuy�, ... y llam� a cada uno, etc. San Pablo procede a otros puntos de disciplina, que las personas convertidas puedan permanecer y continuar en los mismos empleos y en el mismo estado de vida legal que antes, que no tiene nada que ver con el hecho de que antes de su conversi�n fuera un jud�o circuncidado o un gentil incircunciso, la circuncisi�n ya no es una obligaci�n en la nueva ley.

Si alguno que se convierte fue siervo o esclavo, que no se preocupe por esto, sino que lo use m�s bien, [4] que muchos interpretan, que m�s bien procure ser liberado, aunque San Juan Cris�stomo y otros entienden, que se contente m�s bien con su condici�n servil. Quiz�s fue una advertencia para aquellos nuevos conversos, quienes podr�an imaginar que su libertad cristiana los exim�a de ser siervos de los hombres.

Sin embargo, les da este gran consuelo, que tal persona es el hombre libre del Se�or, es decir, todo el que es cristiano, y est� en la gracia de Dios; pero agrega, no sea esclavo de los hombres, es decir, no siga sus caminos pecaminosos, ni consienta en nada que sea criminal. (Witham) &mdash- Todo consiste en hacer la voluntad de Dios, amarlo con todo nuestro coraz�n; sin esto, todo es ilusi�n. Apegarnos a pr�cticas exteriores contrarias al orden de Dios, es la superstici�n de la circuncisi�n; despreciar lo que viene de Dios, es el orgullo de la incircuncisi�n.

[BIBLIOGRAF�A]

Nisi, & c. Griego: ei me, aqu� tiene el sentido de pero.

Versículo 21

[BIBLIOGRAF�A]

Magis utere, griego: mallon chresai. San Juan Cris�stomo dice, griego: touteti mallon douleue.

Versículo 23

Con un precio. Verbigracia. con el precio de la preciosa sangre de Cristo. (Estius) &mdash- Solo a �l debemos servir, porque todo lo que nos atrae de esta lealtad, es una perfecta servidumbre, como el amor de cualquier persona o cosa fuera de Dios.

Versículos 25-28

Ahora con respecto a las v�rgenes, etc. Vuelve a dirigir su discurso a los solteros, quienes (si no han hecho voto) pueden casarse legalmente, aunque est� lejos de ordenar a todos que se casen, como cuando dice, no busquen esposa. Y los tales tendr�n tribulaci�n de la carne, preocupaciones, problemas, vejaciones en el estado del matrimonio, pero yo les perdono, los dejo a su libertad de casarse, o no casarse, y no desanimar�n que est�n exponiendo las cruces de un vida de casados. (Witham)

Versículo 29

El tiempo es corto, etc. Instrucciones incomparables hasta el final de este cap�tulo, que no son oscuras. (Witham)

Versículo 30

Y los que lloran. En este pasaje el ap�stol nos ense�a, en medio de nuestras mayores aflicciones, no dejarnos abrumar por el dolor, sino recordar que el tiempo de esta vida es corto y que los dolores temporales ser�n recompensados ??con las alegr�as que nunca se desvanecen. de la eternidad. (Estius)

Versículo 33

Es mucho m�s f�cil entregar todo nuestro coraz�n y aplicaci�n sin la menor reserva a Dios, que dividirlos sin injusticia.

Versículo 36

Que haga lo que quiera, no peca, etc. El significado no es el que quisieran los libertinos, que las personas pueden hacer lo que quieran y no pecar; con tal de que despu�s se casen, pero que el padre, en cuanto a dar a su virgen en matrimonio, haga lo que le plazca, y que no ser� pecado para �l si ella se casa. (Challoner)

Versículo 38

El que no la da, mejor. Y m�s bienaventurada ser�, si permanece as�, seg�n mi consejo. Es muy extra�o si alguien, que lee este cap�tulo sin prejuicios, no ve claramente que san Pablo aconseja y prefiere el estado de virginidad al de matrimonio. &mdash- Creo que yo tambi�n tengo el esp�ritu de Dios. Les recuerda, con esta modesta manera de hablar, aquello de lo que no pueden dudar, como a un ap�stol tan grande.

(Witham) &mdash- Es digno de nuestra atenci�n, que San Pablo en cada ocasi�n evita la m�s m�nima apariencia de vanidad, y con frecuencia cuando da su propia opini�n, nos da solo una indirecta, esperando que nosotros proveamos el resto. De la modestia de este ap�stol en este particular, tenemos muchos ejemplos en sus escritos, como en el vers. 26. "Pienso, por tanto, que esto es bueno"; y lo mismo en el cap. iv. ver. 9. "Porque yo creo que Dios". (Estius)

Información bibliográfica
Haydock, George Leo. "Comentario sobre 1 Corinthians 7". "Comentario Bíblico Católico de Haydock". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/hcc/1-corinthians-7.html. 1859.