Bible Commentaries
1 Samuel 10

Comentario Bíblico Católico de HaydockComentario Católico de Haydock

Versículo 1

Vial, en forma de lenteja. (Plinio, [�Historia natural?] Xviii. 12.) &mdash- Aceite. Esta unci�n parece haber sido peculiar de los reyes, sacerdotes y profetas de los hebreos, quienes prefiguraron a Jes�s, el gran ungido de Dios. (San Agust�n en el Salmo xliv.) La costumbre era muy antigua, Jueces ix. 8. Se piensa que aquellos reyes, que sucedieron a sus padres por su derecho de nacimiento, y sin oposici�n, no recibieron ninguna unci�n.

(Calmet) &mdash Los rabinos pretenden que el ung�ento sagrado se us� para los reyes de Jud�, pero no para los de Israel. No es probable que se haya utilizado para ninguno de los dos, �xodo xxx. 32. y 3 Reyes i.

39. Leemos que Jeh� fue ungido rey de Israel; (4 Reyes ix. 6,) y podemos suponer que se us� aceite com�n, en su opini�n, as� como para los otros reyes. El perfume o b�lsamo de Judea, no mancha las prendas sobre las que puede caer. (Plinio, [�Historia natural?] Xii. 25.) Se verti� sobre la cabeza; los Rabinos dicen en forma de corona, (Calmet) o cruz. (Haydock) &mdash- Pero esto es incierto. La ceremonia se ha conservado, con respecto a los reyes cristianos, quienes, seg�n Inocencio I, deben ser ungidos en los hombros y los brazos, mientras que los prelados reciben la unci�n en la cabeza.

&mdash Mira. Hebreo, "�No es porque?" &C. (Haydock) &mdash- Y t� .... pr�ncipe. Todo esto falta en el hebreo, etc. Pero es conforme a la Septuaginta Vaticana; (Calmet) el alejandrino tiene que "ser pr�ncipe sobre su pueblo, sobre Israel? Y t� gobernar�s al pueblo del Se�or, y lo salvar�s de sus enemigos alrededor"; como hemos explicado, el cap.

ix. 16. (Haydock) &mdash- Sa�l fue ungido con una vasija peque�a, para significar que su reino no subsistir�a por mucho tiempo; y con aceite, para recordarle misericordia, luz y salud para su pueblo. (San Gregorio) (Worthington)

Versículo 2

Raquel, cerca de Bel�n, G�nesis xxxv. 16. &mdash Protestante, "en Zelzah". Otros para alg�n instrumento musical, como si estos viajeros estuvieran "bailando", como insin�a la Septuaginta, y tocando instrumentos musicales, como los profetas, ver. 5. No parece c�mo Sa�l se acercar�a a Bel�n, en su viaje de Ramatha a Gabaa, a menos que Ramatha estuviera m�s al sur de lo que est� representado, lo cual no podr�a hacer, estando en la tribu de Efra�n; para que podamos traducir el hebreo, "Encontrar�s dos hombres de Zelzelach, un lugar cerca de la tumba de Raquel, en los l�mites de Benjam�n, y ellos", etc.

Versículo 3

Thabor, muy distante de la famosa monta�a (Calmet) en Zabulon. (Menoquio) &mdash Vino, para libaciones, como las dem�s cosas para sacrificio y fiesta, as� como para obsequios a los sacerdotes oficiantes.

Versículo 4

Mano. Ser�an muy aceptables para Sa�l, que no ten�a ninguno. Los extra�os podr�an suponer que podr�an comprar m�s en Betel. (Calmet)

Versículo 5

La colina de Dios. Gabaa, en la que tambi�n hab�a en ese momento, un lugar alto o altar. (Challoner) &mdash Profetas. Estos eran hombres cuyo oficio era cantar himnos y alabanzas a Dios; porque en las santas escrituras tales personas se llaman profetas, y su canto de alabanzas a Dios se llama profetizar.

Ver 1 Paralipomenon, alias 1 Chronicles xv. 22. y xxv. 1. Ahora bien, en aquellos d�as hab�a colegios o escuelas para entrenar a estos profetas; y parece que hab�a una de estas escuelas en este monte de Dios; y otro en Naiot en Ramatha. V�ase 1 Samuel [1 Reyes] xix 20, 21, etc. (Challoner) &mdash- Los jud�os dicen que en todas las ciudades de Judea hab�a congregaciones de esta naturaleza. Viv�an como monjes, absteni�ndose, en su mayor parte, del matrimonio, aunque algunos ten�an hijos, 4 Reyes IV.

1. Ten�an un superior a la cabeza, a quien Dios frecuentemente revelaba cosas futuras. Al resto se les instruy� sobre c�mo explicar las profec�as, componer y cantar c�nticos. Algunos de ellos se inspiraron, como Sa�l, solo por un tiempo. Se supone que Samuel instituy� estos colegios, y esta es la primera vez que los encontramos mencionados. (Calmet) &mdash- Fueron de infinito servicio en la preservaci�n de la verdadera religi�n. (Haydock)

Versículo 6

Esp�ritu de piedad. (Menochius) &mdash Cabo regis animum et in istam fortunam, qua dignus es, istam continenteiam profer. "Adopta los sentimientos de un rey, dijeron los diputados de Alejandro a Abdal�nimo, pero lleva contigo esta moderaci�n, cuando asumas la dignidad que mereces gozar". (Curtius iv.)

Versículo 7

Encontrar. Emprende cualquier empresa, por dif�cil que sea, que Dios te proponga. (Calmet)

Versículo 8

Galgal. Aqu� tambi�n por dispensaci�n hab�a un altar de Dios. (Challoner) &mdash- Para hacer. Sa�l fue all�, despu�s de la victoria que hab�a obtenido sobre los amonitas, cuando fue confirmado en su dignidad, cap. xi. 14. Pero la menci�n de siete d�as, parece indicar que Samuel est� aqu� hablando de ese evento, cuando la guerra contra los filisteos estaba cerca, y Sa�l descuid� esperar el plazo se�alado, antes de aventurarse a ofrecer sacrificio, cap.

xiii. 8. (Calmet) &mdash Otros traducen: "Estar� contigo en Galgal y ofreceremos sacrificios durante siete d�as". (Calmet) &mdash Se le orden� obediencia para probar su humildad. (San Gregorio) (Worthington)

Versículo 11

Profetas. Este proverbio recibi� una nueva confirmaci�n, cuando Sa�l iba a apoderarse de David, y el Esp�ritu lo oblig� a unirse al colegio de los profetas para cantar alabanzas a Dios, cap. xix. 24. (Haydock) &mdash- Se puede aplicar a aquellos que inesperadamente son elevados a una alta dignidad, o est�n capacitados para hablar o hacer cosas extraordinarias, como los ap�stoles, cuando hablaban varios idiomas, etc. (Delrio adag. 178.) (Calmet)

Versículo 12

Su padre. Es decir, su maestro o superior. Tanto como para decir: �Qui�n podr�a producir un cambio tan maravilloso como para convertir a Sa�l en profeta? (Challoner) pero el Se�or, cuyo Esp�ritu sopla donde quiere, Juan iii. 8. (Haydock) &mdash El esp�ritu de profec�a es un don de Dios, no de los padres. (Menochius) &mdash- Pero un profeta no carece de honor, salvo en su propio pa�s, Mateo xiii. 57. (Haydock)

Versículo 13

Lugar. Regres� a la casa de su padre, despu�s de que el Esp�ritu dej� de inspirarlo y los profetas se retiraron a casa. Sus parientes, sospechando que algo m�s que com�n le hab�a sido revelado a Sa�l por Samuel, comenzaron a hacerle preguntas: pero �l tuvo la prudencia de guardar (Calmet) su secreto para s� mismo, ya sea en obediencia al mandato de Samuel, cuando envi� al criado antes. , (Haydock) o por humildad, (Menochius) o para prevenir los peligros de la envidia de sus propios parientes. (Josefo)

Versículo 17

Se�or, que siempre presidi� este tipo de asambleas. Este fue convocado para elegir un rey, a quien Dios se�al� por suertes. Algunos afirman que el arca y el sumo sacerdote, con sus ornamentos pontificios, estaban presentes. (Calmet) &mdash- Adrichomius dice que Maspha estaba a solo tres horas a pie de Cariathiarim. (Menochius)

Versículo 19

Familias. Primero se sorte� para determinar la tribu, luego para averiguar cu�l de las grandes familias, y qu� casa, iba a dar un rey a Israel. (Haydock) &mdash Dios se complaci� as� en convencerlos de que la elecci�n proced�a de �l. (San Gregorio) (Worthington)

Versículo 21

Metri. No encontramos nada de este nombre, 1 Paralipomenon viii. 1. Es probablemente un t�tulo que algunos de los grandes patriarcas de Benjam�n hab�an adquirido disparando, ya que Metri significa "arquero o arquero". (Calmet)

Versículo 22

Hogar. En hebreo, "se ha escondido entre las cosas", (Haydock) instrumentos, o bagajes, en Masphath. Actu� as� por modestia, juzg�ndose no apto para la exaltada dignidad, (Calmet) y demostr� que no la buscaba. (Menochius)

Versículo 23

Hacia arriba. Dios condescendi� a complacer los deseos del pueblo, que principalmente consideraba la estatura y las cualidades corporales de su rey. "Muchas naciones est�n acostumbradas a mirar con veneraci�n a una persona majestuosa, y piensan que ninguna es capaz de grandes haza�as excepto aquellas a quienes la naturaleza ha hecho muy bellas". (Curtius vi.) V�ase el cap. ix. 2. Las naciones m�s civilizadas consideran m�s bien las cualidades de la mente. Alejandro, Agesilao, etc., no eran de una estatura majestuosa.

Versículo 24

Rey. Nuestra canci�n favorita, "Dios salve", etc., es una amplificaci�n de este sentimiento. (Haydock)

Versículo 25

Ante el Se�or. Por lo tanto, parece que el arca estaba presente. Este registro de Samuel est� perdido, por lo que no podemos determinar qu� leyes prescribi� en esta ocasi�n. (Calmet) &mdash- Josefo ([�Antig�edades?] Vi. 5.) dice que �l escribi� y ley� a o�dos de todos, y en presencia del rey, qu� males se producir�an bajo el gobierno real; y deposit� la escritura en el tabern�culo, para que se averiguara la verdad de la predicci�n.

Probablemente alude a la denuncia de la tiran�a, que se hab�a hecho [en] el cap. viii., y que dice que Samuel repiti� en esta ocasi�n. Pero el profeta tambi�n tomar�a una copia de la ley del reino, prescrita por Mois�s, (Deuteronomio xvii.) Y se la entregar�a a Sa�l, para que pudiera convertirla en la regla de su conducta y no imitar las malas costumbres de los tiranos. (Haydock) &mdash- Todo el proceso de este memorable evento tambi�n lo anotar�a, (Menochius) como lo leemos actualmente en este cap�tulo, coloc�ndolo en el orden correcto, como una continuaci�n de la historia sagrada que Mois�s y Josu� hab�a comenzado; y como ellos, depositar el volumen sagrado junto al arca o en el tabern�culo. Ver Josue xxiv. 26. (Haydock)

Versículo 26

Tocado; considerar el nombramiento de Saulo como su acto. Despu�s se retiraron a casa y el nuevo rey volvi� a sus ocupaciones habituales. El ej�rcito aqu� denota parte de la asamblea, ya que los j�venes vinieron con sus l�deres listos, si se les llamaba, para marchar a la batalla, �xodo vi. 26. y Deuteronomio xx. 9. (Calmet)

Versículo 27

CAPITULO X.

Belial; hombres sediciosos, quiz�s de la tribu de Efra�n, (Jueces xii.) o de Jud�, a quien el poder real parec�a pertenecer, G�nesis xlix. (Salien) &mdash Los s�bditos no se atreven a presentarse ante su rey, en Tracia, sin tal ofrenda.

(Jenofonte, Anab. Vii., & C.) (Calmet) &mdash La severidad podr�a haber alienado las mentes de muchos, ya que apenas estaba confirmado en su dignidad, y la guerra contra Amm�n era amenazadora. (Menochius)

Información bibliográfica
Haydock, George Leo. "Comentario sobre 1 Samuel 10". "Comentario Bíblico Católico de Haydock". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/hcc/1-samuel-10.html. 1859.