Bible Commentaries
1 Samuel 6

Comentario Bíblico Católico de HaydockComentario Católico de Haydock

Versículo 2

Adivinos. Los sacerdotes generalmente pretend�an tener conocimientos de magia entre los paganos. (Calmet)

Versículo 3

Si, & c. Los se�ores ya estaban decididos a devolver el arca. Pero los sacerdotes sab�an que algunos todav�a no creer�an que era la causa de su aflicci�n. Para convencer a todos, intentan un experimento, que decidir�a el asunto; y en caso de que el arca regresara, deben acompa�arla algunos presentes adecuados, como propiciaci�n (Haydock) por el pecado en el que no habr�an incurrido (Menochius) en el que dudar�an.

(Haydock) &mdash- Aunque Dios no necesita nada, todos deben reconocer su dependencia de �l. Los paganos siempre hac�an alg�n presente, cuando se presentaban ante sus �dolos o monarcas, y Dios requiere el mismo testimonio de sumisi�n, �xodo xxiii. 15.

Versículo 5

Provincias. En hebreo seranim, "se�ores". &mdash Israel, cuyo arca has tratado de manera inapropiada. (Calmet) &mdash Dioses. No s�lo Dag�n, sino los otros �dolos, fueron humillados (Haydock) aunque la palabra hebrea tambi�n denota un dios, o pr�ncipes, etc.

Versículo 6

Corazones. Incluso �stos confiesan que la obstinaci�n procede de los hombres; (Worthington) aunque Calvino har�a a Dios el autor de la misma. (Haydock)

Versículo 7

Carro nuevo. Se habr�a considerado irreverente usar uno que se hab�a empleado para otros prop�sitos profanos, 2 Reyes vi. 3. &mdash- Inicio. Todas estas circunstancias tend�an a evitar que el arca fuera transportada a casa, (Calmet) a menos que la Providencia interfiriera.

Versículo 8

Caja. En hebreo argaz, (que la Septuaginta retiene; Haydock) significa tambi�n "una bolsa o canasta". (Calmet) &mdash No leemos qu� sucedi� con estos presentes despu�s: pero se supone que fueron guardados en el santuario hasta el tiempo del cautiverio. (Calmet)

Versículo 9

Camino. Josefo observa que colocaron las vacas en los extremos de tres carriles; (Haydock) y, como podemos inferir del hebreo (ver. 12), m�s bien con la cabeza vuelta a Betsames. Pero, con esta conducta, �no tentaron a Dios? Algunos creen que �l los inspir� en esta ocasi�n, (Estius) para que incluso sus enemigos pudieran estar convencidos, (Haydock) que la gracia de la profec�a se concede con frecuencia a hombres malvados, como Balaam; otros creen que �l dio �xito a su plan, aunque fue dictada por la superstici�n.

Incluso el diablo a veces dice la verdad. (Mendoza) (Calmet) &mdash- La gente sol�a lanzarse a las se�ales, a lo que Dios a menudo asinti�, Proverbios xvi. 33., (Menochius) y G�nesis xxiv. 14. (Haydock)

Versículo 12

CAPITULO VI.

Versículo 13

Trigo, alrededor de Pentecost�s, en mayo; de modo que el arca debe haber sido tomada en noviembre. (Menochius)

Versículo 14

Bethsamite, no el renombrado general. (Calmet) &mdash Se�or. Algunos pretenden que los se�ores de los filisteos los siguieron hasta ahora y ofrecieron este holocausto, ya que el carro les pertenec�a; pero los betsamitas podr�an suponer que hab�an abandonado su propiedad, as� como las figuras de oro; y, como la ciudad pertenec�a a los sacerdotes, lo m�s probable es que desempe�aran este oficio.

De hecho, los machos deb�an ser ofrecidos en el tabern�culo. Pero este fue un caso extraordinario; para que, si no hubiera sacerdotes, el sacrificio pudiera ser l�cito (Calmet) por dispensaci�n, como vemos que Samuel y El�as hicieron lo mismo. (Haydock) &mdash Tambi�n estaba presente el arca, por lo que se ofrec�an sacrificios en el tabern�culo. Los argumentos de Abulensis, (q. 19), que acusa a los betsamitas de pecado por este motivo, no son, por tanto, satisfactorios. (Menochius)

Versículo 15

Buques. Protestantes menos propiamente, "joyas de oro". (Haydock)

Versículo 16

D�a. Estaba distante unas 18 millas. (Calmet) &mdash- Provincias. Hebreo, "se�ores". Algunos piensan que en la caja s�lo se incluyeron cinco im�genes de cada tipo; otros suponen que la gente de cada aldea present� un rat�n dorado, para satisfacer su propia devoci�n, y que no podr�an estar infestados de tales alima�as. Clarius cree que tambi�n enviaron un n�mero igual de las otras im�genes del ano, cap. v. (Haydock)

Versículo 18

Abel. Una piedra o roca, sobre la cual los jud�os dicen que Abraham hab�a ofrecido sacrificio; (San Jer�nimo, Trad. T. [�Tirinus?]) El hebreo, "o luto", fue llamado as� despu�s, debido a la muerte de tantos; (Menochius) por lo que el lugar, al que los egipcios acompa�aron los restos de Jacob, fue llamado "Abol", el luto de Egipto, G�nesis l. 11. (Haydock) &mdash- La Septuaginta dec�a Abon, "la piedra". Todos los pueblos de los filisteos, hasta este lugar, enviaron cada uno sus im�genes de oro, o contribuyeron a las que fueron presentadas por los cinco se�ores.

&mdash Que, aunque del g�nero femenino, se refiere a piedra, porque Abol es de esa descripci�n, (Menochius) y encontramos varias alusiones al hebreo en nuestra versi�n.

Protestantes, "a la gran piedra de Abel, sobre la cual pusieron el arca del Se�or, cuya piedra permanece hasta el d�a de hoy", etc. (Haydock; Vatable, etc.) &mdash- Otros piensan que el arca permaneci� all� hasta que fue trasladada a Cariathiarim, cap. vii. 1. Malvenda dice que el recuerdo de la transacci�n estaba fresco hasta que el autor escribi�; mientras que otros sostienen que las figuras de oro continuaron con el arca hasta ese momento.

(Calmet) &mdash- La Septuaginta Romana omite las palabras hasta el d�a de hoy; y dice, "donde colocaron sobre ella (la piedra) el arca ... sobre la piedra en el campo", etc. Luego, con la copia de Alejandr�a, y Procopio, etc., se suma a 19. "Y los hijos de Jecon�as no aprobaron, entre los hombres de Betsames, que vieron el arca del Se�or, y mat� de ellos a 70 hombres, y 50.000 personas.

"Theodoret sospecha que eran m�s imp�os que el resto. Pero tambi�n podr�amos decir que mostraron m�s reverencia (Calmet), como podemos explicar los mataron, para denotar a los dos ciudadanos curiosos, (Haydock) si se pudiera tener alguna dependencia en esta adici�n. (Calmet)

Versículo 19

Visto; y mir� con curiosidad. Es probable que esta plaga haya llegado a todo el pa�s vecino, as� como a la ciudad de Betsames. (Challoner) &mdash Era ilegal, incluso para los levitas, tocar o mirar el arca descubierta; (Tirino; N�meros iv.

15, 20,) y la expresi�n hebrea en, a menudo se toma en este sentido, Proverbios vii. 15. y xi. 4. &mdash Bochart traduce, "mat� a 70 de 50.000.

"El sir�aco y el �rabe dicen," 5070 hombres ". Josefo s�lo admite 70 que fueron asesinados", porque se atrevieron a tocar el arca con sus manos profanas, ya que no eran sacerdotes. "En hebreo", y mat� a la gente 70 hombres, 50.000 hombres. (Calmet) &mdash Algunos insertar�an un orante en la Vulgata, y 50.000 "estaban presentes.

"(Du Hamel) &mdash Esta decisi�n es la m�s com�n. (Menochius) &mdash As� como el arca era terrible para los infieles, tambi�n lo era para aquellos verdaderos creyentes, quienes lo trataron con falta de respeto. (Worthington)

Versículo 20

Nosotros. Estas palabras pueden indicar que pensaban que Dios era demasiado severo, o que se juzgaban indignos de su presencia. No hay proporci�n entre una ofensa de Dios y lo que la criatura puede hacer para darle satisfacci�n. (Calmet)

Versículo 21

Hasta. Este es el significado del hebreo. La Vulgata reducita, "tr�ela de vuelta", insin�a que los betsamitas deseaban que la gente de Cariatiarim llevara el arca a su ciudad, en el camino a Silo, donde probablemente pensaban que deb�a ser colocada, en el tabern�culo. Pero parece que Dios orden� lo contrario, y el arca nunca fue restaurada a su espl�ndida posici�n anterior, rodeada de todos los vasos y ornamentos del tabern�culo.

David hizo algo similar, y coloc� un altar delante de �l, mientras que el tabern�culo mosaico y el altar fueron removidos de Silo a Nobe, (cap. Xxi. 1.) y luego a Gabaon, 2 Paralipomenon i. 5. Salien (a�o del mundo 3030) no duda pero de all� fueron trasladados al templo de Salom�n, durante la octava de la dedicaci�n, junto con los de David, desde el monte Sion, 2 Paralipomenon v. 2., y viii.

3. �Por qu� el arca no fue colocada en esta magn�fica morada, sino removida de la piedra de Abel a las casas de Abinadab, de Obededom, de David en Sion, hasta todos los ornamentos originales, prescritos por Dios a Mois�s, con un alambique? aparato m�s espl�ndido, reunido para adornar el templo de Salom�n, no podemos explicarlo f�cilmente. Quiz�s podr�a ser para hacer ese evento m�s glorioso, y para representar el estado atribulado de la sinagoga jud�a, inmediatamente antes de la aparici�n del gran Redentor, quien establecer�a una iglesia sin mancha ni arruga, brillando m�s que el sol y llena de todas las gracias celestiales.

(Haydock) &mdash Los sacerdotes a�n permanec�an y ofrec�an sacrificios en el tabern�culo, aunque de vez en cuando algunos de ellos llegaban a ofrecer v�ctimas extraordinarias ante el arca, en esas casas particulares que as� se convirtieron, por as� decirlo, en el lugar santo de santos.

Salien, el a�o del mundo 2941, donde observa desde San Jer�nimo, que el tabern�culo fue removido a Nobe aproximadamente al mismo tiempo que el arca fue depositada en Cariathiarim; y sin duda ambas traducciones fueron consecuencia del mandato divino, expresado por la boca de su profeta Samuel. (Haydock)

Información bibliográfica
Haydock, George Leo. "Comentario sobre 1 Samuel 6". "Comentario Bíblico Católico de Haydock". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/hcc/1-samuel-6.html. 1859.