Bible Commentaries
Daniel 9

Comentario Bíblico Católico de HaydockComentario Católico de Haydock

Versículo 1

Darius, el Mede. (Cap. V. 31.) Si su reinado hubiera comenzado al mismo tiempo que el de Ciro, en Babilonia, como se supone com�nmente, Daniel no habr�a estado preocupado con respecto a la liberaci�n del pueblo, como ocurri� ese a�o, (Calmet) aunque quiz�s no al principio. (Haydock) &mdash Assuerus, o Ajasuerus, no es un nombre propio, pero significa "un gran pr�ncipe". (Worthington)

Versículo 2

Jerusal�n. Ley� con atenci�n los vol�menes sagrados, en particular la profec�a de Jerem�as xxv. 11. y xxix. 10. Sabiendo que muchas predicciones eran condicionales, tem�a que esto pudiera ser as�; sin embargo, una parte parec�a estar comprobada por la muerte de Baltassar. (Calmet) &mdash- Dar�o hab�a reinado en Persia antes. Solo gobern� parte de un a�o, en Babilonia, el 70 de cautiverio. (2 Paralipomenon xxxvi. 22.) Daniel percibiendo que el tiempo de la liberaci�n de los jud�os estaba cerca, or� con gran celo y confianza. (Worthington)

Versículo 4

Pacto. Dios nunca lo rompe primero. (Calmet) &mdash- Deus sua gratia semel justificatos non deserit, nisi ab eis prius diseratur. (Concilio de Trento, sesi�n vi. 11.)

Versículo 9

Misericordia. T� eres justo (vers�culo 7) y soberanamente misericordioso. Habla en nombre de todos. Algunos hab�an continuado fieles; pero el n�mero era comparativamente insignificante. (verso 11.)

Versículo 11

Ca�do, por gotas, ( stillavit. Deuteronomio xxvii. 13. & c.) (Haydock) como una inundaci�n.

Versículo 13

Verdad, en la ejecuci�n de tus promesas y amenazas.

Versículo 16

Contra. Hebreo: "seg�n". &mdash- Justicia. Septuaginta: "misericordia". No se glor�e el enemigo de haber arruinado tu templo, etc. (verso 17.) (Calmet)

Versículo 21

El hombre Gabriel. El �ngel Gabriel en forma de hombre. (Challoner) (Cap. VIII. 16.) &mdash- Sacrificio, entre las dos v�speras, (N�meros xxviii. 4.) despu�s de la hora novena, que era tiempo de oraci�n. (Hechos iii. 1.) (Calmet)

Versículo 23

Deseos. Su celo y mortificaci�n merecen este t�tulo. (Worthington) &mdash- Era objeto del amor de Dios. (San Jer�nimo) (Cap. X. 11. y xi. 8.) (Calmet)

Versículo 24

Se acortan setenta semanas (es decir, de a�os, o setenta veces siete, es decir, 490 a�os) ; es decir, fijo y determinado, de modo que el tiempo ya no sea m�s. (Challoner) &mdash- Esta no es una profec�a condicional. Daniel estaba sol�cito por saber cu�ndo terminar�an los setenta a�os de Jerem�as. Pero se le revela algo de mayor importancia, (Worthington) incluso la venida y muerte del Mes�as, cuatrocientos noventa a�os despu�s de que se diera la orden de reconstruir los muros, (Calmet) en cuyo per�odo Cristo redimir�a al mundo. , (Worthington) y abolir los sacrificios de la ley.

(Calmet) &mdash Ungido. Cristo es el gran ungido de Dios, la fuente de la justicia y el fin de la ley y de los profetas (Hechos x. 38. y 1 Corintios i. 30; Romanos x. 4.) (Calmet) as� como el perdonador de delitos. Estos cuatro personajes pertenecen solo a Cristo. (Worthington)

Versículo 25

Palabra, etc. Es decir, desde el a�o veinte del rey Artajerjes, cuando, por su mandamiento, Nehem�as reconstruy� los muros de Jerusal�n, 2 Esdras ii. Desde ese momento, seg�n la mejor cronolog�a, solo hubo sesenta y nueve semanas de a�os, es decir, 483 a�os, hasta el bautismo de Cristo, cuando comenz� a predicar y ejecutar el oficio de Mes�as. (Challoner) &mdash- La profec�a se divide en tres per�odos: el primero de cuarenta y nueve a�os, durante el cual se completaron los muros; (Hab�an resucitado en cincuenta y dos d�as, (2 Esdras vi.

15.) pero todav�a se requer�an muchas otras fortificaciones) el segundo de cuatrocientos treinta y cuatro a�os, al final del cual Cristo fue bautizado, en el decimoquinto de Tiberio, el tercero de tres a�os y medio, durante el cual Cristo predic� . A mediados de esta �ltima semana, los sacrificios antiguos se volvieron in�tiles, (Calmet) ya que el verdadero Cordero de Dios hab�a sido inmolado. (Theod.) &mdash- Una semana de a�os denota siete a�os, como Lev�tico xxv.

y as� setenta de estas semanas ser�an cuatrocientos noventa a�os. (Ven. Beda, Rat. Temp. 6 & c .; Worthington) &mdash- Or�genes entender�a 4900 a�os, y data desde la ca�da de Ad�n hasta la ruina del templo. Marsham comienza veinti�n a�os despu�s de que comenzara el cautiverio, cuando Dar�o tom� a Susa, y termina en el segundo de Judas, cuando el templo fue purificado. Este sistema destruir�a la predicci�n de la venida de Cristo y es muy incierto.

Hardouin lo modifica y reconoce que Cristo fue el final de la profec�a, aunque se cumpli� en figura con la muerte de On�as III. Ver 1 Macabeos i. 19; Senens. Babero. viii. h�r. 12; y Estius. Del Cap�tulo VII. a xii. los cambios en Oriente, hasta la �poca de Ep�fanes, se describen de diversas maneras. Despu�s de que el �ngel se dirigi� a Daniel, �ste todav�a estaba perplejo; (Cap. X. 1.) y para despejar sus dudas, el �ngel le informa de la persecuci�n de Ep�fanes, como si hubiera estado hablando del mismo hecho.

Por lo tanto, podemos contar cuarenta y nueve a�os desde la toma de Jerusal�n (cuando Jerem�as habl�, cap�tulo vi. 19.) hasta Ciro, el ungido (Isa�as xlv. 1.) quien fue designado para liberar al pueblo de Dios. Todav�a estar�an bajo los persas, etc. durante otros cuatrocientos treinta y cuatro a�os, y luego On�as deber�a ser asesinado. Muchos se unir�an a los Macabeos; los sacrificios cesar�n a mediados de la semana setenta, y la desolaci�n continuar� hasta el final de ella.

Sin embargo, aunque este sistema pueda parecer plausible, es mejor ce�irse al com�n, que naturalmente nos lleva a la muerte de Cristo, que data del d�cimo a�o de Artajerjes. (Calmet) &mdash Todo el Oriente estaba convencido de que un gran rey se levantar�a sobre el tiempo; cuando nuestro Salvador apareci� realmente, y cumpli� todo lo que se hab�a dicho del Mes�as.

(Calmet; Diss.) &mdash- Ferguson dice: "Tenemos una demostraci�n astron�mica de la verdad de esta antigua profec�a, ya que el a�o prof�tico del Mes�as cortado era el mismo que el astron�mico". En una disputa entre un jud�o y un cristiano, en Venecia, el rabino que presidi� ... puso fin al asunto diciendo: "Cerremos nuestras Biblias; porque si continuamos en el examen de esta profec�a, har� que todos seamos cristianos.

"(Watson, vamos. 6.) &mdash Times, etc. ( angustia temporum ) lo que puede aludir tanto a las dificultades y oposici�n que encontraron en la construcci�n, como a la brevedad del tiempo en que terminaron el muro, a saber, cincuenta y dos d�as (Challoner).

Versículo 26

Semanas, o cuatrocientos treinta y ocho a�os, que transcurrieron desde el vig�simo de Artajerjes hasta la muerte de Cristo, seg�n los cron�logos m�s exactos. (Calmet) &mdash San Jer�nimo y algunos manuscritos dicen, Christus, et non erit ejus. El sentido queda as� suspendido. Los jud�os pierden su prerrogativa de ser pueblo de Dios.

(Calmet) &mdash El orden de sucesi�n entre los sumos sacerdotes estaba bastante trastornado, mientras que el pa�s estaba gobernado por los romanos, y por Herodes, un extranjero. (Calmet) &mdash- L�der. Los romanos bajo Tito. (Challoner; Calmet)

Versículo 27

CAPITULO IX.

Muchos. Cristo parece aludir a este pasaje. (Mateo xxvi. 28.) �l muri� por todos; pero varios de los jud�os en particular, no quisieron recibir la gracia ofrecida. (Calmet) &mdash Templo. Hebreo: "el ala", (Calmet) o pin�culo, (Haydock) la parte m�s alta del templo.

(Calmet) &mdash- Desolaci�n. Algunos entienden esto de la profanaci�n del templo por los cr�menes de los jud�os y por la facci�n sanguinaria de los fan�ticos. Otros, de traer all� las insignias y estandartes de los romanos paganos. Otros, en fin, distinguen tres tiempos diferentes de desolaci�n: a saber. el de Ant�oco; que cuando el templo fue destruido por los romanos; y el �ltimo cerca del fin del mundo, bajo el anticristo.

A todo lo cual, como suponen, esta profec�a puede tener relaci�n. (Challoner) &mdash La ruina estar� entera. (Calmet)

Información bibliográfica
Haydock, George Leo. "Comentario sobre Daniel 9". "Comentario Bíblico Católico de Haydock". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/hcc/daniel-9.html. 1859.