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Deuteronomio 10

Comentario Bíblico Católico de HaydockComentario Católico de Haydock

Versículo 1

Madera. Mois�s hab�a recibido este mandato antes de subir al monte por segunda vez, �xodo xxv. 10. Pero lo ejecut� s�lo despu�s de haber recibido las segundas tablas de la ley, �xodo xxxvii. 1. (Menochius) &mdash Pero esto parece innecesario. (Calmet)

Versículo 3

Hice o di �rdenes de tener uno listo para mi regreso. (Calmet)

Versículo 4

A mi. Dios ya hab�a promulgado las mismas leyes a o�dos de todos, �xodo xix. 17. (Haydock)

Versículo 6

Mosera, por el monte Hor, porque all� muri� Aar�n, N�meros xx. Este y los siguientes vers�culos parecen estar insertados entre par�ntesis, (Challoner) hasta el d�cimo. La raz�n de su inserci�n aqu� no se puede explicar f�cilmente; pero debemos adorar, en silencio, los designios del Esp�ritu Santo. (Calmet) &mdash- Mois�s acababa de mencionar el arca, dise�ada para contener las tablas de la ley; y como los sacerdotes y los levitas iban a ser los guardianes de esas cosas sagradas, �l aprovecha la ocasi�n para especificar algo con respecto a su instituci�n, etc.

Quiz�s Mosera fue visitado dos veces por los hebreos. La primera vez vinieron desde Beroth -Benejaacan, o desde "el pozo de los hijos de Jacan", y desde all� midieron sus pasos; sin embargo, la segunda vez, Mosera, o Moseroth, no se nota, porque ya se hab�a especificado, y no se detuvieron all� mucho tiempo, sino que procedieron a Gadgad, N�meros xxxiii. 30. (Bonfrere) (Menochius) &mdash- Otros piensan que Mosera y Benejaacan no son los mismos lugares que Moseroth y Beroth Bensacan, aunque los nombres son similares.

(Cornelius a Lapide) &mdash Tambi�n conserva muchas palabras que se han omitido en hebreo, y en todas las versiones tomadas de �l; de donde la omisi�n parece haber tenido lugar antes de la aparici�n de la versi�n de la Septuaginta.

La versi�n samaritana, que se reconoce que precedi� a la Septuaginta, concuerda con su texto y dice: "Y los hijos de Israel partieron de Moseroth y acamparon en Benejaakan; de all� partieron y acamparon en Hagidgad; de all� partieron y asentaron en Jotata , tierra de arroyos de aguas; de all� partieron y asentaron en Ebrona; de all� partieron y asentaron en Ezi�n-geber; de all� partieron y asentaron en el desierto de Zin, que es Cades. de all� partieron y acamparon en el monte Hor.

Y all� muri� Aar�n, "& c. (Kennicott, 2. Dis.) &mdash- As� Mosera ser� la estaci�n 27, y el monte Hor la estaci�n 34; (Pococke) de donde partieron los israelitas, despu�s de la muerte de Aar�n, a Salmona, dirigiendo su curso hacia los pa�ses al este del Jord�n, que se les hab�a prometido. El nombramiento de Eleazar para suceder a Aar�n, y la separaci�n de los levitas para el Se�or, deber�an colocarse todos juntos, despu�s de los diferentes campamentos (Haydock).

Versículo 8

Tiempo, durante el pontificado de Aar�n, N�meros iii. 6. (Menochius) &mdash Arca. Los sacerdotes la llevaron, en ocasiones m�s solemnes, (Josu� iii.

3,) ya que tambi�n bendijeron al pueblo. (Menochius) &mdash- Sin embargo, los levitas cantaron las alabanzas de Dios, en cuyo sentido la palabra se usa a menudo, 1 Paralipomenon xxiii. 13. De ah� que Castalio traduzca "para celebrar su nombre".

Versículo 10

Destacado. Mois�s no sigue el orden de los eventos, pero recuerda a la mente de su audiencia lo que podr�a servir para causarles la impresi�n m�s profunda. Menciona algunas instrucciones adicionales que hab�a recibido de Dios en el monte Sina�, durante el segundo per�odo de 40 d�as. (Calmet) &mdash Algunos creen que Mois�s habla del tercer ayuno de 40 d�as. (Salien)

Versículo 12

Y ahora. �l muestra las ventajas que se pueden derivar de una constante observancia de los mandamientos, para que te vaya bien, ver. 13. Dios no necesita nuestros servicios (vers. 14), sino que elige a quien le plazca para mostrar los tesoros de su amor (vers. 15), lo que debe conmovernos fuertemente para convertirlo en un adecuado agradecimiento. , (Calmet) al retirar nuestros afectos de todo lo que pueda desagradarle, ver.

16. Si nos negamos, debemos esperar caer bajo la vara de su indignaci�n, a pesar de todos los esfuerzos de su clemencia, que presenta para nuestra imitaci�n, ver. 17, 19. Juzgar� a todos por igual, ricos y pobres. (Haydock)

Versículo 14

Del cielo. La Escritura menciona el tercer cielo, (2 Corintios xii. 2,) donde la majestad de Dios aparece gloriosamente. La segunda es la regi�n de las estrellas y la primera la atm�sfera, donde se mueven los p�jaros y las nubes. (Calmet)

Versículo 15

Unido, ( conglutinatus) por as� decirlo, con pegamento, (Haydock) para mostrar la vehemencia del amor. (Menochius)

Versículo 16

Circuncidar. Los hebreos estiman la circuncisi�n como una marca de su mayor gloria. Todos los que no lo ten�an eran considerados profanos. Llaman incircuncisos a los o�dos, la mente y el coraz�n, cuando no quieren o�r, entender u obedecer la ley de Dios. San Pablo (Romanos ii. 28) inculca con frecuencia esta circuncisi�n interior, a la que alude Mois�s en estas �ltimas exhortaciones, cap. xxx. 6. La gente no hab�a practicado regularmente la circuncisi�n en el desierto.

Mois�s se encarga de elevar sus pensamientos hacia algo m�s espiritual; y declara, en t�rminos m�s claros que los que hab�a hecho hasta ahora, la necesidad de amar a Dios. Todo debe ser desterrado del coraz�n que pueda resistir este amor. (Calmet) &mdash- La vanidad, la ceguera, el lujo, hay que desprenderse. (Menochius)

Versículo 17

Dioses. Los �dolos no son nada, 1 Corintios viii. 4. Por lo tanto, Theodoret supone que aqu� se designa a todos los que tienen autoridad sobre la tierra. Pero admitiendo las falsas nociones de los paganos respecto a sus dioses, aqu� se afirma la superioridad del Dios verdadero; (Calmet) y todos, tanto en el cielo como en la tierra, dioses y se�ores, deben inclinarse ante �l. (Haydock)

Versículo 18

Viuda. Dios se resiente por las heridas que se les han hecho, �xodo xxii. 22.

Versículo 20

Solo, una palabra que no se encuentra en el hebreo, pero que la Septuaginta considera necesaria para expresar el verdadero significado de este pasaje. Ver el cap. vi. 13. (Calmet) &mdash- Nombre, cuando es necesario un juramento. Jam�s jurar�s por dioses falsos. (Worthington)

Versículo 21

Alabado sea, el objeto a quien debes alabar y la fuente de toda tu felicidad y gloria. Otras naciones reverenciar�n a los jud�os por este motivo. (Calmet) &mdash pero los hebreos adoran a Dios, el Rey que naci� por s� mismo &mdash agnos, (Calmet) St.

Cirilo, contra Juli�n 5., y San Justino M�rtir, Discurso Hortatorio a los griegos xi., L�ase auton, �l. Pero el significado est� claro por el contexto. La palma de la sabidur�a se les da a los caldeos por el aprendizaje natural ya los jud�os por la divinidad. (Watson, Proleg. Xii.) Porfirio es el due�o del or�culo. (Theodoret) (Haydock)

Versículo 22

Setenta. Algunas copias de la Septuaginta agregan "cinco", con San Esteban. [Hechos vii. 14.] Ver G�nesis xlvi. 26. (Calmet)

Versículo 25

CAPITULO X.

Información bibliográfica
Haydock, George Leo. "Comentario sobre Deuteronomy 10". "Comentario Bíblico Católico de Haydock". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/hcc/deuteronomy-10.html. 1859.