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Bible Commentaries
Deuteronomio 21

Comentario Bíblico Católico de HaydockComentario Católico de Haydock

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Versículo 1

Tierra. Por lo tanto, los m�dicos jud�os infieren que si el cad�ver se encontraba colgado o ahogado, etc., o m�s cerca de un pueblo de los gentiles que de uno de los israelitas, esta ley no obligaba. Son tan exactos que cuestionan si la distancia debe medirse desde el morro o desde la naval del difunto. (Selden, Syned. Iii. 7.) Pero la ley nos muestra que el autor del asesinato debe ser descubierto, si es posible, ya que el crimen es tan grave como, en cierto modo, para profanar la tierra y arrastrar a los venganza de Dios, si se deja impune por descuido. (Calmet)

Versículo 2

Antiguos y jueces. Despu�s de la investigaci�n m�s estricta, si el asesino no pod�a ser descubierto, los magistrados y el senado de las ciudades vecinas midieron qu� ciudad estaba m�s cercana al cad�ver. (Josefo, [�Antig�edades?] Iv. 8.) Los Rabinos fingen que cinco del Sanedr�n fueron comisionados para hacer esta investigaci�n, junto con los magistrados del vecindario. Otros piensan que los antiguos eran solo los ancianos.

La medici�n tuvo lugar s�lo cuando el punto fue impugnado, y probablemente se refiere a aquellas ciudades, que fueron de suficiente importancia para tener veintitr�s jueces fijados en ellas. (Calmet) &mdash- Se presume que el m�s cercano hab�a sido culpable de mayor negligencia. (Haydock)

Versículo 3

Vaquilla, no mayor de tres a�os, dicen los Rabinos. Los paganos estimaban m�s agradables a los dioses a las v�ctimas, que no hab�an sido unidas. Chermon observa que los egipcios rechazaron a los que alguna vez hab�an sido "consagrados al trabajo". (Grocio) &mdash- Esta circunstancia podr�a indicar aqu�, que el asesino era un hijo de Belial, o "sin yugo"; (cap�tulo xiii. 13; Menochius) y la novilla fue asesinada para mostrar lo que se merec�a, y debe esperar si es descubierto. (Haydock)

Versículo 4

Valle. En esos lugares, los asesinatos se perpetran con mayor frecuencia. El hebreo puede significar, "un desierto", torrente profundo o inaccesible, (Haydock) en el lado del cual la novilla iba a ser sacrificada, y su cuerpo fue entonces, al parecer, arrojado al agua. Los antiguos primero se lavaron las manos sobre ella. As�, la v�ctima de la maldici�n contra los que rompen un pacto, es enterrada en una zanja o arrojada al mar.

(Homero, Il�ada i.) &mdash La aspereza y profundidad del valle, denota la dureza del coraz�n del asesino, y la profundidad de su malicia. (Menochius) &mdash- Strike off, o c ?dent, "corta el cuello", (Haydock) en la parte superior, quiz�s sin separarlo por completo del cuerpo.

Se daba sangre por sangre, y este era el principal prop�sito de los sacrificios sangrientos. Por esta raz�n, los egipcios imprimieron un sello en los cuernos de la v�ctima, representando a un hombre arrodillado, con las manos atadas a la espalda, como si estuviera listo para recibir el golpe de la muerte. (Plut. [�Plutarco ,?] Isis.)

Versículo 5

Juzgado. Vemos aqu� nuevamente la gran autoridad de los sacerdotes, cap. xvii. 9. En hebreo, "por su palabra se probar� toda controversia y todo golpe", como lo expresan los protestantes. (Haydock) &mdash Los Rabinos restringen la autoridad de los sacerdotes tanto como pueden, para dar mayor poder a su quim�rico Sanedr�n.

Ellos fingen aqu� que solo ten�an que pronunciar la bendici�n, ver. 8. Josefo ([�Antig�edades?] Iv. 8) se une a los magistrados con ellos en toda la ceremonia. Este espantoso encuentro de tanta gente tendi� a descubrir a los autores del asesinato, ya que todos conversar�an naturalmente sobre el tema, y ??cada persona declarara lo que sab�a, por fin podr�an formarse algunas sospechas, que podr�an conducir gradualmente a la confusi�n. detecci�n.

Josefo dice que se propusieron recompensas a cualquiera que pudiera hacer un descubrimiento. Draco decret� que el mismo d�a en que se anunci� un asesinato, si no se conoc�a al autor, todo el pueblo (de Atenas) deber�a ser purificado. (Calmet) &mdash- Abulensis insin�a que si el asesino estaba presente entre la multitud, podr�a ser detectado por la sangre que brota del cad�ver del difunto, etc., ya que Dios a menudo saca a la luz el asesinato de una manera maravillosa. (Cic. [Cicer�n ,?] Div. 1.) (Tirino)

Versículo 6

Wash. Esto ten�a la intenci�n de testificar que no eran culpables de la sangre que hab�a sido derramada, y que deseaban quitarse el castigo sobre la cabeza de la novilla, (Calmet), el representante del asesino desconocido. As� que Pilato se conform� a esta costumbre cuando conden� a Cristo por la mera acusaci�n de los jud�os; (Mateo xxvii. 24) y el sacerdote, en la misa, se lava las manos, como emblema de esa inocencia, con la que debe acercarse al lugar sant�simo.

(Haydock) &mdash- Asterio fue alcanzado por un rayo, por tocar el altar de J�piter sin haberse lavado las manos. (Natal. Mito. I. 10. 14.) Los paganos generalmente se purificaban con fumigaciones o rociando agua de mar sobre sus cuerpos. Aquiles orden� que las cosas que se hab�an usado para purificar a los griegos, en el sitio de Troya, fueran arrojadas al mar, como inmundas. (Il�ada i.)

Versículo 7

Eso. Los magistrados son en cierto grado responsables, si por su negligencia las carreteras principales son inseguras. (Calmet) &mdash- Hab�an testificado que hab�an cumplido con su deber. (Worthington)

Versículo 9

Y C. En hebreo, "T� repudiar�s" (Haydock) o "apagar�s la voz de sangre inocente", que de otra manera clamar�a al cielo por venganza, G�nesis IV. 10. En este sacrificio, (Calmet) aunque no merece el nombre, (Menochius) podemos considerar a Jesucristo sufriendo por los pecados de otros. (Calmet)

Versículo 10

Cautivos. Algunos rabinos dicen que esto solo era l�cito en lo que ellos llaman guerras voluntarias, que el Se�or no hab�a ordenado, ya que en las que se libraban contra las naciones devotas no estaba permitido reservar a las mujeres, aunque deb�an abrazar la religi�n verdadera. Calmet parece tener la misma opini�n en el cap�tulo anterior, al que incluso se refiere. Pero aqu� piensa que, al cumplir con la condici�n especificada, podr�an casarse, como lo fue Rahab, y por lo tanto, esta ley debe considerarse como una excepci�n a las leyes generales, que proh�ben el matrimonio con las naciones de Cana�n, que de otra manera lo estaban. orden� ser completamente destruido, cap.

vi. 16. "Creemos", dice �l, "que si estas mujeres cambiaran de religi�n, podr�an casarse, de cualquier naci�n que fueran". Parece que todav�a excluye a las mujeres cananeas (cap. Xxiii. 3), cuya variaci�n de sentimiento muestra que el punto no debe decidirse f�cilmente. (Haydock)

Versículo 11

La amo. Los m�dicos jud�os explican esto de una acci�n que la modestia rechaza y que, sin embargo, toleran en los primeros transportes de la victoria; (Selden, Jur. V. 13), aunque los paganos lo condenaron por injusto y contrario a la raz�n. (Grocio, Jur. III. 4.) &mdash- Todos saben con qu� reserva trataba Alejandro a las mujeres; y los romanos desterraron a Torcuatus, por haber violado a un prisionero de guerra.

(Plut.) &mdash La ley, sin embargo, parece solo permitir el casamiento de aquellos que antes no ten�an esposo, ya que se dice que las mujeres solo lloran por el padre y la madre, v. 13. ( Haydock) &mdash- En estas ocasiones los chinos, y probablemente tambi�n los egipcios, y las matronas romanas, antes se vest�an de blanco, mientras que casi todas las dem�s naciones asum�an el negro. (Tirino)

Versículo 12

Cabello. Durante el duelo, la gente hizo lo contrario a lo que estaba acostumbrado a hacer en los d�as de alegr�a. Los hombres se dejan crecer el cabello, las mujeres cortan este adorno de su cabeza, cosa que los profetas a menudo amenazan, Isa�as xv. 23., y Jeremias xlvii. 5, etc. (Calmet) &mdash- U�as. Algunos traducir�an el hebreo "ella har� crecer sus u�as ", como una se�al de dolor, tal vez habitual entre los paganos faciet ungues.

Pero la Septuaginta, Fil�n, etc. de acuerdo con la Vulgata; (Menochius) y el hebreo pueden muy bien tener el mismo sentido. No debemos juzgar la idea que otros tienen de la belleza, por nuestros propios sentimientos. Algunas mujeres en Estados Unidos tienen u�as largas y las estiman como marcas de belleza y nobleza; y en China, dejaron crecer a los de la mano izquierda, y los cortaron en duelo. (Hist. Sin. Iii. 1.) La gente de Mauritania se enorgullece de tener u�as largas.

(Estrab�n, xvi.) El duque de Borgo�a, no hace 300 a�os, se distingui� entre los muertos, antes que Nancy, en Francia, (Haydock) por la longitud de sus u�as; (Calmet) y, en la antig�edad, la gente nunca los cortaba en viajes por mar, a menos que expresara su dolor en extremo peligro. Huic fluctus vivo radicitus abstulit ungues. (Propercio iii; Petr�n. [�Petronio?]) �Por qu�, entonces, estos cautivos no podr�an seguir la misma costumbre, ya que todo depende de la moda? (Calmet) &mdash- La mujer siendo privada de sus ornamentos, la pasi�n del soldado probablemente podr�a disminuir.

San Jer�nimo (ep. 84) aplica esto al saber mundano, que se esforz� en subordinar a la verdad, despu�s de haber cortado lo que hab�a en ella muerto y pernicioso. (Du Hamel)

Versículo 13

Vestido. En el duelo, la gente vest�a ropa diferente a la que usaban en otras ocasiones, 2 Reyes xiv. 2. &mdash- Un mes. Mientras continuaba el duelo por Aar�n y Mois�s, cap. xxxiv. y N�meros xx. (Menochius)

Versículo 14

Ella. Nada muestra m�s la debilidad de los hebreos que esta libertad, que la ley de alguna manera se vio obligada a permitir, para prevenir males mayores. El soldado que se ha casado con una cautiva, puede abandonarla, si la deja en libertad, (Calmet), lo que no era m�s que un leve castigo por su inconstancia.

Versículo 15

Dos esposas. Mois�s nunca (Haydock) sanciona expresamente la poligamia; pero lo tolera con frecuencia, como excusa la costumbre, el ejemplo de los Patriarcas, etc. una tolerancia que Cristo ha revocado, como contraria al designio primario de Dios, y la instituci�n del matrimonio. (Calmet) (Mateo xix.)

Versículo 16

Odiado o menos amado. (Haydock) &mdash- La herencia va al primog�nito independientemente de la disposici�n del padre, a fin de evitar los disturbios que de otro modo se habr�an producido en las familias, donde las diferentes esposas se hubieran esforzado continuamente por conseguir la preferencia de sus respectivos hijos. antes que el resto. David, de hecho, asign� el trono a Salom�n, con exclusi�n de Adon�as; pero esto fue hecho por mandato de Dios, 3 Reyes i.

17. La regulaci�n de Jacob, a favor de Jos�, se hizo antes de esta ley. Los m�dicos jud�os nos informan que un padre no puede desheredar a ninguno de sus leg�timos herederos, salvo que los jueces ratifiquen su sentencia, mientras �l est� sano. Pero si est� gravemente enfermo, bastar� su declaraci�n verbal, siempre que designe a alguien a quien la ley no rechace. Porque si hiciera heredero a un gentil, el testamento ser�a nulo.

El testamento debe hacerse en horario diurno, para lo cual citan al Eclesi�stico xxxiii. 24. Dicen asimismo que un padre puede, en vida, dar sus bienes a quien le plazca, y as� desheredar a sus hijos; o puede ceder la sucesi�n a uno de ellos, que es entonces considerado tutor de los dem�s, y est� obligado a mantenerlos con lo necesario hasta el a�o del jubileo, cuando cada uno puede reclamar su parte respectiva. (Selden, Succes. C. Xxiv.) Pero todas estas regulaciones parecen contradecir la ley. (Calmet)

Versículo 17

Porci�n doble. Si una persona dejaba seis hijos, sus efectos se divid�an en siete partes iguales, y el hijo mayor recib�a dos de ellos, aunque otros piensan que ten�a derecho a la mitad del total, (Calmet) para permitirle mantener. la dignidad de la familia, (Haydock) y los mayores gastos en los que tuvo que incurrir por sacrificios y fiestas solemnes. (Grocio) &mdash- Si estaba muerto, sus hijos o herederos ten�an derecho a su porci�n.

Esta era la prerrogativa del primog�nito, 1 Paralipomenon v. 2. (Selden) &mdash Primero. Hebreo, "el principio de su fuerza". Ver G�nesis xlix. 3.

Versículo 18

Hijo. Los rabinos no consideran que los ni�os est�n sujetos a la ley hasta que tengan 13 a�os. Sus faltas, antes de esa edad, se imputan al padre, y �l debe ser castigado por ellas. Por tanto, cuando un hijo ha cumplido los a�os competentes, el padre lo certifica en presencia de diez jud�os, declarando que ha instruido a su hijo en los mandamientos, las costumbres de la naci�n y las oraciones diarias; y que ahora lo deja en libertad para responder, en el futuro, por sus propias faltas, orando para que Dios lo capacite para llevar una vida virtuosa. (Calmet)

Versículo 19

Antiguos. En ciudades considerables hab�a un tribunal de tres y otro de 23 jueces. El primero tom� conocimiento de la primera acusaci�n y conden� a la flagelaci�n del ni�o obstinado; pero el segundo lo conden� a la lapidaci�n en caso de reca�da, siempre que ambos padres estuvieran de acuerdo en perseguir a su hijo, ya que ambos seguramente no se dejar�an guiar por pasi�n. (Teodoreto, q. 20.) Los Rabinos, seg�n su costumbre, modifican esta ley y eximen a las ni�as, los hu�rfanos y los ni�os menores de 13 a�os.

(Selden, Syned.) &mdash Pero, por lo tanto, podemos juzgar c�mo habr�a castigado un crimen tan atroz. Los romanos antiguamente cos�an a esos miserables en un saco de cuero (Cic.

[Cicer�n ,?] Inventar. ii.) pero luego encerraron con ellos un perro, un gallo, una v�bora y un mono; y habi�ndolos azotado primero para sacar sangre, coloc�ndolos en un carro tirado por bueyes negros y arroj�ndolos al mar oa alg�n r�o. (Justiniano) &mdash- Salom�n sentencia a los que desprecian a sus padres por ser comida de cuervos y �guilas, Proverbios xxx. 17. Los antiguos griegos no impusieron restricciones a la autoridad de un padre, ya que era considerado el juez m�s equitativo. (Sopater, ap. Grotius) (Calmet)

Versículo 20

CAPITULO XXI

Versículo 22

Horca. Si la persona fue asesinada primero, como afirman los jud�os, o se dej� morir en la horca, v�ase Diss de Calmet. Tambi�n es una cuesti�n de duda si fue clavado en la horca o colgado de una cuerda. (Bonfrere)

Versículo 23

De Dios. Caldeo, "ha sido puesto en la horca por pecar contra Dios". S�maco y �rabe, "ha blasfemado contra el Se�or". Sir�aco, "el hombre que ha blasfemado ser� colgado". Solo las personas acusadas de grandes cr�menes como la blasfemia y la idolatr�a, fueron condenadas a esta muerte de reproche, y no se rezaron por ellos en la sinagoga, como lo fueron por otras personas, durante los 11 meses posteriores a su fallecimiento.

(Calmet) &mdash Algunos entienden este pasaje, como si el cuerpo no se dejara en la horca, porque el hombre, siendo creado a semejanza de Dios, no permitir� que el cuerpo sea insultado.

Homero (Il�ada xxiv.) Dice que Aquiles ofreci� un insulto a la tierra, cuando arrastr� el cad�ver de H�ctor por los muros de Troya. Otros piensan que, habiendo sido tratado el criminal con la debida severidad, como maldito por Dios, su cad�ver no debe ser privado de un entierro digno. Res sacra avaro. Los jud�os no negaron este privilegio a nadie m�s que a los suicidas (Josefo, Guerras jud�as iii. 25), mientras que los egipcios y los m�dicos permit�an que los cuerpos se pudrieran en la horca, cuya inhumanidad Dios reprocha aqu�.

San Pablo lee este vers�culo de una manera diferente tanto del hebreo como de la Septuaginta, dejando fuera de Dios y sustituyendo, con la Septuaginta, las palabras cada uno y en un �rbol. Cristo nos redimi� de la maldici�n de la ley, hecho por nosotros maldici�n; porque escrito est�: Maldito todo el que es colgado en un madero, G�latas iii. 13. San Jer�nimo remarca que en esta, como en otras ocasiones, se adhiere al sentido, sin seguir las palabras expresas de la Escritura.

Tambi�n observa, con Tertuliano, que s�lo los declarados malditos por la ley, que son colgados por sus cr�menes; y como Jesucristo no sufri� por su culpa, sino que estaba dispuesto a aparecer en el car�cter de un maldito, nos ha procurado todas las bendiciones. (Calmet) &mdash San Jer�nimo parece pensar que los jud�os se han insertado de Dios, para insinuar que Cristo fue maldito por �l. (Haydock)

Información bibliográfica
Haydock, George Leo. "Comentario sobre Deuteronomy 21". "Comentario Bíblico Católico de Haydock". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/hcc/deuteronomy-21.html. 1859.
 
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