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Ezequiel 1

Comentario Bíblico Católico de HaydockComentario Católico de Haydock

Versículo 1

Y es superfluo, como al principio de la mayor�a de los libros sagrados, (Calmet) o muestra la conexi�n de lo que est� escrito con lo que el profeta vio o escuch� internamente. (San Agust�n, en el Salmo IV; San Gregorio) (Worthington) &mdash- A�o: ya sea de la edad de Ezequiel, o (como otros lo tendr�n) del pacto solemne hecho en el decimoctavo a�o de Jos�as; (4 Reyes xxiii; Challoner; Worthington; Calmet) o alude a la era de Nabopolassur, usada en Babilonia, (Menochius) o al �ltimo jubileo.

Ver Sanctius. El trig�simo a�o, desde la predicci�n de Holda a Josias, (Haydock) coincide con el quinto del cautiverio del profeta, cap. xvii. 12. (Usher, el a�o del mundo 3410.) &mdash Chobar, o Aboras, que corre hacia el oeste en el �ufrates, por encima de Thapsacus. (Estrab�n) &mdash Abierto, en esp�ritu, (Haydock) por fe. (San Jer�nimo) &mdash- El profeta cay� postrado, cap. ii. 1. (Haydock)

Versículo 2

Cautiverio. Literalmente, "transmigraci�n" (Haydock) que es m�s agradable al hebreo, etc. Jecon�as se entreg�. Seis a�os despu�s de esto, se tom� Sedecias. (San Jer�nimo)

Versículo 3

Mano; poder, energ�a del Esp�ritu Santo. (Teodoreto)

Versículo 4

Norte, que denota la invasi�n de Judea por los caldeos, Isa�as xiv. 31. (Sanctius) &mdash Esta hip�rbole muestra su idea de su oscuridad. (Calmet) &mdash- �mbar, ( electri) un compuesto de cuatro partes de oro y una de plata, (Plinio, [Historia natural?] Xxxiii.

4.) m�s precioso que cualquiera. (San Jer�nimo) &mdash&mdash alboque orichalcho

Circumdat loricam humeris.

&mdash- Se mencionan dos vasijas, probablemente de esta composici�n, 1 Esdras viii. 27. (Calmet)

Versículo 5

Seres vivos. Querubines, (como aparece en Ecclesiasticus xlix. 10.) representados al profeta bajo estas formas misteriosas, como sost�n del trono de Dios, y como si estuvieran tirando de su carro. Todo este cap�tulo parec�a tan oscuro y lleno de misterios para los antiguos hebreos, que, como aprendemos de San Jer�nimo, (ep. Ad Paulin.) No permitieron que nadie lo leyera antes de los treinta a�os.

(Challoner) &mdash Sanchoniathon (apud Eusebius, pr�p. 2.) parece haber tomado prestada su descripci�n de este lugar. &mdash Efectivamente, parece haber sido predominante. (Haydock)

Versículo 6

Caras. Esto a veces significa formas; y Pererius supone que el animal ten�a cabeza de hombre y el pecho cubierto de pelo de le�n, patas o pezu�as redondas y hendidas de buey y alas de �guila. Pero ten�a m�s bien cuatro caras adem�s de alas, estando las caras del hombre y el le�n a la derecha, y las otras dos a la izquierda; (Calmet; Tirinus) o el �guila estaba detr�s (Haydock) o por encima de la cabeza del hombre, y el le�n y el buey a su derecha e izquierda. (Cornelius a Lapide) (Menochius)

Versículo 7

Derecho. En hebreo, "un pie recto". Los protestantes prefieren los "pies". (Haydock) &mdash La Septuaginta omite esto, dice San Jer�nimo, aunque tenemos su versi�n de S�maco como si perteneciera a la Septuaginta; y aparece en Grabe como genuino. &mdash- Lat�n. Septuaginta agrega, "y sus plumas eran muy ligeras". (Haydock)

Versículo 8

Alas. Sus brazos estaban cubiertos de plumas y la mano apareci� en la extremidad; o ten�an cuatro brazos debajo de las alas, cap. X. 8. Todos vinieron de los hombros, para corresponder con el animal de cuatro caras, ver. 6. (Calmet) &mdash En Isa�as ix. 2., el querub�n tiene seis alas. La forma era variable, ya que no hab�a nada similar en la naturaleza. Quiz�s fueron dise�ados para representar la eternidad y el dominio de Dios sobre toda la creaci�n, ver. 28. (Haydock)

Versículo 9

Otro. Dos de arriba se extendieron para sostener el trono, que parec�a descansar sobre estas ocho alas conectadas entre s�. Los dem�s se unieron de manera que cubrieran perfectamente lo que quedaba debajo del pecho. (Calmet) &mdash Las alas no imitaban a las de los p�jaros, yendo y viniendo, sino que estaban constantemente en la misma direcci�n; o los animales no cambiaron sus respectivas situaciones: como ten�an cuatro caras, siempre hab�a una de ellas volteada hacia los lugares opuestos del mundo. (Calmet) &mdash- No se volvieron, (ver. 12.) pero con caras por todos lados, estaban listos para ir de cualquier manera. (Worthington)

Versículo 10

Sobre. Esto no se especifica en hebreo, caldeo, Septuaginta o San Jer�nimo. (Calmet) &mdash- "La cara de un �guila para los cuatro". Ha sido neblina por encima o por detr�s del hombre, ya que aqu� se determina la situaci�n de las otras dos caras, ver. 6. (Haydock)

Versículo 11

Caras. Septuaginta, "alas": y de hecho no parece que sus rostros estuvieran estirados hacia arriba, (Calmet) a menos que mirasen seriamente en esa direcci�n; aunque, por respeto, se cubrieron la cara con dos alas.

Versículo 14

Parpadea. Bazak hebreo . (Haydock) &mdash Sin embargo, solo significa que el movimiento fue r�pido como un rayo, aunque no alteraron su situaci�n con respecto al otro.

Versículo 15

Caras. Una rueda se cruzaba con otra en �ngulo recto, de modo que estaba lista para moverse en cualquier direcci�n (ver. 17; Calmet) como un globo. (Haydock)

Versículo 16

Mar; cielo azul. Hebreo, "Tharsis", que Symmachus traduce "el jacinto"; una piedra preciosa, �xodo xxviii. 20. (Calmet) &mdash- Medio. Los evangelistas y el Nuevo Testamento concuerdan perfectamente con el Antiguo. (San Gregorio, hom. Vi.) (Worthington)

Versículo 17

Partes. Cuando se fueron, pasaron por sus cuatro partes. Es decir, indistintamente a cualquiera de sus lados, ya sea hacia adelante o hacia atr�s, hacia la derecha o hacia la izquierda. (Challoner) &mdash- Su movimiento estaba relacionado con el carro, ver. 20. (Calmet)

Versículo 18

Ojos, como Argus, o la cola de un pavo real. (Calmet) &mdash- El ojo a veces se pone por un color. (Grocio)

Versículo 20

Vida. Fueron movidos como el resto por el torbellino, o por criaturas vivientes. Parec�an estar animados, como Homero describe los tr�podes de Vulcan.

Versículo 22

Cristal o zafiro, ver. 26. y cap. X. 1. Este cielo resplandeciente era como el estrado del Se�or, y descansaba sobre ocho alas, ver. 9, 23.

Versículo 24

Voz. El movimiento de las alas hizo un ruido como un torrente o un trueno. &mdash Protestantes, "como la voz del Todopoderoso". (Haydock) &mdash- Abajo; o m�s bien dej� de hacer tal ruido, ver. 25. (Calmet)

Versículo 26

Sobre eso. Esto podr�a omitirse, ya que la Vulgata solo ha desuper, arriba. (Haydock) &mdash- Dios se complaci� en asumir la forma de un hombre, sentado en el trono.

Versículo 27

�mbar u oricalco, ver. 4.

Versículo 28

Arco iris, rodeando el trono azul cielo y la llama. Nada puede ser m�s deslumbrante, ni manifestar mejor la sujeci�n del hombre. (Calmet) &mdash La tempestad, la nube y el fuego, muestran la inminente ruina de los jud�os.

Los ministros de Dios est�n listos para ejecutar sus �rdenes. La sabidur�a de la Providencia se denota con el nombre de los querubines, la conexi�n de causas por las cuatro ruedas, etc. (Menochius) &mdash- Dios aparece en su carro yendo a la guerra. Denuncia la venganza de los culpables, cap. ii. y xliii. Ver Cornelius a Lapide. (Haydock)

Versículo 72

CAP�TULO I.

Información bibliográfica
Haydock, George Leo. "Comentario sobre Ezekiel 1". "Comentario Bíblico Católico de Haydock". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/hcc/ezekiel-1.html. 1859.