C �. Esto debe unirse con el cap�tulo anterior. (Calmet) &mdash- Comenzaron la nueva obra en este momento, y el d�a 21 del s�ptimo mes el profeta tuvo una nueva revelaci�n. (Worthington)
Gloria. El templo hab�a sido destruido sesenta y nueve a�os antes, de modo que muchos podr�an haberlo visto. Cuando el segundo templo fue dedicado, (Calmet) o fundado, (Haydock) dos a�os despu�s del cautiverio, se escucharon gritos de dolor y de alegr�a, 1 Esdras iii. 12.
Poco. Cristo naci� 515 a�os despu�s. El mundo hab�a sido perturbado por Alejandro y por los romanos, pero la paz prevaleci�. Toda la naturaleza reconoci� el poder de Jesucristo y el mundo fue reformado. Se producir� otra conmoci�n en su segunda venida. (Calmet)
Deseado. Jacob lo llama la expectativa de las naciones, (G�nesis xlix.) Porque �l estaba falto y siempre era necesario para todos. (Worthington) &mdash Muchos tambi�n, como Job, ten�an una viva expectativa de que su Redentor procediera de la tradici�n de los patriarcas.
(Haydock) &mdash En vano los jud�os intentan refutar esta predicci�n. �No era deseable el Mes�as? �Y no ha obtenido Jesucristo las mayores ventajas para la humanidad?
Paz: otro t�tulo del Mes�as. Su presencia ennoblece este templo (Calmet) m�s que los preciosos ornamentos de oro y plata (vers�culo 9) que hicieron los de Salom�n. (Haydock) &mdash- Algunos han pretendido que el segundo templo, reparado por Herodes, era m�s espacioso y magn�fico que el anterior. Tambi�n subsisti� por m�s tiempo. Pero esta circunstancia no agrega valor superior, a menos que la estructura est� mejor terminada.
Lo que Josefo relata de las reparaciones de Herodes lo niegan varios autores modernos respetables. (Salien, a�o del mundo 4035, etc.) &mdash Todos los jud�os coinciden en que el templo de Zorobabel y el de Herodes era el mismo. (Lempereur.) &mdash- Es casi seguro que este edificio nunca fue honrado con el arca, etc.
, como el de Salom�n; de modo que si no es por causa del Mes�as, no aparece ninguna buena raz�n para darle preferencia. (Haydock) &mdash- Los antiguos que hab�an visto al primero, lloraron (Worthington) cuando se fund� la de Zorobabel, confesando su inferioridad (Haydock) tanto en tama�o como en elegancia. Ten�a solo 60 codos de alto y ancho, mientras que el primero ten�a 120, estaba construido con piedra pulida y cubierto de cedro.
Zorobabel ten�a piedras en bruto, 1 Esdras v. 8. y vi. 3., y 2 Paralipomenon iii. 4., y 3 Reyes vi. 7. En cuanto al mismo templo, ampliado y adornado por Herodes, no permaneci� mucho tiempo en ese estado; y su principal gloria consisti� en la presencia de nuestro Salvador, cuando fue recibido en los brazos de Sime�n, [Lucas ii. 28.] ya menudo predicaba all�. Por eso San Agust�n (Ciudad de Dios xviii. 45.) muestra que el profeta predice la gloria del templo m�stico de Cristo, los fieles de todas las naciones, en quienes habita por la gracia del Nuevo Testamento, como en piedras vivas, mucho m�s gloriosamente que en cualquier templo erigido por Salom�n o despu�s del cautiverio. (Worthington)
No, conforme a Lev�tico vi. 27. (Menochius) &mdash Aquellos que hab�an tocado a los muertos, hac�an inmundas tanto las cosas santas como las comunes para los dem�s. Hab�a dos tipos de carne santificada: las v�ctimas del pecado, que solo los sacerdotes de turno pod�an comer (Lev�tico vii.
1, 6.) y las ofrendas de paz, de las cuales todos los que estaban limpios pod�an participar, Lev�tico xix. El primero solo santificaba lo que tocaban. Ambos deben ser quemados si tocaron cualquier cosa inmunda, mientras que la comida com�n en la misma situaci�n podr�a ser consumida por personas en duelo, etc. (Calmet) &mdash- Lo que tocaba cosas santas fue santificado, (Lev�tico vi. 18.) pero esa cosa no santific� a otros; de modo que el pueblo, al tocar los sacrificios, solo era legalmente santo, y por lo tanto sus v�ctimas no eran aceptables para el Se�or mientras no cumplieran con su deber de construir su templo. (Worthington)
Por ocasi�n de un alma. Es decir, por haber tocado a los muertos: en cuyo caso, de acuerdo con la prescripci�n de la ley (N�meros xix. 13, 22.) una persona no solo se volv�a inmunda, sino que todo lo que tocaba se volv�a inmundo. El profeta aplica todo esto al pueblo, cuyas almas quedaron impuras por descuidar el templo de Dios; y por lo tanto no fueron santificados por la carne que ofrecieron en sacrificio, sino que contaminaron sus sacrificios acerc�ndose a ellos en estado de impureza. (Challoner)
Entonces. Hace la aplicaci�n de la segunda respuesta dada, ver. 14. Hasta ahora, todas sus v�ctimas han sido contaminadas. No repar� tus miserias. Pero ahora, cuando hayas comenzado a trabajar en mi templo, eliminar� el azote. Es f�cil aplicar la primera respuesta, ver. 13. Tus v�ctimas no te han purificado m�s de lo que la carne santa envuelta en un manto lo santificar�a, (Calmet) u otras cosas que no toca inmediatamente. (Haydock) &mdash- Tus malas disposiciones las inutilizan, Jerem�as xi. 15. Las v�ctimas tambi�n fueron malas, Malachias i. 6. (Calmet)
D�a, el 24 del noveno mes, cuando comenz� a construir, ver. 19. De ahora en adelante sus cosechas ser�n abundantes. (Menochius) &mdash Sobre una piedra. Los cimientos se hab�an puesto un a�o despu�s del regreso de los jud�os y se hab�a levantado un altar, 1 Esdras iii. No se hizo nada m�s importante hasta el segundo a�o de Dar�o.
El templo fue terminado y dedicado en el sexto, 1 Esdras vi. 15. Por eso Aggeus habla de las piedras que se utilizar�n en lo sucesivo. Los que estaban en los cimientos deb�an ser puestos de nuevo (ver. 19) o no eran vistos ni notados. En el mismo sentido nuestro Salvador predice, que no quedar� piedra sobre piedra en el templo, que los romanos deber�an destruir antes de que esa generaci�n hubiera pasado, Mateo xxiv.
2, 34. Esto se verific� en cuarenta a�os. Sin embargo, A. Rutter observa que se logr� m�s plenamente cuando los jud�os excavaron los cimientos, por orden de Julian, quien deseaba falsificar la predicci�n. (Haydock)
Bushels. El hebreo no especifica nada. Septuaginta, "cuando pones una canasta (o jarr�n) veinte sata de cebada". Habla de los que a�n no han sido aventados.
Surgido. En hebreo, "en el granero", o cueva, magura, de donde se derivan los mangaria africanos , o chozas. Caldeo y Septuaginta, "piso de granero", como sol�a ser contiguo a estas caba�as. Algunos tienen, "en hoja". Pero este parece ser el sentido: el ma�z a�n no est� sembrado, ni los �rboles en flor, sin embargo, anuncio una gran fertilidad el pr�ximo a�o. Habl� en noviembre, durante el cual y al mes siguiente se entreg� la semilla a la tierra, en Palestina, como (Calmet) lo fue en Egipto, madurando el trigo en siete meses, (Plinio, [�Historia natural?] Xviii. 7. ) y se cortar� a finales de junio. (San Jer�nimo) &mdash- Aggeus probablemente compuso el Salmo lxiv., Para agradecer a Dios por esta fertilidad.
Tierra. Se denota alg�n gran acontecimiento. Nada ocurre en la historia despu�s del segundo a�o de Dar�o, para mostrar que Zorobabel se se�al� a s� mismo. Theodoret piensa que se trata de la irrupci�n de los escitas o de Gog. Otros creen (Calmet) que la profec�a se relaciona con Cristo, en su primera (San Cirilo) o segunda venida. (San Jer�nimo) &mdash- Pero el hebreo habla de algo pasado, y no dudamos que el intento de Cambises, tres a�os antes, es el tema, Ezequiel xxxviii.
"He vencido el trono de los reyes", Cambises y los magos, y he dado el reino a otra familia. El enemigo se ha destruido a s� mismo. Entonces te guard� como un sello, con el mayor cuidado, Jerem�as xxii. 24. Ya no est�s oprimido por el rey persa de su gobernador. Hystaspes ha declarado a tu favor. Nada podr�a realzar m�s la autoridad de Zorobabel que una acci�n tan reciente, que Dios parec�a haber permitido por su cuenta y para su gloria. (Calmet) &mdash- Mientras todos los dem�s reinos perecen, la Iglesia de Cristo permanece. (Worthington)
Versículo 1
C �. Esto debe unirse con el cap�tulo anterior. (Calmet) &mdash- Comenzaron la nueva obra en este momento, y el d�a 21 del s�ptimo mes el profeta tuvo una nueva revelaci�n. (Worthington)
Versículo 4
Gloria. El templo hab�a sido destruido sesenta y nueve a�os antes, de modo que muchos podr�an haberlo visto. Cuando el segundo templo fue dedicado, (Calmet) o fundado, (Haydock) dos a�os despu�s del cautiverio, se escucharon gritos de dolor y de alegr�a, 1 Esdras iii. 12.
Versículo 7
Poco. Cristo naci� 515 a�os despu�s. El mundo hab�a sido perturbado por Alejandro y por los romanos, pero la paz prevaleci�. Toda la naturaleza reconoci� el poder de Jesucristo y el mundo fue reformado. Se producir� otra conmoci�n en su segunda venida. (Calmet)
Versículo 8
Deseado. Jacob lo llama la expectativa de las naciones, (G�nesis xlix.) Porque �l estaba falto y siempre era necesario para todos. (Worthington) &mdash Muchos tambi�n, como Job, ten�an una viva expectativa de que su Redentor procediera de la tradici�n de los patriarcas.
(Haydock) &mdash En vano los jud�os intentan refutar esta predicci�n. �No era deseable el Mes�as? �Y no ha obtenido Jesucristo las mayores ventajas para la humanidad?
Versículo 10
Paz: otro t�tulo del Mes�as. Su presencia ennoblece este templo (Calmet) m�s que los preciosos ornamentos de oro y plata (vers�culo 9) que hicieron los de Salom�n. (Haydock) &mdash- Algunos han pretendido que el segundo templo, reparado por Herodes, era m�s espacioso y magn�fico que el anterior. Tambi�n subsisti� por m�s tiempo. Pero esta circunstancia no agrega valor superior, a menos que la estructura est� mejor terminada.
Lo que Josefo relata de las reparaciones de Herodes lo niegan varios autores modernos respetables. (Salien, a�o del mundo 4035, etc.) &mdash Todos los jud�os coinciden en que el templo de Zorobabel y el de Herodes era el mismo. (Lempereur.) &mdash- Es casi seguro que este edificio nunca fue honrado con el arca, etc.
, como el de Salom�n; de modo que si no es por causa del Mes�as, no aparece ninguna buena raz�n para darle preferencia. (Haydock) &mdash- Los antiguos que hab�an visto al primero, lloraron (Worthington) cuando se fund� la de Zorobabel, confesando su inferioridad (Haydock) tanto en tama�o como en elegancia. Ten�a solo 60 codos de alto y ancho, mientras que el primero ten�a 120, estaba construido con piedra pulida y cubierto de cedro.
Zorobabel ten�a piedras en bruto, 1 Esdras v. 8. y vi. 3., y 2 Paralipomenon iii. 4., y 3 Reyes vi. 7. En cuanto al mismo templo, ampliado y adornado por Herodes, no permaneci� mucho tiempo en ese estado; y su principal gloria consisti� en la presencia de nuestro Salvador, cuando fue recibido en los brazos de Sime�n, [Lucas ii. 28.] ya menudo predicaba all�. Por eso San Agust�n (Ciudad de Dios xviii. 45.) muestra que el profeta predice la gloria del templo m�stico de Cristo, los fieles de todas las naciones, en quienes habita por la gracia del Nuevo Testamento, como en piedras vivas, mucho m�s gloriosamente que en cualquier templo erigido por Salom�n o despu�s del cautiverio. (Worthington)
Versículo 12
La Ley. "El que no lo sabe, se muestra a s� mismo como un sacerdote del Se�or", Deuteronomio xvii. (San Jer�nimo)
Versículo 13
No, conforme a Lev�tico vi. 27. (Menochius) &mdash Aquellos que hab�an tocado a los muertos, hac�an inmundas tanto las cosas santas como las comunes para los dem�s. Hab�a dos tipos de carne santificada: las v�ctimas del pecado, que solo los sacerdotes de turno pod�an comer (Lev�tico vii.
1, 6.) y las ofrendas de paz, de las cuales todos los que estaban limpios pod�an participar, Lev�tico xix. El primero solo santificaba lo que tocaban. Ambos deben ser quemados si tocaron cualquier cosa inmunda, mientras que la comida com�n en la misma situaci�n podr�a ser consumida por personas en duelo, etc. (Calmet) &mdash- Lo que tocaba cosas santas fue santificado, (Lev�tico vi. 18.) pero esa cosa no santific� a otros; de modo que el pueblo, al tocar los sacrificios, solo era legalmente santo, y por lo tanto sus v�ctimas no eran aceptables para el Se�or mientras no cumplieran con su deber de construir su templo. (Worthington)
Versículo 14
CAPITULO DOS.
Por ocasi�n de un alma. Es decir, por haber tocado a los muertos: en cuyo caso, de acuerdo con la prescripci�n de la ley (N�meros xix. 13, 22.) una persona no solo se volv�a inmunda, sino que todo lo que tocaba se volv�a inmundo. El profeta aplica todo esto al pueblo, cuyas almas quedaron impuras por descuidar el templo de Dios; y por lo tanto no fueron santificados por la carne que ofrecieron en sacrificio, sino que contaminaron sus sacrificios acerc�ndose a ellos en estado de impureza. (Challoner)
Versículo 15
Entonces. Hace la aplicaci�n de la segunda respuesta dada, ver. 14. Hasta ahora, todas sus v�ctimas han sido contaminadas. No repar� tus miserias. Pero ahora, cuando hayas comenzado a trabajar en mi templo, eliminar� el azote. Es f�cil aplicar la primera respuesta, ver. 13. Tus v�ctimas no te han purificado m�s de lo que la carne santa envuelta en un manto lo santificar�a, (Calmet) u otras cosas que no toca inmediatamente. (Haydock) &mdash- Tus malas disposiciones las inutilizan, Jerem�as xi. 15. Las v�ctimas tambi�n fueron malas, Malachias i. 6. (Calmet)
Versículo 16
D�a, el 24 del noveno mes, cuando comenz� a construir, ver. 19. De ahora en adelante sus cosechas ser�n abundantes. (Menochius) &mdash Sobre una piedra. Los cimientos se hab�an puesto un a�o despu�s del regreso de los jud�os y se hab�a levantado un altar, 1 Esdras iii. No se hizo nada m�s importante hasta el segundo a�o de Dar�o.
El templo fue terminado y dedicado en el sexto, 1 Esdras vi. 15. Por eso Aggeus habla de las piedras que se utilizar�n en lo sucesivo. Los que estaban en los cimientos deb�an ser puestos de nuevo (ver. 19) o no eran vistos ni notados. En el mismo sentido nuestro Salvador predice, que no quedar� piedra sobre piedra en el templo, que los romanos deber�an destruir antes de que esa generaci�n hubiera pasado, Mateo xxiv.
2, 34. Esto se verific� en cuarenta a�os. Sin embargo, A. Rutter observa que se logr� m�s plenamente cuando los jud�os excavaron los cimientos, por orden de Julian, quien deseaba falsificar la predicci�n. (Haydock)
Versículo 17
Bushels. El hebreo no especifica nada. Septuaginta, "cuando pones una canasta (o jarr�n) veinte sata de cebada". Habla de los que a�n no han sido aventados.
Versículo 20
Surgido. En hebreo, "en el granero", o cueva, magura, de donde se derivan los mangaria africanos , o chozas. Caldeo y Septuaginta, "piso de granero", como sol�a ser contiguo a estas caba�as. Algunos tienen, "en hoja". Pero este parece ser el sentido: el ma�z a�n no est� sembrado, ni los �rboles en flor, sin embargo, anuncio una gran fertilidad el pr�ximo a�o. Habl� en noviembre, durante el cual y al mes siguiente se entreg� la semilla a la tierra, en Palestina, como (Calmet) lo fue en Egipto, madurando el trigo en siete meses, (Plinio, [�Historia natural?] Xviii. 7. ) y se cortar� a finales de junio. (San Jer�nimo) &mdash- Aggeus probablemente compuso el Salmo lxiv., Para agradecer a Dios por esta fertilidad.
Versículo 22
Tierra. Se denota alg�n gran acontecimiento. Nada ocurre en la historia despu�s del segundo a�o de Dar�o, para mostrar que Zorobabel se se�al� a s� mismo. Theodoret piensa que se trata de la irrupci�n de los escitas o de Gog. Otros creen (Calmet) que la profec�a se relaciona con Cristo, en su primera (San Cirilo) o segunda venida. (San Jer�nimo) &mdash- Pero el hebreo habla de algo pasado, y no dudamos que el intento de Cambises, tres a�os antes, es el tema, Ezequiel xxxviii.
"He vencido el trono de los reyes", Cambises y los magos, y he dado el reino a otra familia. El enemigo se ha destruido a s� mismo. Entonces te guard� como un sello, con el mayor cuidado, Jerem�as xxii. 24. Ya no est�s oprimido por el rey persa de su gobernador. Hystaspes ha declarado a tu favor. Nada podr�a realzar m�s la autoridad de Zorobabel que una acci�n tan reciente, que Dios parec�a haber permitido por su cuenta y para su gloria. (Calmet) &mdash- Mientras todos los dem�s reinos perecen, la Iglesia de Cristo permanece. (Worthington)
Versículo 24
Oh Zorobabel. Esta promesa se relaciona principalmente con Cristo, quien era de la raza de Zorobabel. (Challoner)