Bible Commentaries
Job 37

Comentario Bíblico Católico de HaydockComentario Católico de Haydock

Versículo 1

Este trueno, cuyos efectos son tan terribles, que a menudo se le llama la voz de Dios. (Calmet) (Salmo xxviii.) (Menochius) &mdash- La consideraci�n de recompensas (cap. Xxxvi. 33.) estimula el bien, mientras que el trueno golpea el coraz�n con terror. (Worthington)

Versículo 3

Tierra. Aparecen rel�mpagos de este a oeste, Mateo xxiv. 27.

Versículo 4

Despu�s. La luz viaja m�s r�pido que el sonido (Haydock) aunque los truenos y los rel�mpagos se producen en el mismo instante. (Calmet) &mdash Protestantes, "no los detendr�"; (Haydock) la lluvia suele caer poco despu�s del trueno.

Como este �ltimo es ocasionado por la colisi�n de las nubes, cuando llegan a cierta distancia de la tierra, el calor hace que se disuelvan en aguaceros, que aumentan en cada grieta. (Calmet) &mdash- Septuaginta, "Porque ha hecho grandes cosas que nosotros no hemos entendido". Esto est� relacionado con el cap. xxxvi. 24. Luego leemos, (ver. 7.) "para que el hombre conozca su propia debilidad". Todos los versos intermedios han sido proporcionados por Or�genes de Theodotion u otros. (Haydock)

Versículo 7

�l sell�, etc. Cuando env�a esas lluvias de su fuerza; es decir, esas tormentas de lluvia, �l sella; es decir, cierra las manos a los hombres de su trabajo habitual en el exterior y los encierra en puertas para considerar sus obras; o pronosticar sus obras; es decir, lo que ellos mismos deben hacer. (Challoner) &mdash- Todos somos siervos de Dios. Nos marca en la mano, como tal, Isa�as xliv.

5., y Ezequiel ix. 6., y Apocalipsis xiii. 6. Los romanos marcaban a los soldados con un hierro candente en las manos. (Vegetal. I. 8.) &mdash- Los c�mplices de la quiromancia han pretendido, por tanto, en vano que pueden descubrir el futuro de cada persona en los lineamientos de sus manos. (Calmet)

Versículo 8

Guarida. Previendo la tempestad y retrocediendo en busca de refugio.

Versículo 9

Partes. El sur, (cap. IX. 9.) de donde sol�an venir las tormentas en ese pa�s, (Calmet) desde el mar o desierto de Idumea. (Haydock) (Salmo lxxvii. 26., y Zacar�as ix. 14., e Isa�as xxi. 1.) &mdash Sin embargo, el sur parece estar designado; (ver. 17. y cap. xxxviii. 32.) aunque el fr�o viene del norte, tanto en Idumea como aqu�. (Calmet) &mdash- Mezarim, es traducido por los protestantes "norte". Nota marginal, " vientos dispersos" . Griego de la Septuaginta : akroterion, "cumbres" de monta�as.

Versículo 10

Abundantemente. Hace que se congele o llueva a placer. (Haydock) (Salmo cxlvii. 17.) (Menochius)

Versículo 11

El ma�z requiere lluvia. (Haydock) &mdash Protestantes, "Tambi�n regando, fatiga la nube espesa, esparce su nube luminosa, (12) y sus consejos la hacen girar, para que hagan cualquier cosa", etc. . Dios proh�be o da lluvia. (Haydock) &mdash Dirige las nubes como un maestro hace con su barco. (Worthington)

Versículo 13

Tribu. En hebreo tambi�n, "para correcci�n". (Haydock) (Am�s iv. 7.) &mdash- Tierra prometida, Salmo lxvii. 10.

Versículo 15

Luz: el arco iris, seg�n los mejores int�rpretes; o el rayo. (Calmet)

Versículo 16

Caminos. En hebreo, "el equilibrio de las nubes, las maravillas de Aquel cuyo conocimiento es perfecto". Cap. xxxvi. 4. �Sabes qu� suspende las densas nubes en el aire? (Calmet)

Versículo 17

Est�n. Hebreo, "C�mo tu", etc. Tambi�n est� m�s all� de tu comprensi�n, por qu� deber�as estar demasiado caliente cuando los vientos del sur soplan (Haydock) moderadamente, aunque las tempestades generalmente proceden del mismo lado, ver. 9. Si est�s en tinieblas, con respecto a estas cosas que sientes, �c�mo puedes pretender sondear y condenar los consejos de Dios? (Calmet) &mdash- Job estaba lejos de hacer ninguna de las dos cosas. M�s bien, sus amigos se comprometieron a explicar las razones de Dios para castigar as� a sus siervos, lo que Job reconoci� que era para �l un misterio (Haydock) hasta que Dios lo hab�a iluminado, cap. xxii. 3. (Houbigant)

Versículo 18

Lat�n. En hebreo, "�Has extendido con �l (o batido, como bronce, tarkiang; palabra que Mois�s usa para el firmamento) los cielos, que son tan s�lidos (caldeos y semejantes) a un espejo de fundici�n?" que antes estaba hecho de metal, �xodo xxxviii. 8. Los hebreos miraban el cielo como una hoja de bronce; y los poetas hablan del cielo de bronce. (P�ndaro. Nem. Vi .; Homero, Il�ada A.)

Versículo 19

Oscuridad. T� que eres tan erudito, danos alguna informaci�n, qu� podemos culpar en las obras de Dios. �Cortar la iron�a! (Calmet)

Versículo 20

Ser� tragado. Todo lo que el hombre puede decir, cuando habla de Dios, es tan poco e insignificante en comparaci�n con el tema, que el hombre est� perdido, y fue tragado en un oc�ano tan inmenso. (Challoner) &mdash Alfonso IX, rey de Le�n, (a�o de nuestro Se�or 1252) apodado "el sabio y el astr�nomo", dijo "podr�a haber dado alg�n buen consejo respecto a los movimientos de las estrellas, si hubiera sido consultado por Dios "; queriendo ridiculizar algunos sistemas vanos de fil�sofos, entonces en boga. (Dict. 1774.) (Haydock)

Versículo 21

Luz; siendo obstaculizado por las nubes, y deslumbrado cuando se quitan. �Sin embargo, nos atrevemos a juzgar los secretos de la Providencia! (Calmet) &mdash Septuaginta, "Porque la luz no es vista por todos. Es refulgente en bellezas, como lo que viene de all� sobre las nubes". Si, por tanto, esta luz no invade todos los lugares, �por qu� deber�amos asombrarnos de que no todos comprendan los caminos de Dios? (Haydock)

Versículo 22

Oro. Septuaginta, "desde el norte, nubes doradas. Sobre estas, grande es la alabanza y el honor del Todopoderoso". (Haydock) &mdash- Cuando sopla el viento, las nubes se dispersan y el cielo parece sereno. Cada pa�s tiene sus ventajas peculiares. En el norte, Ofir, etc., puede jactarse de oro; pero lo que debe ser m�s notorio en las alabanzas dadas a Dios es un temor humilde . P�ndaro comienza sus Odas Ol�mpicas con el mismo estilo.

(Calmet) &mdash Dios dispone de todas las cosas como le place. �l hace que el d�a dorado suceda a una tempestad. Pero es nuestro deber alabarlo con asombro, sea lo que sea que �l ordene. Este es el ep�logo. (Pineda) &mdash- El hombre debe alabar a Dios con temor, ya que no puede hacerlo lo suficiente. (Worthington)

Versículo 23

Dignamente. En hebreo, "el Todopoderoso, no podemos encontrarlo" (Haydock) o comprender su naturaleza o misterios. (Calmet)

Versículo 24

Temedle y recibid con respeto todo lo que �l designe. (Haydock) &mdash- Y todo. En hebreo, "no teme a los sabios de coraz�n". Sabe que los m�s inteligentes (Calmet) deben confesar su ignorancia, cuando intentan examinar su naturaleza divina. Siendo Sim�nides deseado por Hier�n para expresar sus sentimientos sobre este tema, siempre pidi� m�s tiempo para considerarlo. Quia, inquit, res videtur mihi tanto obscurior, quanto diutius eam considero.

(Cicer�n, Nat. I. 60. Select� e Prof. i. 3.) &mdash Los realmente sabios, por tanto, adorar�n los juicios de Dios en silencio, mientras que los presuntuosos se ver�n obligados a ceder. �sta es la excelente conclusi�n de todo lo dicho. (Pineda) &mdash Convenci� a los otros tres con s�lidos argumentos, "y este �ltimo y m�s arrogante disputador con silencio". (Worthington)

Versículo 33

CAPITULO XXXVII.

Información bibliográfica
Haydock, George Leo. "Comentario sobre Job 37". "Comentario Bíblico Católico de Haydock". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/hcc/job-37.html. 1859.