Bible Commentaries
Salmos 15

Comentario Bíblico Católico de HaydockComentario Católico de Haydock

Versículo 1

La inscripci�n de un t�tulo. Es decir, un pilar o monumento, griego: stelographia: lo que equivale a decir que este salmo es m�s digno de ser grabado en un monumento eterno. (Challoner) &mdash Puede significar "inscrito".

"(Calmet) &mdash- Pero no parece haber raz�n para abandonar la Septuaginta, quienes conoc�an bien el original. El salmo tiene la forma de una oraci�n, que David pronuncia en la persona de Cristo, a quien los ap�stoles aplique varios vers�culos y, como el resto parece ser de la misma naturaleza, debemos entender a todo el Mes�as, orando, en su sagrada humanidad, (Berthier) para que su cuerpo permanezca incorrupto.

Puede referirse a Ezequ�as, a los cautivos, o m�s bien a David, perseguido por Sa�l y provocado a servir a dioses falsos, 1 Reyes xxvi. 19. Pero entonces muchas expresiones deben explicarse en sentido figurado, (Calmet) y esto tender�a a debilitar la predicci�n (Berthier) que todos los Padres han entendido del sufrimiento de Cristo. (Calmet) &mdash- Lo m�s digno de ser notado, ( stilographia) por el profeta David, es la crucifixi�n de nuestro Salvador; (Worthington) cuyo recuerdo debe perpetuarse.

Job (xix. 24) deseaba que lo que dijo acerca de la resurrecci�n pudiera ser grabado en pedernal. (Haydock) &mdash Se escuch� a Jes�s orando con l�grimas, etc., Hebreos v. 7. En su humanidad, �l podr�a usar estas expresiones, (Haydock) ya que era la cabeza de un nuevo pueblo, a quien deseaba santificar y instruir. (Berthier) &mdash- A menudo oraba, como nos informa el evangelio. (Worthington)

Versículo 2

Yo tengo. Hebreo: "T�, alma m�a, has dicho". Pero San Jer�nimo est� de acuerdo con nosotros. &mdash Aquila y Vatable parecen tener la misma idea que la Septuaginta. Recogemos todo el beneficio de nuestra piedad. (Calmet) &mdash Ya que Dios, por tanto, no quiere nada, mostrar� mi bondad (Belarmino) a los pobres. (Haydock)

Versículo 3

Santos. En hebreo, sacerdotes "magn�ficos", Dios mismo (�xodo xv. 11; Calmet) y ceremonias de religi�n (Haydock) por las que David ten�a un afecto maravilloso. (Calmet) &mdash Dios aqu� habla, mostrando que Cristo debe dar a conocer su maravillosa caridad a los ap�stoles y otros santos.

Versículo 4

Prisa. Los hombres que est�n convencidos de sus propias enfermedades, se apresuran a encontrar un remedio. (Worthington) &mdash Los pecados, a los que los santos a veces ceden, tienden a hacerlos m�s cautelosos (Calmet) y agradecidos con su libertador, como San Pedro. Las persecuciones tambi�n los hacen aferrarse m�s a Dios y los llenan de gozo interior, Hechos v.

41. (Haydock) &mdash "Sus �dolos se han multiplicado despu�s de sus seguidores, no me unir� a sus libaciones de sangre". (San Jer�nimo) &mdash Sangre, o ensangrentada.

(Du Hamel) &mdash Los cristianos se distinguir�n por una nueva denominaci�n, siendo llamados hijos de la luz y de Dios, en oposici�n a los hijos de los hombres, (San Agust�n, & c .; Calmet) y paganos.

Versículo 5

SALMO XV. (CONSERVA ME DOMINE.)

La futura victoria y triunfo de Cristo sobre el mundo y la muerte.

Taza. La felicidad eterna consiste en ver (Worthington) y disfrutar a Dios, (Haydock) y se le promete al paciente. Aunque Cristo era verdaderamente rey de Israel y ejerc�a jurisdicci�n (Juan xii. Y xviii. 37. y Mateo xxi., & C .; Worthington), sin embargo, no era de naturaleza temporal; (Haydock) y su principal herencia era el Se�or, quien recompensaba sus m�ritos. Ha ense�ado a todos los cl�rigos a hacer esta feliz elecci�n; como declaran cuando se convierten en tales.

El hombre puede llamar a Dios su herencia, como fue hecho para �l; y aunque haya ca�do, si se levanta de nuevo, su t�tulo ser� restaurado y podr� obtener la felicidad, ya sea que viva en el mundo o se retire de �l. (Worthington) &mdash- David alude a la costumbre de repartir a cada uno su porci�n de vino y carne, que era mayor en proporci�n a la dignidad de la persona. Rechaza con desd�n todas las alegr�as mundanas y sensuales.

(Calmet) &mdash Lo es, etc. San Jer�nimo, "T� eres el poseedor de mi suerte". En ti conf�o para todos. (Haydock) (1 Pedro i. 4. y 2 Timoteo i. 12.) En los sacrificios antiguos, una parte estaba reservada para el oferente. Pero Jes�s no se guarda nada.

Versículo 6

L�neas, con las que se midi� la tierra. (Berthier) &mdash Esta fue su herencia, no medida con l�neas, (Josu� x.) Sino que llega hasta los confines de la tierra, Salmo ii. (Haydock)

Versículo 7

Comprensi�n. Hebreo: "consejo". En la noche de la tribulaci�n, Dios dirige las riendas o los afectos del alma. Cristo podr�a hablar as� acerca de su naturaleza humana. (Berthier) (Lucas ii. 40. y Hebreos v. 7.) David tambi�n da gracias a Dios por permitirle tomar una decisi�n tan feliz y evitar ser seducido. (Calmet) &mdash- Deriva instrucciones del dolor. (Worthington)

Versículo 8

Que yo. En hebreo, "no lo har�", etc. El sentido es el mismo, pero San Pedro est� de acuerdo con nosotros y la Septuaginta, Hechos ii. 25, & c. No es por fe que los siete vers�culos precedentes consideren a Jesucristo como lo hacen los siguientes; pero como habla la misma persona, podemos inferir racionalmente que todo deber�a explicarse de �l. Aunque siempre disfrut� de la visi�n beat�fica, su alma ten�a los afectos de otros hombres y siempre tend�a a mantenerse en la presencia de Dios.

As� que los �ngeles que ven a Dios, desean cada vez m�s contemplarlo, 1 Pedro i. 12. �Cu�n fervientemente debemos esforzarnos siempre por mantenernos en la presencia divina! (Berthier) entonces debemos avanzar constantemente en la virtud y no temer peligros. Los patriarcas caminaron as� con Dios y llegaron a tal perfecci�n. (Haydock) &mdash- El Padre siempre estuvo a la diestra de su Hijo, para sostenerlo y glorificarlo; y el Hijo, habiendo hecho continuamente lo que agradaba a Dios, (Juan viii.

29.) fue colocado a su derecha en su ascensi�n, aunque su divinidad nunca se hab�a separado de �l. (Calmet) &mdash- �l siempre tuvo a Dios en la mira, y nos ha dejado un patr�n de c�mo comportarnos. (Worthington)

Versículo 9

Lengua. Hebreo, "gloria". Sin embargo, los protestantes traducen "lengua" (Hechos ii.) Como San Pedro sigue la Septuaginta (Haydock) y seguramente entendi� la fuerza del hebreo; de modo que su testimonio a favor de ellos es muy fuerte. Los comentaristas observan que la lengua manifiesta el gozo del coraz�n (Berthier) y la misma palabra se usa para el alma, el Salmo vii. 6. (Calmet) &mdash Nuestro Salvador a veces suspendi� este gozo para sufrir m�s por nosotros. (Calmet)

Versículo 10

Alma en el infierno. Beza, (en su 1� edici�n, que luego corrigi�) traducir�a "m�s cad�ver ( cad�ver, o cad�ver) en la tumba"; por lo que ha sido justamente culpado. Porque, aunque el cad�ver a veces se llama alma, ya que ha sido animado por �l, (Haydock) y el alma y la sangre se usan a menudo como sin�nimos, sin embargo, no encontraremos ning�n ejemplo del cuerpo de un ser vivo todav�a llamado alma.

Por lo tanto, cuando se habla de la muerte futura de una persona, el alma significa vida o sustancia espiritual, G�nesis xxxvii. 22., y Salmo xlix. 16. De ah� que la explicaci�n de los Padres, que entienden esto del descenso de Cristo a los infiernos, para liberar a los santos que estaban detenidos en el limbo, es m�s probable. (Berthier) &mdash- Las instancias que se aducen para mantener el sentimiento opuesto, que Calmet, etc.

, afirman es m�s literal, o no prueban nada, o se relacionan con personas fallecidas, cuyos cuerpos no deb�an ser tocados. Ver G�nesis ix. 5., Lev�tico xvii. 11. y xxi. 11., N�meros vi. 6. y xix. 13., y Aggeus ii. 14. Cristo habla de su cuerpo en la siguiente parte del vers�culo, (Haydock) llam�ndolo Santo, porque nunca fue separado de la naturaleza divina. (Berthier) &mdash- Se anotan las interpretaciones err�neas o corrupciones de Beza y Calvino sobre este tema, oponi�ndose al consentimiento de todos los Padres antiguos, que cre�an en este pasaje relacionado con el descenso al limbo, G�nesis xxvii.

, Hechos ii. Y 1 Pedro iii. Las ediciones protestantes var�an. Algunos retienen la palabra infierno, otros la tumba; remarcando que "esto se refiere principalmente a Cristo, por cuya resurrecci�n todos sus miembros tienen inmortalidad". Y (Hechos ii.) Parafrasean: "No me dejar�s en la tumba"; arrebatando lo que se refiere al cuerpo, resucitado de la tumba, al alma, que nunca estuvo all�. (Worthington) &mdash- La �ltima edici�n de [King] James I concuerda sin embargo con nosotros, en ambos lugares.

"No dejar�s mi alma en el infierno, ni permitir�s que tu santo vea corrupci�n". Es observable que en las ediciones hebreas (excepto la de Esteban y algunas otras) encontramos la palabra jas�dico en el texto, aunque la �ltima i se omite correctamente en el margen; como la palabra significar�a "santos": y as� convertir�a a los ap�stoles en falsos testigos, Hechos xiii. 35, etc. (Haydock) &mdash- "�Pero qui�n les acusar� de semejante cosa? Otros hombres pueden ser deficientes en su conocimiento y en su honestidad; pero los ap�stoles inspirados no pueden ser enga�ados ni enga�ados.

Todas las versiones antiguas, los masoretas, "que ordenan que la palabra se lea en singular, aunque se imprima en plural en el texto, y muchos de los mejores manuscritos dan fe de su veracidad. Adem�s, no es cierto que Dios no tolerar� a sus santos ver corrupci�n; y, si este fuera el significado de las palabras, no predecir�an la resurrecci�n de ninguna persona en particular: sin embargo, "estas palabras, observan los ap�stoles a los jud�os, son una profec�a de alguna persona en particular, cuya alma no fue anhela continuar en el lugar de los esp�ritus difuntos, y cuyo cuerpo no iba a ser corrompido, ambos pronto se reunir�n.

Ahora bien, David, dicen ellos, no habl� esto de s� mismo, etc. �Han impuesto los ap�stoles una profec�a sobre el pueblo jud�o y sobre el mundo? "(Kennicott, Dis. I.) &mdash- Este autor erudito se anim� mucho a continuar con su trabajo de diez a�os, examinando manuscritos hebreos durante los �ltimos diez a�os. mundo, al encontrar muchos de los tan favorables a la religi�n cristiana, aunque se hab�a afirmado con seguridad que todos los manuscritos eran perfectamente uniformes.

Podemos regocijarnos al ver que �l tambi�n aprueba la explicaci�n cat�lica de este pasaje y no se refiere en su totalidad al entierro de Cristo. En efecto, el Credo de los Ap�stoles distingue claramente este art�culo del descenso a los infiernos. &mdash Corrupci�n. �Tampoco permitir�s que se corrompa ese cuerpo santificado, por el cual otras personas deben ser santificadas.

"(San Agust�n) &mdash- Cristo resucit� antes de que las santas mujeres hubieran embalsamado su cuerpo, (Lucas xxvi. 53. y Marcos xvi. 1.) para que nadie pudiera atribuir la incorrupci�n a esa causa. Su apariencia era tan glorioso, como para disipar todas las dudas de las mentes de aquellos que atender�an a la raz�n. Su descenso a los infiernos no fue consecuencia de ninguna debilidad, o que pudiera sufrir, (Calmet) como Calvino afirma blasfemamente, (Haydock; Tirinus) sino descendi� triunfante, para liberar las almas de los santos Padres, (Calmet) o para anunciarles las buenas nuevas de la paz, cuyos frutos pronto disfrutar�an en su ascensi�n, cuando abriera las puertas del cielo a todos. los fieles (Haydock)

Versículo 11

De vida. La observancia de los mandamientos, (San Jer�nimo) o el m�todo de obtener la felicidad mediante la paciencia y la humildad. (San Agust�n) &mdash Porque aunque algunos ya hab�an sido resucitados, Cristo todav�a es llamado primicia de los que duermen o de los muertos; porque ninguno hab�a resucitado como �l.

(Haydock) (Juan x. 18.) &mdash Su sagrada humanidad ahora fue glorificada, y contempl� el rostro de Dios de una manera m�s perfecta que cualquier simple criatura, saboreando deleites inexplicables para siempre. (Calmet) &mdash- Debemos morir y resucitar, (Worthington) antes de que comprendamos perfectamente las formas de vida. Entonces formaremos un verdadero juicio de todas las cosas terrestres. (Haydock)

Información bibliográfica
Haydock, George Leo. "Comentario sobre Psalms 15". "Comentario Bíblico Católico de Haydock". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/hcc/psalms-15.html. 1859.