Bible Commentaries
Job 3

Comentario de Brown sobre Libro seleccionado de la BibliaComentario de Brown

Versículos 1-26

queja de trabajo

(Respuesta a una compa��a de seguros) Le escribo en respuesta a su solicitud de informaci�n adicional sobre mi reclamo. En el bloque #3 del formulario de accidente, puse "tratar de hacer el trabajo solo" como la causa de mi accidente. Usted dijo en su carta que deber�a explicarlo m�s detalladamente, y conf�o en que los siguientes detalles ser�n suficientes. Soy alba�il de oficio. En la fecha del accidente estaba trabajando solo en el techo de un edificio nuevo de seis pisos.

Cuando termin� mi trabajo, descubr� que me sobraban alrededor de 500 libras de ladrillo. En lugar de bajar los ladrillos a mano, decid� bajarlos en un barril usando una polea que, afortunadamente, estaba unida al costado del edificio en el sexto piso. Asegur� la cuerda al nivel del suelo, sub� al techo, saqu� el barril y cargu� los ladrillos en �l. Luego volv� al suelo y desat� la cuerda, sujet�ndola con fuerza para asegurar un lento descenso de las 500 libras de ladrillo.

Notar� en el bloque #11 del informe del accidente que peso 135 libras. Pero por sorpresa al ser arrancado del suelo tan repentinamente, perd� la presencia de �nimo y olvid� soltar la cuerda. No hace falta decir que avanc� a un ritmo bastante r�pido por el costado del edificio. En las cercan�as del tercer piso, me encontr� con el barril que bajaba. Esto explica el cr�neo fracturado y la clav�cula rota.

Desacelerado solo un poco, continu� mi r�pido ascenso, sin detenerme hasta que los dedos de mi mano derecha estaban a dos nudillos de profundidad en la polea. Afortunadamente, en ese momento, hab�a recuperado la presencia de �nimo y pod�a agarrarme con fuerza a la cuerda, a pesar de mi dolor. Sin embargo, aproximadamente al mismo tiempo, el barril de ladrillos golpe� el suelo y el fondo se sali� del barril. Desprovisto del peso de los ladrillos, el barril pesaba aproximadamente 50 libras.

Los remito nuevamente a mi peso en el bloque #11. Como se pueden imaginar, comenc� un r�pido descenso por el costado del edificio. En las cercan�as del tercer piso, me encontr� con el barril que sub�a. Esto explica los dos tobillos fracturados y las laceraciones de mis piernas y la parte inferior del cuerpo. El encuentro con el barril me retras� lo suficiente como para atenuar mis heridas cuando ca� sobre la pila de ladrillos y, afortunadamente, solo se rompieron tres v�rtebras.

Lamento informar, sin embargo, que mientras yac�a all� sobre los ladrillos, con dolor... incapaz de ponerme de pie... y mirando el barril vac�o seis pisos por encima de m�... Perd� de nuevo mi presencia de �nimo y me solt�. de la cuerda El barril vac�o pesaba m�s que la cuerda, as� que volvi� a caer sobre m� y me rompi� ambas piernas. Espero haber proporcionado la informaci�n que usted ha requerido.

I. INTRODUCCI�N

A. �Job lo ha "perdido"!

1. Lo perdi� todo materialmente.

2. Lo perdi� todo "en cuanto a la familia".

3. Lo perdi� todo "en cuanto a la salud".

4. �Perdi� el amor y el apoyo de su esposa!

5. Ha perdido su propio sentido de valor y dignidad.

6. Est� perdiendo su comprensi�n de la justicia de Dios.

7. �Y cree que ha perdido el amor de Dios!

a) �No es de extra�ar que este hombre que comenz� diciendo: "...Desnudo sal� del vientre de mi madre, y desnudo volver� all�. El Se�or dio, y el Se�or quit�; Bendito sea el nombre del Caballero." Job 1:21 : termina diciendo: � Job 6:4 (NKJV) Porque las flechas del Todopoderoso [est�n] dentro de m�; Mi esp�ritu bebe en su veneno; Los terrores de Dios est�n dispuestos contra m�.

(1) En la "carne" es f�cil entender c�mo Job pod�a sentirse as�.

(2) �Muchos de nosotros nos hemos sentido de la misma manera con muchas menos "p�rdidas" en nuestras vidas!

(a) Pero, a medida que avancemos en nuestro estudio, �veremos que el enfoque y la visi�n de Job son demasiado estrechos!

(b) �Y tambi�n lo es su comprensi�n del Se�or!

II. TEXTO

A. Job 3:1-5 (NKJV) Despu�s de esto, Job abri� su boca y maldijo el d�a de su [nacimiento].

2 Y Job habl�, y dijo:

3 "Que perezca el d�a en que yo nac�, y la noche [en] [la cual] se dijo: 'Se concibe un hijo var�n'.

4 Que ese d�a sea oscuridad; Que Dios de lo alto no la busque, Ni la luz brille sobre ella.

5 Que las tinieblas y la sombra de muerte la reclamen; Que una nube se pose sobre �l; Que la negrura del d�a la aterrorice.

1. El despu�s al que se hace referencia aqu� es despu�s de los 7 d�as y noches de silencio entre Job y sus amigos.

a) Job finalmente rompe el silencio con su primer discurso.

2. Esta es simplemente una forma bonita y po�tica de decir: "Ojal� nunca hubiera nacido".

a) �Alguna vez has dicho lo mismo?

(1) Escuche mientras "articula" cu�nto se arrepiente de s� mismo.

B. Job 3:6 (NKJV) [Como] [para] esa noche, que las tinieblas se apoderen de ella; Que no se regocije entre los d�as del a�o, Que no entre en el n�mero de los meses.

Job 3:7 �Oh, que esa noche sea est�ril! �Que ning�n grito de alegr�a entre en �l!

Job 3:8 Que lo maldigan los que maldicen el d�a, Los que est�n listos para despertar a Leviat�n.

Job 3:9 Que las estrellas de su ma�ana se oscurezcan; Que busque la luz, y no la tenga, Y no vea el amanecer del d�a;

Job 3:10 porque no cerr� las puertas del vientre de mi [madre], ni ocult� el dolor de mis ojos.

Job 3:11 "�Por qu� no mor� al nacer? [�Por qu�] [no] perec� cuando sal� del vientre?

Job 3:12 �Por qu� me recibieron las rodillas? �O por qu� los pechos, que debo amamantar?

1. �No es ir�nico? Hay momentos en nuestras vidas en los que podemos identificarnos con lo que dice Job, pero la realidad es que sus quejas no cambian nada.

a) Casi lo �nico que se est� logrando es "desahogar" su ira.

(1) No est� cambiando las circunstancias, su condici�n, ni la voluntad de Dios, �pero est� decidido a que sus amigos sepan c�mo se siente!

(2) Si somos honestos con nosotros mismos, cuando recordamos los momentos en que m�s nos hemos quejado, hizo muy poco para cambiar nuestras circunstancias.

(a) �En la mayor�a de los casos, solo hizo m�s l�o que tuvi�ramos que volver m�s tarde y limpiar!

(i) Disculpas, arrepentimiento, etc.

C. Job 3:13 (RVR1960) Porque ahora me hubiera quedado quieto y quieto, me hubiera quedado dormido; Entonces habr�a estado en reposo

Job 3:14 Con los reyes y los consejeros de la tierra, Que se edificaron ruinas,

Job 3:15 O con pr�ncipes que ten�an oro, Que llenaban sus casas [de] plata;

Job 3:16 �O [por qu�] no estuve escondido como un ni�o que naci� muerto, como ni�os que nunca vieron la luz?

1. Estos son los 2 grandes deseos de Job de este cap�tulo:

a) Que no hab�a nacido,

b) Y que aunque naci� desear�a haber nacido muerto.

(1) �Job, en este momento de su vida, ve la muerte como un alivio de su dolor!

D. Job 3:17 (RV60) All� los imp�os cesan [de] angustiar, Y all� descansan los cansados.

Job 3:18 [All�] descansan juntos los presos; No oyen la voz del opresor.

Job 3:19 All� est�n los peque�os y los grandes, Y el siervo libre de su se�or.

Job 3:20 "�Por qu� se da luz al que est� en la miseria, y vida al amargado de alma,

Job 3:21 que a�oran la muerte, y no llega, y la buscan m�s que a los tesoros escondidos;

Job 3:22 �Qui�nes se regocijan sobremanera, [Y] se alegran cuando pueden encontrar la tumba?

Job 3:23 [�Por qu�] [se da] [luz] a un hombre cuyo camino est� escondido, Y a quien Dios ha cercado?

Job 3:24 Porque mi suspiro llega antes que comer, y mis gemidos se derraman como agua.

1. �Est�s captando que Job ve la muerte como el "gran ecualizador"?

a) �De hecho, lo compara con tesoros escondidos en el vers�culo 21!

b) Ahora mismo, lo preferir�a a la vida.

(1) Job definitivamente "lo ha perdido".

(a) Ha perdido el prop�sito de su vida.

(i) Ha perdido su sentido de la justicia de Dios.

(ii) Y lo m�s importante, ha perdido el sentido del prop�sito de Dios en su vida.

(iii) �En este punto de su sufrimiento, no puede ver absolutamente ninguna raz�n para vivir!

E. Job 3:25 (RVR1960) Porque me ha sobrevenido lo que m�s tem�a, Y me ha acontecido lo que m�s tem�a.

Job 3:26 No estoy tranquilo, ni estoy tranquilo; No tengo descanso, porque vienen problemas".

1. Job nos revela aqu� un poco de su coraz�n.

a) Incluso cuando viv�a como un millonario, �viv�a con miedo!

b) Todo a su alrededor iba muy bien, pero en el fondo, �el mayor temor de Job era perderlo todo!

2. �Te suena familiar?

a) Nosotros tambi�n podemos estar "viviendo a lo grande" y sin embargo vivir con miedo.

(1) Podemos tener un buen trabajo, un buen auto, la casa en la colina - con nuestra familia a nuestro lado y aun as� estar incompletos y temerosos.

(2) De hecho, como Job, nuestro mayor temor puede ser que el Se�or lo quite todo.

tercero CONCLUSI�N

A. Ya hemos establecido que Job era un hombre piadoso... �uno que teme a Dios y evita el mal? Y todav�a se aferra a su integridad, Job 2:3

1. �El Se�or nos hab�a asegurado que Job lo amaba y estaba haciendo todas las cosas "correctas" en la vida!

2. Dios estaba bendiciendo su vida m�s all� de sus sue�os m�s salvajes.

3. Sin embargo, Job nos dice que en medio de todo eso, ��l estaba viviendo con miedo!

B. Si le puede pasar a Job, nos puede pasar a cualquiera de nosotros.

1. Entonces, �c�mo aprende un cristiano a aprender a vivir su vida al m�ximo disfrutando sin temor de las cosas que el Se�or ha provisto?

a) Hay algunas cosas que la Palabra de Dios se�ala que olvidamos r�pidamente y que debemos recordar a lo largo de la vida:

(1) �xodo 34:14 (NKJV) `(porque no adorar�s a ning�n otro dios, porque el Se�or, cuyo nombre [es] Celoso, [es] un Dios celoso),

(a) ��l no tolerar� que ninguno de Sus hijos ame a nadie ni a nada m�s que a �l!

(b) Sin embargo, �l sabe que muchas personas y cosas buscar�n ocupar este lugar en nuestras vidas.

(c) Como Sus hijos, si sentimos o vemos a alguien o algo haciendo esto, �debemos huir de ello!

(i) Entonces, una de las formas en que podemos evitar lo que Job est� sintiendo en este Cap�tulo es amar al Se�or, �no las cosas provistas por �l!

(2) 1 Cr�nicas 29:15 (RVR1960) Porque extranjeros y peregrinos somos delante de Ti, Como [lo fueron] todos nuestros padres; Nuestros d�as sobre la tierra [son] como una sombra, y sin esperanza.

(a) Si recordamos que somos extranjeros y peregrinos, �el solo hecho de "pasar" nos ayudar� a no permitir que otras cosas reemplacen al Se�or en nuestras vidas!

(i) El paso 2 para evitar la desesperaci�n de Job es vivir con nuestro enfoque en el cielo y la eternidad, no en el aqu� y ahora.

(3) 1 Juan 2:15 (RV60) No am�is al mundo ni las cosas que est�n en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no est� en �l.

1 Juan 2:16 Porque todo lo que [hay] en el mundo, la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la vanagloria de la vida, no es del Padre, sino del mundo.

1 Juan 2:17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

(a) Si ponemos nuestra confianza y amor en las cosas que pasan, ese acto, por su propia naturaleza, causar� inseguridad y temor.

(b) �La �nica manta de seguridad que deber�amos tener es el Se�or mismo!

(i) Paso 3 - �Haga que el prop�sito de su vida sea amar al Se�or, no acumular cosas!

(ii) La mayor�a de las personas, incluso los cristianos, pasan m�s tiempo trabajando y entreteni�ndose que aprendiendo con Qui�n pasar�n la eternidad!!!!!!

(c) Y eso me lleva al cuarto y �ltimo paso para evitar el sentimiento de autocompasi�n y desesperaci�n de Job:

(i) �Si realmente lo conocemos, entonces podemos confiar en �l!

Hab�a una vez un anciano que viv�a en un peque�o pueblo. Aunque pobre, era envidiado por todos, pues pose�a un hermoso caballo blanco. Incluso el rey codiciaba su tesoro. Jam�s se hab�a visto un caballo as�, tal era su esplendor, su majestuosidad, su fuerza.

La gente ofrec�a precios fabulosos por el corcel, pero el anciano siempre se negaba. "Este caballo no es un caballo para m�", les dec�a. "Es una persona. �C�mo podr�as vender a una persona? Es un amigo, no una posesi�n. �C�mo podr�as vender a un amigo?" El hombre era pobre y grande la tentaci�n. Pero nunca vendi� el caballo.

Una ma�ana descubri� que el caballo no estaba en el establo. Todo el pueblo vino a verlo. "Viejo tonto", se burlaron, "te dijimos que alguien robar�a tu caballo. Te advertimos que te robar�an. Eres tan pobre. �C�mo podr�as esperar proteger a un animal tan valioso? Hubiera sido mejor haberlo vendido. Podr�as haber obtenido el precio que quisieras. Ninguna cantidad habr�a sido demasiado alta. Ahora el caballo se ha ido y has sido maldecido con la desgracia.

El anciano respondi�: "No hables demasiado r�pido. Solo di que el caballo no est� en el establo. Eso es todo lo que sabemos; el resto es juicio. Si he sido maldecido o no, �c�mo puedes saberlo? �C�mo puedes juzgar?"

La gente respondi�: "�No nos hagan pasar por tontos! Puede que no seamos fil�sofos, pero no se necesita una gran filosof�a. El simple hecho es que su caballo se ha ido es una maldici�n".

El anciano volvi� a hablar. "Todo lo que s� es que el establo est� vac�o y el caballo se ha ido. El resto no lo s�. Si es una maldici�n o una bendici�n, no puedo decirlo. Todo lo que podemos ver es un fragmento. �Qui�n puede decir lo que vendr� despu�s?"

La gente del pueblo se ri�. Pensaron que el hombre estaba loco. Siempre hab�an pensado que era un tonto; si no fuera as�, habr�a vendido el caballo y vivido del dinero. Pero en cambio, era un pobre le�ador, un anciano que todav�a cortaba le�a, la arrastraba fuera del bosque y la vend�a. viv�a al d�a en la miseria de la pobreza. Ahora hab�a demostrado que, en efecto, era un tonto.

Despu�s de quince d�as, el caballo regres�. No lo hab�an robado; se hab�a escapado al bosque. No solo hab�a regresado, sino que hab�a tra�do consigo una docena de caballos salvajes. Una vez m�s, la gente del pueblo se reuni� alrededor del le�ador y hablaron. "Viejo, ten�as raz�n y nosotros est�bamos equivocados. Lo que pensamos que era una maldici�n fue una bendici�n. Por favor, perd�nanos".

El hombre respondi�: "Una vez m�s, te pasas de la raya. Solo di que el caballo ha vuelto. Di solo que una docena de caballos regresaron con �l, pero no juzgues. �C�mo sabes si esto es una bendici�n o no? ves solo un fragmento. A menos que conozcas toda la historia, �c�mo puedes juzgar? Lees solo una p�gina de un libro. �Puedes juzgar todo el libro? Lees solo una palabra de una frase. �Puedes entender la frase completa? La vida es tan vasta, pero juzgas toda la vida con una p�gina o una palabra.

�Todo lo que tienes es un fragmento! No digas que esto es una bendici�n. Nadie sabe. Estoy contento con lo que s�. No me inquieta lo que no. -Tal vez el viejo tenga raz�n -se dec�an unos a otros-. As� que dijeron poco. Pero en el fondo, sab�an que estaba equivocado. Sab�an que era una bendici�n. Doce caballos salvajes hab�an regresado con un caballo. Con un poco de trabajo, los animales pod�an domarse, entrenarse y venderse por mucho dinero.

El anciano ten�a un hijo, un �nico hijo. El joven comenz� a domar los caballos salvajes. Despu�s de unos d�as, se cay� de uno de los caballos y se rompi� ambas piernas. Una vez m�s, los aldeanos se reunieron alrededor del anciano y emitieron sus juicios. "Ten�as raz�n", dijeron. "Probaste que ten�as raz�n. La docena de caballos no fueron una bendici�n. Fueron una maldici�n. Tu �nico hijo se ha roto las piernas y ahora, en tu vejez, no tienes a nadie que te ayude. Ahora eres m�s pobre que nunca".

El anciano volvi� a hablar. "Ustedes est�n obsesionados con juzgar. No vayan tan lejos. Digan solo que mi hijo se rompi� las piernas. �Qui�n sabe si es una bendici�n o una maldici�n? Nadie lo sabe. Solo tenemos un fragmento. La vida viene en fragmentos". "

Dio la casualidad de que unas semanas m�s tarde el pa�s entr� en guerra contra un pa�s vecino. Todos los j�venes del pueblo deb�an alistarse en el ej�rcito. Solo se excluy� al hijo del anciano, porque estaba herido. Una vez m�s la gente se reuni� alrededor del anciano, llorando y gritando porque se hab�an llevado a sus hijos. Hab�a pocas posibilidades de que regresaran. El enemigo era fuerte y la guerra ser�a una lucha perdida.

Nunca volver�an a ver a sus hijos. "Ten�as raz�n, viejo", lloraban. "Dios sabe que ten�as raz�n. Esto lo demuestra. El accidente de tu hijo fue una bendici�n. Puede que tenga las piernas rotas, pero al menos est� contigo. Nuestros hijos se han ido para siempre".

El anciano volvi� a hablar. "Es imposible hablar contigo. Siempre sacas conclusiones. Nadie lo sabe. Solo di esto: Tus hijos tuvieron que ir a la guerra, y el m�o no. Nadie sabe si es una bendici�n o una maldici�n. Nadie lo es". lo suficientemente sabio como para saberlo. Solo Dios lo sabe".

En el ojo de la tormenta por Max Lucado Word Publishing, 1991 P�gina 144-147

Información bibliográfica
Brown, John. "Comentario sobre Job 3". Comentario de Brown sobre Libros seleccionados de la Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jbs/job-3.html.