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Bible Commentaries
1 Corintios 4

Comentario Crítico y Explicativo de toda la BibliaComentario Crítico

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Versículos 1-21

CAPITULO 4

UNA DEBIDA ESTIMACION DE LOS MINISTROS: NO DEBE ANTICIPARSE UN JUICIO EN CONTRA DE ELLOS; ENTRE TANTO, LA HUMILDE CONDICION DEL APOSTOL SE CONTRASTA CON EL ORGULLO DE LOS CORINTIOS DE SER MIEMBROS DE ALGUN PARTIDO. NO QUE EL APOSTOL LOS QUISIERA AVERGONZAR, SINO AMONESTARLOS COMO UN PADRE; PARA LO CUAL LES ENVIA A TIMOTEO, PENSANDO IR EL TAMBIEN PRONTO DESPUES.

1. T�ngannos�a m�, Pablo, y a Apolos. por ministros de Cristo�No por cabezas de la iglesia, de las que hay�is de gloriaros separadamente (cap. 1:12); la cabeza directiva es Cristo; nosotros somos siervos de �l a vuestro favor (cap. 1:13; 3:5, 22). dispensadores��mayordomos� ( Lucas 12:42; 1 Pedro 4:10). No los depositarios de la gracia, sino los dispensadores de la misma a otros, a la medida en que Dios nos la da. El Chazan, o sobreveedor, de la sinagoga correspond�a al obispo, o ��ngel� de la iglesia, quien nombraba y dirig�a a siete de la sinagoga para que leyesen la ley cada s�bado. El Parnas�n de la sinagoga, as� como el antiguo �di�cono� de la iglesia, cuidaba de los pobres (Hechos 6), y subsecuentemente predicaba bajo la direcci�n de los presb�teros u obispos, como Esteban y Felipe. La iglesia no es una dependencia del sacerdocio; pero el ministro es el mayordomo de Dios al servicio de la iglesia. Los hombres rehuyen el tener un contacto directo con Dios, por tanto gustosos colocan un sacerdocio de por medio y en esta forma quieren servir a Dior por medio de agentes. El sacerdote pagano (como el romano moderno) estaba colocado para encubrir, m�s bien que revelar, �los misterios de Dios.� El oficio del ministro es el de �predicar� (lit., pregonar como heraldo, Mateo 10:27) las profundas verdades de Dios (�misterios,� verdades celestiales, s�lo conocidas por la revelaci�n), hasta donde hayan sido reveladas, y hasta donde sus oyentes se dispongan a recibirlas. Josefo dice que la religi�n judaica revelaba a todos los pueblos los misterios de su religi�n, mientras que los paganos encubr�an a todos, salvo a los pocos �iniciados�, los misterios de la suya.

2. Mas ahora, etc.�Los manuscritos m�s antiguos leen: �Adem�s aqu� (esto es, en la tierra). El contraste, pues, se halla entre las pr�cticas del hombre en cuanto a la mayordom�a (v. 2) y el concepto de Dios (v. 3). Mientras que aqu� en la tierra, en el caso de los mayordomos, se revisan sus libros con el fin de comprobar si han sido fieles; con todo, el mayordomo de Dios no espera tal juicio de parte de los hombres, en los d�as de su existencia, sino el juicio del Se�or en su gran d�a. Otro argumento en contra de las preferencias parciales de los corintios respecto a ciertos maestros y sus dones es, que aunque Dios requiere en sus dispensadores la fidelidad ( 1 Samuel 3:20; Hebreos 3:5); como en verdad se requiere la misma en los mayordomos terrenales. (v. 3) los mayordomos de Dios difieren de �stos en que no ser�n probados por el juicio del hombre, sino que espera el juicio que se har� en el d�a del Se�or.

3. en muy poco tengolit., �poqu�simo me importa;� no que menosprecie vuestro juicio; sino que en comparaci�n con el de Dios, casi nada vale. el ser juzgado de � juicio humanolit., �de humano d�a.� en contraste con el d�a (cap. 3:13) del Se�or (v. 5; 1 Tesalonicenses 5:4). Todos los d�as previos al d�a del Se�or son d�as del hombre. Emesti traduce el tres veces repetido verbo juzgar (v. 4), de esta manera: A m�, por mi parte (aunque estoy seguro de ser hallado fiel), poco me interesa el ser aprobado por el juicio del hombre; ni aun me arrogo el derecho de juzgarme y aprobarme a m� mismo�sino que lo dejo al Se�or, quien tiene el derecho, y el poder de juzgar en mi caso.

4. de nada tengo mala conciencia��No soy consciente de infidelidad (ministerial) alguna�. Bengel explica el vocablo compuesto griego (anakrinein): �decidir en juicio sobre uno en su relaci�n a otros,� no sencillamente juzgar. no por eso soy justificado�Entonces la conciencia no es gu�a infalible. Pablo no conceptuaba la suya como infalible. Este vers�culo es diametricalmente contrario al poder judicial que se arrogan los sacerdotes de Roma en el confesonario.

5. As� que�por cuanto el Se�or es el solo Juez, y el �nico que dicta la sentencia. no juzgu�is�Este no es el mismo verbo griego que se us� en los vv. 3 y 4, y que significa aprobar, o decidir los m�ritos de cada persona. Aqu� se prohibe toda clase de juicio de nuestra parte que anticipe presuntuosamente, las prerrogativas divinas del juicio final. el Se�or�Jesucristo, de quien somos �ministros� (v. 1), y quien ha de ser el Juez ( Juan 5:22, Juan 5:27; Hechos 10:42; Hechos 17:31). manifestar� los intentos de los corazones�Nuestros juicios actuales (como los de los corintios respecto a sus ense�adores) son imperfectos, por cuanto nosotros s�lo vemos los actos externos y no podemos ver el interior de los �corazones.� La �fidelidad� (v. 2) ser� as� �aclarada,� y el �Se�or justificar�,� o de lo contrario (v. 4) condenar�, conforme a la condici�n del coraz�n. entonces cada uno tendr� de Dios la alabanza�(cap. 3:8; 1 Samuel 26:23; Mateo 25:21, Mateo 25:23, Mateo 25:28). M�s bien su merecida alabanza, no la exagerada, de la que los corintios colmaban a sus maestros favoritos; �la alabanza� (as� el griego) debido a causa de los actos que fueron juzgados seg�n los motivos que los impulsaron. �Entonces�, no antes; por tanto, aguardad hasta entonces ( Santiago 5:7).

6. Esto empero�se�alando una transici�n. he pasado por ejemplo, etc.�Esto es, �He usado el nombre de Apolos y el m�o al mencionar lo que en realidad toca a todos los ministros, viniendo a ser nosotros como una figura o tipo de todos los dem�s. He mencionado s�lo estos dos nombres que se han usado como grito de partido; pero con ellos incluyo t�citamente a otros, los que no nombro por no avergonzarlos. [Estio.] para que � aprend�is a no saber�La frase �a no saber� est� omitida en los mejores manuscritos. L�ase: �Que en nosotros (por nuestro ejemplo) aprend�is a no ir m�s all� de lo que est� escrito.� Es decir, respetad el silencio de las Sagradas Escrituras, tanto como sus declaraciones; as� dogmatizar�is menos sobre lo que no est� expresamente revelado ( Deuteronomio 29:29). hinch�ndoos por causa de otro (ministro favorito) el uno contra el otro�El indicativo del griego insin?a: �No sig�is hinch�ndoos como hasta ahora lo hab�is hecho.�

7. �qui�n te distingue�a ti sobre otro? No t� mismo, sino Dios. �de qu� te glor�as como si no hubieras recibido?�Como si por ti mismo lo hubieses recibido, esquivando as� tu deber de dar gracias a Dios, quien ha sido el Dador.

8. Iron�a. Trad�zcase: �Est�is ya llen�simos (de comida espiritual), ya os enriquecisteis, ya est�is sentados sobre tronos cual reyes, y no ten�is necesidad de nosotros.� El �nfasis est� en �ya�, y en �nosotros;� os port�is como si ya no hubieseis de tener �hambre y sed de justicia,� y como si ya hubieseis alcanzado el �reino� por el que los cristianos deben esforzarse y padecer. Est�is tan engre�dos con vuestros maestros favoritos y con vuestros pretendidos conocimientos espirituales que hab�is obtenido de ellos, que os sent�s como quienes est�n hartos� de fiesta, o como el �rico� que se jacta de sus riquezas; de modo que os sent�s poderosos para marchar �sin nosotros,� vuestros primeros padres espirituales (v. 15). Ellos se hab�an olvidado de que antes que el �reino� y la �plenitud de gozo� de las bodas del Cordero, deben venir la cruz, el padecimiento, y las pruebas, a todo verdadero creyente ( 2 Timoteo 2:5, 2 Timoteo 2:11). Eran como los complacidos laodicenses ( Apocalipsis 3:17; comp. Oseas 12:8). La abundancia de riquezas temporales en Corinto, tend�a en algunos casos a engendrar el esp�ritu de suficiencia propia; esto lo comprueba el contraste con el �hambre y sed� literales en el v. 11. ojal� rein�is�Es decir, yo quisiera de veras que fuese as�, que vuestro reino hubiese en realidad empezado. para que nosotros reinemos � con vosotros�( 2 Corintios 12:14.) �No busco lo vuestro, sino a vosotros.� Vuestra prosperidad espiritual ser� tambi�n la nuestra, pues somos vuestros padres en Cristo (cap. 9:23). Cuando alcanc�is el reino, vosotros ser�is nuestra �corona de gozo, en la presencia de nuestro Se�or Jes�s� ( 1 Tesalonicenses 2:19).

9. Porque�La raz�n de desear que hubiese llegado el �reino� de �l y de sus coap�stoles a los corintios, era por causa de las aflicciones que aqu�llos, es decir los ap�stoles, estaban entonces sufriendo. a lo que pienso�Los corintios (cap. 3:18) se consideraban �sabios en este mundo.� San Pablo, en contraste, �piensa� que Dios los ha colocado, a �l y a sus compa�eros, como los �postreros�, o sea, los m�s humildes en este mundo. Los ap�stoles tuvieron menos acogida que los mismos profetas quienes, aunque fueron afligidos a veces, a menudo fueron honrados ( 2 Reyes 1:10; 2 Reyes 5:9; 2 Reyes 8:9, 2 Reyes 8:12). Dios nos ha mostrado�Nos ha puesto como espect�culo. a nosotros los ap�stoles�Pablo incluye a Apolos entre los ap�stoles, en el sentido m�s amplio de la palabra, as� como en Romanos 16:7; 2 Corintios 8:23 (griego, �mensajeros�). como a sentenciados a muerte�cual criminales condenados a morir. hechos espect�culolit., �un espect�culo teatral.� As� como se interpreta el griego en Hebreos 10:33 : �con vituperios y tribulaciones fuisteis puestos en rid�culo.� Los criminales �condenados a muerte,� en el tiempo de Pablo, eran exhibidos como un espect�culo c�mico, para hacer reir al populacho del anfiteatro. Eran �mostrados al �ltimo� en el teatro, para pelear con las fieras. As� se explica la figura que usa aqu� el ap�stol. (v�ase Tertuliano, de Pudicitia, cap. 14) al mundo�Es decir, a todo el mundo, incluyendo ��ngeles y hombres;� �toda la familia en el cielo y en la tierra� ( Efesios 3:15). As� como Jes�s fu� �visto de los �ngeles� ( 1 Timoteo 3:16), as� tambi�n sus seguidores son espect�culo ante los santos �ngeles, quienes toman profundo inter�s en todos los pasos progresivos de la redenci�n ( Efesios 3:10); 1 Pedro 1:12). El ap�stol Pablo infiere que los siervos de Cristo, si bien son �los �ltimos� y m�s bajos seg�n el juicio del mundo, son conceptuados como dignos de la mayor consideraci�n por los �ngeles. [Cris�stomo.] Sin embargo, por cuanto �el mundo� es un t�rmino muy amplio, y se aplica en esta Ep�stola al mal en especial ( 1 Pedro 1:27), y por cuanto los especta dores (en la figura de anfiteatro) contemplan la exhibici�n con hilaridad salvaje, m�s bien que con simpat�a por los atormentados, pienso que se incluyen los �ngeles malos, adem�s de los buenos. Estio hace limitar el sentido de la palabra a los malos solamente. Pero debido a la generalidad del t�rmino ��ngeles,� y el frecuente uso de �l en el sentido bueno, as� como Efesios 3:10; 1 Pedro 1:12, me inclino a pensar que se refiere a los buenos �ngeles as� como los malos; no obstante, por las razones arriba indicadas, puede ser que se refiera a los malos principalmente.

10. Iron�a. �Cu�nto m�s ha de ser envidiada vuestra suerte (si es real), y ha de compadecerse la nuestra! Nosotros necios�(cap. 1:21; 3:18; comp. Hechos 17:18; Hechos 26:24.) por amor de Cristo, y vosotros prudentes en Cristo�Nuestra relaci�n con Cristo s�lo nos lega la mayor ignominia, �a causa de Cristo,� como si fu�semos �necios;� la vuestra os da plena participaci�n con �l, como si fueseis �sabios� (esto es, en la suposici�n de que seais realmente todo lo que parec�isser, cap. 3:18). nosotros flacos, y vosotros fuertes�(cap. 2:3; 2 Corintios 13:9.) nosotros viles�Es decir, �infames,� lo opuesto de �nobles� ( 2 Corintios 10:10), a causa de nuestra �flaqueza� y nuestra falta de filosof�a y ret�rica mundanas, las cuales (al parecer) hacen tan �honorables� a vosotros y a vuestros maestros.

11. ( 2 Corintios 11:23.) estamos desnudos�Esto es, insuficientemente abrigados ( Romanos 8:35). somos heridos de golpes�Abofeteados, como esclavos ( 1 Pedro 2:20); lo contrario de la condici�n de los corintios, que �reinaban como reyes� ( Hechos 23:2). As� tambi�n el Se�or de Pablo fu� �abofeteado� cual vil esclavo, poco antes de sufrir la muerte de un esclavo ( Mateo 26:67).

12. trabajamos, obrando con nuestras manos�Es decir, �aun hasta el presente momento� (v. 11). Esto no est� dicho en la relaci�n de los hechos de Pablo en Efeso, ciudad en donde redact� esta Ep�stola (aunque est� dicho de �l expresamente cuando estaba en Corinto, comp. Hechos 18:3, etc., y 19). Pero en su discurso a los ancianos efesios en Mileto ( Hechos 20:34), dice: �Vosotros sab�is que para lo � necesario � estas manos me han servido.� Lo no premeditado de esta coincidencia as� indirectamente expuesta es incompatible con la falsificaci�n.

13. Somos blasfemados, y rogamos�a Dios a favor de los que blasfeman en contra nuestra ( Mateo 5:10, Mateo 5:44). [Grocio.] Replicamos con suavidad [Estio.] la hez��la basura� [Conybeare y Howson], hemos venido a ser � el desecho de todos�Antes, �de todas las cosas,� no solamente �del mundo.�

14. amon�stoos�como un padre a sus �hijos queridos,� no provoc�ndolos a ira ( Efesios 6:4). Los corintios bien se hubieran �avergonzado� de la disparidad de condici�n entre el padre: el ap�stol, y ellos mismos, sus hijos espirituales.

15. aunque teng�is diez mil ayos�Lo que denota que los corintios ten�an m�s que lo deseable. Llamaban ayos o tutores, a los que cuidaban de la crianza pero no ten�an los derechos ni el afecto peculiar del padre, quien s�lo los hab�a engendrado espiritualmente. en Cristo, etc.�El ap�stol admite que estos �ayos� no eran meros legalistas, sino ense�adores evang�licos. Pero en seguida, usa una frase m�s fuerte acerca de s� mismo cuando dice que �l los engendr� espiritualmente �en Cristo Jes�s,� lo que infiere tanto el oficio como la persona del Salvador. As� como Pablo fu� el medio de la regeneraci�n espiritual de ellos, y con todo, �no bautiz� a ninguno de ellos, salvo a Crispo, Gayo, y la familia de Est�fanas,� la regeneraci�n no puede estar unida al bautismo ni verificarse por el bautismo (cap. 1:14-17).

16. os ruego que me imit�is��Sed mis imitadores,� es decir, en mis caminos, que son en Cristo (v. 17; 11:1), no en mis cruces (vv. 8-13; Hechos 26:29; G�latas 4:12).

17. Por lo cual�A fin de que se�is mejores �imitadores� de m� (v. 16) por medio de las amonestaciones. os he enviado a Timoteo�(cap. 16:10; Hechos 19:21.) �Se propuso partir a Jerusal�n, despu�s de andadas Macedonia y Acaya � enviando a Timoteo y Erasto �� Aqu� no se dice expresamente que enviara a Timoteo para Acaya (de la que Corinto era capital), pero est� impl�cito, por cuanto le envi� con Erasto delante de s�. Como el mismo ap�stol pensaba seguir hasta Acaya, hay toda probabilidad de que ellos hubiesen de seguir su camino hasta all� tambi�n. Se dice solamente que fueron enviados a Macedonia, porque �ste era el pa�s a donde fueron despu�s de salir de Efeso. La impremeditaci�n de estos hechos establece la autenticidad de la ep�stola y de la historia. En las dos narraciones el viaje de Timoteo est� �ntimamente relacionado con el de Pablo (comp. v. 19). Erasto no est� especificado en la ep�stola, probablemente porque Timoteo estaba encargado de llevar a efecto las �rdenes de Pablo, y posiblemente Erasto era un corintio que volv�a a su casa en compa��a de Timoteo. La aparente discrepancia al menos demuestra que un pasaje no fu� copiado del otro. [Paley, Horae Paulinae.] mi hijo�Esto es, un convertido m�o (comp. vv. 14, 15; Hechos 14:6; con cap. 16:1, 2; 1 Timoteo 1:2, 1 Timoteo 1:18; 2 Timoteo 1:2). el cual os amonestar��El griego: �os recordar�. Timoteo, por su relaci�n espiritual con Pablo al haber sido convertido por �l, estaba m�s capacitado para recordarlos del camino y las ense�anzas del ap�stol ( 2 Timoteo 3:10), de las que ellos, en ciertos respectos aunque no en todos, se hab�an olvidado (cap. 11:2). de la manera que ense�o � en todas las iglesias�Este argumento indica que la misma ense�anza que impart�a Pablo �en todas partes,� inspirado por el Esp�ritu, era la que fuese impartida en Corinto tambi�n (cap. 7:17).

18. algunos � como si nunca hubiese yo de ir�Pablo trata de evitar la mala interpretaci�n por parte de algunos; interpretaci�n que el Esp�ritu le hac�a prever que har�an al llegar la carta), de que el enviar a Timoteo significaba que �l nunca ir�a all�. Un esp�ritu vanidoso era el pecado que rodeaba a los corintios (comp. cap. 1:11; 5:2).

19. Empero ir��No obstante �ir� (enf�tico)� fuerte negaci�n de la suposici�n de ellos (v. 18). [Alford.] presto�Despu�s de Pentecost�s (cap. 16:8). si el Se�or quisiere�Prudente y previsora condici�n ( Santiago 4:15). Parece que no hab�a podido ir tan pronto como quer�a. entender��Tendr� conocimiento, averiguar�. no las palabras � sino la virtud�No me importa el �habla� altisonante de ellos, �sino� que quiero conocer su virtud, saber si en realidad son poderosos en el Esp�ritu. El rasgo predominante del car�cter griego, era el amor por el poder oratorio, antes que por el poder de la pledad misma en Corinto. el reino de Dios no consiste en palabras��en el habla,� o en el lenguaje; ni en los discursos vac�os, sino que el manifiesto poder del Esp�ritu atestigua la presencia del �reino de Dios� (el reino espiritual del evangelio), en una iglesia o en un individuo (comp. cap. 2:1, 4; 1 Tesalonicenses 1:5).

21. �ir� a vosotros con vara, o con caridad.. ?��en vara o en amor;� la misma preposici�n griega se usa en cada caso; �debo llegar en esp�ritu de desagrado para usar la vara, o en amor y con un esp�ritu de mansedumbre ( Isa�as 11:4; 2 Corintios 13:3)?

Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 1 Corinthians 4". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfb/1-corinthians-4.html. 1871-8.
 
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