Bible Commentaries
1 Corintios 5

Comentario Crítico y Explicativo de toda la BibliaComentario Crítico

Versículos 1-13

CAPITULO 5

LA PERSONA INCESTUOSA DE CORINTO EXPUESTA; LOS CORINTIOS SON REPROCHADOS POR SU CONNIVENCIA, Y AMONESTADOS PARA QUE LIMPIEN LA MALA LEVADURA. EXPLICACION DE LA ORDEN ANTERIOR EN CUANTO AL CONTACTO CON LOS PECADORES DEL MUNDO.

1. De cierto��En efecto� [Alford]; positivamente [Bengel.] se oye�Esto denota que los corintios, aunque �escribieron� (cap. 7:1) a Pablo sobre otros puntos, callaron aquellas cosas que les eran contrarias, las cuales llegaron a o�dos del ap�stol indirectamente (cap. 1:11). que hay entre vosotros fornicaci�n � cual ni aun se nombra�Los manuscritos m�s antiguos omiten las palabras �se nombra: �Hay entre vosotros fornicaci�n grosera tal cual ni ocurre entre los paganos; tanto que alguno (de vosotros) tenga (en concubinato) la mujer de su padre�, o sea, su madrastra, mientras que su padre a�n viv�a ( 2 Corintios 7:12; comp. Lev�tico 18:8). Ella era acaso pagana, raz�n por la cual no se dirige el reproche contra ella (v�ase vv. 12, 13). Alford piensa que la expresi�n �tenga�, significa el tenerla en casamiento: pero a esta relaci�n il�cita se le llama �fornicaci�n,� y ni la ley cristiana ni la gentil hubiera consentido en tal matrimonio, aun cuando la corrupci�n de Corinto pod�a haber disimulado el concubinato.

2. est�is hinchados�por vuestra propia sabidur�a y conocimientos, y por la elocuencia de vuestros maestros favoritos; en un tiempo cuando deb�an de estar �llorando� por causa de la difamaci�n en contra de la religi�n que dicho incesto hab�a ocasionado. Pablo lloraba, porque ellos no lloraran ( 2 Corintios 2:4). Debi�ramos llorar por las transgresiones de los dem�s, y arrepentirnos de las nuestras ( 2 Corintios 12:21). [Bengel.] para que fuese quitado de en medio de vosotros�por la excomulgaci�n. As� fu� como el incestuoso fu� llevado al arrepentimiento en el intervalo comprendido desde el env�o de la primera ep�stola hasta que fu� enviada la segunda. ( 2 Corintios 2:5). La excomulgaci�n en la iglesia cristiana era semejante a la de la sinagoga jud�a, pues en las dos hab�a una forma liviana y una severa: esta consist�a en la separaci�n absoluta de la confraternidad de la iglesia y de la casa del Se�or; la primera, en la separaci�n de la cena del Se�or solamente, y no de la iglesia.

3. como ausente�Los mejores manuscritos leen: �estando ausente.� mas presente en esp�ritu�( 2 Reyes 5:26; Colosenses 2:5). he juzgado al que esto as� ha cometido�tan escandalosamente y por uno que se llama a s� mismo �hermano.�

4. En el nombre del Se�or nuestro Jesucristo�Por la autoridad de �l y en representaci�n de su persona y voluntad ( 2 Corintios 2:10). Relaci�nese esto con �el tal sea entregado a Satan�s� (v. 5). La cl�usula, �juntados vosotros y mi esp�ritu (en el que estoy �presente,� si bien �ausente en cuerpo�, v. 3), con la facultad de nuestro Se�or Jesucristo,� est� entre par�ntesis. Pablo, hablando de s� mismo, usa la palabra �esp�ritu�; hablando de Cristo, usa el t�rmino �poder.� El poder de Cristo fu� prometido a la iglesia al estar todos �reunidos juntos en su nombre� ( Mateo 18:18): y aqu� San Pablo, por inspiraci�n, da una promesa especial haciendo uso de su esp�ritu apost�lico, el cual en tales casos era guiado por el Esp�ritu Santo, ratificando as� el decreto ya dictado seg�n el juicio de �l (�yo he juzgado� v. 3), como si �l estuviese presente en persona ( Juan 20:21; 2 Corintios 13:3). Este poder de juicio infalible se limitaba a los ap�stoles, porque s�lo ellos ten�an el poder de obrar milagros como si fuesen sus credenciales para atestiguar su infalibilidad. Sus sucesores, para comprobar que son infalibles, deben producir las mismas credenciales ( 2 Corintios 12:12). Los ap�stoles mismos, en casos ordinarios, y cuando no eran especial y conscientemente inspirados, eran falibles ( Hechos 8:12, Hechos 8:23; G�latas 2:11).

5. Adem�s de la excomulgaci�n (la cual los corintios mismos ten�an el poder de infligir), San Pablo aqu� delega a la iglesia de Corinto el mismo poder especial que �l pose�a como ap�stol,. o sea, el infligir enfermedad f�sica o la misma muerte, en castigo por el pecado (�entregando al tal a Satan�s,� es decir, a pecador tan malvado). Para ejemplos de este poder, v�ase Hechos 5:1; Hechos 13:11; 1 Timoteo 1:20. As� como Satan�s recibe poder a veces para tentar o probar a los piadosos, como lo hizo en Job ( Job 2:4) y con Pablo ( 2 Corintios 12:7; y tambi�n con Pedro, Lucas 22:31), cuanto m�s a los imp�os. Satan�s, el �acusador de los hermanos� ( Apocalipsis 12:10) y el �adversario� ( 1 Pedro 5:8), reclama a los pecadores como un castigo por parte de Dios, a causa del pecado de ellos ( Malaqu�as 3:1). Cuando Dios deja en libertad a Satan�s, se dice en la Escritura que �entrega al pecador a Satan�s� (v�ase Salmo 109:6). Aqu� no se dice que para siempre; sino para la aflicci�n del cuerpo con enfermedad, y aun con la muerte (cap. 11:30, 31), a fin de destruir la concupiscencia carnal. El no dice �para la destrucci�n del cuerpo,� porque el cuerpo participar� en la redenci�n ( Romanos 8:23); sino de la corrupta carne, que �no puede heredar el reino de Dios,� y de la concupiscencia, que hab�a llevado a este ofensor hasta el incesto ( Romanos 7:5; Romanos 8:9). �La destrucci�n de la carne� significa el �mortificar los hechos del cuerpo� ( Romanos 8:13), s�lo que esto �ltimo uno mismo lo hace, mientras que aquello se efect�a mediante el castigo de Dios ( 1 Pedro 4:6). porque el esp�ritu sea salvo�Es decir, la parte espiritual del hombre, en la cual se manifiesta el Esp�ritu Santo. La aflicci�n temporal a menudo conduce a la salvaci�n permanente (Salmo 83:16).

6. Vuestra jactancia en vuestros propios conocimientos y en los de vuestros maestros favoritos (cap. 3:21; 4:19; 5:2), es muy impropia, puesto que todos est�is en connivencia con tal esc�ndalo. un poco de levadura leuda toda la masa�( G�latas 5:9), refiri�ndose a la presente complicidad en la culpa, y el peligro del futuro contagio (cap. 15:33; 2 Timoteo 2:17).

7. Limpiad pues la vieja levadura�Esto es, el residuo de la �vieja� ( Efesios 4:22) corrupci�n pagana y natural. La figura tiene origen en el extremo cuidado de los jud�os de escudri�ar todo rinc�n de la casa para �limpiar� toda part�cula de levadura, desde que se mataba el cordero antes de la pascua ( Deuteronomio 16:3). As� tambi�n los cristianos deben escudri�ar y limpiar continuamente sus corazones (Salmo 139:23). como sois sin levadura�Es decir, en cuanto concierne a vuestra vocaci�n cristiana sois libres de la levadura del pecado y de la muerte (cap. 6:11). San Pablo a menudo funda sus exhortaciones asumiendo que el estado normal del cristiano profeso ya ha sido realizado ( Romanos 6:3). [Alford.] Contemplando a la iglesia de Corinto como �la masa� pascual �sin levadura,� les ruega que su conducta est� de acuerdo con este estado de perfecci�n. porque nuestra pascua, que es Cristo, fu� sacrificada�( �xodo 12:5, �xodo 12:21; Juan 1:29). As� como los jud�os empezaban los d�as de los panes sin levadura matando el cordero pascual, as�, habiendo sido ya sacrificada nuestra pascua, Cristo, no debe haber m�s levadura de maldad entre vosotros, �la masa no leudada.� Sin duda aqu� se hace alusi�n a la pascua que hab�a sido observada por los cristianos jud�os con dos o tres semanas de anterioridad (cap. 16:8): los cristianos gentiles probablemente dejaban de comer el pan leudado tambi�n en los agapes (fiestas de amor). As� pues, la pascua judaica naturalmente cedi� su lugar a nuestra pascua cristiana. Sin embargo, el tiempo de hacer fiesta entre los cristianos (metaf�ricamente; es decir, viviendo una vida cristiana gozosa, en la obra realizada por Cristo, v�ase Proverbios 15:15) que corresponde a la pascua judaica, no est� limitado, como en el caso de los jud�os, a ninguna estaci�n del a�o, sino que es para todo tiempo; porque los beneficios del sacrificio de nuestro Cordero Pascual, consumado una vez y para siempre, se extiende a todo el tiempo de nuestra vida en esta dispensaci�n cristiana; y en ning�n tiempo se debe admitir la levadura de maldad. El hecho de que Cristo haya sido sacrificado por nosotros, es una raz�n adicional, adem�s de la que aparece en el v. 6, y m�s conveniente, para quitar la vieja levadura que hace mucho tiempo ya deb�a de estar expurgada.

8. hagamos fiesta, no en la vieja levadura�de nuestro estado anterior como inconversos jud�os o paganos. de malicia�Es decir, lo opuesto a la �sinceridad,� la que no permite ninguna mixtura entre lo malo y lo bueno ( Mateo 16:6). y de maldad�Lo opuesto a la �verdad,� que no permite que la levadura de maldad sea mezclada con el bien. En el griego, la �malicia� es el h�bito malo de la mente; la �maldad� es el fruto de la misma en palabra y en hecho. La palabra �sinceridad� expresa literalmente algo que bajo los rayos del sol se encuentra puro y sin adulteraci�n.

9. Os he escrito por carta�Mejor dicho: �en la carta,� en una carta anterior que ya no existe. El que el ap�stol no se refiere a la presente carta�, se manifiesta en el hecho de que la orden de �no envolverse con los fornicarios,� no se hab�a mencionado antes en la misma. Adem�s, las palabras �en la carta�, no ten�a que haberlas incluido si �l hubiese querido decir �acabo de escribir�. 2 Corintios 10:10 confirma esto, pues se refiere a �las cartas� y no a una sola. En 2 Corintios 7:8 el ap�stol hace referencia a la Primera Ep�stola, as� como aqu� se refiere a una anterior. San Pablo probablemente escribi� una anterior contestaci�n breve a las preguntas hechas por los corintios. Nuestra Primera Ep�stola, por cuanto trata m�s plenamente el mismo asunto, ha sustitu�do a la anterior, la cual el Esp�ritu Santo no quiso para la direcci�n de la iglesia en general, y que por tanto no ha sobrevivido. V�ase la Introducci�n.

10. El ap�stol pone aqu� un l�mite a la prohibici�n aludida en el v. 9. Como en la disoluta Corinto �no tener tratos con fornicarios �� significar�a casi no tener tratos con nadie del mundo (no creyente); Pablo les dice: �No necesit�is absolutamente (�del todo�) absteneros de tratar a los tales� (v�ase cap. 10:27; Juan 17:15; 1 Juan 5:18). As� como los �fornicarios� pecan en contra de s� mismos, los �ladrones� pecan contra sus pr�jimos, y los �id�latras� contra Dios. El esfuerzo por �salir del mundo,� en violaci�n de la voluntad de Dios de que los creyentes permanezcan en el mundo y se guarden de la maldad del mundo, ha fomentado el monaquismo y sus males consiguientes.

11. Mas ahora��Ahora� no expresa tiempo, sino que es ilativo: �Siendo as� el caso,� a saber, que para evitar contacto con aqu�llos tendr�ais que salir del mundo, lo cual ser�a un absurdo. En este mismo sentido se usa el t�rmino �ahora� en Hebreos 11:16. De esta manera evitamos hacer que el ap�stol ahora desmienta un mandamiento anterior. Mas ahora os he escrito�Esto es, lo que quise decir en la carta que escrib�, fu� � si alguno llam�ndose hermano fuese fornicario, etc.�En contraste con �un fornicario � del mundo� (v. 10). Hay menos peligro en tener tratos con los mundanos obvios que con los creyentes carnales. Aqu�, como en Efesios 5:3, Efesios 5:5, la �codicia� se asocia con la �fornicaci�n,� porque la fuente com�n de ambas es el anhelo cada vez m�s ardiente de la criatura de dejar a Dios para saciarse de las cosas bajas de los sentidos. [Trench, Nuevo Testamento.] Por tanto, la �idolatr�a� se asocia con ellas; y el avaro es llamado �id�latra� ( N�meros 25:1). Los corintios no practicaban la idolatr�a abierta, pero com�an cosas ofrecidas a �dolos, comprometi�ndose as� con los paganos, al estar en connivencia con la fornicaci�n; asi es como este vers�culo prepara a los corintios para recibir los preceptos del cap. 8:4, etc. Comp�rese el caso similar de fornicaci�n combinada con un similar compromiso idol�trico, entre el pueblo de Israel y los madianitas ( Apocalipsis 2:14). ni aun com�is�no os sent�is a la misma mesa con ellos; ya sea en los �gapes, o en compa�ia �ntima, y mucho menos en la mesa del Se�or: en �sta, ahora y con demasiada frecuencia, los hu�spedes �no son como hijos de la misma familia, sino como un gent�o heterog�neo de extranjeros en una fonda� [Bengel.] (comp. G�latas 2:12; 2 Juan 10:11).

12. �qu� me va a m��Deber�ais f�cilmente entender que mi preocupaci�n no es por los incr�dulos fuera de la iglesia, sino que me refiero a los de adentro. en juzgar a los que est�n fuera�Seg�n algunos manuscritos, la idea es: �los de dentro� me dan bastante que hacer. �No juzg�is vosotros.. ? Vosotros juzg�is a vuestros conciudadanos, no a los extranjeros: mucho m�s debiera hacerlo yo. [Bengel.] M�s bien, �No es vuestro deber juzgar a los que est�n dentro? Dios juzgar� a los que est�n fuera: cuidad vosotros de lo de casa. [Grocio.] Dios es el Juez de la salvaci�n de los paganos, no nosotros ( Romanos 2:12). San Pablo aqu� censura anticipadamente los pleitos que habr�a entre los mismos santos ante los tribunales gentiles, en vez de juzgar tales causas entre ellos mismos.

13. quitad pues a ese malo de entre vosotros�Esta es una sentencia de excomulgaci�n en lenguaje tomado de Deuteronomio 24:7.

Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 1 Corinthians 5". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfb/1-corinthians-5.html. 1871-8.