Bible Commentaries
2 Reyes 6

Comentario Crítico y Explicativo de toda la BibliaComentario Crítico

Versículos 1-33

ELISEO HACE QUE NADE EL HIERRO.

1. el lugar en que moramos contigo.�Margen, �nos sentamos ante ti.� La una lecci�n se�ala una residencia com�n; la otra, lugar de reuni�n com�n. El tenor del relato muestra la condici�n humilde de los disc�pulos de Eliseo. El lugar era Beth-el o Jeric�. El ministerio y los milagros de Eliseo trajeron grandes aumentos a sus escuelas.

2. Vamos ahora al Jord�n�Cuyas riberas cubiertas de �rboles, proveer�an bastante madera.

5. era emprestada�literalmente, �mendigada�. El apuro del disc�pulo result� de la consideraci�n de que el hacha le hab�a sido prestada, y que, debido a su pobreza, no podr�a conseguir otra.

6. cort� �l un palo, y ech�lo all��Aunque se us� este medio, no era natural para hacer nadar el hierro. Adem�s, el Jord�n frente a Jeric� es tan hondo y tan r�pido, que hab�a mil posibilidades contra una de que el palo cayera en el agujero de la cabeza del hacha. Todas las tentativas para explicar la recuperaci�n del implemento perdido por teor�as semejantes tienen que ser rechazadas. El hierro flot�, solamente por el ejercicio milagroso del poder de Eliseo.

8-17. DA A CONOCER EL CONSEJO DEL REY DE SIRIA.

8. Ten�a el rey de Siria guerra contra Israel�Esta parece haber sido una especie de guerrilla, consistente en incursiones de saqueo contra diferentes partes del pa�s. Eliseo hizo saber al rey Joram los prop�sitos secretes del enemigo; as�, tomando medidas de precauci�n, pudo prever y frustrar sus ataques. Esta llev� al rey sirio a sospechar que algunos de sus siervos lo traicionaban, teniendo correspondencia con el enemigo; y se le inform� acerca de Eliseo, cuya captura resolvi� efectuar inmediatamente. Esta decisi�n, naturalmente, se fund� en la creencia de que por grande que fuese el conocimiento de Eliseo, si fuese tomado y tenido preso, no podr�a dar mas informes al rey de Israel.

13. Doth�n�O, Dothaim, un poco al norte de Samaria (v�ase G�nesis 37:17).

15. su criado le dijo: �Ah, se�or m�o! �qu� haremos!�Como un destacamento sirio rode� el lugar de noche, para la captura del profeta, su siervo fu� paralizado de temor. Este era un siervo nuevo, quien estaba con Eliseo desde la despedida de Giezi, y por consiguiente ten�a poca o ninguna experiencia de los poderes de su se�or. Su fe fu� f�cilmente conmovida por una alarma tan repentina.

17. or� Eliseo, y dijo: Ru�gote, oh Jehov�, que abras sus ojos para que vea�Que vea la guardia invisible de �ngeles que nos rodean y defienden (Salmo 34:7). El abrir de ojos que pidi� Eliseo, fu� el de los ojos del Esp�ritu, y no del cuerpo. Los ojos de la fe ven la realidad de la presencia y protecci�n divinas, donde todo es vac�o y obscuridad al ojo ordinario. Los caballos y carros eran s�mbolos del poder divino (v�ase cap. 2:12); y su naturaleza ardiente significaba su origen sobrenatural; porque el fuego, el m�s et�reo de los elementos terrestres, es el s�mbolo m�s apropiado de la divinidad. (Keil).

18-23. SU EJERCITO HERIDO DE CEGUEDAD.

18. Ru�gote que hieras a esta gente con ceguedad�No una ceguedad total y material, porque entonces no habr�an podido seguirle; sino una alucinaci�n mental (v�ase G�nesis 19:11), de modo que no le percib�an o reconoc�an como el objeto de su b�squeda.

19. No es este el camino, ni es esta la ciudad�Este dicho es tan verdadero que, como �l ya hab�a dejado el lugar de su residencia, ellos no le habr�an hallado por aquel camino. Pero la ambig�edad de su lenguaje fu� intencionalmente hecha para enga�arlos; sin embargo, el enga�o tiene que verse a la luz de una estratagema, que siempre se ha considerado leg�tima en la guerra. gui�los a Samaria�Cuando hab�an llegado en medio de la capital, sus ojos, a petici�n de Eliseo, fueron abiertos, y se dieron cuenta de su condici�n indefensa, porque Joram hab�a recibido aviso de su llegada. Al rey no le fu� permitido matar a sus enemigos que inconscientemente fueron puestos en su poder; el profeta le recomend� que los tratara con hospitalidad liberal, y que luego los enviara a su propio pa�s. Este fu� consejo humanitario; era contrario a las costumbres de guerra matar a sangre fr�a a los cautivos, aun cuando fueran tomados por punta de espada, y a�n m�s a �sos a quienes el poder milagroso y la providencia de Dios hab�an puesto inesperadamente a su disposici�n. En tales circunstancias, el trato bondadoso y hospitalario era de todos modos m�s conveniente en s�, y producir�a los mejores efectos. Resultar�a para la buena reputaci�n de la verdadera religi�n, la que inspiraba tan excelente esp�ritu en los que la profesaban; no s�lo precaver�a la futura oposici�n de los sirios, sino les inspirar�a un temor reverencial para un pueblo que, como ellos hab�an visto, estaba protegido por un profeta del Se�or. La cl�usula final del v. 23 muestra que se realizaron estos efectos saludables. Se hab�a ganado una conquista moral sobre los sirios.

24-33. BEN-ADAD SITIA A SAMARIA.

24. Ben-adad � puso cerco a Samaria�Este fu� el cumplimiento predicho del resultado de la bondad tonta y equivocada de Acab ( 1 Reyes 20:42).

25. la cabeza de un asno era vendida por ochenta piezas de plata�Aunque el asno era considerado impuro para alimento, la necesidad justificaba la violaci�n de una ley positiva, cuando las madres, por necesidad, se hallaban violando la ley de la naturaleza. La cabeza era la peor parte del animal. Ochenta piezas de plata valdr�an como seis libras con cinco chelines. la cuarta de un cabo�El �cab� era la medida m�s peque�a para art�culos secos. La proporci�n aqu� notada ser�a como un cuarto de litro por doce chelines y seis peniques. �Esti�rcol de paloma� ser�a, seg�n piensa Bochart, una especie de lenteja o alberja, com�n en Judea, y todav�a hallada en los almacenes de Cairo y Damasco, y otros lugares, para uso de las caravanas de peregrinos; LINNEO y otros bot�nicos creen que era una ra�z o cebolla blanca de la planta Ornithogalum umbellatum estrella de Bel�n. El historiador sagrado no dice que los art�culos aqu� mencionados fueran vendidos regularmente a estos precios, sino solamente se conoc�an casos de los altos precios mencionados.

26. pasando el rey�Para mirar las defensas, o dar las �rdenes necesarias para defender el muro.

29. Cocimos pues mi hijo, y le comimos�(V�ase Deuteronomio 28:53).

30. el saco que tra�a interiormente sobre su carne�El horribie relato de esta tragedia dom�stica hizo que el rey rasgara su ropa, como resultado de lo cual se descubri� que llevaba una camisa penitencial de cilicio. Pero es m�s que dudoso que �l se hubiera humillado por causa de sus pecados y los de su pueblo, pues de otra manera no habr�a jurado venganza sobre la vida del profeta. La verdadera explicaci�n parece ser que como Eliseo le hab�a aconsejado no rendirse, con la promesa, a condici�n de profunda humillaci�n, de ser libertado, y como �l hab�a asumido las se�ales de contrici�n sin recibir el esperado alivio, �l consideraba a Eliseo como causa de la prolongada miseria, por haberse mostrado falso e infiel.

32. Estaba a la saz�n Eliseo sentado en sn casa, y con �l estaban sentados dos ancianos�La �ltima cl�usula del v. 33, que contiene la exclamaci�n impaciente del rey, explica la orden impetuosa que �l di� para que Eliseo fuese decapitado. Aunque Joram era rey malvado, y la mayor�a de sus cortesanos se parec�an a su se�or, muchos hab�an sido ganados, por influencia del profeta, para la religi�n verdadera. Una reuni�n de �stos, probablemente de oraci�n, se celebraba en la casa donde �l se alojaba, porque no ten�a casa propia ( 1 Reyes 19:20); y a ellos no s�lo les inform� del designio del rey contra su persona, sino les descubri� a ellos tambi�n la prueba de una liberaci�n premeditada.

Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 2 Kings 6". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfb/2-kings-6.html. 1871-8.