SU LUCHA EN ORACION POR LA FIRMEZA DE ELLOS EN CRISTO; DE QUIEN LES ACONSEJA NO SEAN SEDUCIDOS POR SABIDURIA FALSA.
1. Porque�Explica en qu� sentido �trabajaba combatiendo� (cap. 1:29). Trad�zcase como el griego, �Quiero que sep�is cu�n grande contienda (la misma palabra griega como en cap. 1:29, �agon�a de conflicto� de oraci�n ferviente, ansiosa; no conflicto con los maestros falsos, lo que le habr�a sido imposible ahora en la c�rcel) tengo por vosotros�. por los que est�n en Laodicea�expuestos al mismo peligro de maestros falsos como los colosenses (v�ase cap. 4:16). Este peligro fu� probablemente la causa de que �l escribiera a Laodicea como tambi�n a Colosas. nuncavieron mi rostro en carne�inclusive los de Hier�polis (cap. 4:13). Pablo se consideraba �deudor� a todos los gentiles ( Romanos 1:14). Su �rostro� y presencia habr�an sido un �consuelo� (v. 2; Hechos 20:38). V�ase cap. 1:4, 7, 8, en prueba de que �l no hab�a visto sino s�lo o�do acerca de los colosenses. Por esto �l se esfuerza en sol�cito conflicto con Dios en oraci�n ardiente por ellos, para suplir la falta de su presencia corporal entre ellos. Aunque �ausente en la carne, estoy con vosotros en esp�ritu� (v. 5).
2. que sean confortados sus corazones�los corazones �de ellos�, los de Laodicea y �todos los que nunca vieron mi rostro� (v. 1). La palabra �sus� comparada con �os� (v. 4), prueba que en v. 1 las palabras �nunca vieron mi rostro en carne�, es un t�rmino general para aquellos por los cuales Pablo dice que tiene �gran solicitud� o �contienda�, incluyendo en particular, �vosotros� (colosenses) y �los de Laodicea�. Pues es evidente que la oraci�n de �que sean confortados sus corazones�, tiene que inclu�r en s� a los colosenses, a favor de quienes dice, �gran solicitud tengo�. Entonces es un modo abreviado de expresi�n por decir, �que sean confortados vuestros corazones y los de ellos� (�sus�). Alford traduce �confirmados�, o permite �confortados� en su sentido radical original de fortalecidos. Pero el griego apoya nuestra versi�n; el sentido, tambi�n, es claro: confortados con la consolaci�n de aquellos a quienes Pablo no hab�a visto y a favor de quienes, por consiguiente, luchaba en oraci�n tanto m�s fervientemente; puesto que estamos m�s ansiosos a favor de los amigos ausentes que de los presentes. [Davenant]. Sus corazones ser�an consolados, �sabiendo qu� contienda ten�a �l a favor de� ellos, y cu�nto se interesaba por el bienestar de ellos; y tambi�n siendo librados de dudas al aprender de parte del ap�stol que la doctrina que ellos hab�an o�do de Epafras fu� verdadera y cierta. Escribiendo a iglesias que �l hab�a instru�do cara a cara, �l entra en detalles particulares acerca de ellas, como padre dirigiendo a sus hijos. Pero a aquellas entre las cuales �l no hab�a estado en persona, trata de las verdades m�s generales de la salvaci�n. unidos�estrechamente; �tejidos juntos�, en amor�el v�nculo o elemento de tejer juntos; el ant�doto del efecto divisor cism�tico de la doctrina falsa. Tr�tase del amor a Dios y del amor mutuo en Cristo. en�m�s bien �para�; el fin y objeto de ser �unidos�. todas riquezas�griego, �todas las riquezas de la plena seguridad ( 1 Tesalonicenses 1:5; Hebreos 6:11; Hebreos 10:22) del entendimiento (cristiano)�. La acumulaci�n de frases, no s�lo �el entendimiento�, sino �la plena seguridad del entendimiento�; no s�lo esto, sino �todas las riquezas de�, etc., da a entender c�mo �l deseaba impresionarlos con la suma importancia del tema a tratarse. para conocer�griego, �para conocimiento�; m�s todav�a, �para pleno conocimiento�, o �conocimiento exacto�, pues es palabra distinta de �conocimiento� del v. 3. Traduce Alford, �a trav�s del conocimiento�. Reconocimiento no es bastante fuerte; porque ellos en cierta medida reconoc�an la verdad; lo que les hac�a falta era el conocimiento completo y exacto de ella (v�anse Notas, cap. 1:9, 10; Filipenses 1:9). de Dios, y del Padre, y de Cristo�Los manuscritos m�s antiguos omiten �y del Padre y de�; entonces trad�zcase, �De Dios (es decir) Cristo�. Dos manuscritos muy antiguos leen: �de Dios el Padre de Cristo�.
3. En el cual�m�s bien, �en quien� (no como Alford �en el cual,� refiri�ndose a �el misterio�). Cristo mismo es el �misterio� (v. 2; 1 Timoteo 3:16), y a Cristo se refiere el pronombre relativo, y a Cristo, �en quien est�n escondidos todos los tesoros de sabidur�a y conocimiento�. El �todos� aqu� corresponde a �todas� en v. 2; como �tesoros� responde a �riquezas�; es de los tesoros de donde proceden las riquezas (v. 2). �Est�n� es el predicado de la oraci�n; todos los tesoros ESTAN en �l; �escondidos� es afirmado del estado o manera en que est�n en �l los tesoros. Como una mina de riquezas desconocidas e inagotables, los tesoros de sabidur�a y conocimiento est�n en �l escondidos, mas no con el fin de quedar as�; s�lo hace falta que sean explorados para que llegu�is �a todas las riquezas� que est�n all� (v. 2); pero mientras vosotros, colosenses, no os esforc�is por alcanzar �el pleno conocimiento� (v�ase Nota, v. 2) de ellos, quedar�n �escondidos�. V�ase la par�bola, Mateo 13:44, �el tesoro escondido�. Este sentido concuerda con el intento del ap�stol y anula la objeci�n de Alford de que �los tesoros no est�n escondidos, sino revelados�. �Escondidos� claramente responde a �misterio� (v. 2), el cual, seg�n el prop�sito de Dios, si somos fieles, no quedar� �escondido�, sino que ser� revelado (v�ase 1 Corintios 2:7). Sin embargo, como la mina es inagotable, siempre habr�, durante toda la eternidad, nuevos tesoros en Cristo los cuales han de ser retirados de su estado escondido. sabidur�a�general, y en cuanto a la verdad experimental y pr�ctica; de donde viene el �conocimiento� (v. 2). conocimiento�especial e intelectual en cuanto a la verdad doctrinal; de donde proviene �el pleno conocimiento� (v. 2).
4. Y�mejor, �pero�. V�ase con �para que nadie�, etc. vv. 8, 16, 18. Se refiere a la mezcla del juda�smo con la filosof�a oriental, y la combinaci�n de esta mezcla con el cristianismo. palabras persuasivas�plausibles, pues llevaban la apariencia de sabidur�a y de humildad (vv. 18, 23).
5. Porque�Argumento contra el que ellos se permitiesen ser enga�ados, sacado de una consideraci�n de su autoridad personal, como si estuviese �l presente. goz�ndome y mirando�mirando con gozo. concierto�vuestro buen orden; respondiendo a �unidos� (v. 2) como un cuerpo bien organizado. La misma palabra griega como la por �unidos� o �tejidos juntos�, se usa por el �cuerpo� de la iglesia, �bien ligado entre s�, en Efesios 4:16. V�ase 1 Corintios 14:33, 1 Corintios 14:40. firmeza�griego, �el cimiento firme (o s�lido)�. As� como �concierto� expresa el aspecto exterior de la iglesia, as� �firmeza� expresa la base interior sobre la cual la iglesia se apoyaba. El griego literalmente da a entender, no una calidad abstracta, sino la cosa en lo concreto; de modo que su �fe� es la cosa s�lida que constitu�a la base de su iglesia.
6. �Por lo tanto, de la manera que recibisteis (una vez para siempre�el tiempo aoristo�de Epafras) a Jes�s el Cristo como vuestro Se�or (v�anse 1 Corintios 12:3; 2 Corintios 4:5; Filipenses 3:8), as� andad en �l�. No dice meramente, �recibisteis� la doctrina de Cristo, sino a �Jes�s� mismo; �sta es la esencia de la fe ( Juan 14:21, Juan 14:23; G�latas 1:16). Ya hab�is recibido una vez para siempre el Esp�ritu de vida en Cristo; llevad a la pr�ctica esa vida en vuestro caminar ( G�latas 5:25). Este es el alcance principal de la Ep�stola.
7. Arraigados�( Efesios 3:17). sobreedificados�griego, �siendo sobreedificados�, acci�n progresiva. As� como �arraigados� da a entender su vitalidad, as� �edificados�, su solidez maciza. Como en los Cantares de Salom�n, cuando una imagen no basta para expresar los diversos aspectos de la verdad divina, se emplea otra para suplir la idea buscada. As� �caminar�, una tercera imagen (v. 6), expresa el pensamiento que no pod�an expresar �arraigados� y �sobreedificados�, la idea de movimiento hacia adelante. �Arraigados� est� en el tiempo perfecto, o pasado, dando a entender su conversi�n y vital injerto �en �l�. � Sobreedificados� es tiempo presente (en el griego), que da a entender crecimiento progresivo en la religi�n mediante la uni�n con �l. Efesios 2:20 se refiere a la iglesia; pero este pasaje aqu� se refiere a su progreso individual en la edificaci�n ( Hechos 20:32). creciendo en ella con hacimiento de gracias�avanzando hacia una madurez m�s completa (v�ase v. 2) en la fe, �con hacimiento de gracias� a Dios, el autor ben�volo de toda esta bendici�n.
8.Trad�zcase, �Mirad que no haya alguno (como yo temo que haya: el indicativo del griego indica esto) que os est� (se�alando a alg�n emisario de mal, G�latas 1:7extraviando como presa suya por medio de la filosof�a� (la de �l), etc. El ap�stol no condena toda filosof�a, sino la filosof�a� (as� el griego) de los herejes judeo-orientales en Colosas, la cual m�s tarde se desarroll� en el gnosticismo. Vosotros, que ten�is �las riquezas de plena seguridad� y los �tesoros de sabidur�a�, no deb�is permitir que os extrav�en como preso por una filosof�a vana, vac�a y enga�osa. Las �riquezas� est� en contraste con �presa�; �plena� con �vana� o �hueca� (vv. 2, 3, 9). seg�n las tradiciones de los hombres�en oposici�n a la �plenitud de la divinidad�. Referido a las tradiciones de los rabinos en Marco 7:8. Cuando los hombres no pod�an hacer que la revelaci�n aun pareciera hablar de los profundos misterios en los cuales ellos ten�an curiosidad de escudri�ar, entonces introdujeron la filosof�a humana y las pretendidas tradiciones como ayuda, como si alguno trajese una l�mpara al reloj del sol para averiguar la hora. Los maestros falsos se jactaban de una sabidur�a superior en teor�a, transmitida por tradici�n entre los iniciados; en la pr�ctica prescrib�an el ascetismo, como si la materia y el cuerpo fuesen manantiales de maldad. La Frigia (en donde estaba Colosas) ten�a una propensi�n hacia lo m�stico y m�gico, lo que apareci� en su culto a Cibeles y en el montanismo posterior. [Neander]. los elementos del mundo�(Nota, G�latas 4:3). �Los rudimentos� o lecciones elementales �del mundo (exterior)�, tales como las ordenanzas legales; nuestras lecciones infantiles de tendencia judaica (vv. 11, 16, 20; G�latas 4:1). Pero Neander entiende �elementos del mundo�, en el sentido de lo que es terrenal, carnal y externo, no como �los rudimentos de religi�n� en el juda�smo y paganismo. no seg�n Cristo�Su jactanciosa �filosof�a� superior no es sino tradici�n humana, un apego a lo carnal y mundano, y no a Cristo. Aunque nominalmente reconoc�an a Cristo, en esp�ritu le negaban por su doctrina.
9. Porque�La �filosof�a� de ellos (v. 8) no es �seg�n Cristo�, como lo es toda filosof�a verdadera, y todo lo que no proviene de �l y no tiende hacia �l, es un enga�o; �porque en �l (solo) habita�, como en un templo, etc. la plenitud�(cap. 1:19; Juan 14:10). de la divinidad�La palabra griega (The�tes) quiere decir la esencia y naturaleza de la divinidad, no meramente las perfecciones y los atributos divinos (griego, thei�tes). Como hombre, Cristo no era simplemente semejante a la divinidad, sino en el sentido m�s completo era Dios. corporalmente�no meramente como antes de su encarnaci�n, sino ahora �corporalmente en �l� como el Verbo encarnado ( Juan 1:14, Juan 1:18). Los creyentes, por su uni�n con �l, participan de su plenitud de la naturaleza divina ( Juan 1:16; Nota, Efesios 3:19; 2 Pedro 1:4).
10. Y�Y por lo tanto. Trad�zcase en el orden griego, �Y en �l est�is (por virtud de la uni�n con �l) llenados completamente� de todo lo que os hace falta ( Juan 1:16). Los creyentes reciben de la unci�n divina que desciende de su divina Cabeza y Sumo Sacerdote (Salmo 133:2). El est� lleno (pleno) de la �plenitud� misma; nosotros somos llenados desde �l. Lo que Pablo da a entender es, por lo tanto, vosotros colosenses, no necesit�is ninguna fuente suplementaria de la gracia, como aquellas con las cuales sue�an los maestros falsos. Cristo es �la Cabeza de todo gobierno y autoridad� (as� el griego), Efesios 1:10; El, pues, s�lo, y no estas �autoridades� inferiores tambi�n, ha de ser adorado (v. 18).
11. Da a entender que ellos no necesitaban el rito externo de la circuncisi�n, como ense�aban los judaizantes, puesto que ya ten�an la realidad interna espiritual de aquel rito. sois circuncidados�M�s bien, como el griego, �Fuisteis (una vez para siempre) circuncidados (espiritualmente, en vuestra conversi�n y bautismo, Romanos 2:28; Filipenses 3:3) de una circuncisi�n no hecha con manos�; en contraste con �la circuncisi�n hecha con mano en la carne� ( Efesios 2:11). El mismo cuerpo de Cristo, por el cual el creyente es santificado, se dice que no fu� �hecho con manos� (Marco 14:58; Hebreos 9:11; v�ase Daniel 2:45). con el despojamiento�m�s bien como el griego, �con vuestro despojamiento�, pues el art�culo definido tiene esta fuerza aqu�; como el acto de quitarse una ropa vieja ( Efesios 4:22), aludiendo al despojamiento del prepucio en la circuncisi�n. del cuerpo de los pecados de la carne�Los manuscritos m�s viejos leen, �el cuerpo de la carne�, omitiendo �de los pecados� es decir, �el cuerpo� cuya caracter�stica prominente es la carnalidad (v�ase Romanos 8:13, donde �la carne� y �el cuerpo� se corresponden mutuamente). Este cuerpo de carne, en su aspecto pecaminoso, es despojado en el bautismo (cuando el bautismo responde a su ideal) como el sello de la regeneraci�n cuando es recibido en arrepentimiento y fe. En la circuncisi�n el prepucio s�lo es quitado; en la regeneraci�n cristiana. �el cuerpo de la carne� es quitado espiritualmente, por lo menos es as� en su concepci�n ideal, por imperfectamente que realicen aquel ideal los creyentes individuales. en la circuncisi�n de Cristo�Esta circuncisi�n espiritual se realiza en o por la uni�n con Cristo. cuya �circuncisi�n�, por la cual se hizo responsable de nosotros para guardar toda la ley, es imputada a los creyentes para justificaci�n; y la uni�n con �l, en toda su obediencia vicaria, inclusive su circuncisi�n, es el manantial de la santificaci�n. Alford hace que �sta sea la explicativa de la anterior �circuncisi�n hecha sin manos�, es decir, �la circuncisi�n efectuada por vuestra uni�n con Cristo�. La opini�n anterior, me parece, concuerda mejor con el v. 12; cap. 3:1, 3, 4, pasajes que hacen que el creyente, por la uni�n espiritual con Cristo, tenga participaci�n personal en los distintos estados de Cristo, es decir, en su muerte, resurrecci�n y venida en gloria. Nada fu� hecho o sufrido por nuestro Mediador como tal, que no pueda ser obrado en nuestra alma o representado en nuestro esp�ritu. La opini�n de Pearson, sin embargo, es la de Alford. Josu�, el tipo (no Mois�s en el desierto), circuncid� a los israelitas en Cana�n ( Josu� 5:2) la segunda vez; los que salieron de Egipto hab�an sido circuncidados y despu�s murieron en el desierto; pero los nacidos despu�s del Exodo, no hab�an sido circuncidados. Jes�s, el tipo, es autor de la verdadera circuncisi�n que, por lo tanto, es llamada �la circuncisi�n de Cristo� ( Romanos 2:29). As� como Josu� fu� �ministro de Mois�s�, as� Jes�s es �ministro� de la circuncisi�n �por la verdad de Dios� a los gentiles ( Romanos 15:8).
12.Trad�zcase, �Siendo sepultados juntamente con �l en vuestro bautismo�. El participio aoristo aqu� es coincidente en tiempo con el verbo precedente (v. 11), �fuisteis circuncidados�. El bautismo aqu� se considera como la sepultura de la vieja vida carnal, con la cual el acto de la inmersi�n corresponde simb�licamente; y en climas c�lidos donde la inmersi�n es exenta de todo peligro, es el modo m�s conforme con el significado de la ordenanza; pero el esp�ritu de la ordenanza es conservada por la infusi�n, donde la inmersi�n ser�a inc�moda o peligrosa; insistir en la inmersi�n literal en todos los casos ser�a mero ceremonialismo legalista ( Romanos 6:3). (No aceptamos la opini�n del autor acerca de la substituci�n del rociamiento por el modo primitivo del bautismo, pues cambiando la forma, han cambiado ellos tambi�n el simbolismo, con el resultado de que el llamado bautismo practicado en muchas iglesias ha llegado a ser un �ceremonialismo legalista� sin sentido. Adem�s, nunca hemos conocido un bautismo por inmersi�n que fuese �peligroso�, nunca hemos o�do de un caso, aun en climas fr�os, en que el sumergido haya sufrido efectos adversos. (Nota del Trad.) resucitasteis�m�s bien como el griego �fuisteis resucitados con �l�. por la fe de, etc.�por medio de vuestra fe en la operaci�n de Dios; de modo que tenemos �fe de� por �fe en� ( Efesios 3:12; Filipenses 3:9). La fe en la poderosa operaci�n de Dios en levantar de nuevo a Jes�s, es la fe salvadora ( Romanos 4:24; Romanos 10:9); y es obrada en el alma por la misma �poderosa operaci�n� de �l, por la cual Dios �levant� a Jes�s de entre los muertos� ( Efesios 1:19). Bengel me parece a m� (no como lo entiende Alford), expresa este sentido, es decir, �Por la fe que es una obra de la operaci�n de Dios, quien�, etc. Efesios 1:19 concuerda con esto; el mismo gran poder de Dios se emplea en levantar a uno que est� muerto espiritualmente a una vida de fe, que fu� �obrado en Cristo cuando Dios le levant� literalmente de entre los muertos�. Sin embargo, �la fe de� es generalmente �la fe en� ( Romanos 3:22); pero no hay incongruencia gramatical en entenderla como �la fe que es el efecto de la operaci�n de Dios� ( Efesios 2:8; 1 Tesalonicenses 2:13). As� como la resurrecci�n literal de �l es el fundamento del poder empleado en nuestra resurrecci�n espiritual, as� es una garant�a de nuestra resurrecci�n literal m�s tarde ( Romanos 8:11).
13. vosotros, estando muertos�anteriormente ( Efesios 2:1); as� como Cristo estaba entre los muertos, antes que Dios le levantara �de entre los muertos� (v. 12). en pecados�m�s bien, seg�n el griego, como tambi�n al fin del vers�culo, �transgresiones�; lit., �ca�das al lado� del camino; transgresiones tan reales como la de Ad�n. incircuncisi�n de vuestra carne�que no os hab�is despojado de la vieja naturaleza pecaminosa, el prepucio carnal o pecado original del cual ahora, mediante la circuncisi�n espiritual, es decir, la conversi�n y el bautismo, os hab�is despojado. os vivific��juntamente con Cristo. As� como la resurrecci�n de Cristo demostr� que �l fu� librado del pecado puesto sobre �l, as� nuestra vivificaci�n espiritual demuestra que hemos sido perdonados de nuestros pecados ( 1 Pedro 3:22; 1 Pedro 4:1). perdon�ndoos�As� leen la Vulgata e Hilari�n. Pero los manuscritos m�s antiguos leen, �perdon�ndonos�, pasando as� de las personas particulares, los colosenses, a la iglesia en general (cap. 1:14; Efesios 1:7). todos los pecados�mejor, �todas las transgresiones�, las nuestras.
14. Rayando�Participio activo de tiempo aoristo en griego, de acci�n hecha de una vez, pero en s� no indica punto de tiempo; siendo coincidente en tiempo con el aoristo indicativo �vivific�, toma el mismo tiempo en sentido cronol�gico, como tambi�n otro participio aoristo (v. 13) �perdon�ndoos�. �Borrando� y por lo tanto �cancelando� la acusaci�n de la ley contra vosotros. La ley (incluyendo especialmente la ley moral, en donde estribaba la dificultad principal en obedecerla) es abrogada para el creyente, en cuanto era un c�digo compulsorio y acusador y en cuanto se buscaba en ella la �justicia� (justificaci�n) y la �vida�. La ley s�lo puede producir obras externas, no la obediencia interna de la voluntad, la cual en el creyente proviene del Esp�ritu Santo en Cristo ( Romanos 3:21; Romanos 7:2, Romanos 7:4; G�latas 2:19). c�dula de los ritos�el �quir�grafo� lo escrito a mano, como un pagar� u otro documento; lit., �lo escrito a mano en decretos u ordenanzas� (Nota, Efesios 2:15). �Lo escrito a mano� (refiri�ndose al Dec�logo, resumen de la ley, escrito por la mano de Dios) es toda la ley, la c�dula obligatoria bajo la cual todos est�bamos. Los jud�os estaban principalmente bajo la �c�dula�, pero en este respecto ellos eran el pueblo representativo del mundo ( Romanos 3:19) y en su incapacidad de guardar la ley, estaba envuelta la incapacidad tambi�n de los gentiles, en cuyo coraz�n �la obra de la ley estaba escrita� ( Romanos 2:15); y como ellos no la guardaban, fueron por ella condenados. nos era contraria, que era contra nosotros��contraria�, traducida en Hebreos 10:27, �adversarios�. �La ley no s�lo era contra nosotros por sus exigencias, sino que era para nosotros un adversario por sus acusaciones�. [Bengel]. Tittmann explica el griego, �teniendo una contrariedad latente para con nosotros�; no una hostilidad abierta, determinada, sino una oposici�n virtualmente sin intenci�n por raz�n de nuestra flaqueza; no por alguna oposici�n en la ley misma a nuestro bien ( Romanos 7:7, Romanos 7:14; 1 Corintios 15:56; G�latas 3:21; Hebreos 10:3). Lo �escrito� (�c�dula�) es parte de �lo que nos fu� contrario�; porque �la letra mata� (Nota, 2 Corintios 3:6). quit�ndola�Griego, �la ha quitado�, tiempo perfecto del indicativo (de modo que ya no nos es un obst�culo), �enclav�ndola en la cruz�. Llevando Cristo la maldici�n de la ley violada por nosotros, nos ha redimido de la maldici�n de la ley ( G�latas 3:13). En su persona clavada en la cruz, la ley misma fu� clavada all�. Un modo antiguo de cancelar las c�dulas o pagar�s era el de meter un clavo a trav�s de la escritura; parece que esta costumbre exist�a en Asia en aquel entonces. [Grocio]. La �c�dula� cancelada en el caso presente fu� la obligaci�n existente contra los jud�os como los representantes del mundo y confirmada por el �am�n� de ellos, de guardar toda la ley bajo la pena de la maldici�n ( Deuteronomio 27:26; Nehem�as 10:29).
15. Alford, Ellicott. etc., traducen el griego de acuerdo con la traducci�n del mismo griego del cap. 3:9: �Despoj�ndose de los principados y potestades�. Dios se despoj� de los �ngeles, su ministerio, no emple�ndolos para ser publicadores del evangelio de la manera en que hab�a dado la ley por la �disposici�n� o ministerio de ellos ( Hechos 7:53; G�latas 3:19; Hebreos 2:2, Hebreos 2:5); Dios se manifest� sin velo en Jes�s. Los �principados y potestades� se refieren al v. 10, Jes�s �la cabeza de todos los principados y potestades�, y al cap. 1:16. En el sacrificio de Jes�s en la cruz, Dios le sujet� a �l todos los principados, etc., declar�ndolos impotentes en cuanto a la obra y al pueblo de �l ( Efesios 1:21). De modo que el argumento de Pablo contra los que trataban de injertar en el cristianismo las observancias judaicas junto con el culto a los �ngeles, es que, sea cual fuere la parte que se supone que tuvieran los �ngeles bajo la ley, ahora, al fin, Dios ha rechazado la dispensaci�n legal misma. Pero se objeta que el contexto parece referirse al triunfo sobre los �ngeles malos; pero en 2 Corintios 2:14 el triunfo de Cristo sobre los sujetados a �l no es un triunfo para destrucci�n, sino para la salvaci�n de ellos de modo que puede ser que se refiera a los �ngeles buenos (cap. 1:20). Pero la voz media griega es susceptible de este sentido, �Despojando�, o lit., [Tittmann], �habiendo despojado completamente� para s� (v�ase Romanos 8:38; 1 Corintios 15:24; Efesios 6:12). Esta versi�n concuerda con Mateo 12:29; Lucas 11:22; Hebreos 2:14. Trad�zcase como el griego, �gobiernos y autoridades�. sac�los a la verg�enza en p�blico�en su ascensi�n (Notas, Efesios 4:8 : confirmando nuestra versi�n de este vers�culo). en p�blico� Juan 7:4; Juan 11:54, apoyan nuestra versi�n contra la traducci�n de Alford. �en palabra abierta�. en si mismo�Los �padres� griegos traducen �en ella�, es decir, en la cruz. Muchos de los latinos traducen. �en s� mismo�. Efesios 2:16 favorece la versi�n de los �padres� griegos, �Reconciliar por la cruz � matando en ella las enemistades�. Si se lee �en s�, es decir, en Cristo, todav�a la cruz ser� el lugar y el medio del triunfo de Dios en Cristo sobre los principados ( Efesios 1:20; Efesios 2:5. Los demonios, como los otros �ngeles, estaban en los cielos hasta la ascensi�n de Cristo, y desde su morada celestial influ�an en los seres de la tierra. As� como el cielo todav�a no estaba abierto a los hombres antes del tiempo de Cristo ( Juan 3:13), as� no estaba todav�a cerrado contra los demonios ( Job 1:6; Job 2:1). Pero en la ascensi�n de Cristo, Satan�s y los demonios fueron �juzgados� y �echados fuera� por la obediencia de Cristo hasta la muerte ( Juan 12:31; Juan 16:11; Hebreos 2:14; Apocalipsis 12:5), y el Hijo del hombre fu� elevado al trono de Dios; de este modo su resurrecci�n y ascensi�n son un solemne triunfo sobre los principados y poderes de la muerte. Es un hecho notable que los or�culos paganos fueron silenciados un poco despu�s de la ascensi�n de Cristo.
16. por tanto�porque est�is completos en Cristo, y Dios en �l ha dispensado de todos los medios subordinados como esenciales para la aceptaci�n con �l. comida � bebida�Griego, �comer y beber� ( Romanos 14:1). No hag�is caso de aquel que se levante en juicio con vosotros en cuanto a las observancias legales respecto de los alimentos. d�a de fiesta�fiesta anual de los jud�os. V�anse las tres, 1 Cr�nicas 23:31. nueva luna�la fiesta mensual. de s�bados�Om�tase el art�culo definido �los� que no est� en el griego (v�ase Nota, G�latas 4:10). �SABADOS� (no �los s�bados�) del d�a de expiaci�n y de la fiesta de tabern�culos llegaron a su fin con los servicios jud�os a los cuales pertenec�an ( Lev�tico 23:32. Lev�tico 23:37). El �s�bado� semanal se apoya en una base m�s permanente, habiendo sido institu�do en el Ed�n para conmemorar la terminaci�n de la creaci�n en seis d�as. Lev�tico 23:38 expresamente distingue entre �el s�bado de Jehov� y otros s�bados. Un precepto positivo est� bien porque se le ordena y deja de ser obligatorio cuando se le abroga; un precepto moral es mandado eternamente, por ser eternamente justo. Si pudi�ramos guardar un s�bado (descanso) perpetuo, como haremos en la vida futura, el precepto positivo del s�bado, uno en cada semana, no har�a falta. Hebreos 4:9, �un reposo�, griego, �guardar s�bado� ( Isa�as 66:23). Pero no podemos, pues aun Ad�n, en su inocencia, necesitaba un descanso de sus empleos terrenales; por lo tanto, el descanso sab�tico todav�a hace falta y est� ligado todav�a con los otros nueve mandamientos, como obligatorio en esp�ritu aunque la letra de la ley ha sido invalidada por aquel esp�ritu superior de amor, el cual es la esencia tanto de la ley como del evangelio ( Romanos 13:8).
17. lo por venir�las bendiciones del pacto cristiano, la sustancia del cual las ordenanzas judaicas no eran sino el tipo. V�ase �siglos venideros�, es decir, la dispensaci�n evang�lica ( Efesios 2:7). Hebreos 2:5, �el mundo venidero�. el cuerpo es de Cristo�La sustancia real (de las bendiciones tipificadas en la ley) pertenece a Cristo ( Hebreos 8:5; Hebreos 10:1).
18. Nadie os prive�Trad�zcase, �Nadie os defraude de vuestro premio�. lit., �adjudicar un premio, por enemistad, apart�ndolo de aquel que lo merece�. [Trench]. �Hacer de �rbitro en la contienda en perjuicio de alguno�. Esta de fraudaci�n de su premio sufrir�an los colosenses, si permitiesen que alg�n �rbitro o juez constitu�do por si mismo (es decir, maestro falso) los apartara de Cristo, � el juez justo� y entregador del premio ( 2 Timoteo 4:8; Santiago 1:12; 1 Pedro 5:4), a llevarios al culto a los �ngeles. afectando humildad�As� �culto a la voluntad� (v. 23). Lit., �deleit�ndose [Wahl] en humildad�; queriendo (as� se traduce el griego, Marco 12:38, �quieren andar con ropas largas�) entregarse a una humildad de su propia imposici�n: un voluntario en humildad. [Daleo]. No como traduce Alford: �Ninguno os defraude a prop�sito�, etc. Tampoco como Grocio; �Si �l quisiere� mucho defraudaros, pues el participio griego �queriendo� o �deleit�ndose� (�afectando�, en nuestra versi�n�) es uno de una serie, y est� en la misma categor�a como �meti�ndose�, �hinchado�, �no teniendo� (v. 19); y agradarse a s� mismo en ello indicado est� en feliz contraste con la humildad (fingida), con la cual, me parece pues, unido. Su alegada �humildad� es el agradarse a s� mismo; de este modo est� en paralelismo con �su mente carnal� (su nombre verdadero, aunque �l lo llama �humildad�), as� como �queriendo� o �deleit�ndose� forma paralelismo con �hinchado�. El griego por �humildad� es lit. �bajeza de mente�, lo que forma un paralelo claro con �hinchado en el sentido de su propia carne�. Bajo el pretexto de humildad, como si no se atrevieran a llegar directamente a Dios y Cristo (como la moderna Iglesia de Roma), ellos invocaban a los �ngeles; como judaizantes, justificaban esto por la raz�n de que la ley fu� dada por medio de �ngeles. Este error persist�a por largo tiempo en Frigia (donde estaban Colosas y Laodicea), de modo que el Concilio de Laodicea (a�o 360 d. de J. C.) expresamente formul� su canon trig�simo quinto contra los �Ang�lici� (como los llama Agust�n, Herejes, 39) o �invocadores de �ngeles�. Aun tan tarde como durante el tiempo de Teodoreto hab�a oratorios a Miguel Arc�ngel. Los griegos modernos tienen una leyenda de que Miguel abri� una grieta para absorber el agua de una inundaci�n que amenazaba a los cristianos colosenses. Una vez que los hombres admiten a los poderes inferiores para compartir las invocaciones con el Poder supremo, aqu�llos gradualmente ocupan toda nuestra adoraci�n, casi a exclusi�n de Dios mismo. Empezando as� los paganos con el culto a otras deidades, junto con el del Supremo, terminaron por dejar de adorar del todo a Dios. Ni importa mucho si consideramos que aquellas deidades nos gobiernen directamente (la opini�n pagana), o que s�lo influyan a nuestro favor con la Deidad suprema (la opiuni�n de la Iglesia de Roma); porque aquel de parte de quien espere yo la felicidad o la miseria, llega a ser el objeto principal en mi mente, sea que aqu�l la d� o s�lo la procure. Las Escrituras se oponen a la idea de �patronos� o �intercesores� ( 1 Timoteo 2:5). La verdadera humildad cristiana une la convicci�n de nuestra absoluta falta de m�rito personal con el sentido de nuestra participaci�n en la vida divina por Cristo, y en la dignidad de nuestra adopci�n por Dios. Si no realizamos esto �ltimo, es decir, la dignidad de nuestra adopci�n como hijos de Dios, resultar� una falsa humillaci�n de uno mismo, la cual se manifiesta en ceremonias y abatimiento asc�tico de uno mismo (v. 23), el cual en fin no es sino el orgullo espiritual bajo la m�scara de humildad. Contraste, �glor�ese en el Se�or� ( 1 Corintios 1:31). meti�ndose en lo que no ha visto�As� leen manuscritos muy antiguos, la Vulgata y Or�genes. Pero los manuscritos m�s antiguos y Lucifer omiten el �no�, y entonces traducen: �Arrogantemente pisando, las cosas que ha visto�. Tregelles refiere esto a imaginadas visiones de �ngeles. Pero si Pablo hubiera querido decir visi�n imaginada, habr�a usado alguna palabra calificadora, como �que le parec�a ver�, y no �lo que ha visto�. Claramente las cosas fueron realmente vistas por �l, sea de origen demon�aco ( 1 Samuel 28:11), o sea fen�meno resultante de causa natural, comprendido err�neamente por �l como sobrenatural. Sin detenerse para discutir la naturaleza de las cosas as� vistas, Pablo se limita al error radical, la tendencia de tal persona, en todo esto, de caminar por los sentidos (es decir, lo que aqu�l arrogantemente se enorgullece de haber visto), antes que andar por LA FE en la �Cabeza� INVISIBLE (v. 19; cf. Juan 20:29; 2 Corintios 5:7; Hebreos 11:1). De este modo el paralelismo �hinchado� corresponde con �arrogantemente pisando�; �el sentido de su propia carne� corresponde con �lo que ha visto�, puesto que la carnalidad se deja ver en enorgullecerse de lo que ha visto, m�s bien que en los objetos invisibles de la fe. Que las �cosas vistas� puedan haber sido de origen demon�aco, aparece en 1 Timoteo 4:1; �Algunos apostatar�nde la fe, escuchando a esp�ritus de error y a doctrinas de demonios�. Una advertencia a los espiritistas modernos. hinchado�Dando a entender que la anterior �humildad� as� llamada (griego, �bajeza de mente�) fu� en realidad una �hinchaz�n�. el sentido de su propia carne�La carne, o principio afectivo, es la fuente de donde su mente recibe su deseo vehemente por los objetos religiosos de vista, en vez de �tener a la Cabeza (invisible)�, en la verdadera humildad de un miembro.
19.Trad�zcase, �No teniendo firmemente a la Cabeza�. El que no tiene firmemente a Cristo sola y supremamente sobre todo lo dem�s, no le tiene nada. [Bengel]. La falta de firme posesi�n de Cristo dej� a aquel hombre en libertad de (meterse en, y as�) �pisotear arrogantemente cosas que �l ha visto�. Cada uno tiene que tener firmemente por s� a la Cabeza y no adherirse meramente a los dem�s miembros, por altos que est�n �stos en el cuerpo. [Alford] de la cual�m�s bien, �de parte de quien�. todo el cuerpo�es decir, todos los miembros del cuerpo ( Efesios 4:16). las conjunturas�los puntos de uni�n donde pasa el abastecimiento de alimento a los diferentes miembros, proveyendo al cuerpo los materiales de crecimiento. ligaduras�los tendones y nervios, que ligan miembro con miembro. La fe, el amor y la paz son las ligaduras espirituales. V�ase �unidos en amor� (v. 2; cap. 3:14; Efesios 4:3). alimentado�abastecido continuamente. �Recibiendo ministraci�n�. y conjunto�Griego, �consolidado�, Efesios 4:16, dando a entender unidos firmemente. crece en aumento de Dios�( Efesios 4:16)�es decir, crecimiento obrado por Dios, el Autor y Sustentador de la vida espiritual del creyente, en uni�n con Cristo, la Cabeza ( 1 Corintios 3:6). y tendiendo a la honra de Dios, siendo dignos de �l, su Autor.
20. Pues�Los manuscritos m�s antiguos omiten �Pues�. si sois muertos�Griego �si moristeis (como as� para ser librados) de� etc. (v�anse Romanos 6:2; Romanos 7:2; G�latas 2:19). rudimentos del mundo�(v. 8). Ordenanzas carnales, externas, mundanas, legalistas. como si vivieseis�como si no estuvieseis muertos al mundo, como Cristo, vuestro Se�or crucificado, en cuya muerte fuisteis sepultados ( G�latas 6:14; 1 Pedro 4:1). os somet�is a ordenanzas��Por qu� os somet�is para ser sujetos a ordenanzas? Refiri�ndonos al v. 14: nuevamente os sujet�is a �ordenanzas�, la �c�dula� de las cuales hab�a sido �borrada�.
21. V�ase v. 16, �comer � beber�. Pablo da ejemplos de las �ordenanzas� (v. 20) en las palabras de los que las impon�an. Hay una gradaci�n ascendente de prohibiciones supersticiosas. La primera palabra griega en modo imperativo (hapse) es diferente de la tercera (thiges), en que aqu�lla quiere decir contacto �ntimo y retenci�n; �sta, s�lo contacto moment�neo (v�anse 1 Corintios 7:1; Juan 20:17, Griego, �No me contengas�; �no te adhieras a m�). Los tres imperativos se refieren a las carnes. �No manejes� (t�rmino m�s fuerte que �ni aun toques�), �ni gustes� con la lengua, �ni aun toques�, por leve que sea el contacto.
22. (Las cuales�cosas, es decir, las tres cosas manejadas, gustadas y tocadas. son todas para destrucci�n)�lit., �est�n constituidas por su misma naturaleza para perecer (o destrucci�n por corrupci�n) en su uso�. o consunci�n. Por lo tanto, no pueden contaminar real y permanentemente al hombre ( Mateo 15:17; 1 Corintios 6:13). en conformidad a�Refiri�ndose a vv. 20, 21. Todas estas �ordenanzas� est�n en conformidad a mandamientos humanos, no divinos. doctrinas�Griego, �ense�anzas�. Traduce Alford, �sistemas� (doctrinales)
23. tienen�Griego, �est�n teniendo�; dando a entender la caracter�stica permanente que se supon�a que ten�an estas ordenanzas. culto voluntario�culto inventado arbitrariamente; culto ideado por la voluntad propia del hombre y no de Dios. Tan celoso es Dios del culto voluntario humano, que hiri� de muerte a Nadab y Abi� por quemar incienso extra�o ( Lev�tico 10:1). As� fu� herido de lepra Uzz�as por usurpar el puesto de sacerdote ( 2 Cr�nicas 26:16). El �culto voluntario� de Sa�l ( 1 Samuel 13:8), por el cual fu� condenado a perder su trono. Este �culto voluntario� es la contraparte de la �humildad voluntaria� (v. 18): los dos plausibles en apariencia, aqu�l pareciendo hacer en la religi�n a�n m�s de lo que Dios exige (como en los dogmas de las Iglesias Romana y Griega), pero en realidad poniendo a un lado la voluntad de Dios por la voluntad del hombre: �sta aparentemente humillando a uno mismo. mas en realidad orgullosa de la �humildad� voluntaria del hombre, mientras que virtualmente rechaza la dignidad de la comuni�n directa con Cristo, la Cabeza, adorando a los �ngeles. en duro trato del cuerpo��con severidad del cuerpo�. Parece que este ascetismo se apoyaba en la teor�a oriental de que la materia es la fuente del mal. Esto tambi�n parec�a plausible (v�ase 1 Corintios 9:27). no en alguna honra�del cuerpo. As� como el �duro trato del cuerpo� describ�a el ascetismo positivamente, as� esta cl�usula, negativamente. No pag�ndole nada de aquella �honra� que se debe al cuerpo como redimido por precio tal como la sangre de Cristo. No debemos degradarnos, sino tener una justa estimaci�n de nosotros mismos, no en nosotros mismos, sino en Cristo ( Hechos 13:46; 1 Corintios 3:21; 1 Corintios 6:15; 1 Corintios 7:23; 1 Corintios 12:23; 1 Tesalonicenses 4:4). La verdadera negaci�n de s� mismo estima el esp�ritu, y no las formas de la mortificaci�n asc�tica de s� mismo en �viandas que nunca aprovecharon a los que anduvieron en ellas� ( Hebreos 13:9), y es consecuente con el respeto, la �honra�, que pertenece al creyente como dedicado al Se�or. V�ase �vanamente�, v. 18. para el saciar de la carne�Esto expresa la verdadera tendencia de sus ordenanzas humanas de ascetismo corporal, humildad voluntaria y el culto a los �ngeles. Mientras que parecen negarse a s� mismos y al cuerpo, en realidad est�n mimando la carne. As� �el saciar de la carne� corresponde con �hinchado en el sentido de su propia carne� (v. 18), de modo que �carne� se usa en el sentido �tico, �la naturaleza carnal� como contraria a la espiritual; no en el sentido de �cuerpo�. El griego por �saciar� da a entender saciar hasta repleto, o al exceso. �El empacho del sentido carnal es tradici�n humana.� [Hilario Di�cono, citado por Bengel]. La tradici�n hincha; impide las percepciones celestiales. Rechazan la verdadera �honra�, para �saciar hasta repleto la carne�. Las ordenanzas que uno se impone, halagan la carne (es decir, la justicia propia), aunque parecen mortificarla.
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Información bibliográfica Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Colossians 2". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfb/colossians-2.html. 1871-8.
Versículos 1-23
SU LUCHA EN ORACION POR LA FIRMEZA DE ELLOS EN CRISTO; DE QUIEN LES ACONSEJA NO SEAN SEDUCIDOS POR SABIDURIA FALSA.
1. Porque�Explica en qu� sentido �trabajaba combatiendo� (cap. 1:29). Trad�zcase como el griego, �Quiero que sep�is cu�n grande contienda (la misma palabra griega como en cap. 1:29, �agon�a de conflicto� de oraci�n ferviente, ansiosa; no conflicto con los maestros falsos, lo que le habr�a sido imposible ahora en la c�rcel) tengo por vosotros�. por los que est�n en Laodicea�expuestos al mismo peligro de maestros falsos como los colosenses (v�ase cap. 4:16). Este peligro fu� probablemente la causa de que �l escribiera a Laodicea como tambi�n a Colosas. nuncavieron mi rostro en carne�inclusive los de Hier�polis (cap. 4:13). Pablo se consideraba �deudor� a todos los gentiles ( Romanos 1:14). Su �rostro� y presencia habr�an sido un �consuelo� (v. 2; Hechos 20:38). V�ase cap. 1:4, 7, 8, en prueba de que �l no hab�a visto sino s�lo o�do acerca de los colosenses. Por esto �l se esfuerza en sol�cito conflicto con Dios en oraci�n ardiente por ellos, para suplir la falta de su presencia corporal entre ellos. Aunque �ausente en la carne, estoy con vosotros en esp�ritu� (v. 5).
2. que sean confortados sus corazones�los corazones �de ellos�, los de Laodicea y �todos los que nunca vieron mi rostro� (v. 1). La palabra �sus� comparada con �os� (v. 4), prueba que en v. 1 las palabras �nunca vieron mi rostro en carne�, es un t�rmino general para aquellos por los cuales Pablo dice que tiene �gran solicitud� o �contienda�, incluyendo en particular, �vosotros� (colosenses) y �los de Laodicea�. Pues es evidente que la oraci�n de �que sean confortados sus corazones�, tiene que inclu�r en s� a los colosenses, a favor de quienes dice, �gran solicitud tengo�. Entonces es un modo abreviado de expresi�n por decir, �que sean confortados vuestros corazones y los de ellos� (�sus�). Alford traduce �confirmados�, o permite �confortados� en su sentido radical original de fortalecidos. Pero el griego apoya nuestra versi�n; el sentido, tambi�n, es claro: confortados con la consolaci�n de aquellos a quienes Pablo no hab�a visto y a favor de quienes, por consiguiente, luchaba en oraci�n tanto m�s fervientemente; puesto que estamos m�s ansiosos a favor de los amigos ausentes que de los presentes. [Davenant]. Sus corazones ser�an consolados, �sabiendo qu� contienda ten�a �l a favor de� ellos, y cu�nto se interesaba por el bienestar de ellos; y tambi�n siendo librados de dudas al aprender de parte del ap�stol que la doctrina que ellos hab�an o�do de Epafras fu� verdadera y cierta. Escribiendo a iglesias que �l hab�a instru�do cara a cara, �l entra en detalles particulares acerca de ellas, como padre dirigiendo a sus hijos. Pero a aquellas entre las cuales �l no hab�a estado en persona, trata de las verdades m�s generales de la salvaci�n. unidos�estrechamente; �tejidos juntos�, en amor�el v�nculo o elemento de tejer juntos; el ant�doto del efecto divisor cism�tico de la doctrina falsa. Tr�tase del amor a Dios y del amor mutuo en Cristo. en�m�s bien �para�; el fin y objeto de ser �unidos�. todas riquezas�griego, �todas las riquezas de la plena seguridad ( 1 Tesalonicenses 1:5; Hebreos 6:11; Hebreos 10:22) del entendimiento (cristiano)�. La acumulaci�n de frases, no s�lo �el entendimiento�, sino �la plena seguridad del entendimiento�; no s�lo esto, sino �todas las riquezas de�, etc., da a entender c�mo �l deseaba impresionarlos con la suma importancia del tema a tratarse. para conocer�griego, �para conocimiento�; m�s todav�a, �para pleno conocimiento�, o �conocimiento exacto�, pues es palabra distinta de �conocimiento� del v. 3. Traduce Alford, �a trav�s del conocimiento�. Reconocimiento no es bastante fuerte; porque ellos en cierta medida reconoc�an la verdad; lo que les hac�a falta era el conocimiento completo y exacto de ella (v�anse Notas, cap. 1:9, 10; Filipenses 1:9). de Dios, y del Padre, y de Cristo�Los manuscritos m�s antiguos omiten �y del Padre y de�; entonces trad�zcase, �De Dios (es decir) Cristo�. Dos manuscritos muy antiguos leen: �de Dios el Padre de Cristo�.
3. En el cual�m�s bien, �en quien� (no como Alford �en el cual,� refiri�ndose a �el misterio�). Cristo mismo es el �misterio� (v. 2; 1 Timoteo 3:16), y a Cristo se refiere el pronombre relativo, y a Cristo, �en quien est�n escondidos todos los tesoros de sabidur�a y conocimiento�. El �todos� aqu� corresponde a �todas� en v. 2; como �tesoros� responde a �riquezas�; es de los tesoros de donde proceden las riquezas (v. 2). �Est�n� es el predicado de la oraci�n; todos los tesoros ESTAN en �l; �escondidos� es afirmado del estado o manera en que est�n en �l los tesoros. Como una mina de riquezas desconocidas e inagotables, los tesoros de sabidur�a y conocimiento est�n en �l escondidos, mas no con el fin de quedar as�; s�lo hace falta que sean explorados para que llegu�is �a todas las riquezas� que est�n all� (v. 2); pero mientras vosotros, colosenses, no os esforc�is por alcanzar �el pleno conocimiento� (v�ase Nota, v. 2) de ellos, quedar�n �escondidos�. V�ase la par�bola, Mateo 13:44, �el tesoro escondido�. Este sentido concuerda con el intento del ap�stol y anula la objeci�n de Alford de que �los tesoros no est�n escondidos, sino revelados�. �Escondidos� claramente responde a �misterio� (v. 2), el cual, seg�n el prop�sito de Dios, si somos fieles, no quedar� �escondido�, sino que ser� revelado (v�ase 1 Corintios 2:7). Sin embargo, como la mina es inagotable, siempre habr�, durante toda la eternidad, nuevos tesoros en Cristo los cuales han de ser retirados de su estado escondido. sabidur�a�general, y en cuanto a la verdad experimental y pr�ctica; de donde viene el �conocimiento� (v. 2). conocimiento�especial e intelectual en cuanto a la verdad doctrinal; de donde proviene �el pleno conocimiento� (v. 2).
4. Y�mejor, �pero�. V�ase con �para que nadie�, etc. vv. 8, 16, 18. Se refiere a la mezcla del juda�smo con la filosof�a oriental, y la combinaci�n de esta mezcla con el cristianismo. palabras persuasivas�plausibles, pues llevaban la apariencia de sabidur�a y de humildad (vv. 18, 23).
5. Porque�Argumento contra el que ellos se permitiesen ser enga�ados, sacado de una consideraci�n de su autoridad personal, como si estuviese �l presente. goz�ndome y mirando�mirando con gozo. concierto�vuestro buen orden; respondiendo a �unidos� (v. 2) como un cuerpo bien organizado. La misma palabra griega como la por �unidos� o �tejidos juntos�, se usa por el �cuerpo� de la iglesia, �bien ligado entre s�, en Efesios 4:16. V�ase 1 Corintios 14:33, 1 Corintios 14:40. firmeza�griego, �el cimiento firme (o s�lido)�. As� como �concierto� expresa el aspecto exterior de la iglesia, as� �firmeza� expresa la base interior sobre la cual la iglesia se apoyaba. El griego literalmente da a entender, no una calidad abstracta, sino la cosa en lo concreto; de modo que su �fe� es la cosa s�lida que constitu�a la base de su iglesia.
6. �Por lo tanto, de la manera que recibisteis (una vez para siempre�el tiempo aoristo�de Epafras) a Jes�s el Cristo como vuestro Se�or (v�anse 1 Corintios 12:3; 2 Corintios 4:5; Filipenses 3:8), as� andad en �l�. No dice meramente, �recibisteis� la doctrina de Cristo, sino a �Jes�s� mismo; �sta es la esencia de la fe ( Juan 14:21, Juan 14:23; G�latas 1:16). Ya hab�is recibido una vez para siempre el Esp�ritu de vida en Cristo; llevad a la pr�ctica esa vida en vuestro caminar ( G�latas 5:25). Este es el alcance principal de la Ep�stola.
7. Arraigados�( Efesios 3:17). sobreedificados�griego, �siendo sobreedificados�, acci�n progresiva. As� como �arraigados� da a entender su vitalidad, as� �edificados�, su solidez maciza. Como en los Cantares de Salom�n, cuando una imagen no basta para expresar los diversos aspectos de la verdad divina, se emplea otra para suplir la idea buscada. As� �caminar�, una tercera imagen (v. 6), expresa el pensamiento que no pod�an expresar �arraigados� y �sobreedificados�, la idea de movimiento hacia adelante. �Arraigados� est� en el tiempo perfecto, o pasado, dando a entender su conversi�n y vital injerto �en �l�. � Sobreedificados� es tiempo presente (en el griego), que da a entender crecimiento progresivo en la religi�n mediante la uni�n con �l. Efesios 2:20 se refiere a la iglesia; pero este pasaje aqu� se refiere a su progreso individual en la edificaci�n ( Hechos 20:32). creciendo en ella con hacimiento de gracias�avanzando hacia una madurez m�s completa (v�ase v. 2) en la fe, �con hacimiento de gracias� a Dios, el autor ben�volo de toda esta bendici�n.
8. Trad�zcase, �Mirad que no haya alguno (como yo temo que haya: el indicativo del griego indica esto) que os est� (se�alando a alg�n emisario de mal, G�latas 1:7 extraviando como presa suya por medio de la filosof�a� (la de �l), etc. El ap�stol no condena toda filosof�a, sino la filosof�a� (as� el griego) de los herejes judeo-orientales en Colosas, la cual m�s tarde se desarroll� en el gnosticismo. Vosotros, que ten�is �las riquezas de plena seguridad� y los �tesoros de sabidur�a�, no deb�is permitir que os extrav�en como preso por una filosof�a vana, vac�a y enga�osa. Las �riquezas� est� en contraste con �presa�; �plena� con �vana� o �hueca� (vv. 2, 3, 9). seg�n las tradiciones de los hombres�en oposici�n a la �plenitud de la divinidad�. Referido a las tradiciones de los rabinos en Marco 7:8. Cuando los hombres no pod�an hacer que la revelaci�n aun pareciera hablar de los profundos misterios en los cuales ellos ten�an curiosidad de escudri�ar, entonces introdujeron la filosof�a humana y las pretendidas tradiciones como ayuda, como si alguno trajese una l�mpara al reloj del sol para averiguar la hora. Los maestros falsos se jactaban de una sabidur�a superior en teor�a, transmitida por tradici�n entre los iniciados; en la pr�ctica prescrib�an el ascetismo, como si la materia y el cuerpo fuesen manantiales de maldad. La Frigia (en donde estaba Colosas) ten�a una propensi�n hacia lo m�stico y m�gico, lo que apareci� en su culto a Cibeles y en el montanismo posterior. [Neander]. los elementos del mundo�(Nota, G�latas 4:3). �Los rudimentos� o lecciones elementales �del mundo (exterior)�, tales como las ordenanzas legales; nuestras lecciones infantiles de tendencia judaica (vv. 11, 16, 20; G�latas 4:1). Pero Neander entiende �elementos del mundo�, en el sentido de lo que es terrenal, carnal y externo, no como �los rudimentos de religi�n� en el juda�smo y paganismo. no seg�n Cristo�Su jactanciosa �filosof�a� superior no es sino tradici�n humana, un apego a lo carnal y mundano, y no a Cristo. Aunque nominalmente reconoc�an a Cristo, en esp�ritu le negaban por su doctrina.
9. Porque�La �filosof�a� de ellos (v. 8) no es �seg�n Cristo�, como lo es toda filosof�a verdadera, y todo lo que no proviene de �l y no tiende hacia �l, es un enga�o; �porque en �l (solo) habita�, como en un templo, etc. la plenitud�(cap. 1:19; Juan 14:10). de la divinidad�La palabra griega (The�tes) quiere decir la esencia y naturaleza de la divinidad, no meramente las perfecciones y los atributos divinos (griego, thei�tes). Como hombre, Cristo no era simplemente semejante a la divinidad, sino en el sentido m�s completo era Dios. corporalmente�no meramente como antes de su encarnaci�n, sino ahora �corporalmente en �l� como el Verbo encarnado ( Juan 1:14, Juan 1:18). Los creyentes, por su uni�n con �l, participan de su plenitud de la naturaleza divina ( Juan 1:16; Nota, Efesios 3:19; 2 Pedro 1:4).
10. Y�Y por lo tanto. Trad�zcase en el orden griego, �Y en �l est�is (por virtud de la uni�n con �l) llenados completamente� de todo lo que os hace falta ( Juan 1:16). Los creyentes reciben de la unci�n divina que desciende de su divina Cabeza y Sumo Sacerdote (Salmo 133:2). El est� lleno (pleno) de la �plenitud� misma; nosotros somos llenados desde �l. Lo que Pablo da a entender es, por lo tanto, vosotros colosenses, no necesit�is ninguna fuente suplementaria de la gracia, como aquellas con las cuales sue�an los maestros falsos. Cristo es �la Cabeza de todo gobierno y autoridad� (as� el griego), Efesios 1:10; El, pues, s�lo, y no estas �autoridades� inferiores tambi�n, ha de ser adorado (v. 18).
11. Da a entender que ellos no necesitaban el rito externo de la circuncisi�n, como ense�aban los judaizantes, puesto que ya ten�an la realidad interna espiritual de aquel rito. sois circuncidados�M�s bien, como el griego, �Fuisteis (una vez para siempre) circuncidados (espiritualmente, en vuestra conversi�n y bautismo, Romanos 2:28; Filipenses 3:3) de una circuncisi�n no hecha con manos�; en contraste con �la circuncisi�n hecha con mano en la carne� ( Efesios 2:11). El mismo cuerpo de Cristo, por el cual el creyente es santificado, se dice que no fu� �hecho con manos� (Marco 14:58; Hebreos 9:11; v�ase Daniel 2:45). con el despojamiento�m�s bien como el griego, �con vuestro despojamiento�, pues el art�culo definido tiene esta fuerza aqu�; como el acto de quitarse una ropa vieja ( Efesios 4:22), aludiendo al despojamiento del prepucio en la circuncisi�n. del cuerpo de los pecados de la carne�Los manuscritos m�s viejos leen, �el cuerpo de la carne�, omitiendo �de los pecados� es decir, �el cuerpo� cuya caracter�stica prominente es la carnalidad (v�ase Romanos 8:13, donde �la carne� y �el cuerpo� se corresponden mutuamente). Este cuerpo de carne, en su aspecto pecaminoso, es despojado en el bautismo (cuando el bautismo responde a su ideal) como el sello de la regeneraci�n cuando es recibido en arrepentimiento y fe. En la circuncisi�n el prepucio s�lo es quitado; en la regeneraci�n cristiana. �el cuerpo de la carne� es quitado espiritualmente, por lo menos es as� en su concepci�n ideal, por imperfectamente que realicen aquel ideal los creyentes individuales. en la circuncisi�n de Cristo�Esta circuncisi�n espiritual se realiza en o por la uni�n con Cristo. cuya �circuncisi�n�, por la cual se hizo responsable de nosotros para guardar toda la ley, es imputada a los creyentes para justificaci�n; y la uni�n con �l, en toda su obediencia vicaria, inclusive su circuncisi�n, es el manantial de la santificaci�n. Alford hace que �sta sea la explicativa de la anterior �circuncisi�n hecha sin manos�, es decir, �la circuncisi�n efectuada por vuestra uni�n con Cristo�. La opini�n anterior, me parece, concuerda mejor con el v. 12; cap. 3:1, 3, 4, pasajes que hacen que el creyente, por la uni�n espiritual con Cristo, tenga participaci�n personal en los distintos estados de Cristo, es decir, en su muerte, resurrecci�n y venida en gloria. Nada fu� hecho o sufrido por nuestro Mediador como tal, que no pueda ser obrado en nuestra alma o representado en nuestro esp�ritu. La opini�n de Pearson, sin embargo, es la de Alford. Josu�, el tipo (no Mois�s en el desierto), circuncid� a los israelitas en Cana�n ( Josu� 5:2) la segunda vez; los que salieron de Egipto hab�an sido circuncidados y despu�s murieron en el desierto; pero los nacidos despu�s del Exodo, no hab�an sido circuncidados. Jes�s, el tipo, es autor de la verdadera circuncisi�n que, por lo tanto, es llamada �la circuncisi�n de Cristo� ( Romanos 2:29). As� como Josu� fu� �ministro de Mois�s�, as� Jes�s es �ministro� de la circuncisi�n �por la verdad de Dios� a los gentiles ( Romanos 15:8).
12. Trad�zcase, �Siendo sepultados juntamente con �l en vuestro bautismo�. El participio aoristo aqu� es coincidente en tiempo con el verbo precedente (v. 11), �fuisteis circuncidados�. El bautismo aqu� se considera como la sepultura de la vieja vida carnal, con la cual el acto de la inmersi�n corresponde simb�licamente; y en climas c�lidos donde la inmersi�n es exenta de todo peligro, es el modo m�s conforme con el significado de la ordenanza; pero el esp�ritu de la ordenanza es conservada por la infusi�n, donde la inmersi�n ser�a inc�moda o peligrosa; insistir en la inmersi�n literal en todos los casos ser�a mero ceremonialismo legalista ( Romanos 6:3). (No aceptamos la opini�n del autor acerca de la substituci�n del rociamiento por el modo primitivo del bautismo, pues cambiando la forma, han cambiado ellos tambi�n el simbolismo, con el resultado de que el llamado bautismo practicado en muchas iglesias ha llegado a ser un �ceremonialismo legalista� sin sentido. Adem�s, nunca hemos conocido un bautismo por inmersi�n que fuese �peligroso�, nunca hemos o�do de un caso, aun en climas fr�os, en que el sumergido haya sufrido efectos adversos. (Nota del Trad.) resucitasteis�m�s bien como el griego �fuisteis resucitados con �l�. por la fe de, etc.�por medio de vuestra fe en la operaci�n de Dios; de modo que tenemos �fe de� por �fe en� ( Efesios 3:12; Filipenses 3:9). La fe en la poderosa operaci�n de Dios en levantar de nuevo a Jes�s, es la fe salvadora ( Romanos 4:24; Romanos 10:9); y es obrada en el alma por la misma �poderosa operaci�n� de �l, por la cual Dios �levant� a Jes�s de entre los muertos� ( Efesios 1:19). Bengel me parece a m� (no como lo entiende Alford), expresa este sentido, es decir, �Por la fe que es una obra de la operaci�n de Dios, quien�, etc. Efesios 1:19 concuerda con esto; el mismo gran poder de Dios se emplea en levantar a uno que est� muerto espiritualmente a una vida de fe, que fu� �obrado en Cristo cuando Dios le levant� literalmente de entre los muertos�. Sin embargo, �la fe de� es generalmente �la fe en� ( Romanos 3:22); pero no hay incongruencia gramatical en entenderla como �la fe que es el efecto de la operaci�n de Dios� ( Efesios 2:8; 1 Tesalonicenses 2:13). As� como la resurrecci�n literal de �l es el fundamento del poder empleado en nuestra resurrecci�n espiritual, as� es una garant�a de nuestra resurrecci�n literal m�s tarde ( Romanos 8:11).
13. vosotros, estando muertos�anteriormente ( Efesios 2:1); as� como Cristo estaba entre los muertos, antes que Dios le levantara �de entre los muertos� (v. 12). en pecados�m�s bien, seg�n el griego, como tambi�n al fin del vers�culo, �transgresiones�; lit., �ca�das al lado� del camino; transgresiones tan reales como la de Ad�n. incircuncisi�n de vuestra carne�que no os hab�is despojado de la vieja naturaleza pecaminosa, el prepucio carnal o pecado original del cual ahora, mediante la circuncisi�n espiritual, es decir, la conversi�n y el bautismo, os hab�is despojado. os vivific��juntamente con Cristo. As� como la resurrecci�n de Cristo demostr� que �l fu� librado del pecado puesto sobre �l, as� nuestra vivificaci�n espiritual demuestra que hemos sido perdonados de nuestros pecados ( 1 Pedro 3:22; 1 Pedro 4:1). perdon�ndoos�As� leen la Vulgata e Hilari�n. Pero los manuscritos m�s antiguos leen, �perdon�ndonos�, pasando as� de las personas particulares, los colosenses, a la iglesia en general (cap. 1:14; Efesios 1:7). todos los pecados�mejor, �todas las transgresiones�, las nuestras.
14. Rayando�Participio activo de tiempo aoristo en griego, de acci�n hecha de una vez, pero en s� no indica punto de tiempo; siendo coincidente en tiempo con el aoristo indicativo �vivific�, toma el mismo tiempo en sentido cronol�gico, como tambi�n otro participio aoristo (v. 13) �perdon�ndoos�. �Borrando� y por lo tanto �cancelando� la acusaci�n de la ley contra vosotros. La ley (incluyendo especialmente la ley moral, en donde estribaba la dificultad principal en obedecerla) es abrogada para el creyente, en cuanto era un c�digo compulsorio y acusador y en cuanto se buscaba en ella la �justicia� (justificaci�n) y la �vida�. La ley s�lo puede producir obras externas, no la obediencia interna de la voluntad, la cual en el creyente proviene del Esp�ritu Santo en Cristo ( Romanos 3:21; Romanos 7:2, Romanos 7:4; G�latas 2:19). c�dula de los ritos�el �quir�grafo� lo escrito a mano, como un pagar� u otro documento; lit., �lo escrito a mano en decretos u ordenanzas� (Nota, Efesios 2:15). �Lo escrito a mano� (refiri�ndose al Dec�logo, resumen de la ley, escrito por la mano de Dios) es toda la ley, la c�dula obligatoria bajo la cual todos est�bamos. Los jud�os estaban principalmente bajo la �c�dula�, pero en este respecto ellos eran el pueblo representativo del mundo ( Romanos 3:19) y en su incapacidad de guardar la ley, estaba envuelta la incapacidad tambi�n de los gentiles, en cuyo coraz�n �la obra de la ley estaba escrita� ( Romanos 2:15); y como ellos no la guardaban, fueron por ella condenados. nos era contraria, que era contra nosotros��contraria�, traducida en Hebreos 10:27, �adversarios�. �La ley no s�lo era contra nosotros por sus exigencias, sino que era para nosotros un adversario por sus acusaciones�. [Bengel]. Tittmann explica el griego, �teniendo una contrariedad latente para con nosotros�; no una hostilidad abierta, determinada, sino una oposici�n virtualmente sin intenci�n por raz�n de nuestra flaqueza; no por alguna oposici�n en la ley misma a nuestro bien ( Romanos 7:7, Romanos 7:14; 1 Corintios 15:56; G�latas 3:21; Hebreos 10:3). Lo �escrito� (�c�dula�) es parte de �lo que nos fu� contrario�; porque �la letra mata� (Nota, 2 Corintios 3:6). quit�ndola�Griego, �la ha quitado�, tiempo perfecto del indicativo (de modo que ya no nos es un obst�culo), �enclav�ndola en la cruz�. Llevando Cristo la maldici�n de la ley violada por nosotros, nos ha redimido de la maldici�n de la ley ( G�latas 3:13). En su persona clavada en la cruz, la ley misma fu� clavada all�. Un modo antiguo de cancelar las c�dulas o pagar�s era el de meter un clavo a trav�s de la escritura; parece que esta costumbre exist�a en Asia en aquel entonces. [Grocio]. La �c�dula� cancelada en el caso presente fu� la obligaci�n existente contra los jud�os como los representantes del mundo y confirmada por el �am�n� de ellos, de guardar toda la ley bajo la pena de la maldici�n ( Deuteronomio 27:26; Nehem�as 10:29).
15. Alford, Ellicott. etc., traducen el griego de acuerdo con la traducci�n del mismo griego del cap. 3:9: �Despoj�ndose de los principados y potestades�. Dios se despoj� de los �ngeles, su ministerio, no emple�ndolos para ser publicadores del evangelio de la manera en que hab�a dado la ley por la �disposici�n� o ministerio de ellos ( Hechos 7:53; G�latas 3:19; Hebreos 2:2, Hebreos 2:5); Dios se manifest� sin velo en Jes�s. Los �principados y potestades� se refieren al v. 10, Jes�s �la cabeza de todos los principados y potestades�, y al cap. 1:16. En el sacrificio de Jes�s en la cruz, Dios le sujet� a �l todos los principados, etc., declar�ndolos impotentes en cuanto a la obra y al pueblo de �l ( Efesios 1:21). De modo que el argumento de Pablo contra los que trataban de injertar en el cristianismo las observancias judaicas junto con el culto a los �ngeles, es que, sea cual fuere la parte que se supone que tuvieran los �ngeles bajo la ley, ahora, al fin, Dios ha rechazado la dispensaci�n legal misma. Pero se objeta que el contexto parece referirse al triunfo sobre los �ngeles malos; pero en 2 Corintios 2:14 el triunfo de Cristo sobre los sujetados a �l no es un triunfo para destrucci�n, sino para la salvaci�n de ellos de modo que puede ser que se refiera a los �ngeles buenos (cap. 1:20). Pero la voz media griega es susceptible de este sentido, �Despojando�, o lit., [Tittmann], �habiendo despojado completamente� para s� (v�ase Romanos 8:38; 1 Corintios 15:24; Efesios 6:12). Esta versi�n concuerda con Mateo 12:29; Lucas 11:22; Hebreos 2:14. Trad�zcase como el griego, �gobiernos y autoridades�. sac�los a la verg�enza en p�blico�en su ascensi�n (Notas, Efesios 4:8 : confirmando nuestra versi�n de este vers�culo). en p�blico� Juan 7:4; Juan 11:54, apoyan nuestra versi�n contra la traducci�n de Alford. �en palabra abierta�. en si mismo�Los �padres� griegos traducen �en ella�, es decir, en la cruz. Muchos de los latinos traducen. �en s� mismo�. Efesios 2:16 favorece la versi�n de los �padres� griegos, �Reconciliar por la cruz � matando en ella las enemistades�. Si se lee �en s�, es decir, en Cristo, todav�a la cruz ser� el lugar y el medio del triunfo de Dios en Cristo sobre los principados ( Efesios 1:20; Efesios 2:5. Los demonios, como los otros �ngeles, estaban en los cielos hasta la ascensi�n de Cristo, y desde su morada celestial influ�an en los seres de la tierra. As� como el cielo todav�a no estaba abierto a los hombres antes del tiempo de Cristo ( Juan 3:13), as� no estaba todav�a cerrado contra los demonios ( Job 1:6; Job 2:1). Pero en la ascensi�n de Cristo, Satan�s y los demonios fueron �juzgados� y �echados fuera� por la obediencia de Cristo hasta la muerte ( Juan 12:31; Juan 16:11; Hebreos 2:14; Apocalipsis 12:5), y el Hijo del hombre fu� elevado al trono de Dios; de este modo su resurrecci�n y ascensi�n son un solemne triunfo sobre los principados y poderes de la muerte. Es un hecho notable que los or�culos paganos fueron silenciados un poco despu�s de la ascensi�n de Cristo.
16. por tanto�porque est�is completos en Cristo, y Dios en �l ha dispensado de todos los medios subordinados como esenciales para la aceptaci�n con �l. comida � bebida�Griego, �comer y beber� ( Romanos 14:1). No hag�is caso de aquel que se levante en juicio con vosotros en cuanto a las observancias legales respecto de los alimentos. d�a de fiesta�fiesta anual de los jud�os. V�anse las tres, 1 Cr�nicas 23:31. nueva luna�la fiesta mensual. de s�bados�Om�tase el art�culo definido �los� que no est� en el griego (v�ase Nota, G�latas 4:10). �SABADOS� (no �los s�bados�) del d�a de expiaci�n y de la fiesta de tabern�culos llegaron a su fin con los servicios jud�os a los cuales pertenec�an ( Lev�tico 23:32. Lev�tico 23:37). El �s�bado� semanal se apoya en una base m�s permanente, habiendo sido institu�do en el Ed�n para conmemorar la terminaci�n de la creaci�n en seis d�as. Lev�tico 23:38 expresamente distingue entre �el s�bado de Jehov� y otros s�bados. Un precepto positivo est� bien porque se le ordena y deja de ser obligatorio cuando se le abroga; un precepto moral es mandado eternamente, por ser eternamente justo. Si pudi�ramos guardar un s�bado (descanso) perpetuo, como haremos en la vida futura, el precepto positivo del s�bado, uno en cada semana, no har�a falta. Hebreos 4:9, �un reposo�, griego, �guardar s�bado� ( Isa�as 66:23). Pero no podemos, pues aun Ad�n, en su inocencia, necesitaba un descanso de sus empleos terrenales; por lo tanto, el descanso sab�tico todav�a hace falta y est� ligado todav�a con los otros nueve mandamientos, como obligatorio en esp�ritu aunque la letra de la ley ha sido invalidada por aquel esp�ritu superior de amor, el cual es la esencia tanto de la ley como del evangelio ( Romanos 13:8).
17. lo por venir�las bendiciones del pacto cristiano, la sustancia del cual las ordenanzas judaicas no eran sino el tipo. V�ase �siglos venideros�, es decir, la dispensaci�n evang�lica ( Efesios 2:7). Hebreos 2:5, �el mundo venidero�. el cuerpo es de Cristo�La sustancia real (de las bendiciones tipificadas en la ley) pertenece a Cristo ( Hebreos 8:5; Hebreos 10:1).
18. Nadie os prive�Trad�zcase, �Nadie os defraude de vuestro premio�. lit., �adjudicar un premio, por enemistad, apart�ndolo de aquel que lo merece�. [Trench]. �Hacer de �rbitro en la contienda en perjuicio de alguno�. Esta de fraudaci�n de su premio sufrir�an los colosenses, si permitiesen que alg�n �rbitro o juez constitu�do por si mismo (es decir, maestro falso) los apartara de Cristo, � el juez justo� y entregador del premio ( 2 Timoteo 4:8; Santiago 1:12; 1 Pedro 5:4), a llevarios al culto a los �ngeles. afectando humildad�As� �culto a la voluntad� (v. 23). Lit., �deleit�ndose [Wahl] en humildad�; queriendo (as� se traduce el griego, Marco 12:38, �quieren andar con ropas largas�) entregarse a una humildad de su propia imposici�n: un voluntario en humildad. [Daleo]. No como traduce Alford: �Ninguno os defraude a prop�sito�, etc. Tampoco como Grocio; �Si �l quisiere� mucho defraudaros, pues el participio griego �queriendo� o �deleit�ndose� (�afectando�, en nuestra versi�n�) es uno de una serie, y est� en la misma categor�a como �meti�ndose�, �hinchado�, �no teniendo� (v. 19); y agradarse a s� mismo en ello indicado est� en feliz contraste con la humildad (fingida), con la cual, me parece pues, unido. Su alegada �humildad� es el agradarse a s� mismo; de este modo est� en paralelismo con �su mente carnal� (su nombre verdadero, aunque �l lo llama �humildad�), as� como �queriendo� o �deleit�ndose� forma paralelismo con �hinchado�. El griego por �humildad� es lit. �bajeza de mente�, lo que forma un paralelo claro con �hinchado en el sentido de su propia carne�. Bajo el pretexto de humildad, como si no se atrevieran a llegar directamente a Dios y Cristo (como la moderna Iglesia de Roma), ellos invocaban a los �ngeles; como judaizantes, justificaban esto por la raz�n de que la ley fu� dada por medio de �ngeles. Este error persist�a por largo tiempo en Frigia (donde estaban Colosas y Laodicea), de modo que el Concilio de Laodicea (a�o 360 d. de J. C.) expresamente formul� su canon trig�simo quinto contra los �Ang�lici� (como los llama Agust�n, Herejes, 39) o �invocadores de �ngeles�. Aun tan tarde como durante el tiempo de Teodoreto hab�a oratorios a Miguel Arc�ngel. Los griegos modernos tienen una leyenda de que Miguel abri� una grieta para absorber el agua de una inundaci�n que amenazaba a los cristianos colosenses. Una vez que los hombres admiten a los poderes inferiores para compartir las invocaciones con el Poder supremo, aqu�llos gradualmente ocupan toda nuestra adoraci�n, casi a exclusi�n de Dios mismo. Empezando as� los paganos con el culto a otras deidades, junto con el del Supremo, terminaron por dejar de adorar del todo a Dios. Ni importa mucho si consideramos que aquellas deidades nos gobiernen directamente (la opini�n pagana), o que s�lo influyan a nuestro favor con la Deidad suprema (la opiuni�n de la Iglesia de Roma); porque aquel de parte de quien espere yo la felicidad o la miseria, llega a ser el objeto principal en mi mente, sea que aqu�l la d� o s�lo la procure. Las Escrituras se oponen a la idea de �patronos� o �intercesores� ( 1 Timoteo 2:5). La verdadera humildad cristiana une la convicci�n de nuestra absoluta falta de m�rito personal con el sentido de nuestra participaci�n en la vida divina por Cristo, y en la dignidad de nuestra adopci�n por Dios. Si no realizamos esto �ltimo, es decir, la dignidad de nuestra adopci�n como hijos de Dios, resultar� una falsa humillaci�n de uno mismo, la cual se manifiesta en ceremonias y abatimiento asc�tico de uno mismo (v. 23), el cual en fin no es sino el orgullo espiritual bajo la m�scara de humildad. Contraste, �glor�ese en el Se�or� ( 1 Corintios 1:31). meti�ndose en lo que no ha visto�As� leen manuscritos muy antiguos, la Vulgata y Or�genes. Pero los manuscritos m�s antiguos y Lucifer omiten el �no�, y entonces traducen: �Arrogantemente pisando, las cosas que ha visto�. Tregelles refiere esto a imaginadas visiones de �ngeles. Pero si Pablo hubiera querido decir visi�n imaginada, habr�a usado alguna palabra calificadora, como �que le parec�a ver�, y no �lo que ha visto�. Claramente las cosas fueron realmente vistas por �l, sea de origen demon�aco ( 1 Samuel 28:11), o sea fen�meno resultante de causa natural, comprendido err�neamente por �l como sobrenatural. Sin detenerse para discutir la naturaleza de las cosas as� vistas, Pablo se limita al error radical, la tendencia de tal persona, en todo esto, de caminar por los sentidos (es decir, lo que aqu�l arrogantemente se enorgullece de haber visto), antes que andar por LA FE en la �Cabeza� INVISIBLE (v. 19; cf. Juan 20:29; 2 Corintios 5:7; Hebreos 11:1). De este modo el paralelismo �hinchado� corresponde con �arrogantemente pisando�; �el sentido de su propia carne� corresponde con �lo que ha visto�, puesto que la carnalidad se deja ver en enorgullecerse de lo que ha visto, m�s bien que en los objetos invisibles de la fe. Que las �cosas vistas� puedan haber sido de origen demon�aco, aparece en 1 Timoteo 4:1; �Algunos apostatar�nde la fe, escuchando a esp�ritus de error y a doctrinas de demonios�. Una advertencia a los espiritistas modernos. hinchado�Dando a entender que la anterior �humildad� as� llamada (griego, �bajeza de mente�) fu� en realidad una �hinchaz�n�. el sentido de su propia carne�La carne, o principio afectivo, es la fuente de donde su mente recibe su deseo vehemente por los objetos religiosos de vista, en vez de �tener a la Cabeza (invisible)�, en la verdadera humildad de un miembro.
19. Trad�zcase, �No teniendo firmemente a la Cabeza�. El que no tiene firmemente a Cristo sola y supremamente sobre todo lo dem�s, no le tiene nada. [Bengel]. La falta de firme posesi�n de Cristo dej� a aquel hombre en libertad de (meterse en, y as�) �pisotear arrogantemente cosas que �l ha visto�. Cada uno tiene que tener firmemente por s� a la Cabeza y no adherirse meramente a los dem�s miembros, por altos que est�n �stos en el cuerpo. [Alford] de la cual�m�s bien, �de parte de quien�. todo el cuerpo�es decir, todos los miembros del cuerpo ( Efesios 4:16). las conjunturas�los puntos de uni�n donde pasa el abastecimiento de alimento a los diferentes miembros, proveyendo al cuerpo los materiales de crecimiento. ligaduras�los tendones y nervios, que ligan miembro con miembro. La fe, el amor y la paz son las ligaduras espirituales. V�ase �unidos en amor� (v. 2; cap. 3:14; Efesios 4:3). alimentado�abastecido continuamente. �Recibiendo ministraci�n�. y conjunto�Griego, �consolidado�, Efesios 4:16, dando a entender unidos firmemente. crece en aumento de Dios�( Efesios 4:16)�es decir, crecimiento obrado por Dios, el Autor y Sustentador de la vida espiritual del creyente, en uni�n con Cristo, la Cabeza ( 1 Corintios 3:6). y tendiendo a la honra de Dios, siendo dignos de �l, su Autor.
20. Pues�Los manuscritos m�s antiguos omiten �Pues�. si sois muertos�Griego �si moristeis (como as� para ser librados) de� etc. (v�anse Romanos 6:2; Romanos 7:2; G�latas 2:19). rudimentos del mundo�(v. 8). Ordenanzas carnales, externas, mundanas, legalistas. como si vivieseis�como si no estuvieseis muertos al mundo, como Cristo, vuestro Se�or crucificado, en cuya muerte fuisteis sepultados ( G�latas 6:14; 1 Pedro 4:1). os somet�is a ordenanzas��Por qu� os somet�is para ser sujetos a ordenanzas? Refiri�ndonos al v. 14: nuevamente os sujet�is a �ordenanzas�, la �c�dula� de las cuales hab�a sido �borrada�.
21. V�ase v. 16, �comer � beber�. Pablo da ejemplos de las �ordenanzas� (v. 20) en las palabras de los que las impon�an. Hay una gradaci�n ascendente de prohibiciones supersticiosas. La primera palabra griega en modo imperativo (hapse) es diferente de la tercera (thiges), en que aqu�lla quiere decir contacto �ntimo y retenci�n; �sta, s�lo contacto moment�neo (v�anse 1 Corintios 7:1; Juan 20:17, Griego, �No me contengas�; �no te adhieras a m�). Los tres imperativos se refieren a las carnes. �No manejes� (t�rmino m�s fuerte que �ni aun toques�), �ni gustes� con la lengua, �ni aun toques�, por leve que sea el contacto.
22. (Las cuales�cosas, es decir, las tres cosas manejadas, gustadas y tocadas. son todas para destrucci�n)�lit., �est�n constituidas por su misma naturaleza para perecer (o destrucci�n por corrupci�n) en su uso�. o consunci�n. Por lo tanto, no pueden contaminar real y permanentemente al hombre ( Mateo 15:17; 1 Corintios 6:13). en conformidad a�Refiri�ndose a vv. 20, 21. Todas estas �ordenanzas� est�n en conformidad a mandamientos humanos, no divinos. doctrinas�Griego, �ense�anzas�. Traduce Alford, �sistemas� (doctrinales)
23. tienen�Griego, �est�n teniendo�; dando a entender la caracter�stica permanente que se supon�a que ten�an estas ordenanzas. culto voluntario�culto inventado arbitrariamente; culto ideado por la voluntad propia del hombre y no de Dios. Tan celoso es Dios del culto voluntario humano, que hiri� de muerte a Nadab y Abi� por quemar incienso extra�o ( Lev�tico 10:1). As� fu� herido de lepra Uzz�as por usurpar el puesto de sacerdote ( 2 Cr�nicas 26:16). El �culto voluntario� de Sa�l ( 1 Samuel 13:8), por el cual fu� condenado a perder su trono. Este �culto voluntario� es la contraparte de la �humildad voluntaria� (v. 18): los dos plausibles en apariencia, aqu�l pareciendo hacer en la religi�n a�n m�s de lo que Dios exige (como en los dogmas de las Iglesias Romana y Griega), pero en realidad poniendo a un lado la voluntad de Dios por la voluntad del hombre: �sta aparentemente humillando a uno mismo. mas en realidad orgullosa de la �humildad� voluntaria del hombre, mientras que virtualmente rechaza la dignidad de la comuni�n directa con Cristo, la Cabeza, adorando a los �ngeles. en duro trato del cuerpo��con severidad del cuerpo�. Parece que este ascetismo se apoyaba en la teor�a oriental de que la materia es la fuente del mal. Esto tambi�n parec�a plausible (v�ase 1 Corintios 9:27). no en alguna honra�del cuerpo. As� como el �duro trato del cuerpo� describ�a el ascetismo positivamente, as� esta cl�usula, negativamente. No pag�ndole nada de aquella �honra� que se debe al cuerpo como redimido por precio tal como la sangre de Cristo. No debemos degradarnos, sino tener una justa estimaci�n de nosotros mismos, no en nosotros mismos, sino en Cristo ( Hechos 13:46; 1 Corintios 3:21; 1 Corintios 6:15; 1 Corintios 7:23; 1 Corintios 12:23; 1 Tesalonicenses 4:4). La verdadera negaci�n de s� mismo estima el esp�ritu, y no las formas de la mortificaci�n asc�tica de s� mismo en �viandas que nunca aprovecharon a los que anduvieron en ellas� ( Hebreos 13:9), y es consecuente con el respeto, la �honra�, que pertenece al creyente como dedicado al Se�or. V�ase �vanamente�, v. 18. para el saciar de la carne�Esto expresa la verdadera tendencia de sus ordenanzas humanas de ascetismo corporal, humildad voluntaria y el culto a los �ngeles. Mientras que parecen negarse a s� mismos y al cuerpo, en realidad est�n mimando la carne. As� �el saciar de la carne� corresponde con �hinchado en el sentido de su propia carne� (v. 18), de modo que �carne� se usa en el sentido �tico, �la naturaleza carnal� como contraria a la espiritual; no en el sentido de �cuerpo�. El griego por �saciar� da a entender saciar hasta repleto, o al exceso. �El empacho del sentido carnal es tradici�n humana.� [Hilario Di�cono, citado por Bengel]. La tradici�n hincha; impide las percepciones celestiales. Rechazan la verdadera �honra�, para �saciar hasta repleto la carne�. Las ordenanzas que uno se impone, halagan la carne (es decir, la justicia propia), aunque parecen mortificarla.