Bible Commentaries
Daniel 12

Comentario Crítico y Explicativo de toda la BibliaComentario Crítico

Versículos 1-13

CAPITULO 12

Vv. 1-13. LA CONCLUSION DE LA VISION (Caps. 10 AL 12.) Y EL EPILOGO AL LIBRO. V�anse los vv. 4, 13, as� como los vv. 6, 7 se refieren al cap. 7:25, es decir, al tiempo del Anticristo, as� los vers�culos siguientes 8 a 12 tratan del tiempo de Ant�oco (v�ase v. 11 Corintios 11:31), as� colocando en una revista los dos grandes per�odos de tribulaci�n. La resurrecci�n pol�tica de los jud�os bajo los Macabeos, es el punto de partida de la transici�n a la resurrecci�n literal, que ha de seguir a la destrucci�n del Anticristo por la venida de Cristo en gloria. El lenguaje aqu� pasa del acontecimiento cercano al m�s lejano, al cual s�lo es del todo aplicable.

1. en aquel tiempot�picamente, hacia el fin del reinado de Ant�oco; antit�picamente, el tiempo cuando el Anticristo ha de ser destru�do con la venida de Cristo. Miguel�el �ngel guardi�n de Israel (�tu pueblo�), (cap. 10:13). Las transacciones sobre la tierra que afectan al pueblo de Dios, tienen sus correspondencias en el cielo, en el conflicto entre los �ngeles buenos y los �ngeles malos; as� en la �ltima gran contienda en la tierra, la cual ha de decidir la ascendencia del cristianismo ( Apocalipsis 12:7). Es un arc�ngel, no el Se�or Jes�s; porque se distingue del �Se�or� en Judas 1:9. ser� tiempo de angustia, cual nunca fu��parcialmente aplicable al tiempo de Ant�oco, quien fu� el primer subversor de la religi�n de los jud�os, y perseguidor de los que la profesaban, lo que no hab�a hecho otro poder mundial alguno. Esto es plenamente aplicable a los tiempos del Anticristo y sus persecuciones al Israel restaurado en Palestina. A Satan�s se le permitir� ejercer una energ�a sin estorbo, y sin paralelo ( Isa�as 26:20; Jeremias 30:7; Mateo 24:21; v�anse los caps. 8:24, 25; 11:36). ser� libertado tu pueblo�( Romanos 11:26). La misma liberaci�n de Israel como en Malaqu�as 13:8, �en el fuego la tercera parte � como se funde le plata�. El remanente en Israel ser� perdonado, como no hab�a tenido parte en la blasfemia anticristiana ( Apocalipsis 14:8); que no ha de confundirse con los que hayan confesado a Cristo antes de su venida, �las reliquias por la elecci�n de gracia� ( Romanos 11:5), parte de la iglesia de los primog�nitos, quienes tendr�n parte en su reinado milenial en cuerpos glorificados; las reliquias perdonadas ( Isa�as 10:21) conocer�n al Se�or Jes�s s�lo cuando lo vean y cuando el esp�ritu de gracia y suplicaci�n, sea derramado sobre ellos. [Tregelles.] escritos en el libro�el libro del prop�sito secreto de Dios, como destinados para liberaci�n (Salmo 56:8; Salmo 69:28; Lucas 10:20; Apocalipsis 20:15; Apocalipsis 21:27). Met�fora por la matr�cula de revista de los ciudadanos ( Nehem�as 7:5).

2. muchos de los que duermen��muchos de entre los que duermen � �stos para vida eterna; pero aqu�llos (los restantes que no se despierten en ese tiempo) ser�n para verg�enza�. [Tregelles.] No se trata de la resurrecci�n general, sino aqu�lla de los que tienen parte en la primera resurrecci�n; pues los restantes muertos no se levantar�n sino al fin de los mil a�os ( Apocalipsis 20:3, Apocalipsis 20:5; v�ase 1 Corintios 15:23; 1 Tesalonicenses 4:16). La resurrecci�n nacional de Israel y la primera resurrecci�n de los elegidos de Cristo, son igualmente asociadas con la venida del Se�or desde su lugar para castigar al mundo, en Isa�as 26:19, Isa�as 26:21; Isa�as 27:6; v�ase Isa�as 25:6. Los comentadores jud�os apoyan a Tregelles. Auberlen cree que el �nico prop�sito por el cual se introduce la resurrecci�n en este vers�culo, es un est�mulo a la perseverancia fiel en las persecuciones de Ant�oco; y que no hay conexi�n cronol�gica entre el tiempo de angustia en el v. 1 y la resurrecci�n en el v. 2; de ah� la frase, �en aquel tiempo�, aparece dos veces en el v. 1, pero que no fija el tiempo de los vv. 2, 3; pero 2Ma 7:9, 2Ma 7:14, 2Ma 7:23, muestra el fruto de esta profec�a, en animar a la madre macabea y sus hijos a desafiar la muerte, mientras confiesan la resurrecci�n en palabras como �stas aqu�. V�ase Hebreos 11:35. La idea de Newton de que �muchos� quiera decir todos, no es tan probable; porque Romanos 5:15, Romanos 5:19, que �l cita, no es el caso, puesto que el griego es �los muchos�, es decir, todos, pero no est� el art�culo en el hebreo aqu�. En el Antiguo Testamento s�lo aqu� se menciona �vida eterna�.

3. los entendidos�( Proverbios 11:30). Que responde a �los sabios� (cap. 11:33, 35), la misma palabra hebrea �maskilim�. Los israelitas que, en Jerusal�n, cuando la maldad llega al colmo, son hallados testigos inteligentes contra ella. As� como en aquel entonces aparec�an rendidos por las persecuciones (t�picamente, las de Ant�oco; antit�picamente, las del Anticristo), as� ahora en la resurrecci�n �resplandecer�n como el resplandor del firmamento�. El prop�sito de las aflicciones pasadas aqu� aparece como el de �hacerlos blancos� ( Mateo 13:43; Apocalipsis 7:9, Apocalipsis 7:14). ense�an a justicia�lit., �justifican�, es decir, convierten muchos a justicia por Cristo ( Santiago 5:20). estrellas�( 1 Corintios 15:41).

4. cierra las palabras y sella el libro�A Juan, por lo contrario, se le dice que no selle sus visiones ( Apocalipsis 22:10); porque las profec�as de Daniel se refieren a tiempo distante, y por lo tanto son obscuras para el porvenir inmediato, mientras que las de Juan hab�an de cumplirse presto ( Apocalipsis 1:1, Apocalipsis 1:3; Apocalipsis 22:6). Israel, a quien profetiz� Daniel despu�s de la cautividad, con celo prematuro busca se�ales del per�odo predicho: la profec�a de Daniel fu� propuesta para refrenar esto. La iglesia gentil, por el contrario, para quien escribi� Juan, necesita ser impresionada por lo corto del per�odo, tal como es, debido a su origen, propensa a conformarse con el mundo y a olvidar la venida del Se�or (v�ase Mateo 25:13, Mateo 25:19; Marco 13:32; 2 Pedro 3:8, 2 Pedro 3:12; Apocalipsis 22:20). pasar�n muchos�no se refiere, como piensan algunos, a la rapidez de la locomoci�n moderna, ni a los misioneros cristianos que van a predicar el evangelio al mundo, lo que admite dif�cilmente el contexto: mientras que ahora s�lo pocos se preocupan por esta profec�a de Dios, �al tiempo del fin�, es decir, al tiempo de su cumplimiento, �muchos pasar�n�, para escudri�arla, recorriendo todas sus p�ginas. V�ase Habacuc 2:2 [Calvino]; por esto �multiplicar�se la ciencia� (es decir, el prop�sito de Dios revelado en la profec�a). Esto probablemente se est� cumpliendo ahora.

5. Una vision de dos �ngeles m�s, uno de un lado del Hiddekel o Tigris, y el otro al otro lado, dando a entender que en todas partes los �ngeles atienden para ejecutar los mandatos de Dios. El �ngel que se dirige a Daniel, hab�a estado sobre el r�o �desde arriba� (v. 6, Margen).

6. uno�de los dos (v. 5). var�n vestido de lienzos�quien hab�a hablado hasta ahora. Dios impeli� al �ngel a preguntar, a fin de despertarnos de nuestro sopor, viendo que los mismos ��ngeles desean mirar en� las cosas que afectan la redenci�n del hombre ( 1 Pedro 1:12), como �sta manifiesta la gloria del Se�or de ellos y el nuestro ( Efesios 3:10). �Cu�ndo ser� el fin de estas maravillas?�La pregunta del �ngel se refiere a las obras finales de Dios en general, la derrota del Anticristo, y la resurrecci�n. La pregunta de Daniel (v. 8) se refiere al porvenir m�s inmediato de su naci�n. [Auberlen.]

7. alz� su diestra y su siniestra�generalmente se alzaba la mano derecha en afirmaci�n, como un recurso al cielo a confirmar la verdad ( Deuteronomio 32:40; Apocalipsis 10:5). Aqu� ambas manos son levantadas para una confirmaci�n m�s completa. tiempo, tiempos, y la mitad�(V�ase Nota, cap. 7:25). Refiriendo Newton esta profec�a a la apostas�a oriental, el mahometismo, comenta que el mismo per�odo de tres a�os y medio, o 1.260 d�as prof�ticos, est� indicado para la apostas�a occidental del cuerno peque�o (cap. 7:25), y as�, dice Prideaux, Mahoma empez� a forjar su impostura, retir�ndose a su cueva, en el a�o 606, el mismo a�o que Focas hizo la donaci�n al obispo de Roma, de donde �l asumi� el t�tulo, El Pastor Universal; el Anticristo con sus dos pies sobre la cristiandad, el uno en el oriente y el otro en el occidente. Tres a�os y medio es el tiempo del poder mundial, en el cual los reinos terrenales han de gobernar al reino celestial. [Auberlen.] �Tres y medio� representa la idea de prueba espiritual; (adem�s de este sentido simb�lico, hay sin duda un sentido cronol�gico exacto, el cual todav�a para nosotros es dudoso): es la mitad de �siete�, el n�mero completo, as� un estado semiperfecto, uno de probaci�n. La santa ciudad es hollada por los gentiles cuarenta y dos meses ( Apocalipsis 11:2), as� el ejercicio del poder por la bestia ( Apocalipsis 13:5). Los dos testigos predican en saco 1.260 d�as, y quedan insepultos tres d�as y medio: as� la mujer en el desierto: tambi�n por un per�odo de �un tiempo, tiempos y medio tiempo� ( Apocalipsis 11:3, Apocalipsis 11:9, Apocalipsis 11:11; Apocalipsis 12:6, Apocalipsis 12:14). Cuarenta y dos une la iglesia con Israel, cuya vacilaci�n en el desierto era de cuarenta y dos ( N�meros 33:1). El hambre y la sequ�a en Israel en d�as de El�as fueron durante �tres a�os y seis meses� ( Lucas 4:25; Santiago 5:17); el mismo per�odo como la persecuci�n de Ant�oco: as� el ministerio del Hombre de Dolores, el cual ces� en medio de una semana (cap. 9:27). [Wordsworth, Apocalipsis.] esparcimiento � del pueblo santo��se acabare� aqu� corresponde con �consumaci�n� (cap. 9:27), es decir, el �derramamiento� de las heces de la maldici�n sobre el �pueblo santo� �desolado�. La humillaci�n m�s baja de Israel (el completo �esparcimiento de su poder�) es la precursora de su exaltaci�n, puesto que lo lleva a buscar a su Dios y Mes�as ( Mateo 23:39).

8. no entend��Daniel �entendi� los rasgos principales de la visi�n acerca de Ant�oco (cap. 10:1, 14), pero no en cuanto a los tiempos. 1 Pedro 1:10 se refiere principalmente a Daniel, porque �l es quien predice �los sufrimientos de Cristo y la gloria que vendr�a despu�s�; �l es quien profetiza �no para s� mismo, sino a nosotros�; �l es quien �escudri�aba en qu� punto de tiempo significaba el Esp�ritu de Cristo en �l.�

9. El deseo de Daniel de saber m�s, es diferido �hasta el tiempo del cumplimiento�. El Apocalipsis de Juan, en parte revela lo que aqu� esta velado. (Nota, v. 4, y cap. 8:26).

10. No hay necesidad de una explicaci�n m�s completa en cuanto al tiempo; porque cuando las predicciones hasta aqu� dadas, tengan cumplimiento, los piadosos ser�n �purificados� por las tribulaciones profetizadas, y entender�n que el fin est� cerca, pero los malvados no entender�n, y as� se lanzar�n a su propia ruina (cap. 11:33-35). [Maurer.] El �fin� es primeramente el fin de la persecuci�n de Ant�oco; antit�picamente, el fin de la persecuci�n del Anticristo. Es la misma claridad en general, lo que hace necesaria la obscuridad. El cumplimiento del decreto de Dios no es un simple problema que entiendan los profanos por medio de c�lculos aritm�ticos, sino un enigma santo para estimular una observancia fiel de las obras de Dios, y un estudio diligente de la historia del pueblo de Dios. [Auberlen.] A esto se refiere Cristo ( Mateo 24:15): �El que lee, entienda�.

11. desde el tiempo � quitado el continuo sacrificio hasta la abominaci�n�(Cap. 11:31). En cuanto a esta �poca, que probablemente es germinante y m�ltiple; la profanaci�n del templo por Ant�oco (en el mes Ijar del a�o 145 a. de J. C. hasta la restauraci�n del culto por Judas Macabeo el d�a 25 del mes noveno (Chisleu) del a�o 148, seg�n la era seleucida, 1.290 d�as; pasaron 45 d�as m�s antes que muriera Ant�oco en el mes Shebat de 148, terminando as� las calamidades de los jud�os [Maurer]; por la Roma pagana, despu�s de la muerte de Cristo; por Mahoma; por el Anticristo, la culminaci�n de la Roma ap�stata. La �abominaci�n� tiene que llegar a su colmo (v�ase la traducci�n de Auberlen, �c�spide�, cap. 9:27), y est� llena la medida de la iniquidad, antes que venga Cristo. mil doscientos y noventa d�as�un mes m�s all� del �tiempo, tiempos y mitad de tiempo� (v. 7). En el v. 12 son agregados cuarenta y cinco m�s, en todo 1.335. Tregelles cree que Jes�s en su venida libertar� a los jud�os. Transcurre un intervalo, en el cual sus conciencias son despertadas para el arrepentimiento y fe en �l. Transcurre un segundo intervalo, en el cual los proscritos de Israel son juntados, y entonces suceder� la bendici�n unida. Estas etapas son se�aladas por los 1.260 d�as, los 1.290 y los 1.335. Cumming cree que los 1.260 a�os, empiezan cuando Justiniano someti� a las iglesias orientales a Juan II, obispo de Roma; terminando en 1.792 cuando fu� establecido el c�digo de Napole�n y el papa deshonrado. 1.290 llegan hasta 1.822. como el tiempo de la decadencia del poder�o turco, sucesor a Grecia en el imperio del oriente. Cuarenta y cinco a�os m�s terminan en 1.867, el fin de �los tiempos de los gentiles�. V�ase Lev�tico 26:24. �siete veces�, es decir 7 veces 360, o sea 2.520 a�os: 652 a. de J. C., es la fecha de la cautividad de Jud�, empezando bajo Manas�s; 2.520 a�os desde esta fecha terminan en 1.868, armonizando as� casi con la fecha anterior, 1.867. V�ase Nota tambi�n cap. 8:14. El s�ptimo milenio del mundo [Clinton] empieza en 1.862. Siete a�os agregados a 1869 (la fecha del segundo advenimiento) constituye el reinado del Anticristo personal; en los �ltimos tres y medio, el per�odo de la tribulaci�n final, Enoc (o si no, Mois�s) y El�as, los dos testigos, profetizan en saco. Esta teor�a es muy dudosa (v�ase Mateo 24:36; Hechos 1:7; 1 Tesalonicenses 5:2; 2 Pedro 3:10); sin embargo s�lo el acontecimiento podr� decir si estas coincidencias cronol�gicas de tales teor�as son casuales, o son datos firmes para fijar los tiempos futuros. Hales hace que los per�odos 1.330, 1.290 y 1.335, empiecen con la destrucci�n de Jerusal�n por los romanos y que terminen con la aurora precursora de la Reforma, la predicaci�n por Wycliffe y Huss.

13. reposar�s�en el sepulcro ( Job 3:17; Isa�as 57:2). Daniel, como su pueblo Israel, hab�a de esperar paciente y confiadamente la bendici�n para el tiempo que Dios eligiera. El �no recibi� la promesa�, pero tuvo que esperar, hasta que los santos cristianos elegidos fuesen tra�dos en la primera resurrecci�n, para que �l y otros santos del Antiguo Testamento �no fuesen perfeccionados sin nosotros� ( Hebreos 11:40). te levantar�s�dando a entender justificaci�n para vida, como contraria a la condenaci�n (Salmo 1:5). su suerte�figura tomada de la distribuci�n de la Cana�n terrenal.

Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Daniel 12". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfb/daniel-12.html. 1871-8.