Lectionary Calendar
Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia Comentario Crítico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Deuteronomy 31". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfb/deuteronomy-31.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Deuteronomy 31". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://beta.studylight.org/
Versículos 1-30
MOISES ALIENTA AL PUEBLO Y A JOSUE.
1. fu� Mois�s y habl��Es posible que esta repetici�n de la ley se extendiera por varios d�as; y puede ser que el �ltimo d�a y el m�s importante, cuando el regreso de Mois�s al lugar de reuni�n se relate aqu� especialmente. Al traer su discurso a una terminaci�n, se refer�s a su edad avanzada; y aunque ni sus poderes f�sicos ni los intelectuales hab�an sufrido ning�n decaimiento (cap. 34:7), sin embargo, �l sab�a por una revelaci�n especial, que el tiempo hab�a llegado cuando �l estaba por ser retirado de la superintendencia y gobierno de Israel.
2-8. a m�s de esto Jehov� me ha dicho�deber�a ser �porque Jehov� me ha dicho� que t� no pasar�s entre Jord�n. Mientras se desped�a solemnemente del pueblo, les exhortaba a no ser intimidados por la oposici�n amenazadora de enemigos; a tomar aliento por la presencia continua de su Dios pactado a descansar asegurados de que el mismo poder divino que les hab�a permitido deshacer los primeros ataques al este del Jord�n, les ayudar�a no menos eficazmente en la empresa valerosa que estaban por acometer, y por medio de la cual obtendr�an posesi�n de �la tierra que jur� Jehov� a sus padres que les hab�a de dar�.
9-13. ENTREGA LA LEY A LOS SACERDOTES PARA QUE LEAN AL PUEBLO CADA SEPTIMO A�O.
9. escribi� Mois�s esta ley, y di�la a los sacerdotes�La ley as� escrita era o todo el libro de Deuteronomio, o la parte importante del mismo contenida entre los cap�tulos ventisiete y treinta. Era costumbre en casos de contratos p�blicos o privados que se hicieran dos ejemplares del acuerdo que se ten�a, un ejemplar era depositado en el archivo nacional o en alg�n lugar seguro para referencia, para cuando requiriesen las circunstancias; y el otro se quedaba en manos de las partes contratantes. (Jeremias 32:12). Se sigui� el mismo plan en esta renovaci�n del pacto entre Dios e Israel. Dos ejemplares escritos fueron preparados, uno de los cuales fu� entregado a los representantes p�blicos de Israel, es decir, a los sacerdotes y ancianos. los sacerdotes � que llevaban el arca del pacto�En todos los viajes ordinarios, era el deber com�n de los levitas el llevar el arca y sus muebles ( N�meros 4:15); pero en ocasiones solemnes y extraordinarias, aquella funci�n era cumplida por los sacerdotes. ( Josu� 3:3; Josu� 6:6; 1 Cr�nicas 15:11). todos los ancianos de Israel�Eran ayudantes de los sacerdotes y sobreveedores en el cuidado de la conservaci�n, repetici�n y observancia de la ley.
10-11. Al cabo del s�ptimo a�o � leer�s esta ley delante de todo Israel�A la vuelta del a�o sab�tico, y durante la fiesta de los tabern�culos, la ley era le�da p�blicamente. Esta orden de Mois�s fu� para un arreglo futuro y en perspectiva, porque la observancia del a�o sab�tico no empez� sino despu�s de la conquista y la ocupaci�n pac�fica de Cana�n. La ordenanza era �til para varios prop�sitos importantes. Porque, mientras que el pueblo ten�a oportunidad de ser instru�do en la ley cada s�bado, y diariamente en sus propios hogares, esta repetici�n p�blica peri�dica, en las reuniones en los atrios del santuario, donde las mujeres y los ni�os de doce a�os estaban presentes, como sol�an hacer en las grandes fiestas, era capaz de producir impresiones buenas y piadosas de la verdad divina en medio de las asociaciones sagradas del tiempo y lugar; adem�s, formaba una garant�a p�blica para la conservaci�n, integridad y fiel transmisi�n del Libro Sagrado a �pocas sucesivas.
14, 15. dijo Jehov� a Mois�s � llama a Josu�, y esperad en el tabern�culo del testimonio�Josu� ya hab�a sido designado p�blicamente por Mois�s al puesto de comandante; y Dios se complac�a en confirmar su nombramiento por s�mbolos visibles de su presencia y aprobaci�n. Como s�lo los sacerdotes ten�an el privilegio de entrar al santuario, es probable que esta manifestaci�n significativa de la columna de nube fuera hecha mientras los dirigentes estaban a la puerta del tabern�culo.
16-22. Jehvo� dijo a Mois�s:� este pueblo se levantar��En esta entrevista notable, Mois�s fu� claramente informado de la infidelidad de Israel, de la corrupci�n de la verdadera religi�n mediante el trato con los habitantes idol�tricos de Cana�n ( Am�s 5:26), y de sus castigos en consecuencia de aquella apostas�a.
17. mi furor se encender� � y esconder� de ellos mi rostro�Un anuncio del retiro del favor y la protecci�n divinos de los que la �Shekina� era s�mbolo y garant�a. Nunca apareci� en el segundo templo; y su desaparici�n fu� el preludio de �todos estos males que vinieron sobre ellos porque su Dios no estaba en medio de ellos�.
19. Ahora, pues, escrib�os este c�ntico�Los c�nticos nacionales se graban profundamente en la memoria, y tienen una influencia poderosa para conmover los sentimientos m�s profundos de un pueblo; y de acuerdo con este principio en la naturaleza humana, se mand� que un c�ntico fuese escrito por Mois�s, sin duda bajo la inspiraci�n divina, que ten�a que ser aprendido por los israelitas mismos, y ense�ado a sus hijos en cada �poca, c�ntico que incorporara la sustancia de los discursos anteriores, y de un tenor bien adecuado para inspirar la mente popular con un sentido poderoso del favor de Dios para con su naci�n
26. Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca�El segundo ejemplar de la ley (v�ase v. 9) fu� depositado para mayor seguridad y con reverencia en una cajita al lado del arca del pacto, porque no hab�a nada dentro de ella sino las tablas de piedra. ( 1 Reyes 8:9). Otros creen que fu� puesto dentro del arca, estando cierto, por el testimonio de Pablo ( Hebreos 9:4), que alguna vez hab�a otras cosas en el arca, y que �ste fu� el ejemplar hallado en tiempo de Jos�as. ( 2 Reyes 22:8).