Bible Commentaries
Job 1

Comentario Crítico y Explicativo de toda la BibliaComentario Crítico

Versículos 1-22

LA SANTIDAD DE JOB, SU RIQUEZA, etc.

1. Hus�en el norte de la Arabia Des�rtica, hacia el Eufrates; fu� en esta regi�n, y no en la de Idumea, donde viv�an los caldeos y sabeos que robaron a Job. Los �rabes dividen su pa�s en el norte, llamado sham, o sea, �la izquierda�, y el sur, llamado Yemen, o �la derecha�: porque ellos daban la cara hacia el este, as� que el norte estaba a su izquierda y el sur a su derecha. La Arabia Des�rtica estaba en el este. la Arabia P�trea en el oeste, y la Arabia Feliz en el sur. Job�El nombre viene de una palabra �rabe que significa volver, eso es, a Dios, arrepentirse, referente a su fin (Eichorn), o m�s bien de un vocablo hebreo que significa uno en quien se deja ver la enemistad, grandemente probada. (Gesenius). Muchas veces se daban nombres significativos a hebreos, sugeridos por eventos posteriores de la vida (cf. Isa�as 8:18; G�nesis 4:2. Abel: alimentador de ovejas). As� el emir de Hus por consentimiento com�n fu� llamado Job, a causa de sus pruebas. La �nica otra persona as� llamada era un hijo de Isacar ( G�nesis 46:13). perfecto�no de perfecci�n absoluta, sin fallas (cf. 9:20; Eclesiast�s 7:20), sino la integridad, la sinceridad, la compatibilidad en el todo, en todas las relaciones de la vida ( G�nesis 6:9; G�nesis 17:1; Proverbios 10:9; Mateo 5:48). Fu� el temor de Dios lo que le preserv� de lo malo ( Proverbios 8:13).

3. asnas�muy preciadas por la leche, y no como bestia de cabalgar ( Jueces 5:10). No se mencionan casas ni tierras entre los bienes del emir, puesto que los n�madas viven en tiendas transportables, y principalmente del pastoreo, y el derecho a los campos no era un privilegio de los individuos. Las �quinientas yuntas de bueyes�, sin embargo, dan a entender que Job labrara la tierra. Tambi�n parece que pose�a una casa en el pueblo, a este respecto difer�a de los dem�s patriarcas. Los camellos se llaman los barcos del desierto, de especial valor para las caravanas, por cuanto pod�an beber suficiente cantidad de agua que les bastaba para d�as, y pastaban de muy pocos abrojos y espinos. much�simos criados�Cf. �grande apero�, G�nesis 26:14. La otra acepci�n que el hebreo admite, �labranza�, no es tan probable. los orientales�Denota en la Escritura aquellos que viv�an al este de Palestina, como las gentes de la Arabia Des�rtica septentrional ( Jueces 6:3; Ezequiel 25:4).

4. cada uno en su d�a�es decir, en su cumplea�os ( Ezequiel 3:1). Sugiere el amor y la armon�a reinantes entre los miembros de la familia, en contraste con la ruina que pronto puso fin a tal escena de felicidad. Se especifican las hermanas, puesto que estas fiestas no eran para org�as, lo que hauiera sido incompatible con la presencia de hermanas. Estas eran invitadas por los hermanos, aunque no daban invitaciones ellas a su vez.

5. habiendo pasado en turno�al fin de todos los cumplea�os colectivamente, cumplido el c�rculo de banquetes por todas las familias. Job � santific�balos�Por la ofrenda de tantos holocaustos expiatorios cuantos hijos ten�a ( Lev�tico 1:4). Esto se hac�a de ma�ana ( G�nesis 22:3; Lev�tico 6:12). As� Jes�s sol�a hacer sus devociones tempranito (Marco 1:35). El holocausto, o sea, la ofrenda quemada, era ofrecido (lit., se hac�a ascender, con referencia al humo que asced�a al cielo) por cada padre de familia, que obraba como sacerdote en favor de su familia. blasfemado a Dios�El mismo vocablo hebreo significa maldecir, y bendecir; Gesenius dice que el sentido original es de arrodillarse, y as� vino a significar hincarse para invocar o una bendici�n o una maldici�n. La maldici�n es una perversi�n de la bendici�n, como todo pecado lo es de la bondad. El pecado es una degeneraci�n, no una generaci�n. No es probable, sin embargo, que Job temiera la posibilidad de que sus hijos maldijesen a Dios. Parece suficiente el sentido de despedirse, derivado de la acostumbrada bendici�n al separarse ( G�nesis 47:10). De modo que traduce Umbreit: �� y habr�n echado a Dios de sus corazones�, es decir, en medio del �xtasis de placer ( Proverbios 20:1). Este hecho ilustra el �temor de Dios� que ten�a Job (v. 1).

Vers. 6-12. SATANAS, PRESENTANDOSE ANTE DIOS, ACUSA FALSAMENTE A JOB.

6. los hijos de Dios�Angeles ( Proverbios 38:7; 1 Reyes 22:19). Se presentan para dar cuenta de su �ministerio� en otras partes del universo ( Hebreos 1:14). Jehov�Versi�n Inglesa: �el Se�or�: �Jehov�, el autoexistente Dios, fiel a sus promesas. Dios dice ( �xodo 6:3) que �l no era conocido por este nombre a los patriarcas. Pero, como el nombre aparece previamente en G�nesis 2:7, etc., lo que quiere decir que no era conocido este nombre sino hasta el tiempo de la liberaci�n de Israel que fu� conocido peculiar y p�blicamente en el car�cter que representa este nombre, a saber, quien hace ser las cosas, cumpliendo las promesas hechas a los antecesores de ellos. La aparici�n de este nombre, pues, aqu�, no es objeci�n contra la antig�edad del libro de Job. Sat�n�fu� extensamente divulgada la tradici�n de que �l hab�a sido el agente en la tentaci�n de Ad�n. Por tanto se da el nombre de �l aqu� sin comentario. El sentimiento con que contempla a Job es similar a aquel con que miraba a Ad�n en el para�so: animado por su �xito en el caso de uno a�n no ca�do en pecado, �l est� seguro de que la piedad de Job, quien pertenece a la raza ca�da, no resistir� a la prueba. El mismo hab�a ca�do ( G�nesis 4:19; G�nesis 15:15; Judas 1:6). Es en el libro de Job donde por vez primera el nombre de Santan�s aparece: significa en el hebreo uno que acecha; un adversario en la corte de justicia ( 1 Cr�nicas 21:1; Salmo 109:6; Malaqu�as 3:1); el acusador ( Apocalipsis 12:10). El tien de su parte la ley de Dios por el pecado del hombre, y en contra del hombre. Pero Jesucristo ha cumplido la ley por nosotros; la justicia est� de nuevo de parte del hombre en contra de Satan�s ( Isa�as 42:21): de modo que Jesucristo puede interceder como nuestro Abogado contra el adversario ( Romanos 8:33). Diablo es el nombre griego: el calumniador, o acusador. El est� sujeto a Dios, quien usa el ministerio de �l para castigar al hombre. En el �rabe, Sat�n se aplica a menudo a la serpiente ( G�nesis 3:1). Se le llama Pr�ncipe de este mundo ( Juan 12:31); el dios de este mundo ( 2 Corintios 4:4); Pr�ncipe de las potestades del aire ( Efesios 2:2). Dios aqu� le interroga, a fin de justificar sus propios caminos, delante de los �ngeles.

7. rodear la tierrayendo r�pidamente de ac� para all�. La idea original en el �rabe es la vehemencia de la prisa ( 1 Pedro 5:8; Mateo 12:43). Satan�s parece haber tenido alguna conexi�n peculiar con esta tierra. Tal vez era anteriormente el gobernador de ella bajo Dios. El hombre hered� este virreinato ( G�nesis 1:26; Salmo 8:6). El hombre lo perdi�, y Satan�s lleg� a ser el Pr�ncipe de este mundo. El Hijo del hombre (Salmo 8:4), el hombre representativo, redime la herencia perdida ( Apocalipsis 11:15). Las r�plicas de Satan�s son caracter�sticamente cortas. Cuando aparecen los �ngeles ante Dios, Satan�s est� entre ellos, as� como hubo un Judas entre los ap�stoles.

8. considerado�puesto tu coraz�n�, considerado atentamente. Ning�n siervo fiel de Dios escapa del ojo del Adversario de Dios.

9. �Teme Job a Dios de balde?�Es una caracter�stica de los hijos de Satan�s mofarse de uno y no creer que haya una piedad desinteresada. �La recompensa� de Dios para su pueblo no consiste tanto en sus dones como en la daci�n del mismo Dios, ( G�nesis 15:1).

10. su hacienda ha crecidoLit., extendido como una inundaci�n; los ganados de Job cubr�an la faz del pa�s.

11. te blasfema en tu rostro�En ant�tesis a la alabanza de Dios a Job (v. 8), �temeroso de Dios.� Las palabras de Satan�s son demasiado ver�dicas respecto a muchos. Quitarles la prosperidad es quitarles su religi�n ( Malaqu�as 3:14).

12. est� en tu mano�Ning�n poder tiene Satan�s contra el hombre mientras Dios se lo da. Dios no quiere tocar a Job con la mano, aun cuando Satan�s pide que lo haga (v. 11, �tu mano�), sino que permite que el enemigo lo haga.

Vers. 13-22. JOB, EN AFLICCION, BENDICE A DIOS, etc.

13. vino�no especificado en el v. 4. La alegr�a motivada por el vino aqu� contrasta tanto m�s tristemente con la alarma que la interrumpi�.

14. las asnas paciendo�Cuadro destacado del reposo rural y la paz; tanto m�s horrible, pues, por contraste es el ataque repentino de los pilladores �rabes.

15. los sabeos�No aquellos dr la Arabia Feliz, sino los de la Des�rtica, descendientes de Sheba, el nieto de Abraham y Cetura ( G�nesis 25:3). Los �rabes beduinos de la actualidad se parecen, en costumbres merodeadoras, a estos sabeos (cf. G�nesis 16:12). solamente escap� yo�astutamente tramado por Sat�n. Uno en cada caso escapa (vers. 16, 17, 19), para llevar la misma clase de noticia. Esto fu� para aplastar a Job, sin dejarle tiempo para recobrarse de la r�pida sucesi�n de calamidades: �los infortunios nunca vienen solos.�

16. Fuego de Dios�Hebra�smo, que significa un fuego fuerte: como cedros de Dios, cedros alt�simos. No el rel�mpago, que no hubiera consumido todas las ovejas y los mozos. Umbreit entiende que era el viento abrasador de Arabia, llamado por los turcos �viento de veneno�. Al �pr�ncipe de las potestades del aire� se le permite tener la direcci�n de tales agencias destructivas.

17. Los caldeos�No meramente robadores como los sabeos, sino guerreros experimentados, como se entiende por cuanto formaron �tres escuadrones� ( Habacuc 1:6). Rawlinson distingue tres per�odos de los caldeos: 1. Cuando el asiento de su Imperio estaba en el sur, en la confluencia del Tigris y Eufrates. Fu� este per�odo caldaico desde el a�o 2300 hasta el 1500 antes de Cristo. En este per�odo estuvo Quedorlaomer (G�nesis 14), el Kudur de Ur de los caldeos, en las inscripciones asirias, y el conquistador de Siria. 2. de 1500 a 625 a. de J. C. el per�odo asirio. 3. Del 625 a 538 a. de J. C. (cuando Ciro el persa tom� a Babilonia) el per�odo babil�nico. Los caldeos en el hebreo: Chasdim. Eran parientes, acaso, de los hebreos, como infieren la morada de Abraham en Ur y el nombre de su sobrino, Chesed. Los tres escuadrones fueron probablemente para atacar los tres millares separados de camellos de Job (v. 3).

19. gran viento � del lado del desierto�del sur de la casa de Job. El hurac�n se mov�a tanto m�s violentamente sobre el desierto, por no ser all� interrumpido ( Isa�as 21:1; Oseas 13:15). los mozos�y las mozas, por cuanto se inclu�a a las hijas (as� en Rut 2:21).

20. Job se levant��No precisamente de estar sentado, sino que se refiere a la perturbaci�n interna, y al comienzo de tomar alguna acci�n. Hab�a escuchado con calma a los otros mensajeros, pero al saber de la muerte de sus hijos, entonces se levant�: o como Eichorn traduce, comenz� a moverse ( 2 Samuel 13:31). Rasgar el manto era se�al convencional de profundo dolor ( G�nesis 37:34). Los orientales llevan una t�nica, o camisa, y pantalones anchos; y sobre �stos un manto ondeante (especialmente los hombres de categor�a y las mujeres). Afeitar la cabeza era tambi�n com�n en el duelo (Jeremias 41:5; Miqueas 1:16).

21. desnudo�( 1 Timoteo 6:7.) �Vientre de la madre� es po�ticamente la tierra, la madre universal ( Eclesiast�s 5:15; Eclesiast�s 12:7; Salmo 139:15). Job aqu� pone por obra la declaraci�n de Dios (v. 8), en oposici�n a la de Satan�s (v. 11). En vez de maldecirlo, bendice el nombre de JEHOVA. El nombre de Jehov� es Jehov� mismo, como se manifiesta a nosotros en sus atributos ( Isa�as 9:6).

22. ni atribuy� a Dios desprop�sito�M�s bien, no se permiti� cometer locura contra Dios. (Umbreit.) El 2:10 prueba que tal es el sentido aqu�. No como la expresi�n marginal inglesa: no atribuy� locura a Dios. Palabras precipitadas contra Dios, si bien naturales en la amargura, son insensatez; lit., cosa ins�pida, sin sabor (6:6; Jeremias 23:13 marginal.) La insensatez (�desprop�sito�) en la Escritura es siempre equivalente a iniquidad. Porque cuando el hombre peca, es a s� mismo, no a Dios, a quien perjudica ( Proverbios 8:36). Debemos someternos a las pruebas, no porque veamos la raz�n de ellas, ni como que fueran asuntos de la casualidad, sino porque Dios las determina o las permite, y tiene el derecho a enviarlas, y tiene �l sus propias razones buenas de envi�rnoslas.

Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Job 1". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfb/job-1.html. 1871-8.