Bible Commentaries
Job 39

Comentario Crítico y Explicativo de toda la BibliaComentario Crítico

Versículos 1-30

CAPITULO 39

1. (La Versi�n Inglesa comienza el cap. 39 con el v. 4, ��Sabes �� TRA.) Desde �ste hasta el v. 33, se trata de los instintos de animales. �Eres t� el que le diste instinto de cazar la presa? (Salmo 104:21). hambreLit., vida: la que depende del hambre, o mejor, apetito (Salmo 33:20).

2. acechar�a la presa (Salmo 10:9).

3. Lucas 12:24; La transici�n de la noble leona hasta el cuervo graznador. Aunque al hombre repugna, como mal ag�ero, Dios cuida de �l, as� como de todas sus criaturas.

4. Aun las fieras, alejadas de todo cuidado del hombre, gozan el cuidado de Dios en sus tiempos de mayor necesidad. Su instinto viene directamente de Dios, y las dirige a socorrerse en ti�mpo del parto: ocasi�n misma cuando el ganadero tiene el mayor cuidado de su ganado. cabras monteses�El �bice (Salmo 104:18; 1 Samuel 24:3). ciervas�cervatos; los animales m�s t�midos e indefensos, pero cuidados por Dios.

5. Paren con toda facilidad, y no necesitan calcular los meses de pre�ez, como el pastor en caso de sus reba�os.

6. Enc�rvanse�en la obra de parir; caen de rodillas ( 1 Samuel 4:19). SalirLit., hacen que la cr�a abra la matriz y salga. dolores�su cr�a, la causa de sus dolores moment�neos.

7. sanos�En buena condici�n, crecen fuertes. con el pasto�M�s bien, en el campo, sin el cuidado del hombre. no vuelven�Siendo capaces para cuidar de s� mismos.

8. asno mont�s�Dos palabras hebreas distintas se usan aqu� por el mismo animal, el asna de los bosques, y el asna salvaje. (Nota, 1 Samuel 6:5; 1 Samuel 11:12; 1 Samuel 24:5; Jeremias 2:24.) solt� sus ataduras�di�les libertad. El hombre puede robar la libertad a los animales, pero no darles, como Dios, la libertad, junto con la subordinaci�n de leyes fijas.

9. est�rilesLit., sal, eso es, infructuosos. (As� la marginal, Salmo 107:34.)

10. multitud�M�s bien, el ruido: no le hace caso, estando lejos del vaiv�n en la libertad del desierto. arriero�que arrea con l�tigo al asno dom�stico. El asno mont�s es s�mbolo en oriente de la libertad no ingobernada. Aun a reyes se les ha aplicado este nombre.

11. lo ocultoLit., el escudri�ar, lo que encuentra con buscar

12. unicornio�Plinio, Historia Natural 8:21, menciona tal animal; su figura se halla dibujada en las ruinas de Pers�polis. El hebreo �reem� da la idea de altivez y poder (cf. Ramah, el �ndico Ram, el latino Roma). El rinoceronte es acaso el tipo original del unicornio. Al ar�bigo �rim� es un animal bicorne. A veces �unicornio� o reem no es sino un s�mbolo po�tico o una abstracci�n; pero el b�falo es el animal aqu� referido, por el contraste con el buey dom�stico, usado para arar (v. 13, 15). quedar�pasar la noche. pesebre�( Isa�as 1:3.).

13. su coyunda�at�dle a las guampas, o cuerna, pues su mayor fuerza est� en la cabeza y los hombros. en pos de ti�obediente a ti; dispuesto a seguir, en lugar de ser picaneado o aguijoneado delante de ti.

14. labor�r�stica; labranza.

15. simiente�la cosecha, producto ( 1 Samuel 8:15). era�M�s bien, juntar� el contenido de tu era; lugar de la trilla. (Maurer)

16. alas y plumas al avestruz�M�s bien, �hermosas alas de la hembra del avestruz�; lit., el ave llorona; pues su nombre ar�bico significa canto; con referencia a sus gritos nocturnos, 1 Samuel 30:29; Miqueas 1:8, que vibran gozosamente. �No son como las alas y plumas del ave piadosa (la cig�e�a)? (Umbreit.) La vibrante ala temblorosa, que sirve a la vez de vela y remo, es caracter�stica del avestruz en pleno correr. Sus plumas de cola y alas blancas y negras son como las de cig�e�a. Pero, desemejante a dicha ave, s�mbolo del amor paterno en el oriente, parece carecer de ese natural (�piadoso�) afecto, pues abandona a su cr�a. Ambas aves se denominan por nombres po�ticos descriptivos en vez de sus usuales.

17. Pero (no como la cig�e�a) desampara sus huevos. Por tanto los �rabes la llaman la imp�a. Sin embargo, la verdad es que los pone con mucho cuidado y los empolla, como las dem�s aves; pero en pa�ses c�lidos los huevos no necesitan de incubaci�n constante; por tanto los deja, y a veces olvida el lugar al volver; adem�s los huevos externos del nido son para alimento, y los da de comer a los pollitos; estos huevos, apartados en la arena, expuestos al sol, dieron origen a la idea de que ella los abandonaba del todo. Dios la describe tal cual ella parece al hombre; dando a entender que aunque parece fatuamente descuidar a su cr�a, en verdad es guiada por un instinto seguro de parte de Dios, tanto como los animales de instintos muy distintos.

19. Al menor ruido muchas veces abandona sus huevos y no vuelve, como si �se endureciese para con sus hijos�. su trabajo�de poner huevos haya sido en vano; sin embargo no se inquieta por ellos. Diferente de otras aves, si se le quita uno y otro huevo, seguir� poniendo hasta que se cumpla el n�mero pleno.

20. sabidur�a�tal como la que Dios da a otros animales, y al hombre ( Miqueas 35:11). La par�bola ar�bica es: �fatuo como el avestruz�. Sin embargo su aparente falta de sabidur�a no es sin el prop�sito sapiente de Dios, aunque el hombre no lo echa de ver; as� como en las pruebas de los piadosos, que a Job parecen ser tan irrazonables, hay escondido un sabio prop�sito.

21. Pese a sus deficiencias, ella tiene excelencias que la distinguen. se levanta�para correr; no puede volar por el aire. Gesenius traduce: se azota para su carrera batiendo las alas. Versiones m�s antiguas favorecen la Versi�n Inglesa, y el paralelo �b�rlase� corresponde a �en alto� (arrogantemente).

22. La alusi�n al �caballo�, v. 21, sugiere la descripci�n de �l. Los poetas �rabes se deleitan en alabar al caballo; sin embargo no se le menciona entre las posesiones de Job (caps. 1 y 42). Parece que en aquel entonces se empleaban principalmente para fines guerreros m�s bien que para los dom�sticos. relincho��trueno� (V. Inglesa): po�ticamente por: �cerviz arqueada inspira temor cual trueno.� (Umbreit.) M�s bien: �el ondulante crin tembloroso�, que corresponde al batir de alas (Nota v. 16) Maurer. Crin en el griego tambi�n es de una ra�z que significa temor.

23. intimidar�s�M�s bien: ��Puedes t� (como yo) hacerle saltar como langosta?� As� en Joel 2:4 la comparaci�n es entre langostas y caballos de guerra. Las cabezas de ellas y ellos son tan parecidas que los italianos llaman cavaletta, �caballito�, a la langosta.

24. tierra��el valle�, donde se hace la batalla. Sale�( N�meros 1:3; N�meros 21:23).

26. aljaba�por las saetas en la misma, que se dirigen �contra �l�. hierro de la lanzalit., el brillo de la lanza, como �rel�mpago de la lanza� ( Habacuc 3:11). pica�o jabalina.

27. escarbaLit., se traga: pateando de enojo e impaciencia, arrastra la tierra hacia s�, como si la tragara. El paralelismo ense�a que tal es el sentido: no como Maurer: �se desliza por encima de ella�. sin importarle�M�s bien, ni se queda quieto cuando (oye) el sonido de la bocina.

28. Antes como que dice�Mejor: �Dice�: po�ticamente aplicado a su fogoso relincho, por el cual demuestra su amor a la batalla. huele�resoplando; discierne (marginal, Isa�as 11:3). el grito�estent�reo.

29. El instinto, por el cual algunas aves migran a climas m�s c�lidos en el invierno. El vuelo r�pido peculiarmente caracteriza a todo el g�nero del gavil�n

30. �guila�Remonta m�s que todas las aves; por tanto se le llama el ave de los cielos.

31. habita�en seguro (Salmo 91:1). habita en el mismo sitio casi por toda la vida. cumbreLit., diente (marginal, 1 Samuel 14:5). Roca�Ciudadela, fortaleza.

32. observan�el �guila avista la presa desde una distancia asombrosa, m�s bien que localizarla por el olfato.

33. Citado en parte por el Se�or Jes�s ( Mateo 24:28). El alimento de los aguilitos es la sangre de las v�ctimas tra�da por los padres, mientras son muy j�venes para comer la carne. cad�veres�como el buitre se alimenta mayormente de cuerpos muertos, es probable que se le incluya en el g�nero del �guila.

34. (Aqu� empieza el cap. cuarenta en la Versi�n Inglesa. Tra.) Respondi� Jehov��despu�s de una pausa, Job quedando callado.

35. el que disputa�Como Job muchas veces expres� el deseo de hacer. O bien, reprende. �Desea Job todav�a (habiendo visto y o�do la majestad y sabidur�a de Dios) corregirle? responda�a las preguntas que le acabo de hacer.

36. Jehov��as� el hebreo.

37. Soy (demasiado) vil (para responder). Es una cosa tan diferente vindicarnos delante de Dios de vindicarnos ante los hombres. Esto pod�a hacer Job, mas no aquello. mano � sobre mi boca�Ning�n pedido tengo que hacer ( Mateo 21:5; Jueces 18:19).

38. una vez � dos vecesMuchas veces, m�s de una vez ( Jueces 33:14, cf. con 29; Salmo 62:11): �He hablado�, eso es, contra Dios. no tornar� ��No pleitear� m�s contra ti.

Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Job 39". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfb/job-39.html. 1871-8.