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Bible Commentaries
Salmos 22

Comentario Crítico y Explicativo de toda la BibliaComentario Crítico

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Versículos 1-31

Salmo 22

Las obscuras palabras Ajeleth-sahar de esta inscripci�n tienen varias explicaciones. La mayoria de los int�rpretes concuerdan en traducirlas por �la cierva de la ma�ana�. 11. Pero existe gran diferencia en cuanto al sentido de estas palabras. Opinan algunos (cf. el Salmo 9) que forman el nombre de la tonada a la cual se le acomodaron estas palabras; otros, que es el nombre de un instrumento musical. Acaso es mejor la opini�n de que la frase expresa enigm�ticamente el tema�el afligido se asemeja a la cierva que en la madrugada es perseguida por el cazador�o que mientras que cierva sugiere la idea de una humilde, inocente victima, el complemento de ma�ana denota el alivio recibido. Est�n representados vivamente los sentimientos de un piadoso sufriente en la tristeza y en la liberaci�n. Pide encarecidamente el socorro divino fundado en su relaci�n con Dios, cuyas bondades anteriores para con su pueblo alimentan la esperanza, y pide adem�s a causa del inminente peligro que le amenaza. El lenguaje de queja se cambia por el de regocijo con la seguridad de recibir alivio de los dolores y la victoria sobre los enemigos. El uso por nuestro Salvador en la cruz de las palabras del Salmo 22:1, y la cita en Juan (Salmo 19:24) de las del vers�culo 18 y la de Pablo ( Hebreos 2:12) de las del vers�culo 22, como cumplidas en la vida del Se�or, sugiere claramente el car�cter prof�tico y mesi�nico del Salmo. La intensidad del pesar, y la plenitud y la gloria de la liberaci�n y triunfo, asimismo parecen representaciones impropias de las victorias de un personaje de menos importancia. En un sentido general y modificado (cf. el Salmo 16), la experiencia aqu� detallada puede adaptarse al caso de todo cristiano que sufre a causa de los males espirituales y que es librado por el socorro divino, puesto que Cristo en su naturaleza humana es cabeza y representante de ellos.

1. Un resumen de su queja. El abandono de Dios es el colmo de la miseria del que sufre aplastado por la desgracia. palabras de mi clamor�demuestra que la queja se expresa adecuadamente, aun cuando el t�rmino clamor mejor, rugido, es figurativo, sugerido por el comportamiento de los animales irraciones en el dolor.

2. La larga duraci�n de la desgracia se muestra por�no hay para (en) mi silencio�que significa, o que clamo continuamente, o, correspondiente a no oyes (no respondes), que no hay para m� sosiego ni descanso.

3. Sin embargo, no s�lo se cuida de acusar neciamente a Dios; sino que tambi�n demuestra su confianza en Dios al invocarle. t� � eres santo�poseedor de todos aquellos atributos que alimentan la confianza; el debido objeto de las alabanzas de la Iglesia: por tanto, el que sufre no necesita desesperar.

4, 5. Las experiencias pasadas del pueblo de Dios son una base de la confianza. La menci�n de �nuestros padres� no impide que las palabras se apliquen al lenguaje de la naturaleza humana de nuestro Salvador.

6. Aquel que fu� despreciado y rechazado por su propio pueblo, como una desgracia para la naci�n, bien pod�a usar estas palabras de abatimiento, que expresan no su valor verdadero de �l, sino el que le es imputado.

7, 8. Pues los jud�os usaron una de las expresiones ( Mateo 27:39) aqu� mencionadas, escarneciendo de �l suspendido en la cruz, y le denostaron (id. 43) en casi el mismo lenguaje de este pasaje. Rem�tese a Jehov��lit., hizo rodar�es decir, su carga ( Mateo 37:5; Proverbios 16:3) sobre el Se�or. Tal es el lenguaje de los enemigos que hacen burla de la fe de �l en la hora de su desamparo. estiran los labios�(cf. el Salmo 35:21.)

9, 10. Aunque dicha ir�nicamente, la exhortaci�n a confiar, estaba bien fundada en sus experiencias anteriores del socorro divino, y �l saca como ejemplo especial de ello el per�odo de su impotente infancia. me haces (hiciste) esperar�o bien, lit., me hiciste seguro.

11. Al dar la raz�n de su s�plica, la renueva, arguyendo su doble necesidad: la proximidad de la pena, y la ausencia de todo ayudador.

12, 13. Sus enemigos, cual fort�simos toros y leones rugientes, le rodean, �vidamente procurando su ruina. La fuerza de ambas figuras es mayor sin ninguna part�cula de comparaci�n.

14, 15. Su completo agotamiento y su debilidad desesperada, en estas circunstancias de inminente peligro, se exponen en las figuras m�s expresivas; la solidez del cuerpo queda destru�da, y viene a ser como agua; los huesos se abren; el coraz�n, el mismo asiento de la vitalidad, se derrite como cera; todos los jugos del sistema se secaron; la lengua ya no funciona, y yace r�gida y seca (cf. G�nesis 49:4; 2 Samuel 14:14; Salmo 58:8). En esto es Dios tenido por la �ltima fuente, y los hombres por instrumentos. en el polvo de la muerte�por supuesto significa la tumba. No es necesario que tratemos de hallar la precisa correspondencia de cada detalle de esta descripci�n en las particularidades del padecimiento de nuestro Salvador. El lenguaje figurativo se asemeja a los cuadros de escenas hist�ricas, que presentan la verdad en sustancia, bajo ejemplos que, aun cuando no son esenciales a los hechos, no son inconsecuentes con los mismos. Si debi� especificarse alguna porci�n de los terribles padecimientos de Cristo, sin duda fu� la del huerto de Getseman�.

16. Los malhechores se describen bien como perros, que en el oriente, rode�ndose en manadas, feroces y salvajes, son justamente objeto de gran aborrecimiento. horadaron�Esta frase ha sido tema de mucha discusi�n (poni�ndose en duda la genuinidad del vocablo hebreo traducido por horadaron), que no viene al caso elucidar. Aunque no se cita en el N. T., la notable aplicabilidad de la descripci�n a los hechos tocantes a la vida de Cristo, junto con las dificultades envueltas en todo otro modo de explicar la frase en el hebreo, justifica su adhesi�n a los t�rminos de nuestra versi�n y su obvio sentido.

17. Su cuerpo demacrado, otro detalle de sus miserias, viene a serlo tanto m�s por ser objeto de complacida contemplaci�n por parte de sus enemigos. Los verbos mirar y fijar la vista, ocurren a menudo como sugestivos del sentimiento de satisfacci�n (Salmo 27:13; Salmo 54:7; Salmo 118:7).

18. Esta predicci�n cumplida al pie de la letra concluye el triste cuadro del exhibido y desamparado sufriente.

19, 20. Ahora vuelve con inalterable deseo y confianza a Dios, quien es un contraste en su fuerza y fidelidad con los inminentes peligros detallados. mi alma�mi persona (cf. el Salmo 3:2; Salmo 16:10). mi �nica�mi alma solitaria, pobre y abatida (Salmo 25:16; Salmo 25:17).

21. La liberaci�n se pide fundada en el socorro anterior, en medio del peligro inminente, del enemigo m�s poderoso, representado por el unicornio, o sea, el b�falo salvaje. boca de le�n�(cf. el Salmo 22:13). El le�n, figura frecuente de enemigos violentos; la menci�n de la boca sugiere la rapacidad.

22-24. Declara su prop�sito de celebrar los tratos misericordiosos de Dios y de publicar sus manifiestas perfecciones (nombre,Salmo 5:11), etc., y luego invita a los piadosos, que tienen reverencial temor a Dios, a unirse en alabanza especial por la liberaci�n, manifestando la bondad de Dios para con los humildes, que por los hombres son descuidados. Esconder el rostro o los ojos significa el estudiado descuido de la causa de uno, la denegaci�n de socorro o de simpat�a (Salmo 30:7; Isa�as 1:15).

25, 26. de ti ser� mi alabanza�Mejor acaso, de parte de ti; Dios da la gracia para que le alaben. Al ofrecer alabanza, da otra evidencia de su gratitud prometiendo pagar sus votos en la celebraci�n de la fiesta usual ordenada por la ley ( Deuteronomio 12:18; Deuteronomio 16:11); los piadosos y humildes, y los que buscan al Se�or, sus verdaderos adoradores, se unir�n con el salmista en abundantes alabanza. En el entusiasmo producido por sus vivos sentimientos, se dirige a ellos, asegur�ndoles el perpetuo favor de Dios. Vivir� nuestro coraz�n�significa la vida, como la muerte del coraz�n, ( 1 Samuel 25:37) la muerte.

27-31. El caso del salmista ilustra el justo gobierno de Dios. M�s all� del tiempo y del pueblo actuales, otros ser�n inducidos a reconocer y a adorar a Dios; los gordos, o sea, los ricos, as� como los pobres, los impotentes que no pueden sostenerse a s� mismos juntos se unir�n en la celebraci�n del poder libertador de Dios, y transmitir�n a gentes por nacer, los relatos de su gracia. ser� � contada�ser� relatada acerca de Jehov� hasta una generaci�n. Se contar�n las maravillosas obras de Dios de una generaci�n hasta otra. que �l hizo�anunciar�n lo que �l hizo: a saber, lo que el salmo ha desarrollado.

Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Psalms 22". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfb/psalms-22.html. 1871-8.
 
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