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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar Comentario Crítico Sin Abreviar
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 2 Chronicles 28". "Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfu/2-chronicles-28.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 2 Chronicles 28". "Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://beta.studylight.org/
Versículos 1-27
CAPITULO 28Vers. 1-21. REINANDO MALAMENTE ACAZ, ES AFLIGIDO POR LOS SIRIOS.
1-4. De veinte a�os era Achaz-(V�ase 2Ki 16:1-4). Este pr�ncipe rechazando los principios y ejemplos de su excelente padre, mostr� una fuerte tendencta hacia la idolatr�a. Rein� con una autoridad arbitraria y absoluta, y no como soberano teocr�tico; no s�lo abandon� el templo de Dios, sino abraz� el culto simb�lico del reino de Israel, y m�s tarde la idolatr�a practicada por los cananeos.
5, 6. Jehov� lo entreg� en manos del rey de los Siros � Fu� tambi�n entregado en manos del rey de Israel-Estos vers�culos, sin referirse a la formaci�n de una alianza entre los reyes sirio e israelita para invadir al reino de Jud�, o sin relatar el principio de la guerra en los �ltimos a�os del reinado de Joatam (2Ki 15:37), s�lo dan el resultado de algunas batallas que fueron libradas en la primera parte de la campa�a. lo entreg� � lo bati� � fu� tambi�n entregado-es decir, su ej�rcito, porque Acaz personalmente no fu� inclu�do en el n�mero de los muertos o de los caut�vos. La matanza de 120.000 en un d�a fu� una calamidad terrible, la cual, se dice expresamente (v. 6), fu� infligida como un juicio sobre Jud�, �por cuanto hab�an dejado a Jehov� Dios de sus padres.� Entre los muertos, hubo algunas personas de distinci�n, como �Maas�as hijo del rey�. Como los hijos de Acaz deben haber sido muy j�venes para tomar parte en una batalla, esta persona debe haber sido un hijo menor del finado rey Joatam. �Azricam su mayordomo�, es decir, del palacio; y �Elcana, segundo despu�s del rey�, su primer ministro (Gen 41:40; Est 10:3). Todos �stos fueron derribados sobre el campo de batalla por Zicri, un guerrero israelita, o como piensan algunos, muertos por orden despu�s de la batalla. Un vasto n�mero de cautivos tambi�n cayeron en poder de los vencedores; hecha una divisi�n de los prisioneros por igual entre los aliados, fueron enviados bajo escolta militar a las capitales de Siria e Israel.
8. Tomaron tambi�n cautivos los hijos de Israel de sus hermanos doscientos mil-Estos cautivos inclu�an un gran n�mero de mujeres, muchachos y muchachas, una circunstancia que crea la presunci�n de que los hebreos, como otros orientales, eran acompa�ados en la guerra por multitudes de personas que no eran combatientes (Jdg 4:8). El informe de que estos �hermanos� eran tra�dos a Samaria como cautivos, produjo una indignaci�n general entre los habitantes de buenos sentimientos: y Obed, un profeta, acompa�ado por los pr�ncipes (v. 12, comparado con v. 14), sali� mientras se acercaba la escolta, para evitar el vergonzoso ultraje de que tales prisioneros fuesen introducidos en la ciudad. Naturalmente, los oficiales de los escuadrones no ten�an la culpa; ellos s�lo cumpl�an su deber militar de conducir a su destino aquellos prisioneros de guerra. Pero Obed mostr� claramente que el ej�rcito israelita hab�a ganado la victoria, no por una superioridad de sus armas, sino en consecuencia del juicio divino conra Jud�; poderosamente expuso la enormidad de su ofensa en tener a �sus hermanos� como esclavos; protest� ardientemente contra el a�adir esta gran ofensa de crueldad inhumana y pecaminosa (Lev 25:43-44; Mic 2:8-9) a la ya suma abrumadora de sus propios pecados nacionales; y tal fu� el efecto de su dura reconvenci�n, y de la contraria ola de sentimiento popular, que �el ej�rcito dej� los cautivos y la presa delante de los pr�ncipes y de toda la multitud.�
15. levant�ronse los varones nombrados-Estos eran �los principales de los hijos de Efraim� (mencionados en v. 12), o algunos otros ciudadanos importantes elegidos para la ben�fica obra. Bajo su bondadosa superintendencia, los prisioneros no s�lo fueron libertados, sino tambi�n, de los despojos fueron provistos de ropa y comida, y llevados hasta Jeric� en el camino de regreso a sus hogares. Este es un incidente hermoso y lleno de inter�s, puesto que demuestra que aun en este per�odo de decadencia nacional, hab�a buen n�mero de personas que firmemente se adher�an a la ley de Dios.
16. En aquel tiempo envi� a pedir el rey Achaz a los reyes de Asiria-�Reyes�, en plural en lugar del singular que se halla en muchas versiones antiguas. �En aquel entonces� se refiere al per�odo del gran apuro de Acaz, cuando, despu�s de una sucesi�n de derrotas, se retir� dentro de los muros de Jerusalem, a donde, en la misma campa�a o una posterior, marcharon los aliados sirios e israelitas a ponerle sitio (v�ase 2Ki 16:7-9). Aunque librado de este peligro, otros enemigos infestaban sus dominios tanto desde el sur como desde el oeste.
17. los Idumeos hab�an venido y herido a los de Jud�-Esta invasi�n debe haber sido despu�s que Rez�n (al principio de la reciente guerra siro-israelita), hab�a librado a aquel pueblo del yugo de Jud� (cap. 15:11; cf. 2Ki 16:6).
18. Gederoth-Sobre la frontera filistea (Jos 15:41). Socho-(Jos 15:35). Ahora Showeikeh, aldea en el valle de Jud� (v�ase 1Sa 17:1). Gimzo-Ahora, Jimza, un poco al este de Ludd (Lidda). [Robinson.] Todos estos desastres, por los cuales �Jehov� hab�a humillado a Jud�, eran por causa de Acaz rey de Israel (Jud�), v�ase cap. 21:2; 24:16; 28:27, quien �hab�a desnudado a Jud�, y rebel�dose gravemente contra Jehov�.
20. Tiglath-pilneser � lo redujo a estrechez, y no lo fortific�-es decir, a pesar del alivio temporal que Tiglath-pilneser le prest� por la conquista de Damasco y la muerte de Res�n (2Ki 16:9), result� de ello poca ventaja, porque Tiglath-pilneser pas� el invierno en una jarana voluptuosa en Damasco; y el relacionarse con el rey asirio con el tiempo fu� causa de nuevas y m�s grandes calamidades y humillaciones para el reino de Jud� (vv. 2, 3).
22-27. SU IDOLATRIA EN SU APURO.
22. en el tiempo que aqu�l le apuraba, a�adi� prevaricaci�n contra Jehov�-Este rey infatuado se rindi� a la influencia de la idolatr�a, y us� su autoridad real para extenderla, con la intensidad de una pasi�n, con la ignorancia y temor servil de un pagano (v. 23), y en desaf�o a Dios (v�ase 2Ki 16:10-20).