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Daniel 6

Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviarComentario Crítico Sin Abreviar

Versículos 1-28

CAPITULO 6

Vv. 1-28. EL DECRETO DE DARIO: LA DESOBEDIENCIA DE DANIEL Y SU ENTREGA A LOS LEONES: SU LIBRAMIENTO POR DIOS, Y EL NUEVO DECRETO DE DARIO.
1. Dar�o-Grotefend ha le�do en las inscripciones cuneiformes en Pers�polis este nombre como Darheush, es desir, Rey Se�or, nombre dado en com�n a muchos reyes medopersas. Aparecen tres del nombre: Dar�o Hiastaspes (a�o 521) en cuyo reinado fu� llevado a efecto el decreto para la reedificaci�n del templo (Ezr 4:5; Hageo 1:1); Dar�o Codomano (a�o 336), a quien venci� Alejandro, llamado �el persa� (Neh 12:22), expresi�n usada despu�s que fu� establecido el gobierno de Macedonia; y Dar�o Ciaxares II, entre Astiages y Ciro (Esquilo, Persas, 762, 763). ciento veinte-s�trapas; puestos sobre las provincias conquistadas (inclusive Babilonia) por Ciro (Jenofonte, Cyrop. 8,Neh 6:1). Sin duda Ciro obr� bajo Dar�o, como en la toma de Babilonia; de modo que Daniel con raz�n atribuye el nombramiento a Dar�o.
3. Daniel era superior-probablemente por haber predicho tan maravillosamente la ca�da de Babilonia. Por lo tanto la misma expresi�n usada por la reina madre en aquella ocasi�n (cap. 5:12) se usa aqu�, �porque hab�a en �l m�s abundancia de esp�ritu�. el rey pensaba de ponerlo sobre todo el reino-de acuerdo con el car�cter de Dar�o, d�bil y adverso a asuntos de negocio, los que prefer�a delegar a sus favoritos. Pero Dios predomin� en esto tanto para el bien de Daniel y, por medio de �l, para el de su pueblo.
4. buscaban ocasiones contra Daniel por parte del reino-un pretexto para acusaci�n en cuanto a su administraci�n (Ecclesiast�s 4:4).
5. Es el m�s alto testimonio en la conducta del hombre piadoso, cuando sus astutos enemigos no pueden hallar causa de censura sino en que �l camina de acuerdo con la ley de Dios, aun donde �sta se opone a los caminos del mundo.
8. se juntaron-lit., �se reunieron apurada y tumultuosamente�. Si hubieran venido m�s ordenadamente, el rey habr�a podido rechazar su petici�n; pero no le dieron tiempo para consideraci�n, declarando que su decreto de prueba era necesario para la seguridad del rey. para siempre vive-Arriano relata que Ciro fu� el primero ante quien se cumpl�a la postraci�n. Es se�al sincera de veracidad el que Daniel no mencionara postraci�n delante de Nabucodonosor o Dar�o (V�ase Nota, cap. 3:9).
7. El rey persa era considerado el representante del dios principal, Ormuz; los siete pr�ncipes cercanos a �l representaban a los siete Amshaspands delante del trono de Ormuz; por esto Mardoqueo rechaz� tal homenaje a Am�n (Est 3:4), el primer ministro del rey, como inconsecuente con lo que se debe solo a Dios. Un d�spota d�bil, como Dar�o, bajo el poder de sus pr�ncipes, f�cilmente ser�a persuadido de que semejante decreto pondr�a a prueba la obediencia de los caldeos recientemente conquistados, suavizar�a su esp�ritu soberbio. Tan absoluto es el rey en el oriente, que se le considera no solamente como gobernante, sino como el due�o del pueblo. Todos los presidentes � magistrados, etc.-aqu� se especifica a varios funcionarios, no mencionados en los vv. 4 y 6. Evidentemente ellos exageran el caso ante el d�bil rey, como si la petici�n de ellos fuera la de todos los funcionarios del imperio. foso de los leones-una cueva o hueco subterr�neo, cubierto con una piedra. Es prueba no intencionada de la veracidad, el hecho de que aqu� no se hace que �el horno de fuego� sea el medio de castigo, como en el cap. 3; porque los persas eran adoradores del fuego, lo que no eran los babilonios.
8. edicto-decreto, o interdicto. para que no se pueda mudar-(Est 1:19; Est 8:8). Esta inmutabilidad de los mandatos de los reyes fu� peculiar a los medos y persas; se deb�a a que ellos lo consideraban como infalible como el representante de Ormuz, no fu� as� entre los babilonios. ley de Media y de Persia-en el orden de los nombres es se�al de que el libro sea genuino. Ciro el persa, gobernaba subordinado a Dar�o el medo en cuanto a su dignidad, aunque ejerc�a m�s poder verdadero. Despu�s de la muerte de Dar�o, el orden es �los persas y medos� (Est 1:14, Est 1:19, etc.)
9. Semejante decreto desp�tico es bien explicable, si se recuerda que el rey, como la encarnaci�n de Ormuz, podr�a exigir tal acto de obediencia religiosa como prueba de lealtad. Las leyes de persecuci�n siempre se basan en pretextos falsos. En lugar de quejas amargas contra los hombres, Daniel ora a Dios. Aunque ten�a inmensas obligaciones como gobernante, hallaba tiempo para orar tres veces al d�a. Los tres compa�eros de Daniel (cap. 3) no se mencionan aqu�, ni otros jud�os, quienes concienzudamente habr�an hecho caso omiso del decreto, puesto que los conspiradores s�lo se interesaban en Daniel (v. 5).
10. Daniel, cuando supo que la escritura estaba firmada-y que, por lo tanto, se le hab�a quitado el poder de aconsejar al rey en sentido contrario. entr�se en su casa-retir�ndose de esta corte que deshonraba a Dios. abiertas las ventanas-no en vanagloria, sino para que no hubiese impedimento a su vista de la direcci�n en que estaba Jerusal�n, el asiento terrenal de Jehov� bajo el Antiguo Testamento, y para que la vista de los cielos quitara su mente de los pensamientos terrenales. A Cristo en el templo celestial dirijamos nuestros ojos en oraci�n, desde esta tierra de nuestra cautividad (1Ki 8:44, 1Ki 8:48, 2Ch 6:29, 2Ch 6:34, 2Ch 6:38; Psa 5:7). su c�mara-pieza en el piso alto, donde generalmente los jud�os hac�an la oraci�n (Act 1:13). Ni sobre la terraza (Act 10:9), donde estar�a visible. de rodillas-las actitudes humildes convienen a suplicantes humildes. tres veces al d�a-(Psa 55:17). La hora tercera, sexta y nona; nuestras horas nueve, doce y quince (Act 2:15; Act 10:9; Act 3:1; Act 10:30; v�ase 9:21). como lo sol�a hacer-no lo hac�a como acto de menosprecio al mandato del rey.
11. se juntaron-como en el v. 6, �se reunieron� o �corrieron apresuradamente�, como para sobrevenir a Daniel de repente y descubrirlo en el acto.
12. Ellos ponen introducci�n a su ataque, llamando atenci�n al edicto del rey, para hacer que �l vuelva a confirmarlo sin cambio, antes de mencionar el nombre de Daniel. El no violar una promesa malvada, no constituye firmeza, sino obstinaci�n culpable (Mat 14:9; Mar 6:26).
13. Daniel-Lit., �Aquel Daniel�, despectivamente. de � la cautividad de los jud�os-hace poco, cautivo entre tus siervos, los babilonios, uno a quien conviene la obediencia humilde. As� ellos exageran su culpabilidad, omitiendo toda menci�n de que es primer ministro, lo que s�lo recordar�a a Dar�o los servicios de Daniel al estado. no ha hecho cuenta de ti-porque hac�a cuenta de Dios (Act 4:19; Act 5:29).
14. pes�le en gran manera-por haber permitido ser enga�ado en hacer un decreto tan ligero (Pro 29:20). De una parte, �l estaba en apuros por la inmutabilidad de la ley, por temor de que los pr�ncipes conspiraran contra �l, y el deseo de obrar a favor de su propia fama y no parecer voluble; por la otra, por consideraci�n a Daniel, y su deseo de salvarlo de los efectos de su propio decreto apresurado. hasta puestas del sol-El rey se tom� este tiempo para deliberar, pensando que despu�s de puesto el sol, Daniel ser�a perdonado hasta la ma�ana, y que entretanto se presentar�a alg�n medio de eludirlo. Pero (v. 15) los conspiradores se reunieron tumultuosamente (literalmente) para evitar esta demora en la ejecuci�n, a fin de que el rey, entretanto, no cambiara el decreto.
16. El Dios tuyo � te libre-Los paganos cre�an en la interposici�n de los dioses a veces, en defensa de sus adoradores. Dar�o reconoc�a al Dios de Daniel como un dios, pero no como el �nico Dios verdadero. Hab�a o�do del libramiento de los tres j�venes en el cap. 3, y por esto augura el libramiento de Daniel. No soy due�o de m� mismo, y no puedo librarte, por m�s que lo deseara. �El Dios tuyo a quien t� continuamente sirves, �l te libre.� Los reyes son los esclavos de sus aduladores. Los hombres admiran en otros la piedad para con Dios, aunque ellos mismos no le hacen caso.
17. una piedra � sell�-t�pico de la sepultura de Cristo bajo un sello (Mat 27:66). Esto seguramente fu� una orden divina, de modo que el libramiento fuese tanto m�s sorprendente. con su anillo, y � de sus pr�ncipes-El acuerdo de los pr�ncipes era necesario para hacer leyes. En esto, el poder real hab�a deca�do desde cuando estaba en manos de Nabucodonosor. El rey medo es un t�tere en manos de los pr�ncipes; ellos exigen la seguridad del sello de ellos como tambi�n de el, para que Daniel no fuera librado. El sello del rey garantizaba que Daniel no ser�a muerto por ellos, en caso de que escapara de los leones.
18. ni instrumentos de m�sica fueron tra�dos, etc.-Gesenius traduce (correctamente), �concubinas�. Que Daniel mencione como cosa extraordinaria de Dar�o, que ni se arrim� a la mesa ni a su har�n, concuerda con el cuadro que hace de �l Jenofonte, como aficionado al vino y a las mujeres, fr�volo y sin dominio de s� mismo. El siente el mal que �l mismo ha causado, pero no toma medidas para remediarlo. Hay muchos que vacilan entre el bien y el mal, quienes est�n inc�modos en sus pecados, pero avanzan en ellos, y son arrastrados por otros.
19. Su pesadumbre venci� su temor de los pr�ncipes.
20. Dios viviente-que tiene vida en s�, y es capaz de conservar tu vida; en contraste con los �dolos sin vida. Dar�o tom� prestada la frase de Daniel; en esto Dios arranca de un id�latra una confesi�n de verdad. a quien t� continuamente sirves-en tiempos de persecuci�n como en tiempos de paz. �te ha podido librar-lenguaje de duda, pero de esperanza.
21. Daniel habr�a podido permitirse una respuesta de ira al rey, pero no: su solo pensamiento es que la gloria de Dios se ha manifestado en su libramiento.
22. su �ngel-el instrumento, no el autor de su libramiento (Psa 91:11; Psa 34:7). cerr� la boca de los leones-(Heb 11:33). As�, espiritualmente Dios cerrar� la boca de leones rugientes (1Pe 5:8) para sus siervos. porque delante de �l se hall� en m� justicia-no absolutamente (en el cap. 9:7, 18, �l rechaza semejante pretensi�n), sino relativamente en este caso. Dios ha atestiguado la justicia de mi causa en continuar en su culto, libr�ndome. Entonces, el �porque� no justifica la doctrina de Roma de que las obras merezcan la salvaci�n. delante de ti-La obediencia a Dios es en sentido m�s estricto, compatible con la lealtad al rey (Mat 22:21; 1Pe 2:17). La desobediencia de Daniel al rey era aparente, no real, porque �l obr�, no por desacato al rey, sino por su lealtad al Rey de reyes (v�ase Act 24:16).
23. porque crey� en su Dios-Se dice en Heb 11:33 que la �fe� fu� su principio actuante: un preludio al evangelio. Su confianza no fu� con miras de un libramiento milagroso. Cerr� los ojos en cuanto al hecho, encomendando la custodia de su alma a Dios, haciendo bien, como a fiel Criador (1Pe 4:19), seguro de un libramiento a una vida mejor, si no en �sta.
24.-( Deu 19:19; Pro 19:5). acusado-lit., �comieron los huesos y carne�. Fu� justo que aquellos que hab�an lesionado el car�cter de Daniel y buscaron destruir su persona, fuesen a su vez despedazados (Pro 11:8). sus hijos-entre los persas, toda la parentela se consideraba envuelta en la culpa del crimen individual. La Ley mosaica expresamente prohibi� esto (Deu 24:16; 2Ki 14:6). aun no hab�an llegado al suelo-El que los leones perdonaran a Daniel, no pudo ser porque estuviesen llenos, como demostraron en los acusadores lo agudo de su hambre. 26. M�s fuerte que el decreto del cap. 3:29. Aqu�l fu� negativo; �ste positivo; no simplemente que no se dijera �nada contra� Dios, sino que �le temiesen�.
28. Fu� en el tercer a�o de Ciro que fueron dadas las visiones de Daniel (caps. 10, 11, 12). Daniel �fu� prosperado� por causa de sus profec�as (Ezr 1:1-2).

Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Daniel 6". "Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfu/daniel-6.html. 1871-8.