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Ezequiel 14

Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviarComentario Crítico Sin Abreviar

Versículos 1-23

CAPITULO 14

Vers. 1-23. LAS CONSULTAS HIPOCRITAS SON CONTESTADAS CONFORME A SU HIPOCRESIA. LAS CALAMIDADES VIENEN SOBRE EL PUEBLO; PERO EL REMANENTE SE ESCAPARA.
1. ancianos-personas que gozaban de esta dignidad entre los desterrados en Quebar. Grocio refiere esto a Sera�as y los enviados con �l desde la Judea (Jer 51:59). La contestaci�n del profeta, primero, arrojando luz sobre el car�cter de los consultantes, y, en segundo lugar, prediciendo las calamidades que vendr�n sobre Judea, nos hace ver el tema de la consulta. sent�ronse delante de m�-no pudiendo en seguida hallar un comienzo para su discurso, lo que indica ansiedad y desaliento.
3. coraz�n � rostro-el coraz�n se corrompe primero, y luego viene la manifestaci�n exterior del culto a los �dolos; pusieron sus �dolos ante sus ojos. Con todo su fingimiento de consultar a Dios ahora, ni han dejado sus �dolos exteriormente, lo que quiere decir gran desprecio de Dios. �Han puesto�, lit. elevado, lo que quiere decir que los �dolos hab�an ganado una ascendencia suprema sobre ellos. tropiezo de su maldad-V�ase Pro 3:21, Pro 3:23 : �No se aparten estas cosas de tus ojos � y tu pie no tropezar�. En lugar de la ley de Dios, la cual guardada ante sus ojos los habr�a guardado de no tropezar, ellos elevaron sus �dolos ante sus ojos, que llegaron a ser un tropiezo (cap. 7:19). �he de ser � consultado por ellos?-lit., �con consulta he de ser consultado por hip�critas como ellos? (Psa 66:18; Pro 15:29; Pro 28:9).
4. y viniere-y todav�a viniere, fingiendo ser verdadero adorador de Jehov�. al que viniere-as� se lee en el margen del hebreo. Pero el texto hebreo dice: �seg�n ello, seg�n la multitud de sus �dolos�; la cl�usula con el pronombre �el que hubiere puesto� y �al que viniere�, se repite para dar �nfasis. �Responder�, lit., reflejo, �responder� yo mismo por m� mismo� en el hebreo. en la multitud de sus �dolos-as�, �respondiendo al insensato seg�n su insensatez�; haciendo que el pecado del pecador sea su castigo; justicia retributiva (Pro 1:31; Pro 26:5).
5. Para tomar-es decir, sacar el velo y alcanzar con castigo la disimulaci�n e impiedad de Israel escondidas en su coraz�n. O, m�s bien, �para castigarlos respondi�ndoles seg�n su propio coraz�n�; correspondiendo a �seg�n la multitud de sus �dolos� (Nota, v. 4); un caso se da en el v. 9; Rom 1:28; 2Th 2:11, entreg�ndolos Dios en su ira a la misma mentira de ellos. en sus �dolos-aunque fingen �consultarme a m�, �en su coraz�n� se han �apartado de m�, y aman sus ��dolos�.
6. Aunque Dios de esta manera amenazaba al pueblo por su idolatr�a (v. 5), sin embargo, preferir�a que ellos evitaran la calamidad mediante el �arrepentimiento�. volveos-Calvino traduce �volved a otros� (es decir, a los pros�litos en la t�erra). Como hab�is sido consejeros de otros (v. 7, �extranjeros que moran en Israel�) a la idolatr�a, entonces por lo menos mostradles la misma solicitud en volverlos a la verdad; la prueba m�s convincente del arrepentimiento. Pero el paralelismo con los vv. 3, 4, favorece la versi�n inglesa (y castellana); su pecado hab�a sido doble: (1). �En su coraz�n� u hombre interior. (2). �Establecido delante de su rostro�, mostrado exteriormente. As� su arrepentimiento se expresa generalmente por �volveos�, y luego dividido en: (1). �Volveos (interiormente) de vuestros �dolos�. (2). �Apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones�. No es probable que una exhortaci�n a convertir a otros (seg�n Calvino) viniera entre las dos que a ellos afectan.
7. extranjeros-los pros�litos, tolerados en Israel s�lo bajo la condici�n de que no adorasen ning�n dios sino a Jehov� (Lev 17:8-9). preguntarle por m�-acerca de mi voluntad. por m� mismo-no por palabra, sino por hechos, es decir, por juicios, que lleven la marca de mi mano e intervenci�n directa; en vez de contestarle por el profeta a quien consulte. Fairbairn traduce, tal como es el mismo hebreo como en la cl�usula anterior, �acerca de m� mismo�, es natural que Dios usara la misma expresi�n en su respuesta como la que se usaba en consultarlo. Pero el sentido, me parece, es el mismo. El hip�crita consulta al profeta acerca de Dios, y Dios, en vez de contestarle por medio del profeta, responde por s� acerca de si mismo.
8. le pondr� por se�al-lit., �le destruir� de modo que llegue a ser se�al�; no ser� una destrucci�n com�n, sino una destrucci�n tal que le har� un objeto se�alado con asombro por todos, como el caso de Cor�, etc. (Num 26:10; Deu 28:37).
9. yo Jehov� enga�� al tal profeta-no directamente sino por Satan�s y sus ministros; no meramente por permiso, sino predominando en la maldad de ellos para servir los prop�sitos de su juicio justo, a fin de que sirva de piedra de toque en separar lo precioso de lo vil, y de �probar� al pueblo de Dios (Deu 13:3; 1Ki 22:23; Jer 4:10; 2Th 2:11-12). El mal no proviene de Dios, aunque �l predomina en el mal para servir sus prop�sitos ( Job 12:16; Jam 1:13). Esta declaraci�n de Dios se propone contestar al reparo de ellos de que �Jerem�as y Ezequiel son s�lo dos que se oponen a los muchos profetas que nos anuncian paz�. �No; no os enga��is, pues esos profetas vuestros embaucan, y yo lo permitir� como un justo juicio sobre vuestra ceguera voluntaria�.
10. As� como ellos obraban falsamente para con Dios buscando respuesta de paz sin arrepentimiento, as� Dios permitir�a que se tratase enga�osamente con ellos por los profetas a quienes ellos consultaran. Dios castigar�a su pecado con un pecado correspondiente; como ellos rechazaron las seguras direcciones de la luz verdadera, �l enviar�a las decepciones de una luz falsa; se les dar�a profetas que s�lo har�an eco de la falsedad que ya estaba en su pecho, para ruina de ellos mismos. [Fairbairn.] El pueblo s�lo ten�a a s� mismo que culparse porque ya mucho tiempo antes se le advirti� c�mo discernir y tratar a profetas falsos (Deu 13:3); la misma existencia de tales enga�adores entre ellos era una se�al del desfavor judicial de Dios (v�ase en el caso de Sa�l, 1Sa 16:14; 1Sa 28:6-7). Ellos y el profeta, siendo v�ctimas de un enga�o com�n, ser�an envueltos en una ruina com�n.
11. El amor fu� el mismo origen de los juicios de Dios sobre su pueblo, quienes eran incurables, mediante otro proceso (cap. 11:20; 37:27).
12. La segunda parte del cap�tulo: el efecto que la presencia de unas pocas personas justas hab�a de tener en los prop�sitos de Dios (V�ase Gen 18:24-32). Dios hab�a dicho a Jerem�as que la culpa de Jud� era demasiado grande para ser perdonada aun por la intercesi�n de Mois�s y Samuel (Psa 99:6; Jer 14:2; Jer 15:1), que hab�a prevalecido antes (Exo 32:11-14; Num 14:13-20; 1Sa 7:8-12), dando a entender la extraordinaria enormidad de su culpa, puesto que en casos ordinarios �la oraci�n del justo, obrando eficazmente, puede mucho� (Jam 5:16). Ezequiel apoya a Jerem�as a�adiendo que no s�lo aquellos dos, alguna vez intercesores con �xito, sino ni aun tres hombres preeminentemente justos-No�, Daniel y Job-pudieron detener los juicios de Dios por medio de su justicia.
13. el arrimo del pan-en que se apoya la misma existencia del hombre como sobre bast�n (cap. 4:16; 5:16; Lev 26:26; Psa 104:15; Isa 3:1). Enviar� el hambre.
14. No�, Daniel, y Job-se�alados especialmente como habiendo sido salvados de calamidades abrumadoras por causa de su justicia personal. A No� s�lo le fueron dados los miembros de su familia, de entre la ruina general. Daniel salv� de la furia del rey de Babilonia a los tres j�venes (Dan 2:17-18, Dan 2:48-49). Aunque sus profec�as eran en mayor parte posteriores a las de Ezequiel, su fama por su piedad y sabidur�a ya estaba establecida, y los acontecimientos registrados (Dan 1:2) ya hab�an sucedido. Los jud�os, naturalmente, en su condici�n ca�da, se ensoberbecer�an con alguno que reflejara semejante gloria sobre su naci�n en la capital pagana, y fundar�an vanas esperanzas (aqu� puestas a un lado) en su influencia en evitar la ruina. As� los reparos a la autenticidad del libro de Daniel por este pasaje desaparecen. �Job� forma el punto m�s alto (y por lo tanto se coloca fuera del orden cronol�gico), sin haberle sido deja do ni un hijo, y habiendo pasado �l mismo por una prueba de sufrimiento antes de su liberaci�n final, y por esto mismo formando el ejemplo m�s sencillo de la justicia de Dios, la cual salvar�a a los justos mismos solos en la naci�n, y esto s�lo despu�s de una prueba de sufrimiento, pero que no le dejar�a ni un hijo o hija por amor a ellos (vv. 16, 18, 20; v�ase Jer 7:16; Jer 11:14; Jer 14:11). por su justicia librar�n su vida-(Pro 11:4); no por la justicia de las obras, sino de gracia, una verdad menos claramente entendida bajo la ley (Rom 4:3).
15-21. El argumento es cumulativo. Primero pone el caso de que la tierra est� pecando de tal manera que caer� bajo el juicio del hambre (v. 13), luego (v. 15) �malas bestias� (Lev 26:22), despu�s �la espada�; entonces, lo peor de todo, �la pestilencia�: los tres hombres m�s justos s�lo librar�an sus propias personas, en cada uno de estos cuatro casos. En el v. 21 concentra todo en una masa de condenaci�n. Si No�, Daniel y Job no pudieron librar la tierra, cuando ellos merec�an s�lo un juicio, �cu�nto m�s, cuando todos los cuatro juicios con justicia est�n por visitar la tierra a causa del pecado, no la librar�n estos tres hombres justos?
19. en sangre-no literalmente. En hebreo �sangre� expresa toda clase de muerte prematura.
21. �Cu�nto m�s-lit., �Seguramente as� ser� ahora, cuando yo enviare�, etc. Si nadie puede evitar el �nico juicio merecido, seguramente ahora, cuando todos los cuatro son merecidos, mucho m�s imposible ser� librar la tierra.
22. Sin embargo � algunos residuos-no de personas justas, sino de algunos de los culpables que �ser�n llevados fuera� de entre la destrucci�n de Jerusal�n para Babilonia, para llevar all� una vida de destierro sin esperanza. La referencia aqu� se hace al juicio, y no a la misericordia, como dice el v. 23. Y consolaros han cuando viereis su camino-vosotros, los desterrados en Quebar, quienes ahora murmurais contra los juicios de Dios, los cuales est�n por ser infligidos sobre Jerusal�n, como duros, cuando ve�is los �caminos� malvados y el car�cter del remanente escapado, reconocer�is que tanto Jerusal�n como sus habitantes merec�an su suerte; el reconocimiento de lo justo del juicio os reconciliar� al mismo y as� ser�is �consolados� bajo dicho juicio. [Calvino.] Entonces seguir� la misericordia para el remanente elegido, aunque no se refiere a ello aqu�, sino en el cap. 20:43.
23. consolaros han-no en palabras, sino en el hecho de que reconocer�is la culpa manifiesta de ellos, que Dios no ha sido injustamente severo con ellos y con la ciudad.

Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Ezekiel 14". "Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfu/ezekiel-14.html. 1871-8.