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Ezequiel 26

Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviarComentario Crítico Sin Abreviar

Versículos 1-21

CAPITULO 26

Vv. 1-21. EL JUICIO SOBRE TIRO POR NABUCODONOSOR (caps. 26 al 28). En el cap. 26, Ezequiel expone: 1. El pecado de Tiro; 2. su condena; 3. los instrumentos para efectuarla; 4. los efectos producidos en otras naciones por su ruina. En el cap. 27, una lamentaci�n por la ca�da de tanta magnificencia terrenal. En el cap. 28, una eleg�a dirigida al rey, por la humillaci�n de su soberbia sacr�lega. Ezequiel, en sus profec�as relativas a los paganos, exhibe s�lo el lado obscuro; porque los contempla simplemente en su hostilidad al pueblo de Dios, el cual los sobrevivir� a todos. Isa�as (Isa�as 23), por otra parte, al final de los juicios, extiende una perspectiva de bendici�n, cuando Tiro se vuelva al Se�or.
1. La menci�n particular de la fecha, la que se hab�a omitido en el caso de los cuatro objetos precedentes de juicio, indica la mayor importancia atribu�da a la ca�da de Tiro. en el und�cimo a�o-es decir, despu�s del traslado de Joaqu�n, el a�o de la ca�da de Jerusal�n. El n�mero del mes, sin embargo, est� omitido, y se da s�lo el d�a. Como el mes de la toma de Jerusal�n era considerado como mes de nota especial, es decir, el cuarto mes, tambi�n el quinto, cuando fu� realmente destru�da (Jer 52:6, Jer 52:12-13), Rab� David razonablemente supone que Tiro profiri� su burla al final del mes cuarto, como su proximidad a Jerusal�n le permiti� o�r muy pronto de su ca�da, y que Ezequiel respondi� a la mofa con su amenaza contra Tiro misma en �el primer d�a� del mes quinto.
2. Tiro-(Jos 19:29; 2Sa 24:7), lit., significa �la ciudad piedra�, Zor; nombre dado a la isla Tiro, llamada Nueva Tiro, antes que la Vieja Tiro sobre tierra firme. Estaban separadas por m�s de medio kil�metro de distancia. La Nueva Tiro, 150 a�os antes de la ca�da de Jerusal�n, hab�a resistido con �xito a Salmanasar de Asiria, quien la siti� por cinco a�os (Neander, de los archivos tirios, citados por Josefo, Antig�edades, 9. 14. 2). Era la m�s fuerte y m�s importante de las dos ciudades, y es la que se indica, aunque no exclusivamente, aqu�. Tiro fu� originalmente una colonia de Sid�n. El asedio de ella por Nabucodonosor dur� trece a�os (cap. 29:18; Isa�as cap. 23). Aunque ning�n autor profano menciona que haya tenido �xito en el sitio, Jer�nimo afirma haber le�do el hecho en las historias asirias. Ea-regocijo por la ca�da de una rival (Psa 35:21, Psa 35:25). la que era puerta-es decir, el port�n �nico compuesto de dos puertas plegables. Por lo tanto el verbo es singular. �Portones� eran el lugar de reuni�n para comercio y asuntos p�blicos: de modo que aqu� quiere decir emporio comercial frecuentado por traficantes. Tiro no considera a Jerusal�n como enemiga declarada, porque siendo su territorio la faja angosta y larga de tierra al norte de Filistia, entre el Monte L�bano y el mar, fu� de su inter�s cultivar relaciones amistosas con los jud�os, de quienes depend�a para el abastecimiento de granos (cap. 27:17; 1Ki 5:9; Act 12:20). Mas Jerusal�n hab�a interceptado parte del tr�fico de tierra adentro, que ella quiso monopolizar para s� misma; de suerte que, en su intenso ego�smo terrenal, ella se regocijaba sin piedad por la ca�da de Jerusal�n como una ganancia para ella. Por esto ella se granje� la ira de Dios como preeminentemente el representante del mundo entero en su ambici�n, ego�smo y soberbia, en desaf�o a la voluntad de Dios (Isa 23:9). a m� se volvi�-es decir, el mercado de granos, vino, aceite, b�lsamo, etc., el cual era ella antes, me es transferido a m�. Las caravanas desde Palmira, Petra y el oriente no ser�n m�s interceptadas por el mercado (�los portales�) de Jerusal�n, mas vendr�n a m�.
3, 4. muchas gentes � como la mar � sus ondas-En contraste llamativo con la jactancia de Tiro, Dios amenaza con traer contra ella el ej�rcito de Babilonia levantado de entre �muchas naciones�, as� como las ondas del Mediterr�neo se lanzaban por todos lados contra esta ciudad fundada sobre una roca. raer� de ella su polvo, y la dejar� como una pe�a lisa-o, �roca desnuda�. [Grocio.] El suelo de tierra que los tirios hab�an juntado sobre la roca en que est� edificada su ciudad, raer� tan limpio como para no dejar ni polvo, sino s�lo la roca desnuda tal como estaba antes. Un contraste terrible con su expectativa de llenarse de toda la riqueza del oriente, ahora que Jerusal�n ha ca�do.
5. en medio de la mar-evidentemente refiri�ndose a la Nueva Tiro (cap. 27:32).
6. sus hijas � en el campo-es decir, en las aldeas circunvecinas dependientes de ella en el pa�s abierto, compartir�n la misma suerte de la ciudad m�dre.
7. del aquil�n-la ubicaci�n orginal de los caldeos; tambi�n, la direcci�n por la cual ellos entraron en Palestina, tomando la ruta de Ribla y Hammath sobre el Orontes, en preferencia a la que cruza el desierto entre Babilonia y Jud�. rey de reyes-as� llamado por los muchos reyes que le prestaban alianza (2Ki 18:28). Dios le hab�a delegado el imperio universal que es de �l (Dan 2:47). S�lo el Hijo de Dios tiene inherentemente el derecho y el t�tulo, y asumir� tal imperio cuando los reyes terrenales se hayan probado como abusadores de su fianza (1Ti 6:15; Rev 17:12-14; Rev 19:15-16). La profec�a de Ezequiel no se basaba en suposiciones tomadas del pasado, porque Salmanasar, con toda la fuerza del imperio asirio, hab�a fracasado en el sitio de Tiro. Sin embargo, Nabucodonosor hab�a de tener �xito. Josefo nos dice que Nabucodonosor empez� el sitio en el s�ptimo a�o del reinado de Ithobal, rey de Tiro.
9. arietes-lit., �aparato para pegar�. �Aplicar� los golpes del ariete contra tus muros�. Havernick traduce: �Su ingenier�a de destrucci�n�; lit., �la destrucci�n (no simplemente el golpe) de su ingenier�a�. martillos-lit., �espadas�.
10. polvo-tan denso ser� el �polvo� levantado por los n�meros inmensos de �caballos�, que cubrir� toda la ciudad como una nube. caballos � carros-As� como en los vv. 3-5, se refiere a la Nueva Tiro sobre la roca insular en el mar (v�ase Isa 23:2, Isa 23:4, Isa 23:6); as� aqu�, en los vv. 9-11, a la Vieja Tiro en tierra firme. Las dos se incluyen en las profec�as bajo un nombre solo. ruedas-Fairbairn cree que aqu� y en el cap. 23:24, como �las ruedas� son distintas de los �carros�, alg�n conjunto de ruedas en que andar, o para la operaci�n del sitio, son indicadas.
11. las estatuas de tu fortaleza-las fortalezas que son �monumentos de fuerza�. Maurer lo entiende, en conformidad con el sentido literal, �las estatuas� u �obeliscos eregidos en honor de los �dolos. dioses tutelares de Tiro�. como Malecarte, correspondiente al H�rcules griego, cuyo templo estaba en la Vieja Tiro (v�ase Jer 43:13.).
12. pondr�n tus piedras � madera � en medio de las aguas-refiri�ndose a la Nueva Tiro insular (vv. 3, 5; cap. 27:4, 25, 26). Cuando caigan sus altos edificios y torres, rodeada como estaba por el mar, que entraba en su doble puerto y que lavaba sus baluartes, se describen las �piedras, madera, polvo� naturalmente como echados abajo �en medio de las aguas�. Aunque Ezequiel atribuye la toma de Tiro a Nabucodonosor (Nota, cap. 29:18), sin embargo, no resulta que la destrucci�n final de ella sea atribu�da por �l al mismo monarca. La ruina de Tiro por Nabucodonosor fu� el primer eslab�n en toda una larga cadena de males; la toma fu� el primer golpe mortal que prepar�, y fu� la promesa de su perdici�n final. El cambio en este vers�culo desde el conquistador individual ��l�, al t�rmino general �ellos�, indica que lo que �l hizo, no fu� el todo, sino que prepar� el camino para que otros completaran la obra empezada por �l. Hab�a de ser una obra progresiva, hasta que la ciudad fuese completamente destru�da. De esta manera las palabras aqu� responden exactamente a lo que hizo Alejandro. Con las �piedras, maderas� y escombros de la Vieja Tiro, �l edific� un camino real, en siete meses, hasta la Nueva Tiro sobre la isla, y as� la tom� [Quint. Curt. 4, 2], en el a�o 322 antes de Cristo.
13. En lugar de las festividades de tu prosperidad, reinar� un silencio sepulcral (Isa 24:8; Jer 7:34).
14. Concluye con las mismas palabras como empez� (vv. 4, 5). nunca m�s ser�s edificada-Cumplido en cuanto a la Tiro de tierra firme, bajo Nabucodonosor. La Tiro insular en parte se restableci�, setenta a�os despu�s (Isa 23:17-18), pero sufri� nuevamente bajo Alejandro, luego bajo Ant�gono, y finalmente bajo los sarracenos al principio del siglo catorce. Actualmente sus puertos est�n tapados con arena, lo que hace imposible toda esperanza de una restauraci�n futura. �Ni una casa ha quedado, y s�lo unos pocos pescadores hallan refugio en sus cavernas�. [Maundrell]. Tan exactamente se ha cumplido la palabra de Dios.
15-21. La impresi�n que la ruina de Tiro produjo en otras naciones mar�timas y en sus propias colonias, por ejemplo, Utica, Cartago y Tartesso o Tarsis en Espa�a. islas-tierras mar�timas. Aun la poderosa Cartago sol�a enviar una ofrenda anual al templo de H�rcules en Tiro; y la ciudad madre daba sumos sacerdotes a sus colonias. De ah� el terror causado por su ca�da fu� sentido en las extensas dependencias con las cuales ella estaba tan �ntimamente vinculada por lazos de religi�n como tambi�n por intercambio comercial. se estremecer�n-metaf�ricamente: �se agitar�n� (Jer 49:21).
16. descender�n de sus sillas � sobre la tierra-�El trono de endechadores� ( Job 2:13; Jon 3:6). �Pr�ncipes del mar� son los comerciantes gobernantes de Cartago y de otras colonias de Tiro, quienes se hicieron ricos y poderosos por su comercio mar�timo. (Isa 23:8). de espanto se vestir�n-Hebreo, �temblores�. V�ase cap. 7:27: �Se vestir� de asolamiento�; Psa 132:18. En una calamidad p�blica se cambiaba la ropa de fiesta por la de luto.
17. poblada en los mares-es decir, frecuentada por comerciantes de varios pa�ses mar�timos. [Grocio.] Fairbairn traduce con la versi�n Peshito: �T�, habitante de los mares� (as� como quiere decir literalmente el hebreo). Tiro subi�, como si fuera, de entre los mares, como si recibiera desde all� sus habitantes, siendo poblada tan cerca de la ribera del mar. As� tambi�n Venecia se llama �la novia del mar�. fuerte en la mar-debido a su posici�n insular. pon�an su espanto a todos sus moradores-es decir el mar. El hebreo es m�s bien: �ellos pon�an su terror en todos los habitantes de ella�, es decir, hac�a que el nombre de todo tirio fuese temido. [Fairbairn.]
18. tu �xito-Isa 23:6, Isa 23:12 predice que los tirios, a causa del sitio, pasar�an allende el Mediterr�neo a los pa�ses que lindaban con �l (�Chittim�, �Tarsis�, etc.). As� tambi�n Ezequiel aqu�. De acuerdo con esto, Jer�nimo dice que �l hab�a le�do en las historias asirias que, �cuando los tirios no vieron esperanza de escaparse, huyeron a Cartago o a algunas islas de los mares J�nico y Egeo.� [Bishop Newton.] (V�ase mi Nota en el cap. 29:18). Grocio explica ��xito�, �salida�, �en el d�a cuando rehenes ser�n llevados de ti a Babilonia�. El paralelismo con �tu ca�da� me hace creer que ��xito� tendr� que significar �tu fin� en general, pero con una alusi�n inclu�da a la �salida� de la mayor�a de su pueblo a sus colonias en la ca�da de la ciudad.
19. muchas aguas-met�fora apta por las huestes babil�nicas, quienes literalmente, rompiendo los baluartes de la Tiro insular, hicieron que el mar �cubriera� parte de ella.
20. al sepulcro-La desaparici�n de Tiro se compara con la de los muertos puestos en sus sepulcros donde no son vistos m�s por los vivos (V�ase cap. 32:18, 23; Isa 14:11, Isa 14:15, Isa 14:19). dar� gloria en la tierra-En contraste con Tiro consignada al �sepulcro� de la muerte, yo pondr� gloria (es decir, mi presencia simbolizada por la nube de �Shekina�, el antitipo de la cual ser� el Mes�as, �la gloria del unig�nito del Padre�, Joh 1:14; Isa 4:2, Isa 4:5; Zec 6:13). de los vivientes-en contraste con Tiro consignada al �sepulcro�. Judea ha de ser la tierra de vida nacional y espiritual, siendo restaurada despu�s del cautiverio (cap. 47:9). Fairbairn pierde la ant�tesis aplicando el negativo a ambas cl�usulas, �y t� no ser�s puesta como una gloria en la tierra de los vivientes.�
21. espanto-un ejemplo de juicio capaz de espantar a todos los malhechores. y no ser�s-no que nunca hubiese de haber una Tiro, mas ella nunca m�s hab�a de ser la Tiro que era antes; su gloria y renombre no existir�an m�s. En cuanto a la Vieja Tiro, la profec�a se ha cumplido literalmente, pues ning�n vestigio de ella ha quedado.

Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Ezekiel 26". "Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfu/ezekiel-26.html. 1871-8.