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Sunday, September 29th, 2024
the Week of Proper 21 / Ordinary 26
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar Comentario Crítico Sin Abreviar
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Psalms 110". "Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfu/psalms-110.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Psalms 110". "Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://beta.studylight.org/
Versículos 1-7
SALMO 110La expl�cita aplicaci�n de este Salmo a nuestro Salvador, por �l (Mat 22:42-45), y por los ap�stoles (Act 2:34; 1Co 15:25; Heb 1:13), y su frecuente referencia a su lenguaje y sentido (Eph 1:20-22; Phi 2:9-11; Heb 10:12-13), no dejan duda alguna de su car�cter puramente prof�tico. No s�lo no hab�a nada en la posici�n o car�cter, personal u oficial, de David ni de otro descendiente suyo, que justifique una referencia a los mismos, sino que la absoluta separaci�n del oficio real de todas las funciones sacerdotales (tema indiscutible de este Salmo) absolutamente prohibe tal referencia. El Salmo celebra la exaltaci�n de Cristo al trono de un reino eterno y creciente, y un perpetuo sacerdocio (Zec 6:13) que envuelve la subyugaci�n de sus enemigos y la multiplicaci�n de sus s�bditos, y hecho infaliblemente seguro por la palabra y juramento del Dios todopoderoso.
1. Jehov� dijo-Lit., un dicho de Jehov� (cf. el Psa 36:1), una f�rmula, usada en declaraciones prof�ticas u otras solemnes y expresas. a mi Se�or-Que los jud�os entend�an que este t�rmino denotaba al Mes�as lo demuestran sus tradiciones, y tambi�n lo comprueba la manera en que Cristo arg��a basado en tal asunci�n (Mat 22:44). Sentarse a la diestra no s�lo era se�al de honor (1Ki 2:19), sino que tambi�n envolv�a la participaci�n en el poder (1Ki 45:9; Eph 1:20; Mar 16:19). si�ntate-como un rey (Mar 29:10), aunque se sugiere la posici�n m�s bien que la postura. En tanto que pongo, etc.-El dominio de Cristo sobre sus enemigos, la entrega a �l de todo el poder para sojuzgarlos (Mat 28:18), de cierto se verificar� (1Co 15:24-28). Este no es ni su gobierno como Dios, ni aquel que como Salvador encarnado ejerce sobre su pueblo, del que siempre ser� la Cabeza. enemigos por estrado-expresi�n derivada de la costumbre de los conquistadores orientales (cf. Jos 10:24; Jdg 9:7), que significa sumisi�n completa.
2. vara de tu fortaleza-la vara de correcci�n (Isa 9:4; Isa 10:15; Jer 48:12), por la que se har� conocer tu fortaleza, o fuerza. Esta es su Palabra de verdad (Isa 2:3; Isa 11:4), que convierte a los unos y confunde a los otros (cf. 2Th 2:8). desde Si�n-o bien, de la Iglesia, en la que Dios mora por su Esp�ritu, como alguna vez mor� por un s�mbolo visible en el tabern�culo de Si�n (cf. el Psa 2:6). domina (tu)-sobre tus enemigos ya sometidos. en medio de-los que una vez te acometieron cual fieras (Psa 22:16), mas ahora humildemente, si bien de mala gana, te reconocen por Se�or (Phi 2:10-11).
3. Tu pueblo, etc.-Lit., tu pueblo (es o ser�) ofrendas voluntarias, pues tal es el sentido de este sustantivo (no adjetivo) (cf. Exo 25:2; Psa 54:6, tambi�n una forma similar en Jdg 5:2-9). en el d�a de tu poder-tu pueblo libremente se ofrece (Rom 12:1) para tu servicio, alist�ndose bajo tu bandera. en la (s) hermosura (s) de la santidad-o como en el Psa 29:2, la hermosura del culto espiritual, del que el culto del templo, con todo su esplendor material, no era sino un tipo; o lo que es m�s probable, la aparici�n de los adoradores que en este reino espiritual, son una naci�n de reyes y sacerdotes (1Pe 2:9; Rev 1:5), que sirven a este Sacerdote y Rey, vestidos de aquellas gracias eminentes tipificadas por las bell�simas vestimentas de los sacerdotes aar�nicos (Lev 16:4): La muy obscura frase desde el seno de la aurora-puede ser explicada de esta manera; La palabra juventud denota un per�odo de la vida distinguido por el vigor y la actividad (Cf. Ecclesiast�s 11:9)-el roc�o es emblema constante de refrigerio y fortalecimiento (Pro 19:12; Hos 14:5). El Mes�as pues, dirigiendo a su pueblo, se representa de continuo en el vigor de la juventud, refrescada y fortalecida por el roc�o matutino de la gracia y Esp�ritu de Dios. As� la frase corresponde como complemento del paralelismo con �el d�a de tu poder.� �En la Hermosura de la santidad� pertenece al segundo miembro del paralelismo, y corresponde a �tu pueblo�, del primero. Otros prefieren esta explicaci�n: Tu juventud, o vigor juvenil, o cuerpo, ser� constantemente refrescada por acrecimientos sucesivos de gentes como el roc�o natural; y esto concuerda con la idea neotestamentaria de que la Iglesia es el cuerpo de Cristo (cf. Mic 5:7).
4. La perpetuidad del sacerdocio, aqu� declarada por el juramento de Dios, corresponde a la del oficio del rey, que se acaba de explicar. seg�n el orden-(Heb 7:15) seg�n la semejanza de Melquisedec, est� plenamente explicado por Pablo, significando no s�lo la perpetuidad, la ordenaci�n de Dios, y un sacerdocio real, sino tambi�n la ausencia de toda descendencia y sucesi�n sacerdotal, y la superioridad al orden aar�nico.
5. a tu diestra-como en el Psa 109:31, sustent�ndote y ayud�ndote; lo que no est� en desacuerdo con el v. 1, donde la figura denota la participaci�n en el poder, porque aqu� �l est� presentado bajo otro aspecto, como guerrero que sale contra los enemigos, sustentado por Dios. herir�-traspasar�. reyes-no los hombres ordinarios, sino los reyes de ellos con todos sus s�bditos (Psa 2:2, Psa 2:10).
6. Hay cambio de nuevo de persona. Se describen las conquistas del Mes�as, aunque la obra suya y la de Dios es la misma. Como despu�s de una batalla, cuya arena est� cubierta de cad�veres, el conquistador sube a la sede del imperio, as� juzgar� el Se�or o regir� entre muchas naciones, y subyugar� las cabezas (o cabeza, en el original, usado colectivamente) en muchas tierras.
7. Como un conquistador, �cansado, mas a�n persiguiendo,� se refrescar� por el arroyo del camino, y seguir� hasta feliz terminaci�n sus gloriosos y divinos triunfos.