Bible Commentaries
1 Corintios 5

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

Versículos 1-13

1 Corintios 5:1 . Hay fornicaci�n entre ustedes. ??????? designa todas las especies de relaciones sexuales il�citas entre los sexos. Nuestra palabra sajona forliggian expresa correctamente la fornicaci�n, pero aqu� se incluyen el adulterio y el incesto. En este triste caso, no solo la ley escrita, sino los ejemplos de los gentiles condenaron al ofensor y reprocharon a la iglesia la indecisi�n.

Y tal fornicaci�n que ni siquiera se menciona entre los gentiles. Virgilio menciona con desprecio la ca�da de Anchemolus en la batalla, quien se hab�a atrevido a profanar el lecho de su suegra. Eneida. 10: 388, 389.

Et Rh�ti de gente vetust� Anchemolum, thalamos ausum incestare noverc�.

1 Corintios 5:2 . Est�is inflados. Algunos de los corintios, bajo s�plicas enga�osas, hab�an cubierto al ofensor y herido a los fieles, que deseaban el regreso de Pablo para santificar la iglesia. Ahora bien, que cualquiera de las partes se pusiera por encima de la ley de la naturaleza y de las naciones, al cubrir un pecado presuntuoso, indicaba una mente altiva que merec�a su venida con vara de disciplina. La iglesia primitiva, siguiendo el ejemplo de la sinagoga, sol�a llorar a cualquiera que fuera separado de ellos por una conducta inmoral.

1 Corintios 5:5 . Entregue a tal persona a Satan�s para la destrucci�n de la carne. Sobre este tema, la cr�tica sagrada nos ha enviado diversas opiniones. Buxtorff, en su l�xico, sobre la palabra ???? niddui, nos da ejemplos de excomuni�n jud�a, que en delitos menores fue por un per�odo limitado.

Pero de los pecados m�s graves, como en el texto, exponen las palabras de la ley, �el alma que obra con soberbia ser� cortada�, como equivalente al castigo de la muerte. Teofilacto entiende este texto de la misma manera. Interitum carnis; hoc est, ut morbo eum maceret et tabescere faciat; esa enfermedad puede enflaquecer y desperdiciar su constituci�n. El pecado de David lo expuso a esta terrible visitaci�n, como se puede inferir de las palabras de Nat�n, quien dijo, despu�s de escuchar su arrepentimiento: �El Se�or ha quitado (el castigo de) tu pecado; no morir�s.

Pero Agust�n, serm�n 68, entiende esta sentencia simplemente de excomuni�n, mientras que Cris�stomo se adhiere a la opini�n anterior, un poder que permiti� a Satan�s afligir el cuerpo. Este poder parece haberlo ejercido el mismo ap�stol sobre Alejandro e Himeneo. 1 Timoteo 1:20 . La disciplina es esencial: "sobre toda la gloria habr� defensa".

1 Corintios 5:7 . Purga, pues, la vieja levadura. El idioma aqu� es hebraico. Antes de la Pascua, los jud�os limpiaban sus casas de levadura y viv�an durante siete d�as de pan de bizcocho, hecho simplemente de harina y agua. Cristo, el cordero pascual, sacrificado por nosotros, los cristianos est�n llamados a quitar de su coraz�n la levadura de la malicia y la maldad, y a ser consagrados al Se�or. Nuestro anciano es crucificado con Cristo, para que el cuerpo de pecado sea destruido.

A continuaci�n, debemos purgar la levadura de la maldad de la iglesia, para que, como una virgen casta, pueda dedicarse al Se�or. Entonces celebraremos nuestros sacramentos con amor y armon�a, y todos los hombres honrar�n a la iglesia, que es honrada por el cielo como la familia de Dios.

1 Corintios 5:11 . Ahora te he escrito con alguien as�, no para no comer. Hab�a escrito antes, pero ahora, m�s plenamente informado por la llegada de Stephanas, Fortunatus y Achaicus, escribi� con palabras m�s fuertes, para no recibir y regresar visitas de personas excomulgadas, ya que eso comprometer�a la gloria moral del car�cter cristiano. en la estimaci�n p�blica, y la levadura agria operar�a en el coraz�n.

Se entiende que estos mandatos judiciales est�n dirigidos a las personas interesadas, ya que solo la iglesia tiene el poder de expulsi�n. Ella debe ser limpiada de pecados tan repugnantes, o no habr� iglesia. Sin embargo, incluso con los infractores graves, no debemos retener los deberes y obligaciones civiles de la vida.

REFLEXIONES.

En el triste caso que tenemos ante nosotros, el car�cter noble y paternal de Paul no puede ser demasiado admirado. El celo sagrado de Finees inspir� su pecho, quien por la obra de justicia obtuvo una bendici�n. Sus prop�sitos eran sabios, sus motivos puros, para salvar a la iglesia del esc�ndalo, y as� castigar al ofensor para que su alma pudiera ser salva en el d�a del Se�or Jes�s.

El momento de esta interferencia fue igualmente juicioso. Hab�a una levadura de libertinaje gn�stico obrando en Grecia, como en Asia, una levadura que perturbaba y aflig�a mucho a las iglesias, por las disculpas por la carne m�s all� del alcance de la verg�enza. Aquellos personajes se envanecieron en vano, como si su indulgencia hubiera ensombrecido los rigores de la ley. La santidad requiere que al hombre que tiene comuni�n con conexiones peligrosas se le niegue el pan sacramental.

Cuando a un hermano se le excluye de la comuni�n, como de hecho debe ser el caso de todo aquel que vive en pecados mortales, no debemos asociarnos con �l como un amigo �ntimo; eso tender�a a derrotar todos los medios prudentes de la iglesia para llevarlo al arrepentimiento. Las manchas tan sucias requieren tiempo para blanquearse. Pero Pablo, lleno de compasi�n, en menos de un a�o aconsej� a los corintios que recibieran al ofensor arrepentido de regreso a la comuni�n, para que no estuviera demasiado deprimido por el dolor de sus pecados pasados.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre 1 Corinthians 5". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/1-corinthians-5.html. 1835.