Bible Commentaries
1 Samuel 14

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

Versículos 1-52

1 Samuel 14:2 . Debajo de un granado. ??? Rim�n, una roca en la tribu de Jud�. Josu� 15:32 ; Jueces 20:47 . Esta lectura concuerda mejor con la posici�n del ej�rcito de Sa�l, en un lugar seguro.

1 Samuel 14:3 . Ahiah. Ahimelec, a quien Sa�l mat� con todos los sacerdotes de Nob: 1 Samuel 22:9 .

1 Samuel 14:6 . Pasemos a la guarnici�n. ??? Matzab, una estaci�n, un puesto de avanzada del ej�rcito. De ah� Mythe, cerca de Tewkesbury, una estaci�n romana. En el momento de la dolorosa calamidad, que es un momento de oraci�n, Dios impuls� a Jonat�n, como a Sans�n, a llevar a cabo la salvaci�n de la naci�n.

1 Samuel 14:14 . Un yugo; es decir, bueyes. Nuestros padres sajones ten�an la misma frase cuando med�an la tierra con una cuadrilla de bueyes.

1 Samuel 14:18 . Traed el arca. La LXX, Traed el efod, que evidentemente es la lectura verdadera, ya que el arca no estaba con Sa�l. El ej�rcito no ir�a a la guerra sin el arca de la fuerza de Jehov�.

1 Samuel 14:21 . Los hebreos, que hab�an sido capturados y hechos esclavos, se acercaron a sus hermanos tan pronto como pudieron escapar.

1 Samuel 14:24 . Sa�l exhort� al pueblo a que no probara la comida; mientras que el m�s prudente Gede�n hab�a pedido pan a los hombres de Sucot para su ej�rcito.

1 Samuel 14:26 . La miel cay� del hueco de los �rboles, en esa tierra de leche y miel, a trav�s del gran calor del tiempo. El roc�o de miel en d�as excesivamente calurosos caer� de las hojas de los robles, etc. despu�s de lo cual la hoja tiende a enrollarse y descomponerse.

1 Samuel 14:35 . Sa�l construy� un altar, como lo hab�an hecho los sacerdotes y los pr�ncipes en todas partes de la tierra. �Qu� tiempo perdi� mientras los deberes m�s altos aguardan su brazo! Deber�a haber pedido consejo cuando se involucr� por primera vez en esta guerra.

1 Samuel 14:39 . Seguramente morir�, aunque perfectamente ignorante y, en consecuencia, inocente; porque no hab�a violado ninguna ley conocida. Rara vez se deben cumplir los votos precipitados. Este voto rebaja mucho el car�cter de Saulo.

1 Samuel 14:52 . Dolor en la guerra todos los d�as de Sa�l; s�, tambi�n en la mayor�a de los d�as de David. Hombre fuerte. Los guardias de Sa�l eran los mejores hombres de los que la naci�n pod�a jactarse.

REFLEXIONES.

Mientras los filisteos acamparon en la llanura y enviaron sus partidas para saquear la tierra; �mientras Sa�l guardaba los pasos de la monta�a! con seiscientos hombres; y mientras todos los habitantes hu�an del invasor, o se escond�an entre rocas y cuevas; Jonat�n, impulsado por un impulso divino, se aventur� con su escudero a atacar la guarnici�n o la vanguardia del enemigo. Qu� acto de fe y coraje.

Un solo hombre, acompa�ado de su lujurioso sirviente, avanz� contra un ej�rcito. �Qu� cumplimiento de la promesa, "uno de ustedes perseguir� a mil!" Los filisteos dijeron: "Ven", con la intenci�n de tomarlo preso o de matarlo. Pero al ver en su rostro el alma de un h�roe, no esperaron el primer golpe de su espada: veinte de ellos cayeron ante �l. La consternaci�n se comunic� al campamento; y probablemente pensaron que los dioses hab�an descendido en semejanza de hombres; pues en correspondencia con el impulso divino, los terrores de Dios cayeron sobre la multitud, y la tierra tembl� bajo sus pies.

�Qu� escena de confusi�n! Fue una naci�n atemorizada a la vez. Observa los miles de carros que se enganchan unos a otros y volcados por el susto y la furia de los caballos. Vea a cada hombre, enfurecido por el miedo, derribar a quienes lo enredaron u obstruyeron su escape. Ver a los cautivos y esclavos hebreos en esta hueste, percibiendo la mano de Dios contra el enemigo, tomar las armas y atacar a sus amos.

Vea a Jonathan inscribir su nombre entre los primeros h�roes y h�roes que creyeron en Dios; verlo continuar en la carrera de la matanza hasta que mil cayeron a sus pies. M�ralo refrenar su brazo solo al acercarse la noche y al llegar a los confines del pa�s enemigo. Aqu� est� el hijo glorioso; pero �d�nde est� el padre l�gubre? Ah, el padre, herido por su sentencia y adormecido por la incredulidad, se qued� en Guibe� hasta que los centinelas le informaron de la ruta del enemigo.

�Y qu� hizo �l? Cuando el hombre no se deja guiar por una influencia ben�vola, a menudo se equivoca mucho. Entonces Sa�l pidi� el arca, o m�s bien el efod, para que el sacerdote consultara al Se�or; pero antes de que se hiciera eso, dijo: det�n tu mano; y maldiciendo al hombre que deber�a probar cualquier comida, instant�neamente se uni� a la persecuci�n. Pero el d�a en que nos apresuramos al deber antes de la devoci�n, nos apresuramos; la gente no pod�a perseguir con vigor por falta de alimento.

Al encontrar miel en los �rboles huecos de un bosque, prefirieron el hambre a la maldici�n; pero no bendijo la pol�tica de su pr�ncipe. Jonat�n, habiendo pasado el bosque, se refresc� con un panal de miel para completar las glorias del d�a. De esta se�al de victoria podemos aprender que es mejor para una naci�n confiar en Dios que en un brazo de carne. Un solo hombre, animado por la influencia divina, es en s� mismo un ej�rcito victorioso; porque es uno con Dios para salvar por muchos o por pocos.

Dejemos que el ministro cristiano tambi�n se envalentone para hablar y actuar en nombre de Dios, aunque apenas un solo hombre se ponga de pie para apoyarlo en la obra; y que el individuo no tenga miedo, aunque est� rodeado por la hueste alien�gena. Jonat�n se envalenton� al pensar que iba contra los incircuncisos, porque esto era se�al de que no estaban en pacto con Dios. Sa�l hab�a ofendido en Gilgal, ahora m�s ofendido por juramentos apresurados y pasiones apresuradas, de modo que el Se�or no le respondi�.

As�, mientras el hijo era exaltado a los ojos de la naci�n, el padre se hundi� en su estima. Cuid�monos de las pasiones fuertes y los votos imprudentes: nos traer�n verg�enza ante los ojos de Dios y de los hombres. �Ah, qu� calamitoso hab�a sido este d�a para Sa�l, si el pueblo no hubiera salvado a Jonat�n de ser v�ctima, como la hija de Jeft�, de la imprudencia del voto de un padre! As�, mientras se opon�an entre juramento a juramento y humillaban a Sa�l por su pecado, lo salvaron como el mejor de los hijos, el amigo y compa�ero de todas sus guerras futuras.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre 1 Samuel 14". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/1-samuel-14.html. 1835.