Bible Commentaries
1 Samuel 9

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

Versículos 1-27

1 Samuel 9:2 . Saul, un joven escogido. Elegido y bueno, como dice la Vulgata, dotado de intelecto y elegancia de figura. M�s alto que cualquiera de las personas; unos dos metros y medio de estatura. David no estaba muy por debajo de la altura de Sa�l, como se ve al ponerse la armadura de Sa�l. Federico el grande, de Prusia, ten�a en su alto regimiento de guardias a un hombre de dos metros y medio de altura.

Muchos de nuestros antepasados ??sajones y varios gigantes irlandeses no ten�an menos estatura. Pero la estatura no ten�a relaci�n con su elecci�n, que era completamente divina: 1 Samuel 10:21 .

1 Samuel 9:5 . Zuph o Ziph. De ah� los de Zif; 1 Samuel 23:14 . Vea la nota sobre Deuteronomio 1:1 . Samuel ahora, al parecer, ocupaba la casa de su padre, en Ramathaim-zophim: 1 Samuel 1:1 .

1 Samuel 9:7 . �Qu� le traemos al hombre? Los profetas no recibir�an regalos como salario por su trabajo; porque �qu� puede comprar los m�s altos favores del cielo? Este era el oficio de Balaam. A Simony siempre le acompa�a una maldici�n. Pero siempre fue y sigue siendo costumbre en oriente acercarse a los magistrados con regalos. Por lo tanto, Sa�l y su siervo propusieron esto bas�ndose en la costumbre, ignorando la pureza superior de Samuel.

1 Samuel 9:9 . Un vidente. El antiguo nombre de un profeta, por haber visto las visiones del Todopoderoso. N�meros 24:4 . Las Sybils y los poetas dan el mismo apelativo a sus vates, llam�ndolos "discernidores del destino". Vidi Poli en loc. Troya tambi�n tuvo sus videntes. Il�ada 13. Pero Mois�s en su tiempo usa la palabra nabbi o profeta.

1 Samuel 9:25 . Samuel habl� con Sa�l en la azotea de la casa. Septuaginta: �Y le hicieron una cama a Sa�l en un aposento alto de la casa; y Samuel, como a la primavera de la ma�ana, llam� a Sa�l, etc. " Esto prueba que Samuel era un madrugador; y seguramente lo mejor del d�a deber�a dedicarse al Se�or. Nos sonrojamos por aquel cuyo desayuno reprocha al perezoso. Levantarse temprano agrega una cuarta parte a la duraci�n de la vida humana.

REFLEXIONES.

Cu�n bueno y misericordioso es el Se�or. Aunque Israel hab�a desconfiado de �l al pedir un rey; sin embargo, no dej� de ser su verdadero rey y amigo constante. Tem�an a Filistea y �l se compadec�a de sus gritos. F�jense ahora en este magn�fico esquema de la providencia: marquen los diminutos pivotes sobre los que giran las ruedas de la providencia. Kish perdi� el culo. En la b�squeda, Sa�l perdi� el camino y se dirigi� a Ram� antes de darse cuenta.

Samuel, pero el d�a anterior, regres� de su circuito. Todos estos incidentes parecen ser casualidad; pero todos fueron providencia. Aprenda, pues, todo hombre a confiar en el cuidado divino ya pedir la bendici�n de Dios en todos los viajes o deberes del d�a; porque �qui�n puede decir cu�n accidentados pueden resultar los incidentes m�s peque�os de la vida para un individuo o una familia?

F�jese tambi�n en la humildad del gran profeta y juez de Israel. Parece haberse contentado con la sencilla casa en la que naci�: su persona no se distingu�a con ropas, cadenas de oro o s�quito. Cuando Sa�l se encontr� con el venerable anciano, pregunt� por la casa del vidente, sin esperar la respuesta: "Yo soy el vidente". Inmediatamente demostr� su car�cter al extra�o alto y asombrado, invit�ndolo al sacrificio y cont�ndole su misi�n y los secretos de su coraz�n.

Por eso aprendemos que los hombres santos, cuyas mentes est�n llenas del amor de Dios y su verdad, no se deleitan con las decoraciones exteriores de la vestimenta y el equipaje: evitan por igual las distinciones de mezquindad y orgullo.

Observe adem�s, cu�nto ten�a este buen hombre el coraz�n de la gente en Ram�: ellos hicieron una fiesta de ofrendas de paz a su regreso. Cada familia lo veneraba como a su padre; ni probar�an el sacrificio hasta que �l hubiera bendecido la comida. Feliz es esa fiesta donde las carnes y las bebidas constituyen la parte m�s peque�a de la alegr�a. Feliz es esa fiesta donde los himnos, la oraci�n y la conversaci�n iluminada deleitan a la asamblea.

Esta es, "la fiesta de la raz�n y el fluir del alma", consagrado a la religi�n. Luego, los invitados se separan con la esperanza de reencontrarse y vivir para siempre en la presencia de Dios. Aqu� Sa�l tuvo un buen comienzo. Encontr� en Samuel m�s que un mentor; y si el alumno hubiera sido digno de su maestro, todos hab�an sido felices.

Vea, por �ltimo, los efectos de la gracia. Aunque Sa�l era el m�s alto y uno de los hombres m�s atractivos de Israel; sin embargo, cuando Samuel le cont� claramente c�mo Dios lo hab�a se�alado como rey y capit�n general de su pueblo, dijo que era de Benjam�n, la tribu m�s joven, y carec�a de derechos reales; y que su familia era la m�s peque�a de toda su tribu. David tambi�n, ruboriz�ndose ante la amplitud de la gracia, dijo: Se�or, �qu� soy yo, o qu� es la casa de mi padre, para que te acuerdes de m�? As� que el centuri�n se sinti� abrumado por las humillaciones cuando Cristo se ofreci� a ir a su casa.

San Pablo, viendo su llamado al ministerio y toda la gracia que sigui�, exclam�: Soy menos que el m�s peque�o de todos los santos. Buenos sentimientos y agradecidos a Dios. Que todo personaje p�blico aprenda, por tanto, a retener esos sentimientos hasta el final de la vida. Que extienda sus ra�ces de humildad en la medida en que la providencia exalta su cabeza y extiende sus ramas. S�, que encargue a su alma que haga esto; de lo contrario, todos sus laureles se marchitar�n en los montes de Gilboa.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre 1 Samuel 9". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/1-samuel-9.html. 1835.