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Sunday, September 29th, 2024
the Week of Proper 21 / Ordinary 26
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Bible Commentaries
Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento Comentario de Sutcliffe
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre 2 Samuel 10". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/2-samuel-10.html. 1835.
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre 2 Samuel 10". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/
Versículos 1-19
2 Samuel 10:4 . Se afeit� la mitad de la barba. Los cr�ticos hacen muchas citas de autores antiguos, mostrando cu�n alto valor dan las naciones orientales al cabello de la cabeza y la barba; e incluso en la actualidad, la mutilaci�n de la barba ser�a considerada entre los turcos el mayor insulto que se podr�a ofrecer.
En el a�o 1764, dice Motraye, �cuando Kerim Khan envi� a pedir tributo por sus posesiones en Kermesir, Mir Mahenna maltrat� al oficial y le hizo afeitar la barba�. Ver tambi�n Lev�tico 19 ; Deuteronomio 14 .
2 Samuel 10:5 . Jeric� estaba habitada, pero no fortificada.
2 Samuel 10:6 . Los sirios de Bet-rehob. Rehob rein� al oriente y al occidente del �ufrates. David hab�a derrotado antes a estos sirios: 2 Samuel 8:3 . El imperio babil�nico debe, por supuesto, haber sido d�bil en la �poca de David.
La caballer�a fue contratada en Mesopotamia. 1 Cr�nicas 19 . Rey Maaca, un pr�ncipe a quien huy� Jeft�. Ish-tob, que Josefo convierte en "rey de Tob". Zoba, una ciudad a sesenta kil�metros al este de Damasco.
2 Samuel 10:16 . Los sirios m�s all� del r�o �ufrates. Helam no se encuentra en mapas antiguos. El rey Hadar�zer hab�a contribuido, con malicia, a hacer ilustre a David y a cumplir la palabra del Se�or, de que el l�mite de Israel ser�a desde el r�o �ufrates hasta el r�o de Egipto; y aunque ese reino hab�a recuperado parcialmente su fuerza, ahora fue derrocado, porque Salom�n construy� Tadmor, no lejos de Zobah. 2 Cr�nicas 8:4 .
2 Samuel 10:18 . Setecientos est� aqu� mal escrito por siete mil, como aparece en 1 Cr�nicas 19:18 . Los jinetes tambi�n, como en la Septuaginta y en Josefo, se traducen en lacayos.
REFLEXIONES.
La bondad que se hace a los malos pronto se olvida, a menos que pidan una repetici�n de favores; pero la bondad que se hace al bien a menudo se recompensa con creces, y cuando menos se espera. Nahash, y una persona m�s digna que el Nahash que exig�a los ojos correctos de todos los hombres en Jabesh-galaad, hab�a mostrado algo de bondad a David, y ahora deseaba enviar una embajada muy respetuosa para felicitar a su hijo por su acceso a la trono de su padre.
Este era un deber para con una naci�n con la que David se sent�a amigable. Este pr�ncipe, al parecer, si podemos establecer un paralelo entre �l y Roboam, hab�a despedido a los venerables ministros de su padre y rodeado su persona de compa�eros juveniles, que lo persuadieron de sospechar e insultar a la embajada, insulto que se consider� hecho a La propia persona de David. �Qu� calamidad cuando el tim�n del Estado est� en manos de un hombre que no tiene discreci�n! Pero cuando Dios est� a punto de arruinar una naci�n, env�a distracciones a sus consejos.
Cuando los amonitas vieron la tormenta que se avecinaba, no hicieron propuestas de satisfacci�n; pero contrat� a sus vecinos para luchar contra Israel. As�, los hombres malvados tienden a involucrar a otros en sus peleas y calamidades, hasta que la consecuencia sea una ruina general.
El car�cter de Joab, como general, se eleva aqu�. Cuando se vio a s� mismo opuesto por Amm�n, y flanqueado por sus aliados, instant�neamente form� los planes de batalla. Eligi� luchar contra los asirios como las tropas mejor equipadas y disciplinadas, y dej� que su hermano se opusiera a Amm�n, d�ndose mutuamente la promesa de apoyo mutuo, en caso de desastre, de las numerosas fuerzas enemigas de carros y caballer�a.
Esta fue una demostraci�n r�pida y consumada de habilidad, como se dio cuenta el problema. �Y no puede el cristiano aprender de este gran, aunque malvado hombre, c�mo mantenerse firme y luchar por Dios? Los pecadores est�n ahora tan enamorados de oponerse al Se�or y Salvador, como los amonitas lo estaban de oponerse a David. Les env�a mensajes amables, invit�ndolos a la amistad y al amor: pero infieles en principio y libertinos por costumbre, se burlan de sus sirvientes y se burlan de su mensaje.
Entonces, �qu� no pueden esperar de su venganza? Los pisotear� con su furor, y manchar� con su sangre toda su ropa. Aprendamos tambi�n de Joab y Abisai para apoyarse mutuamente en el conflicto, y especialmente en el env�o de misioneros a los confines de la tierra, para que nuestro glorioso David triunfe sobre todos los paganos y extienda las l�neas de su imperio, anchas como la profec�a. lo ha anunciado, en toda la extensi�n de su dominio.
El derrocamiento de Amm�n y sus aliados fue motivo de nuevas alarmas para los enemigos de David y de agregar nuevos laureles a su corona. El rey de Asiria lo atac� con toda la fuerza de su reino y perdi� cuarenta mil hombres, quiz�s veinte mil m�s, que cayeron en los siete mil carros. Cu�n a menudo las naciones, que se han levantado en la maldad y, en consecuencia, se han enamorado, se han destruido a s� mismas por una resistencia imprudente a un imperio en ascenso.
Evidentemente condenados en la sentencia del cielo a no existir m�s como naciones, se han precipitado al abismo y han sido arrastrados por la tempestad de la desolaci�n. Las ruinas de sus templos y ciudades, los fragmentos de sus leyes y poemas solo parecen existir, para decirle a la posteridad cu�n grande fue su gloria, cu�n vergonzosa su maldad y cu�n tremenda su ca�da. Sin embargo, nosotros mismos, como si estuvi�ramos destinados a calamidades similares, parecemos incapaces de recibir instrucci�n para el futuro, mediante una contemplaci�n del pasado.