Bible Commentaries
Deuteronomio 21

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

Versículos 1-23

Deuteronomio 21:4 . Un valle accidentado. La culpa se transfiri� a la novilla, el matarla en un campo cultivado habr�a contaminado el suelo. El altar hebreo no permit�a que se ofreciera ninguna v�ctima all�, cuando la ley lo condenaba a muerte. �Cu�n blasfemo es entonces el sacerdote irland�s que escucha una confesi�n de asesinato y por cinco chelines oculta el pecado!

Deuteronomio 21:6 . Todos los ancianos se lavar�n las manos y dir�n: Nuestras manos no han derramado esta sangre. La costumbre de la abluci�n despu�s del derramamiento de sangre parece haber sido universal en �pocas anteriores. Ver G�nesis 31:19 . Si un pagano hab�a matado a un ladr�n, se purificaba antes de entrar en un templo.

Deuteronomio 21:11 . �Ves entre los cautivos a una mujer hermosa que querr�as tener por esposa? Mois�s no permiti� que la tocaran sin antes casarse legalmente en un tiempo determinado: y aunque permiti� el divorcio y el tener dos esposas, Deuteronomio 21:15 , era simplemente Lex custorum, la ley de costumbres, y en ninguna parte. un mandato divino. Los divorcios, excepto el adulterio, proced�an de "la dureza de sus corazones".

Deuteronomio 21:21 . Todos los hombres de la ciudad lo apedrear�n. Miles de padres, s�, ciudades y naciones, habr�an sobrevivido si los hijos culpables, que cometieron cr�menes dignos de muerte, hubieran sido apedreados. La violaci�n de Helena, como la de la concubina del levita, y otros delitos, que lentamente asesinan a los padres, deber�an haber sido castigados en la justicia com�n con la muerte. Result� muy tr�gico cuando El� perdon� a sus hijos y David a su Amn�n.

REFLEXIONES.

Al estar Israel en pacto con Dios, ning�n crimen pod�a quedar sin purgar. Los pecados de la naci�n fueron quitados tarde y ma�ana por la oblaci�n de un cordero, cuyo cuerpo, de hecho, ard�a d�a y noche sobre el altar. Tambi�n el pecado de todo asesinato secreto debe ser purificado con la sangre de una novilla, un sacrificio adecuado para purgar los pecados de toda la naci�n. El lavado de manos, las protestas de inocencia y las oraciones por el perd�n deben ir acompa�adas del sacrificio.

Cu�n preciosa es a los ojos del Se�or la vida del hombre; �y cu�n grande es el crimen de matar a un hombre, hecho a imagen de Dios! Cu�n feliz es tambi�n esa naci�n que tiene magistrados y ministros cuyo piadoso cuidado es purgar a la gente de los cr�menes y apartar la ira del cielo de su pa�s. La concesi�n de un mes completo para que una mujer tomada en la guerra llore por los muertos y se purifique antes del matrimonio, nos ense�a que todas las personas en problemas deben ser compadecidas y complacidas; y que los codiciosos deseos del triunfo militar son una abominaci�n a los ojos del Se�or.

En consecuencia, ese general que no disuade a sus hombres de esos cr�menes, ejecutando a los cabecillas, arroja toda la culpa sobre s� mismo y sobre su pa�s. La injusticia, una vez sancionada por los ministros de justicia, se convierte en el �ltimo de los delitos.

El castigo aqu� denunciado contra un hijo pr�digo, cuyos vicios lo hac�an insoportable para sus propios padres, por extraordinario y severo que fuera, es sumamente equitativo. Si los tiernos sentimientos de la humanidad se rebelan ante la sentencia; Dejemos que nuestro juicio m�s sobrio diga lo que se debe a un joven que diariamente roba a sus padres, se amotina en las tabernas, blasfema el nombre de Dios y usa la violencia en la comisi�n de cr�menes. �Deber�a El� decir simplemente: No, hijos m�os, este no es un buen informe que oigo de ustedes, hasta que el anciano pierda su mitra, su vida, perdonando a sus hijos culpables; y hasta que Israel pierda el arca? M�s bien, digamos con Salom�n: Al que maldice a su padre oa su madre, su luz se apagar� en las tinieblas, y los �guilas del valle le sacar�n los ojos. Seguramente este reino unido, as� como Israel, est� en peligro por una multitud de j�venes libertinos.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre Deuteronomy 21". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/deuteronomy-21.html. 1835.