Bible Commentaries
Deuteronomio 5

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

Versículos 1-33

Deuteronomio 5:4 . El Se�or habl� contigo cara a cara. Es decir, como dice el caldeo, nos habl�, sin mediador; pero, literalmente, no vieron ninguna semejanza. Su voz era fuerte, para que toda la naci�n la oyera; al menos, si no escucharon claramente las palabras, escucharon el trueno y vieron la aparici�n de llamas devoradoras. �Cu�n apacible es el aspecto del evangelio comparado con los terrores de la ley! �xodo 19:20 .

Deuteronomio 5:29 . Oh, que hubiera tal coraz�n en ellos. Ning�n padre puede ser tan sol�cito con la reforma de un hijo pr�digo como Dios con la conversi�n de los pecadores. La iglesia ha sostenido muchas controversias largas e infructuosas sobre las doctrinas de la gracia, la libertad y la necesidad; pero es mejor adorar que discutir.

Oh profundidad de las riquezas, tanto de la sabidur�a como del conocimiento de Dios. En verdad somos salvos por gracia, pero la gracia armonizada con el pleno consentimiento del coraz�n, que finalmente se rinde y hunde a todos los indefensos en los brazos de Dios. Al respecto, Agust�n tiene un dicho sabio: Dios, que te hizo sin ti, no te salvar� sin ti.

REFLEXIONES.

Mois�s, habiendo llamado de nuevo a la congregaci�n, abre su ministerio pintando las horribles escenas del monte Sina�, en la promulgaci�n de la ley; porque ese pacto era obligatorio para los hijos, como para sus padres. �A qu� m�s pueden apelar los ministros? el pacto es el mismo a trav�s de todas las edades sucesivas; y si se destruyen los cimientos, �qu� podr�n hacer los justos?

Repiti� los diez mandamientos casi como en �xodo, y con los motivos nuevos que el Esp�ritu Santo consider� apropiado agregar. Se requiere que los israelitas den descanso a sus siervos en s�bado, no simplemente porque as� fue desde el principio; sino porque todos hab�an sido sirvientes en Egipto y severamente oprimidos por los capataces; una consideraci�n sumamente humana y digna. El homenaje y el afecto filiales se refuerzan a�n m�s, no solo por la duraci�n, sino tambi�n por las bendiciones de la vida; para que te vaya bien. Esto tambi�n lo ha notado San Pablo, al aplicar el precepto a los ni�os cristianos.

Mois�s recuerda al pueblo que, aterrorizados por la terrible aparici�n del fuego y por la santidad de la voz divina, le hab�an pedido que fuera un mediador y que recibiera la ley del Se�or. Esta proposici�n agrad� a Dios. De ah� que aprendamos qu� homenaje y reverencia se debe al ministerio sagrado, cuando se entrega conforme a la palabra de Dios. El hombre puede confiar en sus declaraciones, como si Dios mismo las pronunciara desde su lugar santo. El cielo y la tierra pasar�n; pero su palabra no pasar�. Seguramente cumplir� todas las promesas y todas las amenazas que pronunciar�n sus siervos.

El Se�or, al aceptar la mediaci�n de Mois�s, pronunci� todos los buenos deseos de un padre y la compasi�n de un Dios por la felicidad del pueblo. Oh, si hubiera tal coraz�n en ellos: Deuteronomio 5:29 . Por mucho que decir, ahora les he dado mi presencia de pacto. Les he dado leyes y estatutos superiores a los de todas las dem�s naciones.

He proporcionado expiaci�n por sus pecados y he ampliado las promesas del Mes�as y de su reino. Los he llamado a un alto estado de favor y compa�erismo conmigo mismo. Les he puesto una bendici�n y una maldici�n. No puedo hacer m�s sin invadir las leyes originales y la libertad del hombre. Si retiro o disminuyo mi gracia, entonces ellos se quedan para seguir la corrupci�n de su coraz�n y perecer.

Si agradezco la gracia del pacto, o de la salvaci�n inicial, entonces fuerzo su voluntad, y toda su obediencia y amor son actos de necesidad, no de elecci�n. El pecado en ellos, as� circunstanciado, dejar�a de ser pecado y la virtud dejar�a de ser virtud: o m�s bien todos sus cr�menes me pertenecer�an a m�, lo que no es posible. Oh Israel m�o, entonces, tu perdici�n es de ti mismo, pero en m� est� tu ayuda.

Te doy un pacto abundante en gracia suficiente; y Mois�s superar� su intercesi�n para que me temas, y guardes siempre mis mandamientos, para que te vaya bien y a tus hijos para siempre. Ver Ezequiel 33:11 ; Lucas 19:41 . Ver tambi�n en este texto los Sermones del Dr. S. Clarke. Dr. Doddridge's Lectures, primera edici�n, p�gs. 36, 38, 571, 572. Mi traducci�n del Ejercicio del Ministerio de Ostervald, 12 meses. edici�n, p�g. 113.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre Deuteronomy 5". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/deuteronomy-5.html. 1835.