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Bible Commentaries
Ageo 2

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

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Versículos 1-23

Hageo 2:3 . �Qui�n queda entre vosotros que vio esta casa en su primera gloria? �No es nada en tus ojos? Josefo atribuye correctamente esto a la pobreza y la debilidad de los jud�os. El s�mil es una hip�rbole, una figura com�n a todos los escritores. Erasmo en Naufragium, describiendo una tempestad en el mar, le pregunta a su amigo: �Has visto alguna vez los Alpes? Respondiendo afirmativamente, agrega: Esas monta�as son meros mont�culos de arena comparados con el oleaje del oc�ano.

Hageo 2:4 . Esforzaos, pueblos todos de la tierra, dice Jehov�, porque yo estoy con vosotros, conforme a la palabra que pact� con vosotros, cuando salisteis de Egipto. Las ricas bendiciones del pacto, cuando ten�an cosechas cortas, y la presencia prometida de Jehov�, eran los dos argumentos m�s fuertes que pod�a usar el profeta. Pero en las siguientes palabras, las bendiciones siguen m�s all� de toda estimaci�n.

Hageo 2:6 . Sin embargo, una vez, es un poco de tiempo, y har� temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca. El ap�stol expone estas palabras de la eliminaci�n de todos los poderes id�latras, para establecer el reino de Cristo, que no puede ser conmovido. Hebreos 12:27 .

Esta sacudida de todas las naciones no fue efectuada por los jud�os d�biles, siendo Judea entonces una provincia de Persia, sino por las conquistas romanas. Conquistaron el mundo y formaron un gran imperio, desde Persia en el este, Gran Breta�a en el norte, Espa�a en el oeste y �frica en el sur. El car�cter de su gobierno fue tolerante con todos los templos y con todos los dioses. Cicer�n los llama los m�s religiosos de todas las naciones.

En la �poca romana, las Sagradas Escrituras se tradujeron al griego. Se establecieron sinagogas de los jud�os en todas las grandes ciudades, y una quinta parte de la naci�n jud�a fueron pros�litos de los gentiles. As� fueron ensalzados los valles, y abatidos los montes y collados. As� se prepar� el camino, en el cumplimiento de los tiempos, como se hab�a predicho, para que el Mes�as se manifestara en carne.

A��dase a esto que se cerr� el templo de Jano, templo de conmemoraci�n de la paz que rein� en los d�as de No�, como se dice en Isa�as 41:1 . De esas veces Vola dice

O 'th' green jugaron, de buen humor, ni sab�an en absoluto La falta de bien. DR. HENDERSON.

Hageo 2:7 . Y vendr� el Deseado de todas las naciones. ?? ????? ???? ????? kol ha-gojim ubau chemdoth. El texto de Montano se lee as�. Cuando los santos profetas hablan del Mes�as, lo hacen con brevedad, deferencia y modestia. De esto los enemigos de Cristo acechan para aprovecharse. Los jud�os carnales ignoraban tanto a Cristo como para pensar que ser�a un rey secular, que los exaltar�a y har�a esclavos a millones de otros.

Chemdoth, aunque en plural, se usa tanto para personas como para cosas deseables. De personas, como Sa�l, cuando el profeta dijo: ��Sobre qui�n es todo el deseo de Israel? �No es contigo y con la casa de tu padre? 1 Samuel 9:20 . Tambi�n del rey Josafat. 2 Cr�nicas 21:2 .

De Daniel, como hombre muy deseado o amado: Daniel 9:23 . En el texto, la nota de admiraci�n con la que se introduce, indica suficientemente que se refiere a la Esperanza y el Deseo de Israel. Sin embargo, una vez, es un poco de tiempo, y har� temblar a todas las naciones, y vendr� el Deseado de todas las naciones. Esto coincide con Malaqu�as 3:1 .

Jehov�, a quien busc�is, vendr� de repente a su templo. �l era el Deseo de todos los patriarcas, la Esperanza de Israel y la expectativa de todos los confines de la tierra. Job en la tierra de Uz lo llama su Redentor; y Balaam predijo la estrella que saldr�a de Jacob.

La opini�n de los rabinos m�s ilustrados coincide con estas ilustraciones. La par�frasis del rabino Aquila, como se cita en la sinopsis de Poole, es: �Dar� a los israelitas un peque�o reino, despu�s de la destrucci�n del primero, [templo] y despu�s de eso, sacudir� los cielos y la tierra, y el El Mes�as vendr� ". A esto nos unimos al testimonio del rabino Jarchi, quien dice que los jud�os entendieron este pasaje del Mes�as.

El targum caldeo de Jeremias 31:6 , como en Dr. Lightfoot, dice: "El centinela del monte Efra�n clamar�: Lev�ntate y subamos a Sion, al Se�or nuestro Dios". Este targum restringe la alegr�a a aquellos que desean la Consolaci�n de Israel. Y sin duda San Pablo as� lo entendi� en esas palabras, al hablar de Cristo, La Esperanza, la esperanza bienaventurada, la esperanza de la promesa a las doce tribus.

1 Timoteo 2:13 1 Timoteo 2:13 ; Hechos 28:20 . Este Chemdoth, Deseo o Consolaci�n, era la �nica esperanza de Israel, y tan fuerte, que en las cosas sagradas lo juraron.

Vea ejemplos en Lightfoot, en Lucas 2:25 . Este mismo Dr. Lightfoot, a quien los te�logos extranjeros rinden la mayor deferencia, repetidamente en sus obras llama al Mes�as el Deseado de todas las naciones. No podemos separarnos de Cristo en este texto por vasos unitarios de oro y plata.

Entonces, �por qu� el arzobispo Newcome, en una nota extendida, emplea toda su perspicacia hebrea en investigaciones para el peque�o n�mero de textos donde la palabra chemdoth se aplica a cosas deseables, como jarrones de oro y plata? �No es esto una degradaci�n total de los profetas, como si fueran ministros de Mamm�n? �Por qu� los obispos, Reynolds, Pearson, Taylor, Bull y Horsley est�n excluidos de sus ilustraciones? El erudito Dr.

Grabe of Holland ha reimpreso la defensa de Bull de los padres nicenos, con notas breves. No conozco ning�n libro como ese que pueda salvar al clero de la destrucci�n. Qu� mortificante es leer la siguiente frase. �Sacudir� o incitar� a todas las naciones, para que esas naciones traigan sus cosas deseables; que la casa se llenar� de la gloria de Dios, y que la plata y el oro que traen como d�divas son del Se�or �.

Pero, �por qu� jugar con el tiempo o el n�mero del verbo ??? bo, "venir", que ning�n manuscrito apoya la lectura en el texto en ingl�s? Jer�nimo, en el siglo V, cuando no exist�an m�s que manuscritos, se lee casi como el ingl�s. Et veniet desideratus cunctis gentibus. �Y vendr� el deseado de todas las naciones�. La lectura de Jer�nimo es apoyada por los rabinos. Todos los gram�ticos hebreos admiten el frecuente intercambio del tiempo futuro y presente.

Cierto autor mismo lo admite en un comentario sobre Nehem�as 4:5 . �Vuelve su oprobio; su oprobio ser� cambiado. Dales por presa; se dar�n por presa. No cubras su iniquidad; su iniquidad no ser� cubierta ". Los profetas cuando hablan de Cristo en su mayor�a prefieren el tiempo presente, como en Salmo 40:7 .

�He aqu� yo vengo; en el volumen del libro est� escrito de m� ". El Antiguo Testamento est� lleno de Cristo. Ver m�s en Jeremias 30:21 ; Jeremias 31:22 .

Hageo 2:9 . La gloria de esta �ltima casa ser� mayor que la de la primera. Estas fueron palabras de consuelo para los ancianos, que hab�an llorado por su diminuta estructura, en comparaci�n con la de Salom�n, cuya gloria hab�an visto. Vieron que su exterior era deficiente en magnitud y esplendor, y su interior hab�a perdido el libro de la ley, el aut�grafo de Mois�s, la urna de oro del man�, la vara de almendra que reverdeci�, el fuego que cay� del cielo y la shekinah de La presencia de Jehov�.

A�n m�s para consolarlos, el profeta agrega: �llenar� esta casa de mi gloria�, como en la dedicaci�n del primer templo. Es m�s, m�s de lo que ojo vio u o�do oy�. El SE�OR, a quien busc�is, vendr� de repente a este templo y lo llenar� de la gloria del unig�nito del Padre; Mes�as lleno de gracia y verdad. El gran Architype comenzar� all� a construir el templo viviente; adornar� a sus santos con dones y gracias; enviar� la ley del nuevo pacto desde Sion, y la palabra del Se�or desde Jerusal�n. Publicar� la paz para los paganos y dar� paso a la gloria superior de los �ltimos d�as. Cambiar� las aguas ceremoniales en vino delicioso.

Hageo 2:12 . Si alguno lleva carne santa, siendo parte de una ofrenda por el pecado, en el borde de su manto, y toca el pan, etc. �Ser� santa toda la comida as� tocada ? Los sacerdotes respondieron que no; porque la sangre de la expiaci�n era una oblaci�n al Se�or. El altar santificaba la ofrenda y la sangre santificaba todo lo que tocaba, como en Lev�tico 6:27 .

Sin embargo, no autorizaba a la persona a comunicar la santidad. Entonces el profeta pregunt�: Si alguien inmundo por tocar a un muerto toca cualquier alimento, �ser� inmundo? Los sacerdotes dijeron: Ser� inmunda. Hageo, habiendo obtenido as� un texto de los sacerdotes, hab�a ganado un gran punto; ahora no pod�an aceptar excepciones a la severidad de sus direcciones. Por tanto, declar� a la naci�n inmunda por sus h�bitos de pecado; declar� que todo su culto, y toda su vida, ten�a un car�cter de impureza, contaminando todo su coraz�n y toda su alma. De estas dos preguntas podemos sacar una conclusi�n, que la contaminaci�n legal era mucho m�s f�cil de comunicar que la pureza legal.

Hageo 2:16 . Desde aquellos d�as en que robaste el altar y mataste de hambre a los sacerdotes por falta de pan, cuando viniste a trillar tu trigo, esperando veinte medidas, el producto habitual de un acre, no hallaste sino diez. El cielo, al tratar con un pueblo degenerado, observa la antigua ley, lex talionis, ojo por ojo y diente por diente. Desde el principio del mundo, los hombres han sido salvados por la fe. �C�mo puede un hombre vivir con Dios si no puede confiar en �l?

REFLEXIONES.

Hageo predijo que la gloria del segundo templo, que se construy� despu�s del cautiverio, ser�a mucho mayor que la del primero que hab�a construido Salom�n y que hab�an quemado los caldeos. Aqu� debe observarse que el templo de Salom�n era mucho m�s rico y m�s magn�fico que el construido en la �poca de Hageo; pero que, sin embargo, la gloria del segundo ser�a mucho mayor porque el Mes�as iba a entrar en �l.

Esta profec�a, cuya verdad y cumplimiento no pueden mostrarse de otra manera, presagia claramente que el Mes�as vendr�a mientras el segundo templo estaba en pie; y como ese templo ya no subsiste, debemos confesar necesariamente que el Mes�as ha venido, y que este Mes�as es Jesucristo nuestro Se�or. Esta es una de las profec�as m�s claras y expresas de todo el Antiguo Testamento.

Debe se�alarse adem�s, que seg�n las predicciones de Hageo, las monarqu�as persa y griega, que se opon�an a los jud�os, fueron destruidas, como hab�a sido la de los babilonios; que los jud�os se manten�an en su propia tierra; que Zorobabel y sus descendientes subsistieron en un estado glorioso durante mucho tiempo; y que por fin naci� nuestro Se�or de su posteridad. As� siempre se han cumplido las predicciones de los profetas, y las promesas de Dios nunca dejaron de cumplirse.

Dejamos la compa��a de Hageo llenos de pesar por no haber escuchado m�s de las amables palabras que salieron de sus labios. Su ministerio fue una palabra a tiempo para los jud�os durmientes; era rico en argumentos y contundente en palabras. �l previ� al Se�or siempre delante de �l, y estando a su diestra, no se inmut� ante la insolencia de sus compatriotas incr�dulos, como los hombres que se burlaban del ministerio de Malaqu�as.

�l era fuerte en la fe; "El Deseado de todas las naciones vendr�". Dios no puede mentir; el que ha de venir, vendr�. El Mes�as debe tener un templo; Israel debe tener un santuario; y la oveja gentil un redil. Por tanto, esfu�rzate, oh Zorobabel, y todos los habitantes de la tierra; el Se�or est� contigo. La esperanza y la gloria est�n ante ti. Oh, que nuestros corazones se avivaran a aprehensiones m�s vivas de las cosas divinas, por sermones tan brillantes.

�l reprende a la gente como perdida en el pecado y contaminando todo lo que tocaban y todo lo que hac�an. �Y c�mo pueden los cristianos entrar en las asambleas religiosas en sus pecados? �C�mo pueden frecuentar los teatros las noches de la semana y asistir a las ordenanzas de la casa del Se�or en s�bado? �Hasta cu�ndo repetir� este comerciante sus confesiones el domingo y su borrachera en el mercado del lunes?

Mientras el profeta se dirige a ellos en el terrible lenguaje de la conciencia, lleva en su mano la vara. Viene como el mensajero de Dios con poderes para cerrar y abrir el cielo, para dar y negar la lluvia. Al reformar los modales, al reanudar la obra del templo, promete su car�cter en las promesas de Dios, que desde ese mismo d�a el Se�or los bendecir�a con ma�z, vino y aceite. Ciertamente, debemos considerar las cosechas cortas como las restricciones de la mano de Jehov�.

En 1795, la severidad del invierno da�� el trigo; en 1799, las lluvias comenzaron en junio y continuaron durante doce semanas; en 1800, las cosechas eran deficientes y el trigo continuaba a dieciocho chelines por bushel.

El discurso de Hageo a sus compatriotas incr�dulos, despert�ndolos de su pereza e indolencia, por haber descuidado durante tanto tiempo la construcci�n de la casa del Se�or, con el pretexto de que el tiempo no hab�a llegado del todo, est� bien adaptado para nuestra amonestaci�n; porque todav�a existe la misma disposici�n a aplazar cualquier empresa importante, con el argumento de alguna dificultad presente, o la esperanza de una oportunidad m�s favorable.

Es por esto que se hace o se intenta hacer tan poco por Dios, que se hacen tan pocos esfuerzos para introducir el evangelio en lugares oscuros a nuestro alcance, y que muchas almas inmortales perecen en la ignorancia y la incredulidad. La misma s�plica proporciona a otros una excusa para descuidar y posponer para alg�n tiempo futuro las grandes preocupaciones de sus propias almas, pensando que cuando se resuelvan algunos asuntos intrincados, o se gane alg�n punto favorito, entonces volver�n su atenci�n m�s seriamente al asunto. cosas que pertenecen a su paz. As�, presumen de aventurarse un poco m�s, y un poco m�s, hasta que todo ha terminado y la hora de la muerte les sobreviene sin saberlo.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre Haggai 2". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/haggai-2.html. 1835.
 
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