Bible Commentaries
Job 33

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

Versículos 1-33

Job 33:4 . El Esp�ritu de Dios me hizo. Ver G�nesis 2:7 y Salmo 33:6 . Todos los descendientes de No� conoc�an la creaci�n del hombre, al igual que Mois�s.

Sanchoniatho, el historiador fenicio, los brahmanes de la India, las sibilas de los templos griegos y los Voluspa del norte, hablan casi lo mismo sobre los puntos principales de la historia antigua.

Job 33:14 . Dios habla una vez, s� dos veces. Este texto es citado por David, en Salmo 62:11 . Dios ha hablado en diversas ocasiones, as� como interiormente por su Esp�ritu al hombre.

Job 33:15 . En un sue�o, en una visi�n nocturna. Vea la nota sobre G�nesis 40:8 .

Job 33:23 . Si hay un mensajero. Este t�rmino a menudo se refiere a los �ngeles; ya Cristo, el �ngel increado, se le llama �ngel del Se�or, Zacar�as 3:1 ; el �ngel de la Alianza, Malaqu�as 3:1 ; el �ngel maravilloso en consejo, Isa�as 9:6 ; el �ngel de la presencia de JEHOV�, Isa�as 63:9 ; �xodo 23:20 .

El solo es justo ante Dios; solo ha encontrado un rescate; s�lo �l puede librar al alma de bajar al abismo. Sin embargo, en un sentido subordinado, a los ministros se les llama mensajeros o �ngeles de las iglesias. Estos mensajeros, uno entre mil, deben ser int�rpretes iluminados de la palabra de su maestro; y aprendido en el estudio de las visitaciones providenciales. La referencia al enfermo que se est� consumiendo es a Job; y Dios, el �ngel, le dice cuando est� contrito: "L�bralo de descender a la fosa". Santiago, al aconsejar a los cristianos que llamen a los ancianos de la iglesia, habla en el mismo sentido, que el enfermo ser� sanado y sus iniquidades perdonadas.

REFLEXIONES.

Eli� solicita el o�do de Job, porque habl� por el Esp�ritu de Dios. Sin embargo, le reprocha haber dicho que soy inocente, como indicativo de la injusticia divina en los tratos de la providencia hacia �l. As�, por un tiempo, el mejor de los hombres puede equivocarse al juzgar; pero no debemos acusar al Todopoderoso. Las razones generales de su conducta son evidentes, y nos conviene estar de acuerdo; estar quieto y saber que �l es Dios.

Aqu� se nos ense�a que el gran fin y dise�o de la amonestaci�n e instrucci�n divinas es desviar a los hombres de sus malos prop�sitos, dominar su orgullo y ense�arles a no pensar en s� mismos m�s de lo que deber�an pensar. Esta es una lecci�n que todos debemos aprender, cuyas ordenanzas y providencias est�n adaptadas para ense�ar, y es nuestro deber orar para que podamos aprenderla m�s perfectamente, para que Dios selle esta importante instrucci�n en nuestras almas.

La enfermedad y el dolor son muy saludables y beneficiosos. Es realmente doloroso tener todos los huesos llenos de dolor y perder el apetito; pero aun as� es bueno estar afligido, deseable tener la ayuda de buenos libros, tiernos amigos, fieles ministros, ser int�rpretes de la providencia. Es apropiado considerar en qu� hemos cometido iniquidad y pervertido lo recto, para que tengamos los frutos apacibles de la justicia.

Afortunadamente, la recuperaci�n de la enfermedad debe reconocerse y mejorarse fielmente; y deber�a comprometernos a continuar en oraci�n, a hacer restituci�n, a advertir a otros por lo que hemos sentido y experimentado de la vanidad del mundo, de las ventajas de la aflicci�n, los apoyos de la religi�n y las esperanzas de la inmortalidad. As� estaremos mejorando a nosotros mismos, mientras consolamos a otros con esos consuelos con los que hemos sido consolados por Dios.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre Job 33". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/job-33.html. 1835.