Bible Commentaries
Job 34

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

Versículos 1-37

Job 34:5 . Job ha dicho que Dios ha quitado mi juicio. V�ase Job 27:2 . Eli�, en cada acusaci�n, toma o cambia las palabras de Job en un sentido equivocado. Job quiso decir que Dios hab�a variado, con respecto a �l, la regla general de juzgar a los hombres.

Job 34:30 . Que no reine el hip�crita. Mejor, pone a un hip�crita por rey, a causa de la maldad del pueblo. Los buenos pr�ncipes son los mejores dones de Dios para una naci�n, y un mal pr�ncipe es el azote de Dios para una tierra culpable. Esto duplica la calamidad, por los abundantes vicios de ambas partes.

REFLEXIONES.

Satan�s parece haber reservado a Eli�, quien hablaba de coraz�n con intenciones honestas, para infligir a Job sus �ltimas y m�s profundas heridas, mediante las frecuentes repeticiones de las profesiones de justicia de Job y de las visitaciones de Dios. La propuesta de dejar de lado las diferencias y los prejuicios y examinar el asunto juntos es buena. En casos dif�ciles y perplejos, es raro que los pensamientos de un hombre sean lo suficientemente claros, libres de prejuicios y comprensivos para juzgar; y en la multitud de consejeros hay seguridad.

Creamos firmemente y reconozcamos con reverencia la justicia y equidad de Dios. Lejos est� de �l que cometa iniquidad o pervierte el juicio; y lejos de nosotros decirlo o pensarlo. No puede hacer nada malo o tratar injustamente a nadie. Nunca respeta a las personas, ni deja que ning�n servicio realizado con miras a su gloria quede sin recompensa, ni ninguna acci�n perversa sin castigo; tarde o temprano pagar� a cada uno seg�n su obra. No conviene decirles a los pr�ncipes terrenales: ustedes son imp�os; pero si la decencia y el decoro son necesarios al hablar de ellos, mucho m�s del gran Dios, el bendito y �nico potentado.

Dejemos que un sentido del perfecto conocimiento de Dios Job 34:21 continuamente en nuestras mentes: Job 34:21 . �l nos observa con precisi�n dondequiera que vayamos y hagamos lo que hagamos: sus ojos est�n siempre sobre nosotros, no hay oscuridad ni sombra de muerte donde los malvados puedan esconderse. Esto da a entender que estar�an encantados de esconderse, pero es en vano.

�l ve toda su maldad; ning�n ocultamiento puede esconderse de su vista, ninguna confederaci�n puede arrebatarlo de su mano. Entonces actuemos y perseveremos siempre, como si vi�ramos al invisible. Se nos ense�a nuestro deber en tiempos de aflicci�n. Entonces conviene y conviene que se le diga a Dios, como en Job 34:31 : He sufrido castigo, no volver� a ofender.

Ens��ame t� lo que no veo; si he cometido iniquidad, no lo har� m�s. Es nuestro deber humillarnos ante �l, examinar lo que ha estado mal y orar para que nos lo muestre, para que podamos arrepentirnos y corregirlo. Nos conviene formular resoluciones que no ofendan m�s y ponerlas en pr�ctica de inmediato. Un sentido del poder omnipotente, la justicia imparcial y la tierna compasi�n de Dios, con el recuerdo de que nuestro consuelo y paz, nuestro tiempo y nuestra vida, est�n en su mano, debe comprometernos a actuar con justicia, amar la misericordia y caminar humildemente con Nuestro Dios.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre Job 34". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/job-34.html. 1835.