Bible Commentaries
Job 41

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

Versículos 1-34

Job 41:1 . �Sacar�s leviat�n? Esta palabra es traducida por la LXX, "drag�n". Aparece en Isa�as 27:1 y se traduce como ballena, drag�n y serpiente. Los hombres ahora est�n satisfechos de que no es la ballena sino el cocodrilo al que se refiere exactamente esta descripci�n. Los arponeros pueden perforar f�cilmente una ballena, como se niega al leviat�n; la carne de la ballena es blanda, pero la del cocodrilo es dura.

Los hombres nunca arrojan piedras a la ballena; pero estos han sido probados en vano contra el drag�n. Pero el t�rmino serpiente torcida, que se encuentra en muchas versiones, no se aplica ni a la ballena ni al cocodrilo; y debe haber sido ocasionado por el conocimiento imperfecto que el mundo erudito ten�a entonces de la historia natural. El cocodrilo, com�n en la mayor�a de los grandes r�os y lagos bajo la zona t�rrida, es un animal tremendamente terrible.

Su figura casi se parece al lagarto. Su longitud suele ser de tres a seis metros, su cuerpo est� cubierto con una cota de malla casi impenetrable y los cazadores s�lo pueden perforarlo entre las piernas y el cuerpo, lo que a veces hacen mientras duerme. En el agua reina se�or y rey, y se lanza sobre las tribus finitas con una velocidad asombrosa. Dise�ado para flotar sobre las aguas, mueve su mand�bula superior, y cuando la cierra sobre su presa, hace que los valles resuenen por la colisi�n de sus molinillos. En la tierra, feliz por el hombre, su movimiento es lento. Maillet y Bartram han contado la historia de este animal en general, y el lector se divertir� examinando sus viajes.

Ezequiel llama al fara�n, rey de Egipto, "el gran drag�n" o cocodrilo, "que yace en medio de los r�os, que ha dicho: Mi r�o es m�o; yo mismo lo hice".

Job 41:10 . Nadie se atreve a despertarlo. Cuando duerme, apoyando su costado contra un �rbol, las bestias tienen miedo de despertarlo.

Job 41:21 . Su aliento enciende las brasas. Su est�mago est� tan caliente que su aliento, en una ma�ana fr�a, parece el vapor de agua hirviendo. La hip�rbole de los antiguos fue a veces muy fuerte. Se dice que la vid tiene ramas como el cedro. Salmo 80:10 .

Job 41:25 . Cuando se levanta, los valientes tienen miedo; es decir, las bestias del bosque. Este animal es el drag�n o el cocodrilo. Un viajero en �frica informa que un tigre salt� sobre un cocodrilo dormido y comenz� a rasgarle las escamas. El drag�n de alguna manera se apoder� del pie del tigre y lo arrastr� al r�o, donde pronto descolor� el agua con su sangre.

Job 41:29 . Los dardos se cuentan como rastrojo. Aqu� no se puede entender a la ballena, porque su cuerpo est� expuesto al arp�n o al dardo; pero de las escamas del cocodrilo todo esto es cierto.

REFLEXIONES.

Muchas de las criaturas son tan poderosas y formidables, que de ninguna manera podemos hacerles frente: �qu� loco, entonces, debe estar el presuntuoso transgresor, que desaf�a el poder y la ira del Creador! Si tan sublime lenguaje fuera apropiado para describir la terrible fuerza del leviat�n; �Qu� palabras pueden expresar el poder de la indignaci�n de Dios, qui�n es un fuego consumidor? �l a la verdad ve todas las cosas altas para humillarlas, y se mostrar� vengador ofendido de todos los que se enorgullecen de �l; y �qui�n podr� estar delante de �l cuando se enoje? Pero se deleita m�s en mostrar su gloria desde el propiciatorio, en alentar a los pecadores a refugiarse bajo la sombra de sus alas y postrarse ante �l.

Si su ira se aparta de nosotros de esta manera, su omnipotencia ser� nuestra protecci�n; y entonces no debemos temer a ning�n enemigo, aunque tendremos a aquellos que son mucho m�s formidables que el leviat�n. Satan�s, el rey y padre de todos los hijos del orgullo, con todas sus legiones, no est� confinado al oc�ano; tampoco puede ser vallado o huir de �l, o resistido por nuestro d�bil brazo. Nuestra sabidur�a, fuerza y ??resoluci�n ser�n in�tiles en esta competencia desigual; y mucho m�s in�til que la espada o la lanza contra el leviat�n; toda oposici�n, toda esperanza de vencer o escapar, si se dejara a nosotros mismos, ser�a en vano.

Su coraz�n est� apedreado contra la compasi�n, y ha sido el cruel asesino de almas desde el principio; se regocija en causar destrucci�n, y considera suyos a todos los soberbios y altivos de la tierra. Pero los pobres de esp�ritu, que conf�an humildemente en la misericordia del Se�or, est�n a salvo; confiando en su ayudador Todopoderoso, pueden desafiar y resistir a este tremendo enemigo, y convertirse en m�s que vencedores de �l. Pero deben recordar que son salvos completamente por gracia; porque �qui�n impidi� al Se�or que le pagara? Y si misericordiosamente son rescatados de la ira merecida y de la malicia de Satan�s, no tienen derecho a quejarse de ninguna aflicci�n o angustia; o para jactarse de cualquier sabidur�a, fuerza o dote propio.

La sumisi�n, la dependencia y la obediencia agradecida son su parte; les conviene reverenciar la majestad divina, humillarse bajo la conciencia de su propia vileza, ocupar y ocupar el lugar que les ha sido asignado, cesar en su propia sabidur�a y dar toda la gloria a Dios su Salvador. Cuando un hombre se enorgullece de su fuerza y ??coraje personales; que se acuerde del leviat�n, para que sienta su inferioridad.

Cuando se envanezca de su sagacidad, ingenio o dotes mentales, que considere cu�nto lo supera Satan�s en todos ellos. Consideremos todos la santidad de Dios, para que podamos avergonzarnos de la impiedad que nos queda; y recordando de qui�n proviene toda buena d�diva, y con qu� fin fue dada, caminemos con rectitud y humildad con el Se�or; porque antes de la honra est� la humildad.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre Job 41". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/job-41.html. 1835.