Bible Commentaries
Judas 1

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

Versículos 1-25

Las recolecciones de la iglesia con respecto a San Judas son pocas. Du Pin, quien pas� su vida en estudios eclesi�sticos, dice, ten�a el apellido de Lebbeus y Thaddeus, era hermano de James el menor, y se llama hermano del Se�or. Aqu� se denomina a s� mismo siervo de Jesucristo, o ap�stol.

La iglesia griega lo llama el ap�stol de Mesopotamia; pero Pauline asigna a Libia como su suerte. Hegesipo informa que en la �poca del emperador Domiciano, viv�an dos nietos de este ap�stol. Los sirios, lo sabemos, todav�a lo reclaman como su ap�stol. Encontramos registros de fechas antiguas que predic� en Arabia, Mesopotamia y Persia. En este �ltimo pa�s se dice que sufri� el martirio, siendo traspasado con flechas.

Algunas personas han dudado, contin�a Du Pin, de la autenticidad de este libro, debido a la cita de la profec�a de Enoc, de un libro ap�crifo de los jud�os. Pero San Pablo ha citado una l�nea de Aretus, un poeta pagano, y de Menandro. Hechos 17:28 ; 1 Corintios 15:33 .

Tambi�n de Epim�nides, en Tito 1:12 . Varias otras frases coinciden con autores paganos, como puede verse en los cr�ticos latinos.

Or�genes hace un uso completo de esta ep�stola en su noveno volumen sobre Mateo y en su decimos�ptima homil�a sobre Josu�; agregando que "aunque la ep�stola contiene pocas palabras, sin embargo, est�n llenas de energ�a y de gracia celestial".

La ep�stola parece haber sido escrita despu�s de que todos los ap�stoles, excepto Juan, estuvieran muertos, y es posible que no se conozca en general, sin embargo, se encuentra en todos los cat�logos de los libros del Nuevo Testamento.

Jueces 1:1 . Judas, el siervo de Jesucristo. Un t�tulo de humildad, que no menoscaba su dignidad apost�lica, siendo enviado a subyugar a las naciones a la fe de Cristo. A los santificados por el lavamiento del nuevo nacimiento y la renovaci�n del Esp�ritu Santo. Tito 3:5 .

Conservado, o como dice Pedro, guardado por el gran poder de Dios mediante la fe para salvaci�n. Y llamado, por la gracia del evangelio y los dibujos del Esp�ritu Santo, a la comuni�n de los santos y a la comuni�n con el Padre y con su Hijo Jesucristo. La carta es cat�lica, dirigida a todos los cristianos de donde venga.

Jueces 1:3 . Amados, cuando me esforc� por escribiros sobre la salvaci�n com�n , obedeciendo al impulso del Esp�ritu Santo, sent� el sentimiento de Pedro para que, despu�s de mi muerte, pod�is tener un resumen de mi predicaci�n. siempre a mano; y para que contiendas fervientemente por la fe que una vez fue entregada a los santos.

Esta frase, la salvaci�n com�n, se refiere al evangelio, la gracia de Dios que se ha aparecido a todos los hombres y es enviada a toda criatura debajo del cielo. Marco 16:15 ; Colosenses 1:27 .

Las palabras de Judas, siendo lac�nicas, son m�s enf�ticas, que los santos deben contender y luchar por la fe una vez entregada o dada a los santos. Por la fe se refiere a lo que San Pablo y otros a menudo llaman "la promesa hecha por Dios a los padres, y el juramento que jur� a Abraham". Lucas 1:72 .

La fe en que Cristo, el Hijo del Dios viviente, es la roca sobre la que est� edificada la iglesia. La fe, de lo contrario el pacto, el mandamiento o el glorioso evangelio del Dios bendito, que fue revelado desde el cielo. Fue la gloria de Pablo poder decir, en v�speras del martirio: "He guardado la fe". Esta es la fe que dio Abraham a sus hijos despu�s de �l, y que David encarg� a Salom�n.

1 Cr�nicas 28:9 . La fe confirmada por los profetas, que todos dieron testimonio de Cristo; el mandamiento que el Salvador recibi� del Padre para promulgarlo a los hombres; la fe que debe mantenerse sin mancha e irreprensible a los ojos de Dios. Los ap�stoles as� lo hicieron: predicaron al Se�or como el �nico Salvador y no transigieron con la mitolog�a de los griegos.

Jueces 1:4 . Ciertos hombres entran sin saberlo. Gn�sticos, jud�os sectarios, fingiendo ser maestros y viviendo de la gente, �vidos de ganancias. Quienes fueron antes ordenados a esta condenaci�n: ??????????????, preescrito o predicho. Tal es la versi�n de la Vulgata: qui olim pr�scripti sunt in hoc judicium.

Quienes fueron previamente predichos para este juicio o condenaci�n. Nuestro Salvador dijo que se levantar�an muchos falsos profetas y enga�ar�an a muchos. Mateo 24:10 . Pablo tambi�n declar�: �El Esp�ritu habla expresamente que en los postreros tiempos muchos se apartar�n de la fe. 1 Timoteo 4:1 .

Pedro menciona a los mismos falsos maestros, asociados con los profetas mentirosos de Israel, quienes en secreto, como nuestros unitarios y socinianos modernos, introducen herej�as condenables, incluso negando al Se�or que los compr�. 2 Pedro 2:1 ; Deuteronomio 13:1 .

Se debe culpar a Beza por ser la �nica en traducir la palabra crimen, por condenaci�n; porque Judas dice: De algunos, ten compasi�n, haciendo la diferencia. Otros salvan con miedo, sac�ndolos del fuego: Jueces 1:22 . Y San Pedro tambi�n dice, despu�s de nombrar a los burladores, la paciencia de Dios es salvaci�n para todos los que esperan en �l.

Jueces 1:6 . Los �ngeles que no guardaron su primer estado, con quienes aqu� se asocian los falsos maestros y los ap�statas de la fe. Por su primer estado entendemos su dignidad, como arc�ngeles, principados y potestades. Que esto advierta a los reincidentes, que caen de estar sentados en los lugares celestiales en Cristo Jes�s, no sea que su fin sea como el de los �ngeles ca�dos.

Jueces 1:8 . So�adores inmundos , en cavilaciones carnales de la mente y enso�aciones de herej�a y cisma. Lo que ocupa la mayor parte de la atenci�n durante el d�a, es probable que entre en las visiones de la noche.

Jueces 1:9 . Miguel, el arc�ngel, luchando con el diablo. En los evangelios, la palabra demonio es de uso frecuente, pero aqu� se usa diabolus, para mostrar que la contienda estaba entre el pr�ncipe de los �ngeles y el pr�ncipe de los demonios. Esto se cita del libro ap�crifo de los jud�os, llamado "la ascensi�n de Mois�s"; y como Judas sab�a lo que era verdad por la unci�n del Esp�ritu, la cita no invalida la inspiraci�n del libro. Sin duda, Mois�s ascendi�, de lo contrario, �c�mo podr�a aparecer a Cristo con El�as en el monte santo?

Los antiguos tienen un proverbio que dice que �las acciones de los pr�ncipes son como grandes r�os; todos los hombres ven su curso, ya que fluyen en valles y llanuras, pero pocas personas conocen su origen ". Este es un hermoso s�mil, que nos ense�a a suspender nuestro juicio sobre las acciones de los reyes y sus ministros, hasta que veamos el pleno desarrollo de sus consejos. De lo contrario, podr�amos exponer nuestra locura culpando a lo que es sabio y justo.

Jueces 1:11 . Han seguido el camino de Ca�n, odiando a sus hermanos y manteniendo una oposici�n maligna a la verdad. Tambi�n han corrido, como Balaam, tras el oro prometido de Balac. La acusaci�n com�n contra los falsos maestros es que aman las ganancias deshonestas y hacen todo con miras a su propio inter�s.

Jueces 1:14 . Enoc tambi�n, el s�ptimo desde Ad�n, profetiz� de estos. Las predicciones de este santo patriarca, al parecer, se difundieron ampliamente como el mundo antiguo. Los chinos, los hind�es, as� como las sibilas de Egipto, Grecia y Roma, han transmitido la doctrina de un d�a de escrutinio final. Ver en Salmo 50:3 . Vola, nuestra madre del norte, en la quincuag�sima novena estrofa del Voluspa, ahora ante m�, cantada de ese evento; un poema cuya antig�edad se pierde en la antig�edad.

Sol tekur sortna Sigur fold i mar, Hverfa of himni, Heithar stiornur, Geisar eimi, Bith aldur nara, Leikur har hiti, Bith himin stalfann.

El sol palidece; La tierra espaciosa, El mar engull�. Del cielo caen las lucidas estrellas; Al final de los tiempos, los vapores se enfurecen y la llama juguetona envuelve los cielos. EH

Jueces 1:16 . Estos son murmuradores, quejumbrosos. �Y qui�n puede ser m�s infeliz que un ministro que no est� en el esp�ritu de su deber? No puede parecerse a otro hombre.

Jueces 1:17 . Recuerde las palabras que fueron dichas anteriormente por los ap�stoles de nuestro Se�or. Esta lectura, del Dr. Symonds, alivia el sentido.

Jueces 1:24 . A �l que es capaz de evitar que te caigas. Esta doxolog�a es solo el reverso de esos malos maestros, que niegan al Se�or de la gloria. Celebra su poder y amor; �l es capaz de guardar y ahorrar al m�ximo. Da gloria al �nico Dios sabio, nuestro Salvador, el gran Pastor que puede mantener su reba�o, porque el Padre est� en el Hijo y el Hijo est� en el Padre, y el Esp�ritu lo revela en todos sus consejos y arreglos como el �nico Dios sabio.

�l solo existe por s� mismo, y fuera de �l no hay Dios. Esta doxolog�a contiene la forma de palabras sanas, en las que la iglesia siempre ha adorado al �nico Jehov� verdadero y eterno. Es la armon�a del canto sagrado, que subsiste entre la iglesia de arriba y la iglesia de abajo. Cantan el c�ntico nuevo e incesante al que est� sentado en el trono y al Cordero para siempre.

Dif�cilmente se puede esperar que Sion disfrute de su coro completo de alabanza, sin la discordia de numerosos falsos maestros, que se han infiltrado en las iglesias sin darse cuenta. Entre estos, encontramos al Dr. Macknight tratando de alterar todas las versiones y el orden de las palabras, leyendo: "Solo al Dios sabio". Esto da paso a la adjetivo arriano, "por Jesucristo nuestro Se�or, sea la gloria, etc." S�lo hab�a dos copias griegas que conten�an esa lectura, como se�ala Beza; y �qu� peso pueden tener contra la evidencia del mundo cristiano? La versi�n de Mons es A Dieu notre Seigneur, qui est le seul sage, soit gloire, etc. Montanus se lee como el ingl�s. �A �l sea la gloria, la majestad y el poder, ahora y siempre, am�n�. Pronto no tendremos Biblia si permitimos que los arrianos interpolen como les plazca.

Si perturbamos la lectura de Judas, tambi�n debemos subvertir la lectura de Pablo en Tito 2:13 ; y de Pedro en su segunda ep�stola, 2 Pedro 1:1 . Debemos borrar o enmendar otros cien lugares, que declaran que el Salvador es el Hijo de Dios y el Se�or de la gloria.

REFLEXIONES.

El dise�o de esta ep�stola es verdaderamente apost�lico. Escribiendo como Pedro a la misma gente y a gente expuesta a los mismos males, los sentimientos son similares y el lenguaje es audaz y fuerte, seg�n lo requiera el caso. Judas llama a los cristianos los santificados de Dios, aunque est�n rodeados de los mortales menos santificados. Puede aludir a los gn�sticos, descritos en 2 Pedro 2 .

Pero su referencia principal es a los jud�os, que entraron sigilosamente en la iglesia para comer un bocado de pan, porque cita en el caso de los libros ap�crifos de Enoc y Miguel, como lo hizo Pablo con respecto a Jannes y Jambres. Estos libros fueron permitidos como verdaderos entre los jud�os.

Ahora, aunque estos hip�critas entraron a la iglesia sin darse cuenta, no entraron sin que los profetas los hubieran predicho. Mois�s hab�a advertido a la iglesia de una ra�z de amargura que conduc�a a la apostas�a; y nuestro Se�or hab�a dicho que surgir�an muchos falsos profetas. Por lo tanto, se not� que el car�cter y la condenaci�n de esos hombres atemorizaban a los malvados y advert�an a la iglesia. Aquellos jud�os que pretend�an ser maestros eran unos so�adores inmundos; abordaron su magia y astrolog�a, practicadas en gran parte por los rabinos m�s bajos, cuando la oportunidad les sirvi�.

La magia y la astrolog�a son odiosas para quienes creen en la providencia, como se insin�a claramente en el und�cimo de Jerem�as. Hablaron mal del emperador y de sus gobernadores. Esto era algo que Michael no se atrev�a a hacer contra el diablo. Entonces, �por qu� deber�amos hacerlo contra cualquier potentado descarriado, cuyos errores pueden ser pocos y sus bendiciones infinitas? Y es terrible agregar que, de todos los hombres, los ap�statas de la iglesia m�s se parecen a los �ngeles ca�dos que no guardaron su primer estado. Por tanto, tendr�n el infierno m�s caluroso, como hemos dicho ampliamente de Balaam. N�meros 24 .

Estos hombres agravaron su pecado asistiendo a los sacramentos y las fiestas de amor. �Qu� es lo que no har� un hip�crita? �Y qu� es lo que no puede afrontar? Oh alma m�a, antes de que comas de ese pan, pregunta a tu coraz�n: �Vivo en alg�n pecado conocido? �Soy un Judas en esta santa mesa, traicionando a mi Maestro con el beso de hermosas palabras? �Soy un lugar en esta fiesta de amor y estoy sucio de pecado, como el hombre sin traje de boda? �Y con respecto a los pecados pasados, he producido todos los frutos requeridos del arrepentimiento? Perm�tanme examinarme antes de comer y quedar asombrado por los justos y antiguos juicios aqu� recitados.

Mientras los hip�critas derriban la iglesia, debemos edificarla. Nuestra fe en todos sus misterios es sant�sima, en sus perdones est� guardada con santidad. Exhibe un Dios justo y un Salvador. Dejemos que nuestros logros sigan el ritmo de nuestro conocimiento, para que nuestro ministerio se enriquezca con diez mil comentarios edificantes. Seamos hombres de oraci�n, oraci�n extempor�nea en el Esp�ritu Santo; porque Dios da la oraci�n para poder escucharla.

Mantengamos el amor de Dios como un hijo, un hijo adoptivo, mantendr� el amor de su padre. Guard�mosla con el cuidado cauteloso de las riquezas que perduran para siempre; y manteng�moslo siempre encendido como el fuego sagrado del altar, que bajo pena de muerte nunca debe apagarse. S�, busquemos todas las misericordias de la redenci�n para extenderlas a la vida eterna.

No seamos faltos de caridad ni siquiera con los hip�critas; ese era un esp�ritu farisaico que despreciaba a los dem�s. Quiz�s el miedo aqu� impuesto por Jude pueda salvar a algunos; quiz�s la ternura pueda ablandar a los dem�s. Deja que el amor lo intente; todav�a no est�n en el infierno, aunque al borde del abismo.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre Jude 1". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/jude-1.html. 1835.