Bible Commentaries
Miqueas 1

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

Versículos 1-16

Miqueas 1:1 . Miqueas el Morastita, aludiendo a un pueblo de la tribu de Jud�, cerca de la ciudad de Eleutera, lo que lo distingue del profeta Mica�as, quien predijo la derrota de Acab. 1 Reyes 22:8 .

En los d�as de Jotam, Acaz y Ezequ�as. Por lo tanto, Miqueas era contempor�neo de Isa�as, habiendo comenzado a profetizar despu�s de la muerte de Uz�as, y continu� su ministerio durante parte del reinado de Ezequ�as. Jeremias 26:18 .

Miqueas 1:2 . O�d, pueblos todos; escucha, oh tierra. Abri� su ministerio como Isa�as 1:2 , llamando a toda la naci�n a escuchar y a los gentiles a presenciar el procedimiento divino con la naci�n hebrea.

Miqueas 1:4 . Los montes ser�n fundidos [derretidos] debajo de �l. Los profetas suelen utilizar estas figuras ret�ricas m�s atrevidas para designar los grandes acontecimientos nacionales. "Los montes se derritieron como cera ante la presencia del Se�or". Salmo 97:5 .

Miqueas 1:6 . Convertir� a Samaria en un mont�n. Salmanezer la destruy� por rebeli�n, poco despu�s de la muerte de Miqueas y ciento veinte a�os antes de la ca�da de Jerusal�n. 2 Reyes 17:6 .

Miqueas 1:7 . Todos sus �dolos los dejar� desolados. El caldeo dice: "su templo de los �dolos". Las partes internas de todos los templos paganos de la India est�n llenas de �dolos hasta el d�a de hoy. En tiempos de idolatr�a, Ezequiel se queja de una c�mara de im�genes en el templo de Jerusal�n.

Miqueas 1:8 . Haz un gemido como los dragones. Los cr�ticos nos remiten aqu� al espantoso ruido de los elefantes cuando pelean y los lamentos de los heridos. La palabra significa principalmente las serpientes m�s grandes. Deuteronomio 32:33 .

Miqueas 1:11 . Pasad, moradora de Saphir. Este nombre, que es equivalente a agradable, se cree que es una delicada alusi�n al rey de Israel y una denuncia contra su palacio y su corte. En la topograf�a de Palestina no encontramos el nombre de Saphir.

Tener tu verg�enza desnuda. Esta es una declaraci�n de que los soldados asirios desnudar�an lo m�s posible a los cautivos m�s ricos y, en esa situaci�n, los llevar�an al mercado. Los traficantes de esclavos deber�an tener siempre en cuenta estos reveses.

Miqueas 1:16 . �l engrandecer� tu calvicie como el �guila. La historia natural registra que el �guila vive hasta los cien a�os; y que no solo su cabeza, sino casi todo su cuerpo pierde su plumaje. De la misma manera, los invasores asirios deber�an despojar a los israelitas de sus vestiduras, y de los palacios de sus riquezas y de toda su gloria.

REFLEXIONES.

A nuestro profeta se le ense�� a considerar las visitaciones de la guerra a la naci�n hebrea como emanaciones del consejo divino. He aqu�, el Se�or sale de su lugar para hollar los montes. Por supuesto, los hombres en sus pecados deben contar siempre con el d�a del castigo. Entonces, �por qu� gloriarse en las mansiones y palacios y el esplendor del carruaje? �No son tantas tentaciones para que el enemigo invasor venga y se los lleve?

Por tanto, los primeros golpes del ministerio del profeta, como los primeros estallidos de la batalla, fueron impetuosos. Como fiel vig�a en la torre alta, toc� la trompeta de alarma. Como presagio, dirigi� al ej�rcito asirio, en todo su destacamento extendido, desde Afra en Benjam�n hasta Saphir en las colinas. Excita el llanto en Bethezel, como los gemidos de los dragones heridos. Bethezel no podr�a ayudar a Saphir, si quisiera; Jerusal�n tampoco pod�a prestar ayuda, ya que ella misma estaba enferma y tem�a al poderoso invasor.

Todas estas advertencias ten�an entonces, evidentemente, la intenci�n de despertar la alarma, hacer que la naci�n volviera al pacto de Dios y una reforma eficaz de los modales. Y si los eventos antiguos se dejan registrados para nuestro ejemplo, entonces esas alarmas todav�a hablan a las naciones de Europa.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre Micah 1". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/micah-1.html. 1835.