Bible Commentaries
Salmos 20

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

Versículos 1-9

Salmo 20:1 . El Se�or te escuche en el d�a de la angustia. Leemos en Salmo 83 . que casi todas las naciones vecinas, despu�s de que David fue nombrado rey, entraron en una liga para demoler la naci�n jud�a y derribar a su rey. Pero se entiende que este salmo se refiere a una expedici�n contra los amonitas.

David lo compuso para ayudar a la iglesia a orar por su �xito, porque ciertamente fue un d�a de problemas; y Dios, que inspir� a su pueblo con sentimientos de confianza, coron� todas sus esperanzas con los laureles de la victoria.

Salmo 20:9 . Salva al Se�or: deja que el rey nos escuche cuando llamemos. Esta es una lectura infructuosa, porque el discurso es solo para el Se�or, y no para Dios y el rey. La LXX, Oh Se�or, salva al rey y esc�chanos el d�a que te invocamos. El lat�n se lee como la LXX.

REFLEXIONES.

Del ejemplo de la iglesia hebrea, aprendemos el deber de invocar al Se�or en el d�a de la angustia, as� como de hacer los esfuerzos adecuados para repeler el peligro. Entonces Mois�s levant� sus manos al cielo mientras Josu� alzaba su espada contra Amalec por colgarlo en la retaguardia del campamento hebreo y matar a ancianos y enfermos. Todas las naciones han hecho lo mismo en tiempos de guerra e invasi�n.

En oraci�n, podemos mencionar y suplicar la bondad y la gracia de Dios para con nuestros padres. Fue un aumento de la s�plica para invocar al Dios de Jacob, quien, por el �ngel de su presencia, lo hab�a redimido de todo mal y da�o. Entonces El�as, en el monte Carmelo, en el d�a del fin, invoc� al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. No debemos confiar en caballos y armas, sino en el nombre del Se�or.

La oraci�n inspira nuestros esfuerzos con confianza y el gozo de la salvaci�n, incluso antes del d�a del conflicto. No, ve al enemigo como ya ca�do y abatido.

En particular, debemos orar por el rey, y por los l�deres y comandantes, que cubren su pa�s con defensa; porque la habilidad y el valor humanos fallan cuando se niega la defensa desde el cielo. Pero sobre todo, oremos por el �xito del reino del Redentor, para que todos los enemigos caigan ante �l y las naciones le sirvan hasta los confines de la tierra.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre Psalms 20". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/psalms-20.html. 1835.