Bible Commentaries
Salmos 40

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

Versículos 1-17

Este salmo de David es una consecuencia del preado. Es una oda de acci�n de gracias por la liberaci�n del profundo dolor y la tristeza bajo la cual hab�a gemido. Aqu� se eleva por encima de la nube y, como dice, "vio la luz en la luz del Se�or". Una vista gloriosa se abri� en su mente. Vio el Verbo Eterno, el Cristo de Dios. Por algunos momentos, se uni� a �l en Esp�ritu y habl� en su idioma.

Lo vio en toda la grandeza de su pasi�n, consumando la obra de nuestra redenci�n; lo vio resucitar de entre los muertos y declarar la justicia prometida en la gran congregaci�n. Por tanto, es en vano que los arrianos hablen aqu� de David como el padre de Cristo, y como un tipo del Santo y del Justo. David no cumpli� ni magnific� la ley. Los o�dos de David nunca se aburrieron, ni reemplaz� la ley ceremonial y convirti� al mundo gentil. El arrianismo destruye el sentido de los profetas, reemplaza a los t�rgums de los viejos rabinos y alza el d�bil brazo de la filosof�a contra la sabidur�a que viene de arriba.

Salmo 40:2 . Tambi�n me sac� de un pozo horrible. De la cueva profunda, amplia y fangosa en la que una vez estuvo David, toma prestado el lenguaje para expresar su coraz�n. All� or� y llor�, como en el salmo anterior, y all� fue escuchado y liberado de la muerte. As� que el Salvador luch� angustiado en el monte de los Olivos y lanz� fuertes gritos y l�grimas. Mateo 26:3 ; Hebreos 5:7 .

Salmo 40:3 . Ha puesto en mi boca un c�ntico nuevo, como en los vers�culos que siguen y en veinte de los salmos. Ver Salmo 118 . Homero cant� La ca�da de Troya. Virgilio halag� a los romanos con el desembarco de Eneas en Italia. Otro canta la liberaci�n de Jerusal�n y un cuarto celebra el continente indio, abierto por los portugueses.

Pero aqu� est� el canto de las canciones. Muchos lo ver�n, temer�n y confiar�n en el Se�or. Los notables favores de Dios a David fueron como mil argumentos para persuadir a las naciones a servir a un Dios siempre fiel y bueno. As� fue cuando la iglesia se regocij�; una multitud de conversos fue tra�da al Se�or. Hechos 2:3 . 4.

Salmo 40:6 . Sacrificio y ofrenda no quisiste; me has abierto los o�dos. David usa aqu� las palabras ??? ????? zebach ve-minchah, holocausto u holocausto y ofrenda de carne. La primera de estas palabras tiene una viva referencia a la oblaci�n del cuerpo del Salvador en la cruz; el segundo a las alegr�as que siguieron.

Obviamente, este texto debe ser explicado por Isa�as 50:5 , donde el profeta es como David, personificando el lenguaje de Cristo. �El Se�or me abri� los o�dos, y no fui rebelde, ni me volv� la espalda. Le di la espalda a los golpeadores y mis mejillas a los que me arrancaban el pelo. No escond� mi rostro de la verg�enza y los escupitajos.

Este sentido concuerda mejor con la prontitud que sigue, la llegada del volumen del libro y el deleite de hacer la voluntad de Dios. Ni el o�do de David ni el o�do del Mes�as se aburrieron jam�s. Adem�s, aqu� se usa la palabra plural, y la ley permit�a aburrirse s�lo de un o�do. Mestrezat, un eminente predicador franc�s, a quien Ostervald coloca entre los modelos de elocuencia del p�lpito, tiene un erudito serm�n sobre este texto.

�l admite que cuando San Pablo aplica este pasaje a Cristo, no sigui� la versi�n hebrea sino la versi�n de los Setenta; y que al traducir el texto, �un cuerpo me preparaste�, usa la palabra cuerpo, no o�dos, de conformidad con los gentiles que llamaban a los que eran esclavos de por vida ?????? somata; y una raz�n m�s fue, porque el Padre hab�a apropiado para el Mes�as un cuerpo, como dice Isa�as, al personificar a Cristo, �El Se�or me form� desde el vientre para ser su siervo�: cap.

Salmo 49:5 . Tambi�n San Pablo. "Se despoj� de su reputaci�n, y fue hallado en semejanza de hombres". Filipenses 2:6 . En cuanto al hecho de que el Se�or no desea sacrificios y ofrendas, debemos entenderlo primero, al un�sono con todos aquellos textos que prefieren la obediencia a las oblaciones.

�No habl� a vuestros padres acerca de holocaustos ni de sacrificios, sino que les mand� una sola cosa, diciendo: O�d mi voz�. Jeremias 7:22 . Entonces Oseas: "Porque tendr� misericordia, y no sacrificios". En segundo lugar, debemos entender que las palabras predicen el cese definitivo de los sacrificios legales por una manera m�s perfecta de acercarse a Dios mediante el cuerpo de Cristo ofrecido una vez por todas. Se abrir�a una fuente m�s eficaz para el pecado que la que permit�a la ley. Zacar�as 13:1 .

Salmo 40:7 . He aqu�, vengo: en el volumen del libro est� escrito de m�. En hebreo, griego y lat�n, est� "en la cabecera del libro". El ingl�s sigue al caldeo y al Montano en la lectura, "en el volumen", es decir, en la parte superior o apertura del pacto. Entonces Juan pone al Mes�as a la cabeza de su evangelio y a la cabeza de su ep�stola.

As� Mois�s, "La Simiente de la mujer herir� la cabeza de la serpiente". Isa�as tambi�n: "Te dar� por pacto al pueblo". Aqu� est� el texto; el serm�n reina en todo el volumen; el Antiguo Testamento est� lleno de los sufrimientos y la gloria de Cristo.

Salmo 40:9 . He predicado justicia. David y muchos buenos reyes han participado activamente en la adoraci�n de Dios. Eusebio nos da una oraci�n de Constantino el grande, que pronunci� en la iglesia. Juliano, el emperador ap�stata, cuando era joven, le�a a veces en la iglesia. Pero estas palabras siempre han sido entendidas por Cristo, quien predic� con valent�a en el templo y por toda la tierra.

Juan 7:26 ; Juan 18:20 . Esta justicia de Dios se describe en el siguiente vers�culo: He declarado tu fidelidad y tu verdad.

Salmo 40:12 . Innumerables males me han rodeado; Mis iniquidades, es decir, mis aflicciones, se han apoderado de m�. Esta es una figura ret�rica que pone una cosa por otra, y es frecuente en el lenguaje corriente de la piedad hebrea.

REFLEXIONES.

Aqu� el profeta inspirado se lanza a una sublime tensi�n de devoci�n agradecida. Su alma fue calentada y elevada por una revisi�n de misericordias pasadas; y de sus propias liberaciones particulares, ve una liberaci�n mucho mayor, que el Se�or efectuar�a por medio de Jesucristo. Ampliemos sus palabras. Esper� pacientemente al Se�or durante los siete a�os de mi destierro, y �l me sac� de la cueva horrible donde me escond� de Sa�l; y cuando llor� amargamente all�, mis pies se atascaban en el fango, las cavernas oscuras y abovedadas daban ecos l�gubres a mi voz.

Pero ahora me ha llevado al trono que es firme como una roca, porque se basa en su promesa. Por tanto, lo alabar� con un c�ntico nuevo y exaltar� sus favores y su amor. S�, Israel, viendo mis misericordias y la fidelidad de Dios a su palabra, reformar� sus vidas; y rogadle por las mismas misericordias con respecto al perd�n y la gracia. Pero los c�nticos de alabanza no bastan para volver a mi Dios: lo glorificar�, no con expiaci�n, sino con obediencia; su ley est� dentro de m�, y me deleito en hacer su voluntad.

S� m�s; como he hecho a menudo, as� mientras tenga aliento declarar� su justicia en la gran congregaci�n; No lo esconder� en mi coraz�n. Y lo har� para que todav�a se escuchen mis oraciones por la liberaci�n de todos los enemigos que me quedan. As� que la verg�enza cubrir� a los que dicen: �Aj�, aj�! Se alegrar�n los que buscan su salvaci�n; y siempre ser� pobre y menesteroso a los pies del Se�or; es lo m�s seguro para mi alma.

Adem�s, podemos agregar que este salmo es muy aplicable a las personas que se han convertido recientemente o que han sido liberadas de los problemas ocasionados por sus pecados. Son sacados de un abismo horrible de pecado y muerte, donde sus pies est�n estancados en el lodo de la verg�enza y el pecado, porque los imp�os son como un mar revuelto, cuyas aguas arrojan lodo y lodo. Sus pies est�n ahora establecidos en Cristo, la roca de los siglos, y sus lenguas cantan alabanzas a su Dios. Publican su justicia en la congregaci�n de sus santos; porque ser�a perverso esconderlo, para que los justos se regocijen y los pecadores se conviertan al Se�or.

Pero la aplicaci�n �ltima de este salmo es para el Mes�as, porque los profetas, en todos sus dolores y alegr�as, le transfirieron sus deseos. Cristo en el huerto, en manos de sus crucificadores, y en la tumba, estaba en este horrible pozo; y ofreci� oraciones con gran clamor y l�grimas, y fue levantado por la gloria de Dios. Cuando el Padre no quiso aceptar toros y machos cabr�os, habiendo preparado un cuerpo, se adelant� voluntariamente para morir en la cruz.

Vino, en el volumen del libro, para cumplir todas las cosas que las Escrituras hab�an dicho; porque la ley del Padre estaba dentro de �l, y se complac�a en hacer su voluntad. Por la cual seremos santificados. Tambi�n ha publicado la justicia de Dios en la gran congregaci�n del cielo y la tierra; y muchas naciones y pueblos, tribus y lenguas, han visto y temido, y se han vuelto al Se�or.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre Psalms 40". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/psalms-40.html. 1835.