Bible Commentaries
Romanos 12

Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo TestamentoComentario de Sutcliffe

Versículos 1-21

Romanos 12:1 . Por tanto, hermanos, os ruego por la misericordia de Dios. En forma de s�plica, ahora los exhorta tiernamente, a cambio de toda la gloria del amor redentor, a presentar sus cuerpos a Dios, en castidad y templanza, como templos del Alt�simo. Herodoto, el sacerdote griego, confiesa que en el festival de Venus, la mejor clase de gente se present� para presentar sus respetos a la diosa, mientras que la clase inferior se entreg� a cr�menes que no pueden ser nombrados.

Romanos 1:24 . El esp�ritu de la exhortaci�n es que, viendo que Dios hab�a llamado a los santos romanos a toda la gloria de su pacto, ahora deber�an ser una naci�n santa, consagrada al Dios viviente, sirvi�ndole diariamente con oraci�n y alabanza. Tal sacrificio debe presentarse sin mancha; y aceptablemente, porque los sirvientes deber�an ser empleados en los servicios m�s aceptables para su amo.

Es una oblaci�n racional que una criatura viva para la gloria de su Creador; y especialmente con respecto a las dotes espirituales, que los argumentos siguientes parecen indicar como se pretende aqu�.

Romanos 12:2 . No os conform�is a este mundo. Esto fue una vez tu todo; pero el mundo es ahora solo la tierra de tu peregrinaje. La angustia del coraz�n, porque mi vestido, mi casa y mi estilo no son iguales a los de mi pr�jimo, cesa cuando Cristo es todo y en todos. La renovaci�n del alma a toda la imagen y gloria de Dios es ahora el �nico deseo de los santos.

Romanos 12:4 . No todos los miembros tienen el mismo cargo. La mayor parte de las iglesias consist�a al principio en personas talentosas, entre las cuales era apropiado preservar el orden, para que cada una pudiera oficiar de una manera aceptable a Dios y �til a los santos.

Romanos 12:5 . Entonces, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo. Ya sean jud�os o griegos, esclavos o libres, todos son bautizados por el Esp�ritu Santo en un solo cuerpo. El amor hace a todos uno. San Cipriano nos ha dejado un ensayo sobre la unidad de la iglesia; pero despu�s de todo, Unitas Ecclesi� est tantum in Christo, la unidad de la iglesia est� solo en Cristo.

Roma lo reclama, y ??amablemente env�a a la perdici�n todo sin palidecer. �Qu� unidad podemos tener con la tiran�a como el infierno, con los asesinatos sin n�mero, con la idolatr�a tan grande como el mundo? Salid de ella, pueblo m�o, para que no se�is part�cipes de sus plagas.

Romanos 12:6 . Entonces, teniendo dones que difieren seg�n la gracia que se nos ha dado, que cada persona oficial en la iglesia est� en su lugar debido. El pastor profetizando en el santuario, el di�cono ejerciendo su ministerio espiritual y temporal, el maestro edificando el cuerpo en amor. El exhortador entre sus catec�menos, y los limosneros distribuyendo a las necesidades de los santos.

Romanos 12:9 . Que el amor sea sin disimulo. Los cumplidos de la corte son muy diferentes de la bondad divina, la facilidad y la gracia que reinan en los corazones regenerados. El amor es el v�nculo de la perfecci�n. Las sociedades terrenales se asocian y obedecen por inter�s, por costumbre o por miedo; pero el amor, la pura y perfecta caridad de Cristo, mueve a los santos. Visitan a los enfermos y ayudan a los necesitados con verdadera benevolencia de coraz�n.

Romanos 12:10 . Sed cari�osos, o como dice la versi�n de Mons: �Que cada uno tenga por el pr�jimo un cari�o y una ternura verdaderamente fraterna�. Est�n llenos de urbanidad, morando en Dios y morando en el amor. Cris�stomo observa que los miembros del cuerpo espiritual deben hacer los mismos buenos oficios entre s� que los miembros del cuerpo natural.

Romanos 12:11 . No perezoso en los negocios. Los deberes de la vida deben ser cumplidos y cumplidos de tal manera que podamos al mismo tiempo ser fervientes en esp�ritu, sirviendo al Se�or. El arado debe moverse para cosechar alegr�a; y las labores de la vida a menudo deben ser animadas con himnos de alabanza, indicativos de una mente feliz y contenta.

Lo contrario suele ser la introducci�n a todas las miserias de la pobreza y el vicio. Es bueno que un hombre tenga ante s� un plan de los deberes del d�a, para que pueda tener tiempo para la devoci�n y tiempo para todos los dem�s deberes necesarios. El holgaz�n que desperdicia su precioso tiempo en h�bitos inapropiados, es igualmente ignorante de Dios y de s� mismo.

Romanos 12:17 ; Romanos 12:21 . No pagues a nadie mal por mal. Eso ocasionar�a dos males, donde antes solo hab�a uno. Os privar�is de una excelente oportunidad de hacer el bien y obstaculizar�is la conversi�n de vuestro pr�jimo.

Antes pensaba que eras un buen hombre, pero ahora tendr�a una triste prueba de que t� tambi�n eres malvado como �l. Invades los derechos de Dios para castigar a tiempo, en forma y en grado. Castiga para sacar el bien del mal; pero amontonar�as un pecado sobre otro. M�s bien, obedece las Escrituras y vence el mal con el bien. Sa�l pr�cticamente hab�a puesto precio a la cabeza de David; pero cuando David tom� su lanza y le perdon� la vida, hubo un cambio de sentimiento. ��Es esta tu voz, hijo m�o David? T� eres m�s justo que yo ".

REFLEXIONES.

San Pablo, habiendo presentado a los santos romanos el glorioso evangelio del Dios bendito, y con una fuerza de argumentaci�n que ninguna sabidur�a humana podr�a haber concebido, procede a rastrear la influencia que deber�a tener en sus vidas, en la castidad, la piedad y la moral. de nacimiento celestial. Les suplica por las misericordias de Dios en la creaci�n, la providencia y la gracia, que ahora presenten sus cuerpos a Dios, sacrificio santo y vivo; y no ofrezcas m�s bestias en el altar, como sol�an hacer los jud�os.

Y m�s a�n, cuando los id�latras presentaron de la manera m�s terrible sus cuerpos a los demonios, llevando las marcas de sus �dolos en pinchazos y pintando en la carne. �Ay, qu� escenas de borrachera, prostituci�n y verg�enza siguieron a las fiestas de sus �dolos! Nadie puede creer ahora en esas enormidades, sino aquellos que han le�do La ciudad de Dios de Agust�n y otros escritos de los padres contra los gentiles.

Siendo Satan�s el dios de este mundo, obrando en los hijos de la desobediencia, los cristianos no deben conformarse a este mundo que se desvanece en fiestas y brindis, en las modas de vestir mensuales y en las vanidades de la �poca. No somos del mundo, pero buscamos un pa�s mejor; entonces vist�monos de modo que podamos ser los menos notados, ya sea como bellas y bellas , o como caprichosos y extra�os. Es divino salvar del lujo y dedicar el dinero a alimentar a los pobres y vestir a los desnudos.

La cadena de virtudes aqu� presionada es en realidad una constelaci�n celestial de gracias que adornan la mente y el car�cter de un santo. Un hombre sabio los leer� a menudo y se esforzar� a diario por copiarlos en su vida. La gloriosa sublimidad de la doctrina cristiana debe, cuando se estudia as�, producir un temperamento mental y una l�nea de conducta superior a todo lo que la tierra puede jactarse. Y el adorno de los dones que Cristo ha conferido a su cuerpo, la iglesia, aumenta su brillo.

Las prohibiciones de venganza y la compensaci�n de mal por mal son muy ornamentales para el c�digo cristiano. �El duelista y el implacable dicen que tal conducta no es masculina? Creemos que es una mente divina; porque Dios mismo, sosteniendo rayos en sus manos, se abstiene de golpear a los ofensores con la muerte. Creemos que el temperamento es noble m�s all� de lo que la naturaleza puede jactarse; y consideramos prudente y loable en extremo, que David perdon� la vida a Sa�l dos veces.

Estas dos acciones generosas ganaron los corazones de todo Israel para colocarlo en el trono. Mientras que los vengativos quitan la espada de la mano de Dios y del magistrado. Pierden el momento oportuno y desproporcionan la medida del castigo; a menudo abruman a las ramas inocentes de las familias con una nube de tristeza y las visitan con tremendas cat�strofes. Oh cristianismo amable, suave en su moral, sublime en sus doctrinas y divino en todas sus virtudes. Dejemos que el gentilismo oculte su rostro cuando la revelaci�n despliegue su belleza. Que su gracia reine en mi coraz�n, y la justicia prevalezca en mi vida para la gloria de Dios.

Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre Romans 12". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/romans-12.html. 1835.