Bible Commentaries
1 Samuel 19

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

Y dijo Sa�l a su hijo Jonat�n, ya todos sus siervos, que mataran a David.

Ver. 1. Y Sa�l le habl� a su hijo Jonat�n. ] Detexit facinus fatuus et non implevit, dice T�cito de uno que fue enviado por el Senado para matar a otro, pero lo revel� a uno que lo revel� y lo impidi�. �Pens� Sa�l que Jonat�n matar�a a David, a quien amaba tanto? �Cu�n gravemente equivocado estaba Saulo! �Qu� desvergonzado e insolente! Esto fue in peius proficere: los malvados van de mal en peor, hasta que la ira les sobreviene en su m�xima expresi�n.

Y a todos sus siervos. ] Quienes eran, mientras, grandes admiradores de David, 1Sa 18: 5 pero ahora fr�os amigos en el mejor de los casos; ninguno de ellos habla por �l, y no pocos est�n dispuestos a actuar en su contra, seg�n el lema del cortesano, Quicquid regi placet, mihi placet; todo lo que agrada al rey, me agradar� a m�. Jonat�n no dijo nada en ese momento, por temor a que pareciera oponerse p�blicamente a su padre: a quien tambi�n percib�a ahora como furioso, y por lo tanto no en caso de escuchar un buen consejo. Los semilleros no siembran en una tormenta; los m�dicos no dan una poci�n en un ataque.

Que mataran a David. ] Pero no alega raz�n ni causa. De hecho, fue el mismo motivo por el que muri� Graecinus. Graecinum Iulium Virum Egregium C�sar occidit ob hoc unum, quod Melior vir erat quam esse quenquam Tyranno expedirer, dice S�neca: una que es, Graecinus Julius era por C�sar puso a muerte por esta �nica raz�n, porque era un hombre mejor que el tirano pod�a bien lejos con.

a De Benef. lib. ii. gorra. 21.

Versículo 2

Pero Jonat�n el hijo de Sa�l se deleit� mucho en David; y Jonat�n se lo dijo a David, diciendo: Sa�l mi padre quiere matarte; ahora, pues, te ruego que mires de ti mismo hasta la ma�ana, y permanezcas en un [lugar] secreto, y esc�ndete. ti mismo:

Ver. 2. Pero Jonat�n, hijo de Sa�l.] Y heredero aparente del reino, lo que podr�a haberlo convertido en enemigo de David, a quien sab�a que probablemente suceder�a a su padre.

Y Jonat�n se lo cont� a David. ] En donde le hizo una oficina m�s amigable, para los dardos previstas son dintless, una y a su padre sin perjuicio en absoluto; impidi�ndole empapar sus manos en sangre inocente.

Sa�l mi padre busca matarte. ] Antes hab�a buscado hacerlo de manera m�s encubierta; pero ahora m�s abiertamente; Tan cierto es el de Lutero, Hypocritis nihil est crudelius, impatientius, et vindictae cupidius, etc., no hay nada en el mundo m�s cruel, m�s impaciente y m�s vengativo que los hip�critas: en verdad son muy serpientes, rencorosas, venenosas y vengativo.

Cu�date hasta la ma�ana ] , es decir, para que no te sorprendan los asesinos y degolladores de mi padre.

Reside en un lugar secreto. ] Tal escondite, como t� lo sabes, cerca del camino de Sa�l: donde oir�s lo que pasa entre nosotros; y lo que no oyes, te lo dir�.

a Praevisa iacula menos feriunt.

Versículo 3

Y saldr� y estar� junto a mi padre en el campo donde est�s, y hablar� contigo de mi padre; y lo que veo, eso te lo dir�.

Ver. 3. Y lo que veo, eso te dir�. ] Esto no fue una traici�n a su padre, sino el amor verdadero a su amigo, con quien estaba en alianza, ad commoriendum et convivendum.

Versículo 4

Y Jonat�n habl� bien de David a su padre Sa�l, y le dijo: No peque el rey contra su siervo, contra David; porque no pec� contra ti, y porque sus obras han sido muy buenas para ti;

Ver. 4. Y Jonat�n habl� bien de David. ] Aunque a riesgo de su propia vida, como 1 Samuel 20:32 ; 1 Samuel 20:37 . El cuadro de la verdadera amistad entre los antiguos era este: Un joven hermoso, con la cabeza descubierta, con el pecho abierto, para que se viera su coraz�n; con lo cual fue escrito, Longe, Prope, Far and Near. En su frente estaba escrito, Aestas, Hyems, Verano e Invierno; en la falda de su prenda, Mors et Vita, Muerte y Vida.

Y porque sus obras han sido muy buenas para ti. ] Devolver mal por mal es brutal, pero devolver mal por bien es diab�lico. Los paganos aborrec�an la ingratitud. Licurgo no har�a ninguna ley contra �l, quod prodigiosa res esset beneficium non agnoscere, porque lo consideraba algo monstruoso y casi imposible.

Versículo 5

Porque �l puso su vida en su mano, y mat� al filisteo, y el SE�OR obr� una gran salvaci�n para todo Israel; t� lo viste y te alegraste; por tanto, entonces, pecar�s contra sangre inocente, matando a David sin a �porque?

Ver. 5. Porque puso su vida en sus manos. ] se lo ofreci�, por as� decirlo, a Goliat para que se lo llevara si pod�a: como dijo el rey de Suecia de la reina Isabel cuando asumi� la protecci�n de los Pa�ses Bajos, que se quit� la corona de la cabeza y se puso sobre la cabeza de la fortuna.

Y el Se�or hizo, etc. ] �Y ser� asesinado quien haya merecido tanto? Absit nefas.

Versículo 6

Y Sa�l escuch� la voz de Jonat�n, y jur� Sa�l: Vive el SE�OR que no morir�.

Ver. 6. Y Sa�l escuch� la voz de Jonat�n. ] Hasta ahora la oratoria de Jonat�n y la inocencia de David juntos triunfaron en la conciencia de Sa�l.

Y Sa�l jur�. ] Era un blasfemo acostumbrado, y no tomaba en cuenta un juramento. Su sola palabra deber�a haber sido como las leyes de los medos y persas: �cu�nto m�s cuando est� obligado as� con un juramento? Eso fue una gran deshonra para los paganos romanos, que Mirrhanes, el general persa, dijera de ellos, Romanis promittere promptum est, promissis autem quanquam iuramento fermatis minime stare, a que est�n libres de sus justas promesas, pero descuidados de cumplir con las lo mismo, s�, aunque les han jurado.

Pero qu� verg�enza es para los romanistas modernos, esos pseudocristianos, que rompan las promesas y los juramentos hechos no s�lo a los turcos, como hizo Ladislao, rey de Hungr�a, con el consentimiento y el consejo del legado del Papa. - pero a los protestantes: presenciar sus procedimientos contra Juan Huss y Jer�nimo de Praga, en contra del salvoconducto del emperador; y la horrible masacre en Francia, & e.

No morir�. ] Y es muy probable que Sa�l hablara ahora como pensaba. Pero si los buenos pensamientos miran en cualquier momento a un coraz�n perverso, no se quedan all�, como aquellos a los que no les gusta su alojamiento. Los rel�mpagos se pueden discernir en las c�rceles m�s oscuras, pero pronto se van de all� otra vez: as� que aqu�.

a Procop., lib. yo., De Bell. Pers.

Versículo 7

Y Jonat�n llam� a David, y Jonat�n le mostr� todas estas cosas. Y Jonat�n llev� a David a Sa�l, y estuvo en su presencia, como en tiempos pasados.

Ver. 7. Y estaba en su presencia, como en tiempos pasados. ] Pero nada tan seguro del favor de Sa�l, ahora restaurado, como el mayordomo del Fara�n; o Essex de la reina Isabel: a quien, cuando primero encarcel� y luego agrandaba, no lo amaba menos que antes, despu�s de que �l le hab�a dicho a Su Majestad que bes� sus manos reales, y la vara que lo hab�a corregido, no lo arruin�. , &C. a

a Camden's Elisab., 533.

Versículo 8

Y hubo otra guerra; y sali� David, y pele� contra los filisteos, y los mat� con una gran matanza; y huyeron de �l.

Ver. 8. Y los mat� con una gran matanza. ] Su nombre no era menos terrible para ellos, probablemente, que despu�s el de Hanniade para los turcos, o el de Zisca para los papistas en Bohemia y otras partes; las madres se callaron con sus hijos llorando.

Versículo 9

Y el esp�ritu maligno enviado por el SE�OR estaba sobre Sa�l, que estaba sentado en su casa, con la jabalina en la mano; y David jugaba con la mano.

Ver. 9. Con su jabalina en la mano. ] No estar�a sin esto, como si estuviera siempre atemorizado. El gran Turco, ese tirano, tiene siempre como est� sentado en su trono, a la mano, dispuesto a su lado, un blanco, una cimitarra, una maza de hierro, con arco y flechas, para su defensa. a Nuestro Ricardo III siempre ten�a su espada desnuda clavada junto a la cama. B

un turco. Hist.

b Daniel

Versículo 10

Y Sa�l procur� herir a David hasta la pared con la jabalina; pero �l se escap� de la presencia de Sa�l e hiri� la jabalina en la pared; y David huy�, y escap� aquella noche.

Ver. 10. Y Sa�l procur� herir a David. ] Contra quien ahora se enfureci� m�s que nunca: contrario a su juramento. Tan poca confianza o verdad hay en los envidiosos.

Incluso a la pared con la jabalina. ] Ver 1 Samuel 18:11 , Ver Trapp en " 1Sa 18:11 " La envidia fue el pecado principal de Sa�l: como todos los hip�critas habitualmente viven en alg�n pecado conocido sin tristeza ni enmienda: Judas en la codicia, Herodes en la voluptuosidad, Di�trefes en la ambici�n, &C.; y �stos los devoran, como polilla en vestido, como ladr�n en una l�mpara, como gusano en un �rbol; �stos apagan lo poco que hab�a en ellos, como el sol apaga el fuego.

Versículo 11

Sa�l tambi�n envi� mensajeros a la casa de David para vigilarlo y para matarlo por la ma�ana; y Mical la mujer de David se lo cont�, diciendo: Si no salvas tu vida esta noche, ma�ana ser�s muerto.

Ver. 11. Vigilarlo y matarlo por la ma�ana. ] Cuando pens� que lo har�an con menos ruido y menos resistencia que de noche. Josefo dice una que Sa�l hab�a nombrado a los jueces para sentarse sobre �l esa ma�ana, y para condenarlo por un traidor: como nuestra Ricardo III tratado por el Se�or Hastings, quien a toda prisa ejecutado.

Y Michal, la esposa de David, se lo cont�.] Tal vez se enterar� de ese plan asesino de alg�n amigo: o podr�a ver a los asesinos por la casa de noche. Y aunque ten�a poca religi�n en ella, la naturaleza le hab�a ense�ado a preferir un marido a un padre. El marido y la mujer son como las dos ramas en la mano del profeta Ezequiel, encerrados en una corteza, y tan juntos que forman una sola pieza: por tanto, deben buscar mutuamente la conservaci�n y el bien el uno del otro. Mar�a, reina de Hungr�a, mostr� la misma bondad a su esposo Segismundo, quien luego fue elegido emperador de Alemania en 1411 d.C., pero tampoco Mar�a, reina de Escocia.

a Lib. v. cap. 14.

Versículo 12

Entonces Mical baj� a David por una ventana; y �l fue, y huy�, y escap�.

Ver. 12. Entonces Michal baj� a David a trav�s de una ventana. ] Ella la excit� en todos los sentidos; el amor es laborioso. Ant�oco el Grande le dio a Cleopatra su hija a Ptolomy Epiphanes, rey de Egipto, pensando en usarla como un instrumento para destruirlo; pero ella, contrariamente a lo que �l esperaba, se uni� a su marido, como Daniel le hab�a profetizado anteriormente: "No se pondr� de su lado". Dan 11:17

Versículo 13

Y Mical tom� una imagen y la puso en la cama, y ??puso una almohada de pelo de cabra por cabecera, y la cubri� con un pa�o.

Ver. 13. Y Michal tom� una imagen. ] O una estatua, la propia estatua de David, o alguna imagen supersticiosa (en hebreo es teraf�n) que ella guardaba en secreto, como lo hab�a hecho Raquel, sin que David lo supiera. Algunos probablemente han deducido que Mical, aunque era una buena esposa, no era una buena mujer: tanto porque ten�a una imagen en la casa, como despu�s se burl� de David por su devoci�n.

Y puso una almohada de pelo de cabra.] Lo que podr�a hacer creer a los mensajeros que era el pelo de la cabeza de David. Esto lo hizo para poder ganar m�s tiempo para su esposo que hu�a. O tal almohada, en cuanto a comodidad y calidez.

Versículo 14

Y cuando Sa�l envi� mensajeros para llevarse a David, ella dijo: Est� enfermo.

Ver. 14. Ella dijo: Est� enfermo. ] Esta mentira oficiosa la consider� como ning�n pecado, o como un pecadillo, ya que era para salvar la vida de su marido: en lo cual ella se convierte en un ejemplo de la debilidad humana.

Versículo 15

Y Sa�l envi� mensajeros [de nuevo] a ver a David, diciendo: Tr�iganmelo a la cama para que lo mate.

Ver. 15. Tr�elo hacia m� en la cama. ] Con tanta avidez busc� este sanguinario, y con tanta alegr�a habr�a chupado la sangre de David: pero el p�jaro vol�, Dios habiendo provisto mejor; y David ahora estaba cantando o cantando que Salmo 59:1 , "L�brame de mis enemigos, oh Dios", etc., como aparece en el t�tulo. Ver Trapp en " Sal 59: 1 "

Para que pueda matarlo.] Y luego decir de �l como Caracalla ensangrentada hizo el emperador de su hermano Geta, a quien hab�a matado y despu�s deificado; Sit divus, modo non sit virus, D�jalo ir al cielo, para que no me turbe con �l en la tierra.

Versículo 16

Y cuando entraron los mensajeros, he aqu� [hab�a] una imagen en la cama, con una almohada de [pelo] de cabras por cabecera.

Ver. 16. He aqu�, hab�a una imagen. ] V�ase 1 Samuel 19:13 . As� se han frustrado con frecuencia los perseguidores, como los que buscaron a Jerem�as y Baruc, Atanasio, Lutero y otros a quienes el Se�or escondi� hasta que pas� la tormenta.

Versículo 17

Y Sa�l dijo a Mical: �Por qu� me enga�aste as�, y enviaste a mi enemigo para que escapara? Y Mical respondi� a Sa�l: Me dijo: D�jame ir; �Por qu� deber�a matarte?

Ver. 17. Me dijo: D�jame ir; �Por qu� deber�a matarte? ] Esta fue una segunda mentira, como es habitual en los mentirosos poner una mentira sobre otra, y peor que la primera. 1Sa 19:14 Si eso fue una mentira oficiosa, seguramente fue perniciosa: calumniar a su esposo para salvarse a s� misma. Cu�nto mejor la esposa de Polixeno, que era hermana de Dionisio, el tirano; y cuando su marido, acusado de traici�n, huy� a Italia, cuando su hermano le pregunt� por qu� no le avis� de la situaci�n de su marido. huyendo, respondi� confiadamente, An ita me degenerem putas, etc.

, �Acaso piensas que soy una esposa tan desobediente, que si hubiera sabido que mi marido habr�a huido, no habr�a huido con �l? Y aqu� no puedo dejar de insertar lo que he le�do de esa valiente mujer bohemia en la tard�a persecuci�n sangrienta all�. El Mayor de Litomeritia hab�a apresado a veinticuatro ciudadanos piadosos, de los cuales su propio yerno era uno, y despu�s de casi haberlos llorado en la c�rcel, juzg� que se hab�an ahogado en el r�o Albis: ante lo cual su hija, retorci�ndose sus manos y cayendo a los pies de su padre, le suplic� que perdonara a su marido.

Pero �l, m�s duro que una piedra, le pidi� que se callara, diciendo: �Qu�! �No puedes tener un marido m�s digno que este? a lo que ella respondi�: Nunca me desposar�s con nadie; y as�, golpe�ndose los pechos y tir�ndose del pelo, sigui� a su marido hasta el r�o. Y cuando lo arrojaron en medio del r�o atado, ella salt� y lo agarr� por la mitad; pero al no poder sacarlo, ambos se ahogaron juntos, y al d�a siguiente se encontraron abrazados. a

a Mr Clark's Mirror, 305.

Versículo 18

David huy� y escap�, y fue a Ram� a Samuel y le cont� todo lo que Sa�l le hab�a hecho. Y �l y Samuel fueron y vivieron en Naiot.

Ver. 18. Y vino a Samuel en Ram�. ] Para la direcci�n y el consuelo, que se puede obtener, si en cualquier lugar de la tierra, en la comuni�n de los santos, en la compa��a de buena gente. Tambi�n aqu�, si en alg�n lugar de la tierra, podr�a esperar estar a salvo bajo el ala de Samuel, y en un colegio de profetas, como en un santuario de seguridad. Ver 1 Samuel 10:5 , con la nota.

Y �l y Samuel fueron y moraron en Naiot. ] Que era un colegio o escuela de profetas, contiguo a Ram�. La palabra Naiot significa un lugar solitario en los pastos y campos: este era el m�s apto para el estudio y la meditaci�n. Aqu� se profesaba la verdadera filosof�a que es, dice Arist�teles, una ????? ?? ??? ????????? ????? ?????, una doctrina verdaderamente divina y celestial; muy diferente de esa filosof�a vana y enga�osa que el ap�stol Colosenses 2:8 en Colosenses 2:8 . Esto no es m�s que sofismas; que, dice el mismo Arist�teles, b es ????????? ?????, ???? ?? ??; una sabidur�a aparente pero no sustancial.

a Arist., De Mundo, cap. I.

b De Sophist. Elench., Cap. I. partic. 6.

Versículo 19

Y fue informado a Sa�l, diciendo: He aqu� David est� en Naiot en Ram�.

Ver. 19. Y le fue dicho a Saulo. ] Por algunos de sus Coryccei, sus esp�as y aduladores: ya que hay una maravillosa simpat�a entre los pr�ncipes y esas plagas.

Versículo 20

Y Sa�l envi� mensajeros para tomar a David; y cuando vieron a la compa��a de los profetas profetizando, ya Samuel de pie [como] hab�a sido designado sobre ellos, el Esp�ritu de Dios estaba sobre los mensajeros de Sa�l, y ellos tambi�n profetizaron.

Ver. 20. Y Sa�l envi� mensajeros para llevarse a David. ] Contra gentes, como dicen, y cualquiera que diga que no: no perdonar� a los profetas, pero si se opusieron, pas�ndolos a todos por la espada, como luego hizo con los sacerdotes de Nob. Toda malicia es sangrienta y b�rbara hasta donde se atreve a mostrarse.

Y cuando vieron a la compa��a de los profetas profetizando. ] Es decir, alabando a Dios, orando y predicando, para el consuelo no peque�o del angustiado David, quien bien podr�a decir: "En la multitud de mis pensamientos confusos dentro de m�, tus consuelos han refrescado mi alma". Sal 94:19

Y Samuel estaba de pie como designado sobre ellos. ] Como su presidente. Porque aunque Samuel hab�a cedido el gobierno p�blico de la Commonwealth, sin embargo, no vivir�a para s� mismo, como lo hizo Sila despu�s de que renunci� a la dictadura: pero como Cat�n, despu�s de eso hab�a cabalgado triunfante, y por lo tanto ten�a un mandato judicial. caso que le fue dado - se ejercit� todav�a por el bien del p�blico, -

Ut qui toti genitum se credidit orbi. "

As� que Samuel odiaba ser holgaz�n o in�til, y por eso todav�a se ejercitaba en su oficio prof�tico. As� Mois�s, cuando no pueda en Egipto, har� justicia en Madi�n: en Egipto libr� al israelita oprimido, en Madi�n a las agraviadas hijas de Jetro. Prefiero estar enfermo en mi cama que ocioso, dice S�neca.

Y tambi�n profetizaron. ] Se despojaron de sus ropas militares y actuaron como profetas con h�bitos y gestos, olvid�ndose del negocio que se les plante�. Disce hic quantum valeat bonorum societas, dice A. Lapide. Vea aqu� la eficacia de la buena compa��a: seguramente, como la piedra de carga arrastra el hierro, as� los ejercicios espirituales pueden afectar los corazones y los afectos de los dem�s.

Versículo 21

Y cuando se inform� a Sa�l, envi� otros mensajeros, y ellos profetizaron lo mismo. Y Sa�l volvi� a enviar mensajeros por tercera vez, y ellos tambi�n profetizaron.

Ver. 21. Y ellos tambi�n profetizaron. ] Tales cambios repentinos tambi�n leemos en 3 Juan 1:7 : 46. De modo que Agust�n fue convertido repentinamente por Ambrosio; Latimer al escuchar las conferencias del Sr. Stafford, de las que lleg� a burlarse, y la confesi�n del Sr. Bilney. a Concerniente a la congregaci�n cristiana en la �poca de la reina Mar�a, he o�do hablar de uno, dice el Sr. Fox, que fue enviado a ellos para tomar sus nombres y espiar sus acciones, sin embargo, al estar entre ellos, se convirti� y clam� por todos misericordia. .

En Miltenberg, una ciudad en el territorio de Mentz, se envi� a un oficial para llevar a cierto di�cono piadoso que resid�a en la casa de una viuda. El di�cono reunido y abraz�ndolo dijo: Salve mi frater, frater enimvero meus es, Et adsum, transf�deme, vel sofocame: Salve, hermano; aqu� estoy, apu�alame, cu�lgame, hazme lo que quieras. El oficial, con una repentina innovaci�n de su coraz�n desde el cielo, dijo: Se�or, no le har� da�o, ni lo har� ning�n otro hombre, si puedo imped�rselo. Y cuando los r�sticos vinieron para ayudar a matar al di�cono, el oficial los mantuvo alejados y no permiti� que lo lastimaran. B

un acto. y Mon., fol. 188l.

b Scultet., Annal., p�g. 174.

Versículo 22

Luego fue tambi�n a Ram�, y lleg� a un gran pozo que [est�] en Sechu; y pregunt� y dijo: �D�nde est�n Samuel y David? Y uno dijo: He aqu�, est�n en Naiot en Ram�.

Ver. 22. Luego fue �l tambi�n a Ram�. ] Como si tuviera la intenci�n de probarlo con Dios, de luchar contra una ca�da con el Alt�simo.

Versículo 23

Y fue all� a Naiot en Ram�; y el Esp�ritu de Dios tambi�n estaba sobre �l, y sigui� profetizando hasta que lleg� a Naiot en Ram�.

Ver. 23. Y �l prosigui� y profetiz�. ] Siendo repentinamente cicurado, y antes de lo que hab�an sido sus mensajeros, es decir, por cierto, y antes de que �l llegara a Naioth. De modo que cuanto m�s se endurec�a contra Dios, m�s mostraba Dios su poder sobre �l.

Versículo 24

Y �l tambi�n se quit� la ropa, y profetiz� delante de Samuel de la misma manera, y se acost� desnudo todo ese d�a y toda esa noche. Por eso dicen: �Est� tambi�n Sa�l entre los profetas?

Ver. 24. Y tambi�n se quit� la ropa, ] es decir, la parte superior de su ropa, o brazos, como lo hab�an hecho antes sus mensajeros. Isa 20: 2 Miq 1: 8

Y profetiz� delante de Samuel. ] El mismo Dios que al principio puso temor del hombre sobre las criaturas m�s feroces, ha estampado en los corazones m�s crueles un respeto reverente a su propia imagen en sus ministros: as� como aun los que los odian, a�n los honran.

Y recu�state. ] Cecidit. La Vulgata lo tiene cecinit; cay� en trance o �xtasis, olvid�ndose de la causa de su llegada. "Mientras yo escapo", canta David. Sal 141: 10

�Est� Saulo tambi�n entre los profetas? ] Esto ahora se dijo en forma de burla. �Qu�! �Est� el maldito tirano tan atado y esposado, a pesar de toda su malicia y locura? Seguro que est� bien.

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre 1 Samuel 19". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/1-samuel-19.html. 1865-1868.