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Bible Commentaries
1 Samuel 30

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

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Versículo 1

Y sucedi� que cuando David y sus hombres llegaron a Siclag al tercer d�a, los amalecitas hab�an invadido el sur y Siclag, y hab�an herido a Siclag y lo hab�an quemado con fuego;

Ver. 1. Llegamos a Siclag al tercer d�a. ] Por tanto tiempo estuvieron viniendo del campamento de los filisteos. Ver 2 Samuel 1:2 .

Que los amalecitas hab�an invadido el sur. ] De Judea, el pa�s de David, que �ltimamente los hab�a masacrado, pero no los hab�a destruido por completo. Se dice de Cartago, que Roma estaba m�s preocupada con ella cuando estaba medio destruida que cuando estaba entera: as� que aqu�, porque ahora estos amalecitas se enfurecieron y buscaron venganza.

Y hiri� a Siclag y le prendi� fuego. ] Aprovechando la ausencia de David. Y esto fue todo lo que consigui� huyendo a los filisteos y marchando entre ellos. Lo despidieron como a un hombre en quien no se pod�a confiar; y Siclag es inteligente y fuma por su atentado contra el pueblo de Dios. Pero Dios tuvo una mano santa en todo, tanto para castigar la timidez y el disimulo de David, para castigar a�n m�s a los malditos amalecitas, y para agradar a David por su propio pueblo por la fama de su victoria, y la generosidad que envi�. ellos. 1 de Samuel 30:26

Versículo 2

Y tomaron cautivas a las mujeres que estaban en ella; no mataron a ninguna, ni grande ni peque�a, sino que se las llevaron y siguieron su camino.

Ver. 2. Y hab�a tomado cautivas a las mujeres. ] Quiz�s por codicia para hacer premio de ellos. Esta es tambi�n la pr�ctica de los seductores. 2 Timoteo 3:6 2Pe 2: 3 Egregiam vero laudem! &C.

No mataron a nadie, ni grande ni peque�o ]. Por la moderaci�n de Dios, emprendieron una venganza incruenta; mientras que David, vagando contra los amalecitas no muchos d�as antes, no dej� ni a hombre ni a mujer con vida.

Versículo 3

Vinieron, pues, David y sus hombres a la ciudad, y he aqu�, quemada con fuego; y sus mujeres, sus hijos y sus hijas fueron llevados cautivos.

Ver. 3. Y he aqu�, se quem� con fuego. ] Tal es el dolor y el desperdicio de la guerra. Y ahora David estaba en su peor momento, - este triste accidente era peor para �l que todo el mal que le hab�a sobrevenido desde su juventud hasta ahora, como dijo Joab en otro caso :, 2Sa 19: 7 - una se�al de que la liberaci�n estaba pr�xima cercano; como cuando las cosas est�n en el peor de los casos, decimos que se arreglar�n.

Versículo 4

Entonces David y la gente que estaba con �l alzaron la voz y lloraron, hasta que no tuvieron m�s fuerzas para llorar.

Ver. 4. Alzaron la voz y lloraron. ] Llor� mucho. No mantuvieron esa apat�a estoica, pero testificaron su gran dolor por sus pecados y sus sufrimientos con un torrente de l�grimas, que se llaman la sangre del alma.

Expletur lachrymis egeriturque dolor. "

Versículo 5

Y fueron llevadas cautivas las dos mujeres de David, Ahinoam jezreelita y Abigail mujer de Nabal el Carmelita.

Ver. 5. Y las dos esposas de David fueron tomadas cautivas.] Esto fue un gran agravamiento de su dolor; porque las buenas esposas son un bien escaso, su precio es superior al de los rub�es. Pro 31:10 �Qu� grandes sumas ofreci� Dar�o a Alejandro por el rescate de su querida esposa!

Versículo 6

Y David se angusti� mucho; porque el pueblo hablaba de apedrearlo, porque el alma de todo el pueblo estaba entristecida, cada uno por sus hijos y por sus hijas; pero David se anim� en el SE�OR su Dios.

Ver. 6. Y David estaba muy angustiado. ] De modo que no sab�a hacia d�nde mirar, sino hacia el cielo. Ver 1 Samuel 30:3 .

Porque el pueblo hablaba de apedrearlo. ] Como la causa principal de su calamidad, llev�ndolos a todos tras Aquis sin ning�n prop�sito; por lo cual su ciudad fue expuesta al bot�n del enemigo.

Porque el alma de todo el pueblo se entristeci�. ] Embriagado y enfurecido; sus grandes p�rdidas los hab�an enfurecido ya David en peligro.

Pero David se anim� en el Se�or su Dios. ] Corri� a su cordial. Virtus lecythos habet in malis, entr� en su casa de recuento, y all� se vio bien guardado y bien guarnecido, como decimos. Ten�a lo que lo apoy� en el fracaso de las comodidades externas, es decir, el poder, las promesas y la providencia paternal de Dios; quien es llamado aqu� su Dios, por estar en pacto con �l, para nunca fallarle ni desampararle.

No es de extra�ar que Dios se acuerde de David en todas sus angustias, ya que David en todas sus angustias record� as� a su Dios. Si Sa�l hubiera podido hacerlo, nunca habr�a sido el hombre de su propia muerte. Ver Habacuc 3:17,18 . Ver Trapp en " Hab 3:17 " Ver Trapp en " Hab 3:18 "

Versículo 7

Y David dijo al sacerdote Abiatar, hijo de Ahimelec: Te ruego que me traigas el efod. Y Abiatar llev� all� el efod a David.

Ver. 7. Te ruego que me traigas el efod. ] Otras veces, cuando deb�a, no lo ped�a; pero procedi� s�lo sobre su propia cabeza. Ahora, estando en esta gran angustia, aunque muy deseoso de perseguir a sus enemigos y recuperar a sus esposas, no se ir�a sin la aprobaci�n y direcci�n de Dios. Por lo general, somos mejores cuando estamos en el peor de los casos.

Versículo 8

Y David consult� al SE�OR, diciendo: �Seguir� a esta tropa? �Los alcanzar�? Y �l le respondi�: Pers�guelo, porque ciertamente los alcanzar�s, y sin falta los recuperar�s.

Ver. 8. Persigue: porque ciertamente los alcanzar�s.] La boca y los o�dos de Dios, cerrados a Sa�l, est�n abiertos a David. "Entonces volver�is y discernir�is", etc. Mal 3:18

Versículo 9

Entonces David fue, �l y los seiscientos hombres que estaban con �l, y llegaron al arroyo Besor, donde se quedaron los que hab�an quedado.

Ver. 9. �l y los seiscientos hombres. ] Hombres valientes, e irritados en sus mentes, como una osa despojada de sus cachorros en el campo, 2Sa 17: 8 de resoluci�n temida y redoblada.

Versículo 10

Pero David los persigui�, �l y cuatrocientos hombres, porque detr�s se quedaron doscientos, que estaban tan d�biles que no pod�an cruzar el arroyo Besor.

Ver. 10. �l y cuatrocientos hombres. ] Porque esos seiscientos eran demasiados para que Dios trabajara con ellos, como Jueces 7:4 . Se deleita en ayudar a su pueblo "con un poco de ayuda". Dan 11:34

Por doscientos morada detr�s. ] Siendo o tan cansados, o tan perezosos, porque la palabra soportar� a ambos, dice Vatablus, a que no marcharon m�s lejos. Piscator nota que de la palabra hebrea que se usa aqu� viene pheger, para un cad�ver muerto: para mostrar que estos doscientos estaban tan d�biles y cansados, que estaban casi muertos.

a ???? significat et lassum esse et pigrum esse.

Versículo 11

Y hallaron a un egipcio en el campo, se lo llevaron a David, le dieron pan y comi�; y le dieron de beber agua;

Ver. 11. Y encontraron a un egipcio en el campo. ] Desechado, enfermo y listo para perecer, por su cruel amo - muy diferente al buen centuri�n del evangelio - pero provisto por Dios para ser una gu�a para David, y un medio de ruina para su desdichado amo, y el resto de su empresa.

Versículo 12

Y le dieron un trozo de torta de higos y dos racimos de pasas; y cuando hubo comido, su esp�ritu volvi� a �l; porque no hab�a comido pan ni bebido agua en tres d�as y tres noches. .

Ver. 12. Y le dieron un trozo de tarta de higos. ] Todo esto lo hicieron por �l por su humanidad y caridad, antes de que supieran si pod�a o quer�a hacerles alg�n servicio.

Su esp�ritu volvi� a �l. ] Porque en la naturaleza si no fuera por la nutrici�n, la vida natural se extinguir�a pronto.

Versículo 13

Y David le dijo: �De qui�n eres t�? �Y de d�nde eres t�? Y �l dijo: Soy un joven de Egipto, siervo de un amalecita; y mi amo me dej�, porque hace tres d�as me enferm�.

Ver. 13. Y mi amo me dej�, porque hac�a tres d�as. ] Deber�a haberlo mirado m�s bien y haber ordenado su transporte y su curaci�n; como hizo el buen samaritano por un simple extra�o. Pero esto es merces mundi, el salario del mundo: y Euquerio observa aqu� que el mundo suele servir a sus sirvientes de esta manera, desech�ndolos cuando en el peor de los casos: y luego Dios se los lleva, los que pertenecen a su elecci�n, y no solo los alivia, pero los usa mucho en la guerra cristiana.

Versículo 14

Hicimos una invasi�n [sobre] el sur de los cereteos, y sobre [la costa] que [pertenece] a Jud�, y sobre el sur de Caleb; y quemamos Siclag con fuego.

Ver. 14. Al sur de los cereteos, ] es decir, de los filisteos. 1Sa 30:16 Ver Eze 21:15 Sofon�as 2:5 . Algunos piensan que los cretenses podr�an de estos tener su nombre y original.

Y al sur de Caleb, ] es decir, de los calebitas, entre los cuales estaban las posesiones de David que ten�a con Abigail.

Versículo 15

Y David le dijo: �Me har�s bajar a esta compa��a? Y �l dijo: J�rame por Dios que no me matar�s ni me entregar�s en manos de mi se�or, y yo te har� descender a esta compa��a.

Ver. 15. Que no me mates. ] Por un traidor a mi propia empresa, y por lo tanto no apto para vivir. Es bien sabido c�mo el turco Basha lo castig� que le traicion� a los Rodas. Los hombres odian al traidor, aunque aman la traici�n: el traidor es odioso, aunque la traici�n sea c�moda.

Versículo 16

Y cuando lo hizo descender, he aqu�, estaban esparcidos por toda la tierra, comiendo y bebiendo y danzando, a causa de todo el gran bot�n que hab�an tomado de la tierra de los filisteos y de la tierra. tierra de Jud�.

Ver. 16. Y cuando lo derrib�. ] Porque sab�a de alguna manera d�nde se encontrar�an; y all� se esparcieron al azar en el extranjero. La seguridad marca el comienzo de la destrucci�n, como no sucedi� hace muchos a�os en Verona, Italia. La historia es este Nicolaus Picinninus, luchando contra los venecianos, y siendo golpeado por ellos, reuni� sus fuerzas y de repente se lanz� sobre Verona, temiendo nada menos que un enemigo derrotado, y la tom�.

Pero mientras sus soldados saqueaban y se complac�an en su victoria tan pronto obtenida, fueron f�cilmente vencidos nuevamente por Francis Sfortia que se les acerc� inesperadamente. De modo que esa ciudad fue tomada dos veces por el mismo medio, securitate et negligentia utrisque exitiali, dice el historiador; es decir, por seguridad y negligencia, destructiva para ambas partes. a

Comer, beber y bailar.] O, celebrando las vacaciones. Entonces Abraham encontr� y derrot� a Quedorlaomer y a su ej�rcito: Gen 14:15 Acab, los sirios: 1Re 20:16 Tomyris, los persas: los turcos, veinte mil holandeses en Jope, bebiendo borrachos en el d�a de Mart�n, su archipi�lago. b En la pelea en Bannockburn, en Escocia, c donde los ingleses fueron derrocados bajo Eduardo II, en el campamento ingl�s wassail Un saludo que se usa cuando se presenta una copa de vino a un invitado o se bebe la salud de una persona, la respuesta siendo bebida-granizo.

y beber-granizo La acostumbrada respuesta cort�s a una promesa de beber en los primeros tiempos ingleses. La copa se ofreci� con el saludo w�s granizo 'salud o buena suerte para ti' (ver wassail), a lo que la respuesta fue beber granizo, 'beber buena salud o buena suerte'. tronaron extraordinariamente, como si estuvieran seguros de la victoria. d Al contrario, el ej�rcito de Bruce, que por su mandamiento pas� la noche haciendo humilde confesi�n de sus pecados, y as� prepararse al d�a siguiente para recibir la Santa Cena, etc.

a Balth., Exner. Val. Max., Cristo, p�g. 379.

b Justin.

c Completo., Guerra Santa.

d Velocidad, 671.

Versículo 17

Y David los hiri� desde el crep�sculo hasta la tarde del d�a siguiente; y ninguno de ellos escap�, sino cuatrocientos j�venes, que montaron en camellos y huyeron.

Ver. 17. Desde el crep�sculo hasta la tarde del d�a siguiente. ] Heb., Del ma�ana de ellos, es decir, del ma�ana de los hombres de David; a al d�a siguiente partieron para perseguir a los amalecitas, a quienes no les result� dif�cil apu�alar con la espada, que antes estaban ebrios.

Sobre camellos, ] es decir, sobre corceles o dromedarios.

a Jun.

Versículo 18

Y David recuper� todo lo que Amalec se hab�a llevado; y David rescat� a sus dos mujeres.

Ver. 18. Todo lo que los amalecitas. ] Non nisi cum faenore.

rescat� a sus dos esposas.] Quienes podr�an ser molestados, pero no violados, y ahora eran doblemente queridos por �l.

Versículo 19

Y no les falt� nada, ni peque�o ni grande, ni hijos ni hijas, ni despojo, ni nada de lo que les hab�an llevado: David lo recuper� todo.

Ver. 19. Y no les faltaba nada. ] Aqu� el final fue mejor que el principio: como sucedi� lo contrario a los amalecitas, que �ltimamente enmarcaron comedias a partir de las tragedias del pobre Siclag.

Versículo 20

Y tom� David todos los reba�os y las vacas que llevaban delante de esos [otros] animales, y dijo: Este es el despojo de David.

Ver. 20. Y tom� David todos los reba�os, ] es decir, todos los dem�s reba�os y vacas que el enemigo hab�a saqueado de otros lugares.

Y dijo: Este es el bot�n de David.] Los soldados lo dijeron, y como algunos piensan, cantaron as�, siendo este el peso de su canci�n triunfal. Esto fue mejor, creo, que hablar de apedrearlo: para enmendarlo, por lo que algunos dicen que le dieron todo este bot�n.

Versículo 21

Y vino David a los doscientos hombres, que estaban tan cansados ??que no pod�an seguir a David, a quien tambi�n hab�an hecho morar junto al arroyo Besor; y salieron al encuentro de David y al pueblo que estaba con �l. y cuando David se acerc� al pueblo, los salud�.

Ver. 21. Que no pod�an seguir a David. ] No podr�a, o no lo har�a. Ver Trapp en " 1Sa 30:10 "

Versículo 22

Entonces respondieron a todos los imp�os y [hombres] de Belial, de los que iban con David, y dijeron: Porque no fueron con nosotros, no les daremos del bot�n que hemos recuperado, sino a todos. su mujer y sus hijos, para que se los lleven y se vayan.

Ver. 22. De los que fueron con David. ] A pesar de lo bueno que era, ten�a hombres malos y belialistas en su s�quito: aunque hab�a hecho su parte con ellos para mejorarlos. Salmo 34:11 ; Salmo 34:1 , con t�tulo

Porque no fueron con nosotros.] �Pero no hicieron un buen servicio al quedarse atr�s y vigilar los carruajes? que si no se hubiera hecho, habr�as luchado pero d�bilmente.

No les daremos nada. ] Un hombre ten�a un trato tan bueno con un can�bal como con un cautivo verdaderamente codicioso.

Versículo 23

Entonces dijo David: Hermanos m�os, no hag�is as� con lo que Jehov� nos ha dado, que nos preserv� y entreg� en nuestras manos a la multitud que vino contra nosotros.

Ver. 23. No har�is as�, hermanos m�os. ] As� que eran por lugar y raza, pero no por gracia; pero esperaba que mejoraran en el futuro; y por eso les da esta obligaci�n.

Versículo 24

Porque, �qui�n te escuchar� en este asunto? pero como su parte es el que desciende a la batalla, as� ser� su parte el que se detiene en el bagaje: se dividir�n igualmente.

Ver. 24. Porque, �qui�n te escuchar�? ] �Qui�n es imparcial e imparcial? �Qui�n tiene ingenio? &C.

Pero como su parte es esa, etc. ] Esto es tan ex aequo et bono, de acuerdo con una buena raz�n, que los romanos tambi�n ten�an la misma ley entre ellos, como escribe Polibio. a Vea lo mismo hecho, N�meros 31:25,40 Josu� 22:10,11 ; Jos 2: 1-24 Ma 8:28.

a Lib. X. Pariter partientur.

Versículo 25

Y fue [as�] desde ese d�a en adelante, que lo convirti� en estatuto y ordenanza para Israel hasta el d�a de hoy.

Ver. 25. Que lo convirti� en un estatuto, ] es decir, lo revivi� y ratific� como m�s razonable. La verdad es que todas las leyes de Dios se basan en tantas buenas razones, que aunque nunca las hab�a promulgado, sin embargo, hab�a sido nuestra manera m�s sabia haber vivido de acuerdo con ellas; ya que su voluntad no es s�lo recta sino regula, la regla misma del derecho.

Versículo 26

Y cuando David lleg� a Siclag, envi� del bot�n a los ancianos de Jud�, [s�] a sus amigos, diciendo: He aqu� un presente para ti del bot�n de los enemigos de Jehov�;

Ver. 26. Envi� del bot�n a los ancianos de Jud�. ] De ese modo mostrar su liberalitas muneraria, y as� hacerlos sus amigos; porque "un regalo deja lugar para un hombre"; Pro 18:16 es "como una piedra preciosa", Pro 17: 8 y tiene una maravillosa propiedad conciliadora; es una piedra de carga. Mucho sobre este tiempo fueron muertos Sa�l y sus hijos, y as� se abri� camino para David a la corona; a lo que estos presentes no conducir�an en poco. Los emperadores romanos sol�an insinuar a sus soldados y s�bditos mediante obsequios y congiarios. a

a [ Lenire multitudinem imperitam congiariis. - Cic., Apud Ainsw. ]

Versículo 27

A los que estaban en Betel, a los que estaban en el sur de Ramot y a los que estaban en Jattir,

Ver. 27. A los que estaban en Betel. ] O, En la casa de Dios, es decir, en Quiriat-jearim, donde ahora estaba el arca. Ver 1 Samuel 7:16 ; 1 Samuel 10:3 .

Versículo 28

Y a los que estaban en Aroer, a los que estaban en Siphmoth y a los que estaban en Eshtemoa,

Ver. 28. En Siphmoth. ] Alias ??Shephum.

Versículo 29

Y a los que estaban en Rachal, a los que estaban en las ciudades de los jerameelitas y a los que estaban en las ciudades de los ceneos,

Ver. 29. Ciudades de los quenitas. ] La descendencia de Jethro, siempre amigable con la fiesta piadosa.

Versículo 30

Y a los que estaban en Horma, a los que estaban en Chorashan y a los que estaban en Atac,

Ver. 30. Chorashan. ] Llamado tambi�n Ashan. Josu� 19: 7

Versículo 31

Y a [los] que [estaban] en Hebr�n, ya todos los lugares donde el mismo David y sus hombres sol�an frecuentar.

Ver. 31. Sol�an frecuentar. ] Cuando huyeron y se escondieron de Sa�l, en todas partes encontraron amigos. Lo mismo hicieron los valdenses en el peor de los tiempos. Desde Mentz en Alemania, hasta Mil�n en Italia, pod�an pasar y alojarse con los de su propia profesi�n todo el tiempo; ni se olvidaron de ese precepto apost�lico, "Y sed agradecidos", Col 3:15, es decir, a tus amigos y benefactores.

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre 1 Samuel 30". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/1-samuel-30.html. 1865-1868.
 
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