E hizo lo recto ante los ojos del SE�OR, pero no con perfecto coraz�n.
Ver. 2. E hizo lo correcto. ] Un hip�crita puede hacer obras que sean materialmente buenas, que sin embargo, tal vez nunca resulten tan formal y eventualmente.
Y sucedi� que cuando le fue establecido el reino, mat� a sus siervos que hab�an matado al rey, su padre. 2Cr 25: 4 Pero �l no mat� a sus hijos, sino que hizo como est� escrito en la ley en el libro de Mois�s, donde el SE�OR mand�, diciendo: Los padres no morir�n por los hijos, ni los hijos morir por los padres, pero cada uno morir� por su propio pecado.
Ver. 3,4. Ver Trapp en " 2Ki 14: 5 " Ver Trapp en " 2Ki 14: 6 "
Y Amas�as reuni� a Jud�, y los nombr� capitanes de millares y capitanes de centenas, seg�n las casas de sus padres, en todo Jud� y Benjam�n; y los cont� de veinte a�os arriba, y hall� trescientos mil escogidos [hombres, capaces] para salir a la guerra, que pudieran manejar lanza y escudo.
Ver. 5. Trescientos mil hombres selectos. ] Su bisabuelo Josafat ten�a mil cien mil. Su idolatr�a y sus malas pr�cticas los hab�an desperdiciado y debilitado.
Tambi�n contrat� de Israel a cien mil hombres valientes por cien talentos de plata.
Ver. 6. Por cien talentos de plata. ] Este no fue un gran salario, pero la esperanza de un bot�n los cubri�; como tambi�n lo hicieron aquellos trece mil soldados de Alemania, casi todos luteranos, dirigidos por George Fransperg, un general del ej�rcito imperial bajo la direcci�n de Charles Burbon, que saque� Roma en tiempos del Papa Clemente VII, sin otra paga que una coronar cada uno de sus propios bienes y prometer llevarlos a Roma, donde se encontrar�n con un buen bot�n. a
Pero un var�n de Dios se le acerc� y le dijo: Rey, no vaya contigo el ej�rcito de Israel; porque el SE�OR no est� con Israel, es decir, con todos los hijos de Efra�n.
Ver. 7. Pero vino a �l un hombre de Dios. ] Este fue, por ejemplo los hebreos, un Amos, el padre del profeta Isa�as, ser hermano de Amas�as; pero eso es solo una conjetura.
No dejes que el ej�rcito. ] �Qu� maravilla que los cristianos triunfen tan poco contra los turcos, teniendo en cuenta los soldados de los que se sirven!
Y Amas�as dijo al var�n de Dios: Pero, �qu� haremos con los cien talentos que he dado al ej�rcito de Israel? Y el var�n de Dios respondi�: El SE�OR puede darte mucho m�s que esto.
Ver. 9. El Se�or puede. ] Antes hab�a dicho, 2 Cr�nicas 25:8 ,
Dios tiene poder para ayudar y abatir. ] El poder de Dios es el principal sost�n de la fe, y los hombres nunca dudan de la voluntad de Dios de hacerles el bien, pero al mismo tiempo dudan de su poder.
Entonces Amas�as los separ�, es decir, el ej�rcito que hab�a venido a �l desde Efra�n, para volver a casa; por tanto, su ira se encendi� en gran manera contra Jud�, y regresaron a casa con gran ira.
Ver. 10. Y regresaron a casa llenos de ira. ] Es mejor que las personas malvadas se ofendan que que tengamos tratos innecesarios con ellas, ya que estamos seguros de que sacaremos de su compa��a la culpa o el dolor.
Y Amas�as se fortaleci�, y sac� a su pueblo, y fue al valle de la sal, y mat� a diez mil de los hijos de Seir.
Ver. 11. Y Amas�as se fortaleci�. ] Cum coepisset esse animo fortl et fidenti, Ten�a un buen nombre; import� "uno fuerte en el Se�or y en el poder de su fuerza"; pero estaba lo suficientemente lejos de eso.
Y [otros] diez mil [quedaron] vivos los hijos de Jud� llevaron cautivos, y los llevaron a la cima de la pe�a, y los arrojaron de la cumbre de la pe�a, y todos fueron quebrantados.
Ver. 12. Y t�ralos desde arriba. ] Ver 2 Reyes 14:7 .
Pero los soldados del ej�rcito que Amas�as envi� para que no fueran con �l a la batalla, cayeron sobre las ciudades de Jud�, desde Samaria hasta Bethor�n, y derrotaron a tres mil de ellos, y se llevaron mucho bot�n.
Ver. 13. Desde Samaria hasta Bethhoron. ] A lo largo de la extensi�n de Jud�. Algunos querr�n que esto no se haya hecho hasta el regreso de Amas�as de la matanza de Edom, como castigo por su orgullo e idolatr�a. a
Aconteci� que, despu�s de que Amas�as volvi� de la matanza de los edomitas, trajo los dioses de los hijos de Seir, los puso en sus dioses, se postr� ante ellos y quem� incienso. a ellos.
Ver. 14. Trajo a los dioses de los hijos de Seir. ] Los antiguos romanos, habiendo subyugado a cualquier naci�n, establecieron sus dioses para s� mismos tambi�n, para ganar su favor; Amas�as podr�a hacer esto quiz�s por la misma raz�n. Los jud�os cuentan la f�bula de que cuando esos diez mil edomitas fueron arrojados de la pe�a, se oy� una voz de los �dolos: Esto os sobreviene porque hab�is descuidado el adorarnos; y que Amas�as, al o�r esto, hizo lo que hizo.
La verdad es que Dios lo entreg� a este pecado de idolatr�a, como un castigo justo de su orgullo e hipocres�a; como tambi�n lo fueron los turcos a la superstici�n mahometana, que recibieron junto con el reino de Persia, ganado por Tangrolipix, sult�n de los turcos, en 1030 d.C. As� que es dif�cil decir, dice el historiador, qu� naci�n perdi� m�s: los sarracenos y los persas por la p�rdida de un reino tan grande, o los turcos por abrazar una vanidad tan grande. a
Por tanto, la ira del SE�OR se encendi� contra Amas�as, y le envi� un profeta, que le dijo: �Por qu� buscaste a los dioses del pueblo, que no pod�an librar a su propio pueblo de tu mano?
Ver. 15. Y le envi� un profeta. ] Cuando pudo haberlo enviado al infierno con un rayo; como probablemente habr�a hecho el hombre m�s paciente de la tierra si hubiera estado en el lugar y el poder de Dios.
�Por qu� has buscado a los dioses? ] Puede ser que los edomitas hubieran escondido a sus dioses tutelares y que Amas�as los buscara. La palabra significa una b�squeda minuciosa y diligente.
Y sucedi� que mientras hablaba con �l, [el rey] le dijo: �Eres hecho por el consejo del rey? abstenerse; �Por qu� has de ser herido? Entonces el profeta se abstuvo y dijo: S� que Dios ha resuelto destruirte, porque has hecho esto y no has escuchado mi consejo.
Ver. 16. Abst�ngase; �Por qu� has de ser herido? ] Desine, vel dabis poenas ;
�� An expectas ut Quintilianus ametur? "
S� que Dios ha determinado. ] Heb., Aconsejado. Las personas inconsejables tienen las marcas de Dios sobre ellas.
Entonces Amas�as, rey de Jud�, tom� consejo y envi� a decir a Jo�s, hijo de Joacaz, hijo de Jeh�, rey de Israel: Ven, ve�monos cara a cara.
Ver. 17. Entonces Amas�as� tom� el consejo.] Pero quer�a buenos consejeros, o de lo contrario estaba demasiado casado con su propia voluntad: como lo estaba Jerjes sobre su expedici�n contra Grecia, a su propia ruina.
Y Jo�s rey de Israel envi� a Amas�as rey de Jud�, diciendo: El cardo que estaba en el L�bano envi� al cedro que estaba en el L�bano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer. bestia que estaba en el L�bano, y pisote� el cardo.
Ver. 18-20, etc., hasta el final del cap�tulo. Ver Trapp en " 2Ki 14: 8 " Ver Trapp en " 2Ki 14: 9 " Ver Trapp en " 2Ki 14:10 "
Versículo 1
Amas�as ten�a veinticinco a�os cuando comenz� a reinar, y rein� veintinueve a�os en Jerusal�n. Y el nombre de su madre era Joad�n de Jerusal�n.
Ver. 1. Amas�as ten�a veinticinco a�os. Ver 2 Reyes 14:1,2 .
Y rein� veintinueve a�os. ] Pero m�s de la mitad de ese tiempo vivi� con gran desprecio entre su propia gente, vil y ociosamente.
Versículo 2
E hizo lo recto ante los ojos del SE�OR, pero no con perfecto coraz�n.
Ver. 2. E hizo lo correcto. ] Un hip�crita puede hacer obras que sean materialmente buenas, que sin embargo, tal vez nunca resulten tan formal y eventualmente.
Versículo 4
Y sucedi� que cuando le fue establecido el reino, mat� a sus siervos que hab�an matado al rey, su padre. 2Cr 25: 4 Pero �l no mat� a sus hijos, sino que hizo como est� escrito en la ley en el libro de Mois�s, donde el SE�OR mand�, diciendo: Los padres no morir�n por los hijos, ni los hijos morir por los padres, pero cada uno morir� por su propio pecado.
Ver. 3,4. Ver Trapp en " 2Ki 14: 5 " Ver Trapp en " 2Ki 14: 6 "
Versículo 5
Y Amas�as reuni� a Jud�, y los nombr� capitanes de millares y capitanes de centenas, seg�n las casas de sus padres, en todo Jud� y Benjam�n; y los cont� de veinte a�os arriba, y hall� trescientos mil escogidos [hombres, capaces] para salir a la guerra, que pudieran manejar lanza y escudo.
Ver. 5. Trescientos mil hombres selectos. ] Su bisabuelo Josafat ten�a mil cien mil. Su idolatr�a y sus malas pr�cticas los hab�an desperdiciado y debilitado.
Versículo 6
Tambi�n contrat� de Israel a cien mil hombres valientes por cien talentos de plata.
Ver. 6. Por cien talentos de plata. ] Este no fue un gran salario, pero la esperanza de un bot�n los cubri�; como tambi�n lo hicieron aquellos trece mil soldados de Alemania, casi todos luteranos, dirigidos por George Fransperg, un general del ej�rcito imperial bajo la direcci�n de Charles Burbon, que saque� Roma en tiempos del Papa Clemente VII, sin otra paga que una coronar cada uno de sus propios bienes y prometer llevarlos a Roma, donde se encontrar�n con un buen bot�n. a
a Hist. de Counc. de Trento, 43.
Versículo 7
Pero un var�n de Dios se le acerc� y le dijo: Rey, no vaya contigo el ej�rcito de Israel; porque el SE�OR no est� con Israel, es decir, con todos los hijos de Efra�n.
Ver. 7. Pero vino a �l un hombre de Dios. ] Este fue, por ejemplo los hebreos, un Amos, el padre del profeta Isa�as, ser hermano de Amas�as; pero eso es solo una conjetura.
No dejes que el ej�rcito. ] �Qu� maravilla que los cristianos triunfen tan poco contra los turcos, teniendo en cuenta los soldados de los que se sirven!
un Sedar Olam.
Versículo 8
Pero si quieres ir, hazlo, esfu�rzate para la batalla: Dios te har� caer delante del enemigo, porque Dios tiene poder para socorrer y derribar.
Ver. 8. Pero si quieres ir. ] Si tienes la intenci�n de luchar contra una ca�da con el Todopoderoso, ser� bajo tu propio riesgo.
Versículo 9
Y Amas�as dijo al var�n de Dios: Pero, �qu� haremos con los cien talentos que he dado al ej�rcito de Israel? Y el var�n de Dios respondi�: El SE�OR puede darte mucho m�s que esto.
Ver. 9. El Se�or puede. ] Antes hab�a dicho, 2 Cr�nicas 25:8 ,
Dios tiene poder para ayudar y abatir. ] El poder de Dios es el principal sost�n de la fe, y los hombres nunca dudan de la voluntad de Dios de hacerles el bien, pero al mismo tiempo dudan de su poder.
Versículo 10
Entonces Amas�as los separ�, es decir, el ej�rcito que hab�a venido a �l desde Efra�n, para volver a casa; por tanto, su ira se encendi� en gran manera contra Jud�, y regresaron a casa con gran ira.
Ver. 10. Y regresaron a casa llenos de ira. ] Es mejor que las personas malvadas se ofendan que que tengamos tratos innecesarios con ellas, ya que estamos seguros de que sacaremos de su compa��a la culpa o el dolor.
Versículo 11
Y Amas�as se fortaleci�, y sac� a su pueblo, y fue al valle de la sal, y mat� a diez mil de los hijos de Seir.
Ver. 11. Y Amas�as se fortaleci�. ] Cum coepisset esse animo fortl et fidenti, Ten�a un buen nombre; import� "uno fuerte en el Se�or y en el poder de su fuerza"; pero estaba lo suficientemente lejos de eso.
Y se fue al valle de la Sal. ] Ver 2 Reyes 14:7 .
Versículo 12
Y [otros] diez mil [quedaron] vivos los hijos de Jud� llevaron cautivos, y los llevaron a la cima de la pe�a, y los arrojaron de la cumbre de la pe�a, y todos fueron quebrantados.
Ver. 12. Y t�ralos desde arriba. ] Ver 2 Reyes 14:7 .
Versículo 13
Pero los soldados del ej�rcito que Amas�as envi� para que no fueran con �l a la batalla, cayeron sobre las ciudades de Jud�, desde Samaria hasta Bethor�n, y derrotaron a tres mil de ellos, y se llevaron mucho bot�n.
Ver. 13. Desde Samaria hasta Bethhoron. ] A lo largo de la extensi�n de Jud�. Algunos querr�n que esto no se haya hecho hasta el regreso de Amas�as de la matanza de Edom, como castigo por su orgullo e idolatr�a. a
una Lyra. Mayer.
Versículo 14
Aconteci� que, despu�s de que Amas�as volvi� de la matanza de los edomitas, trajo los dioses de los hijos de Seir, los puso en sus dioses, se postr� ante ellos y quem� incienso. a ellos.
Ver. 14. Trajo a los dioses de los hijos de Seir. ] Los antiguos romanos, habiendo subyugado a cualquier naci�n, establecieron sus dioses para s� mismos tambi�n, para ganar su favor; Amas�as podr�a hacer esto quiz�s por la misma raz�n. Los jud�os cuentan la f�bula de que cuando esos diez mil edomitas fueron arrojados de la pe�a, se oy� una voz de los �dolos: Esto os sobreviene porque hab�is descuidado el adorarnos; y que Amas�as, al o�r esto, hizo lo que hizo.
La verdad es que Dios lo entreg� a este pecado de idolatr�a, como un castigo justo de su orgullo e hipocres�a; como tambi�n lo fueron los turcos a la superstici�n mahometana, que recibieron junto con el reino de Persia, ganado por Tangrolipix, sult�n de los turcos, en 1030 d.C. As� que es dif�cil decir, dice el historiador, qu� naci�n perdi� m�s: los sarracenos y los persas por la p�rdida de un reino tan grande, o los turcos por abrazar una vanidad tan grande. a
un turco. Hist.
Versículo 15
Por tanto, la ira del SE�OR se encendi� contra Amas�as, y le envi� un profeta, que le dijo: �Por qu� buscaste a los dioses del pueblo, que no pod�an librar a su propio pueblo de tu mano?
Ver. 15. Y le envi� un profeta. ] Cuando pudo haberlo enviado al infierno con un rayo; como probablemente habr�a hecho el hombre m�s paciente de la tierra si hubiera estado en el lugar y el poder de Dios.
�Por qu� has buscado a los dioses? ] Puede ser que los edomitas hubieran escondido a sus dioses tutelares y que Amas�as los buscara. La palabra significa una b�squeda minuciosa y diligente.
Versículo 16
Y sucedi� que mientras hablaba con �l, [el rey] le dijo: �Eres hecho por el consejo del rey? abstenerse; �Por qu� has de ser herido? Entonces el profeta se abstuvo y dijo: S� que Dios ha resuelto destruirte, porque has hecho esto y no has escuchado mi consejo.
Ver. 16. Abst�ngase; �Por qu� has de ser herido? ] Desine, vel dabis poenas ;
�� An expectas ut Quintilianus ametur? "
S� que Dios ha determinado. ] Heb., Aconsejado. Las personas inconsejables tienen las marcas de Dios sobre ellas.
Versículo 17
Entonces Amas�as, rey de Jud�, tom� consejo y envi� a decir a Jo�s, hijo de Joacaz, hijo de Jeh�, rey de Israel: Ven, ve�monos cara a cara.
Ver. 17. Entonces Amas�as� tom� el consejo.] Pero quer�a buenos consejeros, o de lo contrario estaba demasiado casado con su propia voluntad: como lo estaba Jerjes sobre su expedici�n contra Grecia, a su propia ruina.
Versículo 20
Y Jo�s rey de Israel envi� a Amas�as rey de Jud�, diciendo: El cardo que estaba en el L�bano envi� al cedro que estaba en el L�bano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer. bestia que estaba en el L�bano, y pisote� el cardo.
Ver. 18-20, etc., hasta el final del cap�tulo. Ver Trapp en " 2Ki 14: 8 " Ver Trapp en " 2Ki 14: 9 " Ver Trapp en " 2Ki 14:10 "