Bible Commentaries
2 Reyes 23

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

Y el rey envi�, y reunieron a �l a todos los ancianos de Jud� y de Jerusal�n.

Ver. 1. Y el rey envi�. ] Esto lo hizo para asegurar mejor la promesa que se hizo a s� mismo; y evitar, si es posible, los juicios amenazados contra el pueblo por Hulda la profetisa.

Versículo 2

Y subi� el rey a la casa de Jehov�, y todos los varones de Jud� y todos los habitantes de Jerusal�n con �l, y los sacerdotes, y los profetas, y todo el pueblo, desde el peque�o hasta el grande; y ley� en su escucha todas las palabras del libro del pacto que fue hallado en la casa del SE�OR.

Ver. 2. Y subi� el rey� y todos los hombres de Jud�.] Para renovar solemnemente su pacto con Dios; un curso que jam�s se ha encontrado de singular utilidad en caso de cualquier calamidad com�n sentida o temida.

Versículo 3

Y el rey se par� junto a una columna e hizo un pacto delante del SE�OR, de andar en pos del SE�OR, y de guardar sus mandamientos y sus testimonios y sus estatutos con todo [su] coraz�n y toda [su] alma, para cumplir las palabras de este pacto que fueron escritos en este libro. Y todo el pueblo se mantuvo firme en el pacto.

Ver. 3. Y el rey estaba de pie junto a una columna. ] Ver 2 Reyes 11:14 .

Caminar en pos del Se�or. ] Estar en comuni�n con �l y en conformidad con �l. En otra parte, esto se llama caminar con Dios y caminar ante Dios.

Y todo el pueblo se mantuvo firme en el pacto. ] Fingieron y profesaron hacerlo; pero la mayor�a de ellos disimularon y obraron con enga�o, sin volverse a Dios con todo su coraz�n, como se queja el bueno de Jerem�as, Jer 3: 1-25 y por eso les Jeremias 4:3 ; Jer 4:14 para "despejar su barbecho, para circuncidarse al Se�or, y lavar sus corazones de la maldad, a fin de que sean salvos".

Versículo 4

Y el rey mand� al sumo sacerdote Hilc�as, y a los sacerdotes del segundo orden y a los guardianes de la puerta, que sacaran del templo del SE�OR todos los utensilios que se hab�an hecho para Baal, y para la arboleda, y para todo el ej�rcito de los cielos; y los quem� fuera de Jerusal�n, en los campos de Cedr�n, y llev� sus cenizas a Betel.

Ver. 4. Y los sacerdotes de segundo orden. ] Raza de Ithamar.

Y llev� sus cenizas a Betel. ] Llamada tambi�n Bethaven, porque hab�a estado en pie uno de los becerros de oro de Jeroboam: aqu�, por tanto, este buen rey envi� las cenizas de esos �dolos quemados y sus baratijas para deshonrarla, y para que no quedara polvo tan perverso en Jud�, esa tierra santa, dice Cayetano.

Versículo 5

Y derrib� a los sacerdotes id�latras que los reyes de Jud� hab�an ordenado para quemar incienso en los lugares altos en las ciudades de Jud� y en los alrededores de Jerusal�n; tambi�n los que quemaron incienso a Baal, al sol, a la luna, a los planetas ya todo el ej�rcito de los cielos.

Ver. 5. Y derrot� a los sacerdotes id�latras. ] Heb., Chemarims, los capellanes de las chimeneas de Baal, ver Sofon�as 1:14 , con la nota all� de tipos negros y llenos de holl�n, como esos grasientos sacerdotes de masas, o lubbers de abad�a, entre los papistas.

Y a los planetas. ] O, Influencias: a radice Nazal fluxit.

Versículo 6

Y sac� el bosquecillo de la casa de Jehov�, fuera de Jerusal�n, hasta el arroyo de Cedr�n, y lo quem� en el arroyo de Cedr�n, y lo redujo a polvo, y arroj� su polvo sobre los sepulcros de los hijos de la gente.

Ver. 6. Y sac� la arboleda. ] Ver com. 2 Reyes 21:7 .

Sobre las tumbas de los hijos del pueblo. ] Los vulgares, los p�caros, que suelen ser los m�s irracionales y, por tanto, los m�s id�latras. "T� sabes que el pueblo est� empe�ado en hacer maldad", dijo Aar�n de los que le dijeron: "Haznos dioses", etc. �xodo 32: 22-23

Versículo 7

Y derrib� las casas de los sodomitas que estaban junto a la casa del SE�OR, donde las mujeres tej�an cortinas para el bosque.

Ver. 7. Las casas de los sodomitas. ] Casas de burdeles abominables.

Donde las mujeres tej�an cortinas. ] Heb., Casas , edicula, sacella textilia, como Hechos 19:24 . Hubo en �feso que hicieron templa portabilia, peque�os templos port�tiles, que se asemejan a ese templo mayor.

Versículo 8

Y sac� a todos los sacerdotes de las ciudades de Jud�, y profan� los lugares altos donde los sacerdotes hab�an quemado incienso, desde Geba hasta Beerseba, y derrib� los lugares altos de las puertas que estaban a la entrada de la puerta. de Josu�, gobernador de la ciudad, que estaban a la izquierda de un hombre a la puerta de la ciudad.

Ver. 8. Los lugares altos de las puertas. ] Donde, a imitaci�n de los paganos, hab�an puesto a sus dioses tutelares y guardianes, y ten�an sus abanicos profana.

De Josu�, gobernador de la ciudad.] Un gran hombre, pero ninguno de los mejores. Ten�a buen nombre; pero Jos�as podr�a haberle dicho, como Alejandro le dijo a un soldado de su propio nombre, pero un cobarde: O cambia tu nombre, o an�mate; entonces, m�s piedad.

Versículo 9

Sin embargo, los sacerdotes de los lugares altos no subieron al altar del SE�OR en Jerusal�n, sino que comieron de los panes sin levadura entre sus hermanos.

Ver. 9. Pero ellos comieron del pan sin levadura. ] Se tuvo cuidado para su mantenimiento: (1.) Como levitas; (2.) Como penitentes; sin embargo, para el servicio en el altar, fueron puestos a un lado. Penitencia y castigo son palabras de una derivaci�n y son parientes cercanos.

Versículo 10

Y profan� Tofet, que est� en el valle de los hijos de Hinom, para que nadie hiciera pasar a su hijo ni a su hija por el fuego a Moloc.

Ver. 10. Y profan� a Tofet. ] Un valle agradable cerca de Jerusal�n, pero, por el abominable abuso de �l, tomado despu�s por infierno, Isa�as 30:33 Mat 5:22 un lugar de tormentos, sin fin, e imaginaci�n pasada.

Versículo 11

Y tom� los caballos que los reyes de Jud� hab�an dado al sol, a la entrada de la casa del SE�OR, junto a la c�mara de Nat�nmelec el chambel�n, que estaba en los ejidos, y quem� los carros del sol con fuego.

Ver. 11. Y se llev� los caballos. ] No estatuas de caballos y carros dedicados al sol, como algunos lo interpretan; sed equos veros et vivos, caballos vivos y ligeros dedicados al sol, seg�n el modo persa, ????? ?? ???????? ?? ???????? ???, como la criatura m�s veloz del dios m�s veloz. a Estos Jos�as hizo que los mataran. Macrobio nos dice que los sirios llamaban al dios Adad ( Achad , deber�a haber dicho); es decir, Uno, quia unus est sol - sic dictus quasi Solus - aeque ac Deus in mundo: porque as� como hay un solo sol en el mundo, as� un solo Dios. Pero cu�ntos dioses adoraban, v�ase el erudito se�or Selden, De diis Syris.

Nathanmelech el chambel�n.] Qui fuit imberbis, qualis est sol, dice Villapandus; b un oficial imberbe para un dios imberbe. Los persas llamaron al sol Mitra y Apolo. Este Nathanmelech, aunque cortesano, pens� que era un honor ser el mozo del establo del sol.

Y quem� a fuego los carros del sol. ] Cris�stomo dice que Pedro, por su celo, era como un hombre hecho todo de fuego caminando entre rastrojos. Seguramente Jos�as lo era. Angelomus dice que aqu� represent� a Cristo, quien, por el fuego del �ltimo d�a, destruir� toda impiedad y no permitir� que ning�n contaminado entre en su reino.

un Pausan. Herodot. Jenof.

b Lib iii. gorra. 32, en Ezech., Cap. 40, p�g. 221.

Versículo 12

Y los altares que estaban encima del aposento alto de Acaz, que hab�an hecho los reyes de Jud�, y los altares que hab�a hecho Manas�s en los dos atrios de la casa de Jehov�, derrib� el rey, y quebrantar [los] de all�, y arrojar su polvo en el arroyo Cedr�n.

Ver. 12. Y los altares que estaban encima. ] Ver Jeremias 19:13 Sofon�as 1:5 . Acaz fue ???????????.

Y los altares que hab�a hecho Manas�s. ] Estos, despu�s de su arrepentimiento, los expuls� de la ciudad, 2 Cr�nicas 33:15 pero no los aboli� tan completamente; de ah� que se convirtieran en trampas para sus sucesores.

Y los romper� desde all�. ] O, corri� desde all�; quam citissime potuit discedens illinc, un sali� de esos lugares repugnantes tan pronto como pudo.

En el arroyo Kidron, ] es decir, La zanja de la ciudad.

un Vatab.

Versículo 13

Y los lugares altos que estaban delante de Jerusal�n, que estaban a la derecha del monte de la corrupci�n, que Salom�n rey de Israel hab�a edificado para Astoret, abominaci�n de los sidonios, y para Quemos, abominaci�n de los moabitas, y por Milcom, la abominaci�n de los hijos de Amm�n, profan� el rey.

Ver. 13. Y los lugares altos que estaban antes de Jerusal�n. ] All� hab�an establecido valientemente sus abominables �dolos en el monte de los Olivos, ante los ojos del Se�or; de modo que nunca mir� fuera del santuario, pero vio esa repugnante colina, que, por lo tanto, aqu� no llama Har Hammisha, a el monte de la unci�n, sino Har Hammaschith, b el monte de la corrupci�n. Est tacita paranomasia; item allusio, item detorsio.

Del monte de la corrupci�n.] As� llamado, porque el pueblo se hab�a corrompido all�, como Deuteronomio 32:5 ; y sin embargo, despu�s se convirti� en el oratorio de nuestro Salvador, o lugar habitual de oraci�n. Esto muestra que los lugares que han sido abusados ??por la idolatr�a, pueden ser usados ??despu�s para el servicio de Dios. En cuanto a lo que leemos, Deuteronomio 12:2,3 , "Destruir�is por completo todos los lugares", etc., los te�logos responden que esa era una ordenanza temporal, y una parte de la pol�tica de Mois�s, ahora abrogada.

Que Salom�n hab�a edificado. ] Pero, despu�s de su arrepentimiento, probablemente lo hab�a demolido; sin embargo, por los pr�ncipes id�latras que vinieron despu�s de �l, fueron reconstruidos y a�n llamados por su nombre.

a De Mashach.

b De Shacah.

Versículo 14

Y rompi� en pedazos las im�genes, y cort� las arboledas, y llen� sus lugares de huesos de hombres.

Ver. 14. Y rompi� en pedazos las im�genes. ] No escatim� en ninguno de esos �dolos y monumentos de idolatr�a, aunque sin duda no hab�a alguno en �l que pudiera desearlo de otra manera, y lo movi� a perdonar esos hermosos caballos y carros del sol, etc. Pero estaba decidido a hacer una mano con todos ellos. Podemos dar la paz para comprar la verdad, pero no podemos dar la verdad para comprar la paz.

Versículo 15

Adem�s, el altar que estaba en Betel, y el lugar alto que hizo Jeroboam hijo de Nabat, quien hizo pecar a Israel, derrib� el altar y el lugar alto, y quem� el lugar alto. y] lo redujo a polvo, y quem� la arboleda.

Ver. 15. Adem�s, el altar que estaba en Betel. ] Es probable que el rey de Babilonia, cuando envi� a casa a Manas�s, le dio tambi�n el dominio de la mayor parte del pa�s de Samaria, comprometi�ndose con �l para defenderlo contra los egipcios. Sin embargo, el buen Jos�as no deja de desarraigar la idolatr�a tambi�n en todas esas partes, 2Re 23:19 siendo un pa�s abandonado, que, en cierto modo, no ten�a se�or en absoluto.

Versículo 16

Y cuando Jos�as se volvi�, vio los sepulcros que hab�a all� en el monte, y envi�, y tom� los huesos de los sepulcros, los quem� sobre el altar y lo profan�, conforme a la palabra del SE�OR que proclam� el var�n de Dios, que proclam� estas palabras.

Ver. 16. Envi� y tom� los huesos. ] Eso hab�a sido previsto y predicho por lo menos trescientos a�os antes. 1Re 13: 2 La intervenci�n a menudo no rompe ning�n cuadrado en los decretos divinos. Nuestros ojos ciegos no ven nada m�s que lo que toca sus p�rpados: la vista r�pida de la presciencia de Dios ve como presente lo que es un mundo lejano.

Versículo 17

Luego dijo: �Qu� t�tulo [es] ese que veo? Y los hombres de la ciudad le dijeron: [Es] el sepulcro del var�n de Dios, que vino de Jud�, y proclam� estas cosas que has hecho contra el altar de Betel.

Ver. 17. �Qu� t�tulo es ese que veo? ] Este no era el nombre de Jehov�, ni la se�al de la cruz, como algunos han adorado; pero o alg�n pilar, o una l�pida, con un encabezado que muestra qui�n yac�a all� enterrado: como en la tumba de Scaliger , Scaligeri quod reliquum est, etc.

Y los hombres de la ciudad le dijeron.] Historiae fidae monitrices: monumenta quasi mentem monentia. Pero la mayor maravilla es, dice uno, que estos betelitas, sabiendo tan bien lo que aqu� relatan con Jos�as, no se sintieron movidos a renunciar a su adoraci�n id�latra. Pero lo m�s probable es que no creyeran hasta que vieron que se cumpl�a.

Versículo 19

Y tambi�n todas las casas de los lugares altos que estaban en las ciudades de Samaria, que los reyes de Israel hab�an hecho para provocar a ira [al SE�OR], Jos�as las quit� e hizo con ellas conforme a todos los hechos que hab�a hecho. hab�a hecho en Betel.

Ver. 19. E hice con ellos seg�n. ] Ver 2 Reyes 23:15 . 2 Reyes 23:15 .

Versículo 20

Y mat� sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que estaban all�, y quem� sobre ellos huesos de hombres, y volvi� a Jerusal�n.

Ver. 20. Y huesos de hombres quemados.] Por lo tanto, los papistas probar�an la legalidad de desenterrar herejes muertos, como nos llaman, y quemar sus huesos; como lo trataron aqu� Grosthead, obispo de Lincoln, Paulus Phagius, esposa de Bucer, etc. Pero el acto de Jos�as est� justificado por la profec�a, por la cual fue designado para hacerlo; y el Se�or quisiera que se hiciera as�, para mostrar la abominaci�n en que ten�a id�latras, y para una demostraci�n de su condenaci�n en el infierno.

Versículo 21

Y el rey mand� a todo el pueblo, diciendo: Celebrad la pascua al SE�OR vuestro Dios, como est� escrito en el libro de este pacto.

Ver. 21. Guarde la pascua. ] 2 Cr�nicas 35:1 . Si la pascua hab�a sido descuidada, la ley, los sacrificios hab�an sido en vano. Ning�n verdadero israelita querr�a si este monumento de su liberaci�n en el pasado, o este tipo del Mes�as por venir. En lugar de fallar, la generosidad de Jos�as proporcionar� corderos a Jud� para su devoci�n pascual. Ninguna limosna es tan aceptable como la que promueve el alma. a

un Dr. Hall.

Versículo 22

Ciertamente no se celebr� tal pascua desde los d�as de los jueces que juzgaron a Israel, ni en todos los d�as de los reyes de Israel, ni de los reyes de Jud�;

Ver. 22. Seguramente no se celebr� tal pascua, ] a saber, para la concurrencia de personas y la solemnidad del servicio. Tremellius lo traduce as�: Aunque no se celebr� una pascua como esta, es decir, con tal preparaci�n, devoci�n y reforma de la religi�n; sin embargo, 2Re 23:26 "Dios no se apart� de su ira", etc., como si estuviera implacablemente inclinado e inmutablemente resuelto sobre su completa ruina.

Versículo 23

Pero en el a�o dieciocho del rey Jos�as, en el cual se celebr� esta pascua al SE�OR en Jerusal�n.

Ver. 23. Pero en el a�o dieciocho, es decir, de su reinado, pero en el vig�simo sexto de su edad.

Versículo 24

Adem�s los [obreros con] esp�ritus familiares, y los hechiceros, y las im�genes, y los �dolos, y todas las abominaciones que fueron espiadas en la tierra de Jud� y en Jerusal�n, Jos�as desech�, para poder realizar las palabras del ley que est� escrita en el libro que hall� el sacerdote Hilc�as en la casa del SE�OR.

Ver. 24. Adem�s, los obreros con esp�ritus familiares, ] qd, Jos�as hizo todo lo posible para evitar la total devastaci�n de su pa�s predicha por los profetas; pero el decreto estaba incluso "listo para ser promulgado", y no hab�a modo de revertirlo ni impedirlo. Sof 2: 2 Ver 2 Reyes 21:10,15 .

Y las im�genes. ] Heb .: teraf�n; estos eran propiamente sus dioses dom�sticos, dice Vatablus.

Que fueron espiados en la tierra de Jud� y Jerusal�n. ] Aqu� espi� de cerca todo lo que andaba mal, para reformarlo, como si fuera su propio dominio y su principal cargo. Latini videndum dicunt,

Aedibus in propriis quae recta aut prava gerantur. "

Versículo 25

Y como �l no hubo rey antes que �l, que se volviera al SE�OR con todo su coraz�n, y con toda su alma, y ??con todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Mois�s; ni despu�s de �l se levant� otro como �l.

Ver. 25. Y como �l no hubo rey, etc. ] Era un hombre incomparable, un pr�ncipe incomparable, el modelo del mundo,

Hic regum decus et iuvenum flos, spesque bonorum.

Deliciae saecli et gloria gentis erat. "

Como Cardan canta a nuestro Eduardo VI, un segundo Jos�as, como reconocieron todos los hombres buenos. Ver 2 Reyes 18:5 .

Y con todas sus fuerzas. ] Heb .: con su m�xima vehemencia, fuerza y ??diligencia; hizo todo lo que pudo.

Versículo 26

Sin embargo, el SE�OR no se apart� del ardor de su gran ira con que se encendi� su ira contra Jud�, a causa de todas las provocaciones que Manas�s le hab�a provocado.

Ver. 26. No obstante el Se�or, etc. ] Ver 2 Reyes 23:22 . 2 Reyes 23:22 .

Por todas las provocaciones que Manas�s le hab�a provocado. ] Su pecado fue perdonado tras su arrepentimiento, pero su reproche no fue borrado del todo, como Proverbios 6:33 . La mancha era como un molde de hierro, que nada puede sacar. Su posteridad tambi�n, s�, y la generalidad del pueblo, persistiendo en los pecados de Manas�s, fueron justamente castigados por lo mismo.

Los corintios fueron c�mplices del pecado de la persona incestuosa, porque no lo lamentaron; 1Co 5: 2 y �no estaremos los de esta �poca listos para esos sangrientos d�as marianos, si no nos lamentamos y as� los negamos?

Versículo 27

Y el SE�OR dijo: Tambi�n quitar� a Jud� de mi vista, como quit� a Israel, y desechar� a esta ciudad de Jerusal�n que he escogido, y la casa de la cual dije: Mi nombre estar� all�.

Ver. 27. Tambi�n quitar� a Jud� de mi vista. ] Quien ahora era peor que Israel, Jer 3:11 y por lo tanto era peor, porque deber�a haber sido mejor advertida por los da�os de los dem�s.

Versículo 28

Los dem�s hechos de Jos�as y todo lo que hizo, �no est�n escritos en el libro de las cr�nicas de los reyes de Jud�?

Ver. 28. Ahora el resto de los actos, etc. ] Ver 1 Reyes 15:23 .

Versículo 29

En sus d�as, Fara�n Necao, rey de Egipto, subi� contra el rey de Asiria hasta el r�o Eufrates; y el rey Jos�as fue contra �l; y lo mat� en Meguido, cuando lo hab�a visto.

Ver. 29. En sus d�as, Fara�n Neco, ] es decir, Claudio Fara�n, el pie zambo, llamado as� por distinci�n. Tamerlane tambi�n estaba cojo de un pie.

Subi� contra el rey de Asiria. ] Nabopolasar, rey de Babilonia, que hab�a sometido a los asirios y se hab�a gloriado de ese noble t�tulo, rey de Asiria. Ver 2 Reyes 20:12 .

Al r�o �ufrates, ] es decir, a la ciudad de Carquemis que limita con �l.

Y el rey Jos�as fue contra �l. ] Esto fue hecho precipitadamente. El lema del soldado es Nec temere nec timide. Jos�as, temiendo m�s ser considerado temerario que temerario, se precipit� sobre su propia muerte; no tanto como aconsejar con ese famoso profeta Jerem�as, Sofon�as o Ur�as, los profetas que viv�an entonces; adem�s de todo un colegio de videntes. A veces, tanto la gracia como el ingenio duermen en los pechos m�s santos y cautelosos.

Quiz�s tem�a que los egipcios, aliud agens, se apoderaran de su pa�s; o no sea que entre estos dos poderosos monarcas, se convierta en el campo o sede de su guerra, y as� sea molido en polvo, como grano entre dos piedras de molino. A este respecto, Abulenais disculpa a Jos�as de toda culpa; pero eso no puede ser. Ver 2 Cr�nicas 35:22 . Sin embargo, Dios ten�a una mano santa en ello, para el justo castigo de esa naci�n pecadora, camino que ahora se abre con la muerte de este buen pr�ncipe para que los juicios de Dios se precipiten sobre ellos con toda su fuerza.

Y lo mat�. ] Es decir, �l, con sus arqueros, le dio su herida de muerte en Meguido, a sesenta y cuatro millas de Jerusal�n, adonde estaba junto a sus siervos brillantes, pero muri� en el camino, y fue muy lamentado. 2Cr 35:24 Zacar�as 12:11 As� fue asesinado en Alemania el tres veces noble rey de Suecia, pero no sin la victoria; que hizo que uno dijera,

�En este lugar muri� el gran Gustavo,

Mientras Victory yac�a sangrando a su lado ".

Cuando lo hab�a visto, ] es decir, en el primer encuentro, como 2 Reyes 14:8 , priusquam inter se acies concurrerent, dice Sulpitius; antes de que comenzara la batalla. Mientras preparaba la batalla, cabalgando de un ala a otra y dando instrucciones, dice Josefo, un arquero egipcio lo mat�, y junto con �l toda la felicidad de ese estado, que desde entonces se conoci�, como lo fue Tebas despu�s de la muerte. muerte de Epaminondas, s�lo por sus calamidades.

Versículo 30

Y sus siervos lo llevaron en un carro muerto desde Meguido, lo llevaron a Jerusal�n y lo sepultaron en su propio sepulcro. Y el pueblo de la tierra tom� a Joacaz hijo de Jos�as, lo ungi� y lo hizo rey en lugar de su padre.

Ver. 30. Y sus siervos lo llevaron muerto en un carro. ] Mortuum, es decir, Moribundum, un moribundo. Ver en 2 Reyes 23:29 .

Y el pueblo de la tierra tom� a Joacaz. ] No sea que Fara�n, a su regreso, sin encontrar rey, se apodere del reino; pero esto provoc� mucho al conquistador, a quien m�s bien debieron haber buscado la paz y la libertad para hacerlos un nuevo rey.

Versículo 31

Joacaz ten�a veintitr�s a�os cuando comenz� a reinar; y rein� tres meses en Jerusal�n. Y el nombre de su madre era Hamutal, hija de Jerem�as de Libna.

Ver. 31. Joacaz ten�a veintitr�s a�os. ] Era m�s joven que su hermano Joacim, 2Re 23:36 probablemente le quit� el reino a trav�s de una facci�n popular, y result� en consecuencia. Algunos piensan que al principio se le llam� Shallum, Jer 22:11 y que la gente le cambi� el nombre Melioris ominis causa; porque Salum, rey de Israel, hab�a reinado s�lo un mes antes de que Manahem lo matara. 2 Reyes 15:13

Versículo 32

E hizo lo malo ante los ojos de Jehov�, conforme a todo lo que hab�an hecho sus padres.

Ver. 32. E hizo lo malo. ] Ver Ezequiel 19:2,9 .

Versículo 33

Y lo puso Fara�n Necao en cuadrilla en Ribla, en la tierra de Hamat, para que no reinara en Jerusal�n; y pagar� la tierra con un tributo de cien talentos de plata y un talento de oro.

Ver. 33. Para que no reine. ] Lo depuso; para mostrar que ahora ten�a la disposici�n del reino. O, Porque rein�, sc., Sin su buen permiso y agrado.

Versículo 34

Y Fara�n Necao nombr� rey a Eliacim hijo de Jos�as en el aposento de Jos�as su padre, y cambi� su nombre por Joacim, y tom� a Joacaz; y vino a Egipto, y all� muri�.

Ver. 34. Hizo Eliakim. ] Es decir, Dios se levantar�: as� lo llam� su buen padre Jos�as, pero result� ser una planta degenerada; su padre se estremeci� y se humill� al o�r la ley, pero hizo pedazos la profec�a de Jerem�as, y los busc� a �l ya Baruc en la ruina; pero el Se�or los escondi�.

Y cambi� su nombre. ] Memoriae causa, dice un int�rprete; para mostrar su soberan�a, dice otro. a

Y muri� all�.] Seg�n la profec�a de Jerem�as, Jerem�as 22: 11-12, quien lo impone all� por avaricia, ambici�n y otros vicios, apresurando la consumaci�n o consumaci�n de todos, seg�n el significado de su otro nombre, Salum.

a Ut Iehovae victoriam acceptm se referre testaretur, etc. - Ussher.

Versículo 35

Y Joacim dio la plata y el oro a Fara�n; pero grav� la tierra para dar el dinero seg�n el mandamiento de Fara�n: exigi� la plata y el oro del pueblo de la tierra, de cada uno seg�n su impuesto, para d�rselo a Fara�n Neco.

Ver. 35. Exigi�. ] Aunque probablemente recibi� de sus s�bditos no menos sumas de maldiciones que de monedas.

Versículo 36

Joacim ten�a veinticinco a�os cuando comenz� a reinar; y rein� once a�os en Jerusal�n. Y el nombre de su madre era Zebuda, hija de Peda�as de Ruma.

Ver. 36. Joacim ten�a veinticinco a�os. ] Ver 2 Reyes 23:31 . 2 Reyes 23:31 .

Versículo 37

E hizo lo malo ante los ojos de Jehov�, conforme a todo lo que hab�an hecho sus padres.

Ver. 37. E hizo lo malo. ] A todos sus males anteriores a�adi� esto, que mat� al profeta Ur�as. Jeremias 26:20 ; Jerem�as 26:23

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre 2 Kings 23". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/2-kings-23.html. 1865-1868.