Lectionary Calendar
Sunday, September 29th, 2024
the Week of Proper 21 / Ordinary 26
the Week of Proper 21 / Ordinary 26
advertisement
advertisement
advertisement
Attention!
Take your personal ministry to the Next Level by helping StudyLight build churches and supporting pastors in Uganda.
Click here to join the effort!
Click here to join the effort!
Bible Commentaries
Comentario Completo de Trapp Comentario de Trapp
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre 2 Samuel 2". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/2-samuel-2.html. 1865-1868.
Trapp, John. "Comentario sobre 2 Samuel 2". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/
Versículo 1
Y sucedi� despu�s de esto que David consult� a Jehov�, diciendo: �Subir� a alguna de las ciudades de Jud�? Y el SE�OR le dijo: Sube. Y David dijo: �A d�nde subir�? Y �l dijo: A Hebr�n.
Ver. 1. Y sucedi� despu�s de esto. ] Y despu�s de eso, muchos dignos de varias tribus acudieron a �l en Siclag, de modo que tuvo un ej�rcito muy grande, como el ej�rcito de Dios. 1Cr 12: 1-22 Job 25: 3
�Subir� a alguna de las ciudades de Jud�? ] Siclag era una ciudad de Jud�, pero no tan apta para su prop�sito: porque estaba en los l�mites m�s extremos, y ahora tambi�n ocupada por el don del rey de los filisteos, quienes en ese momento fueron tan gobernados por Dios, que despu�s su victoria sobre Sa�l, no se movieron contra David, hasta que, establecido en todo el reino, �l pudo hacer frente a ellos.
Y �l dijo: A Hebr�n. ] Una ciudad antigua y metropolitana de Jud�; donde yac�an enterrados los patriarcas, a quienes se les prometi� la tierra; y por lo tanto tom� posesi�n, por as� decirlo.
Versículo 2
Subi�, pues, David, y tambi�n sus dos mujeres, Ahinoam jezreelita, y Abigail Nabal, la mujer carmelita.
Ver. 2. Y sus dos esposas tambi�n. ] Para tomar parte como �l mismo, para compartir con �l su prosperidad como ellos lo hab�an hecho en su miseria. Asimismo, el Se�or Cristo sacar� en breve a su esposa, la Iglesia, de la tierra de su destierro, de las cenizas de su triste Siclag, al Hebr�n de su paz y gloria. 2 Timoteo 2:12 Lucas 22: 28-29 Ya lo ha ordenado, Juan 17:24 se ha ido un poco antes para prepararlo, Juan 14: 2-3 y no se considera completo hasta que nos tiene a todos con �l. Efesios 1:23
Versículo 3
Y subi� David a sus varones que estaban con �l, cada uno con su casa, y habitaron en las ciudades de Hebr�n.
Ver. 3. Y sus hombres que estaban con �l los llev� David. ] Los que vinieron a �l, 1Sa 22: 2 y continuaron con �l en todas sus angustias. No los destituye por toda su reciente rebeli�n en Siclag, que a�n estaba fresca, y hace pocos d�as; pero perdonando sus rebeliones, los hace part�cipes de su buen �xito. As� nos lleva a reinar nuestro l�der celestial, a quien David prefigur�, a los que padecimos con �l.
Y habitaban en las ciudades de Hebr�n. ] Fueron alojados arriba y abajo en las ciudades y aldeas vecinas, llamadas hijas, Jos 21: 11-12 para que no fuera una carga para sus hebronitas, al acomodarles una gran compa��a.
Versículo 4
Y vinieron los varones de Jud�, y ungieron all� a David por rey sobre la casa de Jud�. Y se lo dijeron a David, diciendo: [Que] eran los varones de Jabes de Galaad los que sepultaron a Sa�l.
Ver. 4. Y vinieron los hombres de Jud�. ] Junto a los otros que le hab�an recurrido a Siclag de las otras tribus, que no eran pocas. 1 Cr�nicas 12: 1-22 Incluso algunos de los hermanos de Soal de Benjam�n: adem�s de los cereteos y peleteos, su guardaespaldas; siempre muy firme y, por tanto, querido por �l, aunque filisteos de naci�n.
Y all� ungieron rey a David. ] Esta es ahora la segunda vez que es ungido, para su posterior confirmaci�n, de lo que los mejores tienen suficiente necesidad. Se dice de nuestra reina Isabel que, mientras nadaba hacia la corona a trav�s de un mar de dolores, llev� el barco de Inglaterra de un mar tempestuoso y turbulento a un puerto seguro y tranquilo. M�s feliz fue su gobierno, porque sigui� a los tiempos tormentosos de la reina Mar�a; vino como una fresca primavera despu�s de un invierno brusco; Tambi�n David contribuy� a sus contribuciones a los hombres de Jud�, quienes, por tanto, lo recibieron con alegr�a y lo coronaron, despu�s de siete a�os de persecuci�n y destierro.
Sic petitur caelum. Tampoco pudo quedarse con todo el reino hasta siete a�os despu�s. Nuestro Enrique IV fue coronado el mismo d�a en que, el a�o anterior, hab�a sido desterrado del reino. No es as�, David. �l "esper� pacientemente al Se�or", Sal. 40: 1 y no tuvo el reino hasta que su "alma fue como un ni�o destetado". Sal 131: 2
Y dieron aviso a David, diciendo: Los varones de Jabes de Galaad, etc. ] Por mala voluntad, tal vez algunos se lo dijeron; para exasperar a David contra ellos, como favorecedor de su mayor enemigo; pero les envi� no pocas gracias por hacerlo; s�, env�a un mensaje bondadoso a los hombres de Jabes de Galaad, y les da muchas gracias por su bondad para con Sa�l; tan lejos estaba de proscribirlos o de buscar venganza sobre ellos, como hicieron Sila, Mario, Antonio, Octavio, todos aquellos que de alguna manera hab�an favorecido a sus enemigos.
Versículo 5
Y David envi� mensajeros a los hombres de Jabes de Galaad, y les dijo: Benditos sean del SE�OR, que hab�is mostrado esta misericordia a vuestro se�or, s�, a Sa�l, y le hab�is sepultado.
Ver. 5. Que hab�is mostrado esta bondad a vuestro se�or. ] Cuyos no s�lo eran s�bditos - como otros - sino tambi�n beneficiarios de una manera especial; porque te rescat� de Nahas, rey de Amm�n; y yo, por este su �ltimo buen oficio para �l, estar� dispuesto a recompensarlo; tan poco le guardo rencor a �l, oa cualquiera que lo favoreciera: puedes confiar en m�.
Versículo 6
Y ahora Jehov� os muestre bondad y verdad; y yo tambi�n os pagar� esta bondad, porque hab�is hecho esto.
Ver. 6. Y ahora el Se�or les muestre bondad y verdad. ] La misericordia de Dios y su verdad van com�nmente acopladas en las Sagradas Escrituras. Su misericordia lo mueve a prometer, su verdad a cumplir. "Por tu palabra", tu verdad, "y seg�n tu coraz�n", tu mera misericordia, "todas estas cosas has hecho". 2 de Samuel 7: 18-21
Y tambi�n te pagar� esta bondad. ] �l hab�a castigado a los amalecitas: promete recompensar a estos jabesitas. Mediante recompensas y castigos debidamente administrados, se preserva el bienestar p�blico, dice Plat�n. David pudo decir que "el que gobierna a los hombres debe ser justo, gobernando en el temor de Dios". 2 de Samuel 23: 3
Versículo 7
Por tanto, fortalezcan ahora vuestras manos, y sed valientes; porque vuestro se�or Sa�l ha muerto, y tambi�n la casa de Jud� me ha ungido por rey sobre ellos.
Ver. 7. Y sed valientes. ] Heb .: Sed hijos valientes; y si quer�is ser mi pueblo se�or, como lo es ahora la tribu de Jud�, yo ser� vuestro se�or se�or, como lo fue Sa�l alguna vez; es decir, estaremos mutuamente ligados el uno al otro.
Versículo 8
Pero Abner hijo de Ner, capit�n del ej�rcito de Sa�l, tom� a Is-boset hijo de Sa�l y lo llev� a Mahanaim;
Ver. 8. Pero Abner el hijo de Ner. ] Ambicionista y ateo; porque fue en contra del mandato expreso de Dios, y la luz de su propia conciencia, 2Sa 3: 9 para realizar sus propios designios, y mantenerse en la silla; pero result� en su propia ruina, y tambi�n en la de su se�or: tan vano es luchar contra Dios. Pero "todos los hombres no tienen fe" y, por lo tanto, son "irracionales y malvados". 2 Tesalonicenses 3: 2
Tom� Is-boset. ] Pasando por Mefi-boset, el heredero leg�timo, porque joven y cojo, establece a Is-boset, un hombre d�bil e indigno: pensando en gobernar todo debajo de �l, us�ndolo como un caballo rancio o acechador; de donde, 2Sa 3: 6 no Is-boset, pero se dice que Abner se hizo fuerte para la casa de Sa�l.
Y lo trajo a Mahanaim. ] Que estaba al otro lado del Jord�n, y no lejos de Jabes de Galaad; ciudad a la que David hab�a cortejado de esa manera, y Abner, por lo tanto, podr�a estar celoso y, por lo tanto, temer�a.
Versículo 9
Y lo hizo rey sobre Galaad, y sobre Asurita, y sobre Jezreel, y sobre Efra�n, y sobre Benjam�n, y sobre todo Israel.
Ver. 9. Y sobre todo Israel. ] Excepto la tribu de Jud� y algunos otros. 1Cr 12: 1-40 Este fue un mal precedente, y como si fuera un preparativo para ese gran cisma en los d�as de Roboam, que nunca podr�a recuperarse.
Versículo 10
Is-boset hijo de Sa�l ten�a cuarenta a�os cuando comenz� a reinar sobre Israel, y rein� dos a�os. Pero la casa de Jud� sigui� a David.
Ver. 10. Y rein� dos a�os, ] sc., Pac�ficamente y en silencio, antes de que la guerra estallara entre �l y David. De modo que se dice que Sa�l rein� dos a�os, 1 de Samuel 13: 1, es decir, libre de enemigos extranjeros y sin ser molestado por los filisteos. Despu�s de esto, hubo cinco a�os de guerra entre la casa de Sa�l y la casa de David, hasta la muerte de Is-boset. 2 de Samuel 3: 1
Pero la casa de Jud� sigui� a David. ] Sin embargo, si no fueran culpables del pecado del cisma: ya no son las Iglesias Reformadas, por abandonar al Anticristo, para seguir al Cordero adondequiera que vaya, para poner la corona sobre la cabeza del Se�or Cristo.
Versículo 11
Y el tiempo que David rein� en Hebr�n sobre la casa de Jud� fue de siete a�os y seis meses.
Ver. 11. Siete a�os y seis meses. ] Mientras tanto, el Se�or lo mantuvo alejado de la soberan�a plena, para la prueba y el ejercicio posteriores de su fe y paciencia. Busquemos algo parecido y aguantemos.
Versículo 12
Y Abner hijo de Ner, y los siervos de Is-boset hijo de Sa�l, salieron de Mahanaim a Gaba�n.
Ver. 12. Sali� de Mahanaim a Gaba�n. ] Lo mismo con Guibe� de Sa�l; vino aqu� con su ej�rcito, para castigar a Jud� por su rebeli�n contra la casa de Sa�l.
Versículo 13
Y salieron Joab hijo de Sarvia y los siervos de David, y se reunieron junto al estanque de Gaba�n; y se sentaron uno a un lado del estanque y el otro al otro lado del estanque. .
Ver. 13. Y luego se sent�. ] David y sus hombres eran reacios a pelear, a menos que fuera en su propia defensa necesaria. Se acord� del juramento que le hab�a hecho a Sa�l de no atentar contra su casa; por lo tanto, �l mismo no vino aqu� en persona, sino que envi� a Joab, con instrucciones de esperar hasta que se necesitara.
Versículo 14
Y Abner dijo a Joab: Lev�ntense ahora los j�venes y jueguen delante de nosotros. Y Joab dijo: Que se levanten.
Ver. 14. Que los j�venes se levanten ahora y jueguen ante nosotros, ] es decir, Spectaculi causa pugnent, que se corten y corten entre s�, para hacernos divertir; como hicieron los espadachines entre los romanos, hasta que el bueno de Teodosio prohibi� ese pasatiempo sangriento, tan odioso a Dios y aborrecido de todos los hombres buenos. En la toma de Tr�polis en Berber�a, los turcos, teniendo en sus manos a un tal Juan de Chabis, franc�s, lo llevaron a la ciudad, y cuando le cortaron las manos y la nariz, lo arrojaron r�pidamente al suelo hasta la cintura. y all�, para su agrado, le dispararon con sus flechas; y luego le cort� la garganta.
a Los espa�oles, d�a a d�a, para su placer, azotan a los pobres indios con cuerdas y arrojan sus cuerpos desnudos con tocino ardiente; siendo �sta una de las menos crueldades que ejercen sobre esos desgraciados, para alegrarse de la miseria de los dem�s.
D�jalos surgir. ] Joab era un verdadero toque, como lo llaman, y pronto acept� el desaf�o; pero mejor no lo hab�a hecho; porque el problema era sangriento. Muchos marcialistas, encarnados con actos y aspectos tan horribles, no tienen en cuenta el derramamiento de sangre. �Oh formosum spectaculum! �Oh, valiente vista! dijo Hannibal, cuando vio un pozo lleno de sangre de hombres. �Oh, rem regiam! �Oh, acto real! �dijo Valesus, cuando hab�a matado a trescientos hombres.
un turco. Hist., P�g. 756.
Versículo 15
Entonces se levantaron y pasaron por el n�mero doce de Benjam�n, que era de Is-boset hijo de Sa�l, y doce de los siervos de David.
Ver. 15. Y doce de los siervos de David. ] As� que los romanos y los albanes lo probaron por tres de lado, es decir, los Horacios y los Curiatii; pero esta pr�ctica no es justificable por ser contra la fe y contra la caridad; una tentaci�n de Dios, y una confianza en el brazo de carne.
Versículo 16
Y agarraron cada uno a su compa�ero por la cabeza, y [clavaron] su espada en el costado de su compa�ero; y cayeron juntos; por eso aquel lugar se llam� Helcathazzurim, que est� en Gaba�n.
Ver. 16. Y atraparon cada uno a su compa�ero. ] Con tal entusiasmo y furia se encontraron con estos galantes, que cada uno al lado del otro
" Empu�adura de estocada de espada "
envain� su espada, como prueba de su valor. Talis fait Cadmaea Tugna. Pero, �era esto valor, o m�s bien locura? �Coraje o indignaci�n, ya sea? Josefo dice, pero no muy bien, que s�lo los doce hombres de Abner fueron asesinados. a
Helkathhazzurim,] es decir, el campo de hombres fuertes, o de rocas, es decir, de aquellos que se mantuvieron firmes como rocas, hasta que cayeron en el lugar.
por otros se acuerda que se debe dar un campo de espada. - Jun.
Versículo 17
Y hubo una batalla muy dolorosa ese d�a; y Abner fue derrotado, y los hombres de Israel, delante de los siervos de David.
Ver. 17. Y hubo una batalla muy dolorosa. ] Ecce hic duellum transit in acre bellum totale. "�He aqu�, cu�n grande bosque enciende un peque�o fuego!" Stg 3: 5 Es mucho m�s f�cil suscitar contiendas que limitarlas; comenzar una guerra, que terminarla.
Versículo 18
Y hab�a all� tres hijos de Sarvia, Joab, Abisai y Asael; y Asael era ligero de pies como un corzo silvestre.
Ver. 18. Ligeros de pies como huevas silvestres. ] Josefo dice que podr�a hacer tanta velocidad como un caballo. Aquiles era ????? ????, de pies ligeros; Jonathan tambi�n. 2Sa 1:23 Harold, hijo de Canuto, el dan�s, rey de Inglaterra, fue apodado Harefoot, por su agilidad y rapidez. Esto es excelente en un soldado.
Versículo 19
Y Asael sigui� a Abner; y al irse, no se volvi� a la derecha ni a la izquierda para seguir a Abner.
Ver. 19. Y Asael sigui� a Abner. ] Un premio demasiado grande para �l, que era impar conyressus Achilli: pero confiaba demasiado en sus propias habilidades, ya que no era menos valiente de manos que r�pido de pies, y as� pereci�. Ver Eclesiast�s 9:11 .
Versículo 20
Entonces Abner mir� hacia atr�s y dijo: �Eres t� Asahel? Y �l respondi�: Yo soy.
Ver. 20. �Eres Asahel? ] Abner no ten�a intenci�n de entrometerse con ning�n hijo de Sarvia, la hermana de David: por lo tanto, primero recurre a este currist, - palabras de Lutero, - y luego le aconseja dos veces que se retire de perseguir su propio peligro. Pero quisque suos patitur manes.
Versículo 21
Y Abner le dijo: Vu�lvete a tu derecha oa tu izquierda, y agarra a uno de los j�venes, y toma sus armas. Pero Asahel no se apart� de seguirlo.
Ver. 21. Af�rrate a uno de los j�venes. ] M�tete en tu f�sforo, y no contengas con el m�s poderoso que t�. Patroclus no es rival ideal para H�ctor. Cuando Carolostadius se opuso a la consubstanciaci�n de Lutero, pero d�bil e insuficientemente, Zuinglio dijo que lamentaba que una causa tan buena quisiera hombros. Un calor de celo a veces, en la persecuci�n indiscreta de un adversario justo, resulta mortal para el agente, perjudicial para el servicio.
un no tengo suficientes brazos.
Versículo 22
Y Abner dijo otra vez a Asahel: Ap�rtate de seguirme: �por qu� te derribar� a tierra? �C�mo, pues, he de alzar mi rostro a tu hermano Joab?
Ver. 22. �Por qu� te derribar� al suelo? ] Como me ver� obligado a hacer, si no desiste. Si un hombre debe matar o morir, (1.) debe huir; (2.) Defenderse por todos los medios posibles, disuadiendo al partido, como aqu�, y de cualquier otro modo que pueda. Ese principio de Navarrus es muy falso, que un hombre puede legalmente matar a otro, para evitar una caja en la oreja y recuperar su honor. Y as� es el de Soto, un hombre puede matar a otro en su propia defensa, porque es una verg�enza huir de un adversario. Estos son tus casuistas papistas.
Versículo 23
Sin embargo, se neg� a desviarse: por lo que Abner lo hiri� con el extremo trasero de la lanza debajo de la quinta [costilla], y la lanza sali� detr�s de �l; y cay� all�, y muri� en el mismo lugar; y sucedi� que todos los que hab�an llegado al lugar donde Asahel cay� y muri�, se detuvieron.
Ver. 23. Debajo de la quinta costilla. ] a Donde est�n el h�gado y la hiel, lugar seguro de muerte; por un castigo por su pertinencia, y por la persecuci�n demasiado ansiosa de un enemigo que cede.
a En inguino. - vulgar.
Versículo 24
Tambi�n Joab y Abisai siguieron a Abner; y se puso el sol cuando llegaron al collado de Amma, que est� delante de G�a, en el camino del desierto de Gaba�n.
Ver. 24. Joab y Abisai tambi�n persiguieron a Abner. ] A pesar de la p�rdida de su hermano Asahel; que no pod�a dejar de ser un gran dolor para ellos. La causa p�blica fue su principal cuidado.
Versículo 25
Y los hijos de Benjam�n se juntaron en pos de Abner, formaron un solo ej�rcito y se pararon en la cumbre de una colina.
Ver. 25. Y se convirti� en una sola tropa, y se par� en la cima de una colina. ] No fueron tan derrotados, sino que pudieron reagruparse: y al llegar a la colina, se pusieron en guardia. Cuneati en collis vertice stabant. El que vuela puede volver a pelear.
Versículo 26
Entonces Abner llam� a Joab y dijo: �Devorar� la espada para siempre? �No sabes que habr� amargura al final? �Cu�nto tiempo pasar� entonces, antes de que mandes al pueblo que vuelva de seguir a sus hermanos?
Ver. 26. � Devorar� la espada para siempre? ] Los hebreos atribuyen una boca a la espada. Los griegos lo llaman ???????, qd, ?????????, por la gran cantidad de sangre derramada por �l. Los latinos lo llaman Bellum a belluis, de bestias, cuya manera es corroerse y desgarrarse unos a otros. Oh, ore para que Dios ordene que la espada se coloque en la vaina, haciendo que "descanse y est� quieto", Jer 47: 6 para que "esparza a los que se deleitan en la guerra". Pompeyo era famoso por terminar r�pidamente una guerra.
�No sabes que habr� amargura al final? ] qd, Es probable que as� sea si mis hombres, desesperados no s�lo por la victoria sino por la vida, resuelven correr cualquier peligro y vender sus vidas lo m�s caro que puedan, ya que deben separarse de ellas. No es prudente luchar con un hombre desesperado. Ignaviam necessitas acuit: et saepe desperatio spei causa est. Victorem a victo superari saepe videmus.
una Justin b telleth, que quince mil locrenses hicieron vencer a cien mil Crotonians: Quia omissa spe victoriae en destinatam mortem conspirarunt, mientras que desesperaban de la victoria, y se encarg� �nica forma de morir con valor. Tengan cuidado, por tanto, dice este viejo soldado, no sea que tengan salsa agria para sus desiertos; como es seguro que tendr�n todos aquellos que se alimentan de los bocados asesinos del pecado. La venganza es dulce; pero sus frutos son tristes, y de los que se arrepiente demasiado tarde. Todas las guerras son lamentables; pero sobre todo a los que llaman civilistas,
" No hay triunfos. "
La copa de miel de cada pecador dejar� de ser venenosa.
Vuelve de seguir a sus hermanos.] �Es tan bueno matar a sus hermanos pobres? Leemos en la historia romana de un hermano que mata desprevenido a otro en la batalla; y que cuando vino a desnudarlo para tomar su bot�n, viendo que era su hermano, se mat� de pena.
a Curt., lib. iv.
b Lib. xx.
Versículo 27
Y Joab dijo: Vive Dios, si no hubieras hablado, ciertamente entonces por la ma�ana el pueblo hab�a subido cada uno de seguir a su hermano.
Ver. 27. A menos que hubieras hablado, ] qd, puedes darte las gracias por el da�o que se ha hecho: porque t� primero hiciste el desaf�o. Aequum est ut faber quas fecit compedes ipse gestet.
Versículo 28
Entonces Joab toc� la trompeta, y todo el pueblo se detuvo, y no persiguieron m�s a Israel, ni pelearon m�s.
Ver. 28. Entonces Joab toc� la trompeta. ] Despu�s de eso, Abner le hab�a excusado por primera vez de la muerte de su hermano Asael, como dice Josefo.
Versículo 29
Y Abner y sus hombres caminaron toda la noche por la llanura, y pasaron el Jord�n, y atravesaron todo Bitr�n, y llegaron a Mahanaim.
Ver. 29. Y pas� por todo Bitr�n, ] es decir, por el pa�s separado o dividido: separado de Cana�n por el r�o Jord�n, como lo traduce Junius. Regresaron a Mahanaim, con una cruz llorando. Dubia est Martis alea, nec raro utrique parti noxia.
Versículo 30
Y volvi� Joab de seguir a Abner; y cuando hubo reunido a todo el pueblo, faltaban de los siervos de David diecinueve hombres y Asael.
Ver. 30. Faltaban los siervos de David, etc.] La guerra es el matadero de la humanidad, y el infierno de este mundo presente, dice uno: Mars Alpha malorum. Abre las puertas de la infelicidad que fueron cerradas en tiempos de paz. Por tanto, Lactancio a pens� que no era l�cito que un hombre justo fuera guerrero: cuya justicia deb�a ser su guerra. Algunos anabautistas tambi�n sostienen lo mismo. Pero Dios es llamado hombre de guerra, �xodo 15: 3 y dijo que ten�a guerra con Amalec; Exo 17:16 El env�a la espada; Eze 14:17 alista a los hombres; Isa 13: 4 ordena las municiones; Jer 50:25 ba�a la espada en el cielo.
Isa 34: 5 David pele� sus batallas. 1Sa 25:28 El capit�n Cornelio, que era de la banda italiana, fue muy aceptado en el cielo. A Juan Bautista no le disgust� el llamado de los soldados, pero les indic� c�mo manejarlo, etc.
el Instituto, lib. vio. gorra. 20.
Versículo 32
Y tomaron a Asael y lo sepultaron en el sepulcro de su padre, que estaba en Bel�n. Y Joab y sus hombres estuvieron toda la noche, y llegaron a Hebr�n al amanecer.
Ver. 32. Y lo enterr� en el sepulcro de su padre. ] Esto lo hicieron, probablemente, despu�s de haber estado por primera vez con David en Hebr�n, para darle un relato de esa expedici�n.