Bible Commentaries
2 Samuel 2

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

Y sucedi� despu�s de esto que David consult� a Jehov�, diciendo: �Subir� a alguna de las ciudades de Jud�? Y el SE�OR le dijo: Sube. Y David dijo: �A d�nde subir�? Y �l dijo: A Hebr�n.

Ver. 1. Y sucedi� despu�s de esto. ] Y despu�s de eso, muchos dignos de varias tribus acudieron a �l en Siclag, de modo que tuvo un ej�rcito muy grande, como el ej�rcito de Dios. 1Cr 12: 1-22 Job 25: 3

�Subir� a alguna de las ciudades de Jud�? ] Siclag era una ciudad de Jud�, pero no tan apta para su prop�sito: porque estaba en los l�mites m�s extremos, y ahora tambi�n ocupada por el don del rey de los filisteos, quienes en ese momento fueron tan gobernados por Dios, que despu�s su victoria sobre Sa�l, no se movieron contra David, hasta que, establecido en todo el reino, �l pudo hacer frente a ellos.

Y �l dijo: A Hebr�n. ] Una ciudad antigua y metropolitana de Jud�; donde yac�an enterrados los patriarcas, a quienes se les prometi� la tierra; y por lo tanto tom� posesi�n, por as� decirlo.

Versículo 2

Subi�, pues, David, y tambi�n sus dos mujeres, Ahinoam jezreelita, y Abigail Nabal, la mujer carmelita.

Ver. 2. Y sus dos esposas tambi�n. ] Para tomar parte como �l mismo, para compartir con �l su prosperidad como ellos lo hab�an hecho en su miseria. Asimismo, el Se�or Cristo sacar� en breve a su esposa, la Iglesia, de la tierra de su destierro, de las cenizas de su triste Siclag, al Hebr�n de su paz y gloria. 2 Timoteo 2:12 Lucas 22: 28-29 Ya lo ha ordenado, Juan 17:24 se ha ido un poco antes para prepararlo, Juan 14: 2-3 y no se considera completo hasta que nos tiene a todos con �l. Efesios 1:23

Versículo 3

Y subi� David a sus varones que estaban con �l, cada uno con su casa, y habitaron en las ciudades de Hebr�n.

Ver. 3. Y sus hombres que estaban con �l los llev� David. ] Los que vinieron a �l, 1Sa 22: 2 y continuaron con �l en todas sus angustias. No los destituye por toda su reciente rebeli�n en Siclag, que a�n estaba fresca, y hace pocos d�as; pero perdonando sus rebeliones, los hace part�cipes de su buen �xito. As� nos lleva a reinar nuestro l�der celestial, a quien David prefigur�, a los que padecimos con �l.

Y habitaban en las ciudades de Hebr�n. ] Fueron alojados arriba y abajo en las ciudades y aldeas vecinas, llamadas hijas, Jos 21: 11-12 para que no fuera una carga para sus hebronitas, al acomodarles una gran compa��a.

Versículo 4

Y vinieron los varones de Jud�, y ungieron all� a David por rey sobre la casa de Jud�. Y se lo dijeron a David, diciendo: [Que] eran los varones de Jabes de Galaad los que sepultaron a Sa�l.

Ver. 4. Y vinieron los hombres de Jud�. ] Junto a los otros que le hab�an recurrido a Siclag de las otras tribus, que no eran pocas. 1 Cr�nicas 12: 1-22 Incluso algunos de los hermanos de Soal de Benjam�n: adem�s de los cereteos y peleteos, su guardaespaldas; siempre muy firme y, por tanto, querido por �l, aunque filisteos de naci�n.

Y all� ungieron rey a David. ] Esta es ahora la segunda vez que es ungido, para su posterior confirmaci�n, de lo que los mejores tienen suficiente necesidad. Se dice de nuestra reina Isabel que, mientras nadaba hacia la corona a trav�s de un mar de dolores, llev� el barco de Inglaterra de un mar tempestuoso y turbulento a un puerto seguro y tranquilo. M�s feliz fue su gobierno, porque sigui� a los tiempos tormentosos de la reina Mar�a; vino como una fresca primavera despu�s de un invierno brusco; Tambi�n David contribuy� a sus contribuciones a los hombres de Jud�, quienes, por tanto, lo recibieron con alegr�a y lo coronaron, despu�s de siete a�os de persecuci�n y destierro.

Sic petitur caelum. Tampoco pudo quedarse con todo el reino hasta siete a�os despu�s. Nuestro Enrique IV fue coronado el mismo d�a en que, el a�o anterior, hab�a sido desterrado del reino. No es as�, David. �l "esper� pacientemente al Se�or", Sal. 40: 1 y no tuvo el reino hasta que su "alma fue como un ni�o destetado". Sal 131: 2

Y dieron aviso a David, diciendo: Los varones de Jabes de Galaad, etc. ] Por mala voluntad, tal vez algunos se lo dijeron; para exasperar a David contra ellos, como favorecedor de su mayor enemigo; pero les envi� no pocas gracias por hacerlo; s�, env�a un mensaje bondadoso a los hombres de Jabes de Galaad, y les da muchas gracias por su bondad para con Sa�l; tan lejos estaba de proscribirlos o de buscar venganza sobre ellos, como hicieron Sila, Mario, Antonio, Octavio, todos aquellos que de alguna manera hab�an favorecido a sus enemigos.

Versículo 5

Y David envi� mensajeros a los hombres de Jabes de Galaad, y les dijo: Benditos sean del SE�OR, que hab�is mostrado esta misericordia a vuestro se�or, s�, a Sa�l, y le hab�is sepultado.

Ver. 5. Que hab�is mostrado esta bondad a vuestro se�or. ] Cuyos no s�lo eran s�bditos - como otros - sino tambi�n beneficiarios de una manera especial; porque te rescat� de Nahas, rey de Amm�n; y yo, por este su �ltimo buen oficio para �l, estar� dispuesto a recompensarlo; tan poco le guardo rencor a �l, oa cualquiera que lo favoreciera: puedes confiar en m�.

Versículo 6

Y ahora Jehov� os muestre bondad y verdad; y yo tambi�n os pagar� esta bondad, porque hab�is hecho esto.

Ver. 6. Y ahora el Se�or les muestre bondad y verdad. ] La misericordia de Dios y su verdad van com�nmente acopladas en las Sagradas Escrituras. Su misericordia lo mueve a prometer, su verdad a cumplir. "Por tu palabra", tu verdad, "y seg�n tu coraz�n", tu mera misericordia, "todas estas cosas has hecho". 2 de Samuel 7: 18-21

Y tambi�n te pagar� esta bondad. ] �l hab�a castigado a los amalecitas: promete recompensar a estos jabesitas. Mediante recompensas y castigos debidamente administrados, se preserva el bienestar p�blico, dice Plat�n. David pudo decir que "el que gobierna a los hombres debe ser justo, gobernando en el temor de Dios". 2 de Samuel 23: 3

Versículo 7

Por tanto, fortalezcan ahora vuestras manos, y sed valientes; porque vuestro se�or Sa�l ha muerto, y tambi�n la casa de Jud� me ha ungido por rey sobre ellos.

Ver. 7. Y sed valientes. ] Heb .: Sed hijos valientes; y si quer�is ser mi pueblo se�or, como lo es ahora la tribu de Jud�, yo ser� vuestro se�or se�or, como lo fue Sa�l alguna vez; es decir, estaremos mutuamente ligados el uno al otro.

Versículo 8

Pero Abner hijo de Ner, capit�n del ej�rcito de Sa�l, tom� a Is-boset hijo de Sa�l y lo llev� a Mahanaim;

Ver. 8. Pero Abner el hijo de Ner. ] Ambicionista y ateo; porque fue en contra del mandato expreso de Dios, y la luz de su propia conciencia, 2Sa 3: 9 para realizar sus propios designios, y mantenerse en la silla; pero result� en su propia ruina, y tambi�n en la de su se�or: tan vano es luchar contra Dios. Pero "todos los hombres no tienen fe" y, por lo tanto, son "irracionales y malvados". 2 Tesalonicenses 3: 2

Tom� Is-boset. ] Pasando por Mefi-boset, el heredero leg�timo, porque joven y cojo, establece a Is-boset, un hombre d�bil e indigno: pensando en gobernar todo debajo de �l, us�ndolo como un caballo rancio o acechador; de donde, 2Sa 3: 6 no Is-boset, pero se dice que Abner se hizo fuerte para la casa de Sa�l.

Y lo trajo a Mahanaim. ] Que estaba al otro lado del Jord�n, y no lejos de Jabes de Galaad; ciudad a la que David hab�a cortejado de esa manera, y Abner, por lo tanto, podr�a estar celoso y, por lo tanto, temer�a.

Versículo 9

Y lo hizo rey sobre Galaad, y sobre Asurita, y sobre Jezreel, y sobre Efra�n, y sobre Benjam�n, y sobre todo Israel.

Ver. 9. Y sobre todo Israel. ] Excepto la tribu de Jud� y algunos otros. 1Cr 12: 1-40 Este fue un mal precedente, y como si fuera un preparativo para ese gran cisma en los d�as de Roboam, que nunca podr�a recuperarse.

Versículo 10

Is-boset hijo de Sa�l ten�a cuarenta a�os cuando comenz� a reinar sobre Israel, y rein� dos a�os. Pero la casa de Jud� sigui� a David.

Ver. 10. Y rein� dos a�os, ] sc., Pac�ficamente y en silencio, antes de que la guerra estallara entre �l y David. De modo que se dice que Sa�l rein� dos a�os, 1 de Samuel 13: 1, es decir, libre de enemigos extranjeros y sin ser molestado por los filisteos. Despu�s de esto, hubo cinco a�os de guerra entre la casa de Sa�l y la casa de David, hasta la muerte de Is-boset. 2 de Samuel 3: 1

Pero la casa de Jud� sigui� a David. ] Sin embargo, si no fueran culpables del pecado del cisma: ya no son las Iglesias Reformadas, por abandonar al Anticristo, para seguir al Cordero adondequiera que vaya, para poner la corona sobre la cabeza del Se�or Cristo.

Versículo 11

Y el tiempo que David rein� en Hebr�n sobre la casa de Jud� fue de siete a�os y seis meses.

Ver. 11. Siete a�os y seis meses. ] Mientras tanto, el Se�or lo mantuvo alejado de la soberan�a plena, para la prueba y el ejercicio posteriores de su fe y paciencia. Busquemos algo parecido y aguantemos.

Versículo 12

Y Abner hijo de Ner, y los siervos de Is-boset hijo de Sa�l, salieron de Mahanaim a Gaba�n.

Ver. 12. Sali� de Mahanaim a Gaba�n. ] Lo mismo con Guibe� de Sa�l; vino aqu� con su ej�rcito, para castigar a Jud� por su rebeli�n contra la casa de Sa�l.

Versículo 13

Y salieron Joab hijo de Sarvia y los siervos de David, y se reunieron junto al estanque de Gaba�n; y se sentaron uno a un lado del estanque y el otro al otro lado del estanque. .

Ver. 13. Y luego se sent�. ] David y sus hombres eran reacios a pelear, a menos que fuera en su propia defensa necesaria. Se acord� del juramento que le hab�a hecho a Sa�l de no atentar contra su casa; por lo tanto, �l mismo no vino aqu� en persona, sino que envi� a Joab, con instrucciones de esperar hasta que se necesitara.

Versículo 14

Y Abner dijo a Joab: Lev�ntense ahora los j�venes y jueguen delante de nosotros. Y Joab dijo: Que se levanten.

Ver. 14. Que los j�venes se levanten ahora y jueguen ante nosotros, ] es decir, Spectaculi causa pugnent, que se corten y corten entre s�, para hacernos divertir; como hicieron los espadachines entre los romanos, hasta que el bueno de Teodosio prohibi� ese pasatiempo sangriento, tan odioso a Dios y aborrecido de todos los hombres buenos. En la toma de Tr�polis en Berber�a, los turcos, teniendo en sus manos a un tal Juan de Chabis, franc�s, lo llevaron a la ciudad, y cuando le cortaron las manos y la nariz, lo arrojaron r�pidamente al suelo hasta la cintura. y all�, para su agrado, le dispararon con sus flechas; y luego le cort� la garganta.

a Los espa�oles, d�a a d�a, para su placer, azotan a los pobres indios con cuerdas y arrojan sus cuerpos desnudos con tocino ardiente; siendo �sta una de las menos crueldades que ejercen sobre esos desgraciados, para alegrarse de la miseria de los dem�s.

D�jalos surgir. ] Joab era un verdadero toque, como lo llaman, y pronto acept� el desaf�o; pero mejor no lo hab�a hecho; porque el problema era sangriento. Muchos marcialistas, encarnados con actos y aspectos tan horribles, no tienen en cuenta el derramamiento de sangre. �Oh formosum spectaculum! �Oh, valiente vista! dijo Hannibal, cuando vio un pozo lleno de sangre de hombres. �Oh, rem regiam! �Oh, acto real! �dijo Valesus, cuando hab�a matado a trescientos hombres.

un turco. Hist., P�g. 756.

Versículo 15

Entonces se levantaron y pasaron por el n�mero doce de Benjam�n, que era de Is-boset hijo de Sa�l, y doce de los siervos de David.

Ver. 15. Y doce de los siervos de David. ] As� que los romanos y los albanes lo probaron por tres de lado, es decir, los Horacios y los Curiatii; pero esta pr�ctica no es justificable por ser contra la fe y contra la caridad; una tentaci�n de Dios, y una confianza en el brazo de carne.

Versículo 16

Y agarraron cada uno a su compa�ero por la cabeza, y [clavaron] su espada en el costado de su compa�ero; y cayeron juntos; por eso aquel lugar se llam� Helcathazzurim, que est� en Gaba�n.

Ver. 16. Y atraparon cada uno a su compa�ero. ] Con tal entusiasmo y furia se encontraron con estos galantes, que cada uno al lado del otro

" Empu�adura de estocada de espada "

envain� su espada, como prueba de su valor. Talis fait Cadmaea Tugna. Pero, �era esto valor, o m�s bien locura? �Coraje o indignaci�n, ya sea? Josefo dice, pero no muy bien, que s�lo los doce hombres de Abner fueron asesinados. a

Helkathhazzurim,] es decir, el campo de hombres fuertes, o de rocas, es decir, de aquellos que se mantuvieron firmes como rocas, hasta que cayeron en el lugar.

por otros se acuerda que se debe dar un campo de espada. - Jun.

Versículo 17

Y hubo una batalla muy dolorosa ese d�a; y Abner fue derrotado, y los hombres de Israel, delante de los siervos de David.

Ver. 17. Y hubo una batalla muy dolorosa. ] Ecce hic duellum transit in acre bellum totale. "�He aqu�, cu�n grande bosque enciende un peque�o fuego!" Stg 3: 5 Es mucho m�s f�cil suscitar contiendas que limitarlas; comenzar una guerra, que terminarla.

Versículo 18

Y hab�a all� tres hijos de Sarvia, Joab, Abisai y Asael; y Asael era ligero de pies como un corzo silvestre.

Ver. 18. Ligeros de pies como huevas silvestres. ] Josefo dice que podr�a hacer tanta velocidad como un caballo. Aquiles era ????? ????, de pies ligeros; Jonathan tambi�n. 2Sa 1:23 Harold, hijo de Canuto, el dan�s, rey de Inglaterra, fue apodado Harefoot, por su agilidad y rapidez. Esto es excelente en un soldado.

Versículo 19

Y Asael sigui� a Abner; y al irse, no se volvi� a la derecha ni a la izquierda para seguir a Abner.

Ver. 19. Y Asael sigui� a Abner. ] Un premio demasiado grande para �l, que era impar conyressus Achilli: pero confiaba demasiado en sus propias habilidades, ya que no era menos valiente de manos que r�pido de pies, y as� pereci�. Ver Eclesiast�s 9:11 .

Versículo 20

Entonces Abner mir� hacia atr�s y dijo: �Eres t� Asahel? Y �l respondi�: Yo soy.

Ver. 20. �Eres Asahel? ] Abner no ten�a intenci�n de entrometerse con ning�n hijo de Sarvia, la hermana de David: por lo tanto, primero recurre a este currist, - palabras de Lutero, - y luego le aconseja dos veces que se retire de perseguir su propio peligro. Pero quisque suos patitur manes.

Versículo 21

Y Abner le dijo: Vu�lvete a tu derecha oa tu izquierda, y agarra a uno de los j�venes, y toma sus armas. Pero Asahel no se apart� de seguirlo.

Ver. 21. Af�rrate a uno de los j�venes. ] M�tete en tu f�sforo, y no contengas con el m�s poderoso que t�. Patroclus no es rival ideal para H�ctor. Cuando Carolostadius se opuso a la consubstanciaci�n de Lutero, pero d�bil e insuficientemente, Zuinglio dijo que lamentaba que una causa tan buena quisiera hombros. Un calor de celo a veces, en la persecuci�n indiscreta de un adversario justo, resulta mortal para el agente, perjudicial para el servicio.

un no tengo suficientes brazos.

Versículo 22

Y Abner dijo otra vez a Asahel: Ap�rtate de seguirme: �por qu� te derribar� a tierra? �C�mo, pues, he de alzar mi rostro a tu hermano Joab?

Ver. 22. �Por qu� te derribar� al suelo? ] Como me ver� obligado a hacer, si no desiste. Si un hombre debe matar o morir, (1.) debe huir; (2.) Defenderse por todos los medios posibles, disuadiendo al partido, como aqu�, y de cualquier otro modo que pueda. Ese principio de Navarrus es muy falso, que un hombre puede legalmente matar a otro, para evitar una caja en la oreja y recuperar su honor. Y as� es el de Soto, un hombre puede matar a otro en su propia defensa, porque es una verg�enza huir de un adversario. Estos son tus casuistas papistas.

Versículo 23

Sin embargo, se neg� a desviarse: por lo que Abner lo hiri� con el extremo trasero de la lanza debajo de la quinta [costilla], y la lanza sali� detr�s de �l; y cay� all�, y muri� en el mismo lugar; y sucedi� que todos los que hab�an llegado al lugar donde Asahel cay� y muri�, se detuvieron.

Ver. 23. Debajo de la quinta costilla. ] a Donde est�n el h�gado y la hiel, lugar seguro de muerte; por un castigo por su pertinencia, y por la persecuci�n demasiado ansiosa de un enemigo que cede.

a En inguino. - vulgar.

Versículo 24

Tambi�n Joab y Abisai siguieron a Abner; y se puso el sol cuando llegaron al collado de Amma, que est� delante de G�a, en el camino del desierto de Gaba�n.

Ver. 24. Joab y Abisai tambi�n persiguieron a Abner. ] A pesar de la p�rdida de su hermano Asahel; que no pod�a dejar de ser un gran dolor para ellos. La causa p�blica fue su principal cuidado.

Versículo 25

Y los hijos de Benjam�n se juntaron en pos de Abner, formaron un solo ej�rcito y se pararon en la cumbre de una colina.

Ver. 25. Y se convirti� en una sola tropa, y se par� en la cima de una colina. ] No fueron tan derrotados, sino que pudieron reagruparse: y al llegar a la colina, se pusieron en guardia. Cuneati en collis vertice stabant. El que vuela puede volver a pelear.

Versículo 26

Entonces Abner llam� a Joab y dijo: �Devorar� la espada para siempre? �No sabes que habr� amargura al final? �Cu�nto tiempo pasar� entonces, antes de que mandes al pueblo que vuelva de seguir a sus hermanos?

Ver. 26. � Devorar� la espada para siempre? ] Los hebreos atribuyen una boca a la espada. Los griegos lo llaman ???????, qd, ?????????, por la gran cantidad de sangre derramada por �l. Los latinos lo llaman Bellum a belluis, de bestias, cuya manera es corroerse y desgarrarse unos a otros. Oh, ore para que Dios ordene que la espada se coloque en la vaina, haciendo que "descanse y est� quieto", Jer 47: 6 para que "esparza a los que se deleitan en la guerra". Pompeyo era famoso por terminar r�pidamente una guerra.

�No sabes que habr� amargura al final? ] qd, Es probable que as� sea si mis hombres, desesperados no s�lo por la victoria sino por la vida, resuelven correr cualquier peligro y vender sus vidas lo m�s caro que puedan, ya que deben separarse de ellas. No es prudente luchar con un hombre desesperado. Ignaviam necessitas acuit: et saepe desperatio spei causa est. Victorem a victo superari saepe videmus.

una Justin b telleth, que quince mil locrenses hicieron vencer a cien mil Crotonians: Quia omissa spe victoriae en destinatam mortem conspirarunt, mientras que desesperaban de la victoria, y se encarg� �nica forma de morir con valor. Tengan cuidado, por tanto, dice este viejo soldado, no sea que tengan salsa agria para sus desiertos; como es seguro que tendr�n todos aquellos que se alimentan de los bocados asesinos del pecado. La venganza es dulce; pero sus frutos son tristes, y de los que se arrepiente demasiado tarde. Todas las guerras son lamentables; pero sobre todo a los que llaman civilistas,

" No hay triunfos. "

La copa de miel de cada pecador dejar� de ser venenosa.

Vuelve de seguir a sus hermanos.] �Es tan bueno matar a sus hermanos pobres? Leemos en la historia romana de un hermano que mata desprevenido a otro en la batalla; y que cuando vino a desnudarlo para tomar su bot�n, viendo que era su hermano, se mat� de pena.

a Curt., lib. iv.

b Lib. xx.

Versículo 27

Y Joab dijo: Vive Dios, si no hubieras hablado, ciertamente entonces por la ma�ana el pueblo hab�a subido cada uno de seguir a su hermano.

Ver. 27. A menos que hubieras hablado, ] qd, puedes darte las gracias por el da�o que se ha hecho: porque t� primero hiciste el desaf�o. Aequum est ut faber quas fecit compedes ipse gestet.

Versículo 28

Entonces Joab toc� la trompeta, y todo el pueblo se detuvo, y no persiguieron m�s a Israel, ni pelearon m�s.

Ver. 28. Entonces Joab toc� la trompeta. ] Despu�s de eso, Abner le hab�a excusado por primera vez de la muerte de su hermano Asael, como dice Josefo.

Versículo 29

Y Abner y sus hombres caminaron toda la noche por la llanura, y pasaron el Jord�n, y atravesaron todo Bitr�n, y llegaron a Mahanaim.

Ver. 29. Y pas� por todo Bitr�n, ] es decir, por el pa�s separado o dividido: separado de Cana�n por el r�o Jord�n, como lo traduce Junius. Regresaron a Mahanaim, con una cruz llorando. Dubia est Martis alea, nec raro utrique parti noxia.

Versículo 30

Y volvi� Joab de seguir a Abner; y cuando hubo reunido a todo el pueblo, faltaban de los siervos de David diecinueve hombres y Asael.

Ver. 30. Faltaban los siervos de David, etc.] La guerra es el matadero de la humanidad, y el infierno de este mundo presente, dice uno: Mars Alpha malorum. Abre las puertas de la infelicidad que fueron cerradas en tiempos de paz. Por tanto, Lactancio a pens� que no era l�cito que un hombre justo fuera guerrero: cuya justicia deb�a ser su guerra. Algunos anabautistas tambi�n sostienen lo mismo. Pero Dios es llamado hombre de guerra, �xodo 15: 3 y dijo que ten�a guerra con Amalec; Exo 17:16 El env�a la espada; Eze 14:17 alista a los hombres; Isa 13: 4 ordena las municiones; Jer 50:25 ba�a la espada en el cielo.

Isa 34: 5 David pele� sus batallas. 1Sa 25:28 El capit�n Cornelio, que era de la banda italiana, fue muy aceptado en el cielo. A Juan Bautista no le disgust� el llamado de los soldados, pero les indic� c�mo manejarlo, etc.

el Instituto, lib. vio. gorra. 20.

Versículo 32

Y tomaron a Asael y lo sepultaron en el sepulcro de su padre, que estaba en Bel�n. Y Joab y sus hombres estuvieron toda la noche, y llegaron a Hebr�n al amanecer.

Ver. 32. Y lo enterr� en el sepulcro de su padre. ] Esto lo hicieron, probablemente, despu�s de haber estado por primera vez con David en Hebr�n, para darle un relato de esa expedici�n.

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre 2 Samuel 2". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/2-samuel-2.html. 1865-1868.