Amar�s, pues, al SE�OR tu Dios, y guardar�s su mandato, sus estatutos, sus juicios y sus mandamientos siempre.
Ver. 1. Amar�s, pues, al Se�or. ] Cos amoris amor. Ara amorem illius, dice Bernardo. No amar a los que tanto nos amaron, es ser peor que un publicano, m�s duro de coraz�n que un jud�o. Mat 5:46 Que los tres ni�os no se quemaron en el horno fue un milagro, Dan 3:25 por lo que es que los hombres favorecieron a no amar a Dios.
Y sabed hoy: porque no hablo con vuestros hijos que no han conocido ni han visto el castigo del SE�OR vuestro Dios, su grandeza, su mano poderosa y su brazo extendido,
Ver. 2. Y que no he visto. ]
" Segnius irritante animos demissa per aures,
Quam quae sunt oculis commissa fidelibua �- Horat.
Les habla como a testigos presenciales; y aquellos que tienen tal evidencia y experiencia propia suelen verse m�s afectados que aquellos que tienen cosas s�lo de o�das. "Mi ojo afecta mi coraz�n". Lam 3:51
Y lo que hizo con el ej�rcito de Egipto, con sus caballos y sus carros; c�mo hizo que las aguas del Mar Rojo los desbordaran mientras te persegu�an, y [c�mo] el SE�OR los destruy� hasta el d�a de hoy;
Ver. 4. Los ha destruido hasta el d�a de hoy, ] es decir, los ha destruido y consternado de tal manera que hasta el d�a de hoy no o�mos m�s de ellos: como los romanos desanimaron y sofocaron al rey Atalo, que hizo una ley que ninguno de sus sucesores Deber�a hacer la guerra a ese estado para siempre.
Y lo que os hizo en el desierto hasta que lleg�is a este lugar;
Ver. 5. Y lo que te hizo. ] Debe llevarse un diario diligentemente de lo que Dios hace por nosotros, Sal. 102: 18 para ayudar a nuestros recuerdos escurridizos y para estimular nuestros corazones apagados a una contenci�n en la piedad.
Y lo que hizo con Dat�n y Abiram, hijos de Eliab, hijo de Rub�n: c�mo la tierra abri� su boca y se los trag� a ellos, a sus casas, a sus tiendas y a todo lo que pose�an. , en medio de todo Israel:
Ver. 6. Dat�n y Abiram. ] Que eran rubenitas; y por lo tanto descontento, dicen los m�dicos jud�os, porque la primogenitura le fue quitada a Rub�n, por su incesto, y entregada a Jud� y Jos�. Cor� est� aqu�, aunque todav�a no se menciona, ni se excluye ni se excusa.
Y para que prolongueis [vuestros] d�as en la tierra que el SE�OR jur� a vuestros padres que les dar�a a ellos ya su descendencia, una tierra que mana leche y miel.
Ver. 9. Y para que prolongueis. ] Ver Trapp en " Deu 4:40 "
Porque la tierra a la que entras para poseerla no es como la tierra de Egipto, de donde saliste, donde sembraste tu semilla, y la regaste con tu pie como un huerto de hierbas.
Ver. 10. Y lo regaste con tu pie. ] Ir a buscar y llevar agua, llamada por eso el agua de sus pies, como se llama nuestra vida, "la vida de nuestras manos", Isa 57:10 porque se mantiene con el trabajo de nuestras manos.
Pero la tierra adonde vais para poseerla es tierra de colinas y valles, y bebe agua de la lluvia del cielo.
Ver. ll. Y bebe el agua de la lluvia del cielo. ] Dios corona el a�o con su bondad, y sus sendas pierden grosura. Sal. 65: 10-12 En hebreo es, las huellas de las ruedas de tu carro; porque las nubes son los carros de Dios, Sal 104: 3 en los que el agua est� atada. Job 26: 8 C�mo se sostienen y por qu� caen aqu� y ahora, no lo sabemos, y nos maravillamos. Los egipcios usaron en una burla profana para decirle a otras naciones, que si Dios se olvidara de llover, ellos podr�an morir de hambre; pensaban que la lluvia era de Dios, pero no de su r�o Nilo.
Y suceder� que si escuch�is atentamente mis mandamientos que os mando hoy, amar al SE�OR vuestro Dios y servirle con todo vuestro coraz�n y con toda vuestra alma,
Ver. 13. Y suceder�. ] A continuaci�n de este pasaje de la Escritura, los jud�os leen diariamente en sus familias, como relata Maim�nides.
Que yo te dar� la lluvia de tu tierra a su tiempo, la primera y la tard�a, para que recojas tu trigo, tu mosto y tu aceite.
Ver. 14. Que te dar� la lluvia. ] Lluvia Dios da a todos por una providencia, Hechos 14:17Job 38:26 pero a su Israel en virtud de una promesa, por la cual ellos podr�an "vivir, no s�lo como de pan, sino como de toda palabra que sale del boca de Dios ".
Mirad por vosotros mismos, que vuestro coraz�n no sea enga�ado, y os desvi�is y sirv�is a otros dioses y los ador�is;
Ver. 16. Que tu coraz�n no se enga�e. ] Habi�ndose enga�ado primero a s� mismo; Porque "enga�oso es el coraz�n m�s que todas las cosas", Jer 17: 9 y puede decir a muchos, como parec�a decirle el coraz�n de Apolonio, el tirano, que una noche so�� que los escitas lo despellejaban y lo herv�an en un caldero, y que su coraz�n le habl� desde la olla y dijo: E?? ??? ?????? ?????, Soy yo quien te he atra�do a todo esto. a Los que est�n en el infierno lloran as�.
Y [entonces] se enciende la ira de Jehov� contra vosotros, y cierra los cielos para que no llueva, y la tierra no d� su fruto; y [para que no] perezc�is pronto de la buena tierra que el SE�OR os da.
Ver. 17. Y cerr� los cielos. ] Las llaves del cielo, del coraz�n, del �tero y del sepulcro, Dios las guarda y las lleva bajo su propio cintur�n, como podemos decir.
Por tanto, pondr�is estas mis palabras en vuestro coraz�n y en vuestra alma, y ??las atar�is como se�al en vuestra mano, y ser�n por frontales entre vuestros ojos.
Ver. 18. En tu coraz�n. ] S�, en tu coraz�n, Isa�as 47:7; Isa 57:11 para que se hundan en ella, Lucas 9:44 como el mejor b�lsamo que se echa en el agua se hunde hasta el fondo.
Para que se multipliquen vuestros d�as y los de vuestros hijos en la tierra que el SE�OR jur� a vuestros padres que les dar�a, como los d�as del cielo sobre la tierra.
Ver. 21. Como los d�as del cielo, ] es decir, mientras el mundo est� en pie. Por tanto, quiz� podamos concebir la esperanza del arrepentimiento de los jud�os y su restablecimiento en esta Tierra Prometida.
He aqu�, pongo delante de ti hoy una bendici�n y una maldici�n;
Ver. 26. Una bendici�n y una maldici�n. ] Con el camino a cualquiera, para que si fracasas, no tengas nadie a quien culpar m�s que a ti mismo. Porque a menudo ocurre que mientras "la necedad del hombre pervierte su camino, su coraz�n se irrita contra el Se�or". Pro 19: 3
Y suceder� que cuando el SE�OR tu Dios te haya tra�do a la tierra adonde vas para tomar posesi�n de ella, pondr�s la bendici�n sobre el monte Gerizim, y la maldici�n sobre el monte Ebal.
Ver. 29. Pon la bendici�n sobre el monte Gerizim. ] Es decir, pron�ncielo all�. Ver Josu� 8:33 . Por eso los samaritanos edificaron su templo en este monte como lugar bendito, y all� adoraron no sab�an lo que Juan 4:20; Juan 4:22 llam�ndose a s� mismos, Los que pertenecen al monte bendito.
Versículo 1
Amar�s, pues, al SE�OR tu Dios, y guardar�s su mandato, sus estatutos, sus juicios y sus mandamientos siempre.
Ver. 1. Amar�s, pues, al Se�or. ] Cos amoris amor. Ara amorem illius, dice Bernardo. No amar a los que tanto nos amaron, es ser peor que un publicano, m�s duro de coraz�n que un jud�o. Mat 5:46 Que los tres ni�os no se quemaron en el horno fue un milagro, Dan 3:25 por lo que es que los hombres favorecieron a no amar a Dios.
Versículo 2
Y sabed hoy: porque no hablo con vuestros hijos que no han conocido ni han visto el castigo del SE�OR vuestro Dios, su grandeza, su mano poderosa y su brazo extendido,
Ver. 2. Y que no he visto. ]
" Segnius irritante animos demissa per aures,
Quam quae sunt oculis commissa fidelibua �- Horat.
Les habla como a testigos presenciales; y aquellos que tienen tal evidencia y experiencia propia suelen verse m�s afectados que aquellos que tienen cosas s�lo de o�das. "Mi ojo afecta mi coraz�n". Lam 3:51
Versículo 4
Y lo que hizo con el ej�rcito de Egipto, con sus caballos y sus carros; c�mo hizo que las aguas del Mar Rojo los desbordaran mientras te persegu�an, y [c�mo] el SE�OR los destruy� hasta el d�a de hoy;
Ver. 4. Los ha destruido hasta el d�a de hoy, ] es decir, los ha destruido y consternado de tal manera que hasta el d�a de hoy no o�mos m�s de ellos: como los romanos desanimaron y sofocaron al rey Atalo, que hizo una ley que ninguno de sus sucesores Deber�a hacer la guerra a ese estado para siempre.
Versículo 5
Y lo que os hizo en el desierto hasta que lleg�is a este lugar;
Ver. 5. Y lo que te hizo. ] Debe llevarse un diario diligentemente de lo que Dios hace por nosotros, Sal. 102: 18 para ayudar a nuestros recuerdos escurridizos y para estimular nuestros corazones apagados a una contenci�n en la piedad.
Versículo 6
Y lo que hizo con Dat�n y Abiram, hijos de Eliab, hijo de Rub�n: c�mo la tierra abri� su boca y se los trag� a ellos, a sus casas, a sus tiendas y a todo lo que pose�an. , en medio de todo Israel:
Ver. 6. Dat�n y Abiram. ] Que eran rubenitas; y por lo tanto descontento, dicen los m�dicos jud�os, porque la primogenitura le fue quitada a Rub�n, por su incesto, y entregada a Jud� y Jos�. Cor� est� aqu�, aunque todav�a no se menciona, ni se excluye ni se excusa.
Versículo 9
Y para que prolongueis [vuestros] d�as en la tierra que el SE�OR jur� a vuestros padres que les dar�a a ellos ya su descendencia, una tierra que mana leche y miel.
Ver. 9. Y para que prolongueis. ] Ver Trapp en " Deu 4:40 "
Versículo 10
Porque la tierra a la que entras para poseerla no es como la tierra de Egipto, de donde saliste, donde sembraste tu semilla, y la regaste con tu pie como un huerto de hierbas.
Ver. 10. Y lo regaste con tu pie. ] Ir a buscar y llevar agua, llamada por eso el agua de sus pies, como se llama nuestra vida, "la vida de nuestras manos", Isa 57:10 porque se mantiene con el trabajo de nuestras manos.
Versículo 11
Pero la tierra adonde vais para poseerla es tierra de colinas y valles, y bebe agua de la lluvia del cielo.
Ver. ll. Y bebe el agua de la lluvia del cielo. ] Dios corona el a�o con su bondad, y sus sendas pierden grosura. Sal. 65: 10-12 En hebreo es, las huellas de las ruedas de tu carro; porque las nubes son los carros de Dios, Sal 104: 3 en los que el agua est� atada. Job 26: 8 C�mo se sostienen y por qu� caen aqu� y ahora, no lo sabemos, y nos maravillamos. Los egipcios usaron en una burla profana para decirle a otras naciones, que si Dios se olvidara de llover, ellos podr�an morir de hambre; pensaban que la lluvia era de Dios, pero no de su r�o Nilo.
Ver Ezequiel 29:3 ; Ezequiel 29:9 Isa�as 19:5,6 .
Versículo 12
La tierra de la cual el SE�OR tu Dios cuida; los ojos del SE�OR tu Dios est�n siempre sobre ella, desde el principio del a�o hasta el fin del a�o.
Ver. 12. Que el Se�or tu Dios cuida. ] Deus sic curat universa, quasi singula; sic singula, cuasi sola. a
Desde el comienzo del a�o.] �Cu�n f�cil fue para Dios matarnos de hambre a todos, neg�ndonos una cosecha o dos!
un agosto.
Versículo 13
Y suceder� que si escuch�is atentamente mis mandamientos que os mando hoy, amar al SE�OR vuestro Dios y servirle con todo vuestro coraz�n y con toda vuestra alma,
Ver. 13. Y suceder�. ] A continuaci�n de este pasaje de la Escritura, los jud�os leen diariamente en sus familias, como relata Maim�nides.
Versículo 14
Que yo te dar� la lluvia de tu tierra a su tiempo, la primera y la tard�a, para que recojas tu trigo, tu mosto y tu aceite.
Ver. 14. Que te dar� la lluvia. ] Lluvia Dios da a todos por una providencia, Hechos 14:17 Job 38:26 pero a su Israel en virtud de una promesa, por la cual ellos podr�an "vivir, no s�lo como de pan, sino como de toda palabra que sale del boca de Dios ".
Versículo 16
Mirad por vosotros mismos, que vuestro coraz�n no sea enga�ado, y os desvi�is y sirv�is a otros dioses y los ador�is;
Ver. 16. Que tu coraz�n no se enga�e. ] Habi�ndose enga�ado primero a s� mismo; Porque "enga�oso es el coraz�n m�s que todas las cosas", Jer 17: 9 y puede decir a muchos, como parec�a decirle el coraz�n de Apolonio, el tirano, que una noche so�� que los escitas lo despellejaban y lo herv�an en un caldero, y que su coraz�n le habl� desde la olla y dijo: E?? ??? ?????? ?????, Soy yo quien te he atra�do a todo esto. a Los que est�n en el infierno lloran as�.
un Plut.
Versículo 17
Y [entonces] se enciende la ira de Jehov� contra vosotros, y cierra los cielos para que no llueva, y la tierra no d� su fruto; y [para que no] perezc�is pronto de la buena tierra que el SE�OR os da.
Ver. 17. Y cerr� los cielos. ] Las llaves del cielo, del coraz�n, del �tero y del sepulcro, Dios las guarda y las lleva bajo su propio cintur�n, como podemos decir.
Versículo 18
Por tanto, pondr�is estas mis palabras en vuestro coraz�n y en vuestra alma, y ??las atar�is como se�al en vuestra mano, y ser�n por frontales entre vuestros ojos.
Ver. 18. En tu coraz�n. ] S�, en tu coraz�n, Isa�as 47:7 ; Isa 57:11 para que se hundan en ella, Lucas 9:44 como el mejor b�lsamo que se echa en el agua se hunde hasta el fondo.
Versículo 19
Y les ense�ar�s a tus hijos, hablando de ellos cuando te sientes en tu casa, y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Ver. 19. Ens��eles a sus hijos. ] Ver Trapp en " Deu 6: 7 "
Versículo 21
Para que se multipliquen vuestros d�as y los de vuestros hijos en la tierra que el SE�OR jur� a vuestros padres que les dar�a, como los d�as del cielo sobre la tierra.
Ver. 21. Como los d�as del cielo, ] es decir, mientras el mundo est� en pie. Por tanto, quiz� podamos concebir la esperanza del arrepentimiento de los jud�os y su restablecimiento en esta Tierra Prometida.
Versículo 26
He aqu�, pongo delante de ti hoy una bendici�n y una maldici�n;
Ver. 26. Una bendici�n y una maldici�n. ] Con el camino a cualquiera, para que si fracasas, no tengas nadie a quien culpar m�s que a ti mismo. Porque a menudo ocurre que mientras "la necedad del hombre pervierte su camino, su coraz�n se irrita contra el Se�or". Pro 19: 3
Versículo 29
Y suceder� que cuando el SE�OR tu Dios te haya tra�do a la tierra adonde vas para tomar posesi�n de ella, pondr�s la bendici�n sobre el monte Gerizim, y la maldici�n sobre el monte Ebal.
Ver. 29. Pon la bendici�n sobre el monte Gerizim. ] Es decir, pron�ncielo all�. Ver Josu� 8:33 . Por eso los samaritanos edificaron su templo en este monte como lugar bendito, y all� adoraron no sab�an lo que Juan 4:20 ; Juan 4:22 llam�ndose a s� mismos, Los que pertenecen al monte bendito.